Sigamos en contacto

Nota

Educar hoy: la construcción de una identidad colectiva como resistencia. Parte 1

Publicada

el

Este artículo forma parte de una serie que pretende promover el debate y la reflexión acerca de la educación y la práctica docente, atravesada por la pandemia, los procesos privatizadores y la auto-organización.

Por Marisa Bolaña [1]

Docente de nivel superior. Integrante del Equipo organizador del Encuentro entre Docentes y Educadores Populares (ENDyEP) Integrante del Equipo de Didáctica General – UNSAM.

Punto de partida

La pandemia de la COVID-19 puso al descubierto las limitaciones y los grandes riesgos sociales que las políticas privatizadoras de los servicios esenciales de los últimos años producen, y expuso las profundas desigualdades del sistema, siendo los sectores sociales más empobrecidos los más afectados. Los sectores económicos dominantes encontraron una nueva oportunidad para avanzar en una redefinición de procesos y dinámicas, generando mayor exclusión. 

En el ámbito educativo, se cerraron las escuelas y se propusieron formas de trabajo remoto, virtual y a distancia de acuerdo con las condiciones de cada región. Se trasladaron las escuelas a los hogares; de este modo las familias tuvieron que asumir en parte las tareas escolares. Esto significó una profundización de los procesos privatizadores, descargando la responsabilidad de la educación en las familias y en lxs docentes. Éstos últimos tuvieron que hacerse cargo, no sólo de las tareas pedagógicas, sino también de los insumos necesarios para el sostenimiento de éstas. Situación que generó una sobrecarga de trabajo y de energía física, mental y psicológica que derivaron en fatiga y estrés, malestar. A su vez, este traslado favoreció a las empresas proveedoras de insumos digitales y servicios comunicacionales, profundizando procesos de exclusión, tanto de docentes como estudiantes. La lógica del capitalismo cognitivo de la 4° Revolución Industrial, signado por las sociedades del control y del cansancio, hace recaer las responsabilidades de los procesos sociales en las individualidades, produciendo un efecto de depresión y angustia en las personas y de fragmentación de los colectivos.

La Ciudad de Buenos Aires no fue la excepción: en marzo del 2020 se suspendieron las clases presenciales en todos los niveles, y se estableció el inicio del trabajo remoto para la construcción del vínculo pedagógico[2]. De este modo se reguló el funcionamiento de los niveles obligatorios del sistema educativo. En el nivel superior en cambio, recién en el mes de mayo el gobierno estableció que las autoridades y docentes de las instituciones elaboraran un “Plan Excepcional de Continuidad de la Formación en el Contexto de Emergencia Sanitaria” determinando que “las estrategias que se planteen no deberán requerir erogación presupuestaria adicional[3]

De este modo, el ciclo lectivo comenzó con un aparente olvido, sin una posición precisa y sin normativa específica para el nivel superior. Cada institución tomó caminos diferentes, e hizo lo que pudo, intentando seguir sin coordinación, mientras en silencio el gobierno se desentendía de atender las necesidades del sector. Esto podría entenderse no solo como un atropello al trabajo docente sino también como una falta de condiciones que garanticen el derecho a la educación, ya que el gobierno ni siquiera proveyó conectividad y dispositivos.

El sistema público de Formación docente está constituido por 29 instituciones: Escuelas Normales Superior (ENS); Institutos de Enseñanza Superior (IES); Institutos Superiores de Profesorado (ISP) Escuelas Superiores de Educación Artística (ESEA). Coexisten con 52 instituciones de gestión privada. Si bien hay mayor cantidad de establecimientos del sector privado, la matrícula más alta se registra en el sector estatal, alcanzando el 72% de alumnxs matriculadxs. Un dato a tener en cuenta es que, si bien la matrícula en el sector privado es baja, la mayoría de las instituciones privadas reciben subvención del Estado. En tanto las instituciones estatales dicta carreras de grado,  postítulos docentes -entre los que podemos mencionar el Postítulo en Educación Sexual Integral, de Profesor Tutor, Especialización Docente de Nivel Superior en Enseñanza de la Biología para una Cultura Científica a veces sin tener garantizado el pago de los salarios de lxs docentes-.

