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Hebe de Bonafini: “El otro soy yo”. Reflexiones después de Cromagnon

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¿Cuál es el saldo de lo ocurrido en Cromagnon? ¿Qué simboliza el rock callejero? ¿Cómo reclamar a partir del dolor, sin caer en la política partidista? ¿Cuál es la diferencia entre la realidad y lo que dicen los medios? Hebe de Bonafini cuenta sus impresiones después de las llamas, del aire envenenado, y de las represiones a los manifestantes. Habla, además, de la juventud, la revolución, Kirchner y sus pactos peligrosos, Duhalde, Ibarra, “Juanjo” Álvarez, Moyano, la izquierda, los “transversales”, la Iglesia, las presas y presos políticos. Una mirada entre las zonas oscuras y las bengalas.

“El otro soy yo” repite Hebe de Bonafini, como una síntesis que implica, en su caso, todo un programa político. Dice la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo:

-Hubo chicos en Cromagnon que pudiendo salvarse, entraron a buscar a otros. Ahí hubo un sentido de solidaridad absoluto. No pensaron en ellos sino en los otros. Los medios no lo rescatan como algo importante. Hablan de las vidas perfectas. Pero lo más importante que hicieron esos chicos fue jugarse para salvar a otros. Entraron una vez, dos, y algunos no pudieron salir. La solidaridad fue inmensa, intensa. Ellos sí que pensaron lo que yo siempre digo: el otro soy yo.

-¿Qué es eso de las vidas perfectas?

-Los medios plantean que los chicos eran los mejores, buenos, fantásticos, todos trabajaban para mantener a las familias. No es eso lo mejor de esos chicos. La gente se equivoca o los medios lo hacen a propósito, destacando esas vidas perfectas.

-Una canción de Callejeros dice: “Tan perfecto que asusta”.

-Claro, me parece que los mejores valores de la juventud nunca se rescatan. Ese pensar en sus compañeros y sus amigos. Los medios en cambio se regodean en la basura: “ponían a los chicos en el baño” escriben, en lugar de decir “qué bárbaro, cómo entraban una, dos o tres veces para salvar gente”. No digo que hayan sido todos. Pero muchos lo hicieron.

-Los testimonios muestran que muchos se salvaron gracias a ese empecinamiento de otros chicos. En cambio los bomberos y la policía…

-Eso falta rescatarlo. Y falta pensar. Hay tantas cosas para pensar. Cambió la familia, por ejemplo. Eso se vio. Ahora los chicos muy jovencitos tienen hijos, cuando todavía no dejaron de ser hijos ellos mismos. Todavía están en la adolescencia y a los 17, 18 ya tienen hijos. Pero además necesitan ir a bailar, salir. Y van a esos lugares donde se sienten representados. Yo con esto volví a ver ese cambio en la estructura de la familia. Y entonces una piensa: ¿qué proyecto hay para la juventud? No hay. Y necesitan ser jóvenes, adolescentes, romper los esquemas, ser rebeldes. Y llevan a su bebé como parte de su familia. Esa es la historia. Pero los medios hablan de la basura, o de las vidas perfectas. ¿Por qué nos quieren imponer eso? Si uno de los chicos recogía cartones ¿ya no era tan perfecto? ¿O uno que vivía solo en lugar de mantener a la familia? Los medios buscan siempre una historia lavada, o regodearse en la porquería.

Secuestro de una calesita

La señora de Bonafini, 76 años cumplidos en diciembre, se masajea la pierna izquierda que se fracturó en septiembre de 2003 cuando acometió la inhóspita tarea de limpiar una heladera con el piso de su cocina enjabonado.

En su despacho trabaja sobre el escritorio negro que su hijo Jorge compró cuando empezó a estudiar física. “Cuando cayó la primer casa en que él estaba se lo llevó no sé quién, y un día me avisaron para que pudiera ir a buscarlo. Tengo fotos de mi nieto, de mi hija, de Sergio (Shocklender). Cosas que amo”.

En la oficina hay un par de bustos de Ernesto Guevara, uno de José Martí, cuadros pintados por la hija del escritor Osvaldo Bayer, fotos de Hebe con el cubano Fidel Castro y el venezolano Hugo Chávez, un ejemplar de la constitución de Venezuela. No hay fotos de Néstor Kirchner.

-¿Cómo es la relación con estos señores? ¿Se tutean?

-A Fidel y Chávez sí. A Kirchner a veces sí y a veces no. Pero siempre con mucha confianza. Él no se presenta como un presidente. Te agarra la mano, te palmea, es muy afectuoso, muy sencillo, te acaricia, siempre con mucho, mucho afecto.

En ese afecto tal vez esté la clave del sorprendente giro que tuvo la mujer más temida por los gobiernos que se han topado con ella. En 2003, cuando la Argentina vivió elecciones con el piso enjabonado, la señora de Bonafini experimentó un entusiasmo que ha descripto así en un reportaje anterior concedido a lavaca: “Me la pasé diciendo que Menem, Duhalde y Kirchner eran la misma mierda. Y después tuve que ir a decirle: “Señor presidente, me equivoqué, yo dije que usted es la misma mierda que los otros pero no, usted es totalmente distinto”. Y se lo reconocí así, sinceramente. Las Madres somos muy libres para decir lo que pensamos. Una vez en un discurso, hace años, dije que alguna vez un hijo nuestro iba a cruzar la plaza, y se iba a sentar en el sillón para ser presidente. Y ahora él me contó que el 24 de marzo de 1976 ya empezó a pensar que quería llegar a presidente. Lo que no soñé es que algo así iba a ser tan rápido”.

(De todos modos, se verá, el afecto no le hace perder a Hebe la capacidad de alarmarse frente a determinados gestos del gobierno)

El despacho tiene además un afiche con las madres desaparecidas: Azucena Villaflor, Esther Careaga y María Ponce de Bianco.

Y hay también la foto de una calesita que simboliza una curiosa gesta emprendida por el jefe de gobierno de la Ciudad, acaso en sus ratos libres.

-La calesita está acá enfrente (en la Plaza de los Dos Congresos, frente a la sede de la Universidad Popular de Madres). Fue una pelea muy grande con Aníbal Ibarra, que la quería sacar. Mandaba a secuestrar la calesita. Nosotras hacíamos marchas todos los días y echábamos a la policía. Al final la pusimos. No nos daban luz, y la conectamos clandestinamente. Ibarra entonces la mandaba a cortar. Lo que hicimos fue cerrar el tránsito, y pasamos por debajo de la calle un cable desde la Universidad.

-La batalla de la calesita

-Impresionante, ¿no?

-¿El gobierno no tenía otros temas a los cuales dedicarse?

-No sé. Ibarra mandó gente diciendo que yo podía ser la madrina. Les contesté: no, yo soy la dueña. Somos las dueñas de la plaza. La madrina aparece una vez por año haciendo regalitos. Yo estoy todos los días acá. Al final la ganamos, y la calesita es nuestra.

En la puerta de la oficina hay una foto nocturna que dice “Vivienda de una familia argentina”: se trata de una familia de cartoneros, con la acumulación caótica de objetos que van rescatando del terremoto de la realidad. Hebe dice: “Puse esa foto porque el otro soy yo”.

Las bengalas y los bichos

-¿Qué reacción le provocó la noticia sobre lo ocurrido en República de Cromagnon?

-Hay una juventud desamparada, sin proyecto. El proyecto no puede ser una banda de rock.

-Bueno, Hebe, pero divertirse o escuchar rock tampoco es un síntoma de desamparo.

