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La educación pública no se mancha: histórica movilización docente
400 mil docentes, estudiantes, científicos, becarios, escuelas enteras, alumnos con sus padres y madres marcharon hoy a Plaza de Mayo para repudiar el desfinanciamiento de la educación pública. Las distintas provincias mostraron sus propias realidades y la misma necesidad: el llamado a la paritaria nacional, tal como dispone la ley. Las voces federales, las respuestas al #YoCaí y cómo dar una lección en tiempos de crisis.
La columna de Río Negro avanza a paso firme por Diagonal Norte. Le faltan apenas metros para llegar a Plaza de Mayo, después 960 kilómetros. Con el último suspiro dejan todo: cantan, agitan, aplauden, tocan el silbato y dejan claro por qué viajaron hasta Buenos Aires: para defender la educación pública.
La frase parece un cliché, pero desde ayer tomó una nueva connotación tras los dichos del Presidente, y creció tras las largas semanas en las que el gobierno se negó a abrir la paritaria nacional dispuesta por ley. El otro lugar común en esta marcha es una respuesta: los carteles de “#YoCaí” en la educación pública y sus variantes son muchos para decir lo mismo. “Soy fruto, producto y ya casi me estoy por jubilar de la escuela pública”, dice Mara de Juanes, mientras camina con una gorra azul por Avenida de Mayo. Vino desde Goya, Corrientes. “He trabajado gran parte de mi vida y por eso he visto el devastamiento total de la educación pública, del cual ningún gobierno se hace responsable”.
Norma, que marcha en la columna de la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB) con un cartel que deja en claro que ella no “cayó”, sino que “eligió” la educación pública, expone su historia: “Egresé de la UBA con mucho esfuerzo y hoy enseño en las escuelas 7 y 1 de San Martín”. Trabaja en los equipos de orientación escolar y también es maestra de grado. Tiene la misma teoría que la correntina Mara: “Nosotros vemos a las claras cómo han deteriorado la escuela pública. La educación pública no es mala: lo malo es esta política que la degrada”.
La jornada de hoy cierra un nuevo paro de 48 horas, que esta vez tuvo alcance nacional y generó todo tipo de travesías hasta la Plaza de Mayo, en la cual a las 14 comenzó un acto con distintos oradores gremiales. Antes y después, los cánticos, las banderas y las pies en la calle.
Pobres docentes o docentes pobres
La marcha fue puntual como una clase docente: a las 11 las columnas llegaron a los distintos puntos de convocatoria. A esa hora una multitud colmaba Congreso, y en media hora ya había diez cuadras de movilización. Los docentes patagónicos avanzaron por Diagonal Sur; los estudiantes por Diagonal Norte; y los del centro y Norte del país desfilaron por Avenida de Mayo.
Cuando desde el escenario en Plaza de Mayo anunciaron la presencia de 400 mil docentes desde Jujuy a Tierra del Fuego, la cifra instaló lo que los ojos confirmaban: era un día histórico.
Una de las columnas más nutridas fue la de la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (UEPC). “Estamos en un conflicto bastante serio porque la provincia no presentó propuesta para poner en consideración”, dice Alina Monzón, secretaria adjunta del gremio. “Lo único que presentó es un techo del 18 por ciento, pero estamos en una situación muy complicada ya que hay acuerdos de 2015 y 2016 que aún no se han cumplido. Tuvimos siete días de paro en el segundo semestre del año pasado. No hubo respuestas, sólo descuentos”.
¿Qué ocurre este año? “La situación se complejiza porque un docente de primer grado que recién se inicia está ganando hoy 12 mil pesos. Eso, en nuestra provincia, es debajo de la línea de pobreza”.
Así, cada docente trae una historia de su territorio que hace particular esta marcha federal. La correntina Mara relata una realidad peor: en su provincia un docente recién ingresado cobra poco más de 7 mil pesos mensuales. “Nosotros dependemos mucho de la paritaria nacional ya que Corrientes recibe los fondos nacionales como parte de las zonas más empobrecidas del NEA y del NOA”, cuenta. “Necesitamos esos fondos para poder llegar a un piso y estar en concordancia con los sueldos del resto del país. La provincia nos propone por decreto un aumento que no supera el 20 por ciento, cuando el 60 o 70 por ciento de los docentes de nuestra provincia están por debajo de la línea de pobreza”.
Si bien el salario mínimo se estipula en 9.672 pesos a partir de enero, las provincias hacen sus propios ofrecimientos ya que al no haber paritaria nacional, no hay piso en común. Así se permiten realidades como la de Mara: en Corrientes ofrecieron 16%, debajo de lo que el gobierno nacional insinuó.
Fabián Felman, secretario general de CEA, pone contexto: “Al correr el foco a las provincias, lo que hacen es imitar al Gobierno nacional y otorgar aumentos por decreto. Lo vimos en Corrientes, La Rioja, San Juan”.
Víctor Robledo se vino desde la escuela primaria de jornada completa de Rawson, San Juan. Dice que toda su vida estudió y ejerció en el sistema público. “La situación hoy está conflictiva, porque San Juan es una de las más necesitadas de recibir los fondos nacionales que Macri y ( Esteban) Bullrich (ministro de Educación) están negando. Un ejemplo: yo trabajo jornada completa 8 horas diarias y mi sueldo no llega a 12 mil pesos, con 20 años de antigüedad. Imaginate los que recién comienzan. También tenemos problemas con los comedores escolares: se pagan 8 pesos por alumno para que puedan almorzar. Decime, ¿quién puede almorzar con eso?”.
La pregunta queda picando y la retoman desde Formosa, donde parieron otra teoría: “Toda la discusión se queda en lo K o anti K”, dice María Elisa Cabrera, parada en Avenida de Mayo y Piedras. “Pero una es realista nomás: el sueldo de base es de 5 mil pesos y, con las categorías, alcanza los 9 mil. Así no se puede”.
Dichos y hechos
Además del empobrecimiento, si hay algo que engloba a todas las columnas es el repudio a las declaraciones del Presidente, quien dijo que los alumnos “caían” en las escuelas públicas al no poder acceder a las privadas. Se ve en los cartele,s pero también es lo primero que salta al entablar un diálogo: “Los dichos del Presidente son lamentables”, sintetiza Alina Monzón, secretaria adjunta de UEPC Córdoba. “Hablan desde un lugar de desconocimiento y de humillación absoluta a los docentes. Tendrían que pasar antes un rato por la escuela pública para saber de qué se trata”.
Las pecheras de docentes de Formosa están en la intersección de Avenida de Mayo y Piedras, luego de salir el lunes a las 2 de la tarde desde esa provincia. Durante el trayecto hicieron actos en Paraná y en Rosario. Una de ellas es María Elisa Cabrera. “Soy de Clorinda, límite con Paraguay. Soy directora del jardín de infantes N° 14 y estoy a punto de jubilarme, pero sigo peleando por las futuras generaciones”. María Elisa dice que era una de las que confiaba en el cambio. “Yo no lo voté, pero confiaba porque uno tiene que confiar en sus gobernantes. Y respetar, porque estamos en democracia. Pero si uno escucha lo que dijo, es indignante. Muchas personas se pueden quedar sin trabajo y pretenden que tengamos que pagar para estudiar. Eso es lo que quieren”.
Por una colmada columna de Entre Ríos marchan Patricia Cabrera y Marta Hirbe, directora y vicedirectora de la escuela rural Almafuerte, en Paraná. Dicen juntas: “Tenemos muchísima tristeza por la falta de sensibilidad del Gobierno. Nos parece increíble estar viviendo esta situación después de los 90. Vivimos con mucha preocupación porque vemos pocas posibilidades de salida con un Gobierno que no accede al diálogo y que no reconoce para nada la problemática social que atravesamos. Somos muchos, somos fuertes y la organización es posible. Es lo que nos queda: sufrimos devaluaciones y tarifazos que han afectado enormemente nuestro bolsillo. En síntesis, no recordamos un ataque a la educación pública así en años”.
Raquel Dalbies, docente de la localidad de Puerto Vilelas, a 15 kilómetros de Resistencia, destaca una característica del Gobierno: su coherencia. “Es coherente con las bestialidades que dice y hace: no nos podemos sorprender, aunque sí indignan las palabras porque lo que nos sobra a los docentes es coherencia, memoria, historia y hoy estamos poniendo en la calle a la comunidad educativa”. ¿Cómo ve la situación en la provincia? “Algunas de las políticas públicas son mantenidas con mucho esfuerzo por el gobierno provincial, como Conectar Igualdad y las orquestas y coros infantiles, pero la Nación extorsiona mucho con el dinero. Todo está supeditado a la paritaria nacional”.
Raquel dice que hace mucho tiempo que no escuchaba ataques a los docentes como los de los últimos meses. “Es un discurso exacerbado y con mucha impunidad. La verdad que son nuevos tiempos, donde la política es absolutamente empresarial y económica. En los ´90 querían imponer un modelo neoliberal. Hoy estamos en tiempos absolutamente perversos, en los cuales la ganancia es lo que tiene mayor importancia. La gente no importa, la exclusión no importa, el que necesita no importa; sólo el afán de recaudar y que dé resultado el negocio que podría ser la salud, la educación, la seguridad. Así y a las claras ha despojado al pueblo, en un año y medio, de los derechos conquistados y ha avanzado en políticas comerciales. En ese sentido las escuelas somos el primer lugar donde se siente el desempleo y el hambre: la mamá sostén de hogar que se quedó sin trabajo, el hermano al que echaron del laburo. Más allá de que nuestros derechos son vulnerados, los docentes somos el primer termómetro que tiene la sociedad para saber si la sociedad está en crisis. ¿Sabés qué? Lo estamos”.
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83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.
Por María del Carmen Varela
La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.
La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario. Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.
El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.
Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.
Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.
La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.
Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA
Domingos 18 y 25 de mayo, 20 hs
Más info y entradas en @perlaguarani
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