CABA
La manía de Bullrich de perseguir tuiteros
Gastón Ramos es un joven de 28 años de Neuquén que tiene que afrontar una causa federal por incitación a la violencia por compartir en Twitter una frase de una canción de Las Manos de Filippi. “En lugar de aceptar la crítica, están buscando amedrentar al pueblo, buscar siempre una excusa y nunca hacerse cargo de los errores que cometen políticamente”, dijo. No es el único caso desde la asunción de Cambiemos, al contrario: un joven perdió el trabajo tras ser detenido por compartir una canción de cancha; un estudiante estuvo preso 50 días en Ezeiza por realizar una broma sobre un atentado terrorista; y una mujer internada en una clínica de salud mental fue embargada por postear en contra de la hija de Macri. Las insólitas historias detrás de una política de persecución preocupante.
Cuando Gastón Ramos vio que frente a su casa en Senillosa, una localidad a 33 km de la capital de Neuquén, estacionó una camioneta de la Policía Federal y descendieron cinco efectivos armados en dirección a su hogar, no sabía qué estaba pasando. Mucho menos cuando los oficiales le entregaron un oficio por una denuncia de “incitación a la violencia”. El combo se completó cuando supo, días después, que el origen fue un supuesto tweet contra el Presidente Mauricio Macri. El caso, que se suma a una larga lista, tomó estado público por un video que compartió el diputado provincial Mariano Mansilla (Frente Neuquino) junto al joven de 28 años, que explicó la insólita situación.
“No vas a creer lo que te vamos a contar”, dice el diputado Mansilla. “El presidente de nuestra Nación, que tiene muchos problemas para resolver en el país, se ha preocupado por iniciar una causa penal contra un joven neuquino de Senillosa por un tweet que le molestó, que él consideró que lo agraviaba. Supuestamente sería un delito federal. Gastón Ramos se llama este joven neuquino de 28 años, que hace unos meses perdió su trabajo y fue despedido también por esta política económica, y ahora afronta una causa penal en la justicia federal”.
Joven neuquino es denunciado penalmente por un tweet contra Macri.
Gastón Ramos, de 28 años, fue denunciado penalmente por incitación a la violencia, por un tweet sobre una canción que decía "hay que matar al presidente". El diputado Mariano Mansilla dio a conocer su caso. pic.twitter.com/QI39hP7BGc— El Confidente Neuquén (@elconfidentenqn) October 9, 2018
Luego, el joven contó que todo ocurrió el sábado a la tarde. “Llega la Policía Federal a mi casa de una forma muy violenta. Cruzan la camioneta y bajan cinco federales con armas en la mano para entregarme un oficio por incitación a la violencia. Hoy me enteré, porque fui al Juzgado Federal N°2, que la denuncia era por un tweet hacia el presidente de la Nación”.
En el video, el diputado le pregunta qué tweet fue. Gastón no puede identificarlo con precisión: “Creo que fue por una canción de Las Manos de Filippi, que se llama Cutral Co, donde la canción en una parte dice: ´Hay que matar al presidente´”. Cabe recalcar que la canción hace referencia a las puebladas de esa ciudad neuquina de junio de 1996 y abril de 1997, en las que fue asesinada por las fuerzas de seguridad Teresa Rodríguez. Gastón le aporta seriedad a algo que no lo tiene: “Si fue por eso, deberían detener a medio país”.
El joven subraya que toda persona tiene derecho a expresar su opinión política. Y cierra: “En lugar de aceptar la crítica, también están buscando amedrentar al pueblo, buscar siempre una excusa y nunca hacerse cargo de los errores que cometen políticamente”.
Preso y desempleado
El caso de Gastón no fue el único desde la asunción de Cambiemos en diciembre de 2015.
