Nota
La Danza en Escena: toda la programación del Festival, para apoyar la cultura autogestiva en la calle o por streaming
En el cierre del Festival Escena número 8, toma la posta el Festival Danza en Escena, que reúne decenas de propuestas culturales, presenciales y por streamming. Todo lo que significa que los espacios autogestivos no paren de crear arte, movimiento y puentes artistas y público, mientras continúa la parálisis de los organismos oficiales. La programación completa del festival, día por día, espacio por espacio, para que te acerques a apoyar la escena autogestiva o la sigas desde donde estés.

La danza tiene su propio festival: desde el domingo 31 de enero hasta el domingo 7 de febrero, se llevará a cabo el Festival Danza en Escena. Con obras presenciales y otras por streaming a través de la página de Escena – Espacios Escénicos Autónomos-, se mostrarán producciones nacidas en pandemia, algunas creadas especialmente para este evento, y otras recuperadas del material de archivo.
Este será el segundo festival de danza; el primero fue en 2019. En esta oportunidad se duplicaron los espacios participantes: once salas anfitrionas se encargaron del armado y curaduría de su programación. La bailarina, docente, gestora cultural y una de las directoras de El Piso, espacio de artes escénicas Cecilia Gruner, afirma: “Una de las cosas que nos parecía importante visibilizar era lo vasto y lo diverso del sector, la cantidad enorme de trabajadores y producciones de enorme riqueza estilística y diversidad estética”.
El lenguaje de la danza está cada vez más presente en la escena local de los últimos años. Sin embargo, esto no es tenido en cuenta por los organismos oficiales. “No hay un reflejo de eso en el modo de subsidiar las producciones –dice Analía Slominsky, bailarina, gestora cultural y una de las coordinadoras del espacio MOVAQ-Aquelarre en Movimiento-. Se subsidian elencos, proyectos puntuales, pero no se subsidian salas en relación a la programación de danza, o la sala tiene que tener un 70% de su programación de danza para poder recibir subsidios de Prodanza. Entonces tuvimos que seguir visibilizando que quizás las salas no llegaban al 70% de la programación de danza pero que sí había un caudal más amplio”.
Analía rescata algunos ejes destacados que guiaron la producción del festival. Por un lado, el rescate de obras de archivo muy valiosas que tienen que ver con la historia de la danza y con la necesidad de lograr un mejor registro fílmico, de mejor calidad y durabilidad. Destaca el tesón de les artistxs que pese a las circunstancias de aislamiento, no dejaron de moverse: con el cuerpo y con las ideas. Y por último, las Postas Culturales –Poéticas para un futuro- con la motivación de trasladar las salas a las veredas y compartir su arte con el barrio.
En el cierre del Festival Escena 8, tomará la posta el Festival de Danza. El escenario callejero será el portón de entrada al espacio MOVAQ. Analía: “En esta posta vamos a tener también, la del cierre, esta diversidad es identitaria en Escena hoy. Siempre fue una agrupación con la idea de ser horizontal, colectiva, pero realmente la forma de producir este festival lo demostró con creces, cada sala tiene su manera de crear, de producir, de sacar su producción a la calle y en el caso de MOVAQ lo que vamos a hacer es invitar a un amigo de la casa, un cantautor uruguayo. Invitamos a dos actrices que se llaman Las chicas de humo, hacen poesía y humor. Y cerramos con un dj que va a intervenir el manifiesto y parte del equipo de bailarinas de MOVAQ vamos a intervenirlo con la danza”
Para la bailarina Lucía Fucci, de Espacio 33, el Festival es una manera de decir “aquí estamos». Y sigue: «El teatro independiente también es danza, y la producción de danza que se genera en nuestras salas no para de crecer”.
Cuál es la propuesta del espacio para el festival: «Desde Espacio 33 presentaremos dos funciones en formato virtual; ambas atravesadas por el humor, que junto con la danza, elegimos como herramienta para salir del sofoque pandémico; una es un breve recorrido por la historia de la danza; se llama “Entrée Bailable”; que es la danza? cuando hay danza? y otras definiciones y cuestionamientos al respecto que probablemente dejen al público con más preguntas que respuestas; la otra se presenta en formato de crónica, donde mechamos, los que a nuestro criterio fueron los principales sucesos ocurridos durante el aislamiento social preventivo y obligatorio y el resultado de los dos talleres que brindamos de composición coreográfica casera, a la cual decidimos llamar “Crónica de un encierro bailado”, un registro de los mecanismos (de autoayuda) bailados que utilizamos para sobrevivir a nuestra primera pandemia mundial”.
El Festival tiene su propio Manifiesto:
Este año fue importante para la danza, una disciplina, un lenguaje, un modo de vida que siempre está en movimiento, atravesando el vértigo, sin parar de crecer, de diversificarse y multiplicarse.
La danza es una disciplina que se encuentra en un estado de emergencia: precarización laboral, incertidumbre, falta de políticas culturales y legislaciones. condiciones exacerbadas por el aislamiento.
La vida de nuestra comunidad se planta aquí, poniendo el cuerpo: presente, creciente y militante. La danza pisa la tierra, la hace temblar, despierta las ancestralidades.
Presentamos en este festival una frondosa programación fruto de la producción pandémica, de la recuperación de obras de archivo y de la urgencia de seguir creando.
Acá está la danza en escena, dentro de la pantalla, pero alerta, para salir como una fiera a recuperar el sudor, el contacto, el encuentro, las ganas y el deseo de una humanidad en movimiento.

A continuación, la programación completa. En las presenciales se detalla la dirección:
DOMINGO 31 – 19HS (presencial)
APERTURA
En MOVAQ (Malabia 852)
LUNES 1 – 20HS
EMALAND
Visibilizar a Ema. Mostrarla como ella es, sus movimientos, su forma de bailar en compañía. El formato video-danza habilita a investigar distintos matices, viajar desde el suelo al aire, volar y girar. Es una ventana por donde espiar a la protagonista de esta obra. Desde el juego, la escucha y la espera se arma la danza sutil de Ema. Bienvenidos a un mundo con otro tiempo, una filigrana de miradas y gestos que abren terreno en el alma. Bienvenidos a Emaland.
Obra de TBK
LUNES 1 – 21HS
PIEZA PARA PEQUEÑO EFECTO
En este trabajo, Fabián Gandini construye, a partir de lo precario e ínfimo, un lugar donde un objeto permita sostener una obra. Distintos espacios y distintos tiempos se concretan en una misma acción. Todo está expuesto al espectador, incluido él mismo. Todo es escenario. Todo es living.
Obra de QUERIDA ELENA
MARTES 2 – 18HS
TALLER DE ILUMINACIÓN PARA EL MOVIMIENTO
Taller de TBK
MARTES 2 – 19HS
UNA MUJER TRAE
Instante en la vida de una mujer que no cesa de ser recordado y revivido, revelando en ese ritual de la repetición una historia pasional. La mujer trae su sensación y, con ella, el doloroso recuerdo de un amor perdido. Es una invocación, un llamado afectivo, una queja, un lamento pasional, un aullido casi animal, un «¡ay!», una celebración. Un intento por mostrar la vulnerabilidad y la intensidad humana y es, por ello, un gesto de amor visceral.
Obra de SALA DE MÁQUINAS
MARTES 2 – 20HS
LIMBO 11.11
Cuestiona estéticamente la noción de tiempo y realidad desde lo corpóreo y la fragmentación de la imagen. El juego entre el cambio y la permanencia, invita a la construcción de diversos sentidos y la interpelación de la realidad. Sumergiéndose así, en el universo de las situaciones posibles que no fueron, los elementos que no tomaron, las decisiones que no escogieron, transitando cómo lo mismo reverbera y se transforma en los distintos cuerpos que atraviesa.
Obra de MACHADO
MARTES 2 – 21HS
SOLEDAD ME ALEJO. PLAN PERFORMÀTICO
El deseo…si es recíproco, origina un complot de dos personas que hace frente al resto de los complots que hay en el mundo. Es una conspiración de dos. El plan es ofrecer al otro un respiro ante el dolor del mundo. No la felicidad sino un descanso físico ante la enorme responsabilidad de los cuerpos hacia el dolor.
Obra de QUERIDA ELENA
MARTES 2 – 22HS
CONVITE
Juego performativo que tuvo lugar durante los meses entre Abril y Octubre del año 2020. El trabajo que se elige exponer es la creación de un videoarte que condensa parte de la esencia y material intercambiado. La totalidad de la pieza se compone de fragmentos que no construyen una unidad sintética. El filme expone una anatomía interminable posible de presumirle a un cuerpo pero que no es identificable. El juego podría estar en encontrar la huella del alma en cada una de esas partes, que no le pertenecen a nadie y a todxs.
Obra de SILENCIO DE NEGRAS
MIÉRCOLES 3 – 19HS
HEURÍSTICA
¿Hasta dónde puede un cuerpo? o mejor dicho… los cuerpos. Obra realizada y montada en el contexto de aislamiento social preventivo y obligatorio. Relatos de cuerpos que aislados buscan conectar, crear una sincronización, un acercamiento. Nuevos espacios se abren a diferentes experimentaciones de sentidos, se observan otros mundos (se muestran) están siendo en ese momento y preciso instante que sucede la realidad virtual.
Obra de MACHADO
MIÉRCOLES 3 – 20HS
COSAS QUE DANZAN
Pieza de animación para cuatro manos y un montón de cosas. DanzarOn es una danza/animación que juega con colores, objetos y música para crear un ballet de cosas ordinarias. Apto todo público!
Obra de MACHADO
MIÉRCOLES 3 – 21HS
DEÍCTICA
La construcción de la obra se establece bajo la lógica del deíctico, entendiéndolo como aquellas palabras que requieren remitirse a la instancia de enunciación para que adquieran su sentido pleno. En este juego temporal-espacial el sentido operará siempre retrospectivamente ofreciéndole al espectadore la posibilidad de hacer su propio recorte para encontrar el hilo conductor que dará sentido a las escenas y a la obra misma.
Obra de MOVAQ
MIÉRCOLES 3 – 22.30 HS
HONDURA
La vivencia de la maternidad y un cuestionamiento en torno a la entrega.»Un caos lúcido, un caos de ventanas abiertas. Una confusión de vértigos claros donde la incandescencia se construye con el movimiento total de la ruptura.» Roberto Juarroz. Poesía vertical
Obra de QUERIDA ELENA
JUEVES 4 – 19HS
CUERPO EXTRANJERO
Cuerpo extranjero trabaja sobre el cruce entre la danza y el teatro de títeres buscando un territorio común que surge de los conceptos de animación y movimiento. Tres personajes juegan a manipularse, a ser objeto del otro, sueñan. El propio cuerpo como un lugar extranjero en el que habitamos comienza a contar una trama de relaciones de poder, necesidad y deseo.
Obra de PÁRAMO CULTURAL
JUEVES 4 – 20HS
PERSONA SOLA (obra en proceso)
El punto de partida de la pieza es el interés que me despierta lo que puede decir la sola imagen de una persona en escena, al ser vista, en función del imaginario de quienes la ven. Y si se suman dos o más personas; ¿cuánto más pueden contar, de acuerdo a su disposición en el espacio?
Obra de EL PISO
JUEVES 4 – 21HS
SOLOS COMPARTIDOS
Cada solo con sus particularidades convoca universos diferentes, pero ambos comparten el movimiento, el cuerpo y la danza como recurso para exponer un tema en común: El legado que atraviesa los cuerpos, que deja huellas, que se hace carne. ¿Qué hacemos con él? ¿Nos representa? ¿Nos lo apropiamos? ¿Lo transformamos? ¿Cómo volver propios otros lenguajes? ¿Cómo acercarse a uno mismo? ¿Cómo convivir con todo aquello que nos habita?
Obra de MOVAQ
JUEVES 4 – 22HS
BETA
Videodanza.
Obra de QUERIDA ELENA
VIERNES 5 – 19HS
PRUEBAS PARA LA TRANSPARENCIA
Desaparecer como impulso vital frente a la visión arrasadora. La transparencia como otro modo de aparecer, de trans – parere. Ejercicios de invisibilidad, pruebas para la transparencia. Primeras preguntas sobre estos asuntos.
Obra de EL PISO
VIERNES 5 – 20HS
CARTOGRAFÍA DE LA PRESENCIA
Presentación de la Residencia del Programa El Interprete_The performer edición 2020.
Cartografía de nuestros modos de estar, de hacer, de provocarnos, de sentir, para crear una voz colectiva que legitime nuestras prácticas como experiencias políticas. Estar acá, siendo, con la práctica, existiendo. Y en este acto de compartirnos invitamos a que se sientan a ser cartógrafxs de un cuerpo vibrátil.
Obra de PLANTA
VIERNES – 21HS
PÉRDIDAS QUE NOS SUBLEVAN
Investigación que iniciamos en abril partiendo de preguntas que nos atraviesan por el contexto actual puestas en tensión/relación con la idea de sublevación propuesta por Didi Huberman. El proceso consiste en intercambiar reflexiones y compartir nuestros sentires por medio de videos y escritos, tomando cada uno de los trabajos compartidos para ser reversionados, surgiendo así un nuevo material replicado desde la observación y la indagación. Compartimos un registro de las improvisaciones iniciales que fueron puntapié para explorar cada propuesta. ¿Qué nos subleva?
Obra de QUERIDA ELENA
VIERNES 5 – 22HS
CRÓNICA DE UN ENCIERRO BAILADO
Un registro de los mecanismos (de autoayuda) bailados que utilizamos durante nuestra primera pandemia mundial.
Obra de ESPACIO 33
VIERNES 5 – 23HS
MUSEO VOYEUR
Un espacio perdido que cuida y reivindica las memorabilias de un pasado borroso (nuestro presente). A través de las diversas instalaciones, sus miembros se preguntan por la esencia de lo humano, de las artes y de lo colectivo… ¿Qué y por qué ciertas cosas logran trascender en el tiempo?
Obra de PÁRAMO CULTURAL
SÁBADO 6 – 19HS
ANÉMONA
Mujeres que pulsan. La palabra. La poesía. La vieja casa. Una obra de danza que indaga en la apropiación poética de los espacios singulares de una casona antigua del barrio porteño de Monserrat, desplegando un territorio sensible que hilvana imágenes y crea sentido a través de cuerpos vivos y deseantes.
Obra de SILENCIO DE NEGRAS
SÁBADO 6 – 20HS
ENTRÉE BAILABLE
Un breve recorrido por la historia de la danza que te dejará más preguntas que respuestas.
Obra de ESPACIO 33
SÁBADO 6 – 21HS (presencial)
ZOOM POST ZOOM
Una intervención como límite de lo que el cuerpo puede hacer en el borde de lo privado y lo público.
Una acción que se posa en el borde. ¿Si no es en un escenario, dónde interactúan los cuerpos hoy?
¿El límite está en lo preventivo o en lo obligatorio de la situación? CUANDO EL ESCENARIO NO ES EL ESCENARIO ¿DÓNDE ESTÁ?
En SILENCIO DE NEGRAS (Luis Sáenz Peña 663)
SÁBADO 6 22HS
LA CAUTIVA
Combinando música, danza y poesía La Cautiva es una fusión que plasma la fuerza femenina.
Con el espíritu orgulloso de una musa, María, La cautiva, desafía a la muerte. María, la cautiva, la piéride, se multiplica. María no desfallece; fuerte por el amor, idealizada hasta convertirla en una heroína, la mujer como nexo con la naturaleza y la divinidad.
Obra de MACHADO
SÁBADO 6 23 HS
DANZA GUERRILLA: 3 ERRORES PARA EL DESEO.
Danza Guerrilla es programar danza en el vértice, danza emergente, fronteriza. En los bordes donde se encuentra la emergencia de lo urgente y de lo que urge que no puede esperar para salir y ser
Danza Guerrilla es una respuesta a la multiplicidad de modos de hacer, investigar y producir danza.
Obra de EL MANDRIL
DOMINGO 7 – 18HS
LA PIERNA ORTOPÉDICA DE CALÍOPE
Calíope, hija de la memoria y el relámpago. Resultado de la cópula entre lo que no está pero regresa y lo que al llegar enceguece, haciendo desaparecer aquello que toca.
Simulacro y catástrofe. Ficción y presencia. El movimiento y la ilusión de movimiento. La travesía dura 10 años, el espectáculo 70 minutos.
Obra de SALA DE MÁQUINAS
DOMINGO 7 – 19HS (presencial)
CIERRE FESTIVAL
En PÁRAMO CULTURAL (Carlos Calvo 3974)

Nota
Daniel Solano: la Corte Suprema confirmó la detención de los siete policías condenados por homicidio

Los siete policías condenados a prisión perpetua por el asesinato de Daniel Solano, el joven salteño de 27 años desaparecido en Choele Choel el 5 de noviembre de 2011, fueron detenidos tras el rechazo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación a un recurso de queja de los efectivos, y así deberán empezar a cumplir la pena en prisión por primera vez desde la sentencia. El juicio concluyó el 1 de agosto de 2018, pero desde entonces los oficiales Sandro Berthe, Pablo Bender, Juan Barrera, Pablo Albarrán Cárcamo, Pablo Quidel, Diego Cuello y Héctor Martínez estaban en libertad, a la espera de la resolución de la Corte. “Nunca los sacaron de la policía: tenían libertad, cobrando sueldo y portando armas”, dice Leandro Aparicio, uno de los abogados de la familia Solano, que subrayó su “satisfacción” por el fallo: “Uno está golpeado, pero esto da energías para poder avanzar. No hay muchos casos que se detengan a 7 policías”.
La desaparición de Daniel se produjo tras un episodio de violencia policial en la vereda de un boliche de la ciudad. Antes había reclamado por su sueldo y el de sus compañeros como trabajadores rurales de la empresa Agrocosecha, tercerizada de Expofrut Argentina. Aparicio: “Fue un homicidio más allá de la desaparición, y fue un homicidio en un contexto de trata de personas, que está denunciada en la justicia federal de Roca, como está denunciado el narcotráfico, pero la causa no se mueve como se debería. Está parada. Pero esto va a servir para darle un impulso a toda esas cuestiones pendientes”.

Entre esas cuestiones, en abril habrá audiencias por la acusación a otros cuatro policías, entre ellos Tomás Vega, a quien la familia lo señala como el “nexo” con la empresa: “Vega estuvo cuando le pegaban a Solano en el boliche. Vio todo eso. Y fue el que estuvo a cargo de la investigación los primeros día de la desaparición”.
Daniel sigue desaparecido. Gualberto, su papá, murió en medio del juicio, sin poder llegar a la sentencia por homicidio, y fue el principal motor de la causa que denunció la desaparición forzada y la connivencia judicial y estatal bajo un reclamo concreto que repitió una y otra vez a lo largo de seis años y medio: “Quiero encontrar el cuerpo y llevarlo”. No se detuvo un día: hizo huelgas de hambre, inició acampes y se encadenó al juzgado para exigir respuestas. Así reveló la trama de explotación laboral en Río Negro, la corrupción judicial que cubrió el caso y logró la detención de los oficiales que hoy están presos. Aparicio lo recuerda: “Nosotros tenemos esperanza de que el cuerpo aparezca. Algún policía capaz que se puede quebrar, o Vega mismo, sabiendo lo que se viene, puede dar información. Hemos hecho lo imposible para que aparezca el cuerpo”.
Compartimos la investigación de MU sobre este caso:
Nota
Sí, podemos: 20 años del No a la Mina de Esquel

Esquel está cumpliendo 20 años del histórico plebiscito en el que por más del 81% de los sufragios la comunidad votó «No a la Mina» y rechazó así la instalación de la megaminería en la región. A qué le dijeron que «Sí», desde la nota histórica que se hizo desde MU en uno de los tantos viajes, el primero, a la madre de muchas batallas.

El 23 de marzo se cumplieron 20 años del rechazo a la megaminería en Esquel, símbolo de lucha contra los proyectos contaminantes, inconsultos, impuestos en silencio y con violencia, y símbolo también de la democracia participativa, la organización y una lucha que se contagió a otros lugares del país.
En estos días hubo recitales, charlas, caminatas, marcha el 23 de marzo, y este domingo culminará la celebración con un ascenso al cerro Calfu Mahuida, un modo de simbolizar ese contacto permanente de la comunidad de Esquel con la naturaleza.
La historia viva cuenta que un puñado de vecinas y vecinos, que fueron cada vez más, comenzaron a reunirse, a estudiar la situación, a ir a escuelas, clubes, barios, difundiendo capilarmente, en una movilización a la vez inmensa, lo que se estaba tramando para hundir a Esquel en la megaminería. El 4 de diciembre de 2002 fue la primera marcha que reunió a más de 6.000 personas. Nunca desde entonces se dejó de marchar el 4 de cada mes.
Esa creación de movilización involucró otro hecho histórico: se había formado la Asamblea No a la Mina, grupo apartidario, horizontal, democrático, diverso, expresión de las nuevas formas de organización social que emergían en el país tras la crisis de 2001.
El mecanismo asambleario en el que participaba todo el que quisiera, llevó a presionar la situación hasta obtener la posibilidad de la que se celebraron ahora 20 años: el 23 de marzo de 2003 se realizó un plebiscito en el que la comunidad rechazó por más del 81% de los votos al proyecto que intentaban imponer la empresa Meridian Gold y el Estado. Esquel hizo nacer aquel No, pero además generó un contagio en diferentes lugares en que se manifestaban conflictos ambientales en todo el país (Gualeguaychú, Famatina, Andalgalá, como emblemas de una actitud ciudadana no ha dejado de crecer hasta hoy frente a diferentes situaciones territoriales, de salud, y hasta de derechos humanos). Se ponía en foco al modelo extractivo.
Desde aquellos años Esquel ha pasado por situaciones de todo tipo que han sido reflejadas tanto en lavaca.org como en la revista MU:
- la intención de dar vuelta la decisión de la población a través de campañas de acción psicológica y desinformación;
- el espionaje a vecinas y vecinos que integraban la Asamblea, por parte de la AFI, como forma de amedrentamiento y control social;
- las presiones políticas y hasta laborales que sufría toda persona involucrada con el proceso asambleario;
- el contagio fundamental de la acción de Esquel a toda Chubut, que se pobló de asambleas en todo el territorio, incluyendo a las comunidades de pueblos originarios, siempre rechazando los proyectos y negociados minero-estatales;
- las trampas legislativas detectadas cuando se obtuvo la foto del diputado Gustavo Muñiz (del Frente para la Victoria) chateando por celular con el gerente Gastón Berardi de Yamana Gold, la empresa que había asumido el proyecto para impedir y ningunear la Iniciativa Popular presentada por la ciudadanía para que se convirtiera en Ley;
- las represiones a los manifestantes en Rawson, cuando la lucha debió concentrarse en la capital provincial; el acoso mediático a toda esta movida en defensa de la naturaleza por parte de buena parte del sistema mediático, dependiente de pautas publicitarias estatales y privadas.
- Y, por nombrar algo de lo más relevante en los últimos tiempos, el Chubutazo, o “Chubutaguazo”, con que la provincia movilizada logró dar vuelta de un modo comovedor en 2020 un nuevo intento de legislación que bajo el disfraz de una “zonificación” provincial buscaba lo de siempre: ir por la minería. La ciudadanía logró tumbar esa intentona y reponer la ley que prohíbe los megaproyectos extractivos.
- Otro detalle de estos tiempos: ya hay una tercera generación de integrantes de las asambleas participando plenamente, un sub-17 que demuestra el alcance de todo lo que se ha realizado, también desde el punto de vista inter-generacional.
Esquel fue el nacimiento de la resistencia de Chubut, que no significa solamente un rechazo al saqueo y la contaminación, un No, sino también múltiples Sí:
- Sí: sí a la vida.
- Sí a la reivindicación por la positiva de otras formas de producción que no impliquen la destrucción.
- Sí a la necesidad de licencia social para cualquier proyecto, de cuidado de ambiente como forma de preservación de la vida y el trabajo.
- Sí a nuevas formas de relación entre lo humano y la naturaleza. A nuevas relaciones también entre las personas para plasmar la idea de que el agua vale más que el oro, y de que el futuro es posible.
Como homenaje a todo eso aquí puede verse la primera de las notas publicadas en MU sobre la asamblea de Esquel: “La madre del No”, para conocer esa experiencia histórica hecha de resistencia, inteligencia, generosidad y, también, alegría.
Nota
24 de marzo de 2023: Que la memoria (los) ilumine
Crónica de un nuevo 24 de marzo desde la voz de la gente, que habla de todo: de cuánto estaba el chori la marcha pasada a cuánto está hoy; de la pesificación de los fondos jubilatorios y de las elecciones por venir; de las dos marchas, y de la realidad. La necesidad de seguir enfrentando al fascismo, ¿cada vez más presente?, y la energía que da la calle. El recuerdo de Hebe, la presencia y las palabras de Nora Cortiñas, la partida sin condena de Carlos Blaquier. Lo pendiente: los juicios aún en curso, la falta de respuestas del Poder Judicial y de la política, les desparecides de hoy. La presencia de niñas y niños como herencia de una sana costumbre: memoria, verdad y justicia, ahora y siempre.

Y si de vos
“Octubre 1976”, de Ana María Ponce, desaparecida.
me dijeran que no exististe,
les gritaría que me quedan,
tus ojos tristes,
tu caminar lento,
tu sonrisa apenas esbozada,
tu caricia leve,
y una espera,
una larga espera
de la que no volveremos
nunca,
o tal vez sí…

Ahora es marzo de 2023.
24 de marzo de 2023.
Un pibe alto camina lento, con ojos tristes; el frente y el dorsal de su musculosa negra, cuenta: “Son 30.000 y uno es mi abuelo”. Al lado, su mamá, camina lento, con una sonrisa apenas esbozada. Su musculosa gris, cuenta: “Son 30.000 y uno es mi papá”. Caminan lento porque hay un océano de cabezas, pies y corazones que se dirigen desde el Congreso de la Nación hacia Plaza de Mayo, a reivindicar la Memoria, la Verdad y la Justicia, a 47 años de la noche más sombría.
El pibe alto se llama Thomas Aballay y sostiene un cartel que contiene la foto de su abuelo, cuya sonrisa es tan ancha que parece desbordarse de la imagen. Se lee: “Jorge Oscar Tanco, detenido desaparecido, 16/09/1976”. Dice: “Pertenezco a la agrupación de Nietos de desaparecidos, conmueve un montón estar acá. El Nunca Más no debe quedar en el aire, por eso hay que seguir luchando”. Lo escucha su mamá, Maika Tanco, la hija de Jorge. Plantea deudas de esta democracia en relación a los castigos por los crímenes de lesa humanidad: “Necesitamos hablar no sólo del pasado, sino del presente y del futuro. La cárcel para los genocidas debe ser definitiva; cárcel común, no que estén en sus casas. Además, los juicios están retrasados. En los últimos cuatro años no hubo adelantos significativos y eso quedó manifiesto en que el empresario Carlos Blaquier acaba de morir sin ser juzgado por su complicidad con la dictadura. 47 años después, no es justicia. Y él ni siquiera la tuvo; falleció como inocente, y no lo fue”.


Lo que plantea Maika, minutos después lo confirman en números desde Sobrevivientes, Familiares Compañerxs y Amigxs del Centro Clandestino de Detención «El Olimpo”, emplazado en el barrio porteño de Floresta: “Hoy, 8 de cada 10 condenados por delitos de lesa humanidad están en sus casas cumpliendo las penas que debieran completar en cárcel común”. Desde que se reabrieron los juicios, entre 2006 y 2022 hubo 283 sentencias dictadas, 1115 personas condenadas y 171 absueltas. Hay 15 juicios en curso y 75 causas aguardan fecha de debate. En relación a la falta de celeridad, se debe a la escasez de tribunales orales disponibles. Un ejemplo es el proceso judicial por las violaciones de derechos humanos en el Centro Clandestino “Puente 12”, en La Matanza. El debate, pactado para principios de 2022, recién comenzará el próximo 3 de abril “por cuestiones de agenda”.
Como el mundial
El olor a humo que emana de decenas de parrillas acompañan toda la marcha. Hay olor a chori, hay olor a un pueblo que, pese a ser una fecha que evoca la peor de las crueldades, se hermana, se abraza. Se trata de una fecha para encontrarse y reencontrarse, con unx mismo y con el resto. El barro que se multiplica con el paso de las horas en varios sectores de la Plaza de Mayo refleja la masividad de la cita ineludible. Hay mil banderas de organizaciones sociales, de partidos, de sindicatos; pasacalles, stencils, graffitis viejos y que acaban de nacer; bombos, cánticos, intervenciones artísticas; hay sueños compartidos: “La importancia de estar acá es mostrar que la derecha, los milicos, la policía, no tiene la cancha libre; desearía que fueran menos, pero no lo son, siguen teniendo mucho poder. Entonces, la única defensa que tenemos es la calle”, alza Cecilia, 69 años, de Florida Norte. Y profundiza: “Hay que apuntar a la igualdad social como eje; tenemos alimentos para millones de personas, pero la mitad de nuestra población infantil es pobre. Alguien se la está llevando y es contra ellos que debemos pelear”.
Antes de empezar a marchar, Norita Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, le dice a la lavaca que está “con mucha fuerza para seguir pidiendo Memoria, Verdad y Justicia”; le dice que “el país está cada día peor, porque este gobierno, gobierna para los ricos, y hay que resistir en la calle”; le dice que pasó su cumpleaños (93, el 22 de marzo) “muy feliz, llena de abrazos y de afecto, pero la felicidad nunca es completa y será así hasta encontrar a Gustavo (su hijo, desaparecido)”; dice que el compromiso “debe ser hasta morir” y antes de terminar la charla, en medio de un intenso calor, propone ir tomar una cerveza al final de la jornada.

Lucía Iérmoli tiene 35 años y está embarazada de seis meses. “Las conquistas hay que defenderlas acá, contra el poder concentrado que sigue creciendo. No estar un día como hoy marcaría una ausencia. Que reviente de gente esta plaza es un logro de todas, de todos. No sé cuántos lugares en el mundo tienen un día que reivindique la memoria”, dice, con voz tierna y con Vera en la panza, que también sigue creciendo. A su lado, su amiga Alejandra Spinetta, 59 años, agrega: “No se puede no estar acá; si uno falta, si no se compromete, es dejarle el lugar para que avance la derecha”.
A unos metros, Laura, de 66, está contenta. Muestra una vitalidad que está recuperando, a medida que avanzan las horas: “Es mi primera movilización después de la pandemia; estuve muy enferma, durante muchos años, pero hoy sentía que debía estar con mi pueblo y no me arrepiento: me llena de energía”.
Detrás, una imagen bellísima que retrata a Hebe de Bonafini, en el primer 24 sin su presencia física. Está con sus dos hijos, chiquitos, ambos desaparecidos. Una frase acompaña el cuadro, a 40 años de la recuperación de la democracia: “El día que me muera no me tienen que llorar. Hagan una fiesta en la calle, porque hice lo que quise y peleé con todo como quise”.

El 24 de marzo de 1995 a las 6 de la mañana llegó al mundo Victoria Rossi. “Victoria por la frase del Che, de ‘hasta la victoria siempre’, por el concepto del triunfo del pueblo”, rememora Viqui, a metros de la Catedral vallada, en su cumpleaños 28. “A partir de que empecé a militar en el centro de estudiantes del secundario, sentí que los 24 de marzo ya no había lugar para festejos personales, sí para abrazos, sí para estar con mi gente, pero desde un lado más colectivo”. Su mamá y su papá, militantes de izquierda, venían a las marchas mucho antes de que se decretara feriado, allá por 2022: “Desde chiquita fui consciente del valor que tenía esta fecha y me acuerdo que en cuarto grado fue el último cumple que festejé en la escuela. Sin embargo, estar acá es lo más importante en este día; un año no vine y algo me faltó. Decidí que esa sensación no la quiero sentir más”. Y asocia: “Más allá de que esto no sea una celebración, vivo un 24 de marzo como lo más parecido a ganar un campeonato del mundo, porque hay un gran motivo para juntarse: hay orgas, partidos, familias, parejas, gente que va de la mano con quien quiere y eso tiene que ver con la búsqueda de la libertad por la que peleaban las y los desaparecidos”.

Ideas de ayer a hoy
Un hombre cuarentón camina de la mano de su hija. Ambos tienen puesta el mismo modelo de remera que exige “Juicio y castigo”. La diferencia es que una es talle X y la otra es talle S. Expresa Lucas: “Estamos acá por dos motivos: por responsabilidad social y porque mi papá es uno de los 30 mil”. ¿Qué utopías de su viejo hay que traer al presente? “Nunca dejar de hacer política seria y trabajar mucho en los barrios”. Se va a seguir marchando, siempre de la mano de su hija. En su espalda, de su mochila cuelga un pañuelo blanco que denuncia: “Pablo Córdoba, desaparecido”.

Ana Valverde escucha atentamente el documento leído por el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia. Tiene 72 años, milita hace 54 y lleva bien alto un cartel con la foto y el nombre de Patricia Gaitán, desaparecida por la última dictadura cívico militar eclesiástica. “La principal pelea de los 70 que hay que dar hoy es cómo lograr la unidad de las y los laburantes”. Dice que es jubilada y protesta porque “el gobierno nacional acaba de confiscar el fondo de garantía de sustentabilidad que estaba en dólares y que por un DNU lo pesificó. Esto no perjudica a quienes ahora somos jubilados, sino también a ustedes, los más jóvenes”.
–¿Vos aportás? –me pregunta.
–Sí.
–Bueno, te acaban de afanar.
Un pasacalle grita: “30.000 razones contra el FMI”; un cartel pegado con engrudo sigue la línea: “Basta de extorsiones del FMI”; desde arriba del escenario, en el documento que leen los organismos de derechos humanos, se agita: “El Poder económico es el gran ausente de este proceso, y su impunidad la seguimos pagando como pueblo, porque nos siguen sometiendo a la miseria, buscando un enriquecimiento sin límites y sin importar los costos”. Abajo, la inflación arrasa. Alberto es de Avellaneda y atiende una parrilla que instaló en la esquina de Avenida de Mayo y Carlos Pellegrini: “En la marcha pasada, el chori estaba 150 pesos, cobrándolo caro; hoy, yo lo tengo 700, como barato; en otros puestos está hasta 900”. A 50 metros, Viviana está sentada en un banquito. En el piso, sobre una lona, expone pañuelos blancos y azules, con la consigna “Nunca Más”. “El año pasado estaban 250 pesos, hoy 500”. Agrega: “Fue muy floja la venta, hoy se vendió mucho menos que en 2022”.



La primera actividad que arranca el 24, a media mañana, y la que cierra, a eso de las 20, se da en Plaza de los Dos Congresos. Es un festival por la memoria donde cantan bandas de heavy metal, que se organiza desde hace 16 años. Quien presenta a las bandas se llama Fernando Ricart, tiene 52 años, un pelo larguísimo y un padrino que estuvo detenido desaparecido: “Se lo llevaron por ser delegado, como si eso fuera un delito. Estuvo un mes y medio desaparecido, pero el daño que le hicieron fue para siempre. Se lo llevaron siendo uno, y me devolvieron a otra persona. Nunca se recuperó”. Andrés, 39 años, escucha la música pesada junto a su hijo de 6. Lleva una remera que se pregunta qué hicieron con Santiago Maldonado. Le pregunto qué ideas de la militancia de los 70 serían importantes que hoy sean prioridad: “Se perdió la perspectiva de un cambio revolucionario real; el peronismo tiene su eje en la Justicia, como si no fuera parte de este sistema que hay que cambiar de raíz; mientras que la izquierda partidaria sigue en la pelotudez, discutiendo en el Congreso sobre concepciones marxistas de hace tiempo, sin pensar en el cambio social actual”.

Rocío y Darío viajaron desde Tandil junto a su hijo Amadeo, de un año recién cumplido, para sentir en vivo y en directo la marcha que tantos años recorrieron cuando vivían en Buenos Aires. “La memoria se construye desde la cuna y las Madres y las Abuelas son la escuela”, recuerda ella. “La mejor manera de reivindicar a las y los desaparecidos es seguir su camino: el trabajo de base que se hacía en esos años”, recuerda él, que al igual que su bebé lleva puesta una remera de Diego Maradona. A su lado está Belén, una amiga de la pareja que por primera vez es parte de esta movilización: “En Tandil es diferente; hay un espacio fuerte y comprometido con los derechos humanos, pero es una ciudad mayormente oligarca; para mí es muy fuerte estar acá. Más que nunca debemos mantener viva la memoria y para eso hay que movernos”.
Memoria en este momento
Hay un graffiti recién pintado en la estación de subte Lima, de la línea A, que reza: “Memoria en este momento”.
Aparece también en paredes, en carteles y en diversos reclamos. Elizabeth tiene 70 años y lleva colgado un cartel que pide “Libertad a Assange, una verdad sin mordaza”. Lo relaciona con el 24 de marzo: “En el caso de Julian, se condena la libertad de expresión, no hay derecho a la información de la población y se expone cómo se persigue a la gente cuando se descubren los secretos de los gobiernos”. Detrás de ella, un stencil negro exhorta: “Abran los archivos secretos de la Dictadura”. Elizabeth tiene tres compañeros desaparecidos: Mónica Epstein, Hernán Abriata y Klaus Zleschank. “De ellos, además de recordarlos, hay que seguir su ejemplo: militar por una mejor redistribución de los ingresos”.
El recorrido desde la 9 de Julio hasta la Plaza de Mayo está acompañado por afiches de la organización La Poderosa con un encabezado: “40 años alimentando la democracia”. Se da en el marco de un proyecto de ley que impulsa el conglomerado de asambleas villeras para que se reconozca con un salario a las más de 70 mil cocineras comunitarias que trabajan en el país sin percibir un salario. ¿Qué implica el reconocimiento laboral? “Un salario ligado al Mínimo Vital y Móvil como base; acceso al aguinaldo, vacaciones, seguridad social, cobertura contra riesgos en el trabajo por enfermedades y maternidad, por invalidez y vida, retiro, acceso a la jubilación y guarderías”, expresan desde el movimiento.
Uno de esos afiches lo tiene a su lado Francisca, que vive en la calle y ahora está delante de un kiosco de diarios cerrado. Tiene una bandeja de arroz por la mitad y una voz que pide escucha: “Se la pasa muy difícil acá”. Y en un puñado de palabras, esgrime una deuda sustancial de la democracia: “Pensemos, ¿cuántos políticos en los últimos años hablaron de la situación de calle, de las villas? Eso dice mucho de cómo estamos”.

Detrás de su lente, la mirada de Oswald, colombiano de 41 años que hace 14 vive en Argentina, fotografía a un pueblo que recuerda sin parar. “Es imposible estar acá y no compararlo con mi país. Allá, pese a que no hubo una dictadura tan marcada, la serie de gobiernos de derecha y los paramilitares han desaparecido a más gente que en cualquier dictadura del cono sur”. Añade: “Por eso es tan importante valorar lo que se consiguió acá. En mi país, el miedo y la violencia aún imposibilita la unión de familiares de víctimas para reclamar en conjunto. En el último tiempo la juventud comienza a jugar un rol clave y para esto la Argentina es un ejemplo a seguir”.
Sobre Avenida de Mayo, un gazebo contiene a un grupo de “peruanos autoconvocadxs” que vocifera por la “dictadura que vive Perú”. Más de 60 caras se alternan con cintas de luto negro, en un antimemorial que estremece. Son las “víctimas del Estado Peruano”. Merly tiene 36 años, nació en Parcona Ica y hace 20 vive en Argentina. “Estamos acá porque también queremos decir Nunca Más. Las muertes tienen rostro y la mayoría son de pueblos originarios, del sur del país”.
Carolina, de 23, muestra su juventud caminando rápido, para no perderle pisada a sus amigos que van un poco más adelante. “Recordar a los desaparecidos de la dictadura es luchar por los desaparecidos de hoy. La derecha sigue avanzando y no lo podemos permitir”. A pocos metros de la Plaza de Mayo, donde desemboca la enorme movilización, Daniela, de 35, vende hamburguesas veganas. En el frente de su heladerita de telgopor está pegado un cartel con los colores de la diversidad, que se pregunta: ¿Dónde mierda está Tehuel? “No se puede aceptar tener desaparecides en democracia. El Estado define de quién se ocupa y de quién no, discriminando a las identidades trans. El racismo sigue, nunca se fue”.

Pablo está a pasos de la Pirámide de Mayo. Tiene 36 años, una militancia desde la juventud y un miedo que le recorre el cuerpo: “La democracia vuelve a estar en riesgo; las voces que la amenazan vuelven a tener más peso, que se traducen en persecución, en proscripción, en prohibición”. Suma: “Sufrimos salarios de miseria que sólo lo podremos dar vuelta con una transformación obrera y un pacto social que resguarde un piso que la derecha busca perforar. Para esto, hay que poner el cuerpo como en los 70, porque salvo en determinados momentos como el 2001 o la reforma jubilatoria del macrismo, no pudimos hacerlo en unidad”. A su lado, lo escucha Fidel, su hijo de 8 años.
–¿Por qué estás acá? –le pregunto a Fidel.
–Por la desaparición de los compañeros.
La tarde empieza a caer, la multitud a desconcentrarse y, mientras las paredes siguen pintando preguntas, también se escuchan versos que alimentan la memoria.
Se que algún día dejaré de pertenecer al mundo,
“Poema para no morir”, de José Beláustegui, desaparecido.
y nunca más podré escribir,
ni hacer el amor,
ni disfrazar la naturaleza con un poema,
ni viajar en los libros,
ni exponer mis ideas.
Por eso en este poema dejo, mar, cielo y luna
mariposas, besos y sirenas,
y me dejo a mí,
porque cuando muera seguiré viviendo en estos
versos.

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