CABA
Bolivia hoy: la tensa calma en Plaza Murillo
Los movimientos en la Plaza Murillo y las conferencias de prensa en el Palacio Quemado están ahora centradas en la criminalización del gobierno de Evo Morales. Denuncias, protestas montadas y acusaciones que, desde el poder de facto, apuntan hacia Argentina. Así vive hoy la capital de Bolivia las consecuencias del golpe.
(lavaca en La Paz) En los alrededores de la Plaza Murillo, donde queda el Palacio Quemado y la Asamblea Legislativa Plurinacional – nuestra casa Rosada y Congreso- hay una tensa calma. Así lo define Yolanda Mamani Mamani – sí, dos veces Mamani-, chola feminista y, como ella misma se llama en su canal de Youtube, chola bocona.
Es cierto: la boca de Yola es grande, pero quizá lo de boconaprovenga en verdad de lo que sus palabras y su mirada sentencian.
Es cierto también lo de la tensa calma: no es un lunes de bloqueos (a pesar de que el domingo previo circuló que habría), ni el Parlamento sesiona. La autoproclamada de facto Presidenta, Jeannine Añez, estará por la mañana en Cochabamba presentando un auto eléctrico… Lo tenso: los militares custodian a punta de pistola los edificios del gobierno; la policía UTOP se pasea a paso marcial por la plaza y distintas camionetas estacionadas en las esquinas llevan la luz policial en el techo. Pero lo más inquietante quizá no esté pasando a la vista de los oficinistas, los periodistas y la gente que pasa.

Un grupo de jóvenes conversa y hace ademanes en una esquina; llaman la atención. Sobresalen por sus raras vestimentas: pantalones de gimnasia apretados, alguna capucha, todos de tez blanca y con las cejas fruncidas. “¿Vos de dónde sos?” le pregunta uno a otro, y el otro responde “De Santa Cruz; Argentino, no”. Eso detiene un inminente y prudente intento de charla con lavaca. La identidad de estos jóvenes quedará parcialmente develada en una entrevista exprés con la tevé boliviana, verdadera razón de la presencia de esta banda hoy: “Somos de Resistencia La Paz”, se identifica quien hace dos minutos se confesó ser de Santa Cruz. “Estamos acá porque no vamos a permitir que ningún partido político utilice los recursos naturales para su beneficio”, dice, sin que nadie entienda muy bien de qué habla. Es un día en el que los recursos – naturales y humanos- formarán parte de este clima enrarecido en el que todo parece ser una gran puesta en escena.
Yola es periodista de la Radio Deseo – única radio feminista de Bolivia- y desde ese dial emite noticieros semanales que trazan una precisa radiografía de lo que pasa en las calles y en los cuerpos de Bolivia. Uno de sus últimos informes hablan de algo que está presente en esta tensa calma en Plaza Murillo, y que revela quiénes son en verdad estos jóvenes: “Estuvieron acampando hasta el jueves pasado frente a la sede del UTOP – la policía- diciendo que estaban resguardando la Plaza Murillo”, cuenta. Un policía de UTOP que corta el tránsito charla y confirma: “Son gente de Añez”. Yolanda precisa: “Son una especie de grupo paramilitar asociado a los jóvenes santacruceños”. Este grupo está conformado por jóvenes de corte fascista, protagonistas de las tomas al Palacio Quemado y de los saqueos de las casas de Evo Morales y oficinas de organizaciones ligadas al MAS.

En la calle se ve: gozan de la complicidad policial, están a su lado. Y pese a su falta total de institucionalidad, se mueven como peces en el agua de la Plaza Murillo, de la que desaparecen rápido tras la entrevista, quizá hasta la mañana siguiente.
Para Yolanda estos jóvenes autoproclamados Resistencia La Paz son una metáfora de lo que pasa en el gobierno: nadie los eligió, pero ellos mandan.
Ver la realidad a través de los ojos de Yola quizá ayude para derribar estereotipos, prejuicios e ideas comunes sobre lo que pasa en Bolivia.
Otro ejemplo de este lunes tranquilo en el que pasa de todo: su teléfono suena y le avisan que está por comenzar una conferencia de prensa en el Palacio Quemado. Con magia boliviana, nos hace entrar, a pesar de que en un primer momento la prensa internacional está vedada en la sala.
Ahí estamos.

