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Cinco años diciendo no: Esquel sigue resistiendo a los proyectos mineros

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A cinco años del plebiscito, los vecinos autoconvocados de Esquel reunieron en la ciudad a más comunidades que dijeron No: Famatina, (La Rioja), Los Antiguos (Santa Cruz), Lago Puelo (Chubut) y Gualeguaychú, entre otras. En el 2003, Esquel era un caso único; hoy hay más de cien asambleas y movimientos trabajando en problemas ambientales en el país. Pero ese sería un balance incompleto, apunta Pablo Quintana, de los autoconvocados: «Hay que decir que en Esquel las mineras siguen esperando que les abran la tranquera. Siguen encontrando un vínculo con los poderes económicos y políticos, y lo único que los frena es la resistencia social». El documento completo elaborado por las asambleas que participaron del encuentro.

Pablo Quintana, uno de los autoconvocados de Esquel, habló con lavaca poco antes de salir para la marcha con la que se cerró un fin de semana de festejos y debates ante el quinto aniversario del plebiscito por el cual más del 80 por ciento de la población ubicada en plena Patagonia, a 1900 kilómetros de distancia de Buenos Aires, rechazó la instalación de una mina de oro por parte de Meridian Gold.
El sábado, vecinos de las asambleas visitantes contaron su experiencia; el domingo sesionó la Asamblea Patagónica, que resolvió reforzar la pelea contra las mineras a cielo abierto organizando a lo largo de este año caravanas que unirán a las comunidades donde se están realizando exploraciones para este tipo de proyectos.
En Esquel, relata Quintana, a pesar de que el triunfo del No en la consulta popular y un recurso de amparo ratificado por la Corte Suprema frenaron el proyecto de la Meridian Gold de extraer oro a cielo abierto, no están tranquilos:
-En el 2007, la Meridian fue comprada por Yamana Gold, una compañía más grande. Yamana conserva la concesión de la provincia por el yacimiento y la habilitación comercial municipal. ¿Por qué una empresa mantendría los derechos a la minería en una zona donde un amparo les prohíbe operar y la gente se les opone? Es claro que ellos esperan que en algún momento se les abran la puerta. El valor de la onza de oro ha crecido enormemente desde que empezó el conflicto, con lo cual las apetencias de estas multinacionales siguen tan intactas o mejores que entonces.
– ¿Cómo trabaja la Yamana en la ciudad?
-Aprendieron de la experiencia de la Meridian y usan un muy bajo perfil. Saben que la exposición en la ciudad les es contraproducente, así que tienen cero contacto y cero diálogo. Ellos incluso cerraron las oficinas que tenían en el centro y se fueron a un galpón en las afueras, donde pasan más desapercibidos.
-Decía que las mineras siguen encontrando cómo vincularse con el poder político…
-Eso es lo que vemos. Después de la consulta, en Chubut se sancionó una ley que prohíbe la minería metalífera a cielo abierto y el uso de tóxicos. Pero ahora el gobierno provincial de Mario Das Neves empezó a dar permisos para hacer exploraciones en la zona de la meseta. Al mismo tiempo, sacó otra ley que prohíbe por tres años cualquier exploración o explotación en la zona cordillerana. Es una norma sin sentido porque ya teníamos la que prohíbe la minería a cielo abierto en toda la provincia, es decir que hay una intención de generar confusión y avalar las explotaciones creando zonas «limpias» y «sucias». Las limpias para la cordillera, las sucias para la meseta, que es la zona más pobre de la provincia. El argumento es que allí no se puede desarrollar otra actividad económica, lo que es falso.
