Sigamos en contacto

Nota

Enero autonómo 2005: Más allá del piqueturismo

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Voy al zoológico. Pago la entrada. Voy al kiosco de alimentos. Compro maníes. Voy a la jaula de los monos. Tiro los maníes y los monos, gozosos, se lo morfan. Vuelvo a mi casa, satisfecho. No pienso ni siquiera en el encierro del animal, ni en los barrotes, ni en el zoológico. Sólo en lo barato que me salieron los maníes que pusieron tan contentos a los monos. El párrafo pertenece a El Vasco, del MTD de Allen y solo se entiende con el título del taller que le dio marco: Más allá del piqueturismo. De esta manera, El Vasco resumía lo que para muchos era el quid de la cuestión de esa reunión: cómo lograr formas de solidaridad con relaciones recíprocas.

La organización Wogan había planteado el tema a partir de la experiencia del trabajo realizado durante un largo año en donde se dedicaron, precisamente, a visitar otro tipo de jaulas: algunos de sus integrantes fueron detenidos cuando realizaron una acción directa en la asamblea de accionistas de la multinacional Seaboard Co, responsable del violento desalojo de la comunidad Ava Guaraní de La Loma, en Hipólito Yrigoyen, Salta. Allí estaba, precisamente, Mónica y Lidia, dos integrantes de la comunidad invitadas especialmente a Enero Autónomo para participar de estas charlas que intentan avanzar en acciones de solidaridad internacional, creando redes contra el avance represivo y para apoyar luchas concretas.

Fue interesante escuchar la reflexión de los extranjeros presentes (norteamericanos, ingleses, españoles) acerca de la inspiración que encuentran en las luchas del Sur para librar batallas en su propio hemisferio. También la autocrítica hacia algunas puestas en práctica de estos intercambios que muchas veces están marcados por la desigualdad contra la cual, justamente, se intenta luchar. El “vienen, estudian y se van”, por ejemplo. El “llegan, filman y desaparecen”.

Jenny plantea que su opción ha sido crear lazos humanos para que aquello de “justicia global” dejen de ser sólo palabras. Tito, en cambio, considera que no es necesario financiar la vuelta al mundo para solidaridarse con luchas justas. ¿A qué distancia tiene que estar el sufrimiento antes de sentir la necesidad de solidarizarme?, pregunta. Ha visto, dice, mucha gente en tierras ajenas escapando de sus responsabilidades. “Nosotros estamos tratando de construir lo que aquí teneis: una forma de vida que corte lazos con el sistema. Nosotros en Europa no tenemos estas experiencias, somos dependientes y cómplices y no se trata de meterse seis meses en un proyecto ajeno para dejar de serlo. Nosotros tenemos recursos y no queremos perderlos. Y de alguna manera vemos aquí los beneficios de quienes se han quedado sin nada y han tenido que inventar nuevas formas de vida alternativas. Aquí teneis un montón de experiencias, tienen mucho para enseñarnos y esto no es un regalo, sino una responsabilidad. La gente del Sur es la que, sin duda, tiene más posibilidades de destruir este sistema que allá en el Norte todavía tenemos miedo de perder.”

Desde el piso, una criolla estudiante universitaria le responde: “No creo que sea una cuestión de Norte/Sur, sino de privilegios. Acá estoy yo, en Buenos Aires, en la universidad que me ha formado para tirarle maníes a los monos, tratando de desaprender a partir de entender no teorías, sino prácticas y experiencias”. Soledad, del MTD de La Matanza, plantea su experiencia de puertas abiertas y brazos generosos para recibir el aporte de extranjeros. “No queremos mercantilizar estas relaciones midiéndolas a partir de cuánto se lleva el otro y cuánto nos queda a nosotros. Queremos escuchar las preguntas que nos permiten también planteanos nuevas a nosotros, queremos relacionarnos con la heterogeneidad que nos enriquece”. Para Kaí, afroamericana de Resistencia Crítica, el planteo se reduce a dos cuestiones: una, si la solidaridad es algo recíproco y dos, si la información que proporcionan los movimientos (el flujo que siempre succiona el Norte) puede ser acumulada por el movimiento de resistencia global. Para eso, establece la diferencia entre personas aisladas y organizaciones. Las personas, activistas o no, pueden viajar y trasladar información que nadie más que él acumula. Las organizaciones pueden establecer, en cambio, trabajos recíprocos y con continuidad, que de alguna manera garantizan la igualdad del intercambio y la acumulación de las mutuas experiencias. Es entonces cuando El Vasco plantea la cuestión del zoológico. Y su solución práctica. ¿Alguien cree que se puede estrechar vínculos con un movimiento preguntando cuántos conejos cría o cuántas boinas teje? Nuestro capital son nuestros compañeros y la calidad de las relaciones humanas que logramos crear dentro del movimiento. En toda relación de este tipo hay dos partes y las dos son responsables del intercambio. En nuestro caso, podemos modificar una. Esa es nuestra responsabilidad. Podemos, por ejemplo, establecer prioridades. Si los compañeros de la UTD de Mosconi, los hermanos Ava Guaraní o los mapuches del Sur de Chile (todos presentes en la reunión) tienen graves problemas de represión y corren riesgos sus territorios y sus vidas ¿para qué vamos a recibir delegaciones extranjeras en Allen, donde en este momento no estamos pasando este tipo de urgencias? Fue el momento en que los tres movimientos nombrados expusieron sus urgencias y necesidades. Mañana, por la mañana, el taller avanzará sobre cómo priorizarlas.

