Nota
Dilemas y novedades en los MTD: el día después de los subsidios
“Los movimientos que construyeron sólo a partir de los planes, están en peligro de muerte” fue una de las frases pronunciadas en Allen, Río Negro, durante un encuentro que permitió observar de qué modo varios MTD consideran que puede encararse una subsistencia autónoma. ¿Los subsidios estatales para los desocupados serán eternos? ¿Los piqueteros pueden independizarse de esas dádivas? ¿De qué modo? Y en ese caso, ¿qué ocurrirá con quienes se acercan sólo por los 150 pesos de los planes? Los valores en juego, los riesgos, los enigmas, y algunas descripciones descarnadas sobre la actualidad de esos movimientos.
Los MTD de Allen y Cipolletti, Río Negro, invitaron a una Ronda de pensamiento a la que asistieron integrantes del MTD de Solano y el Colectivo Situaciones, entre otros.
Neka, de Solano planteó que “los movimientos que construyeron sólo a partir de los planes, hoy están en peligro de muerte” y relató descarnadamente varios de los conflictos que atraviesa el propio MTD de Solano, ante el dilema de abrirse al barrio y a otras experiencias, o correr el riesgo de convertirse en un grupo cerrado, sectario y burocratizado.
“Estamos definiendo entre todos qué será el movimiento más allá de los planes”, dijo. “El horizonte de mayor radicalidad hoy en día consiste en no reproducir un sistema que sabemos que está destruido. Ese es el centro del conflicto cotidiano”. Uno de los puntos de debate es qué hacer con los excedentes económicos que generan los proyectos productivos.
Allen y Cipolletti comparten la visión sobre el ocaso de los planes. Ya no organizan cortes ni piquetes reclamándolos: “Nuestra idea no es construir a partir de los planes, sino gestar la base material de la autonomía con nuestros propios proyectos”. Las marchas y piquetes se concentran entonces en lograr que el Estado cumpla con lo acordado respecto a diversos emprendimientos productivos. Más allá, los movimientos se abren a experiencias de autogestión en los barrios que incluyen proyectos como los de salud y educación, la incorporación de gente que trabaja pese a no tener plan, y la inclusión también de trabajadores formales que apuestan a un nuevo horizonte.
Uno de los argumentos: “De nosotros parte construir nuestro propio futuro. Porque el gobierno no nos va a solucionar la vida. Ni ahora ni nunca”.
La idea de hornear pan en un lava vajilla puede parecer estrambótica, pero en Río Negro el invento funcionó. El horno está en el MTD (Movimiento de Trabajadores Desocupados) de Allen, surgido de una mezcla de necesidad e ingenio. El resultado es un pan casi adictivo.
El artefacto, además, tuvo cría. En Allen muestran orgullosos a los visitantes el nuevo horno rotativo, metálico, levemente marciano y con puerta transparente, capaz de preparar más de 50 kilos de pan en 25 minutos, que se obtuvo tras arduas negociaciones con funcionarios, y un piquete en la ruta 22.
En Cipolletti otro MTD cambió su nombre (ahora se llama Movimiento de Trabajadores por la Dignidad) aunque funciona articulado con el de Allen, y tiene también un viejo lava vajillas reciclado como horno. En ambos casos, estos “desocupados” consiguieron los lava vajillas antes de que la Universidad del Comahue los tirara a la basura (lo que genera cierta perplejidad acerca de dónde residen el conocimiento y el saber).
En Río Negro, el pan en un símbolo de otra cosa. Esos MTD capaces de cortar rutas y reconvertir hornos, buscan ahora reconvertirse a sí mismos. Reflexionan sobre qué son, qué hacen, cómo luchan, de qué modo se relacionan o se enfrentan con el gobierno, qué quieren construir.
Se preguntan acerca del futuro.
Tienen una idea entre ceja y ceja: lograr que la autonomía que reivindican como corazón de su organización no sea sólo una idea de acción, sino una realidad material, a través de proyectos productivos que no los hagan depender de los planes para desocupados que regula el Estado. Consideran que se trata de una especie en extinción (los planes, aunque tampoco parecen atribuirle un gran futuro al Estado).
Con ese tipo de temas en agenda, organizaron una Ronda de pensamiento en Allen a la que llegaron algunos visitantes desde Buenos Aires, incluyendo integrantes del MTD de Solano y del Colectivo Situaciones.
Se trató de un encuentro de ideas y de afecto. El lugar, la escuela de uno de los barrios más populares y populosos de Allen, con nombre de deseo: El Progreso.
Los bancos de la escuela se pusieron en ronda. También había rueda de mate. Varias jóvenes del movimiento hicieron una pequeña presentación y saludo. Magdalena dijo: “Estábamos tan entusiasmados con la visita, que no organizamos nada. Así que el que quiera puede tomar la dirección de todo esto. Pero que sepa que nadie le va a dar bola”.
Estaban Orlando, Neka y Mava, del MTD de Solano, Patricia del MTD de Cipolletti, Diego, Verónica y el Ruso, del Colectivo Situaciones, Víctor, de Alerta Salta, La Fogata y habitué de la Ronda de Pensamiento Autónomo de Roca Negra, un integrante de lavaca y los anfitriones: Oscar, Carlos, Vasco, Magdalena, Carmen, Vilma, Mirtha, María Esther, Sandra entre tantos otros miembros de los talleres productivos del MTD de Allen.
Uno de los dueños de casa empezó a hacer girar la ronda. “Hay quienes plantean que la autonomía es fundamentalmente una cuestión territorial. Me parece que el desafío es más grande, y que construir autonomía implica también la apertura hacia otros sectores. Sería un error no atender cuál es el proyecto del gobierno hoy, qué quiere hacer con nosotros. O no tener debatido qué es lo que nosotros queremos hacer, hacia dónde vamos”.
Neka, de Solano, mencionó su alegría por el encuentro y diseñó un análisis de la actualidad de los movimientos, con un diagnóstico:
“Desde que empezó este gobierno lo vivimos con expectativa por algunas cosas, y prevenciones frente a otras, sobre todo la cooptación institucional que se comienza a dar.
“Una de las cosas que se ve muy fuertemente, por lo menos en Buenos Aires, es que aquellos movimientos que se plantearon construir solo a partir de los planes, hoy están en peligro de muerte.
Dicho esto, pasó a definiciones sobre lo que ocurre en el MTD de Solano que podrían definirse como descarnadas (aunque cada lector puede elegir el adjetivo que prefiera).
“Es un tiempo de muchos conflictos internos. Nos planteamos: ¿qué hay más allá de los planes? ¿qué hay en estas maneras de convivir, relacionarnos y hacer nuestra experiencia? Esas preguntas nos van poniendo en contacto con nuestras contradicciones personales y grupales.
“Tenemos debates y peleas, algunos muy desagradables. Estamos construyendo algo de manera horizontal, democrática, autónoma, con valores como la libertad, pero muchas veces en la práctica cotidiana salta el egoísmo, la lucha del uno contra el otro, qué es lo tuyo, qué es lo mío. Yo veo que sale muy fuerte el tema del poder. De quién es el movimiento, para quién, para qué. Si está abierto al barrio o no. Si hacemos educación popular, ¿para quién es? ¿para los chicos del movimiento solamente? ¿para los que tienen plan?
“Muchos pensamos que si el movimiento no se abre a una realidad barrial, a pensar un proyecto de salud, de educación, de trabajo -de trabajo creativo y no alienante- nos podemos convertir en una isla o en un grupo cerrado y sectario.
“Estamos en ese debate, y tenemos peleas muy fuertes. Nada es fácil ni color de rosa. Lo que nos pone contentos es que a la vez hay mucha gente de realidades diferentes con la que se va armando una red de ideas y de prácticas.
“Además de discutir qué será del movimiento más allá de los planes, también nos planteamos cómo producir, sin reproducir al capitalismo. Esa es una discusión permanente.
Carlos, de Allen, dijo que el gobierno de Kirchner disparó una crisis dentro de los movimientos y la obligación de volver a trabajar sobre principios. “Es un momento crítico, porque no sabemos si esto termina en una revuelta -algo que llama la atención, produce un cambio y cierta organización- o en una revolución, que implica un cambio social y un cambio de mentalidad. Para mí hay una crisis del sistema: y habrá que ver cómo van a salir parados los distintos movimientos”.
Los mates seguían circulando; afuera los chicos habían organizado un partido de fútbol bajo un clima que un porteño podría calificar como frío, pero piadoso.
