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La persistencia de la impunidad. Caso testigo: la situación en General Mosconi, Salta

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General Mosconi pertenece al departamento de General San Martín, en el norte de la provincia de Salta. Es el conglomerado más importante de esa provincia, luego de la ciudad capital. General Mosconi es un territorio que concentra grandes riquezas naturales, es la segunda cuenca petrolífera y gasífera del país, y está próximo a una de las regiones más ricas en biodiversidad: la reserva de biosfera de la Yungas.La privatización del sector petrolero, de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) trajo aparejado, consecuencias nefastas para la comunidad de General Mosconi. Actualmente ésta enfrenta diversas problemáticas:
Desocupación La altísima tasa de desocupación es una problemática que vienen padeciendo desde hace años los habitantes de General Mosconi. Además de la imposibilidad de retiro jubilatorio por los mecanismos propios del proceso de entrega de la empresa petrolera estatal.
A los jóvenes se les presenta un escenario poco alentador: no pueden continuar sus estudios, ni tampoco tienen posibilidad de encontrar un puesto de trabajo. La falta de oportunidades edu- cativas, la ausencia de proyectos laborales, la dificultad de ser com- prendidos y la necesidad de ser indepen-dientes pone a los jóvenes en situación de especial vulnerabilidad.
La percepción de los adultos hacia los jóvenes que residen en Mosconi no es nada alentadora. En general los adultos tienen una gran preocupación por el avance del consumo de drogas y alcohol que se visualizan fuertemente en los últimos años.
La desocupación trajo aparejada otra problemática: la migración. Así, un alto porcentaje de personas tiene algún familiar que se mudó a otra región y lo hizo hace menos de 11 años, coin- cidiendo con la privatización de YPF y el advenimiento de la desocupación en la zona.
General Mosconi es una caso ejem- plificador, que expresa cabalmente el predominio de grandes capitales priva- dos y extranjeros, en la esfera econó-mica, como consecuencia de reformas estructurales implementadas desde los gobiernos; la extensión de la corrupción en los planos político y económico; el avance en el control de los recursos naturales y estratégicos por parte de empresas extranjeras. La implemen- tación de ese modelo se materializó a través del desarrollo de políticas represi-vas y autoritarias que criminalizan la pobreza y la protesta social, que en este contexto aún siguen estando presentes.
Problemáticas ambientales Un porcen- taje elevado de la población de General Mosconi no posee cloacas, ni gas natural. En el casco céntrico de General Mosconi un 52% de la población no posee cloacas, y un 60 % utiliza garrafa y/o leña. Estas cifras adquieren mayor preocupación, si consideramos las zonas rurales donde la situación es más adversa. Se estima que más del 75% de la población no posee ni cloacas, ni gas natural.
Actualmente la comunidad está pade-ciendo los efectos de la contaminación que se refleja a través de la presencia de diferentes indicadores y diversas enfe-medades. La actividad hidrocarburífera ejecutada por las multinacionales instala-das en la zona, esta comprometiendo severamente la salud de los pobladores, los suelos, las aguas y el aire. Las activi-dades petroleras inciden tanto en los acuíferos, como en los ríos y esteros, por la contaminación proveniente de los desechos que genera, y porque interrum-pe su flujo. La contaminación petrolera no se limita al área inmediata de su operación; ésta fluye con el agua.
Dicha problemática se conjuga con la actividad agrícola presente en la zona basada en el monocultivo altamente dependiente de agrotóxicos. El depar- tamental de General San Martín, es actualmente el tercer productor provincial de soja. De las 90.602 hecáreas plantadas del Dto. General San Martín, 30.380 corresponden a oleaginosas, es decir, soja. Este se convierte así en el tercer departamento sojero de la provincia de Salta (CNA, 2002).
La tala indiscriminada de árboles en el lugar generó desastres ambientales irre- cuperables, desprendimientos de cerros enteros, como sucedió en Vespucio . Se debe rescatar que la región posee una enorme variedad de árboles, conserva árboles de más de trescientos años. Por ello, la Unión de Trabajadores de Deso- cupados de General Mosconi sostiene; “es fundamental exigirle al agro que tenga en cuenta esto, ellos lo saben, pero es importante que la comunidad lo rescate y que no dejemos que maten estas reservas”. Greenpeace viene denunciando el proceso de desmontes de la provincia de Salta, cuyo propósito último es la expansión de la frontera agrícola para aprovechar los precios internacionales de la soja.
Suministro de agua Otro aspecto importante a destacar, es que la zona se caracteriza por tener un clima tropical. Por lo cual, las tempera-turas oscilan entre los 40- 50 grasos, frente a esta situación los pobladores acarrean también con una problemática fundamental, no solo tienen sus aguas contaminadas, sino que arrastran con graves problemas en lo que se refiere al suministro de agua.
Los problemas con el suministro de agua están relacionados con la falta de obras del dique itiyuro (símbolo de la corrupción) y emblema de la realidad del departamento San Martín.
En diciembre de 2005, la empresa Aguas de Salta, que presta el servicio de distribución de agua potable en toda la provincia de Salta (una empresa de capital privado), cortó el suministro en el norte de la Provincia de Salta durante varios días, afectando a las localidades de Mosconi, Tartagal y Aguaray. Según la empresa el acueducto se rompió nuevamente. La empresa mostró no estar preparada con un plan de contingencia y mucho menos en condi-ciones de dar soluciones a problemas estructurales que tiene su origen en la falta de inversiones. Por esta situación la Asociación de Usuarios de Tartagal, Oscar Mongelli y Mario Andreani presen-taron una denuncia penal contra la empresa en el ministerio público, dado que durante tres días ésta suministró el agua con barro, al punto de tener un color totalmente chocolate. La denuncia la recibió el fiscal Mendía Campos, pero fuentes judiciales inobjetables manifes-taron que el fiscal minimizó la denuncia y no le daría curso efectivo con el responsable de Aguas de Salta.
Cabe recordar que el Dr. Nallar, Presidente del Ente Regulador defendió a la empresa y habló de millonarias inversiones, tal como los promocionados pozos de agua que se adjudicaron por contratación directa en noviembre del 2004 y a la fecha solo uno de ellos fue finalmente incorporado en forma reciente a la red de agua. Dichos pozos -que tuvieron que rehacerse pues fracasaron en sus primeros intentos- costaron sumas de dineros excesivas. El Instituto Provincial de Seguros, busca minimizar las responsabilidades empresaria y política del sufrimiento de más de 120.000 habitantes del departamento de Gral San Martín, no hace otra cosa que confirmar el trípode sobre el cual se asienta la inescrupulosa situación del agua: Aguas de Salta, Gobierno Provin- cial y Ente Regulador .
Problemáticas de salud Los problemas de la salud comunitaria plantean situaciones críticas especial- mente para los pobladores, ya que encuentran obturada la posibilidad de ejercer el derecho a la salud. Los obstá-culos simbólicos y materiales que se presentan en el acceso a los recursos oficiales en salud (hospitales, centros de salud, programas sanitarios, etc.) acom- pañado del deterioro en las prestaciones de los servicios sanitarios, incide en los procesos de salud-enfermedad-atención de dicha población.
Como ya se mencionó, General Mosconi también es una de las zonas más perjudicadas del país en lo que respecta a la desocupación. Se trata de un hecho económico, social e histórico con graves efectos materiales, pero que también impacta subjetivamente en los ciuda- danos y ciudadanas mosconenses. En muchos casos, el impacto subjetivo que produce el desempleo se traduce en cuadros severos de angustia, malestar y/o sufrimiento psíquico, adicciones, violencias, etc., impactando no sólo en la persona afectada en forma directa, sino también en sus vínculos.
Los habitantes de la región tienen graves problemáticas relacionadas a sus condi- ciones de vida, por ejemplo en relación al suministro de agua, al cual acceden sólo cuatro horas por día. Asimismo, en los últimos años, la prevalencia de proble- máticas de salud se ha incrementado considerablemente, especialmente aque- llas relacionadas con problemas respi- ratorios, cánceres, hipertensión, diabe- tes, trastornos de ansiedad y depresio- nes, entre otros.
Los lugareños de Mosconi sostienen padecer diversos síntomas (micosis de piel, cansancio, irritación de la nariz, de los ojos,) todos ellos indicadores de la contaminación de la zona.
Los ecosistemas degradados debido a la presencia de aire y/o agua conta- minados, la falta de saneamiento ade-cuado, la alta toxicidad, implican el deterioro de las condiciones de vida y la transformación de los perfiles de salud-enfermedad-atención de la población, con un especial impacto en la población infantil.
El gobierno nacional hasta la fecha no ha diseñado una adecuada estrategia para prevenir futuros impactos en el ambiente y la salud.
Judicialización de la protesta social
Debemos señalar que, Mosconi, aún es uno de los pueblos con mayores índices de judialización de la protesta. Existe una gran cantidad de personas procesadas por denunciar la realidad que viven y exigir puestos de trabajos genuinos. Los procesos judiciales abiertos y la perse-cución policial contra integrantes de la Unión de Trabajadores Desocupados (UTD) de General Mosconi son otro claro ejemplo de ello.
” Durante el 2005, los ex traba- jadores de YPF continuaron reclamando por sus derechos que aún siguen denegados. Recla- maron frente a la embajada de España y frente las oficinas de Repsol, en Buenos Aires, por sus derechos, y por la nacionalización del petróleo y los hidrocarburos. También exigieron la jubilación para la población de General Mosconi, ya que el 90% de la población de General Mosconi trabajaba en YPF. Todavía no se ha resuelto esta situación, el gobierno nacional no ha accionado para resolver esta problemática.
” A mediados del 2005, a José Fernández, referente de la UTD le iniciaron tres nuevas causas judiciales. En palabras de José Fernández: “Estas tres causas nuevas me las iniciaron cuando realizamos un corte a la empresa porteña Contreras Hnos. (La multinacional Pan American Ener-gy ha contratado esta empresa para la ampliación de una planta y un gasoducto), exigiendo pues-tos de trabajos genuinos. Las causas son por amenazas y coacción. Realmente ya no sé qué cantidad de causas tengo. Ellos se manejan así, te acumu-lan causas y te inventan cualquier delito para encarcelarte. Cuando nosotros realizamos denuncias nunca tenemos respuestas. Las multinacionales, los grandes capi-talistas y los políticos utilizan a los derechos humanos como caba-llitos de batalla, pero en la prác-tica concreta los que lucha-mos no tenemos respuestas. Sino no habría tantos presos, ni procesa-dos y habría más repues-tas que represiones. Nosotros exigimos el equivalente a los recursos que tenemos, a lo que las multinacio-nales se llevan de acá. Nosotros le exigimos a todos los gobiernos, no solamente a este gobierno”. (Entrevista, 2005).
” El 14 de septiembre de 2005, mientras reclamaban el pago de salarios a la multinacional Pan American Energy. La policía provincial los reprimió salva- jemente. El resultado de la represión fue la detención de 8 personas y un herido grave.
” La localidad de Gral Mosconi, estuvo prácticamente sitiada por las fuerzas de gendarmería entre mayo de 2000 y diciembre de 2001, período en el cual se registraron las represiones que terminaron con el asesinato de cinco jóvenes (Aníbal Verón 2000, asesinado, Orlando Justiniano, asesinado en 2000, Alejandro Matías Gómez 2000, Carlos Santillán, asesinado 2001, Oscar Barrios, asesinado en 2001), y más de 200 heridos de bala de plomo y goma. Todos estos casos aún se encuentran sin investigar. Son casos impunes. Frente a esta situación, el 7 de diciembre de 2005, una delegación integrada por la abogada Mara Puntano, familiares de los jóvenes asesi-nados y heridos por los hechos ocurridos durante los años 2000 y 2001 en la localidad salteña de General Mosconi, viajaron a Buenos Aires. La presencia de la delegación tuvo como finalidad presentar al gobierno nacional una denuncia de denegación de justicia por parte de las justicias federal y salteña, respecto de la inves-tigación, juicio y castigo de los responsables en las muertes de Matías Gómez, Orlando Justi-niano, Aníbal Verón, Oscar Barrios y Carlos Santillán” y de los más de 200 heridos. Además de la contaminación ambiental en la localidad de General Mosconi atribuida a la actividad de las empresas petroleras que operan en la zona.
La actividad de las empresas petroleras En la zona operan grandes corpora- ciones de petróleo: Repsol y Techint, a través de Tecpetrol.
Se trata de empresas que obtienen ganancias millonarias y de un pueblo empobrecido por la desocupación.
Se estima que la producción anual de la cuenca Noroeste con 1.600 pozos que producen 1 millón de m3 al año y tiene reservas por 11 millones de m3. Argentina se encuentra entre los países del mundo que más bajos impuestos cobra a las petroleras por la explotación y venta de petróleo
Repsol YPF, que tiene el 40% del mercado, anunció que en los primeros 9 meses del año 2005 obtuvo un resultado de 3.997 millones de pesos, un 2,6 % más que en 2004. Enrique Locutura, director general, anunció que la empresa aumentará la inversión en exploración y producción, un 74% de los 6.500 millones de dólares que desembolsará entre 2005 y 2009. Pan American Energy espera para este año un crecimiento del 6% en la producción de petróleo y concentrará sus esfuerzos en incorporar reservas. Además, está llevando adelante exploraciones .
El resultado de Repsol YPF se conformó con una utilidad neta de 6.405 millones de pesos, a lo que se deben restar 2.408 millones de pesos por pago de Ganancias. Las inversiones ascendieron a 2.290 millones de pesos, a lo que se suma un aporte de 207 millones para la ampliación del Gasoducto del Norte, lo que implicó un aumento de 29% sobre las efectuadas entre enero y setiembre de 2004 .
Por otro ldo, recordemos que Repsol invade y contamina varias comunidades mapu-ches en la provincia de Neuquén. El conflicto más conocido es la contaminación del yacimiento de Loma de la Lata, donde las comunidades Kaxipayiñ y Paynemil presentan niveles de intoxicación alarmantes por la acumulación de más de 17 metales pesados en sus tejidos. En 2004, apareció el primer caso de anencefalia fetal. Desde hace años el problema se debate en la Corte Iberoamericana de Derechos Humanos. Por su parte los mapuches han demandado a Repsol por 445 millones de dólares en la justicia ordinaria, ya que las posibilidades de supervivencia cultural han sido arrebatadas a estas comunidades.