Empresas (y conferencias) un poco truchas
Debajo de un techo que es todo ventanal, decenas de cámaras apuntan a tres personas sentadas justo delante de una escalera que conecta con el resto del bello Palacio Quemado. Los apuntados son Edwin Beyer Pacheco (director jurídico del ministerio de Comunicación), Oscar Ortiz (senador por Unidad Demócrata del departamento de Santa Cruz) y la Ministra de Comunicación del gobierno de facto, Roxana Lizarraga . El motivo: el gobierno convocó a los medios para comunicar los avances en una denuncia sobre 23 funcionarios del anterior gobierno por una presunta contratación intencionada de la empresa mexicana Neurona Consulting.
Todos los condimentos de la denuncia cuajan con la coyuntura que pretende agitar el gobierno de Añez-Camacho. Según la investigación encabezada por el senador Ortíz, de Santa Cruz, la empresa Neurona Consulting fue contratada en cuatro oportunidades por el gobierno de Evo Morales para realizar trabajos de comunicación. Siempre según la denuncia, la adjudicación se habría dado por contratación directa y por un monto total de 13 millones de bolivianos (unos 130 millones de pesos argentinos). La animadora del evento es la ministra de Comunicación del gobierno de facto, quien presenta y pasa la palabra a su antojo, y resalta: “Claramente vemos conexiones entre el gobierno boliviano y el mexicano de López Obrador, cuando el ex presidente Morales se encuentra asilado casualmente en ese país”. Y pregunta. retóricamente: “¿Será que el gobierno mexicano le devuelve el favor? Es lo que todos aquí nos preguntamos”.
Lo cierto – según los propios datos brindados en conferencia- es que los contratos con Neurona Consulting datan de 2017 y 2018, cuando López Obrador aún no había asumido. Promediando la conferencia, el senador Ortíz se levantó para irse. lavaca lo abordó en la salida del Palacio para precisar justamente esta data, e intentar separar las informaciones de las operaciones.
La conexión que hacen entre la empresa y el gobierno de López obrador, ¿figura en la denuncia? Porque dijeron que eran contratos del 2017 y 2018, previos a la asunción de AMLO
Senador Ortiz: No, la denuncia que yo presenté es una conexión con el Movimiento al Socialismo. Ellos (los integrantes de la empresa) vinieron a trabajar en la campaña del 2014.
Pero la ministra a su lado dijo que tenían conexiones con el gobierno de López Obrador
-En la denuncia que presenté no figura eso.
¿Cree que en el contexto que se está dando esta presentación hay una cierta tendencia a asociar cuestiones que no están probadas en la causa y que hoy se hacen para criticar la figura de Evo Morales?
Lo que hay es una serie de denuncias que formulamos que antes no había quien las procese. Por ejemplo: antes la Contraloría General del Estado nunca me respondió; el ministro de Comunicación del Estado nunca me respondió, y ahora la ministra de Comunicación sí está respondiendo. Es necesario que todos los colectivos ambientales y la gente vuelvan a pronunciarse. No puede existir impunidad para los responsables de los desastres ambientales. Eso en mi rol de fiscalizar me es útil para, como senador, presentar las denuncias correspondientes ante el Ministerio Público.
Institucionalmente puede parecer intencionado que en un contexto de llamado a elecciones se augure una ola de juicios contra funcionarios del MAS.
Lo que pasa es que antes había una estrategia de protección al MAS. Los controles no funcionaban, en teoría son independientes, pero no procesaban las auditorias que presentábamos. Los tengo que dejar, por favor, que tengo otro compromiso.