-¿Qué emprendimientos se autorizaron?
-El más importante es el emprendimiento para una mina de plata y plomo, el yacimiento Navidad, un caso que mostró la locura que tienen este tipo de cosas: dos empresas canadienses se disputaron los derechos sobre la explotación de la mina y eso se terminó dirimiendo en un tribunal de Canadá. También se autorizó a otra multinacional, la United Energy Metals S.A. a realizar trabajos de exploración de uranio en la zona de Gastre, y además hay una serie de cateos… nosotros pareceremos un queso gruyere por la riqueza mineral que existe en esta región. Y para la meseta va a ser un desastre porque ya hay poca agua, y van a usarse enormes volúmenes.
-¿Hay un balance de lo hecho en estos cinco años el gobierno nacional?
-Nos parece que el gobierno tiene una política bastante hipócrita con lo medioambiental. Por un lado sale a defender el conflicto de Gualeguaychú porque es un problema fronteras afuera, con una multinacional que se instaló en otro país, pero fronteras adentro sigue haciendo lo mismo. Con el tema minero está muy claro, porque la ingeniería legal que montó el menemismo para que las multinacionales hagan su saqueo sigue idéntica, sin cambios. La vimos a Cristina Kirchner una semana atrás inaugurando la mina en Santa Cruz. (El yacimiento de mina Martha, en Gobernador Gregores).
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La mina Martha se publicitó como no contaminante.
-Los vecinos de Santa Cruz participaron este fin de semana del foro del No, y vinieron con la misma situación de angustia que los otros, porque no está claro que no vaya a ser contaminante. Y no se trata sólo del problema ambiental, sino también de las consecuencias económicas de un modelo extractivo que sólo deja miseria para las comunidades. Nosotros ya vimos cómo funciona la minería extractiva y cuáles son sus consecuencias: es un sistema que lo se lleva todo y lleva a las comunidades más pobreza, porque las deja sin agua, con problemas de contaminación y con más desocupados.
La asamblea patagónica que sesionó el domingo detalló en un documento las preocupaciones de la región. Al tope de la lista pusieron la entrega a las multinacionales de enormes cantidades de electricidad y gas subvencionados mientras se pide a las comunidades que ahorren energía. Los vecinos rechazaron además el proyecto minero Potasio Río Colorado que –de concretarse- afectará a cinco provincias (Mendoza, Neuquén, Río Negro, La Pampa y Buenos Aires). Otros items se salieron del tema minero para contar nuevos problemas, como la expansión de los agronegocios a la patagonia. Por otra parte, ratificaron que viajarán a Córdoba del 4 al 6 de abril para participar del próximo encuentro de la Unión de Asambleas Ciudadanas en Capilla del Monte.
El documento de la asamblea patagónica:
Como desde hace 4 años, una nueva Asamblea Coordinadora Patagónica nos encuentra a vecinos y organizaciones de Viedma, Fivske Menuco (General Roca), Bariloche, Los Antiguos, Perito Moreno, Trevelin, Esquel, El Bolsón, Lago Puelo, El Hoyo, Epuyén e Ingeniero Jacobacci, acompañados por representantes de las asambleas de distintos lugares del país como Chilecito, General Alvear, Mendoza capital y Gualeguaychú entre otros, ante dos situaciones: el festejo por los cinco años de la consulta popular en Esquel por el NO A LA MINA y, por otro lado, la política de los gobiernos nacional y provinciales que pretenden enmascararse como defensores del medio ambiente.
Ante esta última situación denunciamos que:
