Nota
Gualeguaychú, la asamblea y el corte
Primero, se rebelaron para ser escuchados. Luego, para ser reconocidos como interlocutores válidos de un problema que puede afectar su vida, sus derechos y su futuro. Finalmente, la Asamblea de Gualeguaychú creó nuevos modos de organización, debate y acción, con una fuerza que pone en vilo al ecosistema político local y global, desde el gobierno provincial hasta La Haya. Cómo funciona esta experiencia, cuáles son sus dilemas y cómo se ven desde el piquete de la ruta 136 los políticos, los medios, las empresas y esa idea tantas veces contaminada de impotencia: qué significa ser ciudadano.
Al costado de la ruta, sobre el pasto, se van instalando cientos de vecinos provistos con mates adictivos, convicciones coloridas, voluntad ágil y sillas plegables. El lugar parece un parque público en medio del campo, donde los chicos juegan y los adultos realizan una actividad altamente subversiva en estos tiempos: conversan sobre lo que piensan. El asfalto está pintado con peces amarillos, pájaros verdes y corazones rojos. Un acoplado cruzado en la ruta, un tractor y una tranquera marcan el límite. La característica más asombrosa de estas personas es que se han atrevido a pronunciar juntas una palabra de alcances tremendos: No.
Al hacerlo, concretaron el piquete más gigantesco conocido en la Argentina (corte de frontera incluido), la marcha más grande de la historia en defensa de un tema ambiental, y la creación de una asamblea ciudadana, masiva, de tendencia horizontal, que busca el ejercicio de la democracia directa, y que de hecho tomó la capacidad de acción -el poder- en sus propias manos evitando intermediaciones de la política partidista y estatal, para hacerse oir y anunciar ese No, que se redondea en ocho palabras: “No a las papeleras, Sí a la vida”.
La pregunta, entre tantas otras, es: ¿funcionará?
Cuando se va más allá del corte y se llega al puente general San Martín, solitario y colgado entre el río y el cielo, se observa que el lado argentino todavía es un bosque verde. Pero enfrente, al verde uruguayo le ha salido un brote marrón, pálido y áspero. Botnia, la empresa finlandesa, está construyendo a ritmo de espanto una planta erizada de grúas, que se dedicará a fabricar pasta de celulosa para papel. La obra está presidida por una chimenea de 120 metros (el doble del Obelisco porteño) falo de cemento que se ve kilómetros a la redonda y que arremolina a su alrededor camiones que trabajan 24 horas, y esperanzas de progreso con síntomas severos de convertirse en ilusiones ópticas.
¿Contra quién lucha Gualeguaychú?
El hombre está perplejo. No es ecologista mediático, militante político, activista flamígero, ni otros oficios esdrújulos, sino vecino de Gualeguaychú, técnico en computación, y ciudadano que no pierde la capacidad de asombro. Dice: “Nos tocó una difícil. Estamos luchando contra un sistema con empresas que sólo buscan ganar plata, aunque la gente se muera sin que nadie sepa por qué. Nos tocó pelear contra el orden económico mundial”.
Gustavo Rivollier no lo dice buscando una frase pomposa de panelista televisivo, sino con el tono del que va descubriendo en sus propias palabras los alcances del reclamo de Gualeguaychú. “Escuchame, ninguno de nosotros querría estar en la ruta, querríamos estar en casa con nuestras familias. Pero ya aprendimos que si no nos hacemos cargo nosotros, sonamos”. Emilio Alonso, ingeniero: “Es una macana para nosotros y para los uruguayos. Siempre buscamos otras soluciones pero es como hacer pis en el río: no cambiás nada. Al final por lo único que nos escucharon fue por los cortes”.
Un repaso veloz impide versiones nacionalistas. Todo comenzó gracias a grupos ambientalistas uruguayos de reconocida seriedad, como Guayubira y Movitdes, que alertaron ya en 2002 a sus vecinos de Gualeguaychú (80.000 habitantes) sobre el proyecto de la española Ence de instalarse en Fray Bentos. Sin recurrir a Sherlock Holmes, ese era el corolario obvio del proceso masivo de plantación de eucaliptos financiado por el Banco Mundial, que no estaba haciendo un fomento de la sombra, con 700.000 hectáreas de plantaciones del lado uruguayo y 1.200.000 en Entre Ríos, sino garantizando la materia prima para elaborar la pasta de celulosa.
Del lado argentino muy pocos captaron la seriedad de la advertencia. Pero apareció Botnia comprando terrenos junto al puente Libertador General San Martín. Los gualeguaychenses empezaron a ver desde su propio balneario (Ñandubaysal) que los uruguayos tenían razón. Un puñado de vecinos comenzó a hablar en radios locales alertando sobre lo que se estaba viniendo. En 2003 llamaron a una movilización sobre el puente. Hubo 1.500 personas. Dice Edgardo “Lalo” Moreira: “Los que encararon este tema tuvieron mucha credibilidad porque no eran políticos”. Los vecinos concurrieron a la Cancillería dirigida entonces por Rafael Bielsa, pero los funcionarios no conocían la existencia del Estatuto del Río Uruguay que regula la convivencia de ambos países sobre el río. “Creían que era un tratado sobre navegación deportiva” recuerdan. Tuvieron una fuerte discusión con el representante argentino en la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) Roberto García Moritán, que fue echado de la reunión por el veterano Raúl Estrada Oyuela. García Moritán fue ascendido luego a vicecanciller. Los gualeguaychenses captaron que andaban en problemas. Sostiene Moreira: “Entendimos que había que trabajar con ideas de acción directa y movilización”. Fueron a los colegios, a los clubes y asociaciones vecinales de todo tipo que pululan en Gualeguaychú (y a ese espíritu asociativo habrá que adjudicarle tal vez mucho de lo que ocurrió luego).
La prodigiosa inoperancia de los gobiernos nacional, provincial y municipal para hacer algo sobre el tema, dejó encerrados a los gualeguaychenses que el 5 de abril de 2005 decidieron hacer una colecta de firmas rechazando la instalación de las pasteras (juntaron 39.000), se organizaron como Asamblea Ciudadana Ambiental, y llamaron a una movilización sobre el puente que convocó a 40.000 personas el 30 de abril de ese año. Lalo: “La movilización nos pasó a todos por arriba. Nadie esperaba más de 10.000 personas. El puente empezó a temblar, nadie había calculado cuántos podían caminar por ahí”. Durante el verano de 2006 se realizaron cortes cada vez más frecuentes, hasta llegar al de tres meses. Luego se produjo la segunda marcha, el 30 de abril del 2006, congregó a unas 80.000 personas que esta vez ni intentaron subir al puente: por jugar con las proporciones, fue como si en Buenos Aires se movilizaran tres millones de personas. El 5 de mayo el gobierno nacional organizó un acto en el Corsódromo, presidido por Néstor Kirchner y engalanado por una invasión de gobernadores, intendentes bonaeresnes, burócratas, punteros, sindicalistas, miles de personas fletadas a sueldo (por los punteros), secretarias de piernas largas y asesores, poniéndose al frente de la lucha de la comunidad. Hubo cierto aroma malvinista, el discurso presidencial generó indiferencia y poca movilización de la propia gente de Gualeguaychú (ni la décima parte de lo convocado por la Asamblea). Las huestes del gobernador Busti vigilaban con gesto torvo para evitar abucheos. Todo ese artefacto para domar el reclamo, acaso fue un reconocimiento hacia la fuerza de la Asamblea por parte de la política de corsódromo.