También de Allen, Oscar -un joven que ha pasado los 50- mencionó que la explosión de los movimientos sociales dispuestos a luchar contra lo establecido generó expectativas de algo nuevo en el país. La resultante fueron los planes -dijo- que generaron “cierta dependencia, o cierta relación con el gobierno. Aunque lo único que muestran los planes es la irresponsabilidad total de los gobiernos al no poder generar lo esencial, lo básico, que es el trabajo”. Oscar es de los que usan la palabra responsabilidad como capacidad de dar respuesta. Luego dijo:
“Hoy sabemos que esto no tiene una solución. A través del tiempo vamos descubriendo que el gobierno no nos va a dar respuesta. Ya no tiene solución ni para los jóvenes, que no consiguen trabajo aunque tengan títulos o capacitación. Menos todavía los de más de 40 ó 50 años. Ni en las empresas privadas, ni en el Estado.
“Vamos descubriendo esas cosas, y si miramos el futuro, nos damos cuenta de que no hay. El gobierno no nos da un futuro. no hay para nosotros nada. Nada.
“Ahí nos preguntamos. ¿Qué va a pasar con nosotros? ¿Vamos a seguir viviendo del asistencialismo, de los 150 pesos, para forjarnos un futuro? ¿Eso vamos a hacer por nuestros hijos?
“Algunos tienen la ilusión de que el gobierno tiene soluciones, pero no. No tiene cómo solucionar nada. Y si el gobierno no va a resolver las cosas, tenemos que pensar, ¿cómo las vamos a resolver nosotros?
“De nosotros parte construir nuestro propio futuro. Porque el gobierno -puedo estar equivocado- no nos va a solucionar la vida. Ni ahora ni nunca”.
Patricia, de Cipolletti, agregó temas: “”La lucha contra los vicios del capitalismo dentro de nuestros movimientos es muy fuerte”. ¿Por ejemplo? – le consultaron. “El egoísmo; me salvo yo y no me importa el otro; la falta de compañerismo a veces. Son cosas que se hablan, se hacen talleres, y en los dichos todos estamos de acuerdo pero en la práctica cotidiana hacemos agua. No es general, pero ocurre. Ha habido muchas crisis, rupturas. Yo sé que no hay un camino marcado, pero me gustaría charlar sobre cómo construir una nueva subjetividad. Los movimientos estamos muy metidos hacia adentro, como decía Neka, y me parece que esa lucha es más fuerte que la que podamos tener hacia fuera”.
Oscar dijo que hay una palabra clave: confusión. “El gobierno aparece con una actitud como bondadosa. Pero ¿cómo podemos mantener nuestra autonomía pese a esa relación? Dan plata para proyectos, y aparece la producción, la productividad, y la competencia. El gobierno piensa distinto que nosotros. Quiere que produzcamos para el mercado. Ahí nosotros paramos y decimos: No. Nosotros vamos a tomar esto sin perder nuestros principios”. Patricia propuso “que hablen los de afuera”.
Uno de los visitantes sugirió que nadie tenía por qué esperar ninguna respuesta. “La respuesta está en ustedes. De todos modos, aunque parezca una paradoja, entender que uno está confundido es un signo de claridad. Los que verdaderamente están confundidos son los que creen que tienen la verdad y ninguna incertidumbre. Todo eso ha provocado confusión y mentira. La gran novedad es poder preguntarse colectivamente las cosas. La duda es más compleja, pero los que se permiten dudar, discutir, admitir la incertidumbre, tienen razón. Sobre los debates, a veces se les tiene miedo. Antes que discusiones duras, uno preferiría conversaciones agradables. Pero estos debates muestran que además de galpones, panaderías y emprendimientos, lo que construyen estos movimientos son formas de ser. Nuevos tipos de relación, de formas de actuar. De ahí van a salir las respuestas”.
Neka estuvo de acuerdo: “Nos estamos proponiendo ser personas y comunidades diferentes. El horizonte de mayor radicalidad hoy en día consiste en eso: no reproducir un sistema que sabemos que está destruido. Ese es el centro del conflicto cotidiano”.
¿Por qué? “Porque aprendimos a vivir con esas ideas de que tener éxito por encima de los demás, de tener poder. A nosotros nos pasa. Los compañeros del área de administración a veces se convierten en los que dominan el mundo del movimiento. ‘Tengo el control, tengo tu plan’. Eso hay que ir erradicándolo. Tenemos que aceptar que podemos reproducir esas actitudes, pero es un desafío que venimos pasando bastante bien. En ese debate estamos. Es muy doloroso. Pero si logramos construir desde aquí, desde lo que nos pasa, unos cuantos pensamos que ese va a ser el horizonte”.
Oscar: “Es cierto. Nosotros tenemos el horno rotatorio nuevo, pero ahí aparece la discusión: ¿de qué vale tener un emprendimiento, o muchos, si no cambiamos acá?” dijo tocándose la cabeza. “La discusión empieza cuando podemos pasar a tener cosas grandes, incluidas las máquinas de costura. Vamos a tener una elaboración importante de productos, porque además los compañeros saben trabajar y producir. Ahí hablamos de no perder nuestros principios. Si llegamos a pensar que tener el horno es más importante que lo que nosotros hacemos, nos vamos a equivocar”.
Vasco: “Muchos ven los proyectos y piensan en cuánto vamos a ganar, pero es riesgoso pensar en eso, si afecta nuestra forma de crear, de ser capaces de organizarnos por nuestra cuenta, de seguir con la libertad que tenemos actualmente de decidir qué queremos hacer, cómo y para quién. El problema no es económico. Lo principal del movimiento no es la capacidad de producción, que es importantísima, sino que estamos construyendo nuestro propio pensamiento. Lo que tenemos en la cabeza. Cómo queremos encarar nuestra vida, si queremos mantener nuestra rebeldía o nos disciplinamos a lo que el gobierno quiere. Si nos subordinamos a las tentaciones del mercado. Ahí está lo más valioso que estamos construyendo. El pensamiento colectivo. Si eso está, bienvenidas sean todas las crisis y todos los desafíos”.
Su idea se sintetizó luego de este modo: “Si vamos a hablar de territorio, el más importante es la subjetividad: los valores, el pensamiento, los sueños. El territorio es la vida”.
Magdalena es una de las más recientes integrantes del MTD, al que entró hace siete meses. “Me parece que primero nos dejaron afuera, y ahora nos quieren meter adentro del sistema capitalista. Incluirnos para decirnos qué es lo que tenemos que hacer con nuestras vidas y nuestros valores. Lo que discutimos es si tenemos que seguir construyendo la horzontalidad y la autonomía”.
Diego, del Colectivo Situaciones, entró en la charla contando una historia: “Un antropólogo ve a unos indios que hacen la danza de la lluvia, y les pregunta si realmente creen que bailando van a hacer llover. Para el antropólogo era una estupidez total: ¿cómo creer que bailando se va a hacer llover? Pero le contestaron: ‘No, bailando nos estamos organizando, estamos festejando, y estamos produciendo lazos entre nosotros. Cuando venga la lluvia nos va a encontrar de otra manera”.
Sobre la sensación de confusión, propuso: “El 19 y 20 aparecieron puntos de lucha y de discusión en todos lados. Hubo muchas experiencias, y me parece que tenemos el primer gobierno que supo leer el 19 y 20. Idalia, una compañera del MTD, decía que el gobierno empezó a entrar en el terreno de los movimientos, ofreciendo plata, posibilidades. Desarmando la danza.
Eso genera confusión. Nos están diciendo: ‘muchachos, gracias, ustedes lograron mucho, vuélvanse a casa, acá tienen unos pesos’. Me hace acordar al cuento de los indios, porque de última lo que no hay que hacer es dejar de bailar”.
Diego dijo que es más fácil construir la autonomía contra un gobierno que reprime, o que es abiertamente oligárquico: “Ahí el compañerismo es más fácil de lograr. Pero cuando el gobierno toma el propio discurso de los movimientos, cambia la cuestión. Este gobierno es medio complicado. Habla en nuestro nombre, pero su objetivo es destruirnos. Hay dos salidas que me parecen demasiado fáciles. De un lado, los llamados duros, que salen a combatir al gobierno para ganar cartel. Y del otro los que aceptan todo lo que les da el gobierno. Son posiciones que están arriesgando todo lo que se pudo construir. Me parece una mejor actitud la que se dijo antes: ser capaces de sostener las verdaderas preguntas. Quiénes somos, por qué estamos acá, cómo seguir organizándonos. Seguir bailando. Me parece que eso es lo que tiene más valor. Sostener incluso la confusión, pero no olvidarse del valor de lo que se está construyendo bien desde abajo”. “Porque esa es la otra cosa que me parece impresionante. Los que se suponía que estaban sin vida, en vez de pedir meramente inclusión, de pedir solamente trabajo, lanzan la pregunta sobre qué es vivir. Qué es la vida. Ese es un valor gigante, y está el desafío de cómo sostenerlo e los próximos tiempos”.