· Mientras nos piden un imperioso ahorro de energía, entregan a empresas extranjeras como mineras, papeleras y sojeras enormes cantidades de electricidad y gas subvencionados que le sirven para garantizar la contaminación y el saqueo en el territorio nacional.
· Las provincias de Chubut y Santa Cruz acaban de entregar, por 40 años, a la empresa Panamerican los recursos hidrocarburíferos de todos los patagónicos, con la anuencia de la mayoría de los legisladores de ambas provincias.
· En Mendoza el emprendimiento Potasio Río Colorado no sólo consumirá el equivalente al gas que le falta a miles de familias en el país, sino que contaminará el Río Colorado, que abastece de agua a las provincias de Mendoza, La Pampa, Río Negro y Buenos Aires, afectando seriamente las superficies cultivables.
· Las represas realizadas sobre el Río Limay no erogan la suficiente cantidad de agua que necesitan pobladores y la fauna ictícola para vivir.
· El vertido sobre el mismo Río Limay de efluentes cloacales, agroquímicos e industriales está contaminando uno de los más importantes cursos de agua de la Patagonia.
· Mientras el gobierno de Chubut y Santa Cruz declaran que prohibirán la minería contaminante en la cordillera, esconden su verdadero objetivo que es dar vía libre a esta actividad contaminante en la meseta patagónica, condenando a sus habitantes a vivir con la contaminación y la falta de agua que esto significa.
· Se planifica dedicar extensas áreas al cultivo de especies vegetales destinadas a los agrocombustibles, zonas irrigadas en el caso de la provincia de Río Negro en las que podrían cultivarse especies comestibles.
· El apropiamiento por parte de la empresa Lago Escondido, propiedad de Lewis, de una extensa zona en la costa rionegrina, Sierra Grande, la cual fue cerrada al acceso público y en la que apareció repentinamente un aeropuerto de características internacionales cuyo uso es exclusivo del multimillonario.
· La zona franca creada en Sierra Grande, o en cualquier provincia de la región, es una isla fiscal donde, además de no pagar impuestos, se explota a los trabajadores y no se cumple ninguna ley ambiental.
· La antigua carrera París-Dakar, que a partir de ahora pretende realizarse en territorio patagónico, sólo producirá enormes ganancias para los sponsors internacionales y dejará devastación y pobreza tal como ha sido denunciado en otras partes del mundo.
· El gobierno nacional, como medida para silenciar la voz de los movimientos sociales, procedió a quitar del aire de Radio Nacional el programa Horizonte Sur.
Por lo tanto, invitamos a todos los vecinos, organizaciones y asambleas, como fuerzas sociales y políticas a:
· Organizar caravanas de apoyo y fortalecimiento que unan las distintas localidades del territorio, especialmente las que están sufriendo continuos avasallamientos debidos a las exploraciones y cateos petroleros y mineros.
· Sumarse al próximo encuentro de la Unión de Asambleas Ciudadanas a realizarse en Capilla del Monte, Córdoba, durante los días 4, 5 y 6 de abril.
· Confeccionar un folleto informativo acerca de la intención del gobierno de sostener y subsidiar a través de la política energética a los grandes consumidores corporativos, en vez de sostener una política energética apropiada a las verdaderas necesidades de consumo de la población.
· Convocar a la realización, en todos los pueblos en los que intentan llevar a cabo el rally París-Dakar, un rally alternativo y popular a pie, bicicleta, caballo, sulky y vehículos no contaminantes.
· Convocar a todas las asambleas de la Patagonia a participar en la próxima Asamblea Coordinadora Patagónica a realizarse en la ciudad de San Carlos de Bariloche en fecha a concretar