Al parecer, la multinacional repite el mismo accionar en otras áreas petrole-ras, entre ellas, en General Mosconi.
El 13 de diciembre de 2005 (Día nacional del Petróleo), el presidente Néstor Kirchner se reunió con el presidente de Repsol YPF, Antonio Brufau, quien detalló la marcha del plan de inversiones de la compañía para el período 2005-2009, cuyo volumen de desembolsos es un 32% superior al del quinquenio 2000-2004.
El gobierno nacional considera “priori- tario” que el Parlamento argentino aprue-be el proyecto de ley enviado por el Ejecutivo para dar incentivos fiscales a la exploración.
Durante 2005, la inversión de Repsol YPF en el área de exploración y desarrollo en Argentina fue de 1.030 millones de dólares (865 millones de euros) y entre sus estrategias está la de intentar obtener la concesión de dominios mineros no explorados aún.
Para el período 2006-2009, la inversión prevista de Repsol YPF en exploración en Argentina es de entre 80 y 100 millones de dólares por año.
Aislados en el departamento de San Martín El 31 de diciembre de 2005 un nuevo suceso afectó a la comunidad del departamento de San Martín, que abarca las localidades de Tartagal, Mosconi, Aguaray o Salvador Mazza, Oran y Embarcación. Aproximada-mente a 75 Km. al sur de la ciudad de Tartagal (Capital del Departamento San Martín), tras una fuerte crecida del cauce el puente sobre el río Seco, ubicado a 15 kilómetros de Embarcación se cayó. Dicho puente constituye el único punto de unión con el resto del territorio nacional.
La situación de aislamiento afectó a la totalidad de la población. Cabe recordar que desde hace tiempo la comunidad del departamento de San Martín viene teniendo graves problemáticas con el suministro de agua, ya que la provisión de la misma se cumplía de manera irregular, situación que en diciembre de 2005 se agudizó aun más. La población quedó sin suministro de agua durante semanas enteras, sin una gota de agua en una zona de clima tropical. Además, la zona sufrió también la caída de las torres de media tensión, motivo por el cual el departamento San Martín durante semanas se quedó sin el servicio, al no contarse con la electricidad para bom- bear el agua a las plantas de purificación.
La única medida que hasta el momento han tomado las autoridades provinciales y nacionales en lo que respecta al deficitario suministro de agua que brinda la empresa la empresa Aguas de Salta fue que los vecinos de los barrios de Tartagal y de General Mosconi afectados por la falta de agua durante el mes diciembre, no tendrán que pagar el servicio, según lo dispuesto por el Ente Regulador de los Servicios Públicos (ENRESP).
Esta situación -y las consecuencias que produjo- generó el aislamiento de más de 200 mil habitantes que habitan en el norte de nuestro país. Eventos que sin duda continúan acrecentando el estado de vulnerabilidad de la población norteña, la cual desde hace más de quince años viene padeciendo los efectos que en términos de despojo y conculcación de los derechos más elementales han tenido las políticas privatizadoras, de la mano de las grandes empresas multinacionales. Ahora aislados, sin combustible, ni medicamentos, sin alimentos ni suministro eléctrico, sin agua potable y un sinnúmero de otras cosas que se tornaron escasas, simplemente porque “no llegan”. Los comercios de productos alimenticios, los hospitales y las farmacias entre otros, sufrieron la escasez de mercadería y elementos básicos para su primordial funcio- namiento (por ejemplo el Hospital zonal se quedó sin oxígeno).
En este sentido, es necesario consignar la responsabilidad de las empresas petroleras. De ninguna manera se puede aceptar el argumento de que se debe a la inclemencia del tiempo, ya que las lluvias registradas en el lugar no fueron muy superiores al promedio histórico. Recordemos que se produjeron socavones y quebradas a lo largo de la ruta 34; las aguas se llevaron parte de la canalización del río Tartagal y numerosas viviendas. En Vespucio hay amenazas de aludes de lodo. En barrios de Mosconi y Tartagal, hay calles que se convirtieron en canales de un par de metros de profundidad, que amenazan las viviendas desde los cimientos.
Frente a este escenario, el obispo de Orán, monseñor Jorge Lugones, no sólo denunció que el gobierno salteño preten-de “tapar” la situación y que “ningún medio de prensa provincial publica lo que ocurre”, sino que reveló la existencia de numerosos casos de meningitis.
En realidad, esta catástrofe es conse-cuencia de la destrucción ambiental. Los desmontes masivos -por el crecimiento de las grandes plantaciones de soja- y las picadas y voladuras que realizan las petroleras para la construcción de gasoductos y para estudios sísmicos, modificaron total-mente las cuencas altas de los ríos y alteraron el sistema de escurrimiento de las aguas. El suelo de la zona, al perder su cubierta verde, se erosiona con facilidad y grandes masas de sedimento son arrastradas alterando todos los cursos de agua.
Por otro lado, estos hechos mostraron la ausencia de una política nacional y provincial destinada a evitar y prevenir la depredación del suelo, la devastación de los bosques y montes, la contaminación de nuestros ríos, y la expropiación de nuestros recursos.
Así, lo sucedido da cuenta de cómo la población continúa siendo víctima de los grandes poderes asentados en la región, con la complicidad de los gobiernos provinciales y nacionales. El norte argentino se ha convertido en una suerte de “región liberada” tanto para las multinacionales petroleras, como para los grandes productores de soja, quienes tienden a desarrollar un monocultivo intensivo, lo cual se traduce en términos de creciente desforestación y pérdida de biodiversidad.
Las primeras respuestas Frente a estas problemáticas, la comu- nidad comenzó a denunciar las diversas y elementales privaciones a las que son sometidos y a exigir que la situación se soluciones lo antes posible. Diferentes organizaciones entre ellas, la Unión de Trabajadores de Desocupados de Mosconi, que desde hace años vienen denunciando el despojo al que son sometidos, salieron una vez más a reclamar, a exigir una solución a los diversos problemas que padecen en lo cotidiano. Pero una vez más, el 24 de enero de 2006, recibieron la respuesta de siempre: así, la gendarmería reprimió a trabajadores desocupados de la UTD y vecinos de Gral. Mosconi que se movilizaban hacia el municipio de Tartagal para exigirle al vicegobernador de Salta Walter Wayar, la realización de obras públicas que permitieran solucionar cuanto antes la situación de aislamiento y desastre geológico que están padeciendo los pobladores.
El resultado fue veintitrés detenidos, vehículos secuestrados y varias personas severamente heridas con balas de goma. Las detenciones ocurrieron en lugares muy alejados del hotel donde estaba el vicegobernador. Walter Wayar, quien prefiere reunirse con representantes de las empresas petroleras apostadas en la zona, para tratar temas relacionados a los problemas de aislamiento que sufre esa región y reprimir a los lugareños.
Juan Carlos Fernández, Dirigente de la Unión de Trabajadores Desocupados de Gral. Mosconi fue uno de los detenidos y heridos de la represión desatada. Según Fernández: “Estábamos esperando que nos recibiera el vice Gobernador Walter Wayar, al que le entregaríamos un informe con fotografías satelitales sobre los últimos desplazamientos del rió Seco por losa desmontes indiscriminados y sin control que se realizan en cerros de la zona, lo que estamos denunciando desde hace más de 10 años, también le entregaríamos a Wayar una propuesta de construcción del nuevo puente realizada por desocupados de la zona”. Aclara Fernández: “Cuando inexplica-blemente los policías de la guardia de infantería trasladados desde Salta capital, comienzan a golpearnos sin haber ningún motivo. Luego disparan perdigones de goma y armas de fuego, lanzan gases reprimiéndonos feroz- mente, es cuando recibo los impactos de bala de frente y de espalda; luego me detienen para seguir golpeándome. Pensé que me mataban”
Frente a la represión, la comunidad prosiguió reclamando y los días poste- riores continuaron con diferentes actividades de reclamo (asambleas, cacerolazos y concentración en la plaza central).
La realidad es que nadie se ocupó del Departamento durante casi un mes mientras la población continúa sufriendo desabastecimiento de alimentos, com-bustible y medicamentos.
Desde el gobierno nacional, recién el 3 de febrero de 2006 se anunció que se gestionará un fondo de emergencia para el departamento San Martín, a través del Ministerio del Interior, dado que la zona se encuentra en emergencia hídrica. La Nación se comprometió a invertir de entre 40 y 50 millones de pesos en el departamento San Martín para atender la emergencia que dejó abierta la caída del puente carretero que cruzaba el río Seco. Tampoco se descartó asignar otra partida de 100 millones de pesos para la realización de obras que la Provincia considera postergadas y otras que el Gobierno central presupuestó el año pasado pero no ejecutó, como el aeródromo de General Mosconi, la línea de media tensión para Anta, la ruta Tolombón-Hualinchay y la cárcel federal en General Güemes . Finalmente, el 15 de febrero de 2006 el Gobierno firmó el contrato para la construcción de un nuevo puente sobre el río Seco y la readecuación de accesos, para superar los problemas de comunicación en el norte salteño. La obra comenzará la hacia fines de febrero y estará lista en ocho meses. De esta manera, se reemplazará al viejo puente que al romperse por una crecida del río dejó incomunicado al departamento de San Martín con el resto de la provincia semanas atrás y que transitoriamente se trató de remendar con un paso provisorio.
En palabras del ministro de la nación Julio de Vido: “Estamos trabajando en la provincia de Salta en equipo en forma permanente con el staff del gobernador Romero, con los senadores y diputados nacionales en forma continua, a los efectos, como decía el intendente de Tartagal, de poder incorporar a esta suerte de zona periférica del país, transformarla y darle toda las posibilidades y potencialidades que tiene el resto de la Argentina. A su vez el ministro sostuvo: “a partir de la reestructuración de la actividad petrolera, donde muchísima gente quedó fuera del circuito laboral, donde muchas ciudades en las cuales las empresas del Estado habían estado durante muchos años no tuvieron los servicios, las obras de infraestructura necesarias. Porque también hay que hacer el análisis de qué pasó en los 50 años de la empresa estatal y ver que realmente ni el sur tiene una destilería ni las localidades del departamento San Martín tienen redes de cloacas y gas. Creo que esa autocrítica debemos hacerla y es una falencia a la cual este Estado presente tiene que dar respuesta”.
En fin, mientras el ministro públicamente realiza estas declaraciones en la zona no se ha tomado ningún tipo de medida frente a las prácticas de contaminación que vienen llevando a cabo las petroleras y los sojeros desde hace años.
Casos que continúan sin ser esclarecidos
Alejandro Matías Gómez y Orlando Justiniano
Asesinados el 9 de mayo de 2000.
Para el 9 de mayo de 2000 los piqueteros de General Mosconi y del Departamento San Martín ya llevaban varios días de protesta sobre la ruta 34, reclamando por puestos de trabajo y por mejores condiciones de vida.
El juez federal nº 2, Miguel Antonio Medina, señalaba a la prensa que “en la zona se ha montado una suerte de operativo militar” por parte de los manifestantes. Anticipaba que no habría más intimaciones y que en las próximas horas se recuriría a la fuerza para desalojar la ruta 34 en el acceso a General Mosconi.
La historia oficial cuenta que encuentran los cuerpos de Justiniano y Gómez en Yuto, en la jurisdicción de Jujuy, al costado de la ruta, víctimas de un accidente de tránsito. El jefe de la comisaría de Yuto en el departamento jujeño de Ledesma, comisario Vicente Jiménez, determinó que a las 23:40 del 9 de mayo los efectivos policiales recibieron una alerta telefónica que informaba sobre un accidente ocurrido unos minutos antes. La comisión policial encontró la camioneta Toyota en la localidad de Arroyo Quemado. El cuerpo de Alejandro Gómez fue supuestamente hallado en la banquina, y el de Orlando Justiniano se habría encontrado sobre el asfalto de la ruta, ambos ya muertos.
Alejandro Matías Gómez era un chico que colaboraba como periodista en una radio; Orlando Justiniano era un chico que trabajaba de albañil. Entre las 15 y 16 horas del 9 de mayo de 2001, ambos estaban juntando leña con otros compañeros, para llevar al piquete, cuando se les cruzó una camioneta traffic blanca de donde descendieron cinco policías de la provincia de Salta. El primero en descender tomó el arma, una escopeta, y disparó un tiro. Luego bajaron los otros y dispararon.
Uno de los que estaba con ellos, Luis Alberto Valdivieso, que tiene un tiro en la cabeza, es el testigo que dice, ahí nomás que pasa el hecho, a saber, que se les cruzó una traffic blanca, de la que bajaron los policías uniformados y empezaron a disparar a quemarropa. Él recibió un tiro en la cabeza y se escapó por el monte. Y a los otros se los llevaron y después aparecieron tirados al costado de la ruta. Los cuerpos se encontraron sin uñas de los dedos.
Hay testigos que vieron una camioneta blanca, con policías en su interior, que llevaban en la caja tres cuerpos cubiertos con bolsas negras.
Entrevista a Jacoba Olarte, madre de Alejandro Matías Gómez
“Fue el 9 de mayo del 2000, en el corte de ruta en General Mosconi. Mi hijo fue a ayudar a sus compañeros en una camioneta, trayendo leña, gomas y comida. Pasó por casa, se bañó, me pidió cinco pesos. Le di lo único que tenía. De ahí no lo vi más, hasta que me llamaron el día martes a la mañana, cuando yo estaba en el campo, para avisarme del supuesto accidente. Ahí me enteré que había fallecido, hasta que lo vi en la Morgue y lo comprobé”.
“Hay muchas pruebas que no fue un accidente. Tenía una pupila más dilatada que la otra, la boca abierta, las marcas de las esposas en la mano, le faltaban uñas, como si lo hubieran torturado”.
“Tengo una grabación de mi hijo en el que él le pedía al Comandante Hidalgo, que no reprima, que él también tiene hijos. Y al día siguiente desapareció. ¿Por qué lo mataron? Había visto mucho, hay muchas cosas sucias que no se pueden descifrar todavía”.
“A todas aquellas madres que hallan perdido a su hijo, por la represión o por el gatillo fácil, les decimos que no bajen los brazos. Acá con Primitiva Ruiz, que es la madre de Justiniano, no vamos a bajar los brazos. Y pienso que la vida de los hijos no tiene precio, por nada del mundo. Porque una es la que lo ha parido y una es la que lo ha criado. Como dijo Primitiva en un discurso, estamos preparados para perder una madre, un hermano, un tío, un cuñado, pero no un hijo. Y que lo saquen de la forma que lo sacaron, es imposible aceptarlo. Es muy doloroso. Por eso les pido a todas las madres del mundo, que no bajen los brazos. Y que sigamos en la lucha. Para que esto se aclare”.
Aníbal Verón
Asesinado el 10 de noviembre de 2000

