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Entrevista a Gianni Miná

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Es el periodista italiano que más conoce América Latina. Y en esta cita con lavaca, en Roma, expone su visión, punto por punto: Fidel, Lula, Chávez, la Argentina, la vieja izquierda, la nueva derecha, la guerra imperial y el nuevo rol de los medios de comunicación. Dice Miná: «Estamos en un momento de transición, donde tienen que aparecer nuevos dirigentes que acepten que su papel no implica privilegios. Donde hay que crear una realidad política que sustituya la lógica y los ritos de los viejos partidos. Que sea algo que venga de las bases y que combata los hechos cotidianos, no tanto con la justificación de una teoría ideológica. Los nuevos movimientos tiene potencialidad. El problema es cómo buscan la organización y a los líderes. No es poco».
Miná escribió Historias de América, Marcos y la insurrección zapatista y Un Mundo Mejor es posible, entre otros libros. Trabajó durante más de cuarenta años en la RAI y ahora prepara un documental sobre el mítico viaje que Ernesto Che Guevara realizó en motoneta por todo el continente. Este viernes presentó en Roma el número 82 de su revista-libro Latinoamérica bajo el subtítulo La infamia de la Guerra. Allí reúne artículos y entrevistas a Adolfo Pérez Esquivel, Eduardo Galeano, Hugo Chávez, Frei Betto, entre otros célebres personajes. «Las páginas internacionales de los medios italianos ignoran a Latinoamérica. Creen que lo único importante es lo que pasa en Europa. Sin embargo, los autores mas leídos aquí son García Márquez, Sepúlveda, Galeano y Paco Taibo. Y se escucha más música latina que el rock», dice a la hora de explicar las razones de este obstinado proyecto. Poco después de verse con su amigo Diego Maradona – «lo vi mejor, le hizo bien reencontrarse con su hijo»-, concedió esta entrevista donde habla de sus temas preferidos : el movimiento de resistencia global y, por su puesto, Latinoamérica.
 
