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Julio Nudler: «¿Qué derecho tenemos a la conciencia?»

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El mismo día en que la organización Periodistas se disolvía, tras la ruptura provocada por un comunicado insostenible en el que afirmaban que Julio Nudler no había sido censurado por Página/12, el propio Nudler relató a lavaca sus dilemas como profesional: ¿qué hacer cuando uno se entera –a través de empresarios, que a la vez son cómplices- de situaciones de corrupción en el gobierno? Las tarifas en los ministerios, la complicidad periodística y la libertad, según uno de los más respetados columnistas económicos.

La cita estaba prevista para las 9.30 en un bar de nombre inquietante: Sálvame María, cerca de Barrancas de Belgrano. A las 9.26 sonó el celular del cronista. Llamaba Julio Nudler desde el tren que lo traía de Beccar:
-Me estoy atrasando. Llegaré en diez minutos. Te pido perdón. Todo esto es un loquero.
A las 9.36 Julio entraba en el café, con una noticia: «A las 10.30 me tengo que ir al médico». Julio tiene un cáncer, pero se le nota también una vitalidad y un entusiasmo que no logran derrotar ni la enfermedad, ni la falta de sueño: «Desde que empezó todo esto hubo noches que no toqué la cama. No es que no dormí: me dormía delante de la computadora. Es raro, escuchás otras cosas. A las cuatro y media de la mañana empiezan a cantar los zorzales. Antes había calandrias. Ya no».
El insomnio se lo debe a la denuncia de censura que realizó Nudler y que se conoció a través de un mail que envió a seis amigos.
-¿Sabés por qué escribí ese mail? Porque me levantaron el Panorama Económico y yo sé que con lo de la enfermedad, esos amigos que son lectores de Página, al no encontrar la nota, se iban a asustar. Y al escribir, fue saliendo todo.
-¿Cómo es su situación actual en Página/12?
-No quiero subrayar el tema de Página porque creo que el diario se estaba suicidando con su postura de alineamiento ciego con el oficialismo. Tan indisimulado que incluso resulta estúpido y contraproducente para el diario, y para el propio oficialismo.
-Eso era lo que expresaba en su mail …
-Pero en Página trabajan una cantidad de compañeros que tienen diversas actitudes frente a la censura que abarca a todas las secciones, desde Espectáculos hasta el suplemento Radar. Los que toleraban mejor esa censura, ahora piensan que yo estoy poniendo en riesgo su fuente de trabajo. Es una conclusión equivocada, porque los que ponen en riesgo la fuente laboral son los responsables del medio, al tomar esa política suicida que ya estaba determinando un gran descrédito, lectores que decían «este es un house organ del gobierno»… Pero bueno, yo quiero recalcar una y otra vez que el problema no es Página/12, sino la falta de instituciones republicanas en este país, con un gobierno que a la vez es corrupto y corruptor, que manipula los medios con todas las armas que tiene a su alcance y con
medios que se dejan corromper para hacer su negocio. Y entre todos traicionan al lector, al oyente, al televidente.
Pero esa es una cuestión que trasciende a Página. Me parece mucho más decisivo para la desvirtuación del periodismo en la Argentina, lo que hace el grupo de Clarín u otros grandes medios que lo que pueda hacer Página, que es un medio marginal. Valioso, testimonial, pero marginal al fin. Yo quiero decir esto, porque uno de los mecanismos para soliviantar y volcar a la gente contra alguien es convencerlos de que ese alguien los está atacando. Esto lo hizo Hitler con los judíos: los judíos nos atacan. Lo hace Bush ahora: decirle a los norteamericanos que hay un tipo llamado Saddam Hussein que los está atacando con armas de destrucción masiva, le granjea inmediatamente el apoyo a la invasión a Irak.
-Porque provoca la reacción defensiva.
-Que es la más peligrosa de las reacciones. Es una reacción asesina. Pasó muchas veces en la historia de los pueblos y se seguirá dando porque es un mecanismo humano, y el que lo sabe explotar consigue lo que quiere.
-Y en este caso el enemigo de Página sería Nudler.
-Claro, la estrategia de Tiffenberg (Ernesto Tiffenberg, director del periódico) y compañía es decir: «Nudler nos está atacando». Eso es peligroso no solo para mí, sino que es gravemente peligroso para el diario y para la idea de que los periodistas tengamos alguna defensa en este país. Porque fuera de tener el derecho de no revelar la fuente, que aparece cuando ya estamos en un juicio o algo así, no tenemos establecidos nuestros derechos en la vida cotidiana. ¿Qué derecho tenemos a la conciencia? ¿Qué derecho tenemos a la libre expresión? No está dicho en ningún lado. El colmo de esto es que una organización como Periodistas considera que lo que me pasó fue un acto de no censura.
Siempre dije que en Página tuve más libertad que en otros medios. No me refiero sólo a la libertad de denunciar cosas, sino en un sentido más amplio. Si yo trabajara en algún gran diario, debería limitarme a escribir sobre economía. Y debería someterme a un cierto estilo de escritura y de códigos al que finalmente se ajustan todas las notas. En cambio en Página pude escribir en las más diversas secciones, desde Deportes a Cultura, con una amplia libertad de estilo. Eso hizo que yo me enamorara del diario, porque es así como me gusta hacer periodismo: no estar todos los días repitiendo la misma nota.
-A las estructuras jerárquicas esas ideas sobre la libertad las ponen un poco tensas.
-Pero yo estoy haciendo una experiencia con La Marcha, unos fascículos y cd’s sobre el primer peronismo, y estoy probándome una vez más algo. Si reunís a un grupo de gente y les fijás como regla de juego libertad plena, creatividad como objetivo fundamental, y ausencia de jerarquías en cuanto a las decisiones, el resultado es fantástico.
-¿Cómo se aplica la ausencia de jerarquías para decidir en un oficio que suele ser tan verticalista como el periodismo?
-Digamos, yo soy el director de la colección. Pero cuando la diagramadora dice «no estoy de acuerdo, me gusta de esta manera», se hace como ella dice.
-Pero eso, Julio, es porque mandan las mujeres.
-No, es porque me subordino porque hay un valor superior en juego. Si ella se sale con la suya, va a seguir siendo creativa. Si yo me salgo con la mía, ella se va a sentir alienada con respecto al producto, ya no le pertenece.