El jueves 9 de noviembre del año 2000, en la ciudad de Tartagal, provincia de Salta, un grupo de empleados dejados cesantes reclamaban más de ocho meses de sueldos adeudados por la empresa Atahualpa, acompañados por desocupados de Tartagal y Mosconi. A través de sus protestas expresan nuevamente las desigualdades sociales, decidiendo realizar un corte sobre la ruta nacional 34. El mismo se concretaría frente al acceso sur de General Mosconi a las 20 horas.
El día jueves 9 de noviembre, a las 22 horas se presentó sobre la ruta nacional 34 el juez federal Abel Cornejo, acompa- ñado de un comandante de gendarmería nacional y autoridades policiales. Según las denuncias, éste “reunió a los presentes para informarles que en ningún momento ordenaría la represión, manifestando que se quedaran tranqui-los, que era un juez de la causa y que es el único que puede dar la orden de represión”.
El juez Abel Cornejo es uno de los responsables del asesinato. Su situación está muy comprometida legalmente por la muerte de Aníbal Verón, el 10 de noviembre del año 2000. Él estuvo durante todo el tiempo en la zona. La noche anterior al asesinato de Verón, estuvo en la ruta y les dio su palabra a los piqueteros de que no iba a haber represión, que se quedaran tranquilos que ya venían los arreglos. A las 7 de la mañana vino la represión y lo mataron a Verón. Sospechosamente Verón depen- día de una empresa (-Atahualpa-)de un pariente del gobernador. Le debían 8 meses de sueldo.
En la madrugada del 10 de noviembre la policía provincial reprimía con crudeza a los manifestantes. Aníbal Verón caía, asesinado de un balazo en la cara. Posteriormente el médico Luis Flores certificaba que el deceso de Verón se había producido por herida de arma de fuego, lo que le provocó un paro cardiorrespiratorio traumático.
Luis Ricardo Gil, cuñado de Verón, que se encontraba dentro del grupo de manifestantes y cerca de Aníbal Verón, declara: “del grupo del personal policial que tenía enfrente, a escasos nueve metros del grupo de choque, se levantó uno de los uniformados, quitó el protector que tenía en su casco y con su arma apuntó directamente hacia delante y efectuó el disparo. En el acto cayó mi cuñado Verón, terriblemente herido con un disparo en la cara”.
Entrevista a Enriqueta Gómez, esposa de Aníbal Verón
“Los responsables son el gobierno y el propio juez, que fue anoche a decir que no iban a reprimir. Y también Sonia Escudero (actualmente senadora del PJ) es responsable de todo lo que sucedió, porque ayer nos dividió con los aborígenes. Pero el gran culpable de que mi hijo haya quedado sin padre es el gobernador Romero, que mandó al juez que estuvo anoche, Abel Cornejo, a decir que nos quedásemos tranquilos, porque no iba a pasar nada”.
“Yo estaba a una distancia que no me dejó ver quién disparó el arma, pero fue del lado de los policías. Nosotros no teníamos armas en el corte, ya que éramos un grupo en el que estábamos todos juntos, no hacía falta nada de eso. Y es con ellos que estaba mi marido cuando lo balearon; mi hermano estuvo cerca y el vio cómo le pegaron, y cómo cayó”.
“Todo esto le pasa por pedir trabajo y por querer cobrar la deuda que le debían en Atahualpa, donde él trabajó 17 años y lo echaron como si nada, y no le pagaron”.
“Les pido el máximo apoyo para esclarecer el asesinato de mi marido como así también de los otros chicos caídos en mayo. Les doy las gracias a todos aquellos que tienen en la memoria a Aníbal Verón; yo me quedé con cinco hijos, y sacaré fuerzas para seguir luchando para obtener justicia y que se conozca al asesino de Aníbal Verón”.
Oscar Barrios y Carlos Santillán
Asesinados el 17 de junio de 2001