– ¿Cómo impactó la guerra en el movimiento no global?
– La guerra fortaleció al movimiento no global, porque una de sus gritos más fuertes fue el no a la guerra. Al movimiento intentaron reprimirlo, pensaron que podían borrarlo con la intervención policial. Pasó en Seattle, pero sobre todo en Génova, cuando se reunió el G8. Pienso que ese fue un ensayo de la comunidad atlántica. El comportamiento de la policía italiana en Génova no tiene precedentes en los últimos 25 años: asaltó la escuela donde dormían los militantes, llevaron una botella molotov para decir que eran violentos, mataron. En febrero 2003, en Porto Alegre, se vio que los músculos empiezan a dar impulsos. Esto pone en crisis hasta algunos de los partidos de la izquierda.
– ¿Por que?
– Porque el movimiento no respeta los ritos de los partidos de izquierda, el modo con el cual los partidos le dice a la gente lo que tiene que pensar, hacer. Es todo mucho más espontáneo, instintivo. Claro, ese también es el límite del movimiento: no tiene líderes, no tiene una organización. Y, a la vez, expande su presencia en todos los países. Y algunas veces puede más que una acción de la política. Los movimientos llevaron un millón de personas contra la guerra en Roma, usando un lenguaje menos retórico y diplomático que los partidos políticos. La guerra fue absurda e inútil, hasta ahora estamos esperando saber donde están las armas de destrucción masiva y químicas que fueron la justificación de la guerra. Creo que la deshonestidad de esta guerra hizo crecer al movimiento internacional.
– Nunca en la historia tanta gente se movilizó en el mundo contra una guerra. Sin embargo, George Bush llevo su plan hasta el final.
– Esto no tiene nada que ver con las fuerzas del movimiento. Una guerra decidida por las transnacionales del petróleo, las armas y la energía y por un gobierno donde cuatro de los miembros de su gabinete eran managers de compañías de petróleo y armas, no la frena ni Dios. Esto ya estaba decidido, a pesar de cualquier cosa. La realidad es que el movimiento no global solo puede poner al poder contra el rincón, pero no lo puede parar. También el Papa fue un derrotado, porque a pesar de su diplomacia y sus tentativas públicas y privadas no pudo frenar la guerra. Creo que hoy no hay ninguna fuerza del mundo que puede parar esto. Solo el miedo, cuando existían los países socialistas, podía pararlo. Era el miedo que generaban con la bomba atómica. Tanto es así, que Corea del Norte que cuenta con la bomba atómica y con una actitud amenazante, no tiene el mismo tratamiento de Irak.
– Entonces, ¿a qué tiene que aspirar el movimiento de resistencia global?
– Debe luchar por una nueva realidad política en los distintos países, con objetivos menos ideológicos y más prácticos. Cuando los partidos de la ex izquierda italiana aceptan determinadas políticas económicas, dejan de ser de izquierdas, más allá de la ideología que profesen. Progresista es quien quiere una mejor distribución de la riqueza en el mundo, quien rechaza que un millón y medio de personas no tengan agua potable, el que no acepta la rapiña de los países del Norte sobre los del Sur, el que sostiene que los gastos sociales de un estado son indiscutibles. Se es progresista si se habla de la dignidad de la persona, el primer paso para la democracia. Si los partidos de izquierda aceptan la precariedad del trabajo en todo el mundo pierden su esencia. El derecho y el trabajo son los dos pilares de la dignidad humana. La economía sostiene que no es posible tutelar y proteger a todo el mundo. Pero la economía la crean los hombres. Entonces, en el mejor de los casos, estos hombres se equivocan. En el peor de los casos, son personas que decidieron suprimir una parte de la humanidad, porque según ellos un Dios decidió que unos pueden vivir y otros no.
– ¿Por qué la izquierda y el movimiento de resistencia global no logran articular sus trabajos si comparten las banderas? ¿Solo por la autonomía o el espontaneismo del movimiento que mencionó anteriormente?
– Los partidos tienen miedo que se acaben sus privilegios. Estamos en un momento de transición, donde tienen que aparecer nuevos dirigentes que acepten que su papel no implica privilegios. El ex partido comunista italiano, hoy Democracia de Izquierda, todavía tiene un aparato donde los funcionarios eligen las autoridades, no el pueblo. Si elige el aparato y no la gente, se traiciona el ideal de izquierda. Yo estoy seguro de que muchos de estos dirigentes no hubieran sido elegido si votaran las bases, la calle. Hay que crear una realidad política que sustituya la lógica y los ritos de los viejos partidos. Que sea algo que venga de las bases y que combata los hechos cotidianos, no tanto con la justificación de una teoría ideológica. Los nuevos movimientos tienen potencialidad, el problema es cómo buscan la organización y a los líderes. No es poco.
– ¿Y tienen que disputar el poder?
– Sí. Y prontamente.
– ¿No cree en lo que dice John Holloway: cambiar el mundo sin tomar el poder?
– Son utopías o esnobismos intelectuales. Hay que cambiar y tomar el poder. Democráticamente, pero tomándolo.
– ¿Cuál cree que debería ser el rol de los intelectuales para cambiar el mundo?
– Tendrían que exprimir ideas alternativas. Si los partidos progresistas actuaran de buena fe, aceptarían sus ideas. No los verían como un regodeo intelectual, sino como cerebros de renacientes partidos de la izquierda.
– Italia tiene un movimiento de intelectuales importantes, como los Girotondi, que encabeza el cineasta Nanni Moretti, ¿por qué usted no lo integra?
– Yo los veo con simpatía. Pero no estoy con ellos porque pienso que para que un periodista sea creíble no tiene que estar en ningún movimiento de manera militante. Ya los periodistas de derecha están vinculados de una manera ambigua del poder, creo que no tenemos que repetir el error.
– Usted dice que los Girotondi no son bien vistos por los partidos de izquierda. ¿Por qué tampoco son los referentes de los nuevos movimientos sociales?
– Un poco lo son. Existe cierta indiferencia o desconfianza de la gente sobre muchos intelectuales que guían movimientos como los Girotondi. Los sienten lejanos. Por un lado, no existen líderes en los partidos y por otro, a esta gente la siente lejana, hablan un lenguaje que no entienden. La gente tiene que intentar comprender a los intelectuales y los intelectuales salir de la torre de marfil.
– ¿No será porque muchos intelectuales progresistas, arriados por el poder, trabajaron para el neoliberalismo?
– Muchos se vendieron por intereses: a Cardoso (el ex presidente de Brasil) le interesaba ser profesor de la Sorbona. Hace ocho años era todavía un ideólogo de la izquierda. Yo no conozco muchos los procesos por los que ex comunistas terminaron en la derecha. Quizá ya eran de derecha cuando eran comunistas. Muchos tienen remordimientos: Castaneda, el ministro de Fox, trabajó para los servicios cubanos. Son remordimientos de una juventud rebelde. Un intelectual no tendría que aceptar ser confidente de servicio de inteligencia de un país: pierde su idea de libertad.
– Como intelectual de izquierda, ¿le generan contradicciones las ejecuciones de Fidel Castro?
– La única manera de abordar estos personajes son los hechos, las cifras, los datos. Con esto no se puede tener doble moral. Si ataco a Cuba por los 420 prisioneros políticos que denuncia Amnesty -y que es legítimo que lo haga porque es inaceptable que existan- no puedo olvidar que en el mismo continente Perú tiene 12.000 encarcelados políticos. O que en las prisiones de México desaparecieron 200 personas en los últimos dos años sin que nadie sepa decir donde están. O que el presidente del parlamento de Guatemala sea un general genocida. El trabajo de información debe ser general, no solo el que conviene a los países de Europa que quieren parecer democráticos. Si Fidel Castro reprime en nombre del comunismo no está bien, pero sí se puede hacer en nombre del capitalismo. Mi trabajo fundamental es estar siempre buscando documentos, datos, cifras, realidades. Yo no justifico la pena de muerte, para mí es inaceptable. Pero la explico, porque en menos de dos años encarcelaron a penas inmorales a cinco cubanos, no respetaron el acuerdo de 20.000 visas norteamericanas, logrando así que haya cubanos que se quieren ir y no pueden, para crear problemas. Además, enviaron a un jefe de la oficina de intereses de los Estados Unidos con 52 millones de dólares para organizar la oposición. Cuando estas sitiado, se comenten errores. El mundo tendría que rechazar las condena de Fidel Castro de la misma manera que tendría que rechazar la guerra sucia de Bush. Porque intelectuales como Dorfman, Rigoberta Menchu, Pérez Esquivel, Galeano, Sepúlveda, Giardinelli firmaron un documento donde alertan al mundo sobre que los Estados Unidos puede realizar acciones militares contra Cuba, ¿Están locos? Evidentemente tienen alguna prueba. Desgraciadamente, los cubanos se pusieron fuertes para generar miedo. Terrible, no es justificable.