Criminalizando argentinos
Durante el fin de la conferencia, del que ya Ortiz no formó parte, un notero de tevé se salió del tema Neurona y le consultó a la Ministra Lizarraga sobre las repercusiones de la visita de dirigentes sociales argentinos al país. Lizarraga contestó: “Las personas que han llegado a nuestro país lo que están cometiendo es injerencia. Comenten injerencia al llegar a Bolivia y tratar de convulsionar. Lo que sí sabemos es que el señor (Juan) Grabois es un enviado del régimen de la señora Cristina Kirchner, que es quien está allanado el camino para que así pueda estar más tranquilo el ex dictador Evo Morales en la Argentina”.
Terminada finalmente la conferencia lavaca pudo hablar brevemente con la Ministra de Comunicación interina-autoproclamada:
Según el senador Ortiz, la relación que usted hizo entre la empresa Neurona con el gobierno de López Obrador no figura en la denuncia
Lizarraga: Nosotros hemos buscado toda la información sobre la empresa Neurona, pero además ellos declararon que cuando estuvieron acá trabajaron para los gobiernos progresistas. Y que ese dinero estaba siendo utilizado para los otros gobiernos progresistas de otros países. Estas personas de esta supuesta empresa, que no existe en las condiciones adecuadas en México, han señalado que trabajan para el gobierno de López Obrador.
–Respecto a la delegación argentina, usted asoció la visita a la figura de Cristina Kirchner y Evo Morales, pero más allá de esta asociación, sobre el contenido del informe, ¿qué dice el gobierno?
-Te dejo, necesito ver…
Y se va, escaleras arriba del Palacio Quemado, con una sonrisa.
Según revelaron, existen al menos 90 casos similares que se están auditando y que auguran una catarata de juicios hacia la ex Ministra de Comunicaciones de Evo – Jesica López, exiliada en Argentina- y para el propio Morales, quien ya armó un equipo legal comandado por Baltazar Garzón.
Femicidios de facto

Todo ocurrió este lunes.
Frente a la Defensoría del Pueblo, menos de diez personas protestan con carteles y pancartas. Son familiares de víctimas de feminicidios, pero su reclamo aquí está centrado en la renuncia de Nadia Cruz, la representante del organismo público.
Según detallan y denuncian, Cruz no les ha dado respuestas concretas a los distintos reclamos que le han venido haciendo ante el creciente aumento de femicidios. Solo en 2019, contabilizaron 110. Pero el enojo con Cruz –que no accedió a entrevistarse con lavaca– parece también venir de otra parte: una de las señoras que se manifiesta se queja por su afinidad al partido MAS y resalta la incongruencia: “Una defensora que devele velar por los derechos delos ciudadanos no puede ser parte del gobierno”. A su izquierda, otra pancarta por otro reclamo, que nada tiene que ver con los feminicidios, muestra a Nadia Cruz en un acto partidario del MAS.

La misma señora que denuncia eso ante las cámaras de tevé – que vendrán y se irán rápidamente- interrumpe la charla de lavaca con una señora, chola, que lleva la foto de su hija de 15 años, asesinada en Collana Norte. Dice que el “reclamo es a nivel nacional y no internacional” y a pesar del intento de relatarle el sentido de la cobertura, invita al grupo a retirarse hacia la Plaza San Pedro, a apenas 50 metros. Otro joven que sostenía el cartel de una familiar se separa del grupo y alienta al cronista desplantado.
Los militares nos preguntan si los familiares van a volver, o si “ya está”. Es que en la Defensoría no hubo un día normal desde el golpe, y la figura de Nadia Cruz parece estar acechada no precisamente –o no solo- por familiares de víctimas de feminicidios.
El factor Amazonas
La última y quizá más fuerte escena del lunes ocurre mientras tres mujeres intentan desplegar una bandera frente al Palacio Quemado. Dice: “Luchemos por la Amazonia”. Los policías actúan rápido y se acercan a la mayor de las tres: le piden que guarden la bandera y se retiren. “Vayan a la plaza de más allá”, le sugiere el uniformado, a lo que la mujer le responde que justamente la intención es desplegar la bandera aquí, en Plaza Murillo.
La más joven se llama Daniela Arraquia y cuenta el contexto: son parte de un colectivo llamado Lucha por la Amazonia Boliviana, oriundo de Cochabamba. Han llegado hasta La Paz para aprovechar el agite político y, justamente, plantar bandera: “Es necesario que todos los colectivos ambientales y la gente vuelva a pronunciarse ante este escenario”.
Sigue: “Estamos pidiendo un juicio de responsabilidad para todos los involucrados en los incendios, entre ellos el ex presidente Evo Morales y los ganaderos. También estamos pidiendo que se haga público el contrato que se hizo con la China para la exportación de carne: tenemos información de que la mejor carne boliviana va a ser vendida a 14 pesos el kilo, cuando acá la compramos a 50 bolivianos”.