Una consulta específica de los MTD patagónicos a los bonaerenses, fue cómo se hizo con los proyectos que generaban diferencias de ingresos para sus integrantes. Mava tomó la cuestión: “Se discutió qué pasaba. Algunos pensaron que iba a tener más ingreso el que trabajara en proyectos como el bar de Filosofía (en dicha facultad de Buenos Aires, el lugar ha sido entregado en concesión al MTD; Mava es una de las que trabaja en el lugar). Pero no nos gustaba mucho esa idea de esa desigualdad. ¿Por qué van a ganar más que los que están en el barrio, en salud, en la biblioteca o en la panadería? Es un proyecto de todos. Entonces acordamos que todos seguiríamos ganando lo mismo, y que el excedente se vuelca para los proyectos”.
Oscar le dijo: “Imaginate que esa cuestión es sumamente importante para nosotros. No todos piensan igual. Si estás ganando 150 pesos y por ahí podés pasar a ganar 400 o 500, hay que tener mucha solidaridad y estar muy mentalizado para decir ‘voy a compartir con los otros proyectos’. Nos gustaría que nos contaran los entretelones, porque debe haber sido muy discutido”.
Mava contestó: “Tuvo que ver con una discusión colectiva”, y Neka recordó que el asunto tenía historia preia: “En realidad ya veníamos de antes. Muchos compañeros cobrábamos hasta 300 pesos como capacitadores, en un plan de la provincia de Buenos Aires. Hubo una gran discusión porque eso iba a generar una desigualdad. Al final hubo consenso y se decidió que los que cobraban 300 iban a repartir 150 en el fondo comunitario. Nunca hubo ni un compañero que no lo aceptara, o que se haya quedado con los 300. Lo del bar fue lo mismo. Hoy además se están vendiendo sandalias, zapatos, artículos de cuero, remeras, y todo eso va al fondo productivo y se planifica qué se va a hacer. Porque puede haber alguien con una necesidad especial. Se decide en función de las necesidades más urgentes. Y se cubre a los que están sin trabajo y sin planes”.
En la ronda hubo otra pregunta para Neka, sobre su comentario acerca del riesgo de que el movimiento se convierta en una isla, o en un grupo sectario. “Es un riesgo. Estamos construyendo un movimiento autónomo, con prácticas horizontales, pero muchas veces los criterios que acordamos para funcionar como colectivo se vuelven tan rígidos que se tornan reglas. Y esas reglas terminan convirtiendo a la organización en un espacio jerarquizado y burocratizado que no se diferencia mucho de otros espacios, como ser un partido político. De pronto se juzga a los compañeros, no por lo que hacen o por el aspecto humano, sino por la regla. La mirada tiene que ser mucho más integral”.
“Otro debate que tenemos: hay proyectos del barrio, como las murgas, donde participan hijos de papás que no participan en el movimiento. Como hay un aporte económico del movimiento, eso genera discusión: ¿por qué hay que aportar para hijos de personas a las que no les calienta el movimiento? Pero entonces el debate es: ¿qué movimiento queremos construir? ¿Queremos trabajar con el barrio, o no nos interesa? Ahora tenemos la posibilidad de concretar la creación de una escuela, para avanzar en la alfabetización, y aparece el tema. ¿Para quién va a ser? Uno podría plantear también si sólo desde los planes podemos construir organización, o si podemos generar además otros espacios como el educativo o el de salud, con los que también se construye organización. Y nos abre mucho más a otras realidades”.
El Vasco señaló otro conflicto, que reside en la salida de integrantes del movimiento, sino en lo que describió como un estado de apatía y de negación: “La apatía es muy fuerte. Creo que los planes son nefastos y generaron toda una cultura. Hay compañeros que cuando se les dice que hay posibilidades ciertas de que los planes se caigan, o se limiten, hasta se niegan a discutirlo. Es un bloqueo. Y no es que no tengan apego a lo colectivo. Trabajan como el que más, o participan en cualquier lucha, pero cuando se habla de ese tema, aparece una cerrazón enorme. Hay confusión, chatura. Es distinto si se trata de salir a pelear a la calle. En fin, los planes generan una mentalidad asistencialista, de dependencia hacia el Estado. Incluso, una forma de lucha que creo que se ha agotado precisamente por eso”.
Breve aclaración (para entender este aspecto de lo conversado, que implica un fuerte cambio en los estilos de acción). Los MTD perciben que los planes no tienen futuro. En Allen cuentan que los apoyos estatales para emprendimientos productivos se hacen bajo el acuerdo explícito de ir reduciendo hasta anular los planes de las personas incluidas en tales proyectos. El recorte es generalizado en todo el país: en Allen ven cómo se afeitan las barbas de los vecinos de otros movimientos piqueteros, y ponen las suyas en remojo.
Pero lo principal es otra cosa, dicen a coro:
“Nuestro proyecto no es seguir construyendo sobre la base de planes. Lo mismo pasa en Solano que ya no sale a la calle a reclamar por planes. Hacemos un esfuerzo para reconvertir a los movimientos. Se trata de ir gestando la base material de la autonomía a través de proyectos diversos, incluyendo en los movimientos a los trabajadores formales, sosteniendo un trabajo más abierto y contenedor de otros sectores sociales, y profundizando el trabajo territorial, por ejemplo”.
En el caso de Allen, además de la panadería hay cría de conejos, gallinas, proyecto de huerta y vivero, dos talleres de costura, dos de tejido, uno de fabricación de dulces, conservas, fabricación de licores y construcción (que está edificando galpones e instalaciones de otros proyectos, como el educativo).
Entre los proyectos “no sustentables” se encuentra el plan de erradicación del analfabetismo “Yo sí puedo”, el área de salud, una guardería infantil, dos comedores, dos merenderos, un plan de ayuda para el primario. Los proyectos estrictamente económicos: ¿son sutentables en el tiempo? Actualmente todos los proyectos, salvo los asistenciales, tienen un excedente económico, y cada uno de ellos decide qué sector del MTD apoyar. A la vez, cada emprendimiento aprobado por el ministerio de Desarrollo, tiene sus cálculos de costos y plazos para convertirse en rentables. El de panadería, por ejemplo, de aquí a seis meses debería estar permitiendo un ingreso de unos 300 pesos mensuales para unos 12 integrantes. Ya existe el acuerdo para que todas las escuelas de Allen compren el pan de sus comedores al MTD.
“La idea general no es simplemente productiva. Implica una apertura hacia el trabajo social y territorial; los proyectos van a tener que sustentarse también con los vecinos del barrio” explica el Vasco, “a partir de la idea de la autogestión”.
Pero si efectivamente se cortaran los planes, ¿qué haría un MTD como el de Allen? ¿Entraría en una dinámica de cortes y reclamos?
Respuesta: “Todas las organizaciones piqueteras han salido a hacer ese reclamo. Nuestra idea, queda dicho, no es seguir construyendo en base a los planes, sino seguir gestando la base material de la autonomía”.
Otra aclaración. El corte de la ruta 22 permitió acelerar el otorgamiento del subsidio para el proyecto de panadería, pero ese es el único monto recibido hasta ahora (ni siquiera se implementó la segunda parte acordada, destinada a la compra de insumos). El MTD está poniendo en marcha el emprendimiento por sus propios medios. “Esto lo aclaramos porque el gobierno en el fondo quiere hacer pura propaganda, está macaneando, y va a terminar diciéndole a muchos movimientos: les dimos la oportunidad y no hicieron nada”.
Volviendo a la Ronda, Oscar retomó el tema de la apatía que observa en muchos de sus compañeros: “Tal vez sea más fácil trabajar cuatro horas y cobrar 150 pesos, que empezar a pensar en entrar a un proyecto productivo, que exige iniciativa y responsabilidad. Por ahí pasa el miedo, a lo mejor”.
Discutir las cosas colectivamente tampoco es una solución automática. “A veces en las asambleas hay unos silencios que son de lo más comunicativos. Los compañeros no quieren hablar -graficó el Vasco- y el ambiente se pone más cerrado que culo de muñeca de porcelana. Así como otras veces las asambleas son entusiastas, participativas, y votamos reverendas cagadas”.
