#NiUnaMás
#JusticiaParaAnahí: comenzó el juicio por su femicidio
El Tribunal Oral en lo Criminal N°7 de Lomas de Zamora abrió el debate oral por el secuestro, la violación y el femicidio de Anahí Benitez, la joven de 16 años que desapareció el 29 de julio de 2017 y fue encontrada asesinada seis días después en la reserva de Santa Catalina, en 2017. Hay dos acusados: Marcos Bazán (36), que denuncian que es un “perejil”, y Marcelo Villalba (42), cuyo abogado sostuvo que no está en condiciones “psicológicas” para afrontar el proceso porque tiene “delirios místicos”. Los jueces definirán sobre la maniobra del principal sospechoso. Afuera, sus amigas y amigos realizaron una marcha hasta la puerta del TOC: “Exigimos justicia”. Las audiencias continuarán mañana.

Por Lucrecia Raimondi
La primera audiencia del juicio por el secuestro, violación y asesinato de Anahí duró siete horas. Se presentaron a declarar seis testigos: la mamá, el papá, el hermano, la abuela y un allegado a la familia de Anahí, y una vecina de Marcos Bazán, el acusado que dicen es un “perejil”. Silvia Mabel Pérez, la madre de Anahí, declaró durante 2 horas frente al TOC 7. Contó cómo era Anahí, qué vínculo tenía con su familia y amigos, lo doloroso que es para ella el crimen de su hija. Respecto a la causa dijo que su principal objetivo sobre el juicio es que se descubra la verdad: «No quiero que nadie inocente pague ni que alguien culpable se exima». Y aseguró que para ella el secuestro de la adolescente no fue perpetrado solo para cometer un asesinato: «La tuvieron secuestrada seis días, alguien más tenía ese interés”. Y, sobre la investigación, expresó: “A nadie se le ocurría que podía estar viva, la buscaban como si estuviera muerta. Yo sabía que había sido secuestrada y el tiempo me dió la razón. Ella nunca hubiera hecho algo así, de irse sin avisar. La búsqueda fue un fracaso».
Las acusaciones:
- Marcos Bazán está acusado de coautor de privación ilegal de la libertad agravada, homicidio agravado por alevosía, criminis causa y por mediar violencia de género y por ser partícipe necesario para que se cometa el delito de abuso sexual agravado por acceso carnal.
- Por su parte, Marcelo Villalba está acusado por los delitos de robo, abuso sexual agravado por acceso carnal en carácter de autor, y por privación ilegal de la libertad agravada y homicidio agravado por alevosía, criminis causa y por mediar violencia de género en calidad de coautor.
Villalba es el que está más comprometido. Dieciocho días después de que Anahí apareciera muerta, lo detuvieron cuando su hijo prendió el celular que era de la adolescente. Villalba se lo había regalado, según la investigación, el 31 de julio. Anahí todavía estaba viva. El segundo motivo que lo relaciona directa e ineludiblemente con el crimen es que encontraron su ADN en el cuerpo de la joven. La defensa de Marcelo Villalba planteó que no está apto psicológicamente para afrontar un juicio aunque las pericias iniciales hayan dicho que sí al momento de la detención. Al presentarse frente al tribunal, Villalba dijo que le habían diagnosticado delirio místico. El defensor planteó que se anule el debate en su contra con fundamento en una pericia que plantea que el imputado es peligroso para terceros y que no está en condiciones de ser sometido a juicio. Esto contradice las pericias realizadas al momento de la detención en agosto de 2017.
Los familiares, amigos y la defensa de Marcos Bazán plantean, por otro lado, que la causa está armada y denuncian que lo acusaron por “perejil” para cerrar la causa. Afuera de Tribunales organizaron un festival para pedir su libertad y dentro de la sala lo acompañaron unas veinte personas. Fabio Núñez conoce a Marcos desde que estaba en la panza de su madre. Cuenta que se conocieron con ella en el Hospital Gandulfo, que se hicieron amigos unidos por la militancia. “Marcos y Silvia son gente de bien, con códigos de laburantes y de solidaridad. Nosotros denunciamos hace más de treinta años que estas cosas pasan”. Se refiere a que la bonaerense y el Poder Judicial arman causas con perejiles. Y agrega que buscan verdad y justicia para que los verdaderos femicidas abusadores de Anahí estén presos.
La próxima audiencia será este jueves 20 de febrero y consistirá en interrogar a los peritos psicológicos por el planteo de la defensa de Villalba. Pero también será una jornada importante para las amigas y los amigos de Anahí: es su turno de presentarse frente al Tribunal. El juicio continuará los días 21 y 27 de febrero, y durante marzo el 3, 4, 11 y 13.
El único recurso para zafar
“Me dijeron que tengo delirio místico”, contestó el imputado Marcelo Villalba al Tribunal Oral 7 de Lomas de Zamora en el inicio del juicio por el secuestro, la violación y el asesinato de Anahí Benítez (16) en agosto de 2017. Después de 7 horas de interrogatorios, en la que no hizo ninguna pregunta, al terminar la audiencia el defensor oficial de Marcelo Villalba pidió que se deje sin efecto el debate contra su defendido porque “no está en condiciones de afrontar el juicio”. Roberto Fernández presentó como argumento una pericia psiquiátrica que fue incorporada por escrito a la causa. La bomba llegó en medio de las declaraciones testimoniales.
El doctor Tarragona, autor de la última pericia hecha el 18 de febrero de este año, certificó que Marcelo Villalba se encuentra incapaz de ser sometido a juicio por su salud mental. El informe indica que no está apto psicológicamente, que podría ser peligroso para terceros (en la sala estaba rodeado por dos custodios) y que su estado presenta la imposibilidad de que intervenga personalmente en el proceso para ejercer la defensa.
El fiscal de juicio, Hugo Daniel Carrión, entendió que el escrito planteaba que Villalba debía ser considerado inimputable desde su primera declaración porque, entonces, no pudo comprender la criminalidad de los hechos. Y que ahora, además, no se encuentra en condiciones de asumir un proceso. El planteo de inimputabilidad, según Carrión, estaría en contradicción con dos de las tres pericias psiquiátricas y psicológicas efectuadas al momento de la detención. El Ministerio Público Fiscal y el Poder Judicial de la Provincia de Buenos Aires advirtieron que en 2017 Villalba era capaz de comprender los delitos que le acusaban.
Por su parte, el patrocinador de Silvia Mabel Pérez interpretó que el psiquiatra se refería al actual estado mental de Villalba. El abogado de la madre de Anahí, Guillermo Bernard Krizan, diferenció los informes realizados. Por un lado el efectuado con la instantaneidad de los hechos. Por otro la evaluación presentada por Tarragona. Lo que argumentó Krizan es que ninguna defensa puede plantear, tres años después, que el acusado no estaba capaz cuando declaró por primera vez, si hay informes que indican lo contrario y sobre los cuales se avanzó con el proceso. Y que en todo caso, lo que se debe analizar, es la última pericia presentada.
El TOC 7 decidió que en la próxima audiencia sean expuestas las pericias psicológicas y psiquiátricas hechas por los cinco especialistas. El Tribunal y las partes escucharán el argumento de sus informes y sus opiniones respecto de la aptitud para que Villalba participe o no del debate. En caso de no llegar a un acuerdo, los profesionales se reunirán en una junta médica para evaluar a Villalba y determinar si es capaz de someterse a juzgamiento.
Las salidas para el principal sospechoso de secuestrar, violar y asesinar a Anahí serían ingresar a un manicomio hasta que se recupere (lo que podría demorar años o no suceder nunca). O que se le dé lugar al planteo de inimputabilidad que dejaría sin efecto el debate en su contra. Las dos opciones lo eximirían del juicio oral y público.

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Oraciones, entre la cruz y la raya: un ritual para presentar el nuevo libro del Observatorio Lucía Pérez

Este domingo 16 de noviembre presentamos el nuevo libro del Observatorio de Violencia Patriarcal Lucía Pérez, editado por lavaca, con una perfomance conmovedora: Oraciones, entre la cruz y la raya fue una obra de teatro danza basada en los ejes teóricos de Femicidios, narcotráfico y Estado. La puesta transformó en lenguaje poético, corporal y musical una realidad que duele y mata, de la mano de talentosas artistas.

Familias sobrevivientes de femicidios, con el libro del cual son parte: el nuevo libro del Observatorio Lucía Pérez.
Oraciones, entre la cruz y la raya: así se llamó la presentación performática del nuevo libro del Observatorio Lucía Pérez editado por lavaca y titulado Femicidios, narcotráfico y Estado.
La obra de teatro y danza indagó en los mecanismos que operan sobre los cuerpos y los territorios desde una dramaturgia que combinó texto, movimiento y música. El resultado fue una experiencia que funcionó tanto como obra artística como herramienta para hacer sentir, colectivamente, de qué hablamos cuando hablamos de femicidios.
La obra fue ideada y escrita por Claudia Acuña, también responsable de la dirección general del Observatorio Lucía Pérez. En escena, Oraciones desplegó el trabajo de las intérpretes Julieta Costa, Lola Domínguez Hayes, Lucía Harismendy, Pia Leone, Luca y Juana Torras, quienes construyeron una trama sensible entre la fragilidad y la fortaleza. La música en vivo, a cargo de Santiago Torricelli en piano, aportó un pulso emocional que atravesó toda la pieza.



El diseño sonoro siguió de la mano de Pía Leone, junto con la operación técnica de Teo Escobar y Lucas Pedulla. Y el diseño gráfico estuvo a cargo de Jonatan Ramborger (autor, también, de la tapa del libro) y Julie August.
La puesta en escena fue realizada por Julieta Costa, mientras que la dirección coreográfica estuvo a cargo de la reconocida directora y coreógrafa Carla Rímola.
Oraciones dejó en quienes asistieron la certeza de que el arte no sólo puede denunciar lo que duele, sino también abrir caminos para imaginar otras formas de vida y de cuidado.
Y también, otras formas de presentar un libro.



El Observatorio y su libro
El Observatorio Lucía Pérez es una herramienta de análisis, debate y acción creada por lavaca.org con el objetivo de profundizar el trabajo sobre formas de prevención y erradicación de la violencia patriarcal.
Cada día un equipo conformado por Claudia Acuña, Amalia Etchesuri, Anabella Arrascaeta y Pablo Lozano actualiza 12 padrones de manera autogestiva, datos que sumados al seguimiento de lo publicado en medios de todo el país son luego chequeados y precisados con fuentes judiciales y periodísticas. Se trata del único registro público del país, lo cual quiere decir que pueden consultarse las fuentes de cada dato.
Cada mes el Observatorio realiza un resumen de este diagnóstico junto a víctimas y familias sobrevivientes de femicidios. El resultado es el informe mensual que se difunde a través de organizaciones sociales y referentes de la política y la cultura que intenta pensar, más allá de las cifras, la radiografía social y política de esta violencia.


Femicidios, narcotráfico y Estado reúne ahora y por primera vez los distintos informes, investigaciones y acciones del Observatorio Lucía Pérez. Es un material que indaga a través de la articulación de textos teóricos y reportajes periodísticos las vinculaciones entre lo narco, la violencia machista, los femicidios y el rol del Estado en la trama de la impunidad.
Todo eso quedó plasmado en esta presentación-ritual colectivo para empezar a sanar una realidad que duele, y organizar la realidad que viene: aquella que queremos, deseamos y nos merecemos.
Si querés el libro escribinos al teléfono que figura en este link, y suscribite para apoyar todo lo que hacemos:
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La venda en los ojos: la justicia frente al abuso sexual contra niñas y niños
El 42% de las denuncias de violencia sexual corresponden a menores de 17 años en la ciudad de Buenos Aires. El ministerio de Justicia bonaerense reveló que entre 2017 y 2022, de más de 96.000 causas por abuso sexual, 6 de cada 10 tuvieron como víctimas a menores y se duplicó el número de denuncias: el 80% fueron mujeres, principalmente niñas y adolescentes de entre 12 y 17 años. ¿Cómo recibe el Poder Judicial a las infancias que se atreven a denunciar abusos? Las víctimas convertidas en “culpables” de un delito que padece a nivel mundial entre el 15 y el 20% de la niñez. La campaña conservadora y oficial: desestimar denuncias y motosierra. Lo que no quiere ver la justicia. Cómo encarar estos casos, y la enseñanza de Luna. Por Evangelina Bucari.
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Cecilia Basaldúa: el cuerpo desaparecido

Daniel y Susana denunciaron que desapareció el cuerpo de su hija, Cecilia Basaldúa, que reclamaban para realizar nuevas pericias. La historia de lo ocurrido y el rol de la fiscal de Córdoba Paula Kelm “que hizo todo lo posible para que los asesinos de Cecilia sigan hoy libres e impunes”.
Por Claudia Acuña
El 7 de noviembre Cecilia Basaldúa hubiese cumplido 42 años y no hay festejo porque no hay Cecilia: la desaparecieron, violaron y mataron en abril del año 2020, en Capilla del Monte y en pleno aislamiento por la pandemia de Covid. Su familia, como cada año, reunió amistades y familiares de otras víctimas de femicidios territoriales –el padre de Natalia Melman, el hermano de Laura Iglesias– en el mural que la recuerda en su barrio de Belgrano. Fue ese el marco elegido por Daniel y Susana, los padres de Cecilia, para compartir lo que significa buscar justicia para este tipo de crímenes. Con la voz partida por el dolor narró cómo fue la última reunión con la nueva fiscal responsable de la investigación: es la cuarta. La primera – Paula Kelm– desvió las pruebas para atrapar a un perejil, que fue liberado en el juicio oral y así la investigación del femicidio de Cecilia volvió en punto cero; el segundo estaba a meses de jubilarse y pidió varias licencias para acortar su salida; el tercero –Nelson Lingua– no aprobó el examen para ocupar el puesto y, finalmente, desde hace pocos meses, llegó ésta –Sabrina Ardiles– quien los recibió junto a dos investigadores judiciales y los abogados de la familia. Antes se habían reunido con el ministro de Justicia de la provincia de Córdoba, Julián López, quien le expresó el apoyo para “cualquier cosa que necesiten”. Fue entonces cuando Daniel y Susana creyeron que había llegado el momento de trasladar el cuerpo de su hija hasta Capital, donde viven y, además, habían logrado conseguir que se realice una pericia clave para la causa y que siempre, en estos cinco años, les negaron. Fue la joven investigadora judicial quien soltó la noticia: el cuerpo de Cecilia no está.

Gustavo Melmann, que sigue buscando justicia por su hija Natalia, junto a Daniel Basaldúa y Susana Reyes, los padres de Cecilia.
Según pudo reconstruir la familia después del shock que les produjo la noticia, fue en 2021 –cuando todavía estaban vigentes varias restricciones originadas por la pandemia– cuando el cuerpo fue retirado de la morgue judicial, a pesar de que Daniel y Susana habían presentado un escrito solicitando lo retuvieran allí hasta que se realicen las pruebas por ellos requeridas. La fiscal Kelm no respondió a ese pedido ni notificó a la familia de lo que luego ordenó: retirar el cuerpo de la morgue y enterrarlo.
¿Dónde? La familia está ahora esperando una respuesta formal y sospechando que deberán hacer luego las pruebas necesarias para probar la identidad, pero no dudan al afirmar que con esta medida han desaparecido el cuerpo de su hija durante varios años y definitivamente las pruebas que podía aportar su análisis.
A su lado está Gustavo Melmann, en el padre de Natalia, asesinada en 4 de febrero de 2001 en Miramar, quien desde entonces está esperando que el Poder Judicial realice el análisis de ADN del principal sospechoso de su crimen: un policía local. Por el femicidio de Natalia fueron condenados a prisión perpetua otros tres efectivos policiales. Uno ya goza de prisión domiciliaria. Falta el cuarto, el del rango más alto.
Melmann cuenta que se enteró de la desaparición de Cecilia Basaldúa por su sobrina, quien había ido al secundario con ella. “Fue el primero que nos llamó”, recuerda Daniel. También rememora que no entendió por qué le ofrecía conseguir urgente a un abogado “si yo la estaba buscando viva. Hoy me doy cuenta de mi ingenuidad”.
El silencio entre quienes los rodean es un grito de impotencia.
Daniel y Susana lo sienten y responden: “Nosotros no vamos a parar. Nada nos va a detener. Ningún golpe, por más artero que sea, va a impedir que sigamos exigiendo justicia. Elegimos contar esto hoy, rodeados de la familia y los amigos, porque son ustedes quienes nos dan fuerza. Que estén hoy acá, con nosotros, es lo que nos ayuda a no parar hasta ver a los responsables presos, y esto incluye a la fiscal Kelm, que hizo todo lo posible para que los asesinos de Cecilia sigan hoy libres e impunes”.

Los padres y hermanos de Cecilia, junto al mural que la recuerda en el barrio de Belgrano.

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