En abril 2020 el gobierno comunicó al ISP “Dr. Joaquín V. González” la decisión de cerrar el Postítulo en ESI por considerar el “contexto oportuno” para la revisión de las estructuras formativas. También puso trabas para la apertura de otros postítulos y no pagó los salarios de lxs docentes, y no renovó cargos o reconoció las horas institucionales para trabajos específicos. Se logró frenar el cierre a partir de acciones colectivas; aun así, siguió desfinanciando progresivamente el sector. En silencio se estaba armando una nueva estructura la Universidad de la Ciudad para lo cual transfería recursos.

En el inicio del ciclo 2021, no se modifican las normativas ni políticas del gobierno de la ciudad para el sector, sigue profundizando la descarga en las instituciones y lxs docentes la toma de decisiones para el desarrollo de las actividades. Mientras tanto la discusión pública se centró en torno a la presencialidad, como si ésta fuera la solución a todos los problemas sociales.

En la Ciudad de Buenos Aires el panorama es complejo; mientras declaran la centralidad de la educación desarrollan políticas de desinversión, ajuste y vaciamiento. Los niveles obligatorios volvieron a las escuelas en lo que se llamaron burbujas, pero no se realizaron las inversiones necesarias para garantizar el regreso a las aulas físicas; no se garantizaron los insumos para el cuidado discontinuando su entrega y estableciendo que fuesen las cooperadoras quienes se hicieran cargo. Es conocida la incidencia de esta apertura en el aumento de contagios en las comunidades.

En tanto el nivel superior continúa en el trabajo remoto y aparentemente olvidado. Es en este marco que el gobierno desarrolla un nuevo intento de vaciamiento y disolución de las instituciones de formación docente que significaría la destrucción de la mitad del nivel superior público de la ciudad, de tradición centenaria.

En mayo el gobierno informa a las autoridades de las instituciones que no autoriza las inscripciones en el segundo cuatrimestre a nuevos ingresantes. Limita la inscripción sólo a las carreras de Educación Especial, y profesorados de Matemática y Física, y se abrirán los cursos si se superan los 20 incsriptxs. Esto deja sin posibilidades a lxs nuevxs estudiantes y también a quienes estarían en condiciones de cursar esas materias del segundo cuatrimestre, y poniendo claramente en peligro los cargos docentes que la gran mayoría son interinxs, de estabilidad relativa. A su vez el gobierno comunica que para el ciclo 2022 se realizará un curso de ingreso centralizado, y no en cada institución, como hasta ahora. Esto es una intromisión en las políticas pedagógicas institucionales y en el el trabajo docente.

De esta primera descripción podemos observar los vaivenes de las políticas, en las que por momentos dejan a las instituciones a la deriva, sin normativa específica que permita la continuidad pedagógica y en otros momentos toman decisiones centralizadas y arbitrarias, que constituyen la imposibilidad del desarrollo de las actividades. Políticas contradictorias que defienden la educación virtual y la enseñanza de robótica en las escuelas, pero luego niega el valor de la virtualidad y defiende la presencialidad. Tal vez esto le permite esconder la falta de inversión en infraestructura, en materiales específicos para el trabajo digital y virtual y la dificultad del acceso a conectividad aún en los propios edificios escolares.

La situación de descarga en las instituciones de las responsabilidades gubernamentales y ausencia de normativa podría ser interpretada como una falta de planificación e improvisación, como un hecho aislado, de omisión debido a las urgencias de la coyuntura. Pero nos preguntamos si esta aparente omisión de normativas específicas para el nivel superior es una ausencia de planificación, un olvido o tal vez una planificación estratégica, una acción encubiertamente estratégica.

En ocasiones pareciera que se toman medidas que se presentan con una fuerza arrolladora y omnipotente, que buscan transformar todo lo existente, ignorando a otros agentes sociales, en un enfoque similar al “síndrome del superhombre”. Podría considerarse en esa línea el proyecto de ley enviado a la Legislatura Porteña el 1/12/2017, en la que se establecía la reformulación de la formación docente, transformando las instituciones y una historia centenaria en la formación de docentes comprometidos con la educación pública. Es por esto que considero que se trata no de innovación sino de un proceso de disolución o tal vez se podría decir una innovación disolvente. El proyecto inicial, presentado en una conferencia de prensa el 22/11/2017 establecía en el primer artículo la disolución de los institutos de formación docente, aunque debido a la movilización entre diciembre y marzo, el proyecto presentado en marzo 2018 en la Legislatura se modificó esa expresión.  