-Es un gran tema de la época, la horizontalidad en los grupos como modo de relacionarse para producir.
-Claro, y del otro modo, ¿qué habría logrado? Nada, salvo achatar el producto. Y la censura es la forma más extrema de autoritarismo. La forma más desalentadora y vejatoria que pueda existir. La consecuencia de la censura y la autocensura está a la vista en diarios como Clarín, con periodistas a los que uno termina juzgando injustamente por lo que sale publicado. Pero esa gente podría hacer un diario espectacularmente mejor, a condición de tener libertad para trabajar, estímulo a la creatividad. No digo que todos sean Maradona. Pero ya sabemos que cuando juntás al mismo equipo de fútbol que te aburrió mortalmente el domingo, los ponés en un potrero y les decís «jueguen como quieran, muchachos», hacen un partidazo. Porque para estar en la Primera, hay que saber jugar, salvo los acomodados por la corrupción futbolística. Y uno dice ¿por qué este tipo no me alegra la vista cuando juega? Porque está metido en un esquema que lo reprime, le quita libertad. Pero en el potrero juegan bárbaro.
-No estoy de acuerdo Julio. Es cierto que en un ambiente de libertad y creatividad la cosa mejoraría. ¿Pero no pasa también que muchos de esos periodistas descansan en echarle la culpa a la empresa, resignándose con mucha presteza a ser obedientes y dóciles?
-Es cierto, y encima ese periodista ni siquiera ve al dueño. En Clarín hay varias napas de jefes. Su lucha, o su resistencia, por usar términos un poco dramáticos, ni siquiera se daría con el dueño, sino con un tercer jefe, con mucho más espacio para discutir. Ahora, ese tercer jefe tiene que estar dispuesto a defender eso frente al segundo, y así sucesivamente. Pero las señales que tiran las empresas en general son de subordinación y valor. Hay otro aspecto en lo que decís que es muy cierto: los periodistas no somos carmelitas descalzas, y muchos colegas hacen su negocio a partir de situaciones como estas. Hay desestímulos que conducen a que el periodista llegue a la conclusión de que los 2.000 pesos los va a ganar haga o no haga, y que es mucho más rentable intentar el cuentapropismo periodístico, comprar un espacio en el cable, conseguir auspicios para ganar plata con eso, con lo cual se transforma si no en un empresario, en un micro empresario. Y deja de ser periodista para entrar en una relación casi necesariamente espuria con las empresas. Y ocurre el caso Aeropuertos Argentina 2000. Si aparece como auspiciante de ese espacio, cosa que ha sido masiva, cualquier noticia que pueda afectar a Eduardo Eurnekián, propietario de Aeropuertos Argentina 2000, va a ser callada. Es decir: Aeropuertos Argentina 2000 no pone esa condición al dar un aviso de 1.000 pesos por mes. Pero es una condición tácita. El que hace el programa sabe que si dice algo que desagrade a Eurnekián, el mes que viene no va a contar con ese auspicio, y dice: hay tantos temas, para qué meterme con Eurnekián.
Fijate un caso notable. La Nación publicó un reportaje a un italiano que empieza en tapa. El italiano dice que el problema en la Argentina es que los ricos no pagan impuestos. Entonces uno piensa que está muy bien que La Nación, que está dirigido básicamente a lectores ricos, aparezca esto. Pero nunca apareció el tema de Eduardo Eurnekián, quien según la AFIP ha denunciado ante la justicia, y es uno de los más grandes evasores de impuestos de la Argentina. No lo digo yo, lo dice la AFIP. Yo he tratado ese tema en Página/12 con la mayor libertad. Pero La Nación no se hizo eco de eso. Uno puede decir que es por celos, porque era mi nota. Pero no. El tema estaba ligado a una noticia sobre unas jornadas internacionales de administración tributaria organizadas por el gremio de la DGI y saboteadas por Alberto Abad, el capo de la DGI, porque él no quería que se tratara el caso Eurnekián, que es muy sofisticado y atrae el interés de los tratadistas internacionales en temas de evasión impositiva. No era una noticia mía. Era un evento objetivo. La Nación no le dedicó una línea, y Clarín tampoco. Entonces La Nación publica lo que dice el italiano sobre que los ricos en la Argentina no pagan impuestos, y a nosotros nos parece bien y valiente que lo publiquen. Pero cuando hay un rico concreto, ahí no.
-Es más fácil indignarse en abstracto, que denunciar casos concretos.
-¿Pero ahí está el gobierno de por medio? No. ¿Le podemos echar la culpa a Alberto Fernández? No. Ahí es cuestión de que una gran empresa no le pisa la manguera a otra.
-El suyo, ¿fue un acto de censura?
-Obviamente el acto de censura existió. Venía soportando actos de censura en forma de supresión de párrafos en notas mías, o la supresión de una foto del banquero Jorge Britto. Pero con esto, he pasado a ser un proscripto. No sólo un censurado. Ojo, por ahí mañana sale una nota mía. Nadie me comunica fehacientemente cuál es mi situación. En este mismo tiempo apareció dos veces con mi firma la sección Des Economías, en el suplemento Cash, en el que suelo tocar temas marginales, con un poco de humor. Pero estoy proscripto para evitar el peligro de que me meta con alguien que no me debo meter. Es como las leyes raciales de Nüremberg. Uno se podía casar con quien quisiera, siempre que no se casara con la persona incorrecta.
-Eres libre de hacer lo que yo quiera.
-Claro, si te casás con una judía, no.
-Los directivos del diario dicen que lo invitaron a hablar amenamente para que fundamentara su columna, y que usted rechazó esa posiblidad.
-No, yo no rechacé nada. Pregunté: ¿de qué vamos a hablar? Me respondieron: de establecer reglas de juego. Ahí me puse firme y dije que mis reglas de juego son el ejercicio responsable de una plena libertad de expresión.
-¿Era una charla cara a cara?