Lo que logró la Asamblea
La Asamblea Ciudadana Ambiental siempre fue cuidadosa de su autonomía con respecto al Estado, los partidos políticos y demás corporaciones all uso nostro. Todos reconocen inspiración en las asambleas surgidas luego del 2001. Muchas de ellas, sobre todo en Buenos Aires, habían fallecido fagocitadas o destruidas por la presencia de partidos políticos que intentaban dirigirlas. En Gualeguaychú, donde casi todos se conocen, la posibilidad de ventrílocuos partidarios fue menor.
José “Pepo” Pouler es pizzero: “Acá se armó un movimiento horizontal y apolítico, sin cabecillas ni dirigentes, con democracia directa, que permitió que la gente se fuera incorporando. Yo defiendo a muerte la horizontalidad de la asamblea” dice Pepo, que se reivindica como peronista, aunque en receso. ¿Movimiento apolítico, o apartidista? “En realidad es apartidista. Hacemos política en el buen sentido, más que mucha gente paga que se candidatea y nunca hace nada”. La gente de Gualeguaychú se ha acostumbrado inesperadamente a intercalar en sus conversaciones cotidianas reflexiones, por ejemplo, sobre el capitalismo. Pepo: “Uno ve un capitalismo salvaje, con pocos ricos y muchos pobres. Dinero por el dinero. No estamos de acuerdo”. Rivollier: “No es un secreto, las empresas no tienen moral: tienen contabilidad. Piensan con el bolsillo y no les calienta si van a contaminar el río entero. Entonces uno tiene que moverse para evitarlo”.
¿Qué logró la Asamblea, reunida junto a la ruta haciendo cortes, o deliberando en El Teatro de Gualeguaychú, al plantarse y decir No?
-La enumeración puede comenzar por el hecho de que logró convertirse en una máquina de informar, un medio social de comunicación que consiguió hacerse oir en la comunidad, en el país y el mundo.
-Pudo, además, convivir con sus diferencias. Hay sectores más duros y otros más complacientes con el gobierno, se tienen mutua desconfianza, pero hay un pacto implícito -hasta ahora- de resolver todo en la propia Asamblea. “Acá nadie pierde una votación, porque lo que vota la mayoría es lo que todos asumimos como nuestro” dice Pouler.
-Gualeguaychú logró movilizar a los gobiernos nacional y entrerriano, aunque hicieron todo tarde y mal. “La presentación ante el Tribunal de La Haya tendría que haberse hecho cuando la reclamamos tres años antes, y nos miraban como a bichos raros. Al hacerlo tan tarde era obvio que los jueces no iban a interrumpir la construcción tan avanzada de Botnia” dice Rivollier. Pepo asegura, con filosofía maradoniana: “A Kirchner se le escapó la tortuga”.
-La demostración sobre la importancia que hubiera tenido actuar a tiempo la brindó la española Ence: al no haber empezado a edificar, pese al fallo favorable de La Haya, anunció su reubicación -con prudente lógica- en cualquier zona que no implique un perjuicio para los vecinos argentinos.
-La movilización permitió poner al descubierto otro problema totalmente silenciado: ¿Cuál es el modelo de desarrollo que simbolizan las pasteras? Alfredo De Angeli es dirigente de la Federación Agraria, simpatiza con la presidencia del señor Kirchner, pero pone las simpatías en suspenso al hablar sobre el tema: “El sistema productivo va a desaparecer en la zona. El valor inmobiliario se derrumbó. Por un campo de 2.500 dólares ya no te dan ni 1.500. Y como es zona contaminada, no te compran más carne, cereales, miel ni nada. Ojalá me equivoque, pero si esto sigue ¿sabés qué va a haber aquí dentro de diez años? Eulaliptos, sólo eucaliptos. El desierto verde”. Se trata de un árbol psicópata: no deja crecer nada alrededor. Cada eucalipto absorbe unos cien litros de agua por día. En Fray Bentos, la productora apícola Karina Kulik contó que las aguadas están desapareciendo, chupadas por esos árboles-bombilla, y que sus abejas empezaron a nacer con alas cortas, o sin patas, por el desequilibrio alimentario provocado por el monocultivo. De Angeli es preciso: “Desierto verde significa millones de hectáreas de un árbol depredador, trabajo para casi nadie, y concentración de tierras”.
-Gualeguaychú reveló además una paradoja europea: los mismos países que aseguran que las pasteras no contaminan, no comprarán nada de lo que se produzca 100 kilómetros a la redonda de las plantas. Los propios productores uruguayos -los que pueden, como Karina- están planeando huir de la zona antes de que las pasteras empiecen a trabajar.
-Otro efecto revelado por la Asamblea: la destrucción del turismo. Los turistas parecen ser sujetos de templanza débil, poco dados a la aventura de bucear con sus niños entre los efluentes de las pasteras, a los pies de chimeneas que despiden un aroma, según denuncian en diversas latitudes, similar al huevo duro podrido.
-Los cortes de la Asamblea permitieron por eso vislumbrar un tipo de (sub) desarrollo diseñado para toda la cuenca del Uruguay a partir de las pasteras. Ejemplos: la Red Uruguaya de ONGs ambientalistas (compuesta por 36 organizaciones) redactó un informe ratificando la contaminación que provocarán las empresas y la lluvia ácida generada por los efluentes, entre otros efectos. El estudio considera que se trata de una “verdadera industria extractiva”, que reafirma el proceso de concentración y extranjerización de la tierra, modelo que agudiza el éxodo rural hacia la periferia de las ciudades, y destruye el ambiente. Botnia ni siquiera pagará impuestos ya que se la considera en “zona franca” y los 300 empleos previstos cuando la planta esté a full son muchos menos que los que se pierden en los campos monocultivados (puede agregarse que los contratados no serán precisamente campesinos ni jóvenes uruguayos, sino técnicos internacionales, gerentes con masters primermundistas, secretarias trilingües y oficios por el estilo). Otro dato: las ganancias no serán reinvertidas sino que se irán fuera del país, como ocurre con toda multinacional que se precie. Y además, lo habitual: luego de haber realizado el proceso contaminante en estas tierras, la pasta de celulosa viajará a Europa donde están las verdaderas fábricas de papel, las que generan valor agregado y puestos de trabajo.
Gualeguaychú está cuestionando todo ese modelo extractivo y concentrador de la riqueza, del cual Entre Ríos forma parte con su desierto verde sumado a la inundación de plantaciones de soja. María Elena Marchiolli narra lo que sienten los vecinos: “Primero dejaron a los pueblos sin trabajo. Y ahora viene la etapa de llevarse la materia prima y dejar acá los desechos humanos”.
¿Por qué tanta pasión por la pasta de celulosa? El negocio viene montándose desde fines de los ’80 con financiación del Banco Mundial. El papel sigue siendo un insumo gigantesco en el mundo. Pero además figuras como el ex director de la Reserva Federal de los Estados Unidos Alan Greenspan, plantean que el etanol de la celulosa “si cumpliese sus promesas, nos ayudaría a abandonar nuestra dependencia del petróleo, así como podría hacerlo el carbón y la energía nuclear”. Semejante exposición en el Comité de Asuntos Exteriores del Senado estadounidense el 7 de junio de este año, permite comprender el interés por consolidar lo que se ha dado en llamar una “cuenca pastera” en el cono sur. Si Greenspan acierta, el negocio del papel va a ser, por lejos, el menor de estas plantas bien llamadas por los gualeguaychenses “pasteras”, aunque no se dediquen precisamente a la producción de fideos.