-Hay que ver cómo es el divertimento. Si es el límite, si la bengala es un divertimento… no sé. Se juega con el límite. Nuestros hijos tenían otros límites. Ponían su vida al servicio de la comunidad. Acá están poniendo la vida en algo absolutamente diferente. ¿Cómo te puedo decir? Con lo oscuro, la bengala, la bebida, el encierro, el griterío. La oscuridad. Que la bengala sea la única luz que tienen. O el fanatismo con esas bandas.

-Pero son bandas que los representan. Y con mucha profundidad, a veces, en sus canciones.

-Es cierto, dicen cosas muy fuertes, y me impresiona que son como preguntas. No hacen una bajada de línea política. Son las mismas preguntas que se hacen los pibes, y para las que nosotros no tenemos respuestas. Y ellos van a preguntarse con la banda.

-¿Qué le parecieron las reacciones que se produjeron a partir del incendio?

-Asquerosamente políticas. Hubo mucho uso. Los abogados, no todos, son como los buitres, buscan clientes. Y hay mucho rechazo a la dirigencia política. Rechazo a todos. Eso hay que pensarlo, porque se puede perder contenido político, no digo partidista. Sin contenido político, ¿cuánto van a durar esas marchas, que hay unos en el Once, otros que van a Plaza de Mayo, otros que quieren quedarse por la mitad?

-¿Pero usted cree que el contenido político lo dan los partidos? Parecería que son los que pueden vaciar el verdadero contenido de las marchas. La gente los echa porque no se siente representada.

-La representatividad es el tema. Hubo algo muy impresionante con las asambleas: las mataron los partidos de izquierda. Así nomás, viste, es como esos jazmines que tienen tan lindo perfume (señala las flores que perfuman el despacho) pero de golpe te lo agarran los bichos, la plaga, y te los comen. Esos son los partidos de izquierda, que rompen muchas cosas que florecen. Son como los pajaritos quue están arriba de los hipopótamos, y viven de los gusanitos que los hipopótamos tienen en el cuero. Esos partidos ya se quisieron subir a las Madres, que éramos como el hipopótamo, pero los sacamos para que no vivan de nosotras.

-Pero entonces, ¿cómo hacer política que no sea partidista?

-Creo que se van a dar cuenta de que no se trata de hacer un museo ni un santuario, sino que hay que tener una exigencia clara sobre hacia dónde ir. A tirar a Ibarra, a que no pase otra vez… y para que no pase otra vez no hay que dejar la lucha. No se negocia el espacio de lucha. Hay que ver qué pasó, cuánta corrupción hubo. Meterse en esa. Socializar la lucha, no quedarse sólo con lo de uno. Hay que investigar quiénes son los dueños del lugar, dicen que está Telerman (Jorge) comprometido, que La Trastienda tampoco tiene salidas pero no lo investigan porque es de Telerman. Esas cosas hay que seguirlas. No dejarlas ahí. Que cada familiar sea un investigador y junten todos los recursos.

-Los partidos dirían que eso no es “hacer política”.

-Dejalos, nunca entienden nada. Lo que hacen esos chicos que marchan es política, lo que hacemos nosotras es política. Comprar un kilo de zanahorias o un cuarto, porque la plata no te alcanza, no es una cuestión doméstica: es una cuestión del sistema y política. La política es la mejor acción del hombre, porque es la que libera, no la que condena.

-Pero ¿cómo se hace?

-Lo más importante es que uno sea creativo. Que sea dueño de su propia forma de lucha. Que se adueñe de esa forma, que elija. Que le de un carácter diferente, como le dimos las Madres, que de la nada salimos a enfrentar a la dictadura. Creamos una nueva forma de política y de presentarnos en la sociedad. ¿Cuál es la presentación ante la sociedad? ¿Llorar todo el tiempo, todo el tiempo, porque murió mi hijo? No. Lo que más te fortalece es denunciar. No tener miedo. Pero no por mi propio hijo sino por todos. Ellos tienen que visualizar eso y luchar por lo que hicieron solidariamente los compañeros que salvaron a otros hijos aquella noche. Y hay que empezar a armar como una ideología. Para dónde vamos a patear, con quién vamos a compartir ideales. Como vamos a hacer lo que te digo: el otro soy yo.

-Esa gente está aturdida de dolor. ¿Podrá?

-Nosotras pudimos. Primero nos metimos en buscar a nuestros hijos y después en el castigo a los culpables. Por eso hay que pensar. ¿Qué vamos a hacer? ¿Vamos a estar en el Once? ¿Sólo nos va a importar nuestro hijo, o también los demás? ¿Vamos a erigir un santuario para rezarles? No es con velas y un santuario la cuestión, aunque al principio es lo que pudo hacer la sociedad. Pero los santuarios occidentales y cristianos nos llevaron nada más que a la destrucción de la lucha. Porque en vez de luchar, rezan. En vez de resistir, se prende una vela.

Lo que pasa es que hay que romper con la lucha individual. Hay responsabilidades muy grandes que no se van a solucionar con que cada uno haga un juicio.

Los pactos peligrosos de Kirchner

-Responsabilidades: ¿Ibarra?

-Creo que Ibarra se terminó como político. Si no es mañana es pasado, pero se va a tener que ir. Duhalde aprovechó como los buitres, sobrevoló bajito, y nos enchufó a este atorrante, este tipo siniestro que tiene que ver con los asesinatos de (Maximiliano) Kostecki y (Darío) Santillán.

-Usted se refiere a Juan José Álvarez, nuevo secretario de seguridad porteño.

-Sí, porque ya sabemos lo que es, un tipo absolutamente peligroso, tan peligroso como Duhalde que quería aterrizar en la Capital para tener una pata puesta aquí. Y lo consiguió a partir de la muerte y el dolor.

-El señor Álvarez es un duhaldista que amenazó irse con Macri si el gobierno no le daba algún cargo, dicen.

-Es que se ve venir: se van a juntar Menem, Rodríguez Sáa, Rico, Patti y dicen que también Duhalde. Mirá que mafia. Es una basura total: da mucho miedo. Así que vamos a ver que pasa. Esto es como un ajedrez donde cada uno pone sus fichas. Y todos perdemos.

-Pero Hebe, Kirchner es el que dio el visto bueno a la designación de Álvarez.

-Yo creo que Kirchner tiene acuerdos con Duhalde que son esto. Kirchner también firmó pactos cuando ganó con el 22% de los votos, y ahora tiene toda esa lacra que significa Duhalde, que exige tal o cual cosa. Es muy difícil gobernar con el enemigo. se lo decimos siempre al Presidente. Se puede gobernar con el opositor pero no con el enemigo. Duhalde es el enemigo. Juanjo Álvarez es el enemigo. Es muy peligroso todo esto. Es como meterse en la jaula con los cocodrilos.

-Pero son cocodrilos del partido gobernante.

-Por eso no puede tan fácilmente sacárselos de encima. Fijate que Scioli y muchos otros están al lado de Menem. No al lado de Kirchner. ¿Y a Lavagna quién lo puso?

-Duhalde.

-Ahí está. Y el tipo juega mucho para el FMI.

-¿Y los “transversales” del kirchnerismo?

-No tienen fuerza, y además a mí me parece que no tienen que hacer partidos para apoyar a Presidente. Es una cosa muy egoísta políticamente. Hacen partidos para ellos mismos: Duhalde (Eduardo Luis, secretario de Derechos Humanos), Bonasso (Miguel), todos esos. Para mí hay que apoyar al Presidente generosamente en las cosas que están bien, y criticar las que están mal. Se necesitan opositores serios. Tampoco eso de decir que está todo mal, que el Presidente es un dictador poco menos. Para nada es un dictador. Es un hombre cariñoso, carismático, con buenas intenciones. No le es fácil desarmar todo y armar todo de nuevo.