-No, fue una charla telefónica con Tiffenberg, cuando me llamó indignado para reprocharme muy acaloradamente, haber mandado una nota de semejante carácter a las 23.45, cosa que consta en la computadora. Y llegó inmediatamente porque yo enseguida llamo a sistemas para confirmar que el material ha llegado. A los diez minutos me llamó Tiffenberg hecho un basilisco, y me reprochó esto. Y yo le pregunté para qué quería que la mandara más temprano. Evidentemente, para censurarme. Y como ya me lo había hecho varias veces, yo obviamente trataba de dificultarle la tarea al censor, cosa que haría cualquier censurado. Pero dificultarle la tarea no era afectar al diario, porque mis notas en general, y habrá algo de vanidad en lo que digo, pero muchas veces ni siquiera van a corrección, porque yo escribo correctamente y porque nunca mando una nota sin haberla releído por lo menos dos veces, aunque la nota sea larguísima. No tengo errores de ortografía y creo que tengo una gramática correcta dentro de lo que se puede pedir. De modo que cuando es tarde no hay que perder tiempo pasando por corrección. Sí por censura.
Un argumento de Tiffenberg es que yo mandé la nota vencidos todos los horarios de cierre. Quiero aclarar que él, cuando contestó con su célebre editorial, lo cerró a las 2.30 de la madrugada. De modo que cerró dos horas cuarenta y cinco minutos después que yo, con otra diferencia: mi nota no afectaba la salida normal del diario. La suya hizo que Página perdiera toda la circulación del interior. Por otro lado, cualquier día en que Martín Granovsky esté a cargo de la redacción, se le puede preguntar a cualquier compañero de Página/12 qué pasa con el cierre. El entierro es fabuloso. A la 1.30 ni siquiera se sabe todavía cuál es la tapa.
-Otro argumento es: Nudler dijo que se volvió loco y rompió los códigos.
-Quiero aclarar esto. Yo creo que los periodistas respetamos escrupulosamente algunos códigos que sin querer, o a veces queriendo, nos convierten en cómplices de todo este estado de cosas. Es como el cura y el secreto de confesión. Viene alguien y le confiesa al cura que ha comprado un arma y que dentro de media hora va a matar a la suegra. ¿Qué hace el cura con ese secreto? Es un secreto de confusión… mirá qué lapsus… secreto de confesión. Tiene por un lado que preservar el secreto, y por el otro la vida de esa mujer: un dilema.
Nosotros, los periodistas, sobre todo los que andamos en economía, nos enteramos de muchísimas cosas que son, entre comillas, impublicables. ¿Por qué no las publicamos, o no lo intentamos siquiera? Porque nos fueron dichas informalmente en un pasillo, o porque nos advirtieron que no era para publicar. O ni siquiera nos lo advirtieron pero por la forma en que se nos dijo, o por la relación que tenemos con esa fuente… o porque si lo decimos no tenemos pruebas y nos van a querellar, y nos vamos a meter en líos y corremos peligro, o nos pueden expropiar la casa. Hay una serie de razones por las cuales información muy jugosa y que consideramos fehaciente y confiable, nos la guardamos. Nunca llega al lector. A la larga, con esos códigos que respetamos tan escrupulosamente, triunfa el sistema de la corrupción que nos hunde a nosotros mismos, a nuestras familias, y a todos los argentinos. Tienen que salir personajes como Pontaquarto, Scilingo, alguien que se vuelva «loco» entre comillas. Pero no un periodista. Los periodistas somos muy sensatos, racionales, nunca nos piantamos, y con eso le hacemos un juego extraordinario a la corrupción.
Últimamente supe de dos o tres casos que me resultaron particularmente repugnantes. Por ejemplo, cómo estaba tarifado todo en el Ministerio de Economía y en el Ministerio de Planificación Federal, según el hombre que es tenido como «cajero» de Lavagna, al que todos llaman el «Ratón» Pérez. Un alto empresario me lo ha ratificado. Este hombre, Pérez, le decía al empresario que si no estaba de acuerdo con el precio, con la coima que debía pagar por una cierta medida, se la fuera a pedir al ministro De Vido, pero que le iba a costar el doble.
Eso es lo concreto. ¿Yo lo vi? No ¿La persona que me lo dice es una fuente indubitable? Sí. Es más, he estado reunido con él en una torre de Catalinas. Es el presidente de una multinacional importante en la Argentina, y hemos tenido una conversación magnífica durante dos horas. Yo le dije: si estamos tan de acuerdo ¿por qué no me apoya en esto? Yo lo denuncio y usted sale y lo ratifica. Y me dice: no puedo. ¿Por qué? Me explica: si él lo hace, afecta gravemente a la filial de la empresa para la cual trabaja. Porque en la Argentina se cometea, o no se puede ser empresario a ese nivel. ¿Qué hace, entonces? Él no se siente en condiciones de cambiar el país. Pero además, él viene pagando hace años, como todos estos empresarios. Y dice: si yo denuncio esto, voy a estar reconociendo que he cometido reiteradamente el delito de cohecho. Y voy a ir preso. ¿Puedo ir preso por esto?
Entonces yo escucho eso que me dicen, y pienso: y yo, ¿para qué soy periodista? ¿Para qué sirve que sea periodista? Entonces, a qué llamo yo volverme loco o brotarme, o que lo digan los demás. Y… que me inviten a un programa de televisión de cable para hablar de la colección La Marcha, que estoy sacando. Me dicen que hable de economía, de la negociación del fondo, de la deuda… y en ese momento me asalta un hastío. Y les digo: tengo algo más interesante para hablar. Y cuento esto. En vez de «Ratón» Pérez hablo de un pequeño roedor, en fin, doy todos los indicios. En vez de Julio De Vido hablo de un ministro cuya mujer es síndica general adjunta de la Nación. Es decir, los nombro sin nombrarlos. Al otro día yo esperaba una cédula judicial enviada por el roedor, pero en lugar de eso recibo una llamada de Armando Torres, vocero del Ministerio de Economía, diciéndome que el señor Pérez, funcionario de Economía, me invita a tomar un café. Eso ocurre en el día que voy a partir a Boston. Le digo que no puedo, porque no tenía tiempo.
Pero eso me dio una nueva visión de la realidad. Si en vez de querellarme me invita a tomar un café ¿cómo es la cosa? Lo mismo me había pasado con alguien que me llama de parte de Miguel Pesce, flamante vicepresidente del Banco Central, del cual yo había dicho algunas lindezas, y que es otro instrumento que Alberto Fernández puso en la SIGEN por cuarenta días, lo cual es una absoluta inmoralidad tratándose de un organismo clave en la lucha contra la corrupción. Después se entendió por qué lo hizo, esperando para meter a Claudio Moroni, que es su secuaz en todo el negocio del seguro que manejó desde el Estado con Menem desde el 89 al 95 y que después manejó el propio Moroni que ahora, como premio a sus actos de corrupción, es nombrado al frente del organismo que tiene que luchar contra la corrupción. Eso me sacó. Realmente.