Nota

De la idea al audio: taller de creación de podcast 

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Todos los jueves de agosto, presencial o virtual. Más info e inscripción en [email protected]

Taller: ¡Autogestioná tu Podcast!

De la idea al audio: taller de creación de podcast 

Aprendé a crear y producir tu podcast desde cero, con herramientas concretas para llevar adelante tu proyecto de manera independiente.

¿Cómo hacer sonar una idea? Desde el concepto al formato, desde la idea al sonido. Vamos a recorrer todo el proceso: planificación, producción, grabación, edición, distribución y promoción.

Vas a poder evaluar el potencial de tu proyecto, desarrollar tu historia o propuesta, pensar el orden narrativo, trabajar la realización sonora y la gestión de contenidos en plataformas. Te compartiremos recursos y claves para que puedas diseñar tu propio podcast.

¿A quién está dirigido?

A personas que comunican, enseñan o impulsan proyectos desde el formato podcast. Tanto para quienes quieren empezar como para quienes buscan profesionalizar su práctica.

Contenidos:

  • El lenguaje sonoro, sus recursos narrativos y el universo del podcast. De la idea a la forma: cómo pensar contenido y formato en conjunto. Etapas y roles en la producción.
  • Producción periodística, guionado y realización sonora. Estrategias de publicación y difusión.
  • Herramientas prácticas para la creación radiofónica y sonora.

Modalidad: presencial y online por Zoom
Duración: 4 encuentros de 3 horas cada uno
No se requiere experiencia previa.

Docente:

Mariano Randazzo, comunicador y realizador sonoro con más de 30 años de experiencia en radio. Trabaja en medios comunitarios, públicos y privados. Participó en más de 20 proyectos de podcast, ocupando distintos roles de producción. También es docente y capacitador.

Seguir leyendo

Nota

Darío y Maxi: el presente del pasado (video)

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Hoy se cumplen 23 años de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki que estaban movilizándose en Puente Pueyrredón, en el municipio bonaerense de Avellaneda. No eran terroristas, sino militantes sociales y barriales que reclamaban una mejor calidad de vida para los barrios arrasados por la decadencia neoliberal que estalló en 2001 en Argentina.

Aquel gobierno, con Eduardo Duhalde en la presidencia y Felipe Solá en la gobernación de la provincia de Buenos Aires, operó a través de los medios planteando que esas muertes habían sido consecuencia de un enfrentamiento entre grupos de manifestantes (en aquel momento «piqueteros»), como suele intentar hacerlo hoy el gobierno en casos de represión de sectores sociales agredidos por las medidas económicas. Con el diario Clarín a la cabeza, los medios mintieron y distorsionaron la información. Tenía las imágenes de lo ocurrido, obtenidas por sus propios fotógrafos, pero el título de Clarín fue: “La crisis causó 2 nuevas muertes”, como si los crímenes hubieran sido responsabilidad de una entidad etérea e inasible: la crisis.

Darío y Maxi: el presente del pasado (video)

Darío Santillán.

Darío y Maxi: el presente del pasado (video)

Maximiliano Kosteki

Del mismo modo suelen mentir los medios hoy.

El trabajo de los fotorreporteros fue crucial en 2002 para desenmascarar esa mentira, como también ocurre por nuestros días. Por aquel crimen fueron condenados el comisario de la bonaerense Alfredo Franchiotti y el cabo Alejandro Acosta, quien hoy goza de libertad condicional.

Siguen faltando los responsables políticos.

Toda semejanza con personajes y situaciones actuales queda a cargo del público.   

Compartimos el documental La crisis causó 2 nuevas muertes, de Patricio Escobar y Damián Finvarb, de Artó Cine, que puede verse como una película de suspenso (que lo es) y resulta el mejor trabajo periodístico sobre el caso, tanto por su calidad como por el cúmulo de historias y situaciones que desnudan las metodologías represivas y mediáticas frente a los reclamos sociales.

Seguir leyendo

Nota

83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

Publicada

el

Pablo Grillo
Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

83 días.

Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.

83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.

83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.

83 días y seis intervenciones quirúrgicas.

83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo. 

83 días hasta hoy. 

Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro. 

Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”. 

Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).

Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca. 

El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”. 

La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».

La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería. 

Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.

Esta es parte de la vida que no pudieron matar:

Seguir leyendo

Lo más leido

Anticopyright lavaca. Todas nuestras notas pueden ser reproducidas libremente. Agradecemos la mención de la fuente.