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La criminalización del derecho

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Con un fallo de 105 carillas la jueza Silvina Domínguez declaró la inocencia de tres mujeres mapuche que había ordenado trasladar en forma vejatoria al penal de Ezeiza, puso a resguardo su “buen nombre y honor” y procesó a otras cuatro por delitos menores que hilvanó de distintas causas  hasta justificar, finalmente, la prisión preventiva domiciliaria, que cumplen en un centro cultural ya que fueron desalojadas de su hogar, la comunidad Lafken Winkul Mapu.

Las absueltas son Andrea Despo, Débora Daniela Vera y Florencia Melo. Las procesadas: Betiana Ayelén Colhuan, Martha Luciana Jaramillo,  María Celeste Ardaiz Guenumil y Romina Rosas , consideradas coautoras penalmente responsables del delito de “usurpación por despojo “.

La jueza ordenó también la captura de Matías Daniel Santana, Cristian Germán Colhuan, Yessica Fernanda Bonnefoi y Juan Pablo Colhuan. Los allanamientos que se realizaron a partir de esta orden originaron denuncias de profesionales y medios de comunicación. Fatpren (Federación de sindicatos de prensa) y Sipreba (gremio de periodistas de la Capital) denunciará este jueves estos procedimientos en una conferencia de prensa que convoca a las 12 horas, junto con organismos de derechos humanos.

La criminalización del derecho
Una de las permanentes acciones culturales en reclamo por la libertad de las mujeres mapuches. En este caso, en el Centro Cívico de San Carlos de Bariloche. (Fotos: Facundo Pardo).

Un fallo histriónico

 El fallo de la jueza Domínguez resume pasado y actualidad de una forma brutal, que apunta directo a criminalizar el corazón de la cultura mapuche: la autoridad de la machi, referente religioso, ético y actual núcleo político del reclamo de los derechos negados por el Estado argentino. El abogado del CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales), Diego Morales, lo resume en tres ejes:

  1. El esfuerzo puesto en caracterizar la violencia de este grupo en particular, describiendo desde sus formas de reclamo hasta la manera de ingresar a diferentes predios. Esto permea toda la resolución y, por eso, establece las consecuencias: orden de detención con prisión preventiva. Lo llamativo es que se trata de mujeres; una, al momento de los hechos, embarazada de 40 semanas; las otras, madres de lactantes.
  2. La pobre valoración del reclamo: en un tramo directamente lo denomina “pretensión”, que deben canalizar “ante quien corresponda”. Se trata de un derecho constitucional y la comunidad ha denunciado que no se cumple. Es algo que la jueza debería valorar como contexto.
  3. La parte buena: el reconocimiento de que el Estado tiene una deuda y que esa deuda no es solo con una comunidad específica, sino con todo el pueblo mapuche de la Patagonia. Propone una instancia de diálogo. Lo contradictorio es que lo hace en el marco de una resolución penal, que dicta penas de prisión, lo cual no resulta el contexto propicio para alentar al diálogo.

El abogado de la comunidad, Norberto Soares, sintetiza: “Es un fallo más político que jurídico”.

La criminalización del derecho
Acciones culturales por la liberación de las mujeres mapuches. (Fotos: Facundo Pardo).

Las consecuencias

Señala Soares: “La jueza tuvo 30 días para redactarlo y nosotros, solo tres días para apelarlo. Todo es así: una falta de respeto hacia la comunidad mapuche”.

En tanto, las mujeres mapuche están en huelga de hambre desde hace 20 días y seguramente seguirán con la medida, dice Soares. La bebé nacida en medio de este proceso también sigue presa, junto a su madre. Las novedades recién llegarán si hay audiencia de apelación: “Si nos da lugar a la apelación va a haber una audiencia oral y pública que todo el mundo puede presenciar en la Cámara de General Roca.  Ahí tendremos que exponer, nos encontraremos cara a cara con los fiscales, y los jueces tendrán que resolver.”, finaliza Soares.

La criminalización del derecho
Fotos: Facundo Pardo
La criminalización del derecho

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La ronda de Madres, en la mirada de Daniel Merle

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Esta es la séptima entrega del registro fotográfico colaborativo de la ronda de las Madres de Plaza de Mayo. En esta oportunidad, la cobertura fue realizada por Daniel Merle, en el encuentro del jueves 21 de marzo. Son siete así lxs fotógrafxs, reporterxs y artistas que están sumando su mirada a la idea de memoria, verdad y justicia.

Cada jueves, desde hace más de 40 años, las Madres circulan alrededor de la Pirámide de Mayo, a las 15.30. El registro actual de esos eventos es una iniciativa autogestiva coordinada por la editora Claudia Acuña y la fotógrafa Alejandra López. Todas las semanas se registra ese ritual en el que las Madres marchan en sentido contrario a las agujas del reloj.

El material reunido será entregado a ambas organizaciones de Madres y al Archivo Histórico Nacional. Invitamos a quienes tengan registros de las rondas realizadas anteriormente a que los envíen por mail a [email protected] para sumarlos a estos archivos.

Aquí, la crónica que el propio Daniel escribió para acompañar estas imágenes, con su experiencia de otro jueves.

Las abraza

Texto: Daniel Merle

Llegan en una combi blanca, me dicen.  Va a entrar por detrás de la Pirámide y estacionar al lado de un gazebo blanco del lado de Rivadavia donde hay unas sillas, micrófonos. A las 15.30 horas en punto llega la combi, bajan varias personas, una de ellas con pañuelo blanco en la cabeza. “No es Madre, es hermana, pero lleva el atributo porque es la continuidad de esos pañuelos en la Plaza para cuando ellas ya no estén”, me dicen. Por último, baja Pina Fiore, madre de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo, uno de los dos grupos en los que “Madres” se ha dividido desde hace muchos años ya. El otro es Línea Fundadora, que llegará en pocos minutos. Pina tiene 94 años y con la ayuda de dos compeñerxs toca con la punta de su pequeño pie los baldosones de la Plaza al bajar de la camioneta.

La ronda de Madres, en la mirada de Daniel Merle

La estoy mirando en este preciso momento, veo la punta del zapato. Imagino una especie de “bendición”. Se me ocurre que Pina está bendiciendo ahora esta Plaza tan recargada de luchas y tragedias. Poco después, ella sonríe desde su silla de ruedas, se abraza con todos los que se le acercan. La ronda de las Madres de Plaza de Mayo número 2393 va a comenzar.

Se forma un grupo compacto detrás del cartel azul con letras blancas que dice: “No pasarán”.

La ronda de Madres, en la mirada de Daniel Merle

Una larga cuerda contiene la cabecera del grupo. Del lado de la Pirámide, las ollas de las cocineras de los barrios carenciados del conurbano llevan una punta, del lado externo, Pina sostiene la cuerda con firmeza.

La ronda de Madres, en la mirada de Daniel Merle

La ronda de Madres, en la mirada de Daniel Merle

A una prudente distancia ya comenzó también su ronda el grupo Línea Fundadora, encabezado por Elia Espen, también en silla de ruedas.

La ronda de Madres, en la mirada de Daniel Merle

La ceremonia dura una media hora, no sé cuántas vueltas a la Pirámide serán. En un momento el grupo de Pina se desvía y se acerca hasta el monumento a Belgrano y lo bordea, arrecian las consignas contra Milei. Los policías que custodian las rejas de la Casa de Gobierno prestan más atención al grupo, que sigue compacto ahora avanzando unos metros hacia la Rosada.

La ronda de Madres, en la mirada de Daniel Merle

Sigo paso a paso el ritual, imagino que últimamente tiene esta característica extra: ir a putear al gobierno. Se llega a un clímax. Luego, la ronda vuelve a su circularidad habitual en el sentido contrario a las agujas del reloj.

Releo esto que escribo y me doy cuenta de que es una simple descripción de un procedimiento. Un cierto ritual que persiste por más de cuarenta años y que seguramente habrá tenido variaciones, mayores o menores concurrencias, cambios climáticos. Pero siempre la presencia de las Madres. Esta presencia se acerca a un momento de inflexión: las Madres no son eternas. La ronda debe continuar en su misión de persistir en la memoria de los desaparecidos y su reclamo de justicia.

Vuelvo a mi casa con un recuerdo nuevo en los detalles de este ritual al que asistí tantas veces en el pasado. La simple descripción de un procedimiento protagonizado por una presencia mágica, inextinguible, siempre novedosa, que se renueva en mi corazón, una vez más.

Sobre Daniel Merle

Nació en Buenos Aires en 1954. Estudió Bellas Artes en la escuela Manuel Belgrano y Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Buenos Aires. Es Magister en Curaduría en Artes Visuales por la Universidad Nacional de Tres de Febrero y prepara su tesis para el Doctorado en Artes Comparadas por la misma universidad. Trabajó como fotógrafo, editor y redactor en Los diarios La Nación, y Clarín. En la Agencia Reuters fue fotógrafo de staff para Argentina, Uruguay y Paraguay.  Ha recibido el segundo premio del concurso internacional Nikon en 1979. Menciones en el concurso Coca Cola en las Artes y las ciencias en 1984 y 1985. El primer premio de fotografía por la libertad de prensa Pedro Joaquín Chamorro de la Sociedad Interamericana de Prensa en 1989. En 2014 fue jurado del World Press Photo Contest en Amsterdam. En 2015 Mención especial del jurado en la categoría Fotografía del Salón Nacional de Artes Visuales. En 2022 obtuvo otra Mención Especial del Jurado en la categoría Artes Gráficas del mismo Salón Nacional. Es docente de la diplomatura en fotografía de la Universidad de San Isidro. Es investigador en fotografía  en el Centro Materia de la Universidad Nacional de Tres de Febrero.

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Se pudre todo

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Grupos de empresas y almacenes denuncian que se les pudren alimentos en las góndolas y hasta las gaseosas están vencidas. La causa: entre la motosierra y la licuadora oficial se desplomaron las ventas. Datos y voces sobre esta etapa. El repositor que votó a Milei y lo define hoy, el vacío en un hipermercado, la mirada en la verdulería. Índice práctico de la crisis: hay entre un 50 y 60% menos residuos (equivalente a menos consumo), como lo confirman desde una cooperativa de reciclado de José León Suárez.

Texto: Sergio Ciancaglini

Daniel es repositor en un supermercado del barrio de Almagro, votó a Milei, y está acomodando productos en las góndolas: “Es cierto que las cosas no se venden y terminan venciéndose. Lo que hacemos es avisar a la central para bajarles el precio, meterles una rebaja fuerte. Pero igual no se vende, y hay que devolver todo lo vencido”. Poco después, mirando envases de colores, contará su visión sobre la política de Milei, la economía, y sobre él mismo.

En la Cooperativa La Bella Flor, ubicada junto a los basurales de José León Suárez (San Martín), calculan algo que suele superar cualquier medición de las autopercibidas consultoras: la cantidad de residuos ha bajado entre un 50 y 60% en los últimos dos meses. La razón: se consume menos, por lo tanto hay menos basura. Para la cooperativa eso significa menos trabajo, y más crisis. Lorena, Facundo, Elías, la Bebe, Toti y Matías ayudan a radiografiar en qué materiales y productos se nota más el desplome.   

La avenida Santa Fe, frente al Jardín Botánico, no huele a plantas y flores húmedas sino a combustibles del tránsito. Pero de pronto se siente algo peor: un intenso olor a podrido que viene del depósito de un gran supermercado. No han hecho a tiempo de extraer la carne, que antes de esta descomposición había estado volando con sus precios mucho más alto que los pájaros del Botánico, y muy por encima del alcance de quienes se suponía que la iban a comprar.

Se pudre todo

Hora pico en el hiper.

¿La coca está vencida?

Este martes se supo que Fernando Savore, de la Federación de Almaceneros Bonaerenses, advirtió del fenómeno de productos vencidos o casi que empiezan a acumularse en almacenes, súper e hipermercados. La explicación que dio al secretario de Comercio, Pablo Lavigne, y al subsecretario de Defensa del Consumidor, Fernando Blanco Muiño: “No hay rotación de producto”. Traducción: no se vende. Agregó Savore que en el primer bimestre del año las ventas de almacenes bajaron en un 20%.

Eso tal vez provocó que la tercera semana de marzo la inflación, después de dos semanas arriba del 3% (semanal) cada una, bajara a poco más del 1%. El gobierno liderado por Javier y Karina Milei y por Santiago y Luis Caputo, celebró esto como un triunfo de alguna política, cuando se trata de pura y simple recesión, un aplastamiento de la economía por el que les reclaman inclusive entes impensables como el FMI y Domingo Cavallo.

Savore agregó que “más del 65 por ciento de las gaseosas que se venden son de segunda o tercera marca”, cosa que jamás había ocurrido en esa proporción.

Se pudre todo

Hay datos y también imágenes sobre la baja de consumo.

Datos publicados:

  • NielsenIQ estudia una canasta que exhibió en febrero una caída interanual de 18,9% de bebidas, alimentos y artículos de cuidado y limpieza.
  • CAME (Confederación Argentina de la Mediana Empresa) estima que las ventas minoristas pymes cayeron 25,5% en febrero interanual, y suman un hundimiento del 27% en el primer bimestre de este 2024.
  • Pero cuando CAME analiza alimentos y bebidas, en esos rubros el bajón fue del 33,3%. 

En una breve recorrida barrial fue posible ver de qué modo el supermercado Coto atiende a Coca Cola: esta última, de 2,25 litros, se vende a 2.450 pesos pero la Coto Cola de 2,25 cuesta 997,05. En cualquier caso, es un síntoma quizá disfuncional que haya gente que siga consumiendo –aunque sea a cuentagotas–cualquiera de esos brebajes.

Se pudre todo

Algunos brebajes en oferta.

Se pudre todo

Otros no. La novedad: llegan a la fecha de vencimiento sin ser vendidos.

En el laberinto

Coto en hora pico: las góndolas parecen un laberinto en el que casi no hay compradores.

Un joven hace lo suyo como repositor. Le cuento que soy periodista, que se habla de la baja del consumo, y le pregunto qué tal andan las ventas. Me mira sin cordialidad y contesta: “Andan bien, igual que siempre. No sé si un poco mejor. No es cierto que cae el consumo: todas mentiras” informa, cerrando la charla.

Estamos solos entre la góndola de yerbas y la de cafés y tés.

El supermercado parece una iglesia por el silencio, aunque no sé aquí cuáles serían los santos. Noto que el joven tiene tatuado un león en el antebrazo derecho.

Definición sobre Milei

Daniel está en otro supermercado pequeño, barrial. Tiene el atuendo rojo de la cadena para la que trabaja y unas cajas de detergente que colocar en las góndolas, pero se prende con la conversación y cuenta:  

“Hay bastante vencimiento de la mercadería, porque hay menos salida de los productos. No sé calcularla, pero es una baja grande. Se nota mucho. Facturás más, pero no te entra más porque vendés menos unidades. Por más que suba el precio, es ilusorio: el ingreso al final también baja porque la gente no compra”.

Se pudre todo

Daniel, repositor. Votante de Milei pero con una definición: “Es más de lo mismo, más rápido y peor”.

¿Y lo que ganan quienes trabajan? “Mirá,cuando empecé a trabajar acá hace 3 años ganaba 45.000 pesos y llegaba a fin de mes. Ahora gano 250, casi 300.000, pero no llego nunca. Lo que tuve que recortar primero es lo que como. No puedo no viajar, vengo desde Lomas de Zamora”.

Está impresionado con algo: “Es increíble la cantidad de gente durmiendo en las estaciones de trenes, de subtes, en los cajeros automáticos. En cualquier rincón donde haya un techo, hay alguien durmiendo” dice Daniel mirando el piso.  

Cree que el cambio no es económico. “Lo que te cambió es la forma de vivir. Vos decís: voy a tener una plata en el bolsillo que se va a fin de mes. Pero ahora todos los días de repente te sube todo, te baja el sueldo, te lo congelan. Tenés que empezar a hacer malabares para sobrevivir. Y cambia la forma en que vos concebís lo que podés hacer”.

¿A quién votó? “Antes voté a Alberto Fernández. Una frustración. Y ahora lo voté a Milei (mira haciendo que no con la cabeza y sonríe como con resignación). Me vienen frustrando varios”.

¿Y qué pensás de la gente que lo votó? “Yo no escucho que opinen. Por lo menos por ahora. Yo digo: lo voté. Perdoname la palabra, pero fui un pelotudo. Creí que iba a hacer algo distinto”. Mueve los hombros hacia arriba: “Qué sé yo. Dije: capaz que hace algo. Pero no”.

Definición antes de seguir con el trabajo: “Milei es más de lo mismo, más rápido y peor”.

Hasta los residuos están en crisis

La Cooperativa La Bella Flor está ubicada en José León Suárez.

El trabajo que realizan debería multiplicarse al infinito para que el mundo sea más vivible. Varios de sus integrantes (Lorena, Facundo, Elías, la Bebe, Toti y Matías, a través de Nico) esbozaron para lavaca un panorama sobre la merma en el consumo, con un golpe especial al periodismo. La baja de materiales a reciclar es paralela a la baja del consumo. Detallan:

  • “Cartón, papel. Lo que tardábamos dos semanas en recolectar, ahora nos demora tres” (un 50% más, o sea que se está consumiendo un 50% menos).
  • “Botellas y plástico. Lo que se juntaba en un mes, nos lleva 40 días. Y eso que es verano y se toma mucha gaseosa” (un 40% de baja del consumo).
  • “En metal, de 20 días pasamos a 35 para reunirlo (60% menos consumo).
  • “Como promedio, se ve una merma de 40% al 50% en todos los materiales”.

Dato no recomendable para amantes sensibles de lo que fue el periodismo:

  • “El papel de diario empezó a mermar hace tres años. Pero hoy ya casi no existe”.

Más detalles:

  • “Dejamos de notar que haya cajas de pizza, helados en tapper plástico y en telgopor. Tampoco aparecen botellas de Corona ni leches premium (Nido). Bajó la cantidad de botellas de vino 50/60%. Hay vecinas que se nos acercan preguntando donde pueden vender tapitas y cartones, como para hacer un mango más”.
Se pudre todo

Imagen en la Cooperativa de Trabajo La Bella Flor.

Bertol Brecht y la espinaca

Andrea Graciani, nutricionista que coordina la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria de la UBA y trabaja en un efector porteño: “Me sale decirte lo de Bertol Brecht: hay que defender lo obvio. La gente no puede alimentarse por sus propios medios, cosa que el Estado debería garantizar. Pero en lugar de contener y proteger a las personas, lo que hacen es no mandar alimentos a los comedores. Todas las noticias son abrumadoras, contrarias a lo que tendríamos que estar viendo”.

El tema perfora la baja de consumo. Lo más terrible, según Andrea: “La gene te dice que no les alcanza la plata, o que trabajan pero no les pagan. El otro día alguien me dijo: por suerte tengo un vecino que me dio un paquete de arroz. Ahí ves cómo la red comunitaria trata de hacer algo para acompañar y poder sobrellevar el día a día. Pero cuando te dicen me quedé sin plata, no tengo que comer, la cosa es tremenda”.

En una verdulería de barrio, en Avenida Belgrano cerca de Castro Barros, la señora se acerca a Mario, nacido en Potosí, Bolivia.

Se pudre todo

Los misterios de la verdulería.

-¿Tenés espinaca?

-No señora, sale una fortuna: 2.000 pesos. Ni la traigo.

Hay muchas bananas demasiado maduras, otro producto de la recesión y falta de venta, pese a que es de las frutas más baratas. Mario (atiende con su esposa, tienen tres hijos) explica a lavaca: “La venta está en la mitad de lo que era año pasado. Por más que el precio sea más alto, salís perdiendo porque la gente no compra. Cuando voy a buscar verduras y frutas vengo con la mitad que lo que traía antes. Si no, tenés que tirar todo” dice Mario antes de informar a otra clienta que aún no se sabe cuándo, en esta extraña historia, podrá retornarse al consumo de la espinaca.   

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Un 24 de marzo que hace historia

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El acto más grande para un 24 de marzo desde el retorno de la democracia tuvo como protagonista a una sociedad con el poder de ocupar las calles. Quiénes fueron los protagonistas y qué voces escuchamos: la agenda política que se impone desde abajo.  

Esta producción pudo realizarse gracias al esfuerzo conjunto de toda la Cooperativa de Trabajo Lavaca

Un 24 de marzo que hace historia

La Plaza y la Avenida de Mayo, las Diagonales Norte y Sur y las calles vecinas estallaron de gente este 24 de marzo bajo un solazo más de verano que de otoño. Pero la multitud ocupó en realidad todo el centro porteño, hasta Congreso, yendo y viniendo, bailando, escuchando, expresándose en una jornada inolvidable y en un momento con forma de encrucijada y de amenaza.

El principal canto convocante y unificador fue el que le informa a los militares responsables de crímenes de lesa humanidad: “Como a los nazis les va a pasar, a donde vayan los iremos a buscar”. Algunas recorridas por ese universo a cielo abierto que este domingo dijo lo suyo.  

Un 24 de marzo que hace historia

Foto Lina Etchesuri para Lavaca

Nuevas generaciones

El grupo se llama Nietes. Está preparando carteles y armando las cañas para las dos banderas que llevarán en toda la movilización, en la intersección de Avenida de Mayo y Piedras.

Un 24 de marzo que hace historia

Foto Lina Etchesuri para Lavaca

Karen Maydana Galván, nieta de Orlando Galván, desaparecido en 1977, tiene 29 años: “Es una fecha muy especial, en medio de un gobierno neoliberal que reivindica lo que pasó en la dictadura. Va más allá del negacionismo, y es mucho más perverso, porque reivindica y relativiza a los 30.000”. La gente cantaba muy cerca, saltando y bailando al mismo tiempo: “Y ya lo ve, y ya lo ve, el que no salta votó a Milei”.  

María Victoria Barcia, también 29 , tiene desaparecido a su primo Daniel: “Una de las cosas que hablamos mucho es cómo perdimos el territorio de la virtualidad. Ahí viene la mano del voto de la juventud. Hay que recuperar esas redes y abrir el diálogo con los jóvenes”.

Foto Lina Etchesuri para Lavaca

María Victoria también prioriza otras redes: “Ayer estuvimos en una escuela y abrimos el diálogo, hicimos participar a todes, haciéndoles sentir que es válido si no piensan como nosotres, pero que hay que hablar. Preguntamos si alguien tenía un familiar desaparecido y un nene de 12 años subió al escenario y contó que el primo de su abuela había desaparecido cuando estaba jugando a la pelota en la calle: contó que un auto paró y se lo llevó. Es un montón que haya podido contarlo: tiene 12 años”. Nietes sale a la marcha, haciéndose cargo del presente y también del futuro.

Un 24 de marzo que hace historia

Foto Juan Valeiro para Lavaca

Un subte muy raro

Ella viaja sola.

El subte A rumbo a Plaza de Mayo está colmado como en las peores horas pico. Viaje raro. Los que entran en cada estación apretujan a quienes van adentro para fabricarse un espacio. Pero lo que en otros días (curiosamente llamados “hábiles”) es caldo de fastidio sardinesco, aquí se toma con sonrisas, buen humor y la canción que compara a los militares argentinos con los nazis, entonada unánimemente por pasajeros y pasajeras.  

Un 24 de marzo que hace historia

Foto Lina Etchesuri para Lavaca

Ella sonríe y canta. Entra un señor con la camiseta argentina y arranca con la marcha Los muchachos peronistas. Lo acompaña una parte del vagón solamente. “¿No saben la letra? ¡Apréndansela!” dice el hombre provocando risas, y vuelve a cantar. Ella canta también la marcha. Los más altos golpean el techo para acompañar, el resto apenas aplaude por el apretujón.

Llegada a la estación Lima. Casi toda la gente baja. Ella también. Cuando ve al cronista de lavaca dice con una sonrisa luminosa: “¡Qué alivio ver que hay tanta gente! ¡Qué alegría inmensa salir a la calle y que esté pasando esto!”.  

Nadie la reconoce. No saben que es Graciela Daleo, detenida-desaparecida en la ESMA, testigo histórica en los procesos por delitos de lesa humanidad desde el Juicio a los ex comandantes de 1985, y en varios de los que lo siguieron, tanto en Argentina como en el exterior. Sube las escaleras del subte a toda velocidad, se asoma a la calle que es una fiesta, vuelve a sonreír y se sumerge en la multitud que va rumbo a la Plaza: ella ya no viaja sola.

Un 24 de marzo que hace historia

Foto Juan Valeiro para Lavaca

Memoria metal

Son las diez de la mañana y en la Plaza de los Dos Congresos ya hay un escenario montado. Pablo tiene 37 años, barba metalera, chaleco metalero y es uno de los organizadores del festival Nunca Más, que hoy está en su decimoséptima edición para   celebrar la memoria con heavy metal. Pablo también forma parte del Sindicato Argentino de Músicos (SADEM).

“Este 24 es totalmente diferente porque cae con un gobierno prodictadura, represivo, y que tiene los mismos planes económicos de la dictadura para que seamos el patio trasero del imperialismo. No quieren la autonomía de los trabajadores, sino que agachemos la cabeza para agotar nuestros recursos naturales. Hay que sembrar conciencia y educar a la gente con razonamiento: mucha gente se afilió a reels (de redes sociales) según sus preferencias, desde una realidad muy virtualizada. Ahí nosotros no supimos jugar bien”.

Un 24 de marzo que hace historia

Foto Lina Etchesuri para Lavaca

Un hecho curioso fue que frecuentemente se percibía entre la multitud cierto aroma inédito en encuentros anteriores: el de los repelentes, como sistema defensivo frente al avance de los mosquitos y los contagios de dengue. El acto, en muchos sentidos, funcionó también como un sistema de defensa, sin necesidad de repelentes, sino con la posibilidad de estar movilizándose para hacerse oír.  

Un 24 de marzo que hace historia

Foto Juan Valeiro para Lavaca

Lo impensable

Al lado de Nietes, quienes arman las cañas para prepararse a movilizar son integrantes de H.I.J.O.S. Carlos “Charly” Pisoni, referente de HIJOS Capital, es hijo de Irene Bellocchio y Rolando Pisoni, secuestrados el 5 de agosto de 1977. “Es un 24 distinto porque tenemos un gobierno de ultraderecha, con un presidente y una vice negacionistas. Nunca pensamos que iba a haber un retroceso tan grande. Por eso este 24 no es solo para recordar y reflexionar sobre el pasado, sino para reflexionar lo que pasa en la actualidad”. 

¿Por qué nunca se pudo pensar? “Creíamos que este gobierno no iba a pasar. Pero está pasando. Que no íbamos a tener que discutir la teoría de los dos demonios y los 30.000, pero lo estamos discutiendo. Milei es un producto de la pandemia, de un gobierno que no cumplió con las expectativas de la sociedad, y que sin duda no logró que el pueblo sea feliz. Hoy hay que redoblar esfuerzos: no solo hay una grieta en lo ideológico, sino en poder hablar, debatir y discutir. Para una parte de la sociedad los que hacemos política somos unos chorros. Mientras tanto este gobierno implementa el mismo plan económico que fracasó en Argentina”.

Un 24 de marzo que hace historia

Foto Juan Valeiro para Lavaca

En la semana la Red Nacional de HIJOS comunicó el atentado contra una militante, a quien golpearon, maniataron, abusaron, y escribieron en su casa la siglas de “Viva La Libertad Carajo”, expresión utilizada por el presidente Javier Milei.

Planea Pisoni: “Lo que tenemos que pedir es que la causa avance y la investigación policial prospere. Ya pasaron tres semanas, la causa estuvo rebotando en varios juzgados y ahora está avanzando. Es momento de que el poder judicial pueda investigar la violencia política en Argentina”. La causa quedó en manos del juez Julián Ercolini y del fiscal Carlos Rívolo. En ese contexto, llama a aprender de las Madres y de las Abuelas: “En los peores momentos hay que seguir organizados”. 

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Foto LIna Etchesuri para Lavaca

Lo que molesta

La familia camina por Avenida de Mayo y Perú, mientras mira una intervención de siluetazos sobre el cemento de la calle. Carolina, 46 años, es investigadora en salud en una universidad del conurbano. Alejandro, su pareja, tiene 45 y es informático. Vinieron con Dante, su hijo de 7 años. Viven en la ciudad de Buenos Aires. Carolina no esconde su tristeza: “Tengo mucho miedo de que se olvide lo que pasó y pueda repetirse algo similar. Tenemos un presidente y una vice negacionistas y eso parece que no importa”. 

Su área de investigación dependía del Conicet hasta que llegó el recorte de Mauricio Macri, y fue relocalizada en una universidad nacional. Esa universidad está hoy en vilo presupuestario por el recorte de Milei, Caputo y compañía. “Sabía que si ganaba la derecha la investigación y la educación iban a ser perjudicadas. Pero no es por mí, sino por mi hijo, que estoy preocupada. Me molesta que no haya podamos construir una continuidad política”.

Un 24 de marzo que hace historia

Foto Juan Valeiro para Lavaca

Lo que entendió en un colectivo: “Me quedé mucho con lo que yo sentía y me costó incluir a otros sectores, que quizás son los que están más favorecidos en el living de su casa. Lo que más tristeza me da es subirme al colectivo para buscarlo a Dante al colegio. El otro día veía que estaba lleno de laburantes, varios que habrán votado a Milei, y pensaba: algo ahí perdimos, no escuchamos esa voz. Ahí la cagamos”.

Alejandro aporta algo clave: “Hay que recuperar la discusión política. No puede ser que en las casas no se hable de política. La resistencia al avance de estos proyectos se en las casas. Y eso debe hablarse, debe ser un tema en el lugar que vivís. Y se está perdiendo”. 

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Foto Lina Etchesuri para Lavaca

Algo achanchado

Paula y Ariel tienen 48, y vinieron a la Plaza con Sol y Nico (16 y 12, hija e hijo). Llegaron desde Avellaneda, sur del conurbano bonaerense. Ariel y Paula nacieron en el 75, y toda su primera infancia fue en dictadura: jardín y primeros años de primaria. Recién en tercer grado, en el 83, la democracia trajo algo de alivio. “Desde los 7 años que venimos a la plaza”, cuenta Ariel.  

Paula es profesora en un terciario y le sorprendió en 2023 la inserción de Milei en los teléfonos de sus estudiantes: “Ganaron mucho ahí. Mirá que los llevamos al Infierno, un ex centro clandestino de detención en Avellaneda, y les explicamos los crímenes de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán (asesinados por la Bonaerense en 2002). Sin embargo fue muy difícil, estaban con el teléfono como en otro país. Se filtró mucho por ahí, y compraron ese payaso divertido por TikTok. Rompió lo político”.

Un 24 de marzo que hace historia

Foto Lina Etchesuri para Lavaca

Ariel: “Se abrió una puerta, y para eso algo se tuvo que hacer mal. Fueron muchos años de luchas, de conquistas, pero a grandes sectores no les llegó ninguna posibilidad de cambio real. Los últimos años (se refiere a los de Alberto Fernández en la presidencia) fueron muy duros: avanzó la inflación, las medidas para mucha gente jamás llegaron, no se puede alquilar, un pibe de 30 no puede comprarse ni una habitación. Para que este muchacho haya entrado algo se tuvo que hacer muy mal, y eso hay que revisarlo a fondo”.

¿Se rompió una especie de modorra? Paula asiente: “Sí, es un mea culpa. Hay que hacer un balance de que esto lo dejamos crecer. Hubo algo achanchado. Pensamos que estaba todo muy resuelto, y cuando vimos las respuestas nos dimos cuenta de que estábamos en otra, mientras seguíamos con un carrito de que estaba todo bien. Es lamentable que tengamos que volver a hablar de un montón de cosas, pero es necesario: hay un grupo que esto no lo sabía”. 

Un 24 de marzo que hace historia

Foto Juan Valeiro para Lavaca

Camuflaje

Otra de las evidencias que aportó la manifestación es el grado de provocación, inutilidad y gasto sospechoso que tiene el supuesto protocolo de seguridad de la ministra Bullrich, que el gobierno ha venido aplicando afanosamente.

Virginia Bouvet es metrodelegada y una de las referentes del sindicato del subte. Marcha con la CTA por Diagonal Sur: “Confío en que hay un inmenso sector de la sociedad que opina que estas no son las maneras de definir las diferencias políticas. Que sabe que lo que se hizo desde el Estado en la década del 70, con el plan sistemático de exterminar trabajadores, militantes, políticos, y robo de bebés, está mal. Creo que la mayoría de la sociedad argentina le dice Nunca Más a esos hechos. El desastre en la economía dio lugar a estos sectores. Pero yo confío”. 

Silvia también marcha por Diagonal Sur con la CTA: es trabajadora de la salud en la provincia de Buenos Aires, y está recientemente jubilada. “No es una marcha como otras. Está en juego un montón de cosas que no tienen que ver con una cuestión partidaria, sino con la defensa de 40 años de democracia, y que involucra también a un montón de gente que votó al presidente. Vienen por todo, pero camuflado. Hay que tener cuidado, porque hoy es Milei, pero mañana será otro”. 

Un 24 de marzo que hace historia

Foto Lina Etchesuri para Lavaca

En la Plaza de Mayo, y por el lado de la CGT, marcha Omar Plaini, secretario general del sindicato de Canillitas: “Es un 24 más grave que el de Macri, porque tenemos un presidente sin historia y sin pasado. Están convencidos que el Estado es una organización nacida para robar. Milei le dio una vuelta más y dice que es una asociación criminal, de la cual le toca ser el jefe. Hoy nos desafía fuertemente y por eso es imprescindible estar acá. Ellos representan un cambio cultural que quieren llevar a la práctica, y estamos interpelados a evitarlo desde nuestro pensamiento nacional”. Para Plaini hace falta un liderazgo: “El peronismo no es bifronte, y tuvimos un peronismo bifronte estos años. Hace falta un conductor o una conductora que quiera liderar al movimiento”.

Un 24 de marzo que hace historia

Foto Juan Valeiro para Lavaca

Emociones en el bar

El acto principal convocó sobre el escenario de espaldas a la Casa Rosada a Nora Cortiñas, Estela Carlotto, Adolfo Pérez Esquivel y Taty Almeida. Hubo luego otra manifestación del Espacio Memoria Verdad y Justicia.

Adriana Leiva se conmovía al llegar al bar La Embajada. Es hermana de María Delia, desaparecida el 11 de enero de 77. Y es una de las que custodia que Elia Espen, una de las Madres Línea Fundadora, llegue a ese bar en medio de llantos conmovidos de gente que canta: “Madres de la Plaza, el pueblo las abraza”.

Un 24 de marzo que hace historia

Foto Lina Etchesuri para Lavaca

Sabe Adriana que no es un 24 más: “Es hermoso que estemos todos en la calle. Hay un objetivo claro, que están avanzando y no hay que dejarlos. Pienso en mi hermana y en los 30.000, pero también en los que estamos acá”. ¿Cómo se sigue? “Lo que pienso desde la acción es el compromiso no sólo por el Día de la Memoria, sino ir a escuelas, universidades, a las organizaciones, a dar nuestro testimonio, pero también a buscar el de las y los jóvenes. Fue muy importante el otro día que compartimos una charla con Nietes: abrimos ese camino y extendimos el puente con el hoy y las consecuencias de este momento. La dictadura no es algo que pasó, sino que sigue siendo algo del presente”. 

Un 24 de marzo que hace historia

Foto Lina Etchesuri para Lavaca

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Foto Juan Valeiro para Lavaca

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