Y fijate cómo continúa la cosa: dentro de los superpoderes que le dan a Alberto Fernández, recibe el superpoder de pagarle mediante el INDER (Instituto Nacional de Reaseguros, en liquidación) las deudas que tiene con el sector asegurador. O sea, esto ya estaba publicado en el diario Página/12, que también lo dirigía Tiffemberg, ahí está publicado todo el detalle de las tropelías de Alberto Fernández y Moroni favoreciendo desde el Estado a un sector tan corrupto como el del seguro, notas que no motivaron ninguna querella de ellos ni al diario ni a mí, lo cual algo está diciendo de la documentación de esas notas que ahora Tiffenberg en su editorial dice que debían ser más investigadas.
Alberto Fernández ahora con los superpoderes tiene la potestad, sin control parlamentario, de pagarle a esas compañías a las que él quería que se le pagaran en su momento 1.200 millones de dólares, cuando Roberto Guzmán, liquidador del INDER entre el 94 y el 96, haciendo cuentas en serio, concluyó que en bruto se les debía 500 millones, o sea 700 millones de dólares menos de lo que quería pagarles Fernández. Y además las compañías tenían un montón de deudas con el INDER que el organismo ni siquiera se había molestado en calcular. Por ende, la deuda neta del INDER con las compañías era imprecisable, y podía muy bien ser que el neto fuera una deuda de las compañías con el INDER y no al revés. Por alguna razón el INDER fue declarado en liquidación en 1992 y en el 2004 todavía no ha sido liquidado. ¿Por qué? Porque entre que las compañías piden cualquier disparate, y que hay funcionarios como Guzmán, que acaba de morir, de una honestidad intachable, que se le han cruzado en el camino a esos corruptos, nadie se ha atrevido a poner el gancho, pensando que tarde o temprano si este país se regenera un poco, va a ir preso. Entonces eso sigue empantanado 12 años después. Alberto Fernández tal vez lo desempantane, pero cuidado, que nos pueden estar estafando en cientos de millones de dólares.
-Usted decía que hay aspectos positivos del gobierno…
-Sí, lo de derechos humanos, o la relación con el FMI… bah, más o menos, porque le estamos pagando más que nunca. Pero bueno: esas son cosas discutibles.
-Pero esos argumentos supuestamente favorables hacen que mucha gente que apoya al gobierno, decía en su carta, no quiera ver el costado que usted denuncia como corrupto.
-Claro, es una gran estupidez tomar esa actitud de pensar «roban pero hacen».
-Lo que está diciendo es: roban.
-Roban, roban, roban. Eso no cambió. El bochorno con China también tiene que ver con la corrupción oficial. Yo lo juzgo en la misma dirección. Yo creo que Moroni en la SIGEN es incompatible con China. Si va a entrar un montón de plata en lugares como Enarsa, hay que tener mecanismos de control muy bien aceitados de cómo se maneja la plata. Fijate: en la SIGEN tenés a Moroni, que fue el gran compinche de Alberto Fernández para favorecer a las aseguradoras en contra de los asegurados y en contra del Estado. Ahora el Parlamento le da plenos poderes a Fernández para pagarle a través del INDER a las aseguradoras. Y el que tiene que fiscalizarlo es Moroni. Bueno: dos más dos es cuatro. Este es un gobierno poco serio, como era el de Menem, pero este proclama que es un país en serio.
-Si se sigue el hilo de su denuncia, la pregunta natural es, recordando viejos lemas, ¿roban para la corona?
-No sé, yo no investigo esos temas. Pero uno trata de razonar. ¿Para qué están tarifadas las cosas en el Ministerio de Economía, o en el de Planificación?. Si hay cajas paralelas, uno puede suponer que gente con aspiraciones, como Lavagna o Kirchner, necesitan financiamiento independiente. Mi tímida conclusión, tentativa, es que muchas de estas familias se convierten en millonarias. Ahí está el caso de Arafat, con una fortuna de miles de millones y una lucha feroz de la viuda con la dirigencia palestina. Yo pienso que con el tiempo vamos a tener luchas parecidas en torno de Carlos Menem, y quién sabe si en torno de los actuales. Entramos en un terreno muy pantanoso.
-¿Y la comparación con China?
-Se dice que China va a aportar fondos asociándose a Enarsa, que es una empresa estatal nueva y cae en el ámbito que los organismos de control tienen que fiscalizar. En el ambiente empresario, apenas surgió lo de China, el primer comentario fue averiguar de qué nivel serían las cometas. No es que lo diga yo, es lo que la gente da por cierto. Y no nos olvidemos que, por lo que se sabe, China es un país bastante corrupto, entonces un negocio con China puede implicar jugosos retornos para funcionarios de ambos lados. No digo que los vaya a haber, pero no estoy tranquilo si los organismos de contralor están paralizados. Entonces digo: China, así, no va. Para que tengan sentido inversiones y permitan el desarrollo hay que hacer determinadas cosas. Vos construyendo caminos solamente no te desarrollás. Argentina es un país muy corrupto donde efectivamente no hay seguridad jurídica, y entonces no puede funcionar el capitalismo para que haya más bienestar. Hay enormes pozos de evasión, y entonces tampoco puede haber equidad. Porque la plata que evade un Eurnekián, es plata que se podría usar para que en los hospitales haya buena atención, que las escuelas estén equipadas. Son miles de millones. Pero ¿cómo va a haber equidad si hay una evasión monstruosa que es posible no tanto por las normas, sino por la actuación de funcionarios corruptos en el Poder Ejecutivo y el Judicial?
Si no resolvemos ese problema institucional, todo lo demás no va a servir para nada. Durante el menemismo hubo enormes inversiones en la Argentina, y terminamos en un colosal desastre. Los chinos no van a invertir lo que dijo Kirchner, pero, aunque lo invirtiera, este país no se va a desarrollar con eso. Mucho más importante es que haya instituciones funcionando, y eso implica que no haya corrupción, o que haya la menor corrupción posible. Y no que el gobierno esté asociado con la corrupción.
-¿Añorá alguna época como periodista? ¿La Opinión, La Razón o alguno de sus otros trabajos?
-Añoro la época de Página/12.