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Encuentro a la hora del té: Hebe de Bonafini, Chicha Mariani y una reunión para hacer historia

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Tiempo, emoción y galletitas. Memoria, humor y lucidez. Esos fueron algunos ingredientes de una reunión histórica y nutritiva ocurrida en 2010 entre Hebe de Bonafini y María Isabel Chicha Mariani. Una charla para recordar un día como hoy, 4 de diciembre, en el que Hebe cumpliría años, porque cuenta parte del nacimiento de un inédito tipo de movimiento social conformado por mujeres desesperadas ante la desaparición de sus hijas e hijos, nietas y nietos, tras el golpe del 24 de marzo de 1976. ¿Por qué recordar? Porque quienes olvidan todo o tienen amnesia, no saben quienes son hoy, en este momento.

Este encuentro de 2010 ocurrió en La Plata entre dos vecinas: Hebe (fallecida en 2022, quien era presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo) y Chicha (quien fallecería en 2018, fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo). Estaban distanciadas desde hacía 29 años, y la propuesta de nota en MU permitió reunirlas. ¿Qué nos dicen sobre el presente los primeros tiempos en la historia de lucha por la aparición de sus hijos y nietos? Los viajes, las gestiones, las anécdotas, la causa de la pelea, sus reflexiones e intercambios, en los principales tramos de esta conversación inolvidable.

Por Sergio Ciancaglini

A las 6 de la tarde sonó el timbre, con una puntualidad de los tiempos en que vida o muerte podían depender de la exactitud de las citas de madres, abuelas y familiares de desaparecidos. En la casa de la fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo, María Isabel Chorobik de Mariani, Chicha, había una mesa con tetera, tazas y medialunas, que por un rato desplazaron expedientes judiciales, recortes de diarios y denuncias de su creación más cercana, la Asociación Anahí. A esa casa de la calle 47 de La Plata, llegó Hebe de Bonafini, presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, con masas, un huevo de Pascua (enviado por Alejandra, su hija) y galletas dietéticas.
Besos, abrazos. Chicha ha perdido casi totalmente la vista. Por eso es Hebe la que dice: “Nos vestimos igual. Estamos en la misma murga”. Las risas ayudaron a sobrellevar la emoción de este encuentro en el que cada palabra y cada silencio tuvieron una carga que mejor que adjetivar, es conocer.
Chicha tiene 86 años, Hebe 81, y ambas una lucidez sin edad.
Se habían distanciado hace 29 años. Se volvieron a ver en marzo, en una exposición sobre Clara Anahí, la nieta que Chicha busca desde noviembre de 1976. Hebe fue a esa muestra en Canal 7, y del reencuentro fugaz nació la idea de una charla con MU. Con tiempo, té y galletitas.

Encuentro a la hora del té: Hebe de Bonafini, Chicha Mariani y una reunión para hacer historia

La reunión en casa de Chicha, después de 29 años distanciadas. Foto: lavaca.org

Sonrisas junto al paraíso

