Nota
Empezó el diálogo: piden desmilitarizar Villa Mascardi
«Nunca esperamos la muerte de un hermano para que tenga que haber diálogo», dice a lavaca Luis Pilquiman, referente de la Coordinadora Mapuche de la Zona Andina, luego de constitución de una mesa de diálogo que se conformó para “intervenir en el conflicto y lograr un desenlace pacífico a la situación”. Fue convocada por representantes de la comunidad mapuche junto al Obispado de San Carlos de Bariloche y sumaron la participación de sindicatos, organismos de derechos humanos, diputados y la Universidad Nacional de Río Negro (la lista completa, debajo de la nota).
La mesa se conformó tras el desalojo en la zona de Villa Mascardi de miembros de la comunidad Lafken Winkul Mapu, ordenado el jueves 23 de noviembre el juez federal de Bariloche, Gustavo Villanueva. Ese día se detuvo a cinco mujeres y sus hijos y se las precintó, para lo que fueron necesarios 400 efectivos de las fuerzas de seguridad y un virtual sitio y militarización de la zona a 30 kilómetros de Bariloche.
Unas 15 personas más que acompañaban la ocupación huyeron hacia los bosques y cerros. El sábado 25 se produjo una nueva persecución y represión por parte del Grupo Albatros de Prefectura a cuatro personas. En ese momento las fuerzas de seguridad mataron por la espalda, cuando huía, a Rafael Nahuel, 22 años. Fue un disparo de bala 9 mm de plomo de una de las pistolas ametralladoras MS5 de los Albatros.
La actitud pacificadora que tuvo tras el crimen el juez Villanueva fue objetada por funcionarios oficiales (Patricia Bullrich, Germán Garavano, Mauricio Macri), pese a que todas las partes, incluso el Estado (a través del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas) parecen exhibir voluntad de diálogo. La mesa ha solicitado además que el directorio de Parques Nacionales, que de hecho inició la denuncia contra la ocupación, participe en los próximos encuentros.
La primera reunión se realizó este martes. Los puntos centrales del acta entregada por los integrantes de la mesa al juez Gustavo Villanueva:
- La Lof Lafken Winkul Mapu y las comunidades mapuche autoconvocadas manifiestan que sostendrán el control territorial del área y proponen el diálogo para llegar a una resolución del reclamo territorial.
- Plantean el retiro de la denuncia de Parques Nacionales a la comunidad para resolver la situación, la “urgente desmilitarización” de la zona, la garantía de seguridad a los que ingresan y egresan, y el freno a la imputación y a la criminalización de los detenidos que acompañaron a Rafael Nahuel.
- El INAI sugirió que la comunidad se retire del territorio para “avanzar en un diálogo fructífero” y que las personas estén “sujetas a derecho”.
- Los representantes mapuches y las organizaciones sociales solicitan garantizar la seguridad de las personas en la comunidad y la necesidad de enviarles alimentos y abrigo. Solicitan al INAI –como representante del Estado Nacional- que gestione que “corran los retenes” para acceder al lugar.
- Solicitan la libertad de los heridos detenidos. El INAI ofrece “poner a disposición los dispositivos” con los que cuenta la Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural para “revisar sus condiciones de detención y, entre otras cosas, solicitar la visita de la machi (que pueda ingresar el lawen”. La machi es una mujer considerada autoridad espiritual por el pueblo mapuche.
- Se estableció una reunión para mañana, 29 de noviembre, a las 11 horas en la sede de la Unión de Trabajadorxs de la Educación de Río Negro (UNTER), seccional Bariloche.

El documento firmado como compromiso a continuar la mesa de diálogo.
Amnesia oficial
La mesa de diálogo es la instancia que precisamente venían solicitando distintas comunidades mapuches no sólo previo a la muerte de Rafael Nahuel, sino desde el inicio del conflicto en Villa Mascardi. “Se lo pedimos a Parques Nacionales y al Instituto Nacional de Asuntos Indígenas”, especifica Luis Pilquiman.
“Pero la mesa no tuvo cauce político y el conflicto se judicializó, y pasó lo que pasó. Nunca esperamos una muerte de un hermano para que tenga que pasar”. Frente a los titulares que hablan de “enfrentamientos” y vinculan a los mapuches a la RAM, para Pilquiman la mesa “demuestra la voluntad de diálogo desde el primer momento”. Cuenta: “Distintas comunidades hicimos un espacio para trabajar el tema, solidarizarnos y convocar a dialogar. Veníamos trabajando en esa línea, que se desmadró con el desalojo”.
El mismo juez que firmó la orden de desalojo que derivó en la muerte de Rafael Nahuel a manos de Prefectura Nacional, ahora se muestra propenso al diálogo. Pilquiman analiza qué cambió: “Tenemos que hacer que lo tome y lo incorpore. Demasiados hechos violentos han ocurrido, y es un momento en que la justicia tiene que aplicar los derechos de la propiedad privada pero también los derechos de los pueblos indígenas. La balanza de la justicia está inclinada para un solo lado”.
El cambio de postura del juez Villanueva llevó al Gobierno a criticar su accionar, mientras los funcionarios repiten mecánicamente la teoría de que los mapuches son violentos. Por un lado parece una típica presión de los políticos a los jueces, con amnesia sobre la supuesta independencia de poderes.