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Alianzas bobas, espanto político, el ajuste y el oro, en el Día de la Lucha contra la Violencia hacia la Mujer

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Tras el resultado electoral, las integrantes de distintas organizaciones sociales, barriales, políticas y sindicales (ATE, CCC, UTEP, CTA, FPDS, Barrios de Pie, PO, Evita) analizan lo que pasó, en la previa al Día Internacional de la Lucha contra la Violencia hacia la Mujer. Los errores que llevaron al presente, la situación económica actual y la inflación, la falta de trabajo. El regreso de los que se la llevaron con pala, el clima en los barrios y el comienzo del ajuste, en paralelo a la desmovilización de las mujeres tras la Ley de aborto. Sensaciones, incertidumbres y estrategias frente a lo que viene.

Por Anabella Arrascaeta.

Alianzas bobas, espanto político, el ajuste y el oro, en el Día de la Lucha contra la Violencia hacia la Mujer

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org

“No es posible que siempre nos esté uniendo el espanto”

Silvia León, referenta de ATE Nacional, llegó a Plaza de los Dos Congresos el viernes con el pañuelo violeta sindical al cuello y el verde por aborto legal en la muñeca. El día anterior, siempre en representación de las trabajadoras y trabajadores estatales, había estado en la Ronda que las Madres de Plaza de Mayo hacen cada jueves. “El límite es el ataque a los derechos humanos, el ataque a las mujeres, el ataque a los trabajadores. Pertenezco a ATE, en la época de Macri sufrimos alrededor de 60.000 despidos en el Estado y esto se avecina de la misma forma pero con características más graves”, dice sobre quienes acaban de ganar las elecciones. “En esta etapa, con este gobierno, tenemos que ampliar los ámbitos de debate y de construcción colectiva. No es Macri, va a ser más fuerte, más feroz y más profundo: más fascista. Y la única forma de enfrentar eso, como decían las Madres en la Ronda, es con esperanza y con organización. Ahora bien, creo que en este tiempo hay que pensar una estrategia bien distinta a lo que estamos haciendo”. 

¿Por qué?

No es posible que siempre nos esté uniendo el espanto. Hacemos las alianzas, el frente, y después adentro hay un aquelarre y cada uno tira para su lado, los personalismos y los egos… todo ya lo vivimos. Porque la primera pregunta es: cómo llegamos a este momento. Hay que dar una respuesta distinta, ampliar los espacios del debate, no se puede salir con una resistencia loca, salir a la calle sin pensar lo que vamos a hacer; hay que construir bases sólidas con una visión de futuro. 

¿Esa base con qué alianzas se puede construir?

Desde los feminismos tenemos una experiencia grande de construcción donde ponemos objetivos concretos y secundarízamos las diferencias, eso es lo primero. Y para nosotras se construye desde todo el campo popular, porque además hacen falta proyectos y formas que puedan enamorar y llegar a los y las jóvenes. Yo estoy segura que gran parte de la población que votó al partido que ganó no votó el proyecto de Milei, sino que votó una oposición ante la desesperación por este gobierno que no dio respuestas profundas, y que pudiendo hacerlo no lo hizo. Hay que hacerse cargo. Y el primer paso es estar en la calle todas juntas, defendiendo nuestros derechos, van a cerrar el Ministerio de las Mujeres que es nuestra conquista, están atacados los derechos que construimos, tenemos que estar defendiéndolos desde los sindicatos, desde la intersindical feminista que es una experiencia a profundizar, desde las organizaciones sociales, desde los feminismos, y sobre todo tendiendo puentes. También estamos acá por el Día Mundial para la Prevención del Abuso Sexual en las infancias, porque en este contexto como siempre los que van a perder derechos son las niñeces: a medida que se agudiza la violencia en la sociedad, también se agudiza dentro de los hogares. Este es un momento para pensar cómo hacer la resistencia.

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Silvia León. (Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org.)

“Los que se la llevaron con pala están de vuelta”

Nené Aguirre, de la Corriente Clasista y Combativa, vive en zona norte de la provincia de Buenos Aires, donde cuenta que grandes fábricas ya empezaron a suspender trabajadores. “Lo hacen a dos días de ganar, ni subieron, pero se envalentonan, y el camino es este: juntarnos para pensar qué hacer”, dice en Plaza Congreso. “La convocatoria de hoy es importante: una vez más las mujeres estamos en la calle. Estamos acá para defender lo conquistado y avanzar con las conquista que faltan” 

¿Cómo creés que será esa defensa y avance?

Primero tenemos que encontrarnos, reunirnos, hablar, nosotras supimos hacer una gran unidad ante las adversidades, siempre el recorrido fue poder reunirnos primero, y en este momento necesitamos unirnos como fuerza, y entre todas pensar qué medidas, qué acciones, qué objetivos. Las mujeres seguimos haciendo frente a la violencia de género en los barrios y seguimos a cargo de las ollas, y esto va a venir peor porque ataca a muchos sectores a la vez, todos populares. 

¿Qué autocrítica tiene que hacer el movimiento?

Creo que desde el movimiento de mujeres peleamos mucho para que no llegue Milei. Nos manifestamos en todas las formas posibles, no alcanzó porque hay una situación objetiva de 150% de inflación. Al haber firmado con el FMI hubo un cambio. En nuestra organización decimos: tienen que pagar los que se la llevaron en pala, que son los que ahora volvieron, están de vuelta. Hubo infinidad de manifestaciones para defender lo que conseguimos, no alcanzó porque el gobierno no dio respuesta a quién paga la crisis. Hay que hacernos fuertes para que los sectores que la tienen paguen la crisis, y no el pueblo. 

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“Hay que llorar, patalear y putear, pero después seguir adelante”

Lis González es de la villa 21-24, donde en las PASO ganó Milei, pero en las generales Massa. “Se vienen tiempos muy duros, como mujeres quedamos más perjudicadas, y más como mujeres pobres y villeras”, dice. Lis milita en el Movimiento Evita. “No le tenemos miedo, pero hay cierta consternación sobre qué va a pasar. No estoy enojada con la gente, soy autocrítica y entiendo que no hicimos un buen gobierno, mucha gente la pasó mal y fue un voto bronca”. 

¿En el barrio qué se ve?

Es que no podes decirle a alguien que vive en una villa que va a vivir sin derechos, cuando alguien que vive en una villa no goza de derechos: no tenemos luz, ni agua potable, no tenemos cloacas, caen dos gotas y perdemos todo porque se inunda o se electrocutan las paredes, y mucha gente no entiende qué gobierno tiene que hacerse cargo, no se sabe que no hay programas del gobierno de la Ciudad para mejorar la calidad de vida de las personas que viven en la villa. La gente en el barrio está triste, porque no sabe qué va a pasar. Es complicado, pero hemos sabido durante el gobierno de Macri organizar la resistencia y en este gobierno también lo vamos a hacer. 

¿Cómo se sale de la tristeza y de la consternación hacia la acción?

Organizándonos, hay que llorar, patalear y putear lo que haya que putear, pero después seguir adelante, y siempre juntas, porque cuando no hay un proyecto de país que nos ayude se hace más difícil pero quizás podemos generar, en esa falta, la alternativa. 