Hebe tiene dos hijos desaparecidos, Jorge y Raúl. A Enrique Mariani, el hijo de Chicha, lo mataron en 1977. En noviembre de 1976, un ataque de la Bonaerense bajo órdenes de Ramón Camps reventó literalmente la casa donde había al menos cinco personas que fueron acribilladas, entre ellas la nuera de Chicha, Diana Teruggi. Allí estaba Clara Anahí, tres meses de edad.
Hebe y Chicha se conocieron en noviembre de 1977, con la llegada a Buenos Aires de Cyrus Vance, enviado del presidente norteamericano James Carter, que iba a participar en un acto en Plaza San Martín. Chicha: “Yo había conocido a Licha (Alicia De la Cuadra, un hijo y una hija embarazada desaparecidos) y me dijo que podíamos ir a darle un ‘testimonio’ a Vance. Yo era una bruta, daba clases de Artes Visuales en el Liceo de La Plata pero no sabía viajar a Buenos Aires. Aprendí que un testimonio era un papel con mi caso. Cuando llegué me quedé paralizada. Estaban los funcionarios, todo lleno de milicos armados, los perros, en otro lugar había mujeres. Todas empezaron a gritar. Y se pusieron los pañuelos que tenían escondidos. Y yo sin saber qué hacer, con el papelito apretado contra el pecho. Vino una mujer corriendo, me dijo: ‘Dame el testimonio’, y se lo llevó a Cyrus Vance. Era Azucena Villaflor, la fundadora de Madres”.
Con Licha ya habían resuelto encontrarse allí mismo con otras mujeres que buscaban a sus nietos. “Nos juntamos abajo de un paraíso, frente al Colegio Militar. Nos debían estar filmando desde adentro. Conocí a Ketty (Beatriz Neuhaus) y me llevé una sorpresa: me saludó con una sonrisa. Y Eva Castillo, lo mismo. Pensé que no tenía que andar con esa cara de desgraciada, si ellas intentaban que el encuentro no fuera tan ingrato”.
Así, el 21 de noviembre, nacía Abuelas. Hebe, intencionadamente: “¿No era el 22 de octubre, entonces?” La diferencia de fechas es parte tal vez de las distancias nacidas con la salida de Chicha de Abuelas, en 1989. “Hubo cosas que no me gustaron y siguen sin gustarme, pero no quiero hablar de eso. No quiero que nada demore el trabajo de buscar a mi nieta”. Hebe: “Pero tu trabajo fue fundamental, y en los momentos más difíciles con vos al frente, fue que lograron recuperar a los primeros 60 chicos. Todos lo sabemos. Y por eso te quiero decir que todas las Madres te mandan un beso grande, te apoyamos totalmente en lo que necesites”.
Chicha se emociona, y me cuenta: “Pero aquel día, cuando me iba a volver, la veo a Hebe que dice: ¿quién va para La Plata? Cuando me acerqué, no me preguntó si quería que fuéramos juntas. Directamente me dijo: ¡vamos!” Se ríen y Hebe agrega datos no descartables: “Los pañuelos eran en realidad los viejos pañales que guardábamos para nuestros nietos. Los habíamos usado primero en octubre, para poder reconocernos en una marcha a Luján. Las que nunca los usaron fueron Azucena, y Esther Careaga, porque decían que parecíamos monjas”. Azucena, Esther y Mary Bianco desaparecieron poco después, en diciembre de 1977, operativo de la ESMA alrededor de la Iglesia de la Santa Cruz, merced a la infiltración de un falso hermano de desaparecidos, que en realidad era Alfredo Astiz.
 

