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Bolivia hoy: la tensa calma en Plaza Murillo
Los movimientos en la Plaza Murillo y las conferencias de prensa en el Palacio Quemado están ahora centradas en la criminalización del gobierno de Evo Morales. Denuncias, protestas montadas y acusaciones que, desde el poder de facto, apuntan hacia Argentina. Así vive hoy la capital de Bolivia las consecuencias del golpe.
(lavaca en La Paz) En los alrededores de la Plaza Murillo, donde queda el Palacio Quemado y la Asamblea Legislativa Plurinacional – nuestra casa Rosada y Congreso- hay una tensa calma. Así lo define Yolanda Mamani Mamani – sí, dos veces Mamani-, chola feminista y, como ella misma se llama en su canal de Youtube, chola bocona.
Es cierto: la boca de Yola es grande, pero quizá lo de boconaprovenga en verdad de lo que sus palabras y su mirada sentencian.
Es cierto también lo de la tensa calma: no es un lunes de bloqueos (a pesar de que el domingo previo circuló que habría), ni el Parlamento sesiona. La autoproclamada de facto Presidenta, Jeannine Añez, estará por la mañana en Cochabamba presentando un auto eléctrico… Lo tenso: los militares custodian a punta de pistola los edificios del gobierno; la policía UTOP se pasea a paso marcial por la plaza y distintas camionetas estacionadas en las esquinas llevan la luz policial en el techo. Pero lo más inquietante quizá no esté pasando a la vista de los oficinistas, los periodistas y la gente que pasa.

Un grupo de jóvenes conversa y hace ademanes en una esquina; llaman la atención. Sobresalen por sus raras vestimentas: pantalones de gimnasia apretados, alguna capucha, todos de tez blanca y con las cejas fruncidas. “¿Vos de dónde sos?” le pregunta uno a otro, y el otro responde “De Santa Cruz; Argentino, no”. Eso detiene un inminente y prudente intento de charla con lavaca. La identidad de estos jóvenes quedará parcialmente develada en una entrevista exprés con la tevé boliviana, verdadera razón de la presencia de esta banda hoy: “Somos de Resistencia La Paz”, se identifica quien hace dos minutos se confesó ser de Santa Cruz. “Estamos acá porque no vamos a permitir que ningún partido político utilice los recursos naturales para su beneficio”, dice, sin que nadie entienda muy bien de qué habla. Es un día en el que los recursos – naturales y humanos- formarán parte de este clima enrarecido en el que todo parece ser una gran puesta en escena.
Yola es periodista de la Radio Deseo – única radio feminista de Bolivia- y desde ese dial emite noticieros semanales que trazan una precisa radiografía de lo que pasa en las calles y en los cuerpos de Bolivia. Uno de sus últimos informes hablan de algo que está presente en esta tensa calma en Plaza Murillo, y que revela quiénes son en verdad estos jóvenes: “Estuvieron acampando hasta el jueves pasado frente a la sede del UTOP – la policía- diciendo que estaban resguardando la Plaza Murillo”, cuenta. Un policía de UTOP que corta el tránsito charla y confirma: “Son gente de Añez”. Yolanda precisa: “Son una especie de grupo paramilitar asociado a los jóvenes santacruceños”. Este grupo está conformado por jóvenes de corte fascista, protagonistas de las tomas al Palacio Quemado y de los saqueos de las casas de Evo Morales y oficinas de organizaciones ligadas al MAS.

En la calle se ve: gozan de la complicidad policial, están a su lado. Y pese a su falta total de institucionalidad, se mueven como peces en el agua de la Plaza Murillo, de la que desaparecen rápido tras la entrevista, quizá hasta la mañana siguiente.
Para Yolanda estos jóvenes autoproclamados Resistencia La Paz son una metáfora de lo que pasa en el gobierno: nadie los eligió, pero ellos mandan.
Ver la realidad a través de los ojos de Yola quizá ayude para derribar estereotipos, prejuicios e ideas comunes sobre lo que pasa en Bolivia.
Otro ejemplo de este lunes tranquilo en el que pasa de todo: su teléfono suena y le avisan que está por comenzar una conferencia de prensa en el Palacio Quemado. Con magia boliviana, nos hace entrar, a pesar de que en un primer momento la prensa internacional está vedada en la sala.
Ahí estamos.