A fines de mayo de 2001, los obreros que trabajaban en la construcción del hospital de Mosconi pedían un mínimo salarial de dos pesos con cincuenta por hora laboral. Ante la negativa, decidieron ir a la ruta, con el apoyo de Unión de Trabajadores Desocupados.
Con más de dos semanas de corte sin respuesta del gobernador, los piqueteros convocaron para el 17 de junio una asamblea nacional de agrupaciones piqueteras. Mientras tanto, Romero declaraba ante la prensa que no realizaría ningún tipo de negociación con “delincuentes” y “sediciosos”, refirién- dose con estos términos a los desocupados.
El 17 de junio el juez federal Cornejo ordenó a gendarmería nacional la recuperación a cualquier precio de la ruta nacional 34. En el llamado “Operativo Recuperación de la 34”, el juez argumentó la decisión por una denuncia de la petrolera del lugar acerca del supuesto ingreso de un grupo de encapuchados a sus instalaciones.
En las primeras horas de la mañana del domingo 17, los pobladores de Mosconi se aprestaban a celebrar el día del padre, ignorando la magnitud del operativo represor que implementaría la gendarmería nacional avalada por el juez del caso. En el asalto fueron asesinados Omar Barrios y Carlos Santillán. Manuel, hermano de este último, se encontraba a su lado en el momento trágico: asegura que lo fusilaron los francotiradores de gendarmería que estaban apostados sobre los tanques de combustible de la petrolera.
Durante el Operativo Recuperación de la 34, según la versión del juzgado federal, hirieron casi a un centenar de civiles. Sólo un ejemplo, el joven Iván Dorado quedó parapléjico por un disparo que recibió en su espalda.
En el transcurso del acto represivo los medios de comunicación nacional daban a conocer la versión oficial. El juez Cornejo, el ministro del interior Mathov, y el ex secretario de seguridad provincial Daniel Nallar, decían que las fuerzas de seguridad habían sido emboscadas por los piqueteros, quienes además serían apoyados por grupos de francotiradores civiles escondidos en el monte. Desde luego, negaban la evidente presencia de francotiradores del grupo de elite de gendarmería.
Contacto:
UTD Mosconi: (03875) 481094
[email protected]

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La imagen proyectada: La Ronda en la mirada de Lina Etchesuri

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Séptima entrega del registro colaborativo de la ronda de las Madres de Plaza de Mayo, realizada por la fotógrafa de lavaca Lina Etchesuri.