Madre de la bombacha roja

Los viajes de estas dos mujeres recién comenzaban. Chicha empieza a reírse, recordando uno de sus regresos en colectivo, desde Quilmes.
 
Hebe: Yo iba con la carpeta de denuncias, paraguas, piloto, fiambres y chorizos.
Chicha: Y yo llevaba salamines, lo hacíamos medio para disimular, y para hacer algún mandado de paso.
H: Cuando llegamos, me paro, se me cae la pollera, y quedo en bombacha.
C: Escuché la risotada de Hebe, que para no largar los chorizos no se subía la pollera. No la veía bien porque yo iba agarrada a los salamines. Pensé que tenías combinación.
H: ¡No! Para mi las enaguas eran cosa de vieja, y para colmo me habían regalado una bombacha roja y era justo la que llevaba puesta. Más trola imposible.
Otra ronda de té. Chicha toca la mano de Hebe.
 
C: Pero te quiero recordar algo más, también por el 77 o 78. Un día apareciste con vestido celeste, planchadito. La noche anterior se había escuchado un tiroteo. Viniste a avisarme que ibas a ver qué pasaba. Y llevabas una canastita con comida por si había alguien que necesitara algo. Te pregunté si querías que fuera con vos, dijiste que no. Fue una prueba de coraje. Yo no me atrevía a ir.
H: Esas cosas nacen pensando en que si tu hijo está en esa situación…
C: El tema es cómo superar el miedo sin paralizarse.
H: Las mujeres lo sabemos. Es como parir. No pensás en vos, ni en quedarte quietita, pensás que tenés que hacer fuerza para que nazca y sea sano. Pero además, se llevan a tu hijo ¿Hay algo peor, más horrible? Así que nada: hay que seguir.
C: Yo pensaba que si me llevaban no iba a aguantar ni dos minutos en la mesa de torturas. Soy muy sensible al dolor. Mi ilusión era morirme enseguida. Qué tonta, ¿no?
H: Una piensa estupideces. Yo andaba siempre con cepillo de dientes, calzoncillos y pañuelitos en una bolsita, por si encontraba a mis hijos. Todos éramos muy inocentes. Hasta los chicos. Un día entro al cuarto del mayor y estaba con unos amigos, todos atándose. ¿Qué hacen? “Practicamos cómo desatarnos por si nos agarran”. Creían que les iban a dar tiempo.
C: Nunca imaginaron la perversión.
H: Habían preparado todo para saltar a lo del vecino. Pobres. A uno de mis hijos lo encontraron por mi vecina, que dijo que había reuniones en la casa y pasaba algo raro.
C: Pensar que tanta gente pudo ayudar, pero se calló. No sé qué tenemos adentro. El enano fascista.
H: Pero fijate al revés: otro vecino salió a avisarle a mi hijo que lo esperaba la policía, y entonces se lo llevaron a ese vecino. Después lo soltaron, pero el tipo no quería ni verme. Es difícil juzgar.
C: Sí, pero yo veo que tenemos raíces. Hace mucho quiero hacer un libro, la Historia de la Infancia Argentina. Desde los españoles que llevaban chicos y chicas indígenas como esclavos y sirvientes, después los terratenientes con derecho a hacerles hijos a las mujeres campesinas y apropiarse de ellos. El derecho de pernada, que todavía existe, del patrón sobre la primera noche de cada niña. Hagamos un salto: llegan los militares, se llevan a los chicos, y mucha gente lo ve bien. Yo creo que es todo ese residuo ancestral, que produjo la enorme vergüenza de un pueblo que se supone culto, pero no abrió la boca, no tomó la defensa de ningún niño. Me atrevo a decirlo porque es mi pueblo. Pero no puede ser que haya parecido normal que los chicos sean secuestrados y apropiados.
H: Hacé el libro. Nosotras lo podemos imprimir.
C: Te cuento algo más. El secretario de Pío Laghi, monseñor Celli, les dijo a dos abuelas, Elba Ford y Delia Penela: “Dejen de molestar, imagínense los chicos están con familias que pagaron 4.000 pesos por cada uno, eso les dice que los van a cuidar bien”.
 
Hebe da un respingo. “Tengo una información muy importante que contarte cuando estemos solas”.
Les propongo apagar el grabador. “No, totalmente solas. Encerradas en el baño”, dice Hebe, entre las carcajadas de Chicha. ¿El baño es un lugar para intercambiar datos? Hebe: “Claro. Hay cagadas, pero de otra clase”. Chicha: “Me estoy divirtiendo. Mirá, cada una habrá hecho o dicho cosas. Pero somos leales”. En una época engañaron a Chicha diciéndole que podría recuperar a su nieta. “Le hice a Hebe un poder para que cuidase a mis padres por si yo tenía que irme al exterior. Todavía lo tengo guardado”.
 