En octubre del año pasado, Nicolás Lucero volvía de una entrevista laboral para empezar a trabajar en una fábrica de plástico cuando se encontró con más de diez policías de civil en su casa de José León Suárez, partido de San Martín. “Yo trabajaba en otra fábrica, pero me echaron porque me habían tomado por un contrato de seis meses”, contó a lavaca en esa ocasión. “Como solo tenía experiencia en eso, fui y hasta me tomaron el talle de la ropa para empezar a trabajar ya esta semana. Llego y veo que en mi casa había más de diez policías de la Federal de civil. Me asusté porque me buscaban a mí, no sabía por qué motivo. Me leyeron la orden de allanamiento. No entendía qué pasaba hasta que lograron explicarlo, pero no me dijeron nada de un tweet: me dijeron que era por una amenaza que había salido de mi casa, porque se fijaron en el router del WiFi. Pensé que podía ser un amigo o alguien que se colgó de mi señal hasta que, el día después, el diario Clarín levantó una nota de la ministra Patricia Bullrich que decía que no iban a permitir que nadie generara miedo o cometiera amenazas. Ahí vi que publicaron mi tweet. Empezaron a insultarme, pensando que era kirchnerista, diciendo que no iba a volver más. Ayer recién me prestaron una tablet y salí a hablar: era sólo una canción de cancha. Una simple canción”.
¿Qué decía?
- «Macri te vamos a matar, no te va a salvar ni la Federal (la 12)».
El tweet era de agosto de 2016: tenía más de un año, había tenido un solo retweet de un amigo con el que va a la cancha, pero a Nicolás lo llevaron detenido y lo tuvieron entre seis y siete horas en la comisaría federal de San Martín. Lo acusaron de intimidación pública. “Es un problema político. Me quieren usar para que nadie lo vuelva a hacer. Quieren implementar algo a través de mí, como si hubiera querido sembrar terror. Y lo que menos quise hacer es eso. Me están usando de ejemplo”.
Nicolás quería un trabajo para poder tener obra social para sus hermanas, porque su papá se había quedado sin empleo. Una historia muy similar a la que contó Gastón, en Neuquén.
El joven, finalmente, terminó perdiendo el trabajo.
El terrorista
En julio de 2016, un despliegue coordinado por los Departamentos Unidad de Investigación Antiterrorista y Seguridad de Estado de la Policía Federal, las Brigadas Explosivos y Canes Detectores de la Superintendencia Federal de Bomberos, con participación del Grupo Especial (BRI) de la Policía Metropolitana, invadió la casa de Miguel Di Paola, 21 años, en Villa Bosch, localidad de Tres de Febrero. Junto a su sobrino Walter Ovejero habían lanzado una serie de tweets desde la cuenta @HassanAbuJaaf, donde a través del hashtag #PrayForArgentina mostraron fotos de posibles objetivos terroristas como el Shopping del Abasto, el subte y la Casa Rosada. También tuitearon al presidente Mauricio Macri la foto de varios cartuchos de dinamita y una frase: “Nos vemos pronto”. Los metieron presos.
Miguel, asustado, reconoció su “total responsabilidad” por los dichos en Twitter, afirmando que sólo lo había hecho para “divertirse” y conseguir más seguidores, mientras su madre, Nora Donda, dijo que eran sólo “dos boludos” aburridos. Mientras tanto, y en conferencia de prensa, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich amenazó: “A quienes usan las redes sociales para amedrentar, los iremos a buscar uno por uno”.
En tanto, el Juzgado Criminal y Correccional Federal 1, a cargo de la doctora Servini de Cubría, encuadró los tweets bajo el agravante 41 de la denunciada Ley Antiterrorista, que duplica la pena, por lo que a Miguel lo acusaron de un delito que va de 6 a 14 años de prisión. La jueza argumentó: “En ese marco, la jueza argumentó: “Estamos ante un joven universitario, de inteligente vivaz, muy conocedor de las redes sociales y de la conflictiva situación mundial (“….) que juega mucho a juegos de armas y de guerra tales como Call of Duty, Battlefield y GTA 5 y está muy informado con lo que sucede en el mucho con guerras y los conflictos del estado islámico y con lo que se puede ver en la televisión y en páginas de diarios o por Facebook”.
El Juzgado entendió que si a Di Paola le otorgaban la libertad, intentaría “burlar la acción de la Justicia y entorpecer la investigación”. La Cámara Federal también rechazó la excarcelación para buscar una “posible conexión internacional del evento atribuido”. De esta forma, Miguel estuvo preso 53 días, 50 de ellos en la cárcel de Ezeiza. En una entrevista con Clarín, contó que aún estaba esperando que la jueza resolviera su pedido de probation.