Como todas las rondas, esta no terminó con una conclusión, documento, ni con una verdad revelada, sino con múltiples conversaciones y comentarios. Hubo también algunos encuentros posteriores entre los visitantes y anfitriones: anecdotario frondoso, y mucho buen humor. Alguien contó, por ejemplo, la vez que los MTD sureños fueron a apoyar la ocupación de tierras por parte de unas familias y se toparon con la policía, conducida por un comisario que propuso que propuso evitar enfrentamientos con una consigna: “Tenemos que estar todos juntos para luchar contra el ALCA”. De todos modos el terreno fue ocupado, en ese paraje llamado La Angustia. También se recordó la historia de unos militantes italianos que fueron confudidos con periodistas de la RAI, lo cual aceleró notablemente algunas decisiones municipales con respecto a reclamos del MTD.
Algunas reflexiones posteriores a la Ronda.
Y una última frase para agendar.
Oscar:
“Estos encuentros te ayudan a pensar el momento. Tenemos que tomar lo que nos dan sin perder nuestra autonomía. Lamentablemente algunos la han negociado. Negociaron sus principios. Hay movimientos que nunca van a dejar de luchar. Nosotros planteamos la lucha ahora de un modo diferente, desde el trabajo y la responsabilidad. Otros creen que la lucha pasa exclusivamente por el corte de ruta y el piquete. A mí me parece que no es así. El panorama ahora es demostrarnos a nosotros mismos que somos capaces.
“Hay que cambiar una mentalidad. Están los que quieren quedarse atados a los planes. Trabajar cuatro horas, cobrar 150 pesos, y listo. Yo digo: antes trabajaron toda la vida para otra persona, ahora pueden construir algo por sí mismos, en un grupo o movimiento. Algo distinto, no seguir dependiendo del Estado. ¿Qué va a pasar con esos compañeros de aquí en más? Lamentablemente me parece que algunos van a quedar en el camino. Y otros seguirán, pero con decisión de defender la autonomía”.
Carlos:
“Una reunión como esta va a ir generando impacto dentro del movimiento. Hay lazos afectivos con las organizaciones y los compañeros que vinieron, y la posibilidad de irradiar experiencias. Acá a veces sentimos la soledad. Encima a nivel político nos miran a distancia, porque saben que nuestra posición es no transar ni negociar.
“Hay que pensar en los proyectos y a la vez en cómo sustentarlos con valores distintos al sistema de explotación. Con nuevas formas de relación.
“Pero eso es ya. El futuro ya llegó. No podemos pensar si viene el Estado de bienestar. Hay que buscar una economía alternativa, acompañándola con espacios de reflexión. Podemos tener los mejores galpones o las mejores máquinas, pero si no logramos también esa lucha contra el egoísmo y por el compañerismo, vamos a estar un poco complicados.
“Lo más destacable para mí es que hay muchos compañeros que no tienen planes, y trabajan en el movimiento. Jóvenes que empiezan a ver las cosas de modo diferente. Eso es lo que se viene a futuro.
Magdalena:
“Yo entré hace pocos meses, estudio enfermería, no tengo trabajo y vine solamente por el plan de 150 pesos para trabajar cuatro horas. Pero después de compartir con los compañeros muchas experiencias entendí que no solo vale lo del plan, sino que hay algo mucho más importante: la construcción de nuevos valores. Y me me sentí parte de este proyecto abierto.
“Nosotros fuimos desplazados de la sociedad. No se nos dio una oportunidad. Unos por viejos a los que nadie toma. Otros por jóvenes sin experiencia. Todo para no permitirte la dignidad del trabajo. Pero seguimos peleando contra los valores egoístas del capitalismo. A veces me parece que ahora quieren incluirnos de nuevo en el sistema, porque nos ven como peligrosos: pensamos distinto. Y es cierto. Creemos en otras cosas, creemos que están equivocados, y que lo único que han producido es miseria, hambre, egoísmo, maltrato entre las personas.
“Yo no sé qué pasará. Nadie sabe. Yo sigo estudiando, y voy a seguir aquí. Lo que sabemos es que seguimos para adelante.
“¿Sabés qué pasa? Nos dieron por muertos, pero estamos vivos”.
Nota
Tres audiencias ante la CIDH que cuestionaron las políticas de Milei sobre mujeres, derechos humanos y economía popular
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) concedió tres audiencias temáticas a las organizaciones de la sociedad civil de Argentina para escuchar el impacto de las medidas regresivas que adoptó el Estado en políticas sociales, económicas y culturales. El gobierno de Javier Milei debió responder en Washington, sede de la Organización de Estados Americanos (OEA), ante las autoridades internacionales respecto a la vigencia de los derechos humanos en nuestro país. Hubo en total tres audiencias:
- Impacto de las políticas sociales en personas trabajadoras de la economía popular;
- Situación de las políticas de prevención, sanción y erradicación de las violencias de género;
- Impacto de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia en los derechos humanos.
En el caso de violencia contra las mujeres y niñas, la presidenta de la CIDH Roberta Clarke planteó que se trata de “delitos de lesa humanidad”. La actitud del gobierno argentino, y los detalles de cada una de las audiencias.
Por Lucrecia Raimondi
Las audiencias ante la CIDH que se llevaron a cabo el jueves 14 noviembre reunieron a organizaciones sociales y de derechos humanos en la sede de la Ex Esma, desde donde se realizó la conexión. Fueron solicitadas por entidades de derechos humanos, políticas, sindicales, feministas, sociales, académicas y religiosas.
Durante el 191º Período de Sesiones, en un hecho inédito, la CIDH otorgó a la Argentina el tratamiento de tres temas:
- El “Impacto de las políticas sociales en personas trabajadoras de la economía popular”;
- la “Situación de las políticas de prevención, sanción y erradicación de las violencias de género”;
- el “Impacto de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia en los derechos humanos”.
En 10 meses de gestión, el gobierno de Milei debió presentarse cuatro veces a la CIDH para dar respuesta ante los reclamos de la sociedad civil por la violación a los derechos humanos. La primera fue en julio de este año sobre la “Situación de la protesta social y el derecho a la libertad de expresión” a partir de la represión durante el tratamiento de la Ley Bases en el Congreso Nacional.
Los representantes del Estado argentino sostuvieron la postura ultraliberal del presidente Javier Milei en todos los ámbitos internacionales de derechos humanos. Ante la CIDH, las intervenciones del gobierno y de la sociedad civil mostraron un país con una profunda división. En la exposición de los funcionarios oficiales quedó explícita su postura en “concordancia con los principales lineamientos del gobierno” en relación a la “racionalización de la gestión de los recursos disponibles”, según ellos como consecuencia de “la herencia institucional, económica y social recibida por la actual administración”.
En las tres audiencias el ex juez Alberto Baños, a cargo de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, argumentó que “los recortes de las partidas presupuestarias y el cierre de organismos ineficientes y la reducción de personal ineficiente, tienen que ver con la búsqueda de saneamiento que permita un renacimiento de la economía”. Las intervenciones de Baños se vieron plagados de un tono entre irónico y agresivo hacia las políticas de derechos humanos, con la habitual retórica oficialista que justifica la regresión en materia social amparándose en la crisis económica.
Por su parte, las organizaciones de la sociedad civil presentaron informes detallados del impacto negativo de las políticas de ajuste y desregulación del Estado en tres áreas donde Argentina es un ejemplo para el mundo:
- la colaboración comunitaria contra la pobreza en los barrios vulnerables,
- la lucha social por la erradicación de la violencia de género,
- las políticas de memoria, verdad y justicia por la no repetición del terrorismo de Estado.
La sociedad civil peticionó a la CIDH una visita a la Argentina para monitorear la situación con el fin de impulsar al Estado a cumplir con sus obligaciones y respetar los estándares internacionales de derechos humanos.
Milei pretende diferenciarse de la Agenda 2030, consensuada en la ONU como el “Pacto del Futuro”, que reúne esfuerzos para garantizar derechos de tercera generación y de incidencia colectiva. “Aunque bienintencionado en sus metas, es un programa de gobierno supranacional de corte socialista, que pretende resolver los problemas de la modernidad con soluciones que atentan contra la soberanía de los Estados-nación y violentan el derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad de las personas”, disertó el presidente de Argentina en septiembre ante la 79º Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York. Al cierre de su discurso advirtió que “la Argentina no acompañará ninguna política que implique la restricción de las libertades individuales, del comercio, ni la violación de los derechos naturales de los individuos, no importa quién la promueva ni cuánto consenso tenga esa institución”. En esa línea fue la intervención de Baños, ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
La economía popular y el avance narco
La primera audiencia sobre el “Impacto de las políticas sociales en personas trabajadoras de la economía popular” fue solicitada por la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP) junto con el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y Mujeres en Empleo Informal Globalizando y Organizando (WIEGO).