Empresas (y conferencias) un poco truchas
Debajo de un techo que es todo ventanal, decenas de cámaras apuntan a tres personas sentadas justo delante de una escalera que conecta con el resto del bello Palacio Quemado. Los apuntados son Edwin Beyer Pacheco (director jurídico del ministerio de Comunicación), Oscar Ortiz (senador por Unidad Demócrata del departamento de Santa Cruz) y la Ministra de Comunicación del gobierno de facto, Roxana Lizarraga . El motivo: el gobierno convocó a los medios para comunicar los avances en una denuncia sobre 23 funcionarios del anterior gobierno por una presunta contratación intencionada de la empresa mexicana Neurona Consulting.
Todos los condimentos de la denuncia cuajan con la coyuntura que pretende agitar el gobierno de Añez-Camacho. Según la investigación encabezada por el senador Ortíz, de Santa Cruz, la empresa Neurona Consulting fue contratada en cuatro oportunidades por el gobierno de Evo Morales para realizar trabajos de comunicación. Siempre según la denuncia, la adjudicación se habría dado por contratación directa y por un monto total de 13 millones de bolivianos (unos 130 millones de pesos argentinos). La animadora del evento es la ministra de Comunicación del gobierno de facto, quien presenta y pasa la palabra a su antojo, y resalta: “Claramente vemos conexiones entre el gobierno boliviano y el mexicano de López Obrador, cuando el ex presidente Morales se encuentra asilado casualmente en ese país”. Y pregunta. retóricamente: “¿Será que el gobierno mexicano le devuelve el favor? Es lo que todos aquí nos preguntamos”.
Lo cierto – según los propios datos brindados en conferencia- es que los contratos con Neurona Consulting datan de 2017 y 2018, cuando López Obrador aún no había asumido. Promediando la conferencia, el senador Ortíz se levantó para irse. lavaca lo abordó en la salida del Palacio para precisar justamente esta data, e intentar separar las informaciones de las operaciones.
La conexión que hacen entre la empresa y el gobierno de López obrador, ¿figura en la denuncia? Porque dijeron que eran contratos del 2017 y 2018, previos a la asunción de AMLO
Senador Ortiz: No, la denuncia que yo presenté es una conexión con el Movimiento al Socialismo. Ellos (los integrantes de la empresa) vinieron a trabajar en la campaña del 2014.
Pero la ministra a su lado dijo que tenían conexiones con el gobierno de López Obrador
-En la denuncia que presenté no figura eso.
¿Cree que en el contexto que se está dando esta presentación hay una cierta tendencia a asociar cuestiones que no están probadas en la causa y que hoy se hacen para criticar la figura de Evo Morales?
Lo que hay es una serie de denuncias que formulamos que antes no había quien las procese. Por ejemplo: antes la Contraloría General del Estado nunca me respondió; el ministro de Comunicación del Estado nunca me respondió, y ahora la ministra de Comunicación sí está respondiendo. Es necesario que todos los colectivos ambientales y la gente vuelvan a pronunciarse. No puede existir impunidad para los responsables de los desastres ambientales. Eso en mi rol de fiscalizar me es útil para, como senador, presentar las denuncias correspondientes ante el Ministerio Público.
Institucionalmente puede parecer intencionado que en un contexto de llamado a elecciones se augure una ola de juicios contra funcionarios del MAS.
Lo que pasa es que antes había una estrategia de protección al MAS. Los controles no funcionaban, en teoría son independientes, pero no procesaban las auditorias que presentábamos. Los tengo que dejar, por favor, que tengo otro compromiso.

Criminalizando argentinos
Durante el fin de la conferencia, del que ya Ortiz no formó parte, un notero de tevé se salió del tema Neurona y le consultó a la Ministra Lizarraga sobre las repercusiones de la visita de dirigentes sociales argentinos al país. Lizarraga contestó: “Las personas que han llegado a nuestro país lo que están cometiendo es injerencia. Comenten injerencia al llegar a Bolivia y tratar de convulsionar. Lo que sí sabemos es que el señor (Juan) Grabois es un enviado del régimen de la señora Cristina Kirchner, que es quien está allanado el camino para que así pueda estar más tranquilo el ex dictador Evo Morales en la Argentina”.
Terminada finalmente la conferencia lavaca pudo hablar brevemente con la Ministra de Comunicación interina-autoproclamada:
Según el senador Ortiz, la relación que usted hizo entre la empresa Neurona con el gobierno de López Obrador no figura en la denuncia
Lizarraga: Nosotros hemos buscado toda la información sobre la empresa Neurona, pero además ellos declararon que cuando estuvieron acá trabajaron para los gobiernos progresistas. Y que ese dinero estaba siendo utilizado para los otros gobiernos progresistas de otros países. Estas personas de esta supuesta empresa, que no existe en las condiciones adecuadas en México, han señalado que trabajan para el gobierno de López Obrador.
–Respecto a la delegación argentina, usted asoció la visita a la figura de Cristina Kirchner y Evo Morales, pero más allá de esta asociación, sobre el contenido del informe, ¿qué dice el gobierno?
-Te dejo, necesito ver…
Y se va, escaleras arriba del Palacio Quemado, con una sonrisa.
Según revelaron, existen al menos 90 casos similares que se están auditando y que auguran una catarata de juicios hacia la ex Ministra de Comunicaciones de Evo – Jesica López, exiliada en Argentina- y para el propio Morales, quien ya armó un equipo legal comandado por Baltazar Garzón.
Femicidios de facto