Presas y presos

-Bien, pero uno encuentra la situación de personas presas por reclamar, como el caso de la Legislatura o Caleta Olivia. Ustedes han hecho un ayuno reclamando la libertad de esos detenidos. ¿De quién es la responsabilidad? ¿De gobierno? ¿De los jueces?

-Yo creo que el Presidente tiene muchas presiones para que esta gente siga presa. Pero nosotras le planteamos desde el primer momento el desprocesamiento de los compañeros y la libertad de los compañeros. Se lo dijimos frente a frente. Él habla de federalismo, que hay presos en todas las provincias y no se puede hacer nada. Y yo le dije: bueno, empiece usted, y después lo imitarán los otros. Alguien tiene que empezar y así le podremos exigir a los que sigan reprimiendo, sean de las provincias o de donde sean. Porque no puede haber tanto asesino suelto, tanto ladrón suelto, mientras que la gente que tan justamente pide trabajo -porque encima reclaman una cosa justa- termine presa o procesada. Porque además pasa algo: como lo procesan, ya nunca más va a conseguir trabajo, le cierran todas las puertas.

-Las acusaciones son desproporcionadas. Las privaciones ilegales de la libertad son delitos de secuestro por los que condenaron a Videla y a Massera. Ahora dicen lo mismo de los manifestantes de la Legislatura detenidos en julio.

-Es de terror, el lenguaje y la idea. Cortar una calle o tirar una piedra termina pareciendo tan grave como torturar, asesinar, violar, robar chicos o prenderle fuego a las casas o a los libros. Los tratan de la misma manera. Usan el lenguaje de la dictadura. No somos terroristas. La gente ejerce el derecho a reclamar trabajo. Es un derecho humano.

Si este gobierno no quiere violar los derechos humanos, lo primero que tiene que hacer es que no haya chicos que se mueran de hambre. Para que eso pase, los padres tienen que tener trabajo. Y como no tienen, salen a pedir. Pero ahí los reprimen y los meten presos, y los chicos se mueren de hambre. Y encima parece que no hay que hablar de eso. Hay que decirlo: 100 chicos se mueren de hambre por día en este país. Y aunque el Presidente no lo quiera, esa es una parte flaca del gobierno. ¿Cuántos chicos hay así? ¿Cuatro millones? ¿Seis millones? Uno solo ya son millones. No quiero ser más un número. No quiero ser una estadística. Uno solo es mucho.

-¿Y Kirchner qué le contesta cuando le habla de estos temas?

-Tiene buena voluntad. Se preocupa. Pero yo le dije que si el Estado no se ocupa de los niños, no se ocupa de nada. Estamos haciendo todo un trabajo con los Chicos del Pueblo, que es una organización grande, pero además con todos los chicos de los barrios, aunque no estén agremiados. Por eso vinieron a nuestra marcha de la resistencia. Si no les aseguramos un futuro y un proyecto ¿qué hacemos? A mí se me cae la cara de vergüenza de ver a los pibes comiendo mierda de los tachos, o como la vez pasada en Rosario: resulta que Cargill carga barcos y camiones en el puerto, y se les cae la soja que la comen las ratas y las palomas. Y a pocos metros hay una villa donde los chicos pasan hambre.

-¿Qué responde Kirchner?

-El día de esa marcha nos recibió. Nos contaba que cuando ve a los pibes pidiendo por a esquina, los levanta y busca a la madre. La hermana, la ministra (Alicia Kirchner) también hace eso. Es importantísimo, me parece un gesto fantástico y loable. ¿Pero a cuántos chicos puede levantar? No es lo que quiero para mi país, ni lo que querían nuestros hijos para el pueblo (Hebe calla un instante, mirando el escritorio negro). Si el Presidente considera que nuestros hijos son sus compañeros, tiene que reivindicar esa lucha. No hay nada para inventar. Kirchner fue la vez pasada a Las Flores, a un homenaje a un compañero desaparecido, que dice que no lo delató: gracias a ese chico soy presidente, dijo. (Se refiere a Carlos Alberto Labolita). Entonces, en homenaje a ese compañero que no lo delató, lo mejor que puede hacer el Presidente es ocuparse de los chicos que están sucios, desprotegidos, limpiando vidrios, juntando cartones o comiendo basura. Hablar de otra cosa es una hipocresía. Y en este país hay muchas.

Aborto e independencia de poderes

-¿Por ejemplo?

-Mirá, el otro día me preguntaban del aborto. Yo dije: voy a contar cómo se hacen el aborto las mujeres de los barrios. Siempre hay una que aprendió, y se lo hace a las demás, con agujas de tejer a veces sin desinfectar. Las pasan por arriba del fuego. ¿A alguien le parece que una mujer se tenga que poner agujas de tejer en el vientre para abortar? ¿No es mejor legalizarlo? Del modo actual, mueren miles de mujeres, y nacen niños que después se mueren de hambre.

Y yo digo: ¿quién habla de aborto? La Iglesia. Los curas que no se casan, que no saben lo que es una noche feliz, o son violadores. Entonces, ¿de qué hablan? ¿Qué saben? Y las monjas supuestamente nunca tuvieron relaciones ni formaron familia. ¿Desde dónde hablan? La Iglesia le cercena la cabeza a los chicos en las escuelas católicas, y a los grandes. Te hacen lobotomía.

-¿Le molesta que le digan oficialista?

-No me molesta cuando me lo dice el enemigo. Me jode cuando alguna gente que supuestamente está cerca de Madres, le moleta que tengamos poder. No es que seamos oficialistas. Tenemos el poder de que el Presidente nos reciba y nos escuche. Pero no soy peronista, ni kirchnerista, ni radical ni de ningún partido de izquierda. Somos una organización política sin partido. Nos interesa el socialismo, la solidaridad, y la revolución. La revolución no es salir con un fusil a la calle, la revolución es cuando uno se transforma todos los días y quiere transformar algo permanentemente. La revolución se hace, y lo decían nuestros hijos, cuando uno piensa que el otro soy yo.

-Noto un cambio con respecto a otros momentos. Usted dice “la revolución no es el fusil”…

-No es sólo el fusil. Yo siempre pensé que los pueblos tienen derecho al uso de las armas. Está en la Constitución. Pero hay gente que cree que la revolución es solo salir con un fusil a la calle. Y no. Lo primero es transformarse uno mismo. Ocuparse de los temas en serio. Yo reivindico la lucha armada del pueblo, de Cuba, de Venezuela, la lucha de mis hijos que eran revolucionarios y guerrilleros. Pero lo que nosotras estamos haciendo es la revolución desde otro lado. También es revolucionario abrir una universidad, tener todo lo que conseguimos las madres. ¿Quién se anima a todo esto? ¿Y quién se anima a criticar cuando las cosas están mal diciéndoselo al propio Presidente? Yo le dije a Parrilli (Oscar, secretario general de la presidencia): a vos te asustan mis discursos, pero no voy a cambiar. Y el Presidente me dijo: “no cambie, necesitamos lo que dice usted”.

-Insisto en algo. Si hay criminalización de la protesta, intención de disciplinar a quienes reclaman ¿se puede decir que lo hacen los jueces y no el gobierno?

-Yo creo que la justicia está dentro del gobierno. No se puede decir que los jueces son independientes. Todavía hay 440 jueces de la dictadura, que no son independientes para nada. se pueden mandar de vez en cuando algo que no le guste al gobierno, pero no quiere decir que haya independencia de poderes.

