Nota
Informe América: la crueldad como sistema de producción de noticias

A las diez de la mañana y en la Sala II del Anexo de la Cámara de Diputados de la Nación, fue presentado hoy el Informe América elaborado por el colectivo Periodistas Argentinas en relación a la violencia laboral ejercida en el Grupo América Tevé hacia trabajadoras y trabajadores. También fue entregado, al término de esta presentación, ante la Oficina de Asesoramiento sobre Violencia Laboral del Ministerio de Trabajo de la Nación, el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), la Defensoría del Público y el Ente Nacional de Comunicación (ENACOM). También se entregaron copias al Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) y al Sindicato Argentino de Televisión, Servicios Audiovisuales, Interactivos y de Datos (SatSaid).
“Somos la Asociación de Periodistas Argentinas y para nosotras es un hito poder contarles por qué estamos intermediando, que es nuestro rol histórico como periodistas, en este caso en especial”, arrancó la periodista Nancy Pazos.
Estaban presentes en la sala Romina Chiesa, Directora Nacional de Protección del Ministerio de Mujeres; Paolo Petrecca, Director General de Protección de Derechos de la Defensoría del Público; Paula Gueler, Directora de las Relaciones con las Audiencias de la Defensoría del Público; Gladys Benitez, Secretaria de la Mujer de la Asociación del Personal Legislativo (APL); Silvia de León, Secretaria de Género de la CTA; Clarisa Gambera, Directora de Género de ATE y Secretaria de Género de CTA Capital y Silvia Bergallo, Directora de Diversidad de la Secretaria de Género de la CTA a nivel nacional.
Nancy Pazos mencionó las denuncias públicas sobre situaciones de maltrato sucedidas en el canal América TV que hicieron foco en el periodista Antonio Laje. “Investigando un poco más, nos dimos cuenta de que atrás de esas situaciones no hay solamente una persona o dos en conflicto sino que hay un sistema y un modus operandi que se viene desarrollando a lo largo del tiempo. Acá tenemos a una de las víctimas que se animó a hablar, le puso el cuerpo y fue una de las tantas personas que escuchamos llorar en las últimas tres semanas”, refiriéndose a la periodista Eugenia Morea, presente en la sala. El “Informe América” da cuenta de varios testimonios escuchados en estos últimos días por integrantes de Periodistas Argentinas. “Esa información fue transformada en un documento porque estamos seguras de que hay lo suficiente como para iniciar investigaciones y generar un espacio de encuentro donde esto deje de suceder”.

Hijas de esta realidad
El Informe detalla doce casos “con nombre y apellido, algunos de estos casos están judicializados. Hay denuncias de maltrato. Lo concreto es que algo tenemos que hacer, esto no puede quedar así. Hoy es un día especial. Hemos tomado la decisión de presentarlo en este momento porque realmente creemos que no hay más tiempo que perder. Necesitamos que esté la acción del Estado”, sostuvo Nancy Pazos. La periodista Claudia Acuña sumó: “El convenio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) no está reglamentado, la Ley de Equidad no está reglamentada; entonces tenemos leyes en los medios pero no en la realidad. No tenemos herramientas. Las dos herramientas para el maltrato son el Convenio 190 de la OIT y la Ley de Equidad, que nacieron hijas de esta realidad. No es agenda el tema del maltrato, pero el maltrato es una realidad cotidiana. No estamos hablando de un grito o insulto expresado en un momento de tensión del cierre o el minuto a minuto: estamos hablando de un sistema que se tiene que erradicar. Necesitamos la reglamentación. La tercera herramienta es que se prorrogue la suspensión de despidos. Quienes se animaron a denunciar esta situación están en riesgo”.
La periodista Silvia Martinez Cassina hizo hincapié en dejar en claro qué significa ese maltrato. “Es socavar la autoestima, hostigar, acosar, ningunear. Esto atraviesa todas las edades, todas las etapas laborales, desde alguien que recién empieza y le dicen bueno, bancátela que es el derecho de piso, él o ella es así, es exigente, igual te va a venir bien, no te quejes. Esto termina afectando la salud, hemos visto casos graves, gente que no puede entrar al canal, con ataque de pánico, temblando, con medicación. No poder más y no tener las herramientas en esta cadena de violencia que atenta contra tu autoestima, tu economía, tu salud psicológica, mental, tus vínculos”.

Desde Periodistas Argentinas señalan que se trata de un sistema incentivado, “como si fuera un sistema de producción aceptable: la crueldad como sistema de producción de noticias. La pregunta es: ¿Cómo hacemos para erradicar ese sistema? Y no simplemente hacer foco en lo biográfico. Acá estamos hablando de un sistema y necesitamos las herramientas para combatirlo. Nosotras trabajamos con la palabra y hay compañeras que hoy no pueden hablar. Eso es inaceptable: que denunciar sea hoy un privilegio de pocas. Entiendan que las víctimas no pueden hacerse cargo de hacer justicia. Las víctimas no pueden cargar esa cruz porque está construida con muchos clavos, los clavos de las empresas, los de producción y un Estado que anuncia cosas que en la realidad no las encontrás”, sostuvo Claudia Acuña.

La violencia de la precarización
El foco del Informe América, entonces, es exactamente ese: el Estado argentino no tiene un sistema que acepte denuncias de maltrato laboral que sean impulsadas por colectivas, gremios y representaciones sociales. Sólo admite que sean las víctimas individualmente y exponiéndose, en un contexto donde hacerlo tiene consecuencias en sus destinos profesionales. Como sintetizó Periodistas Argentinas: “La principal violencia laboral es la precarización”.
La Asociación Periodistas Argentinas, creada en 2018 e integrada por 198 profesionales del periodismo, intervino en tres situaciones de violencia laboral acontecidas en América TV desde 2019 hasta la fecha. La última incluyó el envio de cartas documento al canal de noticias para exigir derecho a réplica a raíz del descargo ejercido por Antonio Laje.
A continuación reproducimos el Informe América.