La principal denuncia de este sector fue la falta de entrega de alimentos a los comedores comunitarios, el desmantelamiento de los programas de empleo social, la persecución y la estigmatización de las organizaciones sociales. Natalia Zarza, referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos e integrante de la UTEP describió la dramática situación de los barrios populares ante la falta de alimentos: “No llegamos a fin de mes, no tenemos a la noche un plato de comida todos los días. Los espacios que brindan los alimentos a los pibes se hacen de manera amorosa y con compromiso, son una herramienta fundamental de contención. Pero cuando el Estado se retira avanza el narcotráfico que le destruye el proyecto de vida a nuestros pibes. Estoy acá con mucha bronca, vengo para que me escuchen. No somos fantasmas, somos los que sostenemos los comedores comunitarios dándole de comer a los chicos y los ancianos de todos los barrios de la Argentina”.
Alejandro Gramajo, secretario general de la UTEP, explicó las consecuencias de la política de ajuste: “En nuestro país hay 10 millones de indigentes, hay más de 20 millones de compatriotas que están en la pobreza que no pueden comer todos los días, que saltean comida. El gobierno congeló el salario social complementario, implica que el Potenciar Trabajo, que percibían trabajadores y las trabajadoras de la economía popular producto de una tarea socio productiva, cayera en peores condiciones sociales de las que estaban en términos de pobreza. El gobierno tomó una decisión de avanzar en un proceso de ajuste, no solo en la política de economía popular, sino en muchas políticas. Nosotros hacemos mucho hincapié en que cuando se destruye la comunidad avanza el narcotráfico, se rompen las redes de contención social y de contención comunitaria”.
Además Gramajo detalló: “Lo que hemos planteado hasta acá es producto de las decisiones que ha tomado el gobierno. Los trabajadores de la economía popular y trabajadores formales van perdiendo su trabajo y su poder adquisitivo, los jubilados y jubiladas caen en la pobreza, millones de niños y niñas van todos los días a dormirse sin comer, más de 10.000 empresas han cerrado, privatizó las empresas del Estado. El gobierno decidió desfinanciar la educación y la salud pública” y concluyó que para la sociedad civil peticionante “esto representa un plan de miseria planificado, un plan de exterminio social y una gran crisis humanitaria que necesita el acompañamiento de los diferentes organismos internacionales. Porque el avance en el narcotráfico que se ve en el territorio argentino y también la gran tasa de suicidios que ha aumentado violentamente, son producto del deterioro económico y social que está viviendo nuestro pueblo”.
En respuesta a los planteos de las organizaciones, Baños acusó a Gramajo de tener un “discurso político”, habló de infiltrados en las manifestaciones, de comedores fantasmas y tildó a la militancia social de coercitiva. Además sostuvo que “las políticas de intermediación y asistencialismo clientelar llevaron al país años de pobreza estructural” y agregó que “durante épocas de pobreza estructural y asistencialismo clientelar, tampoco se presentó ningún pedido de audiencia pública”, cosa que en la Ex Esma fue interpretada como una chicana.
Ante la pregunta del comisionado Caballero sobre si era una proyección o un dato concreto que la pobreza disminuyera a la par de la baja de la inflación, Baños agitó el discurso libertario: “No es que en el segundo semestre del 2024 la pobreza bajó sino que en este segundo semestre estamos viendo que la pobreza empieza a bajar a partir de una sostenida baja en los índices de inflación”.
Al cierre de su intervención sobre este tema, Baños describió para quién gobierna el presidente: “La gestión encabezada por el presidente Milei es para mejorar la calidad de vida de los argentinos de todas las clases socioeconómicas, apuntar a lograr una vida en libertad y hacer de la propiedad de cada uno un fin en sí mismo”.
La voz de los marginados
Roberta Clarke, presidenta de la CIDH, se dirigió a los funcionarios en relación a las respuestas insuficientes del Estado y la evidente falta de diálogo ante los reclamos de los trabajadores de la economía popular: “Quiero invitarles a las dependencias del Estado a que básicamente reconozcan los derechos humanos y políticos en el marco de los derechos humanos. ¿Entienden esta lucha de poder que existe entre las instituciones y las personas? Por ejemplo, eso tiene que ver con la distribución de recursos. Cuando hay desigualdades muchos quedan afuera en sus necesidades, no son cumplidas. Esta es la historia que vive nuestra región, de arriba hacia abajo. Entonces, el marco de los derechos humanos dicta que los Estados tienen que proteger los derechos y los defensores de los derechos humanos y las organizaciones de la sociedad civil tienen el papel de monitorear lo que están haciendo los Estados para cumplir con los derechos humanos. La Comisión también tiene que ser la voz de los marginalizados”.
Además, se refirió a la denuncia por la estigmatización y las campañas de desprestigio al sector de la economía popular que sostiene los comedores en los barrios: “La sociedad civil y los defensores de derechos humanos no deben recibir ningún tipo de represalia. Deben en forma sustantiva ser esa voz, no solamente una voz desde afuera, sino una voz que puede sentarse a la mesa de negociaciones para que se vean sus perspectivas, para que se vea el monitoreo que han realizado en cuanto a las políticas. Los defensores de derechos humanos están trabajando con mucho valor en contra de los poderes que tiene el Estado y por supuesto esto lo vemos en toda nuestra región. Así que quiero honrar la integridad del trabajo que están haciendo ustedes y sus intenciones”.
“La violencia contra mujeres y niñas es un crimen de lesa humanidad”
En la segunda audiencia sobre la “Situación de las políticas de prevención, sanción y erradicación de las violencias de género” participaron como peticionantes Amnistía Internacional, el CELS, el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), la Fundación Mujeres x Mujeres y la Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables. Los principales ejes de denuncia fueron el cierre del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidades y su posterior cartera disminuida en Subsecretaría de Protección contra la Violencia de Género, la reducción drástica de los Centros de Acceso a la Justicia, el desfinanciamiento de la línea telefónica 144, del Programa Acompañar y el Programa Acercar que brindaba asistencia integral a las víctimas de violencia de género.
Destacaron la falta de políticas de prevención del abuso sexual en la infancia, las barreras para el acceso al aborto legal, el cierre del Plan ENIA de prevención de embarazos no deseados en la adolescencia, más el desmantelamiento de programas que promovían la equidad de género en empresas y de ayuda económica para personas trans. La audiencia comenzó con un claro mensaje de Clarke: “Dediqué casi toda mi vida profesional a este tema y no se ha visto una disminución en las estadísticas. Tal vez no contemos con cifras exactas por subregistro, pero la violencia contra mujeres y niñas es un crimen de lesa humanidad”.
Natalia Gerardi, directora ejecutiva de ELA, puso en contexto a la CIDH: “Desde que asumió el 10 de diciembre de 2023, el actual gobierno ha atacado sistemáticamente los derechos de las mujeres, niñas, adolescentes y personas LGBT. Desmanteló políticas públicas exitosas, desprestigió sin evidencias las instituciones encargadas de garantizarlas, recortó de manera arbitraria las partidas presupuestarias y redujo el personal que sostenía la implementación de las políticas públicas mediante despidos masivos. Con estas acciones el Estado incumple pactos y tratados internacionales vigentes como la Convención de Belém do Pará y la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW)”. Gerardi explicó que el desmantelamiento sistemático de estas políticas “se enmarca en un acelerado proceso de des responsabilización, el Estado Nacional abandona a las mujeres renunciando a su rol de rectoría en materia de política pública y garante de un piso mínimo de derechos en todo el país” y enfatizó en que “son medidas regresivas tomadas en manifiesto incumplimiento de los principios de progresividad y no regresividad en derechos humanos”.
Juliana Miranda, del Centro de Estudios Legales y Sociales, cuestionó ante la CIDH la actitud internacional del Estado argentino: “Nuestro país fue el único que se negó a firmar la Declaración sobre Igualdad de Género y Empoderamiento de las Mujeres del G20. Hoy mismo, hace unas horas, en la Asamblea General de Naciones Unidas, Argentina fue el único estado de 184 países que votó en contra de una resolución que llama a intensificar esfuerzos contra la violencia contra mujeres y niñas en el entorno digital. Estas acciones regresivas del Estado, en términos de protección del colectivo de mujeres y personas LGBT, es contraria a los estándares fijados por la normativa internacional y los antecedentes del sistema interamericano e incluso los compromisos que asumió en la emblemática solución amistosa por el intento de feminicidio y actuación estereotipada y discriminatoria en perjuicio de Ivana Rosales”.