La discusión sobre el nivel en el que deben formarse lxs docentes no es nueva, pero en el caso de CABA implica la ruptura con una larga tradición y la eliminación de todo un sector de la estructura del sistema educativo. Como antecedente podemos mencionar el proyecto de ley[4] presentado por los legisladores Beliz y De Imaz del año 2000 que encomendaba al Poder Ejecutivo porteño la iniciación de los trámites tendientes a la creación de la Universidad Pedagógica Metropolitana, con la cual los Institutos de Nivel “Terciario” No Universitario (según denominación hasta 2015 que por modificación del artículo de la Ley de Educación Superior pasaron a denominarse Institutos de Educación Superior de Formación docente) articularían sus carreras. Las reformas de los años 90 tuvieron como signo distintivo el achicamiento de la estructura central, la descentralización y transferencia de las instituciones y un ajuste en las partidas presupuestarias. Siguiendo esa misma línea, la fundamentación del proyecto de ley de creación de la Universidad Pedagógica Metropolitana establece que busca “jerarquizar la función docente para su mayor valorización, sin incurrir en costos adicionales”

Es importante resaltar que este debate se reactualiza con una nueva discusión a nivel nacional, por lo que consideramos de gran importancia revisar los sentidos desde los cuales se definen las políticas educativas y los procesos de lucha reciente no sólo para poder resistir, sino para encontrar un nuevo modo de reexistir. En 2014 el Banco Mundial realizó un estudio y una serie de recomendaciones para la región que coinciden con los puntos que se están presentando actualmente, resumidas en el documento Profesores excelentes. Cómo mejorar el aprendizaje en América Latina y el Caribe.

Resulta necesario interpretar estos momentos como continuidades de las intenciones políticas del cierre del nivel y su pasaje a la universidad. Estas continuidades no son lineales ni homogéneas, se produce una trama compleja de diversas capas, no sucesivas, de configuraciones discursivas y narrativas acerca del sentido de la formación docente, a su vez ligadas a las narrativas sobre la escolaridad. Entramados discursivos conflictivos, no homogéneos y muchas veces no evidentes.

Es importante destacar que esta propuesta debe tomarse en relación con las políticas sociales y urbanas, ya que da cuenta de un modelo de ciudad que consideramos excluyente. Caracterizado por el vaciamiento de lo público, a través del desfinanciamiento, la incorporación de lógicas empresariales al modelo de ciudad y la transformación del mercado inmobiliario. Expulsando a los sectores más pobres de la ciudad, no sólo por la coerción violenta sino a través de las lógicas del mercado, tornándose una ciudad de alto nivel económico donde todos los servicios son privados y de costos elevados.

La pregunta que surge es cómo enfrentar un proceso que transcurrió y transcurre silenciosamente no sale en los medios hegemónicos. Los Institutos de Formación docente tienen una experiencia acumulada en este sentido, por eso considero importante reconstruir y sistematizar ese proceso. de discusión y luchas desarrollado en el período 2017/2018 en defensa de la educación pública, cuando se anunció que se presentaría a la Legislatura un proyecto de ley para la creación de una universidad docente que disolviera los institutos de formación docente. Un proceso de resistencia que transformó estructuras burocráticas en agentes generadores de sentidos políticos de la formación. La construcción de una identidad colectiva como fuente de resistencia a políticas educativas mercantilistas que buscan formar docentes como facilitadores e implementadores de paquetes prediseñados o en estimuladores cerebrales acorde a los desarrollos del capitalismo cognitivo.

 Reconstruir y sistematizar la experiencia permitirá generar una plataforma para pensar una nueva forma de resistencia para la re-existencia.

No se trata de sobrevivir, sino de posicionarnos con otra fuerza para seguir formando docentes con conciencia de la necesidad de una educación cuya finalidad sea la formación de subjetividades para la transformación de una sociedad altamente desigual e injusta, en contraposición a una educación al servicio de las necesidades del mercado.


[1] Docente de nivel superior. Integrante del Equipo organizador del Encuentro entre Docentes y Educadores Populares (ENDyEP) Integrante del Equipo de Didáctica General – UNSAM.

[2] RESOL-2020-1482-GCABA-MEDGC del 15-03-20

[3] RESOL-2020- 1585- GCABA-MEDGC del 12/05/2020 publicada en el Boletín oficial el 12/06/2020

[4] Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, Proyecto de Ley N°200001835, De Imaz y Beliz. 2000.

Nota

La Ronda, en la mirada de Martina Perosa

Publicada

el

Quinta entrega del registro colaborativo de la ronda de las Madres de Plaza de Mayo, que se propone transmitir el valor de la constancia, de los pies en el espacio público, de la gota a gota que horada la piedra, la no violencia contra la violencia, su valor social, su peso histórico, sus 40 años de coreográfico diseño: media hora, todos los jueves. Esta cobertura realizada fue por la fotógrafa y artista visual Martina Perosa.

Toda la producción será entregada a ambas organizaciones de Madres y al Archivo Histórico Nacional. Invitamos a quienes tengan registros de las rondas realizadas estos 40 años a que los envíen por mail a [email protected] para sumarlos a estos archivos. Esta iniciativa es totalmente autogestiva.

La Ronda, en la mirada de Martina Perosa

“Desde hace tiempo me interesa la relación entre fotografía y movimiento. Hay un trabajo que me parece muy interesante, que me inspiró en esta búsqueda, que es la serie fotográfica de Muybridge en el que logra documentar el rápido trote de un caballo en el aire. Mediante esta serie intentaba demostrar, frente a la teoría opuesta de algunos periodistas deportivos, en el que hay un momento de la carrera en el que los cuatro cascos del equino están en el aire. Esas series en movimiento abrieron una nueva discusión en la historia de la fotografía, que incluso dieron comienzo al cine”.

La Ronda, en la mirada de Martina Perosa

“Siempre me interesaron estos cruces interdisciplinarios entre las diferentes ramas artísticas como el cine, la fotografía y la danza. Pensando la ronda de plaza de mayo, me punzaba mucho la idea de coreografía. Una repetición constante todos los jueves, durante cuarenta años, por media hora. Una serialidad. Una duración y tiempo concreta. En un espacio determinado. Unos cuerpos, y una relación entre ellos, con una calidad de movimiento que a lo largo de los años fue mutando según el contexto: explosivo, suave, sutil. Y una música que hilvana el movimiento, los sonidos de la calle y el grito popular”.

La Ronda, en la mirada de Martina Perosa

Sobre Martina Perosa

Artista visual, nacida en la ciudad de Buenos aires. Su formación se centró en distintas disciplinas artísticas, que hoy confluyen en su obra. Estudió cine, indagó en el teatro, la performance y danza contemporánea y luego se especializó en talleres de fotografía y  clínicas de obra. Esta multiplicidad de intereses le permitió construir una mirada interdisciplinaria sobre la fotografía con un principal interés en el movimiento, y en la potencia de la imagen para construir ficción y contar historias. En 2019 editó su primer fotolibro “Shinsekai”, finalista del Premio Publicación Latinoamericano en el FELIFA 2021 y en diciembre 2023 editó su segundo fotolibro Proyecto Dallas.

La Ronda, en la mirada de Martina Perosa
Seguir leyendo

Nota

Rosario narco (1): la infiltración y la complicidad

Publicada

el

Reflexiones, datos de la realidad e hipótesis sobre lo que ocurre en Rosario a partir del recrudecimiento de la violencia, a través de esta entrevista con Francisco Broglia, Defensor Público del Servicio Público de la Defensa Penal de la ciudad de Rosario y especialista en Derecho Penal. Desde la desestructuración económica a la descripción y atomización del mercado narco. Las complicidades policiales. La demagogia punitiva y las lógicas de la guerra, frente a otro tipo de esquemas de seguridad. La ineficacia de la violencia y la mano dura. Y la necesidad de una reforma policial y penitenciaria para poder ir al corazón del problema.

Texto: Sergio Ciancaglini

Rosario sigue sufriendo la violencia narco por un lado, y las políticas de “saturación” policial por el otro (llenar las calles de efectivos) que no parecen encontrar soluciones. El gobierno santafesino exhibió mayores controles y restricciones en las cárceles, con presos supuestamente relacionados al negocio narco y considerados de “alto riesgo”, sin ropa, en el piso, ante personal policial armado y encapuchado. Pablo Cococcioni, ministro de Seguridad provincial, publicó las fotos en Instagram bajo este título: “Cada vez la van a pasar peor”. Se emularon así las imágenes conocidas en El Salvador presidido por Nayib Bukele.

Se acumularon otras escenas, o aparentes respuestas: un colectivo penitenciario baleado, el asesinato de dos taxistas (Héctor Figueroa y luego Diego Celentano, en ambos casos utilizando balas policiales) y un colectivero (Marcos Daloia) a los que se sumó el crimen del trabajador de una estación de servicio, Bruno Bussanich. Todo acompañado por las amenazas al gobernador Maximiliano Pullaro, y una nota dirigida al propio gobernador y a Cococcioni en la que se pronosticaba: “carguen con muertes inocentes”.    

Sobre ese panorama habló con lavaca Francisco Broglia, abogado, especialista en Derecho Penal, Magister en Ciencias Sociales, docente universitario y actualmente Defensor Público del Servicio Público de la Defensa Penal de la ciudad de Rosario.

“Hay un endurecimiento de las condiciones de detención en algunos penales y quizás esta respuesta tiene que ver también con eso porque se empieza a dar desde hace algunos meses atrás. Esto que sucedió con la foto a lo Bukele, como se le dice. No se sabe si fue la gota que rebalsó el vaso o bien ya se venía dando una situación de agravamiento de las condiciones carcelarias que derivó en estos atentados en los que, además, están demostrando que tienen armas de la Policía y material balístico provisto por las fuerzas de seguridad. Hay un mensaje bien, claro: ‘estamos infiltrado en el Estado, o el Estado es cómplice nuestro’” explicó Broglia.

La precarización y la identidad

¿Cómo describir este panorama? “Rosario era de las ciudades más seguras de Latinoamérica, con una tasa de homicidios más baja que la media nacional, y hoy la estamos cuadruplicando. Hay una conjunción de cosas. Un fuerte cambio estructural del mercado del trabajo en Argentina y en el mundo en los últimos 30 años, relacionado con la precarización laboral. La situación es muy fuerte en los territorios, con situaciones de exclusión de jóvenes de sectores populares. Los materiales disponibles para construir identidad, para esos jóvenes, son prácticamente nulos. Los tradicionales, la escuela o el trabajo, dejaron de operar para ellos”.

¿Y entonces? “Aparecen otras formas de construir identidad, respeto y reconocimiento. Por ejemplo, la violencia. Y en ese marco aparecen estas economías delictivas vinculadas con la comercialización de sustancias como forma de generar esa identidad, ese prestigio social para los jóvenes. Ser soldadito (como se llama a quienes integran las bandas narco) de algún modo es esto: construir un yo, un ser, y hacerlo de una manera que la lógica actual de precarización no permite”. 

La lógica de matar

Para Broglia la situación en los barrios empieza por algo aparentemente sencillo: “Estamos en un modelo económico salvaje, donde tirar un tiro, matar a alguien, aparece como una lógica acumulativa. Hace un tiempo el que ganaba prestigio era el que se enfrentaba al ‘poronga’ del barrio. Pero luego aparece una lógica más capitalista, donde esto se mide en términos de cuánta gente esa persona es capaz de matar. ¿Cuántos muertos te cargás? Y con ese número te enfrentás y te imponés al ‘poronga’. Por eso hablo de lógica acumulativa”.

Cómo funciona el mercado: “Otra cuestión que cambió es la atomización del mercado de comercialización de sustancias. En las décadas del 80 y 90 era mucho más chico y concentrado. Pero ahora se transformó la lógica, mucho más atomizada y descentralizada. Y también se transformó el sistema de las complicidades”.

Las internas policiales

¿Qué significa esa transformación? “Que no hay una verticalización de cómo se estructuran sobre todo las fuerzas de seguridad en el mercado. Y entonces aparecen varias internas, distintas complicidades y varias bandas policiales operando con diferentes grupos también enfrentados entre sí. Es una atomización de las burocracias penales”.

¿Qué quiere decir eso? “Estoy pensando en algo que se ha manifestado en las causas penales, investigaciones y juicios federales que hemos tenido en Rosario: la complicidad de las fuerzas de seguridad, particularmente de la policía. No digo que toda la fuerza sea cómplice en esto. Pero hay varios grupos en pugna, operando para distintas bandas, lo que permite ver que no hay una estructura centralizada, como tampoco un cartel que domine el mercado”.

El resultado: “Al no haber carteles lo que hay son bandas sueltas, atomizadas, con poder de fuego y mucho uso de la violencia con la mano de obra de los pibes, los soldaditos. Son los más intercambiables, pero a la vez son los que están dispuestos a intervenir disparando por unos mangos, o haciendo cualquier otra cosa”.

Soldaditos y financistas

¿Cuál es la respuesta estatal? Broglia lo explica como una especie de marketing: “La respuesta típica es la saturación policial. Militarizar la ciudad es muy vendible hacia afuera. Es obvio que a todos nos puede llenar de tranquilidad tener un policía más cerca, en un contexto de miedo. Pero no parece como una solución de fondo porque en realidad en estas estructuras delictivas hay manejo del dinero y distintos niveles de jerarquía. Obviamente, la intervención de la fuerza de seguridad en el territorio no va a llegar a las cúpulas que financian el negocio, donde el financista ni siquiera se conoce con el que está tirando tiros en el barrio. Son cosas mucho más anónimas, con muchas intermediaciones”.

Agregado de contexto: “Estamos inmersos en un capitalismo neoliberal financiero que funciona también con estas lógicas, y que se alimenta también del dinero que se produce por esta vía”, referencia que empalma con las industrias de lavado de dinero que contienen a todo este fenómeno.

“El otro punto es la amplificación de la violencia. La violencia fue escalando a partir de la visibilidad de grupos o bandas como Los Monos, por ejemplo. Empezó a aparecer el tema en los diarios, se lanzó la ‘guerra al narcotráfico’ y a algunos grupos en particular con nombre y apellido. Y eso está amplificando la respuesta violenta. Entonces aparece una escalada, al estilo de otros países donde se aplicaron las mismas recetas. México y Colombia por ejemplo. El Estado amplifica la violencia que va escalando en forma desmedida. Pero esos países son un ejemplo: por más escalada, el problema no se soluciona y es más: se agrava”.

El espectáculo

En estos días ha habido distintas intervenciones mediáticas del Presidente Milei y su ministra de Seguridad Patricia Bullrich (que anunció contradictoriamente en la misma oración que Milei iría a Rosario en 25 días, o en dos semanas, o en una, confirmando la proverbial dificultad o manipulación del oficialismo con los números).

Sostiene Broglia: “Todo es muy nuevo, hay mucha información cruzada. Es cierto que hubo una situación en la unidad de Piñero, pero otros dicen que no.  Hay distintas versiones del gobierno provincial, y varios hábeas corpus presentados por la Defensa Pública debido a relatos bastante tremendos de personas privadas de su libertad. Entonces no sabemos qué es lo cierto y lo que no, por lo que me parece aventurado hoy decir algo en relación a si lo ocurrido fue una respuesta a la situación en la cárcel, o no”.   

Rosario narco (1): la infiltración y la complicidad

La ministra Bullrich sonríe y saluda en Rosario. (Foto distribuida por el Ministerio de Seguridad).

Traducción: Broglia pone en tela de juicio las versiones difundidas mediáticamente. Duda, además, sobre el tema de la autoría de los crímenes y ataques de los últimos días: “Tampoco me animaría a coincidir ni a disentir en términos de quiénes son los que preparan los atentados. De lo que sí estoy seguro es de que cuanto más violencia se genera, la escalada termina siendo peor. Claramente la solución no va a ser la espectacularización de la violencia. Entiendo que el Estado tiene que ser firme y echar mano de las herramientas que le corresponden dentro del marco legal”.

Broglia no quiere cargar las tintas en los actuales gobernantes. “Son gobiernos que están hace poco, lo digo como no votante de ambos. Pero al margen de la simpatía que se les tenga, conviene pensar las cosas con coherencia. Venimos de un proceso de mucho tiempo, desde los 90, que instaló lo que suele denominarse demagogia punitiva. La alternativa al problema de la seguridad aparece como un discurso de guerra al delito, guerra al tráfico de sustancias. Se construye un enemigo que generalmente está en los barrios populares, entre personas pobres. Y se ha ido avanzando hacia un planteo en el cual prácticamente hay que exterminar a ese otro convertido en enemigo, pero sin resolver el problema de fondo, que incluye lo económico y las burocracias penales. Y eso no es privativo de ningún gobierno en especial sino que atraviesa a todos, provinciales y nacionales, durante los últimos 30 años”.

El rinde electoral

“Hubo algunos avances y muchos retrocesos en materia de seguridad, intentos de lograr una idea de seguridad más democrática, y la contrapartida de situaciones muy hacia atrás. En todos los gobiernos. A la política le cuesta mucho correrse de los discursos habituales porque los políticos interpretan que esas medidas duras, espectaculares, son lo que la población quiere. Piensan que rinde electoralmente. Hubo matices, gobiernos que atemperaron esa actitud y que intentaron algunas transformaciones, pero al final siempre fueron hacia el punitivismo, por esa idea electoral. La lógica de una guerra absurda que no existe, y que no es ninguna solución. Lo que se precisan son soluciones multi agenciales”.

¿Por ejemplo? “Un abordaje con intervención de diversos actores, no solo las fuerzas de seguridad. Encarar el problema del delito en toda su complejidad como fenómeno social, multi causal, con la intervención de otros actores sociales que pueden influir en el fenómeno, no solo la policía. Fijate que en esta misma charla estamos viendo varias aristas distintas. Entonces el tema es la operatividad de las intervenciones que tienen que ver con la política social del Estado, por ejemplo, en donde mucho tiene que ver un neolberalismo económico y financiero que funciona también con estas lógicas, que también alimenta a una economía que muchas veces funciona con ese dinero”.

Rosario narco (1): la infiltración y la complicidad

Francisco Broglia, Defensor Público del Servicio Público de la Defensa Penal de la ciudad de Rosario y especialista en Derecho Penal.

La saturación es vieja

“Otra cuestión es hacer un diagnóstico certero. Pensar que el problema de la comercialización de sustancias se va a resolver solamente poniendo más policía en la calle, evidentemente ha demostrado que no va a traer grandes resultados” plantea Broglia. Las noticias postulan que son unos 450 efectivos enviados esta vez a Rosario (se instalarían en 3 barrios) frente a intervenciones como la de Sergio Berni, que recuerda Broglia, con 4.500 efectivos que tampoco resolvieron el problema, puede verse.  

“En Rosario ya hubo varias intervenciones según el esquema de saturación policial. La verdad es que es algo bastante viejo, que no solucionó nada. Sergio Berni lo hizo en 2012, de modo mucho más amplio y potente que lo que buscan hacer ahora el gobernador Pullaro y la ministra Bullrich. Recuerdo que una antropóloga, Josefina Martínez, decía que en lugar de pensar tanto en la saturación policial, alguna vez habría que pensar en un esquema de saturación social: cómo hacer frente a las problemáticas del neoliberalismo y la exclusión, que hoy encima se manifiesta de un modo bastante intenso y compleja”.

Menciona el Defensor Público otro tema que no aparece en ninguna agenda: “Hay que pensar de una vez por todas en una reforma policial y penitenciaria integral. Parecería que la política no se anima a intervenir sobre esta autonomía policial, que es el gran tema de todo lo que estamos comentando. Se dieron en el país algunos procesos siempre en situaciones de crisis muy extrema, como en la Policía Bonaerense. Y luego retrocesos cuando se comenzó a calmar el reclamo social: ahí volvieron los avances conservadores y muchas de las reformas fueron para atrás. Sigue siendo un tema pendiente, el gran tema si se quiere encontrar una solución efectiva a lo que está pasando en Rosario, por ejemplo”.  

Teoría sobre la demagogia

Señala también Broglia el error de la demagogia punitiva: “Tengo una mirada  diferente por lo que me ha tocado ver y trabajar. No lo digo como intérprete ni nada por el estilo, pero sí por algunas cosas que humildemente uno puede escuchar de personas muy castigadas por el problema de la inseguridad, que son las personas más pobres. Son las que más lo sufren porque hay siempre una desatención del Estado de esas victimizaciones, como también desde la política se piensa que la demagogia punitiva es la alternativa, y que la gente quiere más cárcel, más policía y más violencia”.

“Pero cuando uno se acerca un poco a lo que la gente parece necesitar, la gente no pide más violencia desde el Estado para enfrentar el problema. Pide que no le pasen cosas, no ser víctima de delitos, vivir tranquila, no tener miedo. Me hace acordar una cosa que decía David Garland, un criminólogo del Reino Unido, en la década del 90, cuando se discutían las mismas cuestiones.  Él decía que la gente no quiere la violencia del Estado. Esa es la interpretación del político y de la opinión publicada en los medios, como salida para demostrar que está haciendo algo diferente. Pero la gente lo que quiere es que no le pase nada. Entonces tal vez habría que plantear otras visiones, que tal vez sean acompañadas también desde el punto de vista de los votos. Pero también hay que tener coraje como para hacer eso, ¿no?. Coraje, capital político y apoyo en general. Pero eso se va a poder lograr cuando se comprenda que lo hecho hasta ahora no soluciona el problema”.

¿Qué le diría a una persona que piensa que la solución es más policía, más mano dura? “Es complejo porque es difícil sacar a la gente de sus cuadros o sus marcos ideológicos. Entonces esa persona está convencida de que la única alternativa es esa. Es complicado que pueda entender que hay otra salida. El problema no se va a resolver con mayor violencia porque no tiene que ver solamente con una cuestión de derecho, sino con la ineficacia de esas políticas”.

Sobre la política del “cada vez la van a pasar peor” en las cárceles a lo Bukele, Broglia propone dos conceptos:

  • “Desde el punto de vista de los derechos humanos, nuestra legislación establece la finalidad resocializadora de la pena y la prohibición de la tortura y los malos tratos a las personas detenidas”.
  • “Desde el punto de vista de la eficacia del punitivismo para reducir la violencia y el delito, te diría que el endurecimiento carcelario es inútil”.
Seguir leyendo

Nota

La Ronda, en la mirada de Eduardo Longoni

Publicada

el

Cuarta entrega del registro colaborativo de la ronda de las Madres de Plaza de Mayo, que se propone así transmitir el valor de la constancia, de los pies en el espacio público, de la gota a gota que orada la piedra, la no violencia contra la violencia, su valor social, su peso histórico, sus 40 años de coreográfico diseño: media hora, todos los jueves, 2.392 veces al 15 de febrero, fecha a la que corresponde esta cobertura realizada por el fotógrafo Eduardo Longoni, autor de uno de los registros a lo largo de la historia de Madres más reconocidos. Toda la producción será entregada a ambas organizaciones de Madres y al Archivo Histórico Nacional. Invitamos a quienes tengan registros de las rondas realizadas estos 40 años a que los envíen por mail a [email protected] para sumarlos a estos archivos. Esta iniciativa es totalmente autogestiva.

La Ronda, en la mirada de Eduardo Longoni

Foto: Eduardo Longoni para la cobertura colaborativa de las rondas de las Madres de Plaza de Mayo.

Una ronda de casi medio siglo

Estoy parado en la Plaza, a la sombra de un árbol, con los ojos entrecerrados por la luz que refleja la blanquísima Pirámide. Es un caluroso jueves de verano, son las tres de la tarde. Y espero que lleguen las Madres a su habitual ronda. Pero mi cabeza vuelve una y otra vez a los jueves invernales de fines de los ´70, plena dictadura. Frío. Por dentro y por fuera. La Plaza llena de servicios de inteligencia, de policías de civil, de personajes oscuros. Y allí iban llegando las Madres, algunas acompañadas por familiares, otras solas con su pañuelo. Todas con desesperación, con coraje y con pequeñas fotos de sus desaparecidos. Yo era joven, como sus hijos ausentes. Ellas tenían la edad de mi madre. En medio de ese lazo tácito de amor que nos fue uniendo, nacieron mis primeras fotos.

Hoy estoy aquí, ya no soy joven. Es mi primera ronda después de la muerte de mi madre. Y ahora sólo llega Norita Cortiñas por un lado y Pina de Fiore por otro. Hay algo que me estruja el alma. Una mezcla del paso del tiempo con tristeza. Pero ellas siguen dando vueltas. Incansables.

La ronda de las Madres es el lugar dónde ahogar las flaquezas, los miedos, es un sitio dónde los obstáculos se vuelven más pequeños. Es el círculo en el que empezó a derrumbarse la dictadura más sangrienta de nuestro país. Nada menos…”

La Ronda, en la mirada de Eduardo Longoni

Foto: Eduardo Longoni para la cobertura colaborativa de las rondas de las Madres de Plaza de Mayo.

La Ronda, en la mirada de Eduardo Longoni

Foto: Eduardo Longoni para la cobertura colaborativa de las rondas de las Madres de Plaza de Mayo.

La Ronda, en la mirada de Eduardo Longoni

Foto: Eduardo Longoni para la cobertura colaborativa de las rondas de las Madres de Plaza de Mayo.

La Ronda, en la mirada de Eduardo Longoni

Foto: Eduardo Longoni para la cobertura colaborativa de las rondas de las Madres de Plaza de Mayo.

Sobre Eduardo Longoni

“Trabajo con fotos, respiro fotografía, las imágenes me asaltan a cada paso. Con la cámara como pasaporte puede viajar por todo el mundo. Expuse mis imágenes en muchas galerías y museos alrededor del mundo, pero guardo un especial orgullo de haber sido uno de los fundadores de la exposición El Periodismo Gráfico Argentino allá por 1981, cuando todo era peligroso en nuestro país. Esa muestra, la más prestigiosa del fotoperiodismo argentino, sigue vigente hasta nuestros días con más de 30 ediciones”.

Seguir leyendo

LA NUEVA MU. La vanguardia

La nueva Mu
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Lo más leido