Otro logro de la Asamblea parece haber sido el de cambiar el discurso de los ecologistas internacionales, que empezaron apostando a la posibilidad de una industria limpia. “Sabemos que no pueden ser limpias. Siempre contaminan. Por eso decimos No a las pasteras” explica María Elena. Las ONG terminaron pidiendo la relocalización de las plantas. Los ecologismos mediáticos como el de la señorita Evangelina Carrozo y su atractiva humanidad instalada por Greenpeace en la cumbre de presidentes de Viena, con un cartel que decía en inglés “No a las papeleras contaminantes” olieron a efímeros. La bella Evangelina usó aquella fama para bailar por televisión, contaminada de patetismo con rating, mientras Gualeguaychú siguió diciendo No.
¿Qué es ser ciudadano?
La Asamblea se autodefinió como Ciudadana, concepto entendido como ejercicio activo de los derechos, intervención pública, organización, debate colectivo y toma de decisiones democrática, en asambleas que pueden congregar a 100, 500, 2.000 personas o más (según la importancia del tema a tratar), que siempre cuentan con el aval de la comunidad. La consigna constitucional según la cual “el pueblo no gobierna ni delibera sino a través de sus representantes” se evidenció como anacrónica, en un país en el que esa “representatividad” suele ser lo opuesto a cualquier idea sincera de democracia. Es interesante ver cómo percibe la cuestión al menos uno de los políticos de la zona, Héctor De la Fuente (presidente del Consejo Deliberante, miembro del oficialista Nuevo Espacio), que incurre en una curiosidad, la autocrítica, en un lugar donde los políticos ya no son considerados “dirigentes” de nadie: “Los políticos, y me asumo como tal, han sido los que han tenido el poder de decisión desde la llegada de la democracia. Los ciudadanos les delegaron todas las decisiones. Llevamos 23 años de democracia, y tenemos los resultados a la vista: vemos cómo está el pueblo. Si el ciudadano se compromete las cosas van a cambiar. La fuerza de la Asamblea consiste en que la gente recupera su capacidad de decidir”.
María Elena aclara: “Y ya nadie quiere eso de que haya uno que ordena y otros que obedecemos. No sirve más”.
La Asamblea decidió gobernarse a sí misma, ser soberana y abierta por naturaleza para que todos puedan participar, proponer y votar con libertad. Los empleados de las empresas periodísticas califican a los gualeguaychenses como “fundamentalistas”, “talibanes”, “irracionales” y hasta “extremistas”. María Elena no puede entenderlo: “No somos lo que muestran los medios. Nadie aquí es así” dice señalando a los vecinos que pasean por la ruta, esperandola hora de la Asamblea. “Esos periodistas o dueños de medios, ¿quiénes son? ¿qué se creen?”
El arquitecto Omar Lonardi tampoco es un extremista, pero parece desmentir las teorías sobre el individualismo, el desinterés y la apatía política: “Cada vez más somos ciudanos activos, participativos, hablamos, tomamos decisiones. Es una ciudad movilizada y vamos a demostrar que podemos hacer muchas cosas”.
Últimas noticias
La Asamblea chocó con la intransigencia de los gobiernos, de Botnia, de los medios, del Banco Mundial, y volvió al corte de ruta. El gobierno argentino, a través de un fiscal, mandó fotografiar a los vecinos destilando el rumor de que cometen un delito si realizan un corte. Empezaron a verse fotógrafos raros, pelo corto, gesto huidizo, zapatos de cuero negro: policías disfrazados de civil, y/o agentes de eso que se ha dado en llamar “inteligencia”, desde siempre dedicados a espiar a los ciudadanos, demostrando quién suele ser el enemigo para las fuerzas estatales. María Elena: “Había uno que se escondía atrás de los gendarmes y nos sacaba fotos desde ahí. Fue todo muy feo, cosas de las épocas de los militares”.
Tabaré y Kirchner comenzaron luego una escalada de improperios mutuos, el viejo modo de controlar sus respectivos frentes internos promoviendo un supuesto conflicto externo. Frontera caliente: la idea de convertir un tema de medio ambiente y de ciudadanía movilizada, en un asunto de “nacionalismo” y “soberanía” es un riesgo que nadie sabe si la Asamblea podrá superar, y que impulsan sus sectores más oficialistas, cuando se inicia un 2007 electoral.
(Entre paréntesis: que el supuesto progresismo de Tabaré postule el nacionalismo, la represión de los asambleístas, y se apoye en las multinacionales y en un modelo de desarrollo expulsivo, debería ser analizado desde un punto de vista marxista, si es que tiene sentido convocar a Groucho para estas cosas).
En la orilla argentina, con la agitación del supuesto conflicto externo la libertad de acción de la Asamblea corre riesgo. Las empresas periodísticas fogonean ese desfasaje, hablan en términos bélicos, fomentan el pus xenófobo. Alguien de Gualeguaychú comenta: “Hay muchos que no quieren que funcione la Asamblea, quieren aprovecharla para su negocio político. No quieren el cambio. Pero esto fue siempre así. No hay que dejarse caer: tenemos que mantener nuestro aire. Aire fresco”. O no envenenado. Tal vez ese sea el punto central de la agenda, mientras al costado de la ruta todos acomodan sillas, mates y sueños, porque la Asamblea está por comenzar.
Este trabajo fue el ganador de las Becas AVINA de Investigación Periodística. .
La Fundación AVINA no asume responsabilidad por los conceptos, opiniones y otros aspectos de su contenido
Nota
Tres audiencias ante la CIDH que cuestionaron las políticas de Milei sobre mujeres, derechos humanos y economía popular
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) concedió tres audiencias temáticas a las organizaciones de la sociedad civil de Argentina para escuchar el impacto de las medidas regresivas que adoptó el Estado en políticas sociales, económicas y culturales. El gobierno de Javier Milei debió responder en Washington, sede de la Organización de Estados Americanos (OEA), ante las autoridades internacionales respecto a la vigencia de los derechos humanos en nuestro país. Hubo en total tres audiencias:
- Impacto de las políticas sociales en personas trabajadoras de la economía popular;
- Situación de las políticas de prevención, sanción y erradicación de las violencias de género;
- Impacto de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia en los derechos humanos.
En el caso de violencia contra las mujeres y niñas, la presidenta de la CIDH Roberta Clarke planteó que se trata de “delitos de lesa humanidad”. La actitud del gobierno argentino, y los detalles de cada una de las audiencias.
Por Lucrecia Raimondi
Las audiencias ante la CIDH que se llevaron a cabo el jueves 14 noviembre reunieron a organizaciones sociales y de derechos humanos en la sede de la Ex Esma, desde donde se realizó la conexión. Fueron solicitadas por entidades de derechos humanos, políticas, sindicales, feministas, sociales, académicas y religiosas.
Durante el 191º Período de Sesiones, en un hecho inédito, la CIDH otorgó a la Argentina el tratamiento de tres temas:
- El “Impacto de las políticas sociales en personas trabajadoras de la economía popular”;
- la “Situación de las políticas de prevención, sanción y erradicación de las violencias de género”;
- el “Impacto de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia en los derechos humanos”.
En 10 meses de gestión, el gobierno de Milei debió presentarse cuatro veces a la CIDH para dar respuesta ante los reclamos de la sociedad civil por la violación a los derechos humanos. La primera fue en julio de este año sobre la “Situación de la protesta social y el derecho a la libertad de expresión” a partir de la represión durante el tratamiento de la Ley Bases en el Congreso Nacional.