En ese sentido, Miranda analizó lo discordante de esta posición en relación a los derechos adquiridos con que cuentan las niñas, mujeres y disidencias en Argentina: “Este giro en la política exterior alejó al país de sus alianzas en América Latina y de los foros multilaterales regionalistas en los que promovió el avance de la protección de este colectivo, con la excusa de considerar los derechos humanos como ineficaces e ideológicamente dirigidos. Argentina se está alejando de su rol de liderazgo histórico en la promoción de derechos de las mujeres, iniciativas contra la violencia de género y la promoción y protección de derechos sexuales y reproductivos”.
La respuesta de Baños fue la misma: la crisis económica y la ineficacia del Estado. “Los recortes de las partidas presupuestarias y el cierre de organismos ineficientes. La reducción de personal ineficiente tiene que ver con la búsqueda de saneamiento que permitan un renacimiento de la economía. Por la reestructuración total, los programas del ministerio fueron asumidos por la entonces Subsecretaría de Protección contra la Violencia de Género, donde se evaluaron oportunamente las estructuras organizativas. El análisis realizado puso en evidencia la superposición de tareas y duplicación de funciones con el consecuente exceso de personal, incluyendo coordinaciones y programas con objetivos similares. Se detectaron inconsistencias en materia patrimonial, incluyendo el incumplimiento de la aplicación de la normativa vigente en relación al seguimiento, supervisión y rendición de cuentas. Atento a eso, fue necesario llevar adelante un realineamiento de las acciones y programas provenientes de la ex subsecretaria”, justificó Baños.
Además, el Secretario de Derechos Humanos desacreditó y desconoció la especificidad de las políticas llevadas adelante hasta el momento, diseñadas y articuladas con actores sociales especializados en materia de género: “No existe, como pretenden las organizaciones peticionantes, un retroceso o proceso de desarme, desmantelamiento y el remanido y machacante uso de la violación al principio de progresividad y no regresividad porque son inexistentes las políticas orientadas a proteger, acompañar y asistir a la persona que se encuentra en situación de vulnerabilidad”.
Proyectos de vida y niñas violadas
Ante la falta de reconocimiento del Estado de Argentina a las políticas iniciadas contra la violencia de género y por la igualdad de las mujeres, el comisionado José Luis Caballero Ochoa apuntó: “Lo que no se nombra no existe. Esta es una convicción que me parece muy importante en el terreno del derecho de los derechos humanos. Si decían ustedes que la violencia no tiene género, si decimos que la violencia no tiene género, la protección del género no existe cuando hay discriminación estructural de años sobre grupos o colectivos tradicionalmente invisibilizados como las mujeres y el colectivo LGBTI, en violencia de género o en políticas de cuidado. Si no se protege, no existe. Este es un principio básico del derecho internacional de los derechos humanos, del derecho discriminatorio, de la igualdad. En ese sentido, debemos tener visiones muy claras desde la Comisión Interamericana”.
Amplió su llamado de atención dirigiéndose al Estado argentino luego de escuchar su postura: “El principio de progresividad es un principio que forma los derechos humanos. Los derechos humanos son universales, progresivos, interdependientes, indivisibles, inalienables. La prohibición de regresividad es un piso mínimo que tenemos en el patrimonio de la evolución del derecho internacional de los derechos humanos”.
En línea con su colega, la presidenta de la CIDH reforzó: “Me siento dando un sermón. A pesar de la ideología de igualdad de género, los actores estatales tienen que responder. Gran parte de la arquitectura del Estado comparte la cultura prevaleciente en donde se normaliza e invisibiliza esa violencia específica contra las mujeres. Entonces les pido como funcionarios del gobierno tener la conversación sobre por qué se tiene que nombrar, nombrar específicamente es importante porque tiene importancia simbólica”.
El secretario de Derechos Humanos cuestionó a las peticionantes respecto al acceso al aborto legal con una postura antiderechos: “La Convención Americana de Derechos Humanos protege la vida en general desde la concepción. La República Argentina es parte de la Convención sobre los Derechos del Niño que su preámbulo establece que la vida se debe proteger tanto antes como después del nacimiento. Seguramente los solicitantes están al tanto de que la Plataforma de Beijing y la del Cairo, no incluyen el aborto entre los derechos sexuales y reproductivos”.
Sobre el desmantelamiento del Plan ENIA, Baños sostuvo: “No es razonable exigir que se lleve adelante una política pública en donde les fallamos a las niñas y adolescentes”.
En respuesta, Clarke interpeló al Estado en relación a la violencia contra niñas, niños y adolescentes: “¿Dónde está la voluntad de proteger a los niños? ¿Cuál es el enfoque del Estado para darles a los niños y adolescentes lo necesario para protegerse? Los adultos tienen la responsabilidad de protegerse, pero se les pueden dar herramientas a los niños a través de la escuela, la educación sexual tiene relación. Doctor Baños, usted en la sesión anterior habló de darles autonomía a los niños para el proyecto de vida. Una niña de diez años que ha sido violada y quedó embarazada, ¿Cómo es su proyecto de vida en realidad? Pregunto para hacerme una idea de cuál es el enfoque de protección de los niños en tales situaciones”.
En su momento de réplica, Gerardi aseveró que “no hay una sola manera de garantizar la implementación de políticas públicas, pero sí hay una sola manera de garantizar su existencia y es con financiamiento en el presupuesto nacional. ¿De qué manera piensan que pueden implementar una política pública de atención y de distribución de recursos económicos para atención de violencia doméstica con cero presupuesto para el 2025? Al mismo tiempo, este presupuesto contiene una enorme cantidad de partidas dedicadas a exenciones tributarias y regímenes especiales como el régimen de minería”. También, contrapuso el cuestionamiento de Baños respecto al aumento de las denuncias a la Oficina de Violencia Doméstica: “Claro que aumentó a lo largo de los años la cantidad de consultas recibidas, porque aumentó el conocimiento y la percepción social de las mujeres, en particular de que hay algo que está mal en las formas de violencia que vivimos y que hay lugares donde podemos recurrir. Eso habla bien de la existencia de una política de conocimiento y difusión de derechos y de conocimiento y existencia de los lugares a los que se puede recurrir para conocer si aumenta o disminuye la incidencia de la violencia en el país”.
Estela de Carlotto: “Vengo a pedir su ayuda”
Estela Carlotto (Abuelas) junto a Taty Almeida (Madres Línea Fundadora) y, a su derecha, Carlos Pisoni, de H.I.J.O.S.
El auditorio de la Casa por la Identidad de Abuelas de Plaza de Mayo, en el Espacio por la Memoria Ex ESMA, estuvo repleto de movimientos sociales, organizaciones religiosas, sindicatos, universidades, equipos de investigación, organizaciones feministas, clubes y redes de comunicación comunitaria que acompañaron a los organismos de derechos humanos.
En conexión por videoconferencia expusieron sus opiniones Estela de Carlotto por Abuelas, Taty Almeida por Madres y Carlos Pisoni por H.I.J.O.S. De forma presencial en Washington, participó una comitiva de los organismos integrada por Paula Litvachky, directora ejecutiva del CELS; la nieta restituida Claudia Poblete, Carolina Vilella, integrante del equipo jurídico Abuelas de Plaza de Mayo; Verónica Torras, directora de Memoria Abierta, y el escritor Martín Kohan.
“Vinimos por primera vez a pedir su ayuda cuando en nuestro país nos cerraban todas las puertas y negaban las graves violaciones a los derechos humanos que estaban cometiendo. Desde ese entonces para nosotras y todos los organismos fue siempre fundamental y de gran importancia su acompañamiento. Ya con 94 años, vengo a pedir una vez más su ayuda ante todos los retrocesos que se viven en la Argentina en materia de derechos humanos y el Proceso histórico de Memoria, Verdad y Justicia. Todavía buscamos a 300 hombres y mujeres que hoy son padres y madres, por lo que también nos encontramos buscando a nuestros bisnietos”, expresó Estela de Carlotto como peticionante.
Durante la audiencia los organismos de derechos humanos expusieron el retroceso en las políticas públicas de memoria restaurativa. Explicaron cómo desde diciembre de 2023 el Poder Ejecutivo concretó sus promesas de campaña en la destrucción simbólica y material de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia, de Reparación y No Repetición. A través del desfinanciamiento del Banco Nacional de Datos Genéticos y de las recompensas para la búsqueda de prófugos de delitos de lesa humanidad, el cierre de líneas de trabajo en la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CoNaDI) para la búsqueda de los nietos apropiados y del Equipo de Relevamiento y Análisis documental del Ministerio de Defensa orientado a la apertura de los archivos. En paralelo avanzó con despidos masivos de trabajadores, vaciamiento de instituciones y la puesta en venta de sitios de memoria.