Toda la producción será entregada a ambas organizaciones de Madres y al Archivo Histórico Nacional. Invitamos a quienes tengan registros de las rondas realizadas estos 40 años a que los envíen por mail a [email protected] para sumarlos a estos archivos. Esta iniciativa es totalmente autogestiva.

Ese jueves hacía 38 grados de calor pero parecían 43. El calor quemaba y picaba.

Faltaba el aire, el que había estaba caliente y la humedad pegoteaba.

El día que acompañé a la Ronda haciendo fotos para este proyecto, fui descubriendo imágenes a medida que los pasos y las sillas de ruedas daban vuelta como siempre, hace 2392 jueves.
La ronda siempre me emociona. Mucho. Las miro a las madres y veo proyectada las fotos de sus hijxs en su mirada, hacia delante, repitiendo Presente como un mantra de presencia y resistencia. Lxs veo a ellxs en imagen, mirando de frente en su juventud detenida. Veía a Elia, que ronda en silla de ruedas, con la foto de su hijo Hugo Meidan, desaparecido el 18 de febrero de 1977, hace 47 años, y pensaba si ese día hizo tanto calor, si la luz tenía esta misma inclemencia.

En las rondas transcurre un tiempo extraño, persistente y atemporal. Las hermanas abrazan las fotos de sus desaparecidxs, gritan sus nombres con contundencia, caminan junto a las madres, junto a nosotrxs.

Transforman el tiempo y la imagen en un futuro posible.

Sobre Lina

Soy Lina Etchesuri. Fotógrafa, editora y docente

Soy parte de la cooperativa Lavaca desde hace más de 12 años donde hago todo lo que me describe y más. Me hace sentir muy orgullosa y feliz.

Estudié con Filiberto Muganini en el Rojas durante los 90s. Hice la carrera de fotógrafa en la Escuela de foto y artes visuales de Avellaneda, durante el 2001 y los años siguientes. 

Me seguí formando en talleres visuales con mi querida Julieta Escardó y muchxs más.

Viajé haciendo fotos durante algunos años: conocí al subcomandante Marcos y le saqué una foto en la que se está riendo. Estuve en Cisjordania, Palestina, durante 3 meses, viviendo retratando la vida bajo la ocupación. 

Junto con algunas personas y amigxs fundamos MAFIA en 2012, un colectivo de fotógrafxs que sigue hasta hoy.

Coordino talleres de foto e imagen.

Soy mamá de Fermin.

Y me encanta hacer todo lo que hago.

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Un abrazo contra la motosierra

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Sin presupuesto actualizado (“cada 10 pesos del año pasado, hoy tenemos 2” informa el rector de la UBA) las universidades y los hospitales en “modo ahorro” deben cortar la luz, los ascensores, reducen cirugías, no tienen insumos. La imagen del Clínicas, uno de los más importantes del país: “Los pacientes se están quedando sin comida”. Hoy una gran concentración frente a ese hospital escuela simbolizó un abrazo en defensa de la salud y la educación pública, mientras el gobierno nacional juega a pelearse con las prepagas, y el de la Ciudad a subvencionar a quienes mandan a sus hijxs a colegios privados. ¿Qué pasa con lo público? ¿Cuándo comenzó el desastre? Distintas voces (directores de hospitales, rectores de universidades, trabajadorxs) relatan la realidad y los datos motosierra; la organización como única salida; y el canto “la UBA no se vende”, mientras la realidad, o los números, parecen indicar otra cosa.

Por Francisco Pandolfi

Un abrazo contra la motosierra

“Se defiende, la UBA se defiende”, fue uno de los hits / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Clarisa y Caetana acaban de salir de cursar dermatología. Clarisa tiene 24 años y lleva puesto un ambo azul marino. Caetana, de 23, uno verde oscuro. Son alumnas desde hace seis años de la Facultad de Medicina y hace tres caminan por los pasillos del Hospital de Clínicas, ya en la etapa de las prácticas. “Hace un rato terminamos una clase en la que no teníamos vendas”, dice Clarisa. Su compañera agrega: “El otro día, en un práctico, nos faltaba vaselina para curar las úlceras; sí, vaselina, probablemente el producto más básico y barato que se necesita”.

Alrededor de ellas hay una multitud, con ansias de visibilizar la gravedad de la situación.

Clarisa, Caetana y la marea contra el ajuste / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

“Estamos funcionando al 30%”, comparte Marta, médica desde hace 38 años en el Clínicas.

“Los pacientes se están quedando sin comida”, cuenta Susana, auditora. 

“Soy empleado de limpieza del hospital, monotributista, trabajo cinco días por semana, siete horas por día y mi sueldo no supera los 150 mil pesos”, confiesa Diego Ruiz.

“Ya debimos reducir las cirugías y no atender a algunos pacientes”, expresa Marcelo Melo, el director del Hospital de Clínicas.

“Estamos económicamente por debajo de un 80% sobre el presupuesto que deberíamos tener. Cada 10 pesos del año pasado, hoy tenemos 2”, precisa Ricardo Gelpi, rector de la Universidad de Buenos Aires.

Un abrazo contra la motosierra

Susana Dionisio, y la esperanza que genera el juntarse / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Tiempos de abrazos

“La biblioteca destinada a la educación universal es más poderosa que nuestro ejército”.

José de San Martín.

Al libertador de la patria se lo homenajea con su nombre en calles y avenidas; clubes deportivos, teatros y centros culturales; plazas y parques; hospitales y universidades.

Y también en un hospital-escuela: el Hospital de Clínicas José de San Martín, dependiente de la Universidad de Buenos Aires y dedicado a tres ejes clave para el desarrollo de cualquier sociedad: la asistencia, la docencia y la investigación.

Son tiempos de clases abiertas; de paros y movilizaciones; de una marcha nacional universitaria a realizarse el próximo martes 23 de abril. Son tiempos de contar en cuántos meses y en cuántos días las universidades se quedarían sin presupuesto hasta cerrar sus puertas.

Son tiempos de abrazos.

Uno de ellos se forma con un montón de brazos, este jueves por la mañana, en la puerta del Hospital de Clínicas. Médicos, docentes y no docentes, estudiantes, le brindan un espaldarazo simbólico al Hospital de Clínicas, ubicado en el límite de los barrios porteños de Recoleta y Balvanera. Sobre la Avenida Córdoba, miles de personas se reúnen en la puerta principal para reclamar por el recorte presupuestario en todas las universidades del país, y en particular de las universidades escuelas.

Hay equipo en el Hospital de Clínicas /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Los cuerpos aplauden. Están vestidos con guardapolvo blanco; con ambos celestes y azules; con chaquetas bordós y verdes. De fondo, un telón negro enorme sirve de súplica para estos momentos. Es un ruego a la sociedad toda; y una exigencia, también, puertas adentro: “Defendamos la UBA”. Delante de la banderota se sostienen grandes letras blancas, hechas con cartulina, a mano, a pulmón, a necesidad de que el reclamo se vea un poco más. “La salud se defiende”, se lee, mientras se canta al unísono: “No se vende, la patria no se vende”. Minutos después, se cambia sólo una palabra: “No se vende, la UBA no se vende”.

Pero la realidad no parece indicar lo mismo. 