Los representantes del Estado argentino sostuvieron la postura ultraliberal del presidente Javier Milei en todos los ámbitos internacionales de derechos humanos. Ante la CIDH, las intervenciones del gobierno y de la sociedad civil mostraron un país con una profunda división. En la exposición de los funcionarios oficiales quedó explícita su postura en “concordancia con los principales lineamientos del gobierno” en relación a la “racionalización de la gestión de los recursos disponibles”, según ellos como consecuencia de “la herencia institucional, económica y social recibida por la actual administración”.
En las tres audiencias el ex juez Alberto Baños, a cargo de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, argumentó que “los recortes de las partidas presupuestarias y el cierre de organismos ineficientes y la reducción de personal ineficiente, tienen que ver con la búsqueda de saneamiento que permita un renacimiento de la economía”. Las intervenciones de Baños se vieron plagados de un tono entre irónico y agresivo hacia las políticas de derechos humanos, con la habitual retórica oficialista que justifica la regresión en materia social amparándose en la crisis económica.
Por su parte, las organizaciones de la sociedad civil presentaron informes detallados del impacto negativo de las políticas de ajuste y desregulación del Estado en tres áreas donde Argentina es un ejemplo para el mundo:
- la colaboración comunitaria contra la pobreza en los barrios vulnerables,
- la lucha social por la erradicación de la violencia de género,
- las políticas de memoria, verdad y justicia por la no repetición del terrorismo de Estado.
La sociedad civil peticionó a la CIDH una visita a la Argentina para monitorear la situación con el fin de impulsar al Estado a cumplir con sus obligaciones y respetar los estándares internacionales de derechos humanos.
Milei pretende diferenciarse de la Agenda 2030, consensuada en la ONU como el “Pacto del Futuro”, que reúne esfuerzos para garantizar derechos de tercera generación y de incidencia colectiva. “Aunque bienintencionado en sus metas, es un programa de gobierno supranacional de corte socialista, que pretende resolver los problemas de la modernidad con soluciones que atentan contra la soberanía de los Estados-nación y violentan el derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad de las personas”, disertó el presidente de Argentina en septiembre ante la 79º Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York. Al cierre de su discurso advirtió que “la Argentina no acompañará ninguna política que implique la restricción de las libertades individuales, del comercio, ni la violación de los derechos naturales de los individuos, no importa quién la promueva ni cuánto consenso tenga esa institución”. En esa línea fue la intervención de Baños, ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
La economía popular y el avance narco
La primera audiencia sobre el “Impacto de las políticas sociales en personas trabajadoras de la economía popular” fue solicitada por la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP) junto con el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y Mujeres en Empleo Informal Globalizando y Organizando (WIEGO).
La principal denuncia de este sector fue la falta de entrega de alimentos a los comedores comunitarios, el desmantelamiento de los programas de empleo social, la persecución y la estigmatización de las organizaciones sociales. Natalia Zarza, referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos e integrante de la UTEP describió la dramática situación de los barrios populares ante la falta de alimentos: “No llegamos a fin de mes, no tenemos a la noche un plato de comida todos los días. Los espacios que brindan los alimentos a los pibes se hacen de manera amorosa y con compromiso, son una herramienta fundamental de contención. Pero cuando el Estado se retira avanza el narcotráfico que le destruye el proyecto de vida a nuestros pibes. Estoy acá con mucha bronca, vengo para que me escuchen. No somos fantasmas, somos los que sostenemos los comedores comunitarios dándole de comer a los chicos y los ancianos de todos los barrios de la Argentina”.
Alejandro Gramajo, secretario general de la UTEP, explicó las consecuencias de la política de ajuste: “En nuestro país hay 10 millones de indigentes, hay más de 20 millones de compatriotas que están en la pobreza que no pueden comer todos los días, que saltean comida. El gobierno congeló el salario social complementario, implica que el Potenciar Trabajo, que percibían trabajadores y las trabajadoras de la economía popular producto de una tarea socio productiva, cayera en peores condiciones sociales de las que estaban en términos de pobreza. El gobierno tomó una decisión de avanzar en un proceso de ajuste, no solo en la política de economía popular, sino en muchas políticas. Nosotros hacemos mucho hincapié en que cuando se destruye la comunidad avanza el narcotráfico, se rompen las redes de contención social y de contención comunitaria”.
Además Gramajo detalló: “Lo que hemos planteado hasta acá es producto de las decisiones que ha tomado el gobierno. Los trabajadores de la economía popular y trabajadores formales van perdiendo su trabajo y su poder adquisitivo, los jubilados y jubiladas caen en la pobreza, millones de niños y niñas van todos los días a dormirse sin comer, más de 10.000 empresas han cerrado, privatizó las empresas del Estado. El gobierno decidió desfinanciar la educación y la salud pública” y concluyó que para la sociedad civil peticionante “esto representa un plan de miseria planificado, un plan de exterminio social y una gran crisis humanitaria que necesita el acompañamiento de los diferentes organismos internacionales. Porque el avance en el narcotráfico que se ve en el territorio argentino y también la gran tasa de suicidios que ha aumentado violentamente, son producto del deterioro económico y social que está viviendo nuestro pueblo”.
En respuesta a los planteos de las organizaciones, Baños acusó a Gramajo de tener un “discurso político”, habló de infiltrados en las manifestaciones, de comedores fantasmas y tildó a la militancia social de coercitiva. Además sostuvo que “las políticas de intermediación y asistencialismo clientelar llevaron al país años de pobreza estructural” y agregó que “durante épocas de pobreza estructural y asistencialismo clientelar, tampoco se presentó ningún pedido de audiencia pública”, cosa que en la Ex Esma fue interpretada como una chicana.
Ante la pregunta del comisionado Caballero sobre si era una proyección o un dato concreto que la pobreza disminuyera a la par de la baja de la inflación, Baños agitó el discurso libertario: “No es que en el segundo semestre del 2024 la pobreza bajó sino que en este segundo semestre estamos viendo que la pobreza empieza a bajar a partir de una sostenida baja en los índices de inflación”.
Al cierre de su intervención sobre este tema, Baños describió para quién gobierna el presidente: “La gestión encabezada por el presidente Milei es para mejorar la calidad de vida de los argentinos de todas las clases socioeconómicas, apuntar a lograr una vida en libertad y hacer de la propiedad de cada uno un fin en sí mismo”.
La voz de los marginados
Roberta Clarke, presidenta de la CIDH, se dirigió a los funcionarios en relación a las respuestas insuficientes del Estado y la evidente falta de diálogo ante los reclamos de los trabajadores de la economía popular: “Quiero invitarles a las dependencias del Estado a que básicamente reconozcan los derechos humanos y políticos en el marco de los derechos humanos. ¿Entienden esta lucha de poder que existe entre las instituciones y las personas? Por ejemplo, eso tiene que ver con la distribución de recursos. Cuando hay desigualdades muchos quedan afuera en sus necesidades, no son cumplidas. Esta es la historia que vive nuestra región, de arriba hacia abajo. Entonces, el marco de los derechos humanos dicta que los Estados tienen que proteger los derechos y los defensores de los derechos humanos y las organizaciones de la sociedad civil tienen el papel de monitorear lo que están haciendo los Estados para cumplir con los derechos humanos. La Comisión también tiene que ser la voz de los marginalizados”.