El secretario de Asuntos Internacionales de la Defensa del Ministerio de Defensa, Juan Battaleme, volvió a justificar el ajuste por “la necesidad de optimizar recursos” frente a la crisis económica. A los trabajadores de los organismos de derechos humanos los acusó de que “actuaban como vengadores”, al Ente Público Espacio para la Memoria y para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos (ex ESMA) y sus representantes los definió como un “ente opaco e inorgánico que funcionaban sin un superior jerárquico que imponga los criterios de actuación” y que “la arbitrariedad en esta dependencia era moneda corriente”. Battaleme expresó la posición del Gobierno en relación a la apertura de los archivos de integrantes de las fuerzas armadas para identificar su participación en el terrorismo de Estado: “No podemos permitir bajo ninguna circunstancia indagaciones generales o excursiones de pesca. Quiero recordar que toda la información de los legajos personales de militares se encuentran clasificados como secreto militar”.
En el cierre de su exposición, Battaleme quiso dejar un mensaje: “La lucha por la justicia es para nosotros un compromiso con todos los argentinos, no debe ni puede transformarse en un terreno de venganza o abuso de poder. Avancemos juntos en la búsqueda de un futuro donde la justicia sea para todos y la memoria completa una base sólida de libertad”, aclaró el funcionario con sentimientos de “profundo deber y convicción”. Por su parte, Alberto Baños, reafirmó esta posición del gobierno de Milei: “El problema aquí es que se consideran dueños del relato. Hablan de negacionismo y que se abandona la política de memoria. Pero la memoria es para todas las víctimas. Sin excusas ni banderas. Por las señoras que hoy participaron en el video uno no puede tener sino empatía por la situación que han vivido y siguen viviendo. Pero eso no las puede convertir en directoras de las políticas públicas a más de 40 años de perpetrados los hechos. Nosotros seguimos respetando la memoria de quienes hayan perdido sus vidas y hayan sido víctimas. Pero también el Gobierno está respetando la memoria de aquellos que hayan sido víctimas del accionar terrorista. Hablan de negacionismo pero en realidad pretenden dirigir las políticas públicas en materia de derechos humanos de las que el Estado hace honra y no cede ante las presiones ideológicas”.
La indignación en el auditorio de Abuelas pesaba en el aire. Estela y Taty negaban con la cabeza, se agarraban la mano, resoplaban por el desagrado de escuchar a los funcionarios argentinos hablar de esa manera ante un organismo internacional de derechos humanos. Los participantes aguantaron las ganas de chiflar y putear. Cuando terminó la audiencia, pudieron descargar: “¡30 mil detenidos desaparecidos presentes, ahora y siempre!”, gritaron entre abrazos y dedos en V en alto, con la convicción de no bajar jamás los brazos.
El representante de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Arif Bulkan, transmitió por videollamada la opinión de la ONU respecto a la Argentina: “La Oficina que represento comparte las preocupaciones de diversos actores sobre el cambio de narrativa de políticas y de institucionalidad en torno al proceso de memoria, verdad y justicia desde la recuperación de la democracia argentina”. Bulkan reconoció el esfuerzo del Estado y de la sociedad “por enfrentarse al legado de las violaciones a los derechos humanos cometidas durante la dictadura cívico militar”. Destacó el trabajo de las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, puso en valor los museos y sitios de memoria, en particular la Ex ESMA como Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Arif Bulkan fue categórico en remarcar que la situación económica no puede ser motivo de regresiones en materia de derechos humanos: “La existencia de una crisis económica no debería significar la limitación de recursos humanos y financieros para ciertas áreas de crucial importancia para los procesos de justicia transicional y reconciliación, como lo son las entidades dedicadas al esclarecimiento de crímenes de lesa humanidad durante la dictadura. La oficina expresa su preocupación por los riesgos que esto podría implicar para la garantía de los derechos a la verdad, justicia y reparación y garantías de no repetición”.
Además, expresó que en el Alto Comisionado de la ONU “preocupa la retórica de algunas autoridades que parecerían banalizar o relativizar los crímenes de la dictadura y cuestionar el proceso de juzgamiento de los responsables, lo que tiene un impacto real victimizante en las víctimas de la dictadura y además afecta al derecho a la memoria ante la sociedad en su conjunto. La Oficina quisiera alertar a la Comisión que todos estos cambios podrían contribuir a debilitar el proceso de justicia transicional que fue y es tan importante para nuestra región y al mundo”.
Taty Almeida valoró la postura de los organismos internacionales: “Las mentiras que hemos escuchado por parte del Gobierno es lamentable, pero fue muy buena la postura de la ONU y de la CIDH. Los invitamos a que nuevamente vengan para que comprueben personalmente que todo lo que se ha denunciado es la verdad”. Por su parte, Miguel “Tano” Santucho, hijo de desaparecidos y parte del directorio de Abuelas, también expresó a lavaca sentir vergüenza de los funcionarios argentinos: “Una vez más hablaron de revanchismo y de organismos militantes, que lo somos, de una justicia y una verdad histórica que estamos reconstruyendo. Los que niegan toda la información son justamente el Estado Nacional y en particular las Fuerzas Armadas. Ellos saben perfectamente dónde están los 300 hombres y mujeres que estamos buscando. Desde que perpetraron los crímenes de lesa humanidad nunca permitieron acceder ni dieron ninguna información. Y ahora, en una tribuna tan importante como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, nos injurian de esta manera”.
Uno de los comisionados habló de la reconciliación en relación a la justicia transicional, un tema sensible en la lucha por el esclarecimiento de los crímenes de la última dictadura, que fue utilizado para instalar la teoría de los dos demonios y evitar el juzgamiento de los responsables. “Desde los 90 que vengo escuchando la palabra reconciliación -siguió Santucho- y yo siempre dije que la reconciliación es posible en la medida que se pueda hacer justicia, que se puedan hablar, que se puedan aclarar los casos que pasaron, que se puedan recuperar los nietos. Pero no hay ningún tipo de colaboración de parte de los perpetradores del terrorismo de Estado, que no hay ninguna persona que haya abierto los archivos o la información. Es muy difícil plantear una reconciliación porque todavía nos falta mucho por reconstruir y mucha justicia por obtener. Mi postura particular es que cuando tengamos justicia y encontremos los 300 nietos, nos sentaremos a hablar de reconciliación”.
Nota
Rosario y el asesinato de “Pillín” Bracamonte: las hipótesis, la pelea entre bandas y un corte de luz antes de las balas
En el atentado número 30 contra su vida, Andrés “Pillín” Bracamonte –líder de la barra brava de Rosario Central desde hace al menos 25 años– fue asesinado a balazos este sábado junto a su segundo, Daniel “Rana” Atardo. Ocurrió en el marco de un partido de Central contra San Lorenzo. Hubo una posible zona liberada, luces cortadas en la zona, y un crimen que se veía venir pese a la aparente calma de la violencia en Rosario en los últimos meses. Publicamos aquí las crónicas del medio cooperativo rosarino El Ciudadano, que dan cuenta del hecho, las primeras hipótesis, un perfil de Bracamonte y el contexto. Todo puede seguirse además en El Ciudadano (elciudadanoweb.com). Y agregamos una reflexión del periodista y diputado Carlos del Frade quien anticipa que estos asesinatos tendrán igual o mayores efectos que todo lo que ocurrió tras el crimen del “Pájaro” Cantero.
La muerte de Pillín: las hipótesis detrás del crimen que agita la pelea entre bandas y un sugestivo corte de luz antes de las balas
Quizás por haber sido víctima de 29 ataques a balazos, estaba regalado en una calle donde tampoco le llamo la atención que la luz estuviera cortada antes de que lo asesinaran. Por El Ciudadano (elciudadanoweb.com).
Con 29 ataques a balazos en el lomo, Andrés Bracamonte, único barrabrava capaz de sostenerse 25 años en el paravalancha canalla sabía que lo querían matar. Desde antes del último ataque, en agosto pasado, tenía esa certeza. Pero igual estaba regalado en la esquina de Avellaneda y Reconquista, con la luz cortada, sin sospechar lo que vendría. Algunos aseguran que contaba dinero de la recaudación.
El asesinato de Samuel Medina, el Gordo Samu, yerno del Guille Cantero abrió una serie de hipótesis que hoy desembocan en la muerte de Pillín. Una daba cuenta de una pelea entre Los Monos y Bracamonte que sus allegados desmienten. El Gordo Samu era allegado a Pillín, viajaban juntos y su muerte está orientada hacia una banda de un barrio periférico manejada desde Buenos Aires que la fiscalía tenía entre manos, según allegados a la investigación. Uno de los integrantes de esa banda fue golpeado personalmente por Pillín, algo que en la jerga se considera una especie de humillación. Pillín lo sabía, pero llama la atención que estuviera tan regalado en la esquina de Reconquista y Avellaneda. También llama la atención que un rato antes del ataque a balazos cortaran la luz de la calle en el marco de un partido de Central. Lo mataron a oscuras; a él y a su sucesor. Una versión da cuenta de que la pelea con el grupo del barrio periférico fue para evitar comercialización de sustancias en la cancha: Pillín no quería la Federal encima de ellos.