Problemas de fondos

Luego del abrazo, se rodea al hospital y en otra de las puertas de la institución, sobre la calle Paraguay, se lleva a cabo una conferencia de prensa. Marcelo Melo, el director del Hospital de Clínicas, va al hueso: “Ya tuvimos que optimizar los recursos, que son insuficientes; no podemos comprar insumos, ni hacer transferencias porque no hay licitaciones de presupuesto que avalen las compras. Mientras, tenemos un montón de pacientes internados”. Sigue: “Es muy difícil no usar la luz en un hospital; no usar los ascensores cuando los pacientes necesitan usarlo… Lo mismo pasa con la calefacción. El año pasado estábamos orgullosos de haber comprado y cambiado la caldera, y este año no sabemos si va a funcionar, porque el modo de ahorro va a estar en el gas, en la luz, en todo”.

Le cambia la cara. Se tensa, aún más. “Poner a un hospital en modo ahorro es una agresión al médico. Es muy difícil mi lugar, el tener que decirle a mis colegas si pueden atender o no a alguien. No estamos haciendo una buena medicina con estas cosas”.

Un abrazo contra la motosierra

Marcelo Melo y Ricardo Gelpi en conferencia de prensa /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

A su lado está el rector de la UBA, Ricardo Gelpi, acompañado por el Secretario de Hacienda Matías Ruiz. Juntos, definen lo terrible: “La UBA tiene dos partes principales en las que se divide el presupuesto. Una es la salarial, que consume entre el 85% y el 90%; y después está el gasto de funcionamiento, que consume entre el 10 y el 15%”. Desmenuzan: “En lo salarial hubo un recorte en términos reales ajustado por inflación del 35%, lo que significa que si en noviembre un docente o un trabajador cobraba 100 pesos, hoy cobra 65”. 

Sobre los gastos para el funcionamiento: “Lo dividimos en salud y en educación. En educación este año las partidas arrancaron congeladas al presupuesto del año 2023; hubo una actualización parcial del 70% desde marzo; pero en términos interanuales eso significa un 58% de actualización, comparado con una inflación de casi un 300% interanual. Por el lado de la salud, empezamos el año sin presupuesto, ya que la partida devengada del año 2023 no había sido asignada hasta esta semana”.

Tomar la calle en defensa propia / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Peligro de cierre

¿La partida ya firmada –pero aún no depositada–, es un remedio? “No, para los hospitales universitarios será de la misma magnitud nominal del año pasado. O sea, no es una actualización, ni un incremento”. Subraya el rector: “Estas partidas no están ajustadas por inflación, lo que significa que sólo podrán estirar un tiempo esta situación, pero estamos lejos de estar conformes. Si se mantiene esa partida, podremos funcionar como venimos dos o tres meses más. Y después, así las cosas, la UBA cierra, porque si no hay plata, no hay plata”.

El Secretario de Hacienda suma un dato, que agudiza el cuadro: “El pago de la energía eléctrica en el último año se multiplicó por siete. Y si comparamos con febrero de este año, sólo los últimos dos meses, se multiplicó por cuatro”. Y ejemplifica con una cuenta que no cierra: “El crecimiento del gasto, sumado a las partidas congeladas, hace que crezca más rápido el gasto que tenemos la universidades y empeorando cada vez más el funcionamiento”. 

Un abrazo contra la motosierra

La educación, la salud y la ciencia, en juego; en venta / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

“El mal funcionamiento es de hace años”

La falta de recursos no empezó en la era Milei. Marta, médica desde hace 38 abriles, describe: “El mal funcionamiento viene de años, como consecuencia de malas administraciones anteriores. Y ahora, este recorte presupuestario es el tiro de gracia”. ¿En qué se venía mal? “De 12 quirófanos funcionan 5 y hay numerosas salas cerradas; cada vez se va achicando más la estructura, deteriorando y no hay presupuesto para mantenerlo”. 

Clarisa, alumna, añade: “El edificio tiene un montón de falencias, es muchísima la cantidad de arreglos que harían falta y esto viene desde hace años. Con este recorte, el único futuro que veo es que se caigan las paredes… Me da mucho miedo e impotencia”.

Florencia trabaja hace 10 años y el amor que siente por la entidad viene de familia: “Mi mamá trabajó ahí; mis dos hijos fueron a ese jardín; le salvaron la vida dos veces a mi mejor amiga; curaron a mi papá, a mi abuela”.

Admite que el hospital “siempre tuvo pocos recursos; siempre hubo carencia de insumos”. Profundiza: “La situación no viene bien hace mucho; las personas que deben hacer el presupuesto no valoran la calidad humana ni la cantidad de atenciones que se realizan por día. El hospital siempre tuvo lo básico, y en muchas oportunidades debimos conseguir insumos por fuera, siempre tardó en llegar el material que se necesitaba”.

Carteles, ruido, sonrisas: estrategias contra el recorte / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Orgullo nacional 

El Hospital de Clínicas es considerado uno de los hospitales más importantes de la Argentina y de América Latina. Se fundó en 1881 y allí se realizaron varios procedimientos por primera vez. Algunos hitos que nacieron entre sus paredes que hoy yacen descascaradas: la aplicación de la insulina, el cateterismo cardíaco, las residencias médicas, las punciones de riñón, las operaciones filmadas. Dice la médica y hoy auditora Susana Dionisio: “En este hospital se formaron la mayor parte de los médicos de renombre que hay en toda la medicina prepaga”. Suma otro caso testigo: “Hay que acordarse de acontecimientos como el de la AMIA, cuando sucedió el atentado este hospital recibió a la mayoría de los heridos, y fue gracias a este hospital que se salvó a muchísima gente. Entonces, podés hacer un comité de crisis, pero si al mismo tiempo desfinanciás a la educación, está muy mal. El presidente se merece un juicio político y la oposición tiene que pararse y ser una oposición real, sino perdemos la democracia”.

Marta Cora Eliseht es médica de obstetricia del hospital de Clínicas y docente de la Facultad de Medicina. “El Clínicas es fundamental, un orgullo nacional; no sólo cumple funciones asistenciales, sino también de docencia en áreas de pregrado y postgrado; esta es la sede de infinidad de carreras. Somos especialistas en obstetricia y atendemos muchos embarazos de alto riesgo, casos que no se atienden en otros lados”. 

Un abrazo contra la motosierra

Marta es médica en el Clínicas desde hace 38 años /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

En el hospital trabajan más de 3.200 empleados y se atienden alrededor de 365 mil personas al año. En lo educacional, cursan por año cerca de 1500 alumnos. “Hay cinco cátedras y estudiamos 300 personas promedio en cada una. Este es el hospital escuela más grande del país”, explican Clarisa y Caetana, estudiantes de medicina. 

Las palabras de Sofía, que integra la comisión interna, laten: “El hospital-escuela literalmente es el corazón de la UBA, donde se retroalimenta la ciencia, la investigación, la educación, pero sobre todas las cosas la salud pública, con todo lo que conlleva ese concepto de gratuidad e inclusión. Queremos seguir brindando la atención de calidad a los y las pacientes, pero sobre todas las cosas contar con un financiamiento que nos permita que nuestra casa, como así consideramos al hospital, siga funcionando. No queremos tener el privilegio de pisar la UBA, sino el derecho de seguir en ella”.

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Una que pedimos (casi) todxs /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Un dolor inenarrable

El hit se vuelve a cambiar: “Universidad de los trabajadores, y al que no le gusta se jode se jode”, se vocifera con angustia y con firmeza, en un clamor popular que hiela la sangre. Las y los laburantes le dan magnitud al problema. La obstetra Marta Cora Eliseht dice: “En el sector no tenemos espéculos, vidrios para hacer papanicolaou, guantes, gasas, algodón, lo básico. Los profesionales de la salud estamos intentando conseguir donaciones de entidades privadas para suplir las faltas”. Sintetiza: “Estamos sufriendo un ataque artero a la universidad pública”.

Susana Dionisio es médica desde hace 49 años. Quince los trabajó en el Clínicas, donde ahora es auditora. “Sentimos un dolor que no se puede narrar. Los pacientes se están quedando sin comida y solidariamente se intenta ayudar entre sindicatos, médicos y administrativos, pero los insumos médicos no los podemos comprar. Ya se está cortando la luz a cierta hora, no se puede creer”. 

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La potencia de Elsa Carrizo, la potencia de lo colectivo /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Elsa Carrizo es delegada general de la comisión interna del Hospital de Clínicas. Tiene puesto un guardapolvo blanco, que lleva el logo de la institución. Se lee: “Fundado en 1881”. Dice: “Trabajamos con obras sociales, pero es impresionante la cantidad de gente sin obra social que viene, alcanza con ver las colas que se forman a la mañana. Ya no tenemos insumos ni para el mantenimiento, ¿con qué vamos a limpiar? Hay un combo de muchísimas necesidades en el hospital”.