Pese a su juventud, Daniela no se deja amedrentar por la decena de policías de refuerzo que acaba de llegar, pero habla más rápido porque sabe que está en tiempo de descuento: “Estamos pidiendo una pausa ambiental sin intervención del ser humano, así como una restauración del territorio afectado. Lamentablemente lo que ha pasado con el gobierno extractivista es que ha destrozado el medio ambiento a nombre del pachamamismo”.
Yolanda Mamani: ¿Qué responsabilidad cree que tiene la presidenta de facto y su perspectiva respecto a los recursos naturales?
En este momento nos encontramos alarmados por la reunión que ha tenido la ministra de Medioambiente con los principales sectores agroindustriales y ganaderos. Nos encontramos alarmados por la promulgación del Decreto Supremo 3.874 que se ha firmado con el Comité Cívico Pro Santa Cruz.
Es entonces cuando los policías de UTOP la empujan y arrugan la bandera.
Tanto a los escasos cronistas que entrevistaban como a las tres mujeres, les sugieren una frase que definen estos, los peores tiempos:
-Circulen.
Más atrás, trabajadores municipales se apuran a armar un gran árbol de Navidad.

Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
CABA
La vida de dos mujeres en la Isla de la Paternal, entre la memoria y la lucha: una obra imperdible

Una obra única que recorre el barrio de Paternal a través de postas de memoria, de lucha y en actual riesgo: del Albergue Warnes que soñó Eva Perón, quedó inconcluso y luego se utilizó como centro clandestino de detención; al Siluetazo de los 80´, los restoranes notables, los murales de Maradona y el orfanato Garrigós, del cual las protagonistas son parte. Vanesa Weinberg y Laura Nevole nos llevan de la mano por un mapa que nos hace ver el territorio cotidiano en perspectiva y con arte. Una obra que integra la programación de Paraíso Club.
María del Carmen Varela
Las vías del tren San Martín, la avenida Warnes y las bodegas, el Instituto Garrigós y el cementerio de La Chacarita delimitan una pequeña geografía urbana conocida como La Isla de la Paternal. En este lugar de casas bajas, fábricas activas, otras cerradas o devenidas en sitios culturales sucede un hecho teatral que integra a Casa Gómez —espacio dedicado al arte—con las calles del barrio en una pintoresca caminata: Atlas de un mundo imaginado, obra integrante de la programación de Paraíso Club, que ofrece un estreno cada mes.
Sus protagonistas son Ana y Emilia (Vanesa Weinberg y Laura Nevole) y sus versiones con menos edad son interpretadas por Camila Blander y Valentina Werenkraut. Las hermanas crecieron en este rincón de la ciudad; Ana permaneció allí y Emilia salió al mundo con entusiasmo por conocer otras islas más lejanas. Cuenta el programa de mano que ambas “siempre se sintieron atraídas por esos puntos desperdigados por los mapas, que no se sabe si son manchas o islas”.