Además, se refirió a la denuncia por la estigmatización y las campañas de desprestigio al sector de la economía popular que sostiene los comedores en los barrios: “La sociedad civil y los defensores de derechos humanos no deben recibir ningún tipo de represalia. Deben en forma sustantiva ser esa voz, no solamente una voz desde afuera, sino una voz que puede sentarse a la mesa de negociaciones para que se vean sus perspectivas, para que se vea el monitoreo que han realizado en cuanto a las políticas. Los defensores de derechos humanos están trabajando con mucho valor en contra de los poderes que tiene el Estado y por supuesto esto lo vemos en toda nuestra región. Así que quiero honrar la integridad del trabajo que están haciendo ustedes y sus intenciones”.
“La violencia contra mujeres y niñas es un crimen de lesa humanidad”
En la segunda audiencia sobre la “Situación de las políticas de prevención, sanción y erradicación de las violencias de género” participaron como peticionantes Amnistía Internacional, el CELS, el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), la Fundación Mujeres x Mujeres y la Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables. Los principales ejes de denuncia fueron el cierre del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidades y su posterior cartera disminuida en Subsecretaría de Protección contra la Violencia de Género, la reducción drástica de los Centros de Acceso a la Justicia, el desfinanciamiento de la línea telefónica 144, del Programa Acompañar y el Programa Acercar que brindaba asistencia integral a las víctimas de violencia de género.
Destacaron la falta de políticas de prevención del abuso sexual en la infancia, las barreras para el acceso al aborto legal, el cierre del Plan ENIA de prevención de embarazos no deseados en la adolescencia, más el desmantelamiento de programas que promovían la equidad de género en empresas y de ayuda económica para personas trans. La audiencia comenzó con un claro mensaje de Clarke: “Dediqué casi toda mi vida profesional a este tema y no se ha visto una disminución en las estadísticas. Tal vez no contemos con cifras exactas por subregistro, pero la violencia contra mujeres y niñas es un crimen de lesa humanidad”.
Natalia Gerardi, directora ejecutiva de ELA, puso en contexto a la CIDH: “Desde que asumió el 10 de diciembre de 2023, el actual gobierno ha atacado sistemáticamente los derechos de las mujeres, niñas, adolescentes y personas LGBT. Desmanteló políticas públicas exitosas, desprestigió sin evidencias las instituciones encargadas de garantizarlas, recortó de manera arbitraria las partidas presupuestarias y redujo el personal que sostenía la implementación de las políticas públicas mediante despidos masivos. Con estas acciones el Estado incumple pactos y tratados internacionales vigentes como la Convención de Belém do Pará y la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW)”. Gerardi explicó que el desmantelamiento sistemático de estas políticas “se enmarca en un acelerado proceso de des responsabilización, el Estado Nacional abandona a las mujeres renunciando a su rol de rectoría en materia de política pública y garante de un piso mínimo de derechos en todo el país” y enfatizó en que “son medidas regresivas tomadas en manifiesto incumplimiento de los principios de progresividad y no regresividad en derechos humanos”.
Juliana Miranda, del Centro de Estudios Legales y Sociales, cuestionó ante la CIDH la actitud internacional del Estado argentino: “Nuestro país fue el único que se negó a firmar la Declaración sobre Igualdad de Género y Empoderamiento de las Mujeres del G20. Hoy mismo, hace unas horas, en la Asamblea General de Naciones Unidas, Argentina fue el único estado de 184 países que votó en contra de una resolución que llama a intensificar esfuerzos contra la violencia contra mujeres y niñas en el entorno digital. Estas acciones regresivas del Estado, en términos de protección del colectivo de mujeres y personas LGBT, es contraria a los estándares fijados por la normativa internacional y los antecedentes del sistema interamericano e incluso los compromisos que asumió en la emblemática solución amistosa por el intento de feminicidio y actuación estereotipada y discriminatoria en perjuicio de Ivana Rosales”.
En ese sentido, Miranda analizó lo discordante de esta posición en relación a los derechos adquiridos con que cuentan las niñas, mujeres y disidencias en Argentina: “Este giro en la política exterior alejó al país de sus alianzas en América Latina y de los foros multilaterales regionalistas en los que promovió el avance de la protección de este colectivo, con la excusa de considerar los derechos humanos como ineficaces e ideológicamente dirigidos. Argentina se está alejando de su rol de liderazgo histórico en la promoción de derechos de las mujeres, iniciativas contra la violencia de género y la promoción y protección de derechos sexuales y reproductivos”.
La respuesta de Baños fue la misma: la crisis económica y la ineficacia del Estado. “Los recortes de las partidas presupuestarias y el cierre de organismos ineficientes. La reducción de personal ineficiente tiene que ver con la búsqueda de saneamiento que permitan un renacimiento de la economía. Por la reestructuración total, los programas del ministerio fueron asumidos por la entonces Subsecretaría de Protección contra la Violencia de Género, donde se evaluaron oportunamente las estructuras organizativas. El análisis realizado puso en evidencia la superposición de tareas y duplicación de funciones con el consecuente exceso de personal, incluyendo coordinaciones y programas con objetivos similares. Se detectaron inconsistencias en materia patrimonial, incluyendo el incumplimiento de la aplicación de la normativa vigente en relación al seguimiento, supervisión y rendición de cuentas. Atento a eso, fue necesario llevar adelante un realineamiento de las acciones y programas provenientes de la ex subsecretaria”, justificó Baños.
Además, el Secretario de Derechos Humanos desacreditó y desconoció la especificidad de las políticas llevadas adelante hasta el momento, diseñadas y articuladas con actores sociales especializados en materia de género: “No existe, como pretenden las organizaciones peticionantes, un retroceso o proceso de desarme, desmantelamiento y el remanido y machacante uso de la violación al principio de progresividad y no regresividad porque son inexistentes las políticas orientadas a proteger, acompañar y asistir a la persona que se encuentra en situación de vulnerabilidad”.
Proyectos de vida y niñas violadas
Ante la falta de reconocimiento del Estado de Argentina a las políticas iniciadas contra la violencia de género y por la igualdad de las mujeres, el comisionado José Luis Caballero Ochoa apuntó: “Lo que no se nombra no existe. Esta es una convicción que me parece muy importante en el terreno del derecho de los derechos humanos. Si decían ustedes que la violencia no tiene género, si decimos que la violencia no tiene género, la protección del género no existe cuando hay discriminación estructural de años sobre grupos o colectivos tradicionalmente invisibilizados como las mujeres y el colectivo LGBTI, en violencia de género o en políticas de cuidado. Si no se protege, no existe. Este es un principio básico del derecho internacional de los derechos humanos, del derecho discriminatorio, de la igualdad. En ese sentido, debemos tener visiones muy claras desde la Comisión Interamericana”.
Amplió su llamado de atención dirigiéndose al Estado argentino luego de escuchar su postura: “El principio de progresividad es un principio que forma los derechos humanos. Los derechos humanos son universales, progresivos, interdependientes, indivisibles, inalienables. La prohibición de regresividad es un piso mínimo que tenemos en el patrimonio de la evolución del derecho internacional de los derechos humanos”.
En línea con su colega, la presidenta de la CIDH reforzó: “Me siento dando un sermón. A pesar de la ideología de igualdad de género, los actores estatales tienen que responder. Gran parte de la arquitectura del Estado comparte la cultura prevaleciente en donde se normaliza e invisibiliza esa violencia específica contra las mujeres. Entonces les pido como funcionarios del gobierno tener la conversación sobre por qué se tiene que nombrar, nombrar específicamente es importante porque tiene importancia simbólica”.
