Nota
Berasitiada: Edesur y lado oscuro de la luz
(Nota con video de la llegada al barrio y de madrugada de la columna policial)
Berazategui: el conurbano bonaerense tiene allí su propio territorio sitiado. Casi 300 agentes de la policía bonaerense montaron tres acampes a lo largo de la Avenida 21 con corte y vallado de calles incluido.
Berazategui: el conurbano bonaerense tiene allí su propio territorio sitiado. Casi 300 agentes de la policía bonaerense montaron tres acampes a lo largo de la Avenida 21 con corte y vallado de calles incluido. Están ahí para custodiar una subestación eléctrica. La resistencia a que EDESUR conecte el último tramo de cables de la subestación eléctrica Rigolleau se gesta en la Asamblea de Vecinos Autoconvocados por la vida, que se viene organizando desde 2005 para alertar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) avala estudios epidemiológicos que han demostrado que la exposición a ciertos campos electromagnéticos de baja frecuencia pueden aumentar el riesgo de leucemia en niños e inducir otros tipos de cáncer y problemas de salud.
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Desde la asamblea se organizaron 28 festivales y montaron 2 acampes. Fueron reprimidos en 2006 y recontrareprimidos -judicialización incluida- en mayo de 2011, en ambos casos con gente hospitalizada. También hay integrantes de la Asamblea con causa penal iniciada luego de los cortes que hicieron en las vías del tren Roca. La consigna es clara:
- “Fuera la subestación Rigolleau, traslado definitivo a una zona no poblada”.
Acampes con gorra
La tradición que tiene Edesur de llegar al barrio con la asistencia de las fuerzas de seguridad del Estado -adicionales incluidos, según aclaró el comisario D’alessandro frente a un grupo de diputados nacionales- tuvo su episodio más reciente en la madrugada de este lunes 13 de febrero: esta vez se instalaron unos gazebos o tiendas en lo que sería una especie de “acampe” policial. Son tres, a lo largo de la Avenida 21, la principal a la altura de la 145, en la Subestación Rigolleau.
Allí mismo, entrada la noche, comienza la asamblea. Son las 20.30 horas. Hay caras que no se veían hace rato. Hay reencuentro. Se leen unas cartas que se van a presentar ante Edesur y ante la municipalidad de Berazategui. Se resuelve entregarla en la mañana del martes 14 y en una marcha que recorra el centro del distrito. También se resuelve que la asamblea culmine con una marcha por el barrio, bordeando los campamentos de la policía.
La marcha rompe la indiferencia e invoca a la participación. Se volantean las casas, se tocan los timbres, hay bocinazos, y un megáfono que perturba la quietud nocturna. Vecinos saludan tras las ventanas, tras las rejas de sus casas. Cada vez que la marcha se acerca a los acampes policiales, los efectivos toman sus cascos y sus escudos y ponen su peor cara de combate. El carnaval de la asamblea canta, baila y resiste pacíficamente las muestras de violencia estatal.
Los pedidos sin respuesta
La mañana del martes comienza en la esquina de la 20 y 145, con marcha hasta las oficinas que tiene Edesur sobre la 14, que es la avenida principal de Berazategui. A medida que la marcha avanza, se van entregando volantes casa por casa, auto por auto, colectivo por colectivo y cola de banco por cola de banco. Las oficinas de Edesur están con las persianas bajas y custodiadas por la policía. Reciben la nota de los vecinos, pero no a los vecinos.
La marcha continúa por la 14, pasando por las vías del tren Roca y por la peatonal, hasta llegar al edificio de la municipalidad, celosamente custodiado por… ¡sí!; personal policial. En el edificio se encontraban el intendente Juan Patricio Mussi, en compañía de su padre, Juan José Mussi, secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación. El personal policial no permitió el ingreso de los vecinos: ni de los que participaban de la protesta ni de los que iban a realizar trámites. Tampoco recibieron la nota que llevaron.
Señalan los vecinos: “Sabemos que el tema está en debate en el mundo y pretendemos que en nuestro país se replique ese debate en forma genuina, con quienes padecen estos efectos y quienes desde su lugar de ciudadanos preocupados por su salud, se han visto obligados a estudiar en estos años sobre el tema. Los vecinos y organizaciones sociales que los acompañan solicitamos ser escuchados en forma real y genuina por las entidades de Gobierno nacional, provincial y municipal pertinentes, y denunciamos que las mismas no se han dignado a debatir con quienes están realmente afectados por este proyecto, en una demostración de importante restricción a la participación ciudadana que promueven los tratados internacionales sobre derechos sociales, políticos y culturales que forman parte de nuestra Constitución Nacional”.
Cuentan en un comunicado: “Los campos electromagnéticos se originan por el movimiento de las cargas eléctricas y su intensidad es directamente proporcional al
nivel de tensión. A mayor tensión, mayor campo electromagnético. En el caso de la Subestación Rigolleau la tensión será de 132.000 voltios. Las paredes de los edificios, árboles, tierra o baldosas no bloquean los efectos nocivos sobre la salud de la población provocada por estas radiaciones no ionizantes de baja frecuencia. Nuestra obsoleta legislación permite campos magnéticos de hasta 25 Micro Testlas (unidad de medición del electromagnetismo), cuando en muchos países el valor límite permitido es de 0,4”.
La historia sigue abierta. Nadie sabe qué clase de luz se verá al final de este túnel.
Contacto:
Asamblea de Vecinos Autoconvocados por la Vida
https://fueralasubestacion.blogspot.com/
[email protected]
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
Nota
La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
Entradas por Alternativa Teatral

Nota
Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.
Por María del Carmen Varela
La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.
La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario. Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.
El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.
Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.
Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.
La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.
Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA
Domingos 18 y 25 de mayo, 20 hs
Más info y entradas en @perlaguarani
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