“Últimamente no nos estuvieron entregando secadores”, detalla Diego Ruiz, empleado de maestranza. Cobra menos de 150 mil pesos por mes y sólo el monotributo para facturar (no está en planta permanente) le cuesta alrededor de 18 mil. “Estamos en una situación de mierda, personalmente para mí es imposible llegar a fin de mes”.

Un abrazo contra la motosierra

Diego cobra menos de $150 mil por mes. Y no es una joda / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Tomás trabaja en el área de personal hace 5 años y es delegado de la comisión interna. “No hay paritarias y los sueldos quedan muy bajos. Tenemos poco más de 300 contratos que salen del bolsillo del hospital y son los que más corren peligro. Estamos hace un par de meses sin aumento y no hay respuesta del gobierno ni comunicación. Estamos estancados, no da para más”.

Carolina Nadal es empleada desde hace 30 años. Hoy es la jefa del departamento de Trabajo Social. “El presupuesto que se está ejecutando es el del año pasado y esto es inviable en términos de sostenimiento, de todo lo que se necesita para que funcione el hospital de manera integral. El gobierno va a tener que responder de una manera diferente a la que está respondiendo ahora. Siento mucha bronca e indignación, pero al mismo tiempo tengo la esperanza de que en las calles, con la resistencia, haya otro desenlace que no sea cerrar las puertas”.

“Cuando la patria está en peligro, todo está permitido, excepto no defenderla”.

José de San Martín.

Clases abiertas, presupuestos cerrados / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

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Gabriel García Márquez: periodismo, ambiente, el nudo de la soledad, y las victorias sobre la muerte

Gabriel García Márquez había abierto mis ojos, neuronas y corazón sin proponérselo con sus libros y sus artículos, pero cuando por una carambola yo estaba por cumplir una especie de sueño despabilado, el de poder entrevistarlo ahí, en Cartagena de Indias, hace exactamente 30 años, me dijo: -No estoy aceptando entrevistas, porque debo escribir. Pero además, me duele una muela.

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Una muela, zapatos blancos y un charco. Un edificio llamado Máquina de escribir. Flores amarillas frente al mar, un dibujo de puño y letra. Lo narco las drogas. Su paso por Buenos Aires y la señora que venía de la verdulería. La memoria, lo real, las mujeres, el ambiente, el fin de la humanidad. El Nobel, los diluvios, las pestes, las guerras eternas. Las respuestas de la vida frente a los sordos poderes de la muerte. La cordialidad, la generosidad, el humor. Hace diez años murió Gabriel García Márquez, dicen. Lavaca publicó esta nota -estos recuerdos- aquel día, cuando se conoció la última noticia sobre ese escritor que nunca dejó de sentirse cronista, y decía que el periodismo es el mejor oficio del mundo.

Texto: Sergio Ciancaglini, lavaca.org
El señor Gabriel García Márquez había abierto mis ojos, neuronas y corazón sin proponérselo con sus libros y sus artículos, pero cuando por una carambola yo estaba por cumplir una especie de sueño despabilado, el de poder entrevistarlo ahí, en Cartagena de Indias, hace exactamente 30 años, me dijo:
-No estoy aceptando entrevistas, porque debo escribir. Pero además, me duele una muela.

Yo sabía que García Márquez había rechazado contactos con un enviado de Times, con periodistas de la televisión japonesa, y con suecos indescifrables. Un humilde cronista argentino quedaba naturalmente fuera de juego. Le respondí que lo compadecía, y que frente a un dolor de muelas no había argumento, clemencia, ni ruego que esgrimir de mi parte. Cuando me estaba despidiendo desolado, me detuvo:
-Pero a las 3 de la tarde puede ser. Voy antes al dentista, a ver si lo soluciona.
Esa historia revolotea en mi cabeza desde hoy, cuando estaba con Osvaldo Bayer grabando el programa de radio Decí Mu, y nos interrumpió el teléfono. Osvaldo atendió, dio media vuelta, anunció: “Murió García Márquez”, y me dejó alborotados los ojos, las neuronas y el corazón.
Revolotea la historia porque aquella tarde me encontré con un escritor que cambió la historia de la literatura, que había ganado el Nobel, pero que fue capaz de decirme: “Todo eso está muy bien, pero yo me siento periodista”. Quisiera contar lo que aún no he olvidado de aquel encuentro para mí inolvidable.
García Márquez volvió efectivamente a las 3 de la tarde, bajó de su Mercedes, y miró preocupado el charco oceánico que un aguacero de Cartagena de Indias, Colombia, le había instalado en la playa de estacionamiento. Llevaba zapatos blancos, pantalones blancos y guayabera blanca, como cantante de sábado televisivo. Cruzó el charco apoyándose en los tacos. Al llegar a la otra orilla nos dijo “pasen por favor” a mí y al fotógrafo, enviados por una de las autodenominadas “revistas de actualidad” a cubrir las noticias sobre un asunto entonces llamativo, letal para los colombianos e incomprensible para nosotros: el narcotráfico.
No existían los celulares ni Internet, o sea que todo esto se ubica en la prehistoria de 1984, con la carambola de estar en el charco correcto, y de que un dentista providencial había rescatado del dolor a su paciente. García Márquez nos hizo subir. El edificio tenía balcones escalonados hacia la playa: lo llamaban Máquina de escribir. El departamento tenía dos ambientes, con vista al mar, una verdadera máquina de escribir (¿Olivetti, Remington, dónde estará la revista donde publiqué la nota?). El escritorio miraba al mar. Y había flores amarillas que siempre conviene tener a mano, explicó, para ahuyentar a la mala suerte.
Me planteó que no aceptaba hablar si lo grababa o si tomaba notas. Me dijo algo más o menos así: “No me gustan los grabadores, prefiero que conversemos con libertad, y que todo dependa de tu atención. Luego tú escribirás lo que te parezca, y eso es un beneficio para mí: los periodistas me mejoran. La memoria mejora a la realidad”.

Gabo en Argentina
La publicación original de Cien años de soledad ocurrió en Argentina gracias a una editorial llamada Sudamericana, que ya no existe. Fue en mayo de 1967, plena dictadura de Juan Carlos Onganía, y el lanzamiento fue acompañado por una entrevista realizada por Ernesto Schóo, editada por Tomás Eloy Martínez y publicada en tapa por la revista Primera Plana que dirigía Jacobo Timerman.
García Márquez me contó que el éxito del libro fue inmediato. “Ahí, en Buenos Aires, empezó todo”, me dijo. Sudamericana había dispuesto editar 5.000 ejemplares, lo que para Gabo era un despropósito y el augurio de un fracaso para el libro de un desconocido escritor colombiano. Pero esa primera edición se vendió en 15 días, y la segunda fue de 10.000 ejemplares. En junio Gabo llegó a Buenos Aires. Me contó que viajó con Mercedes Barcha, su esposa: “Estábamos en un café y vimos pasar a una mujer que llevaba la bolsa de sus compras, con lechugas y tomates y Cien años de soledad”. La pareja fue al Instituto Di Tella a ver una obra de Griselda Gambaro, y el público los ovacionó de pie. Mientras él me lo contaba, todavía asombrado, yo recordaba que eran tiempos de The Beatles, revolución cubana, hippies, peronismo clandestino, rebeliones nacientes y todos los embriones de cambio, desventuras y utopías que se desplegarían en los años siguientes.
Cien años de soledad fue el libro de la época, y de varias generaciones. Tengo las dos ediciones que mis padres compraron para poder leerlo en simultáneo. Macondo era una patria. Entre la feria y la intelectualidad, miles de libros seguían vendiéndose y además se exportaban. El éxito se contagió en Europa, esto avivó el interés por otros autores (Juan Rulfo, Mario Vargas Llosa) y estalló el llamado boom de la literatura latinoamericana. “Buenos Aires fue generosa conmigo. Nunca volví. No sé por qué. Tal vez por una superstición: a un lugar donde todo fue tan perfecto, quizás convenga no volver” me dijo, o creo que me dijo, mirando el Caribe.