Como tampoco hay independencia del Congreso, que el último día de sesiones trabaja 800 horas y saca el Día de la Empanada, el Día del Cuadro, el Día del Turro, disparates y porquerías para justificar el sueldo. Hay que terminar con eso. No hacen nada de lo que espera el pueblo. No me siento representada por nada de eso.

-Habría que hablar de la crisis de la democracia, la crisis de la representatividad.

-Estamos organizando un encuentro de juventudes políticas no organizadas en la izquierda, para ver si sacamos un nuevo pensamiento para hacer política, una nueva forma. Queremos que vengan jóvenes de todo el mundo, calculo que en el 2006, que no sean de partidos. Que sean comunistas o troskystas de alma, pero no con el cartel metido en la cabeza con una jeringa, ni la fotito del Che que ni saben quién es.

-Una novedad de los últimos meses fue la reaparición de la lucha gremial. ¿Qué le pareció?

-Buenísimo, lo de los telefónicos me pareció una maravilla, y lo de los subtes está teniendo fuerza. Me parece bien que refloten los gremios porque la CGT no representa a nadie. Los sindicatos son nuestros enemigos, son de lo peor, y ni hablar de Moyano que es un delator de compañeros, oportunista y chorro, que ahora se pone en el tapete como representante de no sé quién. Una porquería.

-Hablábamos de cómo se castiga a la protesta: lo sufrieron también los chicos y los grandes movilizados por lo de Cromagnon. ¿Qué se busca con esas represiones, asustar a los chicos?

-Se equivocan si creen que persiguiendo a la gente se van a acabar los reclamos. Es al revés. Pero ese es el sistema de Juanjo Álvarez. No para a los que reprimen. No los toca. Así, van a seguir matando.

-Pero ese no puede ser el destino para estos chicos.

-No, por eso yo les diría que es muy lindo vivir por algo, y para algo. No que lo único sea un conjunto de rock, o una letra de una canción. Creo que hay que darle más contenido a la vida. Es muy linda la vida. Se puede acompañar un conjunto de rock. Pero que no sea lo absoluto.

-¿Será lo absoluto? ¿O será que hay una fractura entre el pensamiento y el sentimiento de los chicos, y el de los adultos?

-Y… están en la etapa que los chicos no entienden a los adultos, y los adultos miran a los chicos como a bichos raros.

-¿Quiénes son más raros, Hebe? ¿Los chicos o los adultos?

-(Piensa, mirando otra vez el escritorio negro) Yo creo que los adultos están muy alejados de la realidad de los chicos. No los escuchan. No han aprendido que hay que escucharlos. Y mucho.

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Detenciones injustificadas, golpes, humillaciones y persecución: la grave denuncia de las personas detenidas en la cacería de la Ley Bases

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Detenciones ilegales y acusaciones falsas. Patadas, palazos y balas de goma. Mujeres esposadas 15 horas en camionetas y pasillos, humilladas al ser desnudadas en celdas abiertas. Carceleros que tiran gas pimienta a los varones estando presos. Estas son algunas de las denuncias que exdetenidxs en la Ley Bases comunicaron en conferencia de prensa en el Serpaj, donde pidieron por la liberación de las cuatro personas detenidas, el rechazo a las apelaciones del fiscal federal Carlos Stornelli y el pedido de cierre de todas las causas. Además convocaron para este viernes una concentración con un festival en Plaza de Mayo, a un mes de la cacería, de 15 a 19.30 horas. Cómo viven hoy quienes estuvieron presos y qué dicen los abogados: “No hay elementos jurídicos para sostener esta barbaridad”. Y la voz de Emilia, pareja de Daniela, detenida: “Luchar no es un delito y estar organizados, tampoco”. 

Por Lucas Pedulla

Gabriel Famulari tiene 41 años y está sin documentos. Saca de su bolsillo el papel que le dieron en los tribunales federales de Comodoro Py para su reemplazo: una hoja A4 doblada en cuatro partes que dice “Acta de excarcelación”. Hace casi un mes fue detenido en la cacería que el Gobierno desplegó con cinco fuerzas de seguridad distintas durante las protestas de la Ley Bases, y fue liberado por falta de mérito -es decir, por falta de pruebas- cinco días después por decisión de la jueza María Servini. Sin embargo, es una de las siete personas a quien el fiscal federal Carlos Stornelli apeló la excarcelación. No se enteró por su abogado -un letrado de la Defensoría oficial- sino por un mensaje de WhatsApp. 

“Stornelli apeló mi libertad”, dice Gabriel a lavaca una vez concluida la conferencia que la Coordinadora Por La Libertad de lxs Presxs de la Ley Bases convocó en el Servicio Paz y Justicia (SERPAJ), para exigir la liberación de las cuatro personas que siguen detenidas: Daniela Calarco Arredondo, David Sica, Cristian Valiente y Roberto de la Cruz Gómez. Piensa Gabriel sobre esa apelación, que pesa sobre otras seis personas exdetenidas: “Somos nosotros como podría ser cualquiera, pero puntualmente somos gente que no está enrolada en organizaciones. Así hay más saña y por ahí piensan que, quizá, no tengas gente que salga a defenderte”.

Cuenta que, cuando lo llevaron al penal, en uno de los “interrogatorios ilegales” le preguntaron si estaba en alguna “orga”, de dónde era, en qué partido militaba. “Me rodearon un montón. Ese maltrato fue sistemático, porque te preguntaban siempre que podían. Y les dije: ‘Sabés que soy un perejil, porque si militara en algún lado ahora habría 500 personas afuera’”. Gabriel no milita en ninguna organización o partido, y el 12 de junio había ido tarde porque sabía que la ley se votaría de madrugada. “No estuve ni cuando tiraron los piedrazos. Sólo filmé una persona que estaban deteniendo en situación de calle. De hecho me subo a la vereda, tal como ordenaron los policías que estaban por la zona, y cuando me doy vuelta, sobre Callao, a media cuadra del Molino, escucho que dicen ‘ahora, ahora’, y me agarran por la espalda”. 

Desde entonces no recuperó su DNI. En el penal le dijeron que estaba en la comisaría 28 y en la comisaría 28 le dijeron que estaba en el penal. “En la 28 protesté y, a los 10 minutos, vino alguien que me dio mi tarjeta de débito y mi SUBE, que estaba todo junto en la billetera junto con el documento. Ya no sé qué pensar”, dice, y es tan sólo una de las historias cuyas vidas cambiaron para siempre hace un mes, tras 33 detenciones al voleo.

Cuatro de ellas todavía siguen detenidas. 

Detenciones injustificadas, golpes, humillaciones y persecución: la grave denuncia de las personas detenidas en la cacería de la Ley Bases
El flyer de convocatoria para el festival del viernes.

La barbaridad jurídica

La última persona liberada fue Facundo Gómez, el vendedor de cafés de Plaza Serrano (Palermo), a quien detuvieron mientras estaba hablando con su mamá. La noticia se conoció el jueves pasado, minutos antes de que comenzara la ronda de las Madres de Plaza de Mayo, que fue masiva. Al mismo tiempo las partes se notificaron de los rechazos de las otras cuatro excarcelaciones. La decisión la tomó la Cámara de Apelaciones con los votos en contra de Martín Irurzun y Eduardo Farah. “Los votos tienen nulo fundamento técnico-jurídico”, dice a lavaca Daniel Vázquez, abogado de Daniela. “El fallo dice, en líneas generales, que tanto ella como los que quedan presos podrían entorpecer la investigación estando libres. Planteamos que es una barbaridad. Los detenidos están en un penal, la totalidad de la prueba instrumental y documental son de cámaras del Gobierno de la Ciudad y medios masivos. No hay ningún elemento de prueba que pueda ser entorpecido por los detenidos”. El único juez que votó a favor fue Roberto José Boico.