El día que se distanciaron

Siguen las cataratas de diálogos:
C: ¿Te acordás cuando estuvimos con Sandro Pertini? (Presidente de Italia)
H: Estábamos en un departamentito vacío, con dos camas y dos colchones. Como éramos cuatro (con Elida Galetti y María Del Rosario Cerrutti) nos turnábamos: cama sin colchón, o colchón en el piso. Calentábamos agua en una jarrita para poder bañarnos.
C: Salimos de compras y vos llevabas la comida en una bolsita.
H: Comprar era un lío, como no sabíamos italiano, tenía que hacer el gesto de limpiarme el que te dije para que entendieran de queríamos papel higiénico.
C: Y de repente nos avisan que vayamos urgente al Quirinale, que Pertini nos iba a recibir. Salieron los del protocolo, agarraron nuestros tapados pero Hebe no quería darles el tapadito ni la bolsa de comida.
H: ¡Con lo que nos costaba la comida, mirá si se las voy a dar! Además yo había salido así nomás, con ropa medio feona, no quería sacarme el tapado. Pertini lloró con nosotras, denunció a la dictadura. No lo reconoció a Videla. Fue de los pocos.
C: Pero cuando salimos, en esos salones principescos, había un sillón de terciopelo con la bolsita de nuestra comida.
¿Cuándo se distanciaron?
C: Capaz que ni te diste cuenta. Yo me enojé con vos en la Catedral de Quilmes. Las Madres la habían tomado. Yo las acompañaba. Seríamos 20 entre todas. Hiciste un comentario de esos que hacés vos, fuerte. Yo dije: “No podemos seguir discutiendo”, y me abrí.
H: Ya me acuerdo, fue en 1981, después de la primera Marcha de la Resistencia. Claro, lo querían mucho al obispo (Jorge Novak) y yo le decía de todo. Fue así: terminó la Marcha y nos fuimos para Quilmes. Teníamos termos, frazadas, hasta walkie talkie (en la era pre-celulares y pre-Internet). Estábamos comiendo heladito en la plaza, todas separadas para que nadie se diera cuenta. Juanita Pergament se encargaba de la prensa. Pero llegó antes de tiempo con los periodistas, tiramos los helados y nos metimos corriendo antes de que nos cerraran la Catedral. Se armó un quilombo padre. Y ya ni sé qué le habré dicho al viejo ese. Me decían: “Claro, tomás la Catedral del que sabés que no te va a echar”. Y claro, no iba a ir a una donde nos rajaran. El ayuno duró 12 días, hasta Navidad. Pero es cierto, siempre fui una desbocada. Ella no (señalando a Chicha). Ella lo que tuvo es el rigor, la prolijidad para investigar todo. Impresionante.
C: Mi desesperación era encontrar a Clara Anahí. Todo lo que fuera distraer esa búsqueda para discutir, me sacaba de quicio. Pelear con Hebe no tenía sentido. Además, te acordás que una vez en tu casa te dije: mi hijo está muerto. Mi búsqueda es diferente. Las Abuelas tenemos que recurrir a la justicia. Las Madres tienen otro reclamo. Fue bueno que cada una fuera por su lado.
  

La hora del secreto

Hebe cuenta que a pedido de su hijo Raúl una vez sacó a una mujer y a un chiquito al Brasil, todos con documentos falsos, en plena dictadura. “Lo llevaba en brazos yo, porque si agarraban a la mamá, por lo menos se salvaba la criatura”. Chicha tuvo lo suyo, pero en democracia: “Con Mirta Baravalle, una valiente, llevamos a un chiquito a Brasil, donde tenía familia. La mamá había muerto ese día en el ataque a La Tablada (enero de 1989). Lo hicimos en secreto. Nunca supe de él”.
 
¿Cuáles son las claves para actuar en estas situaciones donde todo parece en contra?
C: Hay que aprender a mirar para afuera de uno, de la casa, captar todo lo que hay alrededor. Aprender todo lo que quepa en el cerebro, en el cuerpo y en la memoria.
H: Es cierto. No pensar en uno. El otro soy yo. Lo que le pasa al otro me pasa a mí. Y no parar. Como hizo Chicha. Lo que está haciendo ahora es muy importante con la Asociación Anahí. Hay que conocer eso. Porque ella tiene un modo especial que le llega mucho a la gente. Hoy como funciona la política, no sirve. Hay que cambiar el estilo. A nadie le interesa hablar de marxismo, trotskismo ni peronismo. No te dan bola. Funciona que haya gente como Chicha, o las cosas que hacemos nosotros con el Ecunhi (Espacio Cultural Nuestros Hijos, en la ex ESMA), con la Universidad, la radio y todo lo demás”.
 
Sobre el presente, Chicha dice: “El gobierno hizo avances, pero para mí falta que apuren a las fuerzas militares para que digan qué pasó con los desaparecidos y los chicos apropiados. Lo saben, tienen el material. Entonces, que digan la verdad”.
Hebe: “¿Te digo lo que te tengo que contar”. Chicha le responde “vamos” y zarpan las dos tras una puerta vaivén. La reunión no fue en el baño, sino en la cocina de la casa de Chicha. Vuelven, sin apiadarse del cronista.
Hebe: No sabés lo que te perdiste.
Chicha: Ya lo sabrás alguna vez.
Hebe: Ella sabe unas cosas. Yo sé otras. Es lo que hicimos siempre. Juntar lo que cada una sabe, y armar el mapa, para saber dónde estamos paradas.