El secretario de Derechos Humanos cuestionó a las peticionantes respecto al acceso al aborto legal con una postura antiderechos: “La Convención Americana de Derechos Humanos protege la vida en general desde la concepción. La República Argentina es parte de la Convención sobre los Derechos del Niño que su preámbulo establece que la vida se debe proteger tanto antes como después del nacimiento. Seguramente los solicitantes están al tanto de que la Plataforma de Beijing y la del Cairo, no incluyen el aborto entre los derechos sexuales y reproductivos”.
Sobre el desmantelamiento del Plan ENIA, Baños sostuvo: “No es razonable exigir que se lleve adelante una política pública en donde les fallamos a las niñas y adolescentes”.
En respuesta, Clarke interpeló al Estado en relación a la violencia contra niñas, niños y adolescentes: “¿Dónde está la voluntad de proteger a los niños? ¿Cuál es el enfoque del Estado para darles a los niños y adolescentes lo necesario para protegerse? Los adultos tienen la responsabilidad de protegerse, pero se les pueden dar herramientas a los niños a través de la escuela, la educación sexual tiene relación. Doctor Baños, usted en la sesión anterior habló de darles autonomía a los niños para el proyecto de vida. Una niña de diez años que ha sido violada y quedó embarazada, ¿Cómo es su proyecto de vida en realidad? Pregunto para hacerme una idea de cuál es el enfoque de protección de los niños en tales situaciones”.
En su momento de réplica, Gerardi aseveró que “no hay una sola manera de garantizar la implementación de políticas públicas, pero sí hay una sola manera de garantizar su existencia y es con financiamiento en el presupuesto nacional. ¿De qué manera piensan que pueden implementar una política pública de atención y de distribución de recursos económicos para atención de violencia doméstica con cero presupuesto para el 2025? Al mismo tiempo, este presupuesto contiene una enorme cantidad de partidas dedicadas a exenciones tributarias y regímenes especiales como el régimen de minería”. También, contrapuso el cuestionamiento de Baños respecto al aumento de las denuncias a la Oficina de Violencia Doméstica: “Claro que aumentó a lo largo de los años la cantidad de consultas recibidas, porque aumentó el conocimiento y la percepción social de las mujeres, en particular de que hay algo que está mal en las formas de violencia que vivimos y que hay lugares donde podemos recurrir. Eso habla bien de la existencia de una política de conocimiento y difusión de derechos y de conocimiento y existencia de los lugares a los que se puede recurrir para conocer si aumenta o disminuye la incidencia de la violencia en el país”.
Estela de Carlotto: “Vengo a pedir su ayuda”
Estela Carlotto (Abuelas) junto a Taty Almeida (Madres Línea Fundadora) y, a su derecha, Carlos Pisoni, de H.I.J.O.S.
El auditorio de la Casa por la Identidad de Abuelas de Plaza de Mayo, en el Espacio por la Memoria Ex ESMA, estuvo repleto de movimientos sociales, organizaciones religiosas, sindicatos, universidades, equipos de investigación, organizaciones feministas, clubes y redes de comunicación comunitaria que acompañaron a los organismos de derechos humanos.
En conexión por videoconferencia expusieron sus opiniones Estela de Carlotto por Abuelas, Taty Almeida por Madres y Carlos Pisoni por H.I.J.O.S. De forma presencial en Washington, participó una comitiva de los organismos integrada por Paula Litvachky, directora ejecutiva del CELS; la nieta restituida Claudia Poblete, Carolina Vilella, integrante del equipo jurídico Abuelas de Plaza de Mayo; Verónica Torras, directora de Memoria Abierta, y el escritor Martín Kohan.
“Vinimos por primera vez a pedir su ayuda cuando en nuestro país nos cerraban todas las puertas y negaban las graves violaciones a los derechos humanos que estaban cometiendo. Desde ese entonces para nosotras y todos los organismos fue siempre fundamental y de gran importancia su acompañamiento. Ya con 94 años, vengo a pedir una vez más su ayuda ante todos los retrocesos que se viven en la Argentina en materia de derechos humanos y el Proceso histórico de Memoria, Verdad y Justicia. Todavía buscamos a 300 hombres y mujeres que hoy son padres y madres, por lo que también nos encontramos buscando a nuestros bisnietos”, expresó Estela de Carlotto como peticionante.
Durante la audiencia los organismos de derechos humanos expusieron el retroceso en las políticas públicas de memoria restaurativa. Explicaron cómo desde diciembre de 2023 el Poder Ejecutivo concretó sus promesas de campaña en la destrucción simbólica y material de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia, de Reparación y No Repetición. A través del desfinanciamiento del Banco Nacional de Datos Genéticos y de las recompensas para la búsqueda de prófugos de delitos de lesa humanidad, el cierre de líneas de trabajo en la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CoNaDI) para la búsqueda de los nietos apropiados y del Equipo de Relevamiento y Análisis documental del Ministerio de Defensa orientado a la apertura de los archivos. En paralelo avanzó con despidos masivos de trabajadores, vaciamiento de instituciones y la puesta en venta de sitios de memoria.
El secretario de Asuntos Internacionales de la Defensa del Ministerio de Defensa, Juan Battaleme, volvió a justificar el ajuste por “la necesidad de optimizar recursos” frente a la crisis económica. A los trabajadores de los organismos de derechos humanos los acusó de que “actuaban como vengadores”, al Ente Público Espacio para la Memoria y para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos (ex ESMA) y sus representantes los definió como un “ente opaco e inorgánico que funcionaban sin un superior jerárquico que imponga los criterios de actuación” y que “la arbitrariedad en esta dependencia era moneda corriente”. Battaleme expresó la posición del Gobierno en relación a la apertura de los archivos de integrantes de las fuerzas armadas para identificar su participación en el terrorismo de Estado: “No podemos permitir bajo ninguna circunstancia indagaciones generales o excursiones de pesca. Quiero recordar que toda la información de los legajos personales de militares se encuentran clasificados como secreto militar”.
En el cierre de su exposición, Battaleme quiso dejar un mensaje: “La lucha por la justicia es para nosotros un compromiso con todos los argentinos, no debe ni puede transformarse en un terreno de venganza o abuso de poder. Avancemos juntos en la búsqueda de un futuro donde la justicia sea para todos y la memoria completa una base sólida de libertad”, aclaró el funcionario con sentimientos de “profundo deber y convicción”. Por su parte, Alberto Baños, reafirmó esta posición del gobierno de Milei: “El problema aquí es que se consideran dueños del relato. Hablan de negacionismo y que se abandona la política de memoria. Pero la memoria es para todas las víctimas. Sin excusas ni banderas. Por las señoras que hoy participaron en el video uno no puede tener sino empatía por la situación que han vivido y siguen viviendo. Pero eso no las puede convertir en directoras de las políticas públicas a más de 40 años de perpetrados los hechos. Nosotros seguimos respetando la memoria de quienes hayan perdido sus vidas y hayan sido víctimas. Pero también el Gobierno está respetando la memoria de aquellos que hayan sido víctimas del accionar terrorista. Hablan de negacionismo pero en realidad pretenden dirigir las políticas públicas en materia de derechos humanos de las que el Estado hace honra y no cede ante las presiones ideológicas”.
La indignación en el auditorio de Abuelas pesaba en el aire. Estela y Taty negaban con la cabeza, se agarraban la mano, resoplaban por el desagrado de escuchar a los funcionarios argentinos hablar de esa manera ante un organismo internacional de derechos humanos. Los participantes aguantaron las ganas de chiflar y putear. Cuando terminó la audiencia, pudieron descargar: “¡30 mil detenidos desaparecidos presentes, ahora y siempre!”, gritaron entre abrazos y dedos en V en alto, con la convicción de no bajar jamás los brazos.