Las partes tienen 10 días para apelar ante la Cámara de Casación Federal. “No hay elementos jurídicos para sostener esta barbaridad -sostiene Vázquez-. Es la expresión de un gobierno ultraderechista con prácticas violatorias de la Constitución y los tratados internacionales. Lo estamos afrontando en las calles y, jurídicamente, en los tribunales”. El abogado también defiende a Sofía Ottogali, la primera de las liberadas, otra de las apeladas por Stornelli. “La fiscalía no fundamentó absolutamente nada. No hubo ningún planteo nuevo, ni siquiera un adorno”. Todos los abogados ya presentaron los memoriales por sus represantados y representadas, que fueron elevados a la Cámara. “Podría y tendría que resolver hoy, pero tiene la potestad de tomarse cinco días”, dice Claudia Leaños, abogada de Sasha Lyardet, la joven estudiante de la UNSAM, otra de las apeladas. 

Estos atropellos fueron presentados por familiares y exdetenidxs en el Serpaj, acompañados por organismos, legisladores y diputados de la izquierda y del peronismo. Otra de las que habló fue Emilia, pareja de Daniela y compañera en el MTR-Votemos Luchar (Movimiento Teresa Rodríguez): “Tuvimos la posibilidad de verla, y a pesar del contexto de mierda, la compañera está fuerte, entera, pero lo que principalmente la sostiene es que está organizada. Luchar no es un delito y estar organizados, tampoco”. 

A Daniela la acusan de quemar bicicletas del gobierno de la Ciudad, aunque Emilia explicó a lavaca que esta acusación es falsa y dio su versión de los hechos. David Sica está en situación de calle, y lo acusan de pegarle a una policía, cargos que él negó. Roberto de la Cruz Gómez es empleado de una panadería, lo acusan de tirar piedras, delito que también negó. El último es Cristian Valiente, trabajador de una verdulería, a quien denunciaron por tener una granada de mano, pero en realidad era un aerosol químico de los que usan las fuerzas para gasear manifestantes. Su hermano Jonathan dijo a lavaca: “Lo acusan de terrorista pero carrea cajones de frutas y verduras 12 horas al día. Es una locura”.

Las familias convocaron a una concentración con festival este viernes 12 de julio, a cumplirse un mes de las detenciones, en Plaza de Mayo. La cita es a las 15 horas y se extenderá hasta las 19.30. Habrá música en vivo con Sudor Marika, Paula Maffia, El príncipe idiota, La piba berreta, Saga.hfk, Flopa Lestani, Julio y Agosto (banda de Santiago Adano, uno de los exdetenidos) y La perra que los parió.

Compartimos el comunicado redactado por exdetenidxs y familiares, leído este miércoles en el Serpaj. 

Somos un grupo de liberadxs de los 33 detenidxs el 12 de junio en la movilización en contra de la votación de la Ley Bases.

Nos detuvieron ilegalmente, mediante acusaciones falsas y violencia brutal de la policía, con patadas, palazos y balas de goma en algunos casos. Nos llevaron a distintas comisarías y alcaldías sin decir en ningún momento cuál era la causa de detención, sin poder hablar con un abogado/a, sin poder usar los celulares, sin ver a ningún familiar, mucho menos a un médico. Desoyendo pedidos de Habeas Corpus, vulnerando nuestros derechos más básicos.

Las mujeres estuvieron/estuvimos 15 horas en una camioneta y pasaron/pasamos la noche ahí esposadas, para luego pasar el segundo día en el pasillo de una comisaría sin agua y donde la policía no les/nos dio ni un plato de comida. Cuando la causa pasó a fuero federal, las/nos trasladaron a la Unidad 29 en el edificio de Comodoro Py, las/nos desnudaron una por una en una celda a puertas abiertas donde había tránsito de gente, en lo que fue una situación de humillación más para ellas/nosotras. Las que no fueron/fuimos excarceladas el viernes 14, terminamos en el Complejo Penitenciario de Mujeres de Ezeiza.

Los varones fuimos/fueron a tres cárceles de máxima seguridad: Devoto, Ezeiza y Marcos Paz. Algunos fueron puestos contra una pared y les tiraron gas pimienta en la cara. Convivimos con ratas, cables de electricidad sueltos en habitaciones inundadas habiendo riesgo de quedar electrocutados.

Cabe destacar que en todo momento, tanto en las comisarias como en los penales, se nos preguntaba insistentemente si formábamos parte de alguna agrupación política, que habíamos hecho o si tirábamos piedras, lo que constituye interrogatorios extrajudiciales que las fuerzas de seguridad tienen prohibido por ley hacer.

Queremos remarcar la situación de ilegalidad de todas las detenciones y el contexto de violencia institucional por el que pasamos porque creemos que tiene que ver directamente con una estrategia política de este gobierno, que no somos lxs primerxs ni vamos a ser lxs últimos, pero nos preocupa ver como la criminalizacion de la protesta está en escalada. Y al mismo tiempo que aumenta la represión, nos entristece ver como vacían los espacios de memoria y de DDHH tan necesarios para nuestra historia y el fortalecimiento de la democracia.

2)

Desde que nos detuvieron sufrimos incontables delitos llevados a cabo por las fuerzas policiales y el personal del Servicio Penitenciario Federal pero ello no es nada comparado con el sentimiento indefensión que genera las irregularidades procesales de la causa por que:

No son peores las lesiones y amenazas, que los procesamientos que aún sufren David Sica, Cristian Valiente, Daniela Arredondo y Roberto De la Cruz Gomez, que siguen detenides después de casi un mes, y Facundo Gómez, excarcelado el pasado jueves.

No es peor ver las actas de detención ser llenadas horas después de las mismas y firmadas por el propio personal policial en lugar de ser firmadas por testigos, que las apelaciones de Fiscalía de las faltas de mérito de 7 personas de las que no hay ni una sola prueba.

No son peores los apremios ilegales, que la confirmación por parte de la sala del rechazo de las excarcelaciones de nuestros 4 compañeres. Todo este despliegue ilegal y antijurídico tiene un solo fin: amedrentarnos, hacernos creer que pueden hacer con nosotrxs lo que quieren.

Hoy en día toda esta estigmatización por parte del poder, desde que nos llamen terroristas que queríamos hacer un golpe de Estado hasta la privación de la libertad que aún continua en 4 casos, nos ha dejado secuelas. Muchxs de nosotrxs sufrimos persecución policial, política, laboral y mediática. Nos han amenazado y hostigado por redes sociales. Nos ha parado la policía para verdugearnos y hacernos requisa solo por mostrar el dni. Muchxs estamos con estrés post traumático que nos impide hacer nuestra vida normal, por lo que les pedimos que nos sigan acompañando hasta que se cierre este armado judicial.

Creemos que somos un ejemplo para mostrarle al pueblo que seas quien seas, hagas lo que hagas, si vas a protestar contra las políticas de hambre de este gobierno, sos un terrorista que puede terminar en un penal de máxima seguridad sin siquiera estar procesado. Tenemos claro que no fue contra nosotres, sino contra todes los que quieren seguir viviendo en libertad y democracia.

3)

Por último, queremos agradecer la solidaridad de las redes humanas tejidas por distintas personas y organizaciones de todo el arco político, que se nuclearon en la Coordinadora por la libertad de los presxs de la Ley Bases. Aprovechamos para que se amplíe la convocatoria y se sumen más organizaciones porque entendemos, ahora más que nunca, que la unión hace la fuerza.