Un estado de salud mental
“La tuitera que amenazó a Antonia Macri quedó al borde del juicio”, tituló Diario Popular el 19 de agosto de 2016. Hablaba de Maribel Anahí Durand, 27 años, que había publicado: “Nuestro odio lo calmaremos con sus hijos. Espero que @mauriciomacri le deje guardaespalda de por vida a Antonia”. La mujer era una extrabajadora del Ministerio de Desarrollo Social que, luego de ser detenida, dijo que se trató de una “tontería” por su bronca de haber sido despedida. De todos modos, la Sala II de la Cámara Federal, integrada por los jueces Eduardo Farah y Martín Izurzun, consideró que “hay indicios que muestran previsibilidad, conocimiento e intención de concretar de forma anónima los mensajes intimidantes”. La amenaza era una imagen de la hija del Presidente con una tachadura en el cuello. Los camaristas subrayaron que luego de ese mensaje “se activaron mecanismos para reforzar la seguridad de la familia presidencial”.
A Néstor Ariel Rivera, de 37 años, lo detuvieron a fines de 2016 por varios tweets y posteos en Facebook contra la familia Macri. “Que te caiga la Federal a tu casa no es nada gracioso”, dijo la esposa del detenido a RED 92. Ella también quedó imputada: “Y no tengo Twitter”. A Rivera lo procesaron por “intimidación pública”. Dijo su esposa: “Mi marido en su momento puso algo sobre el presidente que es de la boca para afuera, no que va a ir y lo va a hacer. Nadie va a salir a matar gente porque te cae mal. No sabemos qué más va a pasar pero sentimos que nos arruinaron la vida por tweet estúpido. Ahora mi marido está en la lista de terroristas: semejante movida como si fuéramos delincuentes”.
Otro de los casos ocurrió en 2017, en medio de la desaparición de Santiago Maldonado. El 31 de agosto apareció en Facebook un posteo, también, contra la hija del Presidente, que decía: “Macri estás avisado!! Tu hija no va a ´desaparecer´, no la saques de tu casa hijo de remil putas!! No me importa que sea una nena! Se que es tu hija y a que colegio va #DONDEESTASANTIAGOCARAJO”. El perfil: “Caro Krúpskaya“. El portal Infobae informó que la detención fue confirmada dos días después por la propia ministra Bullrich. “María Carolina Pavlosky, imputada por una terrible amenaza a la hija presidencial, ya está detenida y a dispocición del Juez Lijo”, indicó la funcionaria vía Twitter. Según el portal, Lijo la procesó y embargó sus bienes por 150 mil pesos para cubrir “los gastos en los que había incurrido el Estado Nacional a raíz de las amenazas realizadas, es decir, los operativos de seguridad dispuestos por el departamento de seguridad presidencial que tuvo que reforzar todos los aspectos (materiales, humanos, logísticos, etc.) de la seguridad del presidente y su familia, a fin de evitar un posible atentado”.
El detalle: María Carolina estaba internada en la clínica de salud mental Solar Colonial.
CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
CABA
La vida de dos mujeres en la Isla de la Paternal, entre la memoria y la lucha: una obra imperdible

Una obra única que recorre el barrio de Paternal a través de postas de memoria, de lucha y en actual riesgo: del Albergue Warnes que soñó Eva Perón, quedó inconcluso y luego se utilizó como centro clandestino de detención; al Siluetazo de los 80´, los restoranes notables, los murales de Maradona y el orfanato Garrigós, del cual las protagonistas son parte. Vanesa Weinberg y Laura Nevole nos llevan de la mano por un mapa que nos hace ver el territorio cotidiano en perspectiva y con arte. Una obra que integra la programación de Paraíso Club.
María del Carmen Varela
Las vías del tren San Martín, la avenida Warnes y las bodegas, el Instituto Garrigós y el cementerio de La Chacarita delimitan una pequeña geografía urbana conocida como La Isla de la Paternal. En este lugar de casas bajas, fábricas activas, otras cerradas o devenidas en sitios culturales sucede un hecho teatral que integra a Casa Gómez —espacio dedicado al arte—con las calles del barrio en una pintoresca caminata: Atlas de un mundo imaginado, obra integrante de la programación de Paraíso Club, que ofrece un estreno cada mes.