El representante de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Arif Bulkan, transmitió por videollamada la opinión de la ONU respecto a la Argentina: “La Oficina que represento comparte las preocupaciones de diversos actores sobre el cambio de narrativa de políticas y de institucionalidad en torno al proceso de memoria, verdad y justicia desde la recuperación de la democracia argentina”. Bulkan reconoció el esfuerzo del Estado y de la sociedad “por enfrentarse al legado de las violaciones a los derechos humanos cometidas durante la dictadura cívico militar”. Destacó el trabajo de las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, puso en valor los museos y sitios de memoria, en particular la Ex ESMA como Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Arif Bulkan fue categórico en remarcar que la situación económica no puede ser motivo de regresiones en materia de derechos humanos: “La existencia de una crisis económica no debería significar la limitación de recursos humanos y financieros para ciertas áreas de crucial importancia para los procesos de justicia transicional y reconciliación, como lo son las entidades dedicadas al esclarecimiento de crímenes de lesa humanidad durante la dictadura. La oficina expresa su preocupación por los riesgos que esto podría implicar para la garantía de los derechos a la verdad, justicia y reparación y garantías de no repetición”.
Además, expresó que en el Alto Comisionado de la ONU “preocupa la retórica de algunas autoridades que parecerían banalizar o relativizar los crímenes de la dictadura y cuestionar el proceso de juzgamiento de los responsables, lo que tiene un impacto real victimizante en las víctimas de la dictadura y además afecta al derecho a la memoria ante la sociedad en su conjunto. La Oficina quisiera alertar a la Comisión que todos estos cambios podrían contribuir a debilitar el proceso de justicia transicional que fue y es tan importante para nuestra región y al mundo”.
Taty Almeida valoró la postura de los organismos internacionales: “Las mentiras que hemos escuchado por parte del Gobierno es lamentable, pero fue muy buena la postura de la ONU y de la CIDH. Los invitamos a que nuevamente vengan para que comprueben personalmente que todo lo que se ha denunciado es la verdad”. Por su parte, Miguel “Tano” Santucho, hijo de desaparecidos y parte del directorio de Abuelas, también expresó a lavaca sentir vergüenza de los funcionarios argentinos: “Una vez más hablaron de revanchismo y de organismos militantes, que lo somos, de una justicia y una verdad histórica que estamos reconstruyendo. Los que niegan toda la información son justamente el Estado Nacional y en particular las Fuerzas Armadas. Ellos saben perfectamente dónde están los 300 hombres y mujeres que estamos buscando. Desde que perpetraron los crímenes de lesa humanidad nunca permitieron acceder ni dieron ninguna información. Y ahora, en una tribuna tan importante como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, nos injurian de esta manera”.
Uno de los comisionados habló de la reconciliación en relación a la justicia transicional, un tema sensible en la lucha por el esclarecimiento de los crímenes de la última dictadura, que fue utilizado para instalar la teoría de los dos demonios y evitar el juzgamiento de los responsables. “Desde los 90 que vengo escuchando la palabra reconciliación -siguió Santucho- y yo siempre dije que la reconciliación es posible en la medida que se pueda hacer justicia, que se puedan hablar, que se puedan aclarar los casos que pasaron, que se puedan recuperar los nietos. Pero no hay ningún tipo de colaboración de parte de los perpetradores del terrorismo de Estado, que no hay ninguna persona que haya abierto los archivos o la información. Es muy difícil plantear una reconciliación porque todavía nos falta mucho por reconstruir y mucha justicia por obtener. Mi postura particular es que cuando tengamos justicia y encontremos los 300 nietos, nos sentaremos a hablar de reconciliación”.
Nota
Rosario y el asesinato de “Pillín” Bracamonte: las hipótesis, la pelea entre bandas y un corte de luz antes de las balas
En el atentado número 30 contra su vida, Andrés “Pillín” Bracamonte –líder de la barra brava de Rosario Central desde hace al menos 25 años– fue asesinado a balazos este sábado junto a su segundo, Daniel “Rana” Atardo. Ocurrió en el marco de un partido de Central contra San Lorenzo. Hubo una posible zona liberada, luces cortadas en la zona, y un crimen que se veía venir pese a la aparente calma de la violencia en Rosario en los últimos meses. Publicamos aquí las crónicas del medio cooperativo rosarino El Ciudadano, que dan cuenta del hecho, las primeras hipótesis, un perfil de Bracamonte y el contexto. Todo puede seguirse además en El Ciudadano (elciudadanoweb.com). Y agregamos una reflexión del periodista y diputado Carlos del Frade quien anticipa que estos asesinatos tendrán igual o mayores efectos que todo lo que ocurrió tras el crimen del “Pájaro” Cantero.
La muerte de Pillín: las hipótesis detrás del crimen que agita la pelea entre bandas y un sugestivo corte de luz antes de las balas
Quizás por haber sido víctima de 29 ataques a balazos, estaba regalado en una calle donde tampoco le llamo la atención que la luz estuviera cortada antes de que lo asesinaran. Por El Ciudadano (elciudadanoweb.com).
Con 29 ataques a balazos en el lomo, Andrés Bracamonte, único barrabrava capaz de sostenerse 25 años en el paravalancha canalla sabía que lo querían matar. Desde antes del último ataque, en agosto pasado, tenía esa certeza. Pero igual estaba regalado en la esquina de Avellaneda y Reconquista, con la luz cortada, sin sospechar lo que vendría. Algunos aseguran que contaba dinero de la recaudación.
El asesinato de Samuel Medina, el Gordo Samu, yerno del Guille Cantero abrió una serie de hipótesis que hoy desembocan en la muerte de Pillín. Una daba cuenta de una pelea entre Los Monos y Bracamonte que sus allegados desmienten. El Gordo Samu era allegado a Pillín, viajaban juntos y su muerte está orientada hacia una banda de un barrio periférico manejada desde Buenos Aires que la fiscalía tenía entre manos, según allegados a la investigación. Uno de los integrantes de esa banda fue golpeado personalmente por Pillín, algo que en la jerga se considera una especie de humillación. Pillín lo sabía, pero llama la atención que estuviera tan regalado en la esquina de Reconquista y Avellaneda. También llama la atención que un rato antes del ataque a balazos cortaran la luz de la calle en el marco de un partido de Central. Lo mataron a oscuras; a él y a su sucesor. Una versión da cuenta de que la pelea con el grupo del barrio periférico fue para evitar comercialización de sustancias en la cancha: Pillín no quería la Federal encima de ellos.
La escena del crimen, en las afueras del estadio de Rosario Central.
La banda señalada, que ya fue allanada, está vinculada directamente con una banda contraria a Los Monos. Si esta hipótesis se confirma habrá dos sectores en disputa, por un lado las dos grandes bandas que operan en Rosario y por otro lado la sucesión del paravalancha.
El perfil de un duro: a Pillín lo habían intentado matar 29 veces en los 25 años que estuvo al frente de la barra de Central
Andrés Bracamonte estuvo al frente de la barra canaya desde fines de siglo pasado, cuando era uno de los 7 jefes de fracciones internas y se quedó con todo. Desde entonces hubo plomos contra él: lo hirieron, lo rozaron, pero logró reponerse una y otra vez. Esta vez no pudo. Por El Ciudadano (elciudadanoweb.com).