Vamos a seguir con solidaridad, amor, lucha y trabajo, mucho trabajo, teniendo el objetivo principal de la Liberación de Cristián, David, Roberto y Daniela y el sobreseimiento de lxs 33 imputadxs.

Como dijo nuestro compañero Facundo: nuestras convicciones están intactas y seguimos defendiendo el derecho a la protesta y luchando por nuestro lugar en las calles.

Para ello, queremos invitarlos el próximo viernes 12 de julio, a un mes de las detenciones, a concentrarnos en Plaza de Mayo a partir de las 15 y compartir el Festival Solidario #Faltan 4, organizado por la Coordinadora por la libertad de los presxs de la Ley Bases.

¡Libertad a todos lxs presxs politicxs!

¡Cierre de todas las causas !

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Télam: tras 130 días de acampe y lucha, los trabajadores vuelven a la agencia

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420 trabajadoras y trabajadores (de 700 al inicio del conflicto; alrededor de 300 tomaron retiros voluntarios) volverán a trabajar en una agencia dividida: el gobierno reconvirtió a Télam Sociedad del Estado en APE S.A.U., específicamente para el tema de la pauta oficial; y creó RTA Noticias bajo el paraguas de Radio y Televisión Argentina. “Claro que no es la empresa que queríamos, que no estamos de acuerdo con la división, pero volvemos a trabajar y eso se logró por la lucha colectiva y organizada”, dice a lavaca una de las delegadas del sindicato SiPreBA, que repasa la situación. El desgaste, las presiones, las y los compañeros que no están; la histórica agencia, que tampoco. Lo que se logró con la lucha: reconocimiento de antigüedad, del estatuto del periodista profesional, de los convenios colectivos y de la representación sindical. Y volver a trabajar. Lo que falta, y lo que empieza a partir de hoy.

Por Francisco Pandolfi

“Si se calla el periodismo, también se calla la vida”.

Esa inscripción pintada en un corazón de madera estuvo colgada durante cuatro meses en una de las carpas montadas en la puerta de la Agencia de Noticias Télam. Un medio público fundado el 14 de abril de 1945, que en sus 79 años intentó ser cerrado, privatizado y vaciado por gobiernos variopintos: peronistas, radicales, macristas y militares. Una agencia que se encargaba de dos actividades: por un lado la pata publicitaria, que distribuía la pauta oficial; por el otro la pata informativa, a través de una agencia de noticias federal con un alcance de punta a punta del país.

En la apertura de sesiones legislativas, el viernes 1º de marzo pasado, el presidente Javier Milei anunció por cadena nacional la promesa de “cerrar la agencia Télam”. Y cumplió, en un pestañear: el lunes 4, las dos sedes porteñas amanecieron valladas. Los trabajadores desde entonces no pudieron entrar a sus edificios y fueron “dispensados” de cumplir tareas.

Télam: tras 130 días de acampe y lucha, los trabajadores vuelven a la agencia
La postal del conflicto: la sede de Bolívar, vallada por la Policía. Al lado, los trabajadores montaron uno de los acampes. Foto: somostelam

Un paso importantísimo

La resistencia estuvo a la altura de los acontecimientos: ese mismo día, las y los trabajadores junto al Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA), instalaron dos carpas en las puertas de los edificios de las calles Bolívar 531 y avenida Belgrano 347. La lucha colectiva se mantuvo, indeclinable. E instó a que cuatro meses después, el 1 de julio, el gobierno decretara la reconversión de Télam en APE S.A.U. (la Agencia de Publicidad Estatal Sociedad Anónima Unipersonal), que se encargará del eje publicitario. Las funciones periodísticas continuarán dentro de Radio y Televisión Argentina (RTA), en una agencia de noticias pública. Anteayer se sacaron las vallas y se levantó el acampe. El corazón de madera fue descolgado, cuidadosamente. 

Hoy, 130 días después, los trabajadores de Télam vuelven a trabajar.

Un empleado de la agencia desde hace más de 15 años cuenta que el lunes, ni bien quitaron el vallado, entró al baño del edificio de Bolívar y se le “explotaron los ojos de tanto llorar”. Dice que prefiere no dar su nombre hasta firmar el nuevo contrato. 

Andrea Delfino es una de las delegadas de Télam e integrante del SiPreBA. Le cuenta a lavaca que hace 34 años trabaja en la agencia, que es periodista en la sección economía. Ella fue una de las que anteayer ya firmó el nuevo contrato que la une a RTA Noticias. Detalla la situación: “Con la vigencia del DNU 70/2023, el gobierno reconvirtió a Télam Sociedad del Estado en APE S.A.U., que va a funcionar en el edificio de la calle Bolívar específicamente para el tema de la pauta oficial. Allí irán un centenar de compañeros, que ya trabajan en ese rubro. Cambia el nombre de la empresa, pero las condiciones laborales no se modifican”. 

Sobre el eje informativo, explica: “Todos los demás, o sea periodistas, camarógrafos, reporteros gráficos, infografistas, empleados de administración, recursos humanos, comercialización, pasamos a formar parte de RTA Noticias, una nueva unidad de negocio que funcionará bajo el paraguas de Radio y Televisión Argentina, igual que Radio Nacional y la Televisión Pública. Nosotros trabajaremos en el edificio de Belgrano”. Al margen de los datos, abre el corazón: “Estamos dando un paso muy importante al volver a trabajar. Muy importante –remarca Andrea, con la u del “muy” extendiéndose en el aire por un par de segundos–. Claro que no es la empresa que queríamos, que no estamos de acuerdo con la división, pero volvemos a trabajar y eso se logró por la lucha colectiva y organizada”. 

Radiografía de un vaciamiento

Como la relación de dependencia es con una nueva empresa, el lunes pasado se inició la firma de contratos, que continuará hoy y los próximos días. “Las condiciones son las mismas que teníamos hasta el 3 de marzo: se nos reconoce la antigüedad, el estatuto del periodista profesional, los convenios colectivos y la representación sindical de la Comisión Interna del SiPreBA para quienes somos delegados”.

Sin embargo, cambiaron muchos otros aspectos. Dice Andrea: “Dieron de baja el portal, la cablera y nos achicaron un montón en lo periodístico. En total éramos más de 700 trabajadores y quedamos 420 entre las dos empresas. O sea, hay 300 personas menos. Por lo tanto, habrá que hacer todo un reordenamiento de secciones, porque hay algunas que quedaron desmanteladas”.

Sergio Arboleya hace 30 años que trabaja en Télam, donde empezó como colaborador. Hace 15 que es editor de la sección Espectáculos. “Vengo usando la idea del milagro, porque en este contexto de ajuste salvaje, de recorte, de persecución en todo lo estatal, es una alegría haber sostenido el trabajo y en breve ya arrancaremos a producir noticias para la cablera de RTA. El aspecto milagroso se dio a partir de la resistencia, con tantos días de acampe, con una organización que realmente funcionó muy bien, con un manejo del SiPreBA que ha sido eficaz para lograr lo que parecía imposible: conservar los puestos de trabajo de aquellos que finalmente decidimos quedarnos”.

Respira profundo: “Esto resulta muy impresionante, pero no disimula la pérdida de un montón de colegas de enorme valor que se fueron un poco asustados por la política expulsiva de los retiros y que dejan un hueco enorme en la estructura periodística. Y también entender que la marca Télam, con esa simbología, con esa carga, ya no existe más. Hablábamos el otro día con un compañero sobre si podremos recuperar un poco el sentido de la agencia, en este nuevo lugar. Aún con las críticas que podía tener a sus gestiones y a nuestra propia falencia para plantarnos como colectivo de trabajadores a hacer realmente la agencia federal, plural, sabíamos que Télam funcionaba en una dimensión, con sus abonados en todo el país, con su red de corresponsalías que ahora han quedado prácticamente todas afuera”.