Todo ocurrió este lunes.
Frente a la Defensoría del Pueblo, menos de diez personas protestan con carteles y pancartas. Son familiares de víctimas de feminicidios, pero su reclamo aquí está centrado en la renuncia de Nadia Cruz, la representante del organismo público.
Según detallan y denuncian, Cruz no les ha dado respuestas concretas a los distintos reclamos que le han venido haciendo ante el creciente aumento de femicidios. Solo en 2019, contabilizaron 110. Pero el enojo con Cruz –que no accedió a entrevistarse con lavaca– parece también venir de otra parte: una de las señoras que se manifiesta se queja por su afinidad al partido MAS y resalta la incongruencia: “Una defensora que devele velar por los derechos delos ciudadanos no puede ser parte del gobierno”. A su izquierda, otra pancarta por otro reclamo, que nada tiene que ver con los feminicidios, muestra a Nadia Cruz en un acto partidario del MAS.

La misma señora que denuncia eso ante las cámaras de tevé – que vendrán y se irán rápidamente- interrumpe la charla de lavaca con una señora, chola, que lleva la foto de su hija de 15 años, asesinada en Collana Norte. Dice que el “reclamo es a nivel nacional y no internacional” y a pesar del intento de relatarle el sentido de la cobertura, invita al grupo a retirarse hacia la Plaza San Pedro, a apenas 50 metros. Otro joven que sostenía el cartel de una familiar se separa del grupo y alienta al cronista desplantado.
Los militares nos preguntan si los familiares van a volver, o si “ya está”. Es que en la Defensoría no hubo un día normal desde el golpe, y la figura de Nadia Cruz parece estar acechada no precisamente –o no solo- por familiares de víctimas de feminicidios.
El factor Amazonas
La última y quizá más fuerte escena del lunes ocurre mientras tres mujeres intentan desplegar una bandera frente al Palacio Quemado. Dice: “Luchemos por la Amazonia”. Los policías actúan rápido y se acercan a la mayor de las tres: le piden que guarden la bandera y se retiren. “Vayan a la plaza de más allá”, le sugiere el uniformado, a lo que la mujer le responde que justamente la intención es desplegar la bandera aquí, en Plaza Murillo.
La más joven se llama Daniela Arraquia y cuenta el contexto: son parte de un colectivo llamado Lucha por la Amazonia Boliviana, oriundo de Cochabamba. Han llegado hasta La Paz para aprovechar el agite político y, justamente, plantar bandera: “Es necesario que todos los colectivos ambientales y la gente vuelva a pronunciarse ante este escenario”.
Sigue: “Estamos pidiendo un juicio de responsabilidad para todos los involucrados en los incendios, entre ellos el ex presidente Evo Morales y los ganaderos. También estamos pidiendo que se haga público el contrato que se hizo con la China para la exportación de carne: tenemos información de que la mejor carne boliviana va a ser vendida a 14 pesos el kilo, cuando acá la compramos a 50 bolivianos”.

Pese a su juventud, Daniela no se deja amedrentar por la decena de policías de refuerzo que acaba de llegar, pero habla más rápido porque sabe que está en tiempo de descuento: “Estamos pidiendo una pausa ambiental sin intervención del ser humano, así como una restauración del territorio afectado. Lamentablemente lo que ha pasado con el gobierno extractivista es que ha destrozado el medio ambiento a nombre del pachamamismo”.
Yolanda Mamani: ¿Qué responsabilidad cree que tiene la presidenta de facto y su perspectiva respecto a los recursos naturales?
En este momento nos encontramos alarmados por la reunión que ha tenido la ministra de Medioambiente con los principales sectores agroindustriales y ganaderos. Nos encontramos alarmados por la promulgación del Decreto Supremo 3.874 que se ha firmado con el Comité Cívico Pro Santa Cruz.
Es entonces cuando los policías de UTOP la empujan y arrugan la bandera.
Tanto a los escasos cronistas que entrevistaban como a las tres mujeres, les sugieren una frase que definen estos, los peores tiempos:
-Circulen.
Más atrás, trabajadores municipales se apuran a armar un gran árbol de Navidad.

Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.
Por María del Carmen Varela
La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.
La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario. Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.
El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.
Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.
Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.
La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.
Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA
Domingos 18 y 25 de mayo, 20 hs
Más info y entradas en @perlaguarani
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