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Orgullo

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Texto de Claudia Acuña. Fotos de Juan Valeiro.

Es cortita y tiene el pelo petiso, al ras en la sien. La bandera se la anudó al cuello, le cubre la espalda y le sobra como para ir barriendo la vereda, salvo cuando el viento la agita. Se bajó del tren Sarmiento, ahí en Once. Viene desde Moreno, sola. Un hombre le grita algo y eso provoca que me ponga a caminar a su lado. Vamos juntas, le digo, pero se tiene que sacar los auriculares de las orejas para escucharme. Entiendo entonces que la cumbia fue lo que la protegió en todo el trayecto, que no fue fácil. Hace once años que trabaja en una fábrica de zapatillas. Este mes le suspendieron un día de producción, así que ahora es de lunes a jueves, de 6 de la mañana a cuatro de la tarde. Tiene suerte, dirá, de mantener ese empleo porque en su barrio todos cartonean y hasta la basura sufre la pobreza. Por suerte, también, juega al fútbol y eso le da la fuerza de encarar cada semana con torneos, encuentros y desafíos. Ella es buena jugando y buena organizando, así que se mantiene activa. La pelota la salvó de la tristeza, dirá, y con esa palabra define todo lo que la rodea en el cotidiano: chicos sin futuro, mujeres violentadas, persianas cerradas, madres agotadas, hombres quebrados. Ella, que se define lesbiana, tuvo un amor del cual abrazarse cuando comenzó a oscurecerse su barrio, pero la dejó hace apenas unas semanas. Tampoco ese trayecto fue fácil. Lloró mucho, dirá, porque los prejuicios lastiman y destrozan lazos. Hoy sus hermanas la animaron a que venga al centro, a alegrarse. Se calzó la bandera, la del arco iris, y con esa armadura más la cumbia, se atrevió a buscar lo difícil: la sonrisa.

Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Al llegar al Congreso se pierde entre una multitud que vende bebidas, banderas, tangas, choripán, fernet, imanes, aros, lo que sea. Entre los puestos y las lonas que cubren el asfalto en tres filas por toda Avenida de Mayo hasta la Plaza, pasea otra multitud, mucho más escasa que la de otros años, pero igualmente colorida, montada y maquillada. El gobierno de las selfies domina la fiesta mientras del escenario se anuncian los hashtag de la jornada. Hay micros convertidos en carrozas a fuerza de globos y música estridente. Y hay jóvenes muy jóvenes que, como la chica de Moreno, buscan sonreír sin miedo.

Eso es Orgullo.

Orgullo

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Sobre diagonal norte, casi rozando la esquina de Florida, desde el camión se agita un pañuelazo blanco, en honor a las Madres, con Taty Almeyda como abanderada. Frente a la embajada de Israel un grupo agita banderas palestinas mientras en las remeras negras proclaman “Nuestro orgullo no banca genocidios”. Son quizá las únicas manifestaciones políticas explícitas, a excepción de la foto de Cristina que decora banderas que se ofrecen por mil pesos y tampoco se compran, como todo lo mucho que se ofrece: se ve que no hay un mango, dirá la vendedora, resignada. Lo escaso, entonces, es lo que sobra porque falta.

Y no es Orgullo.

Orgullo

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

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Orgullo

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Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

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(Escuchá el podcast completo: 7 minutos) Coca Cola, Nestlé, Danone & afines nos hacen confiar en ellas como confiaríamos en nuestra abuela, nos cuenta Soledad Barruti. autora de los  libros Malcomidos y Mala leche. En esta edición del podcast de lavaca, Soledad nos lleva a un paseíto por el infierno de cómo se produce, la cuestión de la comida de verdad, y la gran pregunta: ¿quiénes son los que realmente nos alimentan?

El podcast completo:

Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

Con Sergio Ciancaglini y la edición de Mariano Randazzo.

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