La historia
A fines de los ´90, Emilia partió de esta isla sin agua alrededor para conocer otras islas: algunas paradisíacas y calurosas, otras frías y remotas. En su intercambio epistolar, iremos conociendo las aventuras de Emilia en tierras no tan firmes…
Ana responde con las anécdotas de su cotidiano y el relato involucra mucho más que la narrativa puramente barrial. Se entrecruzan la propia historia, la del barrio, la del país. En la esquina de Baunes y Paz Soldán se encuentra su “barco”, anclado en plena isla, la casa familiar donde se criaron, en la que cada hermana tomó su decisión. Una, la de quedarse, otra la de marcharse: “Quien vive en una isla desea irse y también tiene miedo de salir”.
A dos cuadras de la casa, vemos el predio donde estaba el Albergue Warnes, un edificio de diez pisos que nunca terminó de construirse, para el que Eva Perón había soñado un destino de hospítal de niñxs y cuya enorme estructura inconclusa fue hogar de cientos de familias durante décadas, hasta su demolición en marzo de 1991. Quien escribe, creció en La Isla de La Paternal y vio caer la mole de cemento durante la implosión para la que se utilizó media tonelada de explosivos. Una enorme nube de polvo hizo que el aire se volviera irrespirable por un tiempo considerable para las miles de personas que contemplábamos el monumental estallido.
Emilia recuerda que el Warnes había sido utilizado como lugar de detención y tortura y menciona el Siluetazo, la acción artística iniciada en septiembre de 1983, poco tiempo antes de que finalizara la dictadura y Raúl Alfonsín asumiera la presidencia, que consistía en pintar siluetas de tamaño natural para visibilizar los cuerpos ausentes. El Albergue Warnes formó parte de esa intervención artística exhibida en su fachada. La caminata se detiene en la placita que parece una mini-isla de tamaño irregular, sobre la avenida Warnes frente a las bodegas. La placita a la que mi madre me llevaba casi a diario durante mi infancia, sin sospechar del horror que sucedía a pocos metros.
El siguiente lugar donde recala el grupo de caminantes en una tarde de sábado soleado es el Instituto Crescencia Boado de Garrigós, en Paz Soldán al 5200, que alojaba a niñas huérfanas o con situaciones familiares problemáticas. Las hermanas Ana y Emilia recuerdan a una interna de la que se habían hecho amigas a través de las rejas. “El Garrigós”, como se lo llama en el barrio, fue mucho más que un asilo para niñas. Para muchas, fue su refugio, su hogar. En una nota periodística del portal ANRed —impresa y exhibida en Casa Gómez en el marco de esta obra— las hermanas Sosa, Mónica y Aída, cuentan el rol que el “Garri” tuvo en sus vidas. Vivían con su madre y hermanos en situación de calle hasta que alguien les pasó la información del Consejo de Minoridad y de allí fueron trasladas hasta La Paternal. Aída: “Pasar de la calle a un lugar limpio, abrigado, con comida todos los días era impensable. Por un lado, el dolor de haber sido separadas de nuestra madre, pero al mismo tiempo la felicidad de estar en un lugar donde nos sentimos protegidas desde el primer momento”. Mónica afirma: “Somos hijas del Estado” .
De ser un instituto de minoridad, el Garrigós pasó a ser un espacio de promoción de derechos para las infancias dependiente de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Argentina (SENAF), pero en marzo de este año comenzó su desmantelamiento. Hubo trabajadorxs despedidxs y se sospecha que, dado el resurgimiento inmobiliario del barrio, el predio podría ser vendido al mejor postor.
El grupo continúa la caminata por un espacio libre de edificios. Pasa por la Asociación Vecinal Círculo La Paternal, donde Ana toma clases de salsa.
En la esquina de Bielsa (ex Morlote) y Paz Soldán está la farmacia donde trabajaba Ana. Las persianas bajas y los estantes despojados dan cuenta de que ahí ya no se venden remedios ni se toma la presión. Ana cuenta que post 2001 el local dejó de abrir, ya que la crisis económica provocó que varios locales de la zona se vieran obligados a cerrar sus puertas.
La Paternal, en especial La Isla, se convirtió en refugio de artistas, con una movida cultural y gastronómica creciente. Dejó de ser una zona barrial gris, barata y mal iluminada y desde hace unos años cotiza en alza en el mercado de compra-venta de inmuebles. Hay más color en el barrio, las paredes lucen murales con el rostro de Diego, siempre vistiendo la camiseta roja del Club Argentinos Juniors . Hay locales que mutaron, una pequeña fábrica ahora es cervecería, la carnicería se transformó en el restaurante de pastas Tita la Vedette, y la que era la casa que alquilaba la familia de mi compañera de escuela primaria Nancy allá por los ´80, ahora es la renovada y coqueta Casa Gómez, desde donde parte la caminata y a donde volveremos después de escuchar los relatos de Ana y Emilia.
Allí veremos cuatro edificios dibujados en tinta celeste, enmarcados y colgados sobre la pared. El Garrigós, la farmacia, el albergue Warnes y el MN Santa Inés, una antigua panadería que cerró al morir su dueño y que una década más tarde fuera alquilada y reacondicionada por la cheff Jazmín Marturet. El ahora restaurante fue reciente ganador de una estrella Michelín y agota las reservas cada fin de semana.
Lxs caminantes volvemos al lugar del que partimos y las hermanas Ana y Emilia nos dicen adiós.
Y así, quienes durante una hora caminamos juntxs, nos dispersamos, abadonamos La Isla y partimos hacia otras tierras, otros puntos geográficos donde también, como Ana y Emilia, tengamos la posibilidad de reconstruir nuestros propios mapas de vida.
Atlas de un mundo imaginado
Sábados 9 y 16 de agosto, domingos 10 y 17 de agosto. Domingo 14 de septiembre y sábado 20 de septiembre
Casa Gómez, Yeruá 4962, CABA.
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