Alianzas bobas, espanto político, el ajuste y el oro, en el Día de la Lucha contra la Violencia hacia la Mujer

_Lis González (Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org)

“La organización comunitaria es nuestro oro”

Norma Morales, de la UTEP, suspira y dice: “Seguimos teniendo las heridas abiertas, es difícil, pero tenemos que reflexionar sobre qué está pidiendo el pueblo que votó a favor de esta nueva dirigencia política. Veníamos notando que la política se venía alejando de la realidad, entonces era difícil contrarrestar los planteos que te hacía un jubilado o una mamá que está criando sola y que no llega a fin de mes, o ir a un hospital y que te den turno para 6 meses, o la inflación; hay que sentarnos a reflexionar y ponernos a la altura de lo que hoy está pidiendo el pueblo”.

¿De dónde agarrarse?

Creo que tenemos un tesoro los feminismos y los movimientos sociales: la organización comunitaria, es nuestro oro, tenemos que fortalecer y cuidar esa red que hemos construido en este tiempo. Falta, hay cosas que estamos haciendo mal, se nos siguen muriendo mujeres por feminicidios, por eso tenemos que escucharnos, abrazarnos. 

¿Qué aparece como sensación en los barrios?

Hay mucho dolor, miedo, intranquilidad, tenemos muchas compañeras grandes y los anuncios en las redes, en los medios, traen mucha incertidumbre. Y en la otra vereda tenemos muchos vecinos que nos dicen que votaron a Milei porque quieren un cambio, y así abrieron una puerta donde la habitación que aparece es oscura. Por eso: nos tenemos que preparar. 

Alianzas bobas, espanto político, el ajuste y el oro, en el Día de la Lucha contra la Violencia hacia la Mujer

Norma Morales (Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org).

“Basta de alianzas bobas”

Leonor Cruz, Secretaria de Géneros y Diversidad de la CTA Autónoma, llegó desde Tucumán, donde dice que ya hay despidos y achique de Ministerios, por eso plantea para lo que viene: “Unidad, estrategia, y federalización” ¿Por dónde empezar? “Primero: dejar de decir que nos derrotaron y que tienen la mayoría, porque eso no es cierto, hay un 44% de la población que le dijo que no. Es un tiempo de mucha escucha, las organizaciones tenemos la obligación de seguir en las asambleas escuchando el run run que por lo visto estuvo abajo, no hemos sabido construir un liderazgo, construir alternativas. El movimiento feminista en toda su diversidad y en toda su amplitud debe hacer un análisis sincero de la construcción de nuevos liderazgos, porque construir nuevos liderazgos es construir nuevo poder, y el poder que hemos venido construyendo por lo visto no ha convencido ni ha enamorado; tenemos que poder revisarlo sin flagelarnos porque no vamos a ponernos la culpa. Hay que debatir la construcción real de poder pero no el que estamos acostumbradas, porque hay un nuevo tiempo y eso es también una nueva oportunidad: la oportunidad de volver a enamorar, no es utopía, es realidad, y el movimiento lo supo hacer y va a estar a la altura de estos tiempos”. 

¿Qué alianzas pueden construir esa utopía?

Todas, creo que no puede quedar nadie afuera. Pero basta de alianzas bobas, la unidad no se decreta. Todos tenemos una idea de proyecto de país: con justicia social, con más democracia, con trabajo, con producción, con soberanía. ¿Qué significa eso para cada uno de nuestros espacios? Hay que empezar a amalgamarlo en una idea común que nos una. No podemos caer en decir que nuestro pueblo se volvió fascista, porque eso es la derrota, nuestro pueblo no se volvió fascista, hay una parte que siempre lo fue, y lo sabemos, pero hay otra parte que está cansada, que tiene hambre, que está agobiada, que ve que nuestros barrios son cárceles a cielo abierto, que las juventudes no es que no tienen futuro, no tienen presente, a esos compañeros y compañeras hay que volver a enamorar. 

“Los derechos humanos nos abrazan y sostienen como sociedad”

Celeste Ortiz lleva atado en la cintura un pañuelo blanco con dos palabras: Nunca Más. Es militante de Barrios de Pie, está sentada con sus compañeras, y se ríen entre chistes. Cambia su ánimo al ponerse hablar del presente, y cuando dice que imagina que se vienen años de tristeza. “Es fundamental que el feminismo, las organizaciones sociales, políticas y sindicales estemos en la calle. Va a ser desgastante”. 

¿Cómo hacerlo entonces? 

Nosotros creemos en la democracia. El pueblo eligió, y lo respetamos. Vamos a tener que ser estrategas, hay que salir, pero cuidándonos, para no exponer a compañeras y compañeros. 

¿Qué significa el pañuelo con el Nunca Más?

Los derechos humanos son los que nos abrazan y sostienen como sociedad, me parece importante usar el emblema de Nunca Más, vamos a tener una vicepresidenta negacionista, que defiende a los genocidas, y hoy más que nunca tenemos que recordar a nuestros compañeros y compañeras desaparecidas, a las infancias que han arrebatado, reivindicar a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, y llevar el pañuelo a todos lados, como una forma de seguir construyendo memoria. 

Alianzas bobas, espanto político, el ajuste y el oro, en el Día de la Lucha contra la Violencia hacia la Mujer

_ Leonor Cruz (Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org).

“Hay que volver a las calles”

Vanina Biasi integra el Plenario de Trabajadoras y el Partido Obrero. Imagina que vienen años de mucha lucha, “y eso tiene un aspecto positivo para reivindicar, porque cuando te tenés que sacar de encima a un Milei, a una Villarruel, no da lo mismo cómo lo hagas, de eso depende si vas a tener un futuro o no. El movimiento de mujeres tiene que saber que tiene un poder enorme, y que tiene que salir a organizarse para frenar los atropellos, para tener nuevamente la primacía en las calles que es un elemento fundamental en nuestra lucha porque ellos trataron de competirnos en la calle y no pudieron. Y hay que seguir militando en los barrios, en los lugares de trabajo, hablando con el votante de Milei, explicando por qué llegamos hasta acá.  

¿Qué propuesta hay que construir?