La gente que se fue lo hizo mediante retiros voluntarios que, semana tras semana, el gobierno nacional renovaba por decisión del ahora ex interventor de los medios públicos Diego Chaher (la semana pasada tomó su lugar el ingeniero aeronáutico y espacial Eduardo González). La delegada Delfino retoma: “Este conflicto tuvo mucho de psicológico, porque no hay nada peor que tener a la gente sin tareas; fue destructivo. Nos jugaron en contra muchas presiones, tanto externas como internas. En cuanto a las externas, la empresa extendió cada semana el programa de retiro voluntario, a la par que algunos medios publicaban notas que buscaban generar miedo: si no agarrabas el retiro, parecía que se venía el apocalipsis”.

Trabajar para volver a trabajar

Las presiones también las hubo internas y “bien intencionadas”. Describe un aspecto neurálgico de la resistencia: “Los fines de semana eran momentos clave y por eso los lunes o martes hacíamos las asambleas. En el fin de semana es común encontrarse con los seres queridos, que con la mejor intención te decían ‘pero te parece seguir yendo’; ‘hace frío y llueve’; ‘¿por qué estás haciendo una cobertura si en realidad estás dispensado de trabajar?’. Esa presión bien intencionada fue la más difícil de vencer y superar. Con el paso del tiempo, notamos que si nos hubiésemos quedado dispensados y tranquilos en nuestras casas viendo Netflix, esta resolución no hubiese pasado. Me parece importante resaltarlo, porque en una época en que se habla tanto del individualismo y que te hacen creer que solo te salvás por tu mérito, el resultado de esta lucha colectiva muestra lo contrario”.

Desde el 4 de marzo hasta la reconversión de Télam, cada semana se renovaba la dispensa a cada uno de las y los trabajadores. “El presidente que dice que en el Estado somos todos ñoquis, nos está haciendo ñoquis, porque nos está pagando sin trabajar”, solían repetir desde los acampes, como una manera de desarticular el relato oficial. Con la agencia fuera de funcionamiento, decidieron lanzar el sitio web somostelam.com.ar e informar desde ahí. Al frente del portal estuvo Andrea Delfino: “Decidimos arrancarlo con el fin de que la sociedad sepa que nosotros estábamos trabajando para volver a trabajar. Nos enfocamos mucho en cubrir los despidos en el sector público y en el privado. Era difícil mantener esperanza, pese a que en Télam finalmente no hubo despidos. Hubo días muy difíciles y las asambleas parecían terapias de grupo. Las reuniones nos contuvieron y nos organizaron; las conducciones de SiPreBA y de FATPren (Federación Argentina de Trabajadores de Prensa) siempre estuvieron poniendo el cuerpo, al igual que delegados de otros medios de comunicación. Cuando hablo de los lazos de la base, me refiero a los lazos sociales que se fortalecen en estas instancias, al contrario de lo que esperan quienes generan estas acciones para desorganizar a los trabajadores”.

¿Qué no pudo lograr el gobierno?

Andrea: Callarnos, cerrarnos. Nos silenciaron durante cuatro meses y hoy estamos volviendo a laburar. Si logramos un resultado positivo dentro de este contexto es porque fuimos muy tozudos. Y porque tuvimos bien claro lo que queríamos, que se resume en algo hermoso que dijo un compañero en una asamblea: “Yo no quiero ser el último que apague la luz; quiero ser el primero que prenda la computadora cuando volvamos”. Ese es el espíritu del colectivo Télam.

Hoy, algunas luces se volvieron a encender.

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Terrorismo de Estado: siguen detenidas 5 personas tras la represión de la Ley Bases

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“Lo acusan de terrorista pero carrea cajones de frutas y verduras 12 horas al día. Es una locura”, dice el hermano de Cristian Valiente. Familias de personas que continúan presas realizaron ayer un encuentro para organizarse y desarmar las mentiras con las que se sostienen sus acusaciones. El caso de Cristian y el de de Facundo Gómez, que hablaba con su mamá cuando lo detuvieron: la justicia no tiene filmado sus supuestos “disturbios”, pero lo encarceló igual. Las causas armadas sobre los más vulnerables, mientras nunca se detuvo a quienes causaron los destrozos, por ejemplo, del auto de Cadena 3. Además, el fiscal Stornelli insiste con meter presas a siete personas que ya fueron liberadas por la jueza Servini por falta de pruebas. El terror que continúa, los ataques de pánico, las condiciones de detención: se puede colaborar económicamente con las personas detenidas (el alias: LIBRESYA) y existen 5 puntos de acopio de mercadería detallados en esta nota. Qué necesitan: abrigo, frazadas, comida. Las familias llaman al 10 de julio a una nueva conferencia y al 12 a una concentración en Plaza de Mayo.

Por Lucas Pedulla

Terrorismo de Estado: siguen detenidas 5 personas tras la represión de la Ley Bases

Jonathan dice que está un poco nervioso porque nunca habló en público, y ahora hay un aula llena de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, en el barrio porteño de Constitución, dispuesto a escucharlo. Tiene 34 años y es el hermano de Cristian Valiente, una de las cinco personas -junto a Daniela Calarco Arredondo, David Sica, Facundo Gómez y Roberto María De la Cruz Gómez– que sigue detenida en Ezeiza tras la cacería del Gobierno durante el tratamiento de la Ley Bases en el Senado, hace ya tres semanas.

Todavía no pudo ver a su hermano porque no tenía su documento; espera hacerlo el próximo fin de semana.

Vino con su compañera, su hija y un perrito desde Moreno, oeste profundo del conurbano, a pedir por favor que lo liberen: “No tiene justificación. La gran mayoría están detenidos solamente por protestar. Y mi hermano, mientras estuvo detenido, le hicieron un desalojo en la casa: cuando salga ahora no tiene dónde estar”.

El lugar de donde desalojaron a Cristian era una pieza de un hotel céntrico. Allí había trabajado tres años como portero: “Uno con todos los derechos y dos, en negro”, cuenta el hermano. Denunció la situación y fue a juicio, que determinó que debía vivir allí hasta que le pagaran lo que debían. Casualmente, un derecho que la Ley Bases barrió en su capítulo de reforma laboral.

A Cristian -41 años, dos hijos- lo acusan por provocar “disturbios”, “arrojando piedras y otros objetos contundentes” contra la policía, pero sobre todo por haberle “secuestrado entre sus pertenencias” una granada de mano. En su indagatoria, él aclaró que no se trataba de una granada sino de un aerosol químico de los que usan las fuerzas de seguridad para gasear en las manifestaciones; y que lo encontró en las propias inmediaciones del Congreso, y se lo guardó para mostrarlo a un canal de televisión porque había vencido en 2022. “Decían que lo vendía en el mercado negro -dice Jonathan a lavaca, y no lo puede creer-. Lo acusan de terrorista pero carrea cajones de frutas y verduras 12 horas al día. Es una locura”.

https://twitter.com/Lavacatuitera/status/1808269566549622911

Este encuentro, motorizado por la Comisión de Solidaridad de la coordinadora por la liberación de lxs detenidxs y el cierre de todas las causas, fue el ámbito para que Jonathan pueda, por primera vez, dimensionar esa locura.