El gobierno además mantuvo una actitud belicista, y con un crimen por la espalda confirmado, en lugar de separar como corresponde a los posibles autores hasta que se realice la investigación judicial, mantiene la postura de la señora Bullrich: “Nosotros le damos, a la versión de la Prefectura Naval, el carácter de verdad”.
Razona Luis Pilquiman: “Hay un montón de situaciones políticas y sociales que tienen que ver con los reclamos sociales. Están a la orden del día los actos represivos, luego hay una situación muy particular que tiene que ver con instalar que los mapuches somos belicosos, que es un fantasma que está más cerca del accionar de los servicios de inteligencia, que de los mapuche”. La sigla RAM agitada por los activistas mediáticos y funcionarios oficiales ha sido denunciada por las comunidades mapuches como un posible invento de los servicios de inteligencia chilenos y argentinos, para justificar luego las persecuciones a las comunidades indígenas.
La reacción en Bariloche
En el medio, los medios. Pilquiman se muestra no sólo consternado por la muerte de Rafael, sino asombrado por cómo los medios comerciales difundieron la noticia. “Toda la cuestión mediática, la comunicación que se hace lleva a que muchos ciudadanos comunes, bien intencionados pero muy mal informados terminan comprando una gran mentira. Yo debo destacar que el día domingo se realizó una marcha de esclarecimiento del hecho y la ciudadanía de Bariloche respondió contundentemente, muy numerosa y pacífica a la vez”.
Frente a las operaciones, los intereses y la muerte, Pilquiman cree que la verdad y la vida terminan saliendo a la luz. En ese sentido cierra el análisis sobre la mesa de diálogo, como un canal pacífico para encontrar una salida, y una oportunidad para convertir la muerte de Rafael en una discusión de fondo sobre la cuestión indígena: “Esperemos que de apoco se empiece a entender por qué se toman las tierras. Tiene que ver con la formación que tenemos, incluso nosotros, como argentinos. Hoy educar es desinformar. Hay que modificar esa situación, hay una necesidad de una revisión cultural de la formación de cada uno de nosotros. Si bien hay situaciones puntuales que nos preocupan, hay que apostar a reflexiones de largo plazo”.
Romper el diálogo es la muerte
“Es un ámbito necesario ante un clima de polvorín”, dice a lavaca Pablo Pimentel, titular de la APDH-La Matanza. “Es una vía que jamás se tendría que haber dejado de largo. Un ejemplo: por romper la mesa de diálogo en Cushamen con la Trochita se generó todo el clima que llevó a la represión del 10 de enero y, hasta ahí, no paró: la detención de Jones Huala, las sucesivas represiones, la desaparición de Santiago y, ahora, la represión el jueves en Bariloche y la muerte del sábado de Rafael Nahuel. Hay una seria responsabilidad de descomprimir y desmilitarizar a las comunidades mapuche en el territorio: el ámbito es muy importante porque es multisectorial e interreligioso, para garantizar que no haya nunca más una represión, que se alejen las fuerzas de seguridad y permitan ingresar al lugar”.
Pimentel subrayó la militarización que hay en Bariloche. “Desde el aeropuerto cruzamos al menos cinco retenes de PSA (Policía de Seguridad Aeroportuaria), Gendarmería Nacional, Prefectura y Policía Federal fuertemente pertrechados. Dicen que es por la reunión del G20, pero los vecinos dicen que el escenario está así desde hace meses, sobre todo después de la detención de Jones Huala y la desaparición de Santiago Maldonado. Y esto también lo confirmo yo, porque estoy viniendo desde enero para el sur”.
Sobre la comunidad en Villa Mascardi. “Nunca imaginaron que podría desencadenarse esto, y reafirma que la política del Gobierno es cazar a los mapuche que no se quieran someter a las prebendas del Estado, que no se da cuenta la conexión que hay entre los pueblos originarios y la tierra. Esta generación, la de los Facundo Jones Huala y los Rafael Nahuel, dijeron basta a todo esto, y están ejerciendo un derecho que es la recuperación territorial. Fue muy fuerte charlar con los protagonistas. Cuentan que fue una cacería: un ejército de línea pertrechado como para enfrentar a un ejército del ISIS, cuando en realidad había mujeres y hombres de la comunidad mapuche escapando”.
Este miércoles se producirá el segundo encuentro de la mesa de diálogo, también en la sede de UNTER (Unión de Trabajadoras y Trabajadores de la Educación de Río Negro).

Las firmas que sellan la mesa.
Los sectores que integran la mesa son los siguientes:
- Obispado de San Carlos de Bariloche
- Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI)
- Coordinadora del Pueblo Mapuche-Tehuelche de Río Negro
- Confederación Mapuche de Neuquén
- Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP)
- CTA Río Negro
- CTA Autónoma
- Colectivo Al Margen (Rafael Nahuel concurría a los talleres que el colectivo realizaba en los barrios).
- Defensora del Pueblo de Bariloche
- Abogados Derechos por la Igualdad
- Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) de La Matanza
- Universidad Nacional de Río Negro.
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
Nota
La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.
Por María del Carmen Varela
La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.
La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario. Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.
El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.
Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.
Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.
La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.
Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA
Domingos 18 y 25 de mayo, 20 hs
Más info y entradas en @perlaguarani
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