Creo que tenemos que identificarnos con un programa independiente, no podemos salir a decirles a los que votaron a Milei que queremos volver al esquema que tuvimos hasta ahora, porque la gente votó contra el esquema de este gobierno. Realmente creo que tenemos que defenderlo desde un lugar de mucha independencia para salir a reconquistar a quienes votaron a Milei y no son fachos, obviamente. Esa tiene que ser nuestra estrategia: ganó Milei, las mujeres tenemos que volver a organizarnos; el movimiento obrero también, pero tiene una losa más pesada sobre la cabeza: la burocracia sindical. 

El movimiento feminista quedó desarticulado tras la Ley de aborto, ¿por qué?

Quedó desarticulado porque estos años fue la prédica de que no necesitábamos movilizarnos porque teníamos un Ministerio de las Mujeres, y finalmente ni una cosa ni la otra se hizo. Siento que hay que reconstituirlo, y va a haber que sortear muchos debates, hay que ir a hablar con gente de otra corriente política que depositaron sus esperanzas en el gobierno anterior y plantearles que hay que volver a las calles. El norte tiene que ser el programa de las mujeres, no el programa de un gobierno que después pone por delante los intereses económicos de ese gobierno y nos deja a nosotras nuevamente sin avanzar sobre nuestras demandas. No va a ser fácil, pero nosotras vamos a colaborar en este camino. 

Alianzas bobas, espanto político, el ajuste y el oro, en el Día de la Lucha contra la Violencia hacia la Mujer

_Vanina Biasi. (Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org)

“No hay trabajo en las calles”

“Este gobierno en la campaña dijo todo lo que iba a hacer, así que ya lo sabemos. Hay que estar atentas, y luchando”, dice Vany Velarde, del Frente Darío Santillán, una de las organizaciones que concentraron frente al Congreso. “Hay una estigmatización grande, pero los movimientos sociales y piqueteros existen porque hay un Estado ausente. No somos piqueteras porque queremos, no somos como dicen planeras, lo que hacemos es defender derechos que no están garantizados”.

¿Cómo imaginás que puede impactar en las mujeres la quita de planes sociales?

Terrible, porque muchas estamos organizadas en cooperativas y lo que recibimos es un impulso. Por ejemplo el Potenciar Trabajo, que aunque no cubre la canasta familiar, ayuda mucho. Lo mismo con toda la ayuda social que hay, otro ejemplo es la Asignación Universal por Hijo, que es fundamental para nosotras las madres, lo necesitamos, porque hoy no hay trabajo para todas en las calles. 

Alianzas bobas, espanto político, el ajuste y el oro, en el Día de la Lucha contra la Violencia hacia la Mujer

Vany Valerde (Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org)

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Mar del Plata protagonizó una gran marcha para espantar el miedo

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(Desde Mar del Plata) «Vine con mis dos hijas para que vean que mientras en las redes hay odio y miedo, acá hay mujeres aliadas» dijo Andrea a lavaca este viernes, en plena y multitudinaria movilización marplatense convocada ante el Día Internacional de la Lucha contra la Violencia hacia la Mujer.  

La marcha ocupó más de diez cuadras entusiastas en las que fermentaron también temas relacionados con el contexto político tras las elecciones del domingo pasado. La bandera que encabezó la movilización plantea: 25N Milei: ni un paso atrás con los derechos de las mujeres y diversidades”. Las mujeres aliadas que mencionaba Andrea esgrimieron también argumentos de las luchas por los derechos humanos y contra la violencia institucional y especialmente policial.

Algunas canciones, frases, ideas, sentimientos:

“Nuestros derechos no son privilegios. Derechos sí, derecha no”.

Mar del Plata protagonizó una gran marcha para espantar el miedo

(Fotos: Sebastián Smok)

“No a la violencia/ las mujeres somos resistencia».

“Creyeron que el feminismo se va a  acabar/ unidas y organizadas seremos más”.

Camila, de 21 años, iba con un letrero hecho a mano: “La ESI y la ley del aborto no se negocian”. Explicó a lavaca: «Tenemos que cuidar los derechos que ya tenemos, así, juntas y sin miedo». El tema del miedo parece acompañar estos tiempos, pero también los modos de superarlo.

Mar del Plata protagonizó una gran marcha para espantar el miedo

(Fotos: Sebastián Smok)

Una pareja iba de la mano. El hombre explicó su presencia: «Ella tenía miedo y le dije: te acompaño».

Mar del Plata protagonizó una gran marcha para espantar el miedo

(Fotos: Sebastián Smok)

Mucho más joven, Alex Sánchez (17 años) “Llevo este cartel porque la Memoria, la Verdad y la Justicia deben estar más vigentes que nunca».

Mar del Plata protagonizó una gran marcha para espantar el miedo

(Fotos: Sebastián Smok)

La marcha en todo su recorrido unió las consignas clásicas del feminismo con las que denuncian la violencia policial, lo que despertó el aplauso de chicos jóvenes que miraban el paso de las mujeres muy desde afuera, al escuchar las canciones como “Dale alegría a mi corazón, vamos a llenar de ratis el paredón”.   

Una mujere acompañaba también con aplausos. «Vienen tiempos difíciles pero nosotras vamos a dar pelea. Ni un paso atrás». La marcha continuó hacia adelante, en una ciudad que parece decidida a no dejarse ganar por el miedo.

Mar del Plata protagonizó una gran marcha para espantar el miedo

(Fotos: Sebastián Smok)

(Fotos: Sebastián Smok)

Mar del Plata protagonizó una gran marcha para espantar el miedo

(Fotos: Sebastián Smok)

Mar del Plata protagonizó una gran marcha para espantar el miedo

(Fotos: Sebastián Smok)

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Primera Ronda poselectoral de Madres: Tik Tok, el combate al miedo, las sonrisas, y otras batallas al sol

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Primera Ronda de Madres de Plaza de Mayo, después de las elecciones. La gente en la Plaza, los comentarios, chiquilines de alto vuelo y mujeres que encaran el presente sin olvidar sonreír. Por Lucas Pedulla.

Jara Fernando.

Jarach Franca.

Jaramillo Galindo Maria del Carmen.

Juárez Carlos Héctor.

Los nombres siguen y siguen. Son decenas. Van por la jota, seguirán por la ele. La voz los lee en un cuaderno escrito a mano y todos son respondidos con un «¡Presente!» a puño alzado. La ronda da vueltas, como todos los jueves, alrededor de la Pirámide de Mayo, detrás de las Madres Nora Cortiñas, Mirta Baravalle y Elia Espen, acompañadas en sus sillas de ruedas.