También pudo hacerlo Elena, la mamá de Facundo Gómez, 31 años, cuyo trabajo era ir con su carrito por Plaza Serrano, en Palermo, vendiendo cafés: “Lo detuvieron mientras hablaba por teléfono conmigo -dice mientras muestra un cartel con el rostro de su hijo, sonriente-. La causa debería caerse porque lo ponen arriba de una valla, diciendo que arengaba y tiraba piedras, pero la comunicación con mi hijo se detiene en el momento en que lo están deteniendo. Intenté llamarlo, hasta que me atendió una persona que supongo que era un policía, y me dice que le estaban haciendo averiguación de antecedentes. Le pregunto por qué, y me dice porque estaba en un lugar que no debía estar. Mi hijo grita bien fuerte: ‘¡Yo no estaba ahí!’”.

https://twitter.com/Lavacatuitera/status/1808262187380588878

Elena remarca que no hay registro fotográfico ni fílmico de Facundo, y su otra hija, Micaela, dice a lavaca que al fotógrafo que registraba su detención le rompieron la cámara: “Lo presentamos como testigo. Dijo que le pidió a Facundo que gritara su nombre, y cuando iba a hablar le pegaron una piña en el estómago”.

Elena dice que su hijo no aparece en los videos: “Ellos (la justicia) dicen que han mirado 100 horas, pero Facundo no aparece”. Y agradece la convocatoria: “Es una causa totalmente ilegal y armada para amedrentar y que no salgamos a protestar para que aceptemos todo lo que ellos quieren. Quiero la libertad de los cinco”.

El aula, llena, la abraza con un aplauso.

Crueldad sin paz

Una mesa afuera del aula junta donaciones (galletitas, paquetes de yerba, azúcar, latas de arvejas, jugos en polvo, lavandina, shampoo, toallitas) mientras otras personas de la coordinadora pasan con una caja de cartón para juntar dinero. Adentro, sobre la pared, una gigantografía de Rodolfo Walsh recuerda su Carta abierta de un escritor a la junta militar.

En bancos de madera, mientras tanto, se van sentando, entre otras personas, exdetenidos como Gonzalo Duro, Fernando Leone, Sofía Ottogali y Santiago Adano -liberadxs en las primeras 17 excarcelaciones, el viernes 14 de junio-, o Juan Spinetto y Camila Juárez Oliva, liberadxs en una segunda tanda de 11 faltas de mérito dictadas por la jueza María Servini, el martes 18.

Es que, además de las causas abiertas y la solidaridad por las cinco personas que aún siguen presas, la alerta continúa, porque el fiscal federal Carlos Stornelli apeló y pidió nuevamente la prisión preventiva sobre siete personas: Ottogali, Spinetto, Juárez Oliva, Sasha Lyardet, Nicolás Mayorga, Gabriel Famulari y Brian Ortiz.

“Nos siguen criminalizando cuando la jueza ya dictó la falta de mérito”, dice Camila a lavaca. La falta de mérito se dicta cuando se considera que no hay elementos suficientes para acreditar el hecho que se imputa. La propia Servini habló de la “orfandad probatoria” en las acusaciones de Stornelli. Camila, junto a Sasha y Nicolás, es una de lxs tres estudiantes de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) detenidxs: “Es una crueldad, porque todos los días me acuesto y miro la ventana porque no sé si un policía va a venir a decirme ‘agarrá tus cosas’, y ya en mi cabeza pienso que no tengo que agarrar ropa oscura para entrar al penal. Así está funcionando mi cabeza. Hasta que la Cámara no se expida, no estoy en paz”.

La sala II de la Cámara de Apelaciones, conformada por Roberto Boico, Eduardo Farah y Martín Irurzun, tiene ahora la palabra.

El docente Spinetto, otro de los “apelados” por Stornelli, dice lavaca: “Es ridículo, porque no aporta nada nuevo para apelar e insiste sobre algo que jurídicamente está zanjado. Básicamente lo que está haciendo Stornelli es continuar con la maquinaria de armado de causa. No tiene ningún sostén jurídico”.

Donaciones, acopio y concentración

La Comisión de Solidaridad abre el encuentro. Sus integrantes recuerdan que hay un alias (LIBRESYA) para contribuir a un fondo solidario común con montos de $500, $1000 o $2000. También subrayan que lxs detenidxs necesitan ropa de abrigo clara (no gris, sin capucha), frazadas de una plaza, y elementos de almacén. Los puntos de acopio:

  • ATE / INCAA: Lima 319, 1er piso, oficina 101.
  • SUTEBA Tigre: Santa Fe 11028, General Pacheco.
  • Mutual Sentimiento: Av. Lacroze 4181.
  • ATE Sur – Lomas de Zamora: Boedo 120.
  • ATE Alte Brown – Pte Perón: Somellera 481.

Luego habla Gonzalo Duro, trabajador judicial, uno de los exdetenidos: “En ese pabellón éramos 15 personas desconocidas y ahora somos amigas. Es una realidad y habla de la transversalidad del problema”. A continuación, Camila recuerda a Daniela Calarco Arredondo: “Le estamos tratando de juntar plata porque tiene que pagar el alquiler. También para pagarles el transporte a sus padres, que viven en Mar del Plata”. Grisel, hermana de Sasha, suma la preocupación por las apelaciones de Stornelli, y pide asistencia psicológica porque muchxs continúan con ataques de pánico. Valora la importancia de estos encuentros y pide, también, monitorear las trabas que les están poniendo los penales a las visitas familiares, para que el Sistema Penitenciario no siga “vulnerando derechos”.

Luego, y por un largo rato, pasan voces de diversos partidos y agrupaciones que hacen caracterizaciones del Gobierno. Algunos traen reclamos urgentes, como los trabajadores despedidos del Hospital Posadas o de la fábrica de neumáticos FATE, pero otros gritan pedidos de paro a la CGT. El músico Santiago Adano, otro de los exdetenidos, agradece con sensibilidad la solidaridad y el acompañamiento, pero sugiere avanzar en lo operativo del encuentro. Algunos no parecen escucharlo, y siguen. Otros sí, y piden acompañar, por ejemplo, la ronda de las Madres de este jueves en Plaza de Mayo para continuar la visibilidad por los detenidos. La propuesta es aceptada.

Las familias y exdetenidos, a su vez, proponen una nueva conferencia de prensa en el Servicio Paz y Justicia (Serpaj) para informar sobre la situación de las detenciones y las causas. En asamblea votan realizarla el miércoles 10. También votan, para el viernes 12, a un mes de la protesta, realizar una nueva concentración en Plaza de Mayo, con posibilidad de festival, buscando la convocatoria del amplio abanico político que movilizó la última vez, el día de las últimas excarcelaciones. Silvia, la mamá de Camila, recuerda que la urgencia de esos días fue lo que juntó a sindicatos, organismos, referentes de la izquierda y del peronismo: “Vengo a reforzar la idea de unidad, como lo hice desde el día uno”.

Cerca de las diez de la noche, la asamblea concluye.

Los ejes que se refuerzan:

  • Libertad a las cinco personas que siguen detenidas.
  • Pedir el rechazo de la Cámara a las siete apelaciones de Stornelli.
  • Cierre de todas las causas.

Leé la nota de tapa de la nueva MU: Qué es la libertad.
Sasha y su hermana, dos caras de lo que se vivió adentro y afuera tras la cacería policial el día de la votación de la Ley Bases. Sus reflexiones sobre la estigmatización, la persecución, y la vida en ¿libertad? Las redes y la calle. El ego y lo colectivo. Hablan Ramona y Santiago, también detenidos sin pruebas, con torturas. La organización entre familias. Y el reclamo por los que todavía están adentro.

Terrorismo de Estado: siguen detenidas 5 personas tras la represión de la Ley Bases
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LA NUEVA MU. No podrán

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