—¿Es verdad que a Pillín lo balearon 29 veces?
—Sí, de locos, pero sí. Espero que podamos festejar las 30 con él sentado a mi lado.
Así confirmaba el número de gambetas a la muerte que llevaba Andrés Bracamonte un amigo que había ido a acompañar al hospital donde lo revisaban por heridas menores y roces de bala. Era el sábado 10 de agosto y Rosario Central acababa de vencer 1 a 0 en el Gigante de Arroyito a su archirrival Newell’s Old Boys. Y en medio de un torrente de personas a pie que caminaban por los bordes del parque Alem iba Pillin en su auto, despacio, junto a su pareja, y en avenida de los Trabajadores y José María Drago rociaron a ambos a balazos.
No habían ido a ver el partido, Pillín tenía restricción para entrar.
Según contaron testigos, un motociclista se acercó al auto y disparó ocho veces. Escapó. El entorno del jefe de la barra reaccionó rápido, pero no logró dar con el tirador. A Pillín una bala le entró en la espalda; también salió. No afectó ningún órgano, dijeron después en el hospital. A su pareja las balas le dieron en la zona costal derecha y en el codo derecho. También la atendieron sin que su vida estuviera en riesgo.
Pillín un cuarto de siglo al frente de la barra de Central. Había llegado a la cima antes del año 2000: era 1999 cuando quedó como jefe indiscutible de todas las fracciones. Y en los 25 años que se mantuvo fue acusado, condenado, detenido, liberado y baleado 29 veces.
De esos ataques, hay pocos registros en las crónicas policiales. Pero en el entorno del mandamás los tienen contados.
En julio de 2002, Pillín atacado por un desconocido que logró impactarle tres balas en el cuerpo. Fue en la puerta de un gimnasio ubicado en Ovidio Lagos al 1000. Pillín estaba en la puerta y vio a un desconocido cruzar la calle. Ese hombre extrajo un arma y le efectuó cuatro disparos, tras lo cual escapó a la carrera hacia la esquina donde al parecer lo aguardaba un auto.
Pillín recibió tres impactos de bala, dos en cada brazo y un tercero en la pierna derecha; el tirador falló el cuarto, que tenía como destino la otra pierna. Un balazo le provocó una fractura y el que recibió en el otro brazo le cortó una vena, lo que le produjo una importante pérdida de sangre.
En 2006 fue baleado por desconocidos en la puerta de su casa donde vivía entonces, en la zona norte. Recibió cuatro balazos: uno en el abdomen con orificio de salida, uno en cada pierna y otro en un tobillo. Rápidamente recibió el alta.
En febrero de este año, desconocidos balearon el frente de Los Álamos Club de Campo, el country de Ybarlucea donde vivía actualmente. Dejaron una nota amenazante contra el líder de la pesada.
Mediático
Pillín no pudo entrar a la cancha desde 2018. Antes del partido que Central disputó ante Talleres por la Copa Argentina, Bracamonte fue detenido mientras repartía entradas de protocolo, destinadas a dirigentes, en las inmediaciones del estadio de Lanús, donde se disputó el partido. Sólo quedó unas horas demorado. Pero la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide) dispuso su prohibición de ingreso a los estadios.
En junio de 2010 fue uno de los diez barrabravas argentinos que no pudieron ingresar a Sudáfrica y fue deportado a la Argentina. Bracamonte, quien tenía tres causas judiciales en trámite, había sido autorizado por la Justicia local a salir del país.
Tres años antes el programa Crónicas Extremas del canal América filmó desde adentro a Los Guerreros, la barra canalla, con Pillín como estrella principal. Eso incluyó una visita a La Carpita, que el capo de la pesada también administra.
Causas judiciales
En diciembre pasado, Pillín pasó una semana preso, pero recuperó la libertad antes de la Navidad. Fue por una causa que involucra a un dirigente de la Uocra local por asociación ilícita, pero finalmente logró que sólo pesara sobre él una causa por extorsión.
Esa causa contra el gremio de albañiles reflotó un caso por lavado de activos que pesaba sobre Bracamonte, a raíz de la incautación de un cheque por el pase de un futbolista en su vivienda de Ybarlucea. Tras la imputación cuatro años atrás la causa quedó congelada, pero en diciembre la Justicia local decidió pasarla al fuero federal. Ante la apelación, la Cámara definió, finalmente, que la causa debía seguir bajo la órbita provincial.
Parecía intocable desde cualquier arista. Pero la suerte, si de tal cosa se trataba, esta vez le falló.
Daniel “Rana” Atardo, segundo de Pillín. Ambos asesinados ayer en Rosario.
Vienen días bravos
Este es el texto que escribió y distribuyó el periodista y diputado provincial santafesino Carlos del Frade, que este domingo a las 21 organizará un vivo en su Instagram @defradecarlos sobre las causas y consecuencias del asesinato de Pillín.
Por Carlos Del Frade
El asesinato del Pillín corta en dos la historia del presente criminal en Rosario.
Tendrá la misma o una mayor profundidad de lo que sucedió después del asesinato del Pájaro Cantero.
Era el único jefe de una barrabrava de primera división que permaneció por treinta años liderando esos negocios que surgen desde la cancha chica del fútbol y se expanden en la cancha grande de la realidad.
Más allá de las primeras informaciones, es claro que los últimos tres atentados contra él y su gente en los partidos de Central como local exhibían una voluntad manifiesta de matarlo.
Vienen días bravos en la ex ciudad obrera.
Portada
Hasta siempre, Mirta
Lo dijo con una sonrisa, amorosa, y con la mirada encendida, directo a los ojos: “El miedo es para los cobardes”. Fue un jueves de puro sol, cuando le preguntamos si tenía miedo en este contexto, antes de comenzar una nueva ronda que justo ella, con otras trece madres, fundó el 30 de abril de 1977, cuando buscaban con desesperación a sus hijos e hijas.
Mirta Acuña de Baravalle buscaba, además, a un nieto o nieta: su hija Ana María, a quien secuestraron el 26 de agosto de 1976 junto a su compañero Julio César Galizzi, estaba embarazada. Mirta murió este viernes sin saber qué pasó con ellos.
Su despedida será de 16 a 19 en el hall del Municipio de San Martín, el partido donde ella vivía, donde jugaba al scrabble sin cansarse, y donde seguía todos los jueves las rondas de Madres Línea Fundadora por las transmisiones de medios comunitarios, mandando saludos en vivo y recordatorios que una hermana leía sobre otras personas desaparecidas.
Tenía 99 años, la mirada encendida y la sonrisa amorosa, para indicarle a nuevas generaciones que la lucha sigue.
Gracias, Mirta.
Presente, ¡ahora y siempre!
Mirta en las marchas masivas del 24 de Marzo, marchando por la memoria, la verdad y la justicia junto a sus compañeras de Madres Líneas Fundadora. Foto Lina Etchesuri para lavaca
24 de Marzo de 2017. Mirta acompañada por Victoria Moyano, nieta recuperada. Foto Lina Etchesuri para lavaca
Esta foto fue tomada el 29 de febrero de este año y fue el último jueves de ronda donde estuvieron las tres Madres Líneas Fundadora juntas: Nora Cortiñas (fallecida el 30 de mayo), Mirta Baravalle (en el centro) y Elia Espen. Consultada sobre si tenía miedo en un contexto de discursos de odio y negacionistas, Mirta respondió a Lavaca con una sonrisa: “El miedo es para los cobardes”. Foto Lina Etchesuri para lavaca
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