 

Primera Ronda poselectoral de Madres: Tik Tok, el combate al miedo, las sonrisas, y otras batallas al sol

Nora, Elia y Mirta. La imagen conmovedora en la Plaza, como siempre. Fotos Lina Etchesuri/lavaca.org

Pero, a diferencia de todos los jueves, hoy ocurrió algo: hay miles de personas acompañando. La ronda se transformó en el acto reflejo de una sensibilidad herida tras el triunfo de Javier Milei con el 55% de los votos en el balotaje del domingo. La Plaza se convirtió así en un escenario urgente de micro asambleas, donde en cada metro cuadrado había grupos de entre 3 y 6 personas con necesidad de hablar, mirarse y, sobre todo, pensar. Donde se escuchaban frases como:

-Hay que saber cuándo salir y cómo.

-Necesito llorar..

-Llorá, pero tenemos que pensar cómo poner el cuerpo para no pagar siempre los platos nosotros.

-Si ellas pudieron, cómo no vamos a poder.

Primera Ronda poselectoral de Madres: Tik Tok, el combate al miedo, las sonrisas, y otras batallas al sol

Fotos Lina Etchesuri/lavaca.org

La madre de Tehuel y los sub-12 

Una de las que llegó marchando es Norma Nahuelcura, la mamá de Tehuel de la Torre, el joven trans desaparecido desde el 11 de marzo de 2021. «Vine para pedir justicia por los que ya no están -dice a lavaca-. Siento que hay mucha gente que no sabe la historia, y por eso votaron lo que votaron». 

-¿Tiene miedo?

-¿Miedo? No tengo. Soy la mamá de Tehuel y sigo luchando para que aparezca mi hijo.

-¿Cómo salir de esa sensación?

-Saliendo a movilizarse, por eso estoy acá para saber qué pasó con Tehuel.

La ronda también es escuela a cielo abierto, y por eso Inés -47 años, socióloga-  trajo a sus hijos Facundo, de 11, y Malena, de 8. «Estamos para que las nuevas generaciones aprendan. Me da mucha tristeza que después de tanta lucha, a muchas Madres y Abuelas les toque terminar sus días en un gobierno que desconoce su lucha».

Facundo, con una camiseta de Argentinos Juniors, agrega: «Y que haya negado a los desaparecidos».

-¿Qué piensan tus compañeros de lo que pasó?

-Muchos lo votaron en sus casas.

-¿Qué pensás que les gustó?

-No sé si algo les gustó o si fue más lo que no les gustó de este gobierno, y por eso votaron por un cambio. Tengo un amigo al que le echaron al tío y difícilmente vote por Massa. A mí Massa me parecía un buen candidato, porque con lo horrible que fueron estos años, un 44% fue demasiado.

Es la descripción política de Facundo que, vale recordar, tiene 11 años.

Tania y Aimé son dos hermanas que caminan detrás de la ronda. Aimé, con 10 años, es la segunda vez que participa: “Hay mucha gente que viene porque se preocupa por el país y no le gusta que lo arruinen y disfruta lo que tenemos”. A algunos de sus compañeros les gustó Milei, a otros no: “Los que sí, decían que iba a hacer escuelas, y que como en Estados Unidos se hizo famoso, nosotros íbamos a ser famosos como Estados Unidos”.

Primera Ronda poselectoral de Madres: Tik Tok, el combate al miedo, las sonrisas, y otras batallas al sol

Fotos Lina Etchesuri/lavaca.org

Tik tok y la comunicación

Tania tiene 19 y estudia Ingeniería Ambiental: “Mucha gente lo votó por conocer algo distinto, pero falta que conozcan de la historia. Si tu formación es Tik Tok y no hablás con tu familia, vas a repetir lo que ya vivimos. Hay que refugiarse en los cuidados y resistir”. 

Natalia tiene 30, trabaja en una cooperativa de producción de alimentos saludables, y vino desde Avellaneda, sur del conurbano bonaerense. “Perdimos una batalla cultural -piensa-. Dimos por sentado cosas y nos costó poner una pregunta que desnaturalice lo que estaban diciendo: es terrible que hoy tengamos una vicepresidenta amiga de los milicos. La fragmentación, también, hizo que el debate sea entre los que pensamos parecido”.

Le preocupa el odio: “Habilitó la violencia. Esto viene con el antiperonismo histórico, luego fue con el kirchnerismo, la pandemia lo potenció, y el hito fue el intento de asesinato a Cristina: que no haya pasado nada a nivel político, social y judicial, es tremendo. Naturalizamos un hecho terrible, más allá del partido político que seas. Hay que fortalecer la organización, apoyarnos y ser inteligentes en cuándo salir y cuándo no, y qué enfrentar”.

¿Las causas del resultado electoral?: “Veo mucho descontento. Este gobierno no pudo resolver cuestiones materiales que mejoren la calidad de vida. La inflación termina opacando cosas buenas, porque la gente vota con el bolsillo, y el discurso político parece desanclado de las necesidades. Por otro lado, el odio. Luego, la juventud, con una dirigencia que ya no la interpela porque tampoco tiene un proyecto de futuro: no sabe si va a poder alquilar”.

Por último, subraya una crisis de la verdad: “Necesitamos construir una verdad: hoy decís algo, pero el otro no te cree. Sabemos que la verdad es una construcción, pero hoy las palabras que a nosotros nos marcaron ya no significan lo mismo. Lo que representaba un imaginario para otros no existe, y es un problema, porque no nos podemos comunicar”.

Primera Ronda poselectoral de Madres: Tik Tok, el combate al miedo, las sonrisas, y otras batallas al sol

Nora y Mirta con paraguas

Hay miles de personas, hace calor, y a las Madres las refugian con paraguas para evitar el impacto directo de los rayos del sol. Cuando termina la ronda, se escucha la voz de Nora Cortiñas, 94 años, con su clásico final: tres veces “30 mil compañeros detenidos desaparecidos”, tres veces “presente”, tres veces “ahora y siempre”, tres veces “hasta la victoria siempre”.

Tres veces “venceremos”.

Frente al miedo y la angustia, las Madres. 

Por eso Mirta Acuña de Baravalle, que desde el 26 de agosto de 1976 busca a su hija Ana María, secuestrada mientras estaba embarazada, junto a su compañero Julio César Gallizi, contesta tranquila: “El pueblo lo votó. Yo puedo sentir un montón de cosas, pero tengamos calma, confiemos en el tiempo”.

-¿No tiene miedo?

El miedo es para los cobardes.

Dice esta mujer de 98 años que, en un gesto tan necesario para estos días, sonríe.

El jueves que viene, a las 15:30, habrá ronda otra vez, como hace 46 años.

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