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Proyecto Litio: un ojo de la cara (video)

En un video de 3,50 minutos filmado en Jujuy habla Joel Paredes, a quien las fuerzas de seguridad le arrancaron un ojo de un balazo mientras se manifestaba con miles de jujeños, en 2023. Aquella represión traza un hilo conductor entre la reforma (in) constitucional de Jujuy votada a espaldas del pueblo en 2023, y lo que pasó un año después a nivel nacional con la aprobación de la Ley Bases y la instauración del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).
Pero Joel habla de otras cuestiones: su pasión por la música como sostén. El ensayo artístico que no se concretó aquella vez. Lo que le pasa cada día al mirarse al espejo. La búsqueda de derechos por los hijos, y por quienes están siendo raleados de las tierras. Y la idea de seguir adelante, explicada en pocas palabas: “El miedo para mí no existe”.
Proyecto Litio es una plataforma (litio.lavaca.org) que incluye un teaser de 22 minutos, un documental de casi una hora de duración que amplía el registro sobre las comunidades de la cuenca de las Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, una de las siete maravillas naturales de Argentina, que a la par es zona de sequía y uno de los mayores reservorios de litio del mundo.
Además hay piezas audiovisuales como la que presentamos aquí. La semana pasada fue Proyecto Litio: el paisaje territorial, animal y humano cuando el agua empieza a desaparecer.
Esos eslabones se enfocan en la vida en las comunidades, la economía, la represión y la escasez del agua en la zona.
Litio está compuesto también por las noticias, crónicas y reportajes que venimos realizando desde lavaca.org y que reunimos en esta plataforma.
Un proyecto del que podés formar parte, apoyando y compartiendo.
El video de 3,50 minutos
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Orgullo

Texto de Claudia Acuña. Fotos de Juan Valeiro.
Es cortita y tiene el pelo petiso, al ras en la sien. La bandera se la anudó al cuello, le cubre la espalda y le sobra como para ir barriendo la vereda, salvo cuando el viento la agita. Se bajó del tren Sarmiento, ahí en Once. Viene desde Moreno, sola. Un hombre le grita algo y eso provoca que me ponga a caminar a su lado. Vamos juntas, le digo, pero se tiene que sacar los auriculares de las orejas para escucharme. Entiendo entonces que la cumbia fue lo que la protegió en todo el trayecto, que no fue fácil. Hace once años que trabaja en una fábrica de zapatillas. Este mes le suspendieron un día de producción, así que ahora es de lunes a jueves, de 6 de la mañana a cuatro de la tarde. Tiene suerte, dirá, de mantener ese empleo porque en su barrio todos cartonean y hasta la basura sufre la pobreza. Por suerte, también, juega al fútbol y eso le da la fuerza de encarar cada semana con torneos, encuentros y desafíos. Ella es buena jugando y buena organizando, así que se mantiene activa. La pelota la salvó de la tristeza, dirá, y con esa palabra define todo lo que la rodea en el cotidiano: chicos sin futuro, mujeres violentadas, persianas cerradas, madres agotadas, hombres quebrados. Ella, que se define lesbiana, tuvo un amor del cual abrazarse cuando comenzó a oscurecerse su barrio, pero la dejó hace apenas unas semanas. Tampoco ese trayecto fue fácil. Lloró mucho, dirá, porque los prejuicios lastiman y destrozan lazos. Hoy sus hermanas la animaron a que venga al centro, a alegrarse. Se calzó la bandera, la del arco iris, y con esa armadura más la cumbia, se atrevió a buscar lo difícil: la sonrisa.
Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Al llegar al Congreso se pierde entre una multitud que vende bebidas, banderas, tangas, choripán, fernet, imanes, aros, lo que sea. Entre los puestos y las lonas que cubren el asfalto en tres filas por toda Avenida de Mayo hasta la Plaza, pasea otra multitud, mucho más escasa que la de otros años, pero igualmente colorida, montada y maquillada. El gobierno de las selfies domina la fiesta mientras del escenario se anuncian los hashtag de la jornada. Hay micros convertidos en carrozas a fuerza de globos y música estridente. Y hay jóvenes muy jóvenes que, como la chica de Moreno, buscan sonreír sin miedo.
Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Sobre diagonal norte, casi rozando la esquina de Florida, desde el camión se agita un pañuelazo blanco, en honor a las Madres, con Taty Almeyda como abanderada. Frente a la embajada de Israel un grupo agita banderas palestinas mientras en las remeras negras proclaman “Nuestro orgullo no banca genocidios”. Son quizá las únicas manifestaciones políticas explícitas, a excepción de la foto de Cristina que decora banderas que se ofrecen por mil pesos y tampoco se compran, como todo lo mucho que se ofrece: se ve que no hay un mango, dirá la vendedora, resignada. Lo escaso, entonces, es lo que sobra porque falta.
Y no es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Nota
Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

(Escuchá el podcast completo: 7 minutos) Coca Cola, Nestlé, Danone & afines nos hacen confiar en ellas como confiaríamos en nuestra abuela, nos cuenta Soledad Barruti. autora de los libros Malcomidos y Mala leche. En esta edición del podcast de lavaca, Soledad nos lleva a un paseíto por el infierno de cómo se produce, la cuestión de la comida de verdad, y la gran pregunta: ¿quiénes son los que realmente nos alimentan?
El podcast completo:
Con Sergio Ciancaglini y la edición de Mariano Randazzo.

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