La escena del crimen, en las afueras del estadio de Rosario Central.
La banda señalada, que ya fue allanada, está vinculada directamente con una banda contraria a Los Monos. Si esta hipótesis se confirma habrá dos sectores en disputa, por un lado las dos grandes bandas que operan en Rosario y por otro lado la sucesión del paravalancha.
El perfil de un duro: a Pillín lo habían intentado matar 29 veces en los 25 años que estuvo al frente de la barra de Central
Andrés Bracamonte estuvo al frente de la barra canaya desde fines de siglo pasado, cuando era uno de los 7 jefes de fracciones internas y se quedó con todo. Desde entonces hubo plomos contra él: lo hirieron, lo rozaron, pero logró reponerse una y otra vez. Esta vez no pudo. Por El Ciudadano (elciudadanoweb.com).
—¿Es verdad que a Pillín lo balearon 29 veces?
—Sí, de locos, pero sí. Espero que podamos festejar las 30 con él sentado a mi lado.
Así confirmaba el número de gambetas a la muerte que llevaba Andrés Bracamonte un amigo que había ido a acompañar al hospital donde lo revisaban por heridas menores y roces de bala. Era el sábado 10 de agosto y Rosario Central acababa de vencer 1 a 0 en el Gigante de Arroyito a su archirrival Newell’s Old Boys. Y en medio de un torrente de personas a pie que caminaban por los bordes del parque Alem iba Pillin en su auto, despacio, junto a su pareja, y en avenida de los Trabajadores y José María Drago rociaron a ambos a balazos.
No habían ido a ver el partido, Pillín tenía restricción para entrar.
Según contaron testigos, un motociclista se acercó al auto y disparó ocho veces. Escapó. El entorno del jefe de la barra reaccionó rápido, pero no logró dar con el tirador. A Pillín una bala le entró en la espalda; también salió. No afectó ningún órgano, dijeron después en el hospital. A su pareja las balas le dieron en la zona costal derecha y en el codo derecho. También la atendieron sin que su vida estuviera en riesgo.
Pillín un cuarto de siglo al frente de la barra de Central. Había llegado a la cima antes del año 2000: era 1999 cuando quedó como jefe indiscutible de todas las fracciones. Y en los 25 años que se mantuvo fue acusado, condenado, detenido, liberado y baleado 29 veces.
De esos ataques, hay pocos registros en las crónicas policiales. Pero en el entorno del mandamás los tienen contados.
En julio de 2002, Pillín atacado por un desconocido que logró impactarle tres balas en el cuerpo. Fue en la puerta de un gimnasio ubicado en Ovidio Lagos al 1000. Pillín estaba en la puerta y vio a un desconocido cruzar la calle. Ese hombre extrajo un arma y le efectuó cuatro disparos, tras lo cual escapó a la carrera hacia la esquina donde al parecer lo aguardaba un auto.
Pillín recibió tres impactos de bala, dos en cada brazo y un tercero en la pierna derecha; el tirador falló el cuarto, que tenía como destino la otra pierna. Un balazo le provocó una fractura y el que recibió en el otro brazo le cortó una vena, lo que le produjo una importante pérdida de sangre.
En 2006 fue baleado por desconocidos en la puerta de su casa donde vivía entonces, en la zona norte. Recibió cuatro balazos: uno en el abdomen con orificio de salida, uno en cada pierna y otro en un tobillo. Rápidamente recibió el alta.
En febrero de este año, desconocidos balearon el frente de Los Álamos Club de Campo, el country de Ybarlucea donde vivía actualmente. Dejaron una nota amenazante contra el líder de la pesada.
Mediático
Pillín no pudo entrar a la cancha desde 2018. Antes del partido que Central disputó ante Talleres por la Copa Argentina, Bracamonte fue detenido mientras repartía entradas de protocolo, destinadas a dirigentes, en las inmediaciones del estadio de Lanús, donde se disputó el partido. Sólo quedó unas horas demorado. Pero la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide) dispuso su prohibición de ingreso a los estadios.
En junio de 2010 fue uno de los diez barrabravas argentinos que no pudieron ingresar a Sudáfrica y fue deportado a la Argentina. Bracamonte, quien tenía tres causas judiciales en trámite, había sido autorizado por la Justicia local a salir del país.
Tres años antes el programa Crónicas Extremas del canal América filmó desde adentro a Los Guerreros, la barra canalla, con Pillín como estrella principal. Eso incluyó una visita a La Carpita, que el capo de la pesada también administra.
Causas judiciales
En diciembre pasado, Pillín pasó una semana preso, pero recuperó la libertad antes de la Navidad. Fue por una causa que involucra a un dirigente de la Uocra local por asociación ilícita, pero finalmente logró que sólo pesara sobre él una causa por extorsión.
Esa causa contra el gremio de albañiles reflotó un caso por lavado de activos que pesaba sobre Bracamonte, a raíz de la incautación de un cheque por el pase de un futbolista en su vivienda de Ybarlucea. Tras la imputación cuatro años atrás la causa quedó congelada, pero en diciembre la Justicia local decidió pasarla al fuero federal. Ante la apelación, la Cámara definió, finalmente, que la causa debía seguir bajo la órbita provincial.
Parecía intocable desde cualquier arista. Pero la suerte, si de tal cosa se trataba, esta vez le falló.
Daniel “Rana” Atardo, segundo de Pillín. Ambos asesinados ayer en Rosario.
Vienen días bravos
Este es el texto que escribió y distribuyó el periodista y diputado provincial santafesino Carlos del Frade, que este domingo a las 21 organizará un vivo en su Instagram @defradecarlos sobre las causas y consecuencias del asesinato de Pillín.
Por Carlos Del Frade
El asesinato del Pillín corta en dos la historia del presente criminal en Rosario.
Tendrá la misma o una mayor profundidad de lo que sucedió después del asesinato del Pájaro Cantero.
Era el único jefe de una barrabrava de primera división que permaneció por treinta años liderando esos negocios que surgen desde la cancha chica del fútbol y se expanden en la cancha grande de la realidad.
Más allá de las primeras informaciones, es claro que los últimos tres atentados contra él y su gente en los partidos de Central como local exhibían una voluntad manifiesta de matarlo.
Vienen días bravos en la ex ciudad obrera.
Portada
Hasta siempre, Mirta
Lo dijo con una sonrisa, amorosa, y con la mirada encendida, directo a los ojos: “El miedo es para los cobardes”. Fue un jueves de puro sol, cuando le preguntamos si tenía miedo en este contexto, antes de comenzar una nueva ronda que justo ella, con otras trece madres, fundó el 30 de abril de 1977, cuando buscaban con desesperación a sus hijos e hijas.
Mirta Acuña de Baravalle buscaba, además, a un nieto o nieta: su hija Ana María, a quien secuestraron el 26 de agosto de 1976 junto a su compañero Julio César Galizzi, estaba embarazada. Mirta murió este viernes sin saber qué pasó con ellos.
Su despedida será de 16 a 19 en el hall del Municipio de San Martín, el partido donde ella vivía, donde jugaba al scrabble sin cansarse, y donde seguía todos los jueves las rondas de Madres Línea Fundadora por las transmisiones de medios comunitarios, mandando saludos en vivo y recordatorios que una hermana leía sobre otras personas desaparecidas.
Tenía 99 años, la mirada encendida y la sonrisa amorosa, para indicarle a nuevas generaciones que la lucha sigue.
Gracias, Mirta.
Presente, ¡ahora y siempre!
Mirta en las marchas masivas del 24 de Marzo, marchando por la memoria, la verdad y la justicia junto a sus compañeras de Madres Líneas Fundadora. Foto Lina Etchesuri para lavaca
24 de Marzo de 2017. Mirta acompañada por Victoria Moyano, nieta recuperada. Foto Lina Etchesuri para lavaca
Esta foto fue tomada el 29 de febrero de este año y fue el último jueves de ronda donde estuvieron las tres Madres Líneas Fundadora juntas: Nora Cortiñas (fallecida el 30 de mayo), Mirta Baravalle (en el centro) y Elia Espen. Consultada sobre si tenía miedo en un contexto de discursos de odio y negacionistas, Mirta respondió a Lavaca con una sonrisa: “El miedo es para los cobardes”. Foto Lina Etchesuri para lavaca
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