Periodismo, droga y entusiasmo
Aquel día de 1984 García Márquez me contó una novela que estaba intentando escribir. No tenía título. Al año siguiente la reconocí ya publicada: me había anticipado El amor en los tiempos del cólera. Pero me dijo que pese a todo se seguía sintiendo fundamentalmente un periodista. “Escribo literatura como periodismo, con método. Todos los días intento tener dos páginas listas” me dijo sobre algo que hoy habría que traducir a unos 5.000 caracteres. “Tienen que estar impecables, sin tachaduras. Y tengo un truco: siempre dejo escrito el comienzo de lo que pienso escribir al día siguiente, para que me resulte más fácil comenzar”. Pero varias veces explicó esa idea de no diferenciar ambos oficios. “La crónica es como un cuento o una novela sobre algo real”. Algo más: “Tanto en la literatura como en el periodismo hay que ganarse al lector, capturarle el interés para que se quede leyendo”.
Planteó una teoría sobre las redacciones de periódicos y revistas: para él están puestas de cabeza, invertidas. El staff de las publicaciones ubica en el rol principal a directores y jefes que engordan junto a un escritorio y editorialistas que monologan desde su propia jaula.
“Pero ese esquema debería ser exactamente a la inversa. Los cronistas son quienes cumplen la labor principal porque son los que están afuera, donde las cosas ocurren”. En vista del contexto colombiano le pregunté si alguna vez se había drogado para escribir y me contestó: “No me hace falta. Yo nací drogado”.
Un detalle: fue la única vez en mi vida que pedí un autógrafo. En Cartagena sólo conseguí un ejemplar de El coronel no tiene quien le escriba. Le expliqué que no era para mí sino para mi novia. “¿Se llama la señorita?” Se lo dije. Dibujó un tallo, cinco pétalos, y escribió: “Para Claudia, con una flor. Gabo 84”.

Gabriel García Márquez: periodismo, ambiente, el nudo de la soledad, y las victorias sobre la muerte

Aquel día, además, me regaló los seis tomos de su obra periodística, publicados por la editorial Oveja Negra. Y organizó todo para que, una vez en Bogotá, un auto con su chofer fuera a buscarnos al hotel para llevarnos al aeropuerto. “Así van más tranquilos” dijo, y nunca supe si se le había cruzado alguna sombra para disponer ese viaje. Nunca pude evitar recordarlo como una persona amable, entusiasta, alegre, generosa.
Con el tiempo entendí que esa cordialidad, ese entusiasmo, ese interés por el otro, era un modo ético y hasta político de pararse frente a la vida.

Ideas
En sus obras periodísticas pude leer las primeras crónicas que publicó en El Universal, de mayo de 1948, cuando era un chiquilín de 21 años. La primera celebra que se suspendió el toque de queda militar, al que define como símbolo de una decadencia. “Con este mundo materializado donde los peces de colores tienen que abrirle agua a los submarinos, con esta civilización de pólvora y clarines, ¿cómo se nos puede pedir que seamos hombres de buena voluntad?” y plantea que quizás ahora la gente pueda ir a dormir mansamente “antes de que los relojes doblen la esquina de la medianoche”. Luego escribe sobre indios, negras, retratos de la ciudad y de la época. Escribió sobre cine, sobre deportes, sobre todo. La pasión por conocer y por contar lo que el mundo estaba desplegando ante sus ojos.
A fines de los 50 García Márquez participó en Cuba con los argentinos Jorge Massetti, Rodolfo Walsh y Rogelio García Lupo en los primeros pasos de Prensa Latina, idea que puso en marcha Ernesto Guevara, hasta que el lado soviético de la vida isleña desplazó a este elenco por otro más dócil.
García Márquez nunca perdió la afinidad con el propio Fidel Castro. El director argentino Eduardo Mignogna contaba que cierta vez, invitado a La Habana, estaba comiendo con García Márquez cuando el propio Fidel cayó de improviso y comenzó a hablar con sabiduría de crítico sobre la historia del cine argentino, mientras Gabo se quedaba irremediablemente dormido en un rincón. Pero más allá del sueño o de los discursos de Fidel, García Márquez se plantó en defensa de Cuba como una cuestión cultural y estratégica frente a los Estados Unidos y la densa idea de controlar vida y obra del resto del continente.

Las ventajas de la vida
Cuando me contó la noticia, le pregunté al propio Osvaldo Bayer sobre Gabo: “Tenía mi edad, pero yo aprendí de él. Es el mejor escritor que ha tenido Latinoamérica. Aprendí con él a amar la literatura, ver las cosas que se pueden hacer y crear. Para mí fue un hombre que luchó por la libertad, o sea un libertario, y cumplió la misión que tiene un intelectual: escribir para todos, para mejorar la sociedad, y para seguir soñando”.
De todas las ideas y escritos de Gabo, frecuentemente abominados por las academias, no resulta demasiado conocida su exposición al recibir el Nobel de Literatura en 1982, llamado La soledad de América Latina, que resulta un manifiesto por la descolonialidad, para usar términos actuales. “La independencia del dominio español no nos puso a salvo de la demencia” dijo ante la academia sueca. Repasa los golpes de Estado, crímenes y matanzas ocurridos en el continente. “Me atrevo a pensar que es esta realidad descomunal, y no sólo su expresión literaria, la que este año ha merecido la atención de la Academia Sueca de la Letras. Una realidad que no es la del papel, sino que vive con nosotros y determina cada instante de nuestras incontables muertes cotidianas, y que sustenta un manantial de creación insaciable, pleno de desdicha y de belleza, del cual éste colombiano errante y nostálgico no es más que una cifra más señalada por la suerte. Poetas y mendigos, músicos y profetas, guerreros y malandrines, todas las criaturas de aquella realidad desaforada hemos tenido que pedirle muy poco a la imaginación, porque el desafío mayor para nosotros ha sido la insuficiencia de los recursos convencionales para hacer creíble nuestra vida. Este es, amigos, el nudo de nuestra soledad”.
Al recibir el Nobel de Literatura, García Márquez hacía periodismo sobre la realidad del continente, incluyendo la situación argentina: “Ha habido 5 guerras y 17 golpes de estado, y surgió un dictador luciferino que en el nombre de Dios lleva a cabo el primer etnocidio de América Latina en nuestro tiempo. Mientras tanto, 20 millones de niños latinoamericanos morían antes de cumplir dos años, que son más de cuantos han nacido en Europa desde 1970. Los desaparecidos por motivos de la represión son casi 120 mil, que es como si hoy no se supiera donde están todos los habitantes de la cuidad de Upsala. Numerosas mujeres encintas fueron arrestadas dieron a luz en cárceles argentinas, pero aun se ignora el paradero y la identidad de sus hijos, que fueron dados en adopción clandestina o internados en orfanatos por las autoridades militares. Por no querer que las cosas siguieran así han muerto cerca de 200 mil mujeres y hombres en todo el continente, y más de 100 mil perecieron en tres pequeños y voluntariosos países de la América Central, Nicaragua, El Salvador y Guatemala. Si esto fuera en los Estados Unidos, la cifra proporcional sería de un millón 600 muertes violentas en cuatro años”.
Otro concepto: “La interpretación de nuestra realidad con esquemas ajenos sólo contribuye a hacernos cada vez más desconocidos, cada vez menos libres, cada vez más solitarios”.
Y otro: “Sin embargo, frente a la opresión, el saqueo y el abandono, nuestra respuesta es la vida. Ni los diluvios ni las pestes, ni las hambrunas ni los cataclismos, ni siquiera las guerras eternas a través de los siglos y los siglos han conseguido reducir la ventaja tenaz de la vida sobre la muerte”.
Se preguntó por qué le habrían dado a él semejante distinción, y postuló que se trató de un homenaje a la poesía: “En cada línea que escribo trato siempre, con mayor o menor fortuna, de invocar los espíritus esquivos de la poesía, y trato de dejar en cada palabra el testimonio de mi devoción por sus virtudes de adivinación, y por su permanente victoria contra los sordos poderes de la muerte”.

Mujeres, aborto y ambiente
Cuando le preguntaron sobre las prioridades de la humanidad para las próximas décadas, propuso que las mujeres asuman el manejo del mundo. “Alguien dijo: ‘si los hombres pudieran embarazarse, el aborto sería casi un sacramento’. Ese aforismo genial revela toda una moral, y es esa moral lo que tenemos que invertir. Sería, por primera vez en la historia, una mutación esencial del género humano, que haga prevalecer el sentido común –que los hombres hemos menospreciado y ridiculizado con el nombre de intuición femenina- sobre la razón –que es el comodín con que los hombres hemos legitimado nuestras ideologías, casi todas absurdas o abominables”.
Y luego plantea: “La humanidad está condenada a desaparecer en el siglo XXI por la degradación del medio ambiente. El poder masculino ha demostrado que no podrá impedirlo por su incapacidad de sobreponerse a sus intereses. Para la mujer, en cambio, la preservación del medio ambiente es una vocación genética. Es apenas un ejemplo. Pero aunque sólo fuera por eso la inversión de poderes es de vida o muerte”.
Son solo ideas sueltas para pensar, discutir, y leer, ahora que el reloj dobló no sé qué esquina, tras la malparida noticia sobre la muerte de Gabriel José de la Concordia García Márquez, hace unas cuantas horas de soledad.  

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