– ¿Y cual es su posición respecto de Chávez?
– Con mucha sinceridad digo que tengo prejuicio con los militares, por lo que hicieron en la Argentina, Uruguay, Chile. Comprender si es un militar aceptable es muy difícil. Entreviste a Chávez y no es banal, no es un loco, su discurso no es mero populismo. Ahora hay que verlo en la práctica. La guerra que le está haciendo la oligarquía local, que se robaba el petróleo, es muy fuerte. Y esa oligarquía tiene la ayuda los Estados Unidos. La esperanza es que no conteste de manera antidemocrática. Podemos decir que es demagogo, populista. Pero está elegido dos veces en cuatro años y realizó un plebiscito que ganó con el 80 por ciento.
– Cuando las diferencias son tan abrumadoras se puede desconfiar del espacio existente para la pluralidad en una sociedad
– Si, uno desconfía, es verdad. Pero llegó después de Caldera y Pérez, dos de los más tramposos políticos de América Latina. Carlos Andrés Pérez, que tiene 80 años, salió de la presidencia como el quinto hombre más rico de América Latina. Pero es cierto, cuando la elección es abrumadora uno desconfía un poco. Pero espero para ver, antes de juzgar a Chávez.
– La Argentina fue una esperanza para los movimientos de resistencia global de todo el mundo ¿cómo evalúa estos resultados electorales?
– Cuando yo fui el año pasado a la Argentina, poco después de los hechos de diciembre, vi una situación desesperante, pero también una gran fiebre. Típica del carácter argentino, esta capacidad de reacción, de orgullo. Fui a dos manifestaciones, vi que la gente estaba harta hasta con los legisladores decentes. No distinguía entre decentes y no decentes. Todo esto me hizo esperar que surgiera algo nuevo, el famoso que se vayan todos. Cuando empecé a ver que los candidatos eran tres peronistas y uno, un neoliberal salvaje como López Murphy, empecé a pensar que los argentinos están en una contradicción profunda. Esa contradicción permitió que los peronistas acepten que Menem traicione el ideal social del peronismo y gobierne como un neoliberal salvaje, que vendió a bajo costo el país. Cuando vi que Menem tuvo el 24 por ciento de los votos, sentí miedo por el ballottage. Me tranquilice cuando vi que mis amigos argentinos me decían que el 70 por ciento, por no verle la cara a Menem, iban a votar a este «señor nadie», imprevistamente aparecido en el Perito Moreno. Hasta ahora para mí, lector extranjero, el nuevo presidente tiene un único mérito: dicen que es honesto. Después de lo que vivimos en Italia y de lo que vivió la Argentina, eso ya es algo importante. Pero no puedo olvidar que el gran esponsor de Kirchner es Duhalde, una persona muy discutible, con muchas argucias. Ahora, espero con buena voluntad que Kirchner sea distinto a Menem y atienda lo social, como el peronismo le debería sugerir si todavía es una cosa seria. Además, tiene que quitarse de encima a los Estados Unidos, reforzar el Mercosur y hacer un trabajo conjunto con Lula, con Lagos en Chile y el Frente Amplio, si gana las elecciones uruguayas. Debe crear una economía independiente. En verdad, no se puede tener hoy una economía independiente, pero por lo menos con autonomía.
– ¿Porque que cree que la efervescencia social argentina no logró renovar su clase dirigente?
– Por la debilidad de la izquierda argentina, por la ausencia de información adecuada, porque los movimientos sociales eran nuevos y no tienen 20 años como el PT, en Brasil. Hay que ver si estos movimientos se solidifican, se unen o si se pierden todo. El poder intentará hacerlos volar. Tal vez esperábamos algo que no se corresponde con los argentinos. Porque al final, los argentinos aceptaron al segundo Perón, a la Triple A, a los generales.
– Tal vez no haya que olvidar que ahora el 40 por ciento votó por López Murphy o Menem, dos candidatos cuya campana se basó en la necesidad de mano dura.
– Uno es el autor material y otro el teórico de la economía que mató a la Argentina. Esto da qué pensar. Significa también que los partidos tienen una organización territorial muy fuerte. Hay un problema universal, una crisis mundial de la dirigencia. Nosotros en Italia tampoco tenemos nuevos líderes.
– ¿Es un problema de personas o de sistemas?
– El sistema de partidos está viejo. Es un problema que excede a la izquierda, también lo sufre la derecha. Fijate en Italia, Berlusconi gana por su fuerza mediática. Pero en los pequeños pueblos pierden porque la credibilidad de la persona que se conoce en las comunas, es más fuerte que la propaganda mediática. Sin embargo, ninguna de estas personas llegan al parlamento o a nivel nacional.
– ¿Porque cree que la izquierda argentina no logró ponerse al frente de las demandas sociales ni siquiera cuando el neoliberalismo mostró su verdadera cara?
– Sí, la de la fábrica de miserias. Al mundo moderno lo manejan los medios de comunicación. Y está claro que el 80 por ciento de esos medios, en América latina, están en manos de la derecha. Y faltando información, no hay creación de una conciencia ni comprensión de los propios derechos. No es solo un fenómeno latinoamericano. En Europa ya tampoco existen los editores puros, los que crean un medio de información por el placer de hacer un medio de comunicación. Ahora son managers que crean radios, televisiones o diarios o los compran, para sostener otros negocios que tienen en otros sectores de la economía. Los medios le sirven como un megáfono para impulsar sus intereses privados. Esto es un límite enorme para la izquierda. En los próximos diez años ganará los que manejan los medios.
– Lula ganó en Brasil sin manejar los medios.
– El trabajo de Lula duró 20 años. El PT era un partido de protesta, hasta de la izquierda. El alma del PT era católica progresista, hoy están marxistas, laicos, verdes, socialistas. Este aglutinamiento en Italia todavía no existe. Lula tuvo que perder tres elecciones para ganar la cuarta. Tuvieron que elegir a Collor de Melo, que a los dos años lo echaron por corrupción. Cardoso, el gurú de la izquierda, vendido a la derecha, como muchos intelectuales europeos. No hizo ni siquiera la reforma agraria que en Europa se hizo a fin del 800. En América Latina todavía existe gente que es dueña de tanta tierra como tres regiones italianas, y la dejan sin cultivar. Y tienen escuadrones de la muerte que disparan a los Sin Tierra, que ya suman diez millones. Tuvo que suceder todo esto para que Lula ganar, por eso digo que para que algo así suceda en la Argentina tendrá que pasar tiempo.
– ¿Cree que Lula podrá cumplir con sus promesas? Ya hay un sector del PT que lo critica con dureza.
– Creo que esos son integristas. Hay que tener en cuenta que si no se maneja con equilibrio con las grandes organizaciones internacionales esto termina pronto. Frai Beto, teólogo de la Liberación, uno de los cerebros finos que tiene a su lado Lula, me dijo hace poco: «Ustedes, progresistas europeos, están a nuestro lado, borrachos de felicidad porque nosotros ganamos. Si ustedes estarán con nosotros dentro de dos años, significará que son amigos verdaderos. Porque dentro de dos años puede ser que a nosotros quieran ponernos de espaldas contra el muro, como hicieron con Allende, como quisieron hacer con Chávez». Es verdad que Brasil tiene más fuerza, es un país grande, con muchas ciudades gobernadas por la izquierda, con experimentos como la democracia participativa. Pero no será fácil para Lula. Tendrá que hacer la reforma agraria, no entrar en el Alca tal como está planteado, tendrá que hacer un manejo estatal del petróleo favorable al Brasil. Todo eso entra en contraste con el deseo de los Estados Unidos. Y ellos están preocupados por América latina, sienten que está pasando algo. Saben que Lula es uno de los símbolos del cambio. También esta Chávez, Gutiérrez en Ecuador, el Frente amplio en Uruguay, la posibilidad que la izquierda gane en Bolivia. Toda esta situación puede hacerles pensar que Lula no es conveniente.

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Escritos sobrevivientes: Un nuevo libro escrito por ex detenidos desaparecidos

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Este 24 de marzo, a 49 años del golpe, la editorial lavaca publica Escritos sobrevivientes, un libro creado junto a un grupo de personas que estuvieron secuestradas y desaparecidas en distintos centros clandestinos de represión durante la última dictadura militar. Se presenta el próximo viernes 28, pero ya podés pasar a buscarlo por MU (Riobamba 143) desde hoy. En este texto, Claudia Acuña cuenta qué representa esta obra parida en colectivo y en medio de aires negacionistas.

Por Claudia Acuña

Este libro representa muchas cosas y todas y cada una nos parecen decisivas para estos tiempos desesperados.

Ni sé por dónde comenzar a enumerarlas, así que sin orden de importancia ni cronológico enumero algunas, aunque sin duda me faltarán otras que invito a que completen quienes lo lean.

Lo primero, para mí, es reconocer el valor social, político, histórico y ético que merecen las personas detenidas-desaparecidas por la dictadura cívico militar que azotó este país desde el 24 de marzo de 1976. No olvidamos esa fecha gracias a ellas, pero no siempre se las nombra con la relevancia que han tenido para construir verdad, justicia y memoria.

A algunas de ellas he tenido el honor de escucharlas y verlas testimoniar en los juicios de lesa humanidad, pero también en los diferentes procedimientos contra la impunidad que crearon y sostuvieron para que esos juicios sucedan.

Una y otra vez.

Una y otra vez.

Una y otra vez.

Hasta lograrlo.

Solo a una pude agradecerle con palabras y lágrimas el esfuerzo, el coraje y el legado que recibíamos por su esfuerzo, pero fundamentalmente por sus vidas consagradas a hacer posible lo imposible. Fue en la puerta de los tribunales de Comodoro Py, mientras los altoparlantes transmitían la primera condena a los genocidas responsables del centro de detención clandestino y de tortura que funcionaba en la Esma. Ahora, con este libro queremos extender esas gracias a cada una, a cada uno.

Sé, porque comprendí la lección que nos daban, que no puedo afirmar que lo hicieron solo ellas, ellos. Esa es otra de las cosas que representa este libro: el saberse parte – y reconocerlo siempre- de algo más grande, más importante y más trascendente no solo del yo, sino incluso del núcleo colectivo en el que nos organizamos, reflexionamos y tomamos fuerza para resistir. Nuestras fuerzas individuales y nuestras construcciones políticas suman, activan, empujan, pero alcanzan sus objetivos cuando sincronizan con la necesidad social, con la época y con la Historia. Tienen alas porque tienen raíces y mueven al mundo hacia lugares mejores porque se sabe más grande y más poderosa que lo que nos rodea.

Eso que aquí las y los autores definen como “subjetividad sobreviviente” nos advierte eso: somos nuestros cuerpos y la sombra que proyectan, lo que hacemos y lo que soñamos, nuestras obras y nuestra imaginación, nuestros saberes y nuestra intuición, pero también y además aquellos cuerpos, proyecciones, hechos, batallas ganadas y perdidas, que nos anteceden y desbordan para fortalecernos y sostenernos de pie. Aquello que ilumina la oscuridad es la memoria sensible: de eso se trata este libro, además.

Otra: el valor de las utopías. En los momentos más aterradores hemos gritado “Aparición con vida y castigo a los culpables”. Bueno: la noticia es que hemos tenido éxito y aquí están las personas que cuando pronunciábamos esas palabras mágicas no podíamos abrazar. Algunas de ellas son las que el tercer sábado de cada mes vimos ingresar a nuestra trinchera durante el largo y desalentador año 2024. Para nosotros ese taller de escritura significó una cita con la esperanza, cada vez. Y una comprobación: el futuro se construye con el hacer colectivo, cada vez.

Por último: este no es un libro de testimonios sobre el horror de la dictadura, sino su contracara o quizá, lo que se puede pensar después de cruzar el abismo de la impunidad.

Quizá.

Me falta todavía superar la alegría de haberlo logrado, de sostener con las manos esta pequeña utopía realizada en tiempos de saqueo de recursos simbólicos y materiales, en las cuales sólo proponerlo sonaba casi irresponsable, para poder encontrar las palabras certeras, que expresen lo que representa que personas empobrecidas y violentadas podamos hacer lo que querramos financiadas sólo por el deseo y la convicción, que siempre es política.

Quizá la palabra exacta sea una sola: Argentina.

La presentación

Escritos sobrevivientes y compila una serie de textos producidos en un taller de escritura que tuvo lugar en MU durante 2024. Estos relatos abordan historias marcadas por lo que el grupo denomina «subjetividad sobreviviente». El resultado es un conjunto de textos poéticos, políticos y filosóficos, de una potencia y belleza conmovedoras.

Participan: Rufino Almeida, Margarita Fátima Cruz, Graciela Daleo, Lucía Fariña, Mercedes Joloidovsky, Eduardo Lardies, Susana Leiracha, María Alicia Milia, Claudio Niro, Silvia Irene Saladino, Stella Maris Vallejos e Inés Vázquez.

Así lo resumen sus autoras y autores: «Un grupo de compañeras y compañeros, ex detenidos desaparecidos por el terrorismo de Estado, nos reunimos en un taller de escritura para crear textos enfocados en la subjetividad sobreviviente, mientras la voz del poder alimenta el negacionismo y la reiteración del sufrimiento popular por variados medios».

El libro se presentará el próximo viernes 28 de marzo a las 20 horas en Mu Trinchera Boutique, Riobamba 143.

Podés conseguirlo desde hoy, 24 de marzo, también en MU.

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La Justicia esquiva la causa por el disparo a Pablo Grillo: “Hasta ahora no se investigó nada”

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La recuperación de Pablo “es muy rápida” pero la investigación sobre su intento de asesinato, muy lenta, o directamente inexistente. Qué dijo el padre hoy frente al Hospital Ramos Mejía donde Pablo sigue pelando por su vida, aún en terapia intensiva pero con avances prometedores, y las abogadas del caso que presentaron ante la Justicia: primero Servini de Cubría y luego el candidateado a la Corte Ariel Lijo rechazaron la causa, y ahora se sortea en la Cámara Federal de Casación a qué juez le tocará investigar a quien le disparó y a sus superiores jerárquicos. Los dichos de Adorni en conferencia de hoy, y quién cortó el diálogo con la familia; las pruebas que se pidieron y las que se aportaron; y el texto de la presentación judicial en la que la familia pide ser querellante, con las pruebas que aportamos desde decenas de medios, fotoperiodistas y organizaciones sociales.

Por Francisco Pandolfi

Pablo Grillo todavía no está fuera de peligro, pero la mejoría día a día, paulatina y constante, le permite a la familia hablar ya no sólo de su estado de salud. Hasta hoy, el único foco era la supervivencia de este fotógrafo de 35 años impactado por una granada de gas lacrimógeno, fuera de toda legalidad, por las fuerzas de inseguridad comandadas por la ministra Patricia Bullrich.

La pérdida de masa encefálica y la fractura de cráneo con la que llegó de urgencia al Hospital Ramos Mejía –el miércoles 12 de marzo, cuando se desató la represión en la marcha por las paupérrimas condiciones en las que viven las y los jubilados–; la primera operación esa misma noche en la que se bajó la presión intracraneal y se le reconstruyó algo del tejido. Las pupilas que empiezan a reaccionar bien. La merma en la sedación. Los primeros movimientos – prematuros e inesperados por los propios médicos–. Otra operación por un derrame que es revertido a tiempo. La baja de los glóbulos blancos como síntoma de la baja en la infección. Y a solo una semana del disparo, Pablo abre los ojos. Y le sacan el respirador para ver cómo reacciona y lo hace agarrándole la mano a la mamá. Y por si fuera poco le susurra las palabras más hermosas a su papá: “Hola, viejo”. 

Pablo continúa en terapia intensiva, en estado crítico, pero respondiendo bien neurológica y físicamente. “Es asombroso el nivel de avance que tuvo”, dice Fabián, su viejo, con los ojos emocionados e incrédulos por la mejoría impensada en tan poco tiempo. Esa sucesión de buenas noticias las que posibilitan a la familia convocar este viernes a una conferencia de prensa «para contar novedades en la causa judicial».

Primero, habla Fabián, su papá, sobre la salud de Pablo: “Las novedades son que está estable, por lo tanto es bueno. Está con los ojos abiertos y sigue sin respirador”.

En la conferencia de prensa convocada por la familia de Pablo Grillo, fotógrafo que fue impactado por una granada de gas lacrimógeno lanzada por las Fuerzas comandadas por Patricia Bullrich, Fabián, su papá, habló sobre la salud de su hijo.

www.lavaca.org (@revistamu.bsky.social) 2025-03-21T19:35:39.538Z

Fabián lleva puesta una remera azul, con letras blancas que dicen: “Justicia por Pablo Grillo”. Se lo nota cansado, pero más distendido. Se ríe cuando cuenta: “Tengo un video con saludos de (Ricardo) Bochini, veremos si los médicos nos permiten que se lo pasemos. Si lo escucha al Bocha, va a volver a hablar seguro Pablo”. Mantiene los pies sobre la tierra: “Todavía la situación es grave: está en terapia y con riesgo de vida. Pero en ese marco todo lo que estuvo ocurriendo es favorable. A todos nos sorprendió su evolución. Incluso los médicos manifiestan que la evolución que está teniendo es asombrosa. Es muy rápida”.

Este jueves, el vocero presidencial Manuel Adorni dijo que el diálogo con la familia quedó roto desde que el padre de Pablo acusó a Bullrich de ser cómplice. Fabián le responde: “Nosotros no cortamos nada porque nunca existió el diálogo. Lo mío fue una respuesta a una declaración mentirosa de Bullrich, por tanto si es que alguien cortó el diálogo fueron ellos. Yo estoy dispuesto a escuchar, si alguien me llama”. Y agregó: “A esta altura no lo espero (ese llamado). Espero poco. Pero demostraría que tienen todavía un grado de humanidad”. 

En relación a las mentiras de Bullrich sobre el trayecto del proyectil, expresó: “Me da vergüenza la forma en que fue acomodando la mentira. La va acomodando a medida que la realidad se lo desmiente, es hasta absurdo, burdo, grotesco: no sé que palabra utilizar”. Cuando le preguntaron si le diría algo al gendarme que, según los elementos reconstruidos hasta el momento, sería quien disparó (presuntamente, el cabo Guerrero), afirmó: “Personalmente no le diría nada. Sí lo vamos a decir de forma jurídica. El mejor diálogo que podemos tener con esta gente es en lo judicial”.

La causa, sin avances

Fabián estuvo acompañado por Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, y a Paula Litvachky, del CELS, organismos que patrocinarán legalmente a la familia, que este 21 de marzo se presentó ante el Juzgado Criminal y Correccional Federal Nº 1 para ser tenida en cuenta como querellante en la investigación judicial.

Lo más importante de la causa hasta ahora: desde el 12 de marzo “no se investigó nada y reclamamos que se empiece a investigar urgente”. Las abogadas cuentan el por qué: “La causa iniciada por la denuncia de la Procuvin (Procuraduría de Violencia Institucional) que dio inicio a la instrucción estaba presentada en el Juzgado 12 de Ariel Lijo, quien se la devolvió a la Jueza Servini de Cubría, que otra vez la rechazó. Ninguno de los dos quiere hacerse cargo de la investigación. Ahora irá a sorteo para definir quién la sigue. La Cámara Federal de Casación Penal tiene que resolver”. Agregan: “Hasta ahora el Ministerio de Seguridad dijo que no hará sumarios internos por el accionar de su Fuerza, lo que refleja el encubrimiento”. 

La causa aún no tiene carátula porque no está radicada en ningún juzgado. La denuncia presentada es por tentativa de homicidio agravado, por abuso de autoridad e incumplimiento de funcionario público.

Dice Paula Litvachky, del CELS: “Es muy importante que la causa salga de este limbo judicial y se inicie el pedido de pruebas antes de que pase más tiempo”.

Dice Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos: “Esperamos que en estos primeros 9 días en los que no se hizo nada, no haya ninguna prueba que se haya destruido, modificado, alterado. Hay cámaras del Gobierno de la Ciudad que tienen un tiempo de duración determinado, o de negocios que también se van borrando y si no las pedís inmediatamente después ya no están. Es vergonzoso que un hecho así no lo esté investigando nadie”.

Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, es junto a Paula Litvachky, del CELS, la abogada que representa a la familia jurídicamente. En este video cuenta los avances de la causa judicial:

www.lavaca.org (@revistamu.bsky.social) 2025-03-21T19:54:48.310Z

Las abogadas pidieron una serie de pruebas. Las más relevantes: “Quién dio las órdenes, cómo se manifestaron esas órdenes y cuáles fueron, antes y después del impacto; cuál fue el protocolo que se aplicó, quienes integraban el equipo donde estaba incluido el cabo Guerrero y qué órdenes se le impartió a ese grupo en particular; qué armas utilizaron”. También exigen que se lo llame a indagatoria a Guerrero. “Ya hay suficientes elementos para hacerlo”.

Completa Paula Litvachky: “Hicimos una presentación con los hechos, tenemos un montón de pruebas para que se reconstruya ese tramo del operativo de modo tal que se pueda tener la responsabilidad de quién disparó y de toda la cadena jerárquica”.

Concluyen ambas: “Las pruebas están. Nunca hubo tanto registro fotográfico y audiovisual. Necesitamos el acompañamiento social para empujar a que se haga justicia y que no quieran desviar el foco de la investigación”.

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La causa de la caída: la denuncia de Beatriz Blanco, la jubilada gaseada y golpeada por la Policía

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Traumatismo encéfalo craneano, herida cortante e irritación ocular: las heridas causadas a Beatriz Blanco (81 años) ya forman parte de una causa judicial que inició ella misma y también la Procuraduría de Violencia Institucional, y apunta contra dos efectivos que la gasearon y le pegaron, provocando su caída. También apunta a la responsable del operativo, la ministra Patricia Bullrich, que se desplegó el miércoles de manera feroz, pero que -plantea la denuncia- es parte de un “plan sistemático”. Beatriz fue golpeada a las 16:10, antes de los principales incidentes, mientras se manifestaba en una esquina: cómo fue el momento, según relata ella misma en la denuncia y cuenta su hija. Quién es esta jubilada que trabajó de todo. Cómo está: recuperándose, enojada y “con más fuerza que nunca”. La voz de una de sus hijas junto a quienes lucha por justicia, y paz.

Por Franco Ciancaglini.

La imagen de Beatriz Blanco cayendo en seco al suelo -tras ser gaseada y empujada por dos efectivos de la Policía Federal- dio la vuelta al mundo. 

En el video se ve el fin de una secuencia más larga que inicia cuando la Policía Federal empuja de manera violenta a jubiladas y jubilados que se encontraban haciendo el clásico semaforazo de todos los miércoles en el Congreso. 

“Ella lo que cuenta es que estaba con el grupo de jubilados, cortando Entre Ríos, para mostrar sus carteles. Y cuando el semáforo se pone verde se vuelven a la esquina. Y en ese momento vino la policía, apurando a todos los viejos a subirse a la vereda”.

La que habla es una de sus hijas, Paula.

El relato coincide con la temprana decisión de las fuerzas de abalanzarse sobre personas que hacen lo mismo todos los miércoles -un semaforazo, y luego una movilización que da la vuelta al Congreso-: Beatriz fue atacada a las 16:10. 

Esta vez, por lo especial de la fecha, los Policías iban además con el gas apretado y el palo suelto. Cualquiera que estuvo en la manifestación pudo apreciar cómo apenas una persona se acercaba a los efectivos, o incluso estando a metros, sin hacer nada, podía ser gaseado. Incluso teniendo 81 años.

La causa de la caída: la denuncia de Beatriz Blanco, la jubilada gaseada y golpeada por la Policía

Los camiones hidrantes fueron parte de la cacería desatada. Foto: Lina Etchesuri.

El arma y la palabra

Beatriz Blanco no está afiliada a ninguna barrabrava ni milita en ningún partido político.

Es jubilada.

Trabajó toda su vida como empleada en cooperativa de fletes, empleada cuidando niños, costurera, y de casera hasta los últimos tiempos.

Tiene tres hijas.

Una de ellas, Paula Ippolito, cuenta que junto a su madre Beatriz y su hermana Paula suelen ir juntas a las marchas. “Esta vez fue sola porque justo yo estaba operada de la rodilla. Suele ir, no va todos los miércoles pero cuando puede va”.

Beatriz ya conocía a varios y por eso se acercó al grupo de jubilados que realiza los miércoles el semaforazo. Luego de que la empujaran a la vereda, se puso a hablarle a un cordón policial, una práctica habitual de jubilados anodados ante la violencia sin sentido que ejercen las fuerzas: “Ella siempre es de ir y hablar, de decir qué están haciendo, cómo no les da vergüenza; mi mamá siempre como que quiere hacer conciencia. Ella le debería estar gritando al policía que estaba de espaldas y lo toca con el bastón como diciendo ´mirame´. Ahí el chabón se da vuelta y le tira el spray, y el otro que le pega con el palo en la cabeza”.

Ese combo, que representa un ataque, de gaseo, empujón y golpe, hace que Beatriz pierda el equilibrio instantáneamente, y caiga al suelo.

La primera pregunta es cómo está: “Se está recuperando. Está en reposo, en observación por el golpe que recibió en la cabeza. Está con mucho dolor en todo el cuerpo, con un poco de inestabilidad, con el dolor en los ojos por el gas que le tiraron. Tiene los ojos muy hinchadas: le tiraron gas directo en la cara”.

Este dato del gas directo a sus ojos explica a la vez la pérdida del equilibrio, desechando por tierra las mentiras del Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, que aseguró que se “cayó sola”. También el título de la empresa La Nación que habló de que la jubilada “atacó” a la policía previo a su “caída”: “Ella le tocó con su bastón para que se diera vuelta, para que la escucharan, no golpeó a nadie. Habría que mostrar los videos enteros donde la Policía increpa primero a los jubilados para que se suban a la vereda, con la agresividad que suelen tener”.

La causa de la caída: la denuncia de Beatriz Blanco, la jubilada gaseada y golpeada por la Policía

Beatriz Blanco, tras los gases recibidos y el golpe posterior. Foto: Lina Etchesuri.

El caso de Beatriz es uno de los dos -junto al del fotógrafo Pablo Grillo- denunciados por la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin) ante la Cámara del Crimen. En esas denuncias a las que accedió lavaca, el organismo que se encarga de monitorear a las fuerzas -en estos tiempos, con menos entusiasmo- presenta como “pruebas” distintos recortes periodísticos alrededor del ataque a Beatriz. Y solicita a la justicia que requiera al Ministerio de Seguridad el personal policial afectado a los lugares de ambos ataques, así como los datos de la “sala de operaciones” a la que reportaban los agentes a cargo del operativo.

Por otro lado, la propia familia de Beatriz presentó una denuncia contra los dos agentes de la Policía Federal y contra la propia ministra Bullrich. Narra en su presentación lo mismo que refiere su hija en esta nota: “Siendo aproximadamente las 16:10 hs me encontraba en las inmediaciones de la esquina de las avenidas Entre Ríos y Rivadavia de esta ciudad (…) cuando fui rociada con una sustancia lacerante por un efectivo de la Policía Federal. Inmediatamente después, y también a manos de un efectivo de la PFA, recibí un golpe en la cabeza, con un elemento que creo se denomina ‘tonfa’, lo que provoca mi caída al piso”.

Tras el golpe, Beatriz fue derivada al Hospital Argerich, donde diagnosticaron lo producido por el ataque: traumatismo encáfalo craneano, herida cortante e irritación ocular.

Por eso, por un lado, reclama la identificación de los dos efectivos que la atacaron, plausibles de ser responsables de “delitos de lesiones leves” agravadas por tratarse de personal de la fuerza. Y por otro, califica a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich como “autora mediata” por ser responsable del operativo y algo más: la valiente presentación habla de que estos hechos son parte de un plan sistemático.

La causa de la caída: la denuncia de Beatriz Blanco, la jubilada gaseada y golpeada por la Policía

Una síntesis del plan sistemático. Foto: Juan Valeiro.

“Como en los momentos más aciagos de nuestra historia, desde el Poder Ejecutivo se ha montado un Programa de Miseria Planificada cuya consecuencia natural es la Protesta Social. Y sabido es que este tipo de políticas socioeconómicas sólo resultan aplicables cuando se pone a disposición de las mismas al aparato represor del Estado”.

Firma toda esta historia la propia Beatriz, acaso poniendo en contexto lo que representan los golpes que sufrió, su historia y el futuro por el que pelea junto a sus hijas. “Nosotras somos fieles a las marchas que son para los derechos del pueblo”, cuenta Paula, una de ellas. “No militamos en ningún partido político, siempre vamos independientes y solas”, aclara por si hiciera falta.

Paula habla siempre en plural femenino, pensando en su madre y su hermana. Desde ese lugar cuenta: “Nos están sacando todo. Nos están metiendo miedo para que no salgamos a las calles. Están imponiendo todo lo que quieren imponer. Siempre estamos atentas a todas las luchas. Esto va a por todos, no es solamente por los jubilados. A mi me han robado plata con la AFJP a pesar de que ya tengo 30 años de aportes. Estos vienen por todo, por todo lo que conquistamos”.

Junto a Natalia, las jóvenes militan tocando tambores en Batuka, uno de los conjuntos que lleva el ritmo a la calle y es la banda de sonido de la protesta social y la lucha. Hoy, del lado de la víctima, Paula asegura: “Estamos luchando para que esto no vuelva a suceder. Para que tengamos memoria y el pueblo no se duerma. No tenemos miedo. Ya la verdad que queda poco por perder”.

Esta lucha incluye, claro, a Beatriz: “Está más fuerte que nunca. Está enojada, muy enojada. Pero está fuerte para seguir la lucha”.

La lucha, ahora, es por justicia: “Solamente queremos que los responsables tengan justicia, sean los policías o la ministra de Seguridad: que la justicia trabaje a favor del pueblo. Y que no salga nadie más impune”. 

¿Tenés esperanzas? “Y no. Pero hay que hacerlo igual: nos corresponde”.

La esperanza tal vez siga estando en la calle, mientras estas jóvenes sin contención psicológica ni asistencia estatal de ningún tipo enfrentan los golpes: “Estamos nosotras, las hijas, para cuidarla y para que se reponga de esto”.

¿Necesitan algo? “Sí: paz”.

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