Sus protagonistas son Ana y Emilia (Vanesa Weinberg y Laura Nevole) y sus versiones con menos edad son interpretadas por Camila Blander y Valentina Werenkraut. Las hermanas crecieron en este rincón de la ciudad; Ana permaneció allí y Emilia salió al mundo con entusiasmo por conocer otras islas más lejanas. Cuenta el programa de mano que ambas “siempre se sintieron atraídas por esos puntos desperdigados por los mapas, que no se sabe si son manchas o islas”.


La historia
A fines de los ´90, Emilia partió de esta isla sin agua alrededor para conocer otras islas: algunas paradisíacas y calurosas, otras frías y remotas. En su intercambio epistolar, iremos conociendo las aventuras de Emilia en tierras no tan firmes…
Ana responde con las anécdotas de su cotidiano y el relato involucra mucho más que la narrativa puramente barrial. Se entrecruzan la propia historia, la del barrio, la del país. En la esquina de Baunes y Paz Soldán se encuentra su “barco”, anclado en plena isla, la casa familiar donde se criaron, en la que cada hermana tomó su decisión. Una, la de quedarse, otra la de marcharse: “Quien vive en una isla desea irse y también tiene miedo de salir”.
A dos cuadras de la casa, vemos el predio donde estaba el Albergue Warnes, un edificio de diez pisos que nunca terminó de construirse, para el que Eva Perón había soñado un destino de hospítal de niñxs y cuya enorme estructura inconclusa fue hogar de cientos de familias durante décadas, hasta su demolición en marzo de 1991. Quien escribe, creció en La Isla de La Paternal y vio caer la mole de cemento durante la implosión para la que se utilizó media tonelada de explosivos. Una enorme nube de polvo hizo que el aire se volviera irrespirable por un tiempo considerable para las miles de personas que contemplábamos el monumental estallido.
Emilia recuerda que el Warnes había sido utilizado como lugar de detención y tortura y menciona el Siluetazo, la acción artística iniciada en septiembre de 1983, poco tiempo antes de que finalizara la dictadura y Raúl Alfonsín asumiera la presidencia, que consistía en pintar siluetas de tamaño natural para visibilizar los cuerpos ausentes. El Albergue Warnes formó parte de esa intervención artística exhibida en su fachada. La caminata se detiene en la placita que parece una mini-isla de tamaño irregular, sobre la avenida Warnes frente a las bodegas. La placita a la que mi madre me llevaba casi a diario durante mi infancia, sin sospechar del horror que sucedía a pocos metros.
El siguiente lugar donde recala el grupo de caminantes en una tarde de sábado soleado es el Instituto Crescencia Boado de Garrigós, en Paz Soldán al 5200, que alojaba a niñas huérfanas o con situaciones familiares problemáticas. Las hermanas Ana y Emilia recuerdan a una interna de la que se habían hecho amigas a través de las rejas. “El Garrigós”, como se lo llama en el barrio, fue mucho más que un asilo para niñas. Para muchas, fue su refugio, su hogar. En una nota periodística del portal ANRed —impresa y exhibida en Casa Gómez en el marco de esta obra— las hermanas Sosa, Mónica y Aída, cuentan el rol que el “Garri” tuvo en sus vidas. Vivían con su madre y hermanos en situación de calle hasta que alguien les pasó la información del Consejo de Minoridad y de allí fueron trasladas hasta La Paternal. Aída: “Pasar de la calle a un lugar limpio, abrigado, con comida todos los días era impensable. Por un lado, el dolor de haber sido separadas de nuestra madre, pero al mismo tiempo la felicidad de estar en un lugar donde nos sentimos protegidas desde el primer momento”. Mónica afirma: “Somos hijas del Estado” .
De ser un instituto de minoridad, el Garrigós pasó a ser un espacio de promoción de derechos para las infancias dependiente de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Argentina (SENAF), pero en marzo de este año comenzó su desmantelamiento. Hubo trabajadorxs despedidxs y se sospecha que, dado el resurgimiento inmobiliario del barrio, el predio podría ser vendido al mejor postor.
El grupo continúa la caminata por un espacio libre de edificios. Pasa por la Asociación Vecinal Círculo La Paternal, donde Ana toma clases de salsa.
En la esquina de Bielsa (ex Morlote) y Paz Soldán está la farmacia donde trabajaba Ana. Las persianas bajas y los estantes despojados dan cuenta de que ahí ya no se venden remedios ni se toma la presión. Ana cuenta que post 2001 el local dejó de abrir, ya que la crisis económica provocó que varios locales de la zona se vieran obligados a cerrar sus puertas.
La Paternal, en especial La Isla, se convirtió en refugio de artistas, con una movida cultural y gastronómica creciente. Dejó de ser una zona barrial gris, barata y mal iluminada y desde hace unos años cotiza en alza en el mercado de compra-venta de inmuebles. Hay más color en el barrio, las paredes lucen murales con el rostro de Diego, siempre vistiendo la camiseta roja del Club Argentinos Juniors . Hay locales que mutaron, una pequeña fábrica ahora es cervecería, la carnicería se transformó en el restaurante de pastas Tita la Vedette, y la que era la casa que alquilaba la familia de mi compañera de escuela primaria Nancy allá por los ´80, ahora es la renovada y coqueta Casa Gómez, desde donde parte la caminata y a donde volveremos después de escuchar los relatos de Ana y Emilia.
Allí veremos cuatro edificios dibujados en tinta celeste, enmarcados y colgados sobre la pared. El Garrigós, la farmacia, el albergue Warnes y el MN Santa Inés, una antigua panadería que cerró al morir su dueño y que una década más tarde fuera alquilada y reacondicionada por la cheff Jazmín Marturet. El ahora restaurante fue reciente ganador de una estrella Michelín y agota las reservas cada fin de semana.
Lxs caminantes volvemos al lugar del que partimos y las hermanas Ana y Emilia nos dicen adiós.
Y así, quienes durante una hora caminamos juntxs, nos dispersamos, abadonamos La Isla y partimos hacia otras tierras, otros puntos geográficos donde también, como Ana y Emilia, tengamos la posibilidad de reconstruir nuestros propios mapas de vida.
Atlas de un mundo imaginado
Sábados 9 y 16 de agosto, domingos 10 y 17 de agosto. Domingo 14 de septiembre y sábado 20 de septiembre
Casa Gómez, Yeruá 4962, CABA.
Actualidad
Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Se concretó este martes la marcha de personas con discapacidad y familiares, frente a quienes el gobierno hizo más de lo mismo: envió Policía y Gendarmería a amedrentarlos y amenazarlos, pese a que no estaban siquiera rompiendo el protocolo. Los gendarmes y policías tuvieron así la notable actitud de empujar y agredir a manifestantes con discapacidad que estaban reclamando pacíficamente por la motosierra aplicada a sus tratamientos, lo cual rompe toda frontera de la palabra «vulnerable».
Compartimos aquí la crónica realizada por el diario autogestivo Tiempo Argentino al respecto, reflejo de lo que está ocurriendo en el país.
Por Tiempo Argentino
Fotos: Antonio Becerra.
En protesta por el veto presidencial a la Ley de Emergencia, organizaciones de personas con discapacidad concentraron frente al Congreso, rodeado por policías y gendarmes. El reclamo se multiplicó en distintos puntos del país.
“Vallaron todo, nos rodearon de una manera exagerada. No es una movilización agresiva, nunca lo fue. No era necesaria tanta policía, tanta militarización”, criticaba Fernanda Abalde mientras emprendía la retirada de la masiva concentración frente al Congreso contra el veto de Javier Milei a la Ley de Emergencia en Discapacidad. Coordinadora de un centro de profesionales en neurodesarrollo y hermana de una persona con discapacidad a quien le recortaron las pensiones, sufre en carne propia el ajuste y el maltrato sobre el sector, que afecta tanto a prestadores como familias.
“Hay mucho maltrato del sistema a las familias, no es un sistema accesible. No solo en lo económico, es agresivo. Este año fue terrible. Hasta junio no estaban autorizados tratamientos presentados en noviembre del año pasado, por ejemplo. Siempre hubo un golpe a la discapacidad, pero este año fue muy atípico, recortaron muchos tratamientos, demoraron las autorizaciones, se planchó el nomenclador”, enumeró Abalde, coordinadora de Pulsar NeuroSocial y miembro del colectivo de Prestadores en Unidad CABA y GBA. “Es un sector con mucha demanda y se lo está desmantelando. Hay muchas familias que no pueden costear sus tratamientos”, lamentó en diálogo con Tiempo.

Represión como respuesta
La protesta había comenzado 11.30. Pasado el mediodía la concentración ya era masiva y comenzó el operativo represivo, con un número desproporcionado de efectivos de Policía Federal y Gendarmería que empujaban incluso a grupos de manifestantes entre los que había personas en silla de ruedas que gritaban contra el veto y solo portaban carteles por los derechos de las personas con discapacidad.

La Ley de Emergencia en Discapacidad busca revertir un panorama que por estos días es desolador. Según un informe reciente de la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (REDI), la pensión por invalidez laboral está congelada en $217.000 y una maestra de integración en la escuela común cobra solo $3.000 la hora, con una demora de 180 días. Todo esto, mientras se recortaron pensiones por discapacidad y la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) proyecta recortar otros cientos de miles. Se trata de pensiones de 270 mil pesos, más un bono que lleva el total a poco más de 300 mil.
“Uno va pidiendo ayuda en la familia, se hace lo que se puede. Pero esperemos que este hombre recapacite”, pidió ante las cámaras Olga, una jubilada que marchó ante el Congreso, dirigiéndose a Milei. “Hay remedios que tuve que suspender. Hay muchas cosas que tienen que cambiar en la casa para poder subsistir. Para poder seguir adelante por mi hija”, dijo a C5N.

Un reclamo federal
La masiva protesta frente al Congreso se replicó también en distintos puntos del país. “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”, había anunciado la Asamblea De Trabajadores de Inclusión (ATI) al convocar para este martes a una Jornada Federal por la Ley de Emergencia en Discapacidad.
Córdoba fue escenario de las protestas más concurridas. Desde la Plaza San Martín de Córdoba Capital, Virginia Els –presidenta de la Cámara de Prestadores de Discapacidad de Córdoba (Capredis)- destacó el gran número de familias que se sumó a reclamar, junto a prestadores, transportistas y profesionales. “El veto incrementó el reclamo. Ahora estamos intentando alzar la voz para que los diputados escuchen el reclamo y vuelvan a votar la ley con los dos tercios necesarios para que se sostenga. Fue algo multitudinario, con mucha más participación de familias que antes”, resaltó.

Los motivos de protesta son varios, pero todos tienen que ver con frenar el maltrato y el ajuste sobre el sector, ante una política cruel que afecta a todos los actores del circuito. “Reclamamos que se actualicen los aranceles, que se contemplen otros criterios para las auditorías. El tema de las prestaciones está en una etapa crítica: las instituciones están cerrando”, advirtió.
El embate contra el sector es tal que está generando un nivel de unidad inédito: “En Córdoba, prestadores, instituciones, profesionales independientes, familias, personas con discapacidad, estamos todos muy unidos. Estamos todos trabajando a la par. Es algo que nunca había sucedido. Nos unió el espanto”, resumió Els.
Franco Muscio, terapista ocupacional al frente de un centro de día en la zona de Sierras Chicas, se acercó a la capital provincial para participar de la protesta. “El servicio es cada vez más precario, una situación alarmante y angustiante y un Estado nacional que no da respuesta. Este año es imposible sostener las prestaciones. Cada vez hay más recortes. No sé cómo vamos a seguir. Las familias son las más perjudicadas”, sentenció ante las cámaras. “Sin espacios como los nuestros, se pierde calidad de vida. Hace diez años que estoy en esto. Nunca había pasado algo así”.

- Revista MuHace 3 semanas
Mu 205: Hay futuro
- CABAHace 3 semanas
Villa Lugano: una movilización en contra del “Máster Plan”
- #NiUnaMásHace 2 semanas
Femicidios en julio: la noticia es el horror
- ActualidadHace 2 semanas
Mendoza movilizada: sábado de caravanazo contra la minera San Jorge
- ActualidadHace 4 semanas
Mapuches en Neuquén: 10.000 personas movilizadas contra la represión y en apoyo a las comunidades originarias