Nota
Lo que enseña Cromañón
A tres años de Cromañón, marcharon más de 25.000 familiares, sobrevivientes y amigos, como culminación de la serie de actos, misas en la Catedral y exposiciones preparadas –como siempre- para denunciar la impunidad y la complicidad política hacia los responsables de la negligencia y la corrupción que mataron a 194 chicos el 30 de diciembre de 2004. El lúcido texto que preparó la Articulación. Cada nombre de cada chico fue seguido de un grito que se seguirá escuchando: justicia.
La nena tiene la edad de la masacre y ya sabe todo lo que tantos niegan. Alta en el cielo, está montada sobre los hombros de su papá y lleva más alto aún la foto de su prima asesinada.
La foto es, claramente, de un cumpleaños de quince: vestido largo y brillante, sonrisa de modelo amateur, peinado con bucles, manos incómodamente cruzadas en la cintura. Detrás, aferrados a la bandera argentina donde cosieron las fotos de los 194 chicos y chicas muertos en Cromañón, hay una fila interminable de familias desencajadas por el dolor repitiendo ese mismo rito. Algunos eligieron llevar remeras blancas con frases de canciones que parecen elegías; otros dibujaron banderas zurcidas a mano, pintadas con casera amorosidad y sostenidas con conmovedora hidalguía. Otros prepararon pequeñas pancartas con una foto, un nombre y un grito: justicia. Y las repitieron una docena de veces para dejar en evidencia la red que teje cada vida.
Así, a lo largo de ocho cuadras.
Así, a lo ancho de tres años.
Y así, una vez más, para dejar en claro que Cromañón es una herida profunda, intensa y desgarradoramente activa. Porque, como todos allí ya saben, Cromañón nos sigue pasando.
Ahora mismo, Cromañón pasa por la Plaza del Congreso, pisa Rivadavia y sacude el edificio vacío y gris con un grito: «Ni la bengala, ni el rocanrol, a nuestros pibes los mató la corrupción».
Los protagonistas
Poco antes de las 20, de espaldas a la Casa Rosada, cinco madres se turnaron para leer la lista de asesinados. Son más de veinte minutos seguidos de nombres y un grito: justicia. Demasiados son los que no pueden contener las lágrimas, pero, si es posible medir esa emoción, sacude ver a tantos jóvenes acongojados. Ellos fueron, sin duda, los protagonistas de la marcha. Sobrevivientes y amigos fueron llegando de a puñados hasta formar esa red que quizá no siempre se ve, pero está ahí intacta, dispuesta a seguir caminando hasta esa esquina de la Plaza Once y reiterar el grito.
Luego de la lectura de la lista (para que se tenga una idea, leer los nombres de los chicos lleva casi 15 minutos) hablaron breve y emotivamente dos familiares de otras masacres: el cuñado de Carlos Fuentealba, el maestro asesinado durante una marcha docente en Neuquén, y el esposo de Sonia Colman, fusilada por un Itakazo de la policía del gatillo fácil, hace apenas una semana.
Luego, fue el turno de tres representantes de organismos de derechos humanos: de la Asociación Ex Detenidos Desaparecidos, de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre (Alfredo Grande) y Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo, Línea Fundadora. Finalmente, antes de que la multitud le diera la espalda a la Casa Rosada, se leyó le documento que familiares y sobrevivientes consensuaron para poner en palabras estos tres años. En el texto, además de reiterar el espíritu inquebrantable de esta lucha, abrazaron a las bandas de rock independientes que han sufrido las consecuencias de Cromañón. Otras víctimas que se suman a la lista de los silenciados. También hicieron un pedido explícito: que el rock termine con su silencio cómplice y diga algo. A tres años de la masacre, quizás sea aun posible que haga suya la causa Cromañón. Luego, en Plaza Once, hubo músicos y actuó la murga de nombre inolvidable: Los que nunca callarán. Juntas, miles de personas esperaron así el momento exacto en que se cumplieron 3 años de la masacre.
Este es el texto completo del documento enviado a lavaca, una nueva demostración, por si faltaba en la larga historia de estas tierras, de que en la Argentina el dolor sigue siendo el lugar desde donde nace la mayor lucidez.
Documento consensuado por la
Articulación de Familiares, Sobrevivientes y Amigos:
Esta lucha es de todos
para que no haya más Cromañones
Tres años atrás, en las vísperas de las Fiestas de fin de año, nos preparábamos para compartirlas, como todas las familias, con la gente querida. Miles de chicos eligieron despedir el año con amigos en un recital de rock. Pero no sabían que la horrible combinación de negligencias, desidia y corrupción les tenía preparada una trampa mortal.
¿Adónde irán los besos que guardamos, que no dimos? ¿Dónde se va ese abrazo, si no llegas nunca a darlo?
«Desgraciados los pueblos que necesitan héroes» dijo Bertolt Brecht, y nuestro país que los necesitó muchas veces en nuestra historia, vio cómo los chicos entraban a sacar a sus amigos, frente a la negligencia de quienes debían dirigir la emergencia, preocupados por no salir mencionados en las cámaras antes que por salvar vidas. A muchos de esos chicos, salvar amigos les costó la propia vida. Otros, sobrevivientes, están aquí con nosotros, con la tristeza en sus cuerpos y sabiendo como dice la canción que sus vidas cambiaron para siempre. Cantando por aquellos que no pueden gritar, ¡pero están!
Inmediatamente después, mientras deambulábamos en la desesperada búsqueda de nuestros chicos por hospitales, clínicas, calles y morgues, mientras nos entregaban los cuerpos tres días después sin refrigeración, en el poder se preparaban las componendas del caso, para salvar los cargos políticos. Kirchner escondido en El Calafate, Ibarra escondido en alguna repartición municipal, ambos tramando la incorporación de Juan José Álvarez a la Secretaría de Seguridad, garante del pacto de impunidad construido desde las cúpulas.
Desde ese momento, nos embarcamos en un camino de lucha por memoria, verdad y justicia, sin dobles intenciones ni especulaciones políticas. En cambio, la manipulación vino desde el otro lado : sin jamás responder acerca de los hechos, sin siquiera proveernos de una lista definitiva de víctimas, desde los resortes del poder se nos acusó de golpistas y desestabilizadores.
La prensa cercana al poder creó el escenario para deslegitimar nuestra voz y la simpleza de nuestro reclamo. Con diferentes campañas mediáticas, inventaron desuniones donde no las había, apoyaron el plebiscito trucho de Ibarra, acusaron a los muertos y a sus familias, mintieron sobre la existencia de una guardería, dieron voz a los victimarios y callaron los hechos y las voces de las víctimas . Buscaron la culpabilización de las víctimas, deporte favorito en la Argentina República Cromañón, herencia de la sangrienta dictadura militar de hace 30 años.
¿Cuántas veces querrán quitarnos el aliento de vida que nos mantiene en pie?. Vamos dando los pasos por un futuro que nuestros hijos puedan celebrar. Sólo contamos con la autenticidad de la voz propia y la fuerza de nuestra búsqueda de la verdad . Una vez que salimos a la calle, quisieron permitirnos solamente el llanto. Pero no la lucha, y mucho menos el pensamiento. Parece que quien siente, no puede pensar. Pero nosotros no dejamos de sentir y pensar al mismo tiempo, y colectivamente.
En estos 3 largos años, también hemos visto muchas cosas. Vimos cómo morían más de treinta presos en la cárcel de Magdalena, luego seis personas en un taller clandestino en Flores. Lloramos junto a los allegados a los chicos del colegio Ecos y sufrimos los asesinatos a golpes de Martín Castellucci en un boliche de Lanús y de Beimar Mamani en una disco de Once, y recientemente la explosión en la Universidad de Río Cuarto. En este tiempo, además, mataron impunemente al maestro Fuentealba en Neuquén y volvimos al horror de la desaparición forzada de personas. APARICION CON VIDA DE JULIO LOPEZ/ CASTIGO A LOS ASESINOS DE CARLOS FUENTEALBA .
También vimos cómo permanecían estancadas las causas Kheyvis, AMIA, LAPA, Austral, Paseo de la Infanta. En muchos casos, la Argentina República Cromañón sigue latiendo bajo el discurso impostado sobre los derechos humanos .
Supimos que ni el Estado ni los empresarios estaban dispuestos a cambiar las reglas de juego, pues continúan reproduciendo las condiciones que provocaron tanta muerte en Cromañón. Mientras el Estado paga una deuda inmoral, ilegal e ilegítima, los hospitales, subtes, escuelas y espacios públicos son cromañones en potencia , como lo demuestra el informe que entregamos en la Legislatura. Este año asistimos al circo mediático que llevó a Ibarra nuevamente a un cargo público, escudado bajo las sábanas de la pareja Alberto Fernández-Vilma Ibarra y con la venia del matrimonio presidencial. La corporación política, que no tolera la participación popular real , ni en los recintos legislativos, ni en las calles, ni el peligroso antecedente del castigo legítimo a uno de sus protegidos, vuelve a mostrar su verdadera cara. Repudiamos la restitución de Ibarra perpetrada gracias al Gobierno Nacional .
Y para finalizar el año, el Poder Judicial, que siempre mira de reojo la Casa de Gobierno, determinó la libertad de Omar Chabán, mientras en las cárceles languidecen miles de personas sin condenas, casi todas jóvenes, por delitos menores, casi siempre producto de la pobreza, que no tienen llegada al poder . Esta liberación intenta desestabilizar nuestra lucha y desunir al Movimiento Cromañón. A estos señores les decimos que no nos harán bajar los brazos, pues nuestros motivos son los más profundos y son para siempre. Exigimos a la Justicia el año próximo un juicio y castigo ejemplar a todos los responsables de las muertes del 30 de diciembre. Exigimos también, el procesamiento de Rafael Levy, cara oculta del negocio en Cromañón.
Recientemente, se condenó a bomberos de la Policía Federal por formar parte de la corrupción de la noche porteña. Sabemos que este es sólo un primer paso, y que es necesario desentrañar todos los negociados que el Gobierno de la Ciudad, la Policía y el Gobierno Nacional tienen en la Ciudad de Buenos Aires. Los jóvenes, eternos excluidos, deben tener sus lugares de diversión sin riesgos, necesitamos poder mandar a los chicos a bailar sin temer por sus vidas.
Por último, queremos hacer una enérgica apelación a que el rock se pronuncie sobre Cromañón. Las enormes dificultades de los referentes del rock nacional para tratar el tema con responsabilidad y seriedad se ha transformado en un silencio angustiante. Tenemos hoy casi 200 rockeros menos en nuestros recitales, ¿es que no hay nada para decir, para hacer?. Al mismo tiempo, quienes han reaccionado con mayor valentía son las bandas más pequeñas, que a pesar de ser las más perjudicadas luego del 30 de diciembre, cantan canciones, debaten y charlan con nosotros e interpelan a la sociedad sobre el qué hacer. Hoy, muchas de estas bandas no tienen dónde tocar, pues la perversidad del sistema logra que los beneficiados directos sean increíblemente los dueños de los locales, que exigen condiciones cada vez más costosas a los pequeños grupos musicales para su actuación. El Estado debe garantizar espacios dignos para las bandas jóvenes, no dedicarse a cerrar centros culturales levantados con el esfuerzo de la población.
Queremos hacer un llamado a la unión de todas las víctimas de la impunidad que crean que sólo luchando contra la lógica del lucro salvaje y la corrupción de políticos y empresarios podemos cambiar la realidad.
Nosotros, familiares, sobrevivientes y amigos de las víctimas, hemos aprendido en este tiempo a recorrer un camino de lucha respetando la diversidad y manteniendo la unidad que nos hace fuertes. Hoy, después de todo el horror y el dolor que nos corroe el alma, seguimos consternados pero unidos y peleando con nuestras banderas de lucha intactas.
En este día tan difícil, sostenemos nuestro más sentido y profundo homenaje a nuestros pibes de Cromañón. Porque su sangre corre en nuestra sangre y su alegría está en nuestra sonrisa, seguiremos adelante, por nuestros muertos y para nuestros vivos .
No olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos.
Los pibes de Cromañón presentes!
Ahora y siempre
Nota
Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”

Los feminismos siguen siendo el único movimiento que tiene la capacidad de transversalizar la unidad, amplia, y poner en Avenida de Mayo, de cara a Plaza Congreso, cuadras y cuadras de columnas que van desde el sindicalismo, a los movimientos sociales, a la izquierda, al kirchnerismo.
Aún cuando por Hipólito Yrigoyen ingrese la enorme columna de la intersindical feminista seguida por poco del oficialismo; y por el otro costado, por Avenida de Mayo, ingrese la izquierda; todos los espacios comparten plaza a menos de un mes de elecciones generales que definen quién presidirá el país.
Esa es la noticia: seguimos transversalmente en la calle.
Video: Sebastián Smok.
De la economía popular a la formal
“Creían que el movimiento había desaparecido porque no estaba en la calle, pero estábamos en cada uno de nuestros territorios, ahí también damos la batalla y la lucha”, dice Leonor Cruz, Secretaria de Géneros y Diversidad de la CTA Autónoma, frente a la enorme columna de trabajadoras que son protagonistas de esta marcha. Las tres banderas que encabezan: UTEP, CTA y CTA Autónoma. De la economía popular a la economía formal, todas adentro.

Junto a ellas también marchan familias de víctimas de femicidios: Marta y Guillermo, mamá y papá de Lucía Pérez; y Daniel y Susana, papá y mamá de Cecilia Basaldúa, que salieron desde la sede de MU junto a un grupo de mujeres que les siguen con los pañuelos blancos que bordan dos palabras: Nunca Más.

No con el FMI
Dice Leonor: “La derecha más fascista de nuestro país tiene una agenda muy clara contra el feminismo, quieren ir contra cada uno de los derechos que hemos conquistado con sangre y a fuerza de lucha; pero no lo vamos a permitir. Estamos en la más amplia y diversa unidad de vuelta en la calle porque a la derecha la vamos a enfrentar, pero también vamos a decir: no es con el FMI, porque somos las trabajadoras, las precarizadas, las compañeras del barrio, las que más sufren el ajuste”.
Leonor llegó a Plaza Congreso desde Tucumán, trayendo lo que se ve fuera del centro porteño: “En nuestra Argentina profunda lo que se ve es la pobreza, en todas sus dimensiones, pero el movimiento feminista en la provincia es lo más fuerte que hay, es donde está la unidad y donde nosotras resistimos”.
Sobre la transversalidad habla también Silvia León, referente de ATE Nacional: “Hoy el objetivo tiene que ser que las derechas no avancen en nuestro país. Los 30 mil compañeros desaparecidos y muertos no murieron en vano, y las víctimas de femicidio tampoco”.
Silvia, rodeada de pañuelos verdes, sostiene junto a las familias de víctimas de femicidios, que tienen las fotos de sus hijas colgando en el pecho, los pañuelos blancos. Los feminismos honran el legado que los derechos humanos construyeron en la calle, con los pies. Dice Silvia: “Nosotras peleamos por soberanía, por educación, por salud, y también seguimos el camino de las Madres, las Abuelas, de los 30 mil, pero también de los familiares. Hay un tiempo que se termina, el de la verticalidad, el del verticalismo y del patriarcado, ahora toca construir transversal y federalmente”

Significado de la libertad
Marta y Guillermo, llegaron desde Mar del Plata a las siete de la mañana; junto a Susana y Daniel, se colgaron las fotos de sus hijas en el pecho: Lucía Pérez y Cecilia Basaldúa, dos femicidios territoriales emblemáticos, donde las tramas narco barriales marcaron como alerta una emergencia que traen las periferias.
¿Por qué recorrer la Ruta 2 durante toda la noche para marchar? Contesta Marta Montero, mamá de Lucía: “Para gritar que no vamos a permitir perder nuestros derechos, lo que hemos conquistado en este tiempo de lucha que no es solo el reciente, me voy más lejos: en este tiempo de democracia que es el tiempo en el que podemos salir, podemos luchar, y también decir lo que pensamos. Todo esto está en peligro, no podemos permitir que venga alguien a decirnos lo que tenemos o lo que podemos hacer, que corten nuestros derechos y lo conseguido: por ejemplo un ministerio. Todas las mujeres no tenemos la suerte de que nos acompañen los gremios, las organizaciones; hay muchas mujeres que están solas, pero vos sabés que hay una puerta que podés golpear y que se va a abrir. Ahora corremos el peligro de que todo eso se termine».

Marta Montero y Guillermo Pérez, los padres de Lucía (Foto: Sebastián Smok)
¿Por qué creés que quieren que se termine?
Porque somos muchas, hemos tomado la calle, hemos salido, y nuestra palabra se ha hecho escuchar. Y así hemos logrado cambios: el más importante fue el aborto legal. Es imposible no pensar hoy en día que una mujer no tiene derecho de poder decidir sobre su vida.Yo soy una persona de fe, creo en dios, en la virgen, pero no creo en que alguien pueda decirnos que esto tiene que ser de una sola manera porque creo en la libertad de las personas, y si alguien no quiere tener un hijo es respetable.
Libertad es una palabra hoy disputada, ¿qué significa?
Libertad significa levantarme, salir a la calle y decir lo que pienso sin censura de nadie, poder acompañar a alguien, poder hablar, poder estar. El libertario es otra cosa: son los que nos quieren vender que vamos a estar mejor por cosas que no terminamos ni de entender, es un juego de palabras siniestro que termina en opresión.

Foto: Sol Tunni.
¿Qué tienen que hacer los movimientos feministas?
No los tenemos que dejar avanzar. A mí no me representa una persona que esté con una agresividad tal que se le nota, en su manera de hablar, de moverse, a mi no me representa esa violencia, pero estamos viviendo en un momento muy difícil que hoy todo es violencia. El enojo hoy está peor que nunca, o tal vez tenga otra visibilidad, antes se tapaba más, hoy lo ves en un medio, en una red social, es más visible, por eso parece que pasa más.
¿Cómo volvemos para volver a ser marea?
Es muy importante creer en nosotras mismas, en el valor que nosotras tenemos, valorar quienes somos. Es muy importante no tener miedo, no tener miedo al ridículo, estar seguras de lo que hacemos, de lo que queremos y si tenemos que salir a defender a una compañera, a una hermana, salir y hacerlo con convicción propia. Lo más libre que una puede hacer es salir. Si no es con cada una de nosotras, hasta acá no se hubiese llegado, sin las mujeres luchando por su propia vida, las más grandes ayudando a las más chicas, y las más chicas, por ellas mismas. Esa es la hermandad, todas nos necesitamos, yo sola no puedo, te necesito a vos, a otra, a la hermana, sola es imposible. Necesitamos la confianza en nosotras mismas, evitar la competencia. Nosotras luchamos por la vida, por eso luchamos por todas. Solas no llegamos a nada, pero juntas llegamos a todo.

Daniel y Susana (padres de Cecilia Basaldúa), Guillermo y Marta. Foto Sebastián Smok.



Foto Sol Tunni.

Foto: Sol Tunni

Foto: Sebastián Smok
Nota
Resultados en la Cumbre Científica de Naciones Unidas: Argentina con agrotóxicos al 100%

El total (100%) de participantes argentinos en una investigación internacional sobre agrotóxicos “presentó un rango de 6 a 13 plaguicidas en orina, un rango de 2 a 10 plaguicidas en sangre y un rango de 0 a 18 plaguicidas en materia fecal”. El problema incluye a personas que viven lejos de las fumigaciones, por lo que se consideró a estos plaguicidas como «omnipresentes». Se encontraron además los venenos en los alimentos, el polvo del hogar, los granos de cultivos, animales, alimentos para animales, suelos y agua.
A través de una conferencia virtual desde Nueva York, durante más de 3 horas, el proyecto SPRINT reveló este miércoles 27 -Día de la Salud Ambiental- los resultados del estudio realizado en Europa y en la provincia de Buenos Aires (como principal exportadora de soja para alimentación animal).
Entre los venenos detectados están obviamente el glifosato (genotóxico y probable cancerígeno) y el clorpirifos (que pese a estar prohibido en Argentina se sigue vendiendo hasta en los supermercados). El informe señala además los “cócteles”, que mezclan químicos para aumentar la potencia de cada veneno, reuniendo hasta 120 plaguicidas.
La dirección del INTA prohibió a la doctora Virgina Aparicio (que integró en la investigación) participar en cualquier instancia actual del proyecto, y hablar con la prensa, siendo que se trata de un tema de salud pública.
Algunos de los datos que, pese al silencio y a la mordaza oficial, se revelaron en el marco de la Cumbre Científica de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
En alimentos: “el total de participantes argentinos presentó un rango de 6 a 22 plaguicidas en la muestra de alimentos”.
En el polvo del hogar: “el total de muestras analizados en Argentina presentó un rango de 43 a 86 plaguicidas en polvo del hogar”.
Granos de cultivos: “el total de muestras analizadas en Argentina presentó un rango de 0 a 8 plaguicidas en grano”.
En animales: “el total de animales analizados en Argentina presentó un rango de 1 a 12 plaguicidas en orina, un rango de 0 a 16 plaguicidas en materia fecal”. (Los de sangre continúan pendientes).
En alimento para animales: “un rango de 5 a 25 plaguicidas en alimento animal”.
En suelos: “el total de muestras analizados en Argentina presentó un rango de 0 a 12 plaguicidas en suelo”.
Agua superficial: en “el total de muestras analizadas presentó un rango de 10 a 28 plaguicidas en agua superficial”.
Por Anabel Pomar

Resultado global presentado sobre las concentraciones de glifosato en seres humanos. Argentina lidera esa tabla con absoluta comodidad.
En el día de la celebración del día de la salud ambiental, miércoles 27 de septiembre, en Nueva York, EE. UU., en el marco de la Cumbre Científica de la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGA78) por primera vez para grandes audiencias pudieron conocerse parte de los resultados del proyecto europeo SPRINT (siglas en inglés de Transición Sostenible de Protección Vegetal: Un Enfoque de Salud Global 2020/2025).
¿Qué es el SPRINT? Es un proyecto financiado por La Unión Europea (UE) que busca identificar los residuos de los agrotóxicos, en ecosistemas y en humanos, y analizar el peligro de la sinergia (la combinación o mezcla) entre los plaguicidas hallados. Esto último, algo jamás contemplado a la hora de aprobar esos peligrosos venenos en el mercado, ni en el llamado “viejo continente”, ni en nuestro país.
En 2021 los muestreos en el marco de ese proyecto además de realizarse en los 10 países europeos participantes se ampliaron a la provincia de Buenos Aires.
¿Por qué se incluyó a nuestro país? Por ser el principal exportador de soja para alimentación animal al mercado europeo.
Entre las principales conclusiones del evento de este miércoles en NY, pudieron escucharse las voces de expertas y académicos participantes de ese proyecto. Contaron, basados en rigurosa información, cómo los agrotóxicos usados en la agricultura veneno-dependiente están contaminándolo todo. Cuerpos, comida y ambientes. Una de las palabras que más se repitió en las presentaciones, fue “omnipresente”. Los agrotóxicos están en todos lados: incluso en donde no son utilizados.
Entre los cuadros con centenares de nombres de moléculas químicas usadas en la agricultura, destacan algunos de los agrotóxicos más fumigados en nuestro país. El herbicida glifosato, y su metabolito AMPA, en los primeros puestos. Y para los muestreos en Argentina, en cantidades hasta tres veces superiores en algunas matrices. También el clorpirifos, recientemente prohibido en el país pero que se puede seguir comprando en cualquier góndola de supermercado en el sector de insecticidas.

Resultados de plaguicidas en las muestras en orina.
El momento de la presentación es importante ya que este próximo 13 de octubre la Unión Europea deberá votar si decide re-autorizar el uso del glifosato. Desde la coordinación del SPRINT aseguraron que a la brevedad la información –que ya fue presentada en la euro-cámara– será publicada y distribuida al público general para lograr mayor difusión. También aseguraron que esperan que tales resultados impidan que se concrete la renovación del peligroso herbicida.
Omnipresentes
Ver la presentación de esos estudios que respaldan una afirmación que muestra la magnitud del daño, estremece. Hasta las personas que consumen o producen alimentos sin usar agrotóxicos tienen sus cuerpos contaminados. Y aquellas que consumen alimentos libres de agrotóxicos, también. El cuadro completo muestra que la exposición ambiental llega a todas las personas, no solo a quienes producen con venenos o viven en zonas rurales. Y por todas las rutas de exposición.

Los resultados de los venenos en materia fecal.
En los hogares
Como ejemplo se puede mencionar lo que se encontró al medir el polvo de hogares, presentado por Daniel M. Figueiredo, de la Universidad de Utrecht de Países Bajos. Los resultados indican que los agrotóxicos llegan a impactar en los organismos más por los ambientes que por la dieta misma: también son una ruta de exposición directa. El más detectado es el glifosato y su metabolito AMPA, en un cóctel de sustancias químicas peligrosas en un rango de entre 25 y 120 plaguicidas.
Otra constante: los cócteles de agroquímicos. No hay una sola sustancia sino decenas o cientos, mezcladas para aumentar la potencia del veneno. En el caso presentado impactaban tanto a los vecinos de producciones convencionales cómo orgánicas.
A su turno, Hans Mol de la Universidad de Wageningen de Países Bajos, en la presentación de lo hallado en muestras de fluidos humanos –en los que el glifosato vuelve a estar entre lo más detectado. Los resultados señalan que hay presencia del herbicida genotóxico y probable cancerígeno en orina en el 86,1% de los argentinos muestreados y en el 35,2% de los europeos, mientras al analizar las heces humanas se detecta ese plaguicida en el 70,5% de las personas residentes en Europa y en el 100% de los bonaerenses.
Para el caso del clorpirifos, el 3,7% de europeos tiene en sus heces ese tóxico, mientras que para la Argentina el número asciende a 37,7%. Nuevamente salimos campeones, esta vez de otro podio tóxico.
La mordaza
En la conferencia virtual –toda en inglés– que duró tres horas y a la que asistió lavaca y aproximadamente un centenar de personas conectadas desde distintas partes del mundo, no estuvo la investigadora a cargo del proyecto en Argentina, la doctora Virginia Aparicio.
Lavaca consultó a la investigadora del INTA el porqué de su ausencia que para la decena de personas conectadas desde Argentina no pasó desapercibida. Aparicio no tiene autorizado por orden directa de la dirección de ese organismo estatal participar de ninguna instancia del SPRINT, ni hablar con la prensa.
Lavaca se comunicó con el INTA (socio número 16 identificado como CSS11-Buenos Aires dentro del proyecto SPRINT) pero nuevamente, como sucede desde hace meses, no hubo respuesta oficial.
El organismo público impidió que hasta el día de hoy los resultados de lo muestreado en nuestro país se difunda. En julio de este año, pese a esa censura oficial, la vaca pudo conocer los resultados de ese muestreo en territorio y población bonaerense y publicarlo.
Del muestreo en Argentina participaron 73 personas. De las 73, 1/3 consumidoras, 1/3 habitantes de pueblos pequeños y “vecinos de productores”. Y 1/3 productores agropecuarios de los cuales la mitad usa plaguicidas y la otra mitad trabaja agroecológicamente. También se incluyó un monitoreo en 14 establecimientos rurales. Se tomaron pruebas en ambiente, alimentos, grano y muestras biológicas en animales.
“El total de participantes argentinos presentó un rango de 6 a 13 plaguicidas en orina, un rango de 2 a 10 plaguicidas en sangre y un rango de 0 a 18 plaguicidas en materia fecal” es una de las revelaciones de la investigación.
En los ambientes en los que esas personas se mueven a diario, “el total de participantes argentinos presentó un rango de 7 a 53 plaguicidas en las pulseras” de detección.
La vida cotidiana asediada
En las consideraciones preliminares de esos estudios personales que trascendieron se consigna: “Las mezclas de residuos de plaguicidas están presentes en los cuerpos humanos. Las personas se exponen a los plaguicