CABA
Empezó el diálogo: piden desmilitarizar Villa Mascardi
«Nunca esperamos la muerte de un hermano para que tenga que haber diálogo», dice a lavaca Luis Pilquiman, referente de la Coordinadora Mapuche de la Zona Andina, luego de constitución de una mesa de diálogo que se conformó para “intervenir en el conflicto y lograr un desenlace pacífico a la situación”. Fue convocada por representantes de la comunidad mapuche junto al Obispado de San Carlos de Bariloche y sumaron la participación de sindicatos, organismos de derechos humanos, diputados y la Universidad Nacional de Río Negro (la lista completa, debajo de la nota).
La mesa se conformó tras el desalojo en la zona de Villa Mascardi de miembros de la comunidad Lafken Winkul Mapu, ordenado el jueves 23 de noviembre el juez federal de Bariloche, Gustavo Villanueva. Ese día se detuvo a cinco mujeres y sus hijos y se las precintó, para lo que fueron necesarios 400 efectivos de las fuerzas de seguridad y un virtual sitio y militarización de la zona a 30 kilómetros de Bariloche.
Unas 15 personas más que acompañaban la ocupación huyeron hacia los bosques y cerros. El sábado 25 se produjo una nueva persecución y represión por parte del Grupo Albatros de Prefectura a cuatro personas. En ese momento las fuerzas de seguridad mataron por la espalda, cuando huía, a Rafael Nahuel, 22 años. Fue un disparo de bala 9 mm de plomo de una de las pistolas ametralladoras MS5 de los Albatros.
La actitud pacificadora que tuvo tras el crimen el juez Villanueva fue objetada por funcionarios oficiales (Patricia Bullrich, Germán Garavano, Mauricio Macri), pese a que todas las partes, incluso el Estado (a través del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas) parecen exhibir voluntad de diálogo. La mesa ha solicitado además que el directorio de Parques Nacionales, que de hecho inició la denuncia contra la ocupación, participe en los próximos encuentros.
La primera reunión se realizó este martes. Los puntos centrales del acta entregada por los integrantes de la mesa al juez Gustavo Villanueva:
- La Lof Lafken Winkul Mapu y las comunidades mapuche autoconvocadas manifiestan que sostendrán el control territorial del área y proponen el diálogo para llegar a una resolución del reclamo territorial.
- Plantean el retiro de la denuncia de Parques Nacionales a la comunidad para resolver la situación, la “urgente desmilitarización” de la zona, la garantía de seguridad a los que ingresan y egresan, y el freno a la imputación y a la criminalización de los detenidos que acompañaron a Rafael Nahuel.
- El INAI sugirió que la comunidad se retire del territorio para “avanzar en un diálogo fructífero” y que las personas estén “sujetas a derecho”.
- Los representantes mapuches y las organizaciones sociales solicitan garantizar la seguridad de las personas en la comunidad y la necesidad de enviarles alimentos y abrigo. Solicitan al INAI –como representante del Estado Nacional- que gestione que “corran los retenes” para acceder al lugar.
- Solicitan la libertad de los heridos detenidos. El INAI ofrece “poner a disposición los dispositivos” con los que cuenta la Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural para “revisar sus condiciones de detención y, entre otras cosas, solicitar la visita de la machi (que pueda ingresar el lawen”. La machi es una mujer considerada autoridad espiritual por el pueblo mapuche.
- Se estableció una reunión para mañana, 29 de noviembre, a las 11 horas en la sede de la Unión de Trabajadorxs de la Educación de Río Negro (UNTER), seccional Bariloche.

El documento firmado como compromiso a continuar la mesa de diálogo.
Amnesia oficial
La mesa de diálogo es la instancia que precisamente venían solicitando distintas comunidades mapuches no sólo previo a la muerte de Rafael Nahuel, sino desde el inicio del conflicto en Villa Mascardi. “Se lo pedimos a Parques Nacionales y al Instituto Nacional de Asuntos Indígenas”, especifica Luis Pilquiman.
“Pero la mesa no tuvo cauce político y el conflicto se judicializó, y pasó lo que pasó. Nunca esperamos una muerte de un hermano para que tenga que pasar”. Frente a los titulares que hablan de “enfrentamientos” y vinculan a los mapuches a la RAM, para Pilquiman la mesa “demuestra la voluntad de diálogo desde el primer momento”. Cuenta: “Distintas comunidades hicimos un espacio para trabajar el tema, solidarizarnos y convocar a dialogar. Veníamos trabajando en esa línea, que se desmadró con el desalojo”.
El mismo juez que firmó la orden de desalojo que derivó en la muerte de Rafael Nahuel a manos de Prefectura Nacional, ahora se muestra propenso al diálogo. Pilquiman analiza qué cambió: “Tenemos que hacer que lo tome y lo incorpore. Demasiados hechos violentos han ocurrido, y es un momento en que la justicia tiene que aplicar los derechos de la propiedad privada pero también los derechos de los pueblos indígenas. La balanza de la justicia está inclinada para un solo lado”.
El cambio de postura del juez Villanueva llevó al Gobierno a criticar su accionar, mientras los funcionarios repiten mecánicamente la teoría de que los mapuches son violentos. Por un lado parece una típica presión de los políticos a los jueces, con amnesia sobre la supuesta independencia de poderes.
El gobierno además mantuvo una actitud belicista, y con un crimen por la espalda confirmado, en lugar de separar como corresponde a los posibles autores hasta que se realice la investigación judicial, mantiene la postura de la señora Bullrich: “Nosotros le damos, a la versión de la Prefectura Naval, el carácter de verdad”.
Razona Luis Pilquiman: “Hay un montón de situaciones políticas y sociales que tienen que ver con los reclamos sociales. Están a la orden del día los actos represivos, luego hay una situación muy particular que tiene que ver con instalar que los mapuches somos belicosos, que es un fantasma que está más cerca del accionar de los servicios de inteligencia, que de los mapuche”. La sigla RAM agitada por los activistas mediáticos y funcionarios oficiales ha sido denunciada por las comunidades mapuches como un posible invento de los servicios de inteligencia chilenos y argentinos, para justificar luego las persecuciones a las comunidades indígenas.
La reacción en Bariloche
En el medio, los medios. Pilquiman se muestra no sólo consternado por la muerte de Rafael, sino asombrado por cómo los medios comerciales difundieron la noticia. “Toda la cuestión mediática, la comunicación que se hace lleva a que muchos ciudadanos comunes, bien intencionados pero muy mal informados terminan comprando una gran mentira. Yo debo destacar que el día domingo se realizó una marcha de esclarecimiento del hecho y la ciudadanía de Bariloche respondió contundentemente, muy numerosa y pacífica a la vez”.
Frente a las operaciones, los intereses y la muerte, Pilquiman cree que la verdad y la vida terminan saliendo a la luz. En ese sentido cierra el análisis sobre la mesa de diálogo, como un canal pacífico para encontrar una salida, y una oportunidad para convertir la muerte de Rafael en una discusión de fondo sobre la cuestión indígena: “Esperemos que de apoco se empiece a entender por qué se toman las tierras. Tiene que ver con la formación que tenemos, incluso nosotros, como argentinos. Hoy educar es desinformar. Hay que modificar esa situación, hay una necesidad de una revisión cultural de la formación de cada uno de nosotros. Si bien hay situaciones puntuales que nos preocupan, hay que apostar a reflexiones de largo plazo”.
Romper el diálogo es la muerte
“Es un ámbito necesario ante un clima de polvorín”, dice a lavaca Pablo Pimentel, titular de la APDH-La Matanza. “Es una vía que jamás se tendría que haber dejado de largo. Un ejemplo: por romper la mesa de diálogo en Cushamen con la Trochita se generó todo el clima que llevó a la represión del 10 de enero y, hasta ahí, no paró: la detención de Jones Huala, las sucesivas represiones, la desaparición de Santiago y, ahora, la represión el jueves en Bariloche y la muerte del sábado de Rafael Nahuel. Hay una seria responsabilidad de descomprimir y desmilitarizar a las comunidades mapuche en el territorio: el ámbito es muy importante porque es multisectorial e interreligioso, para garantizar que no haya nunca más una represión, que se alejen las fuerzas de seguridad y permitan ingresar al lugar”.
Pimentel subrayó la militarización que hay en Bariloche. “Desde el aeropuerto cruzamos al menos cinco retenes de PSA (Policía de Seguridad Aeroportuaria), Gendarmería Nacional, Prefectura y Policía Federal fuertemente pertrechados. Dicen que es por la reunión del G20, pero los vecinos dicen que el escenario está así desde hace meses, sobre todo después de la detención de Jones Huala y la desaparición de Santiago Maldonado. Y esto también lo confirmo yo, porque estoy viniendo desde enero para el sur”.
Sobre la comunidad en Villa Mascardi. “Nunca imaginaron que podría desencadenarse esto, y reafirma que la política del Gobierno es cazar a los mapuche que no se quieran someter a las prebendas del Estado, que no se da cuenta la conexión que hay entre los pueblos originarios y la tierra. Esta generación, la de los Facundo Jones Huala y los Rafael Nahuel, dijeron basta a todo esto, y están ejerciendo un derecho que es la recuperación territorial. Fue muy fuerte charlar con los protagonistas. Cuentan que fue una cacería: un ejército de línea pertrechado como para enfrentar a un ejército del ISIS, cuando en realidad había mujeres y hombres de la comunidad mapuche escapando”.
Este miércoles se producirá el segundo encuentro de la mesa de diálogo, también en la sede de UNTER (Unión de Trabajadoras y Trabajadores de la Educación de Río Negro).

Las firmas que sellan la mesa.
Los sectores que integran la mesa son los siguientes:
- Obispado de San Carlos de Bariloche
- Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI)
- Coordinadora del Pueblo Mapuche-Tehuelche de Río Negro
- Confederación Mapuche de Neuquén
- Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP)
- CTA Río Negro
- CTA Autónoma
- Colectivo Al Margen (Rafael Nahuel concurría a los talleres que el colectivo realizaba en los barrios).
- Defensora del Pueblo de Bariloche
- Abogados Derechos por la Igualdad
- Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) de La Matanza
- Universidad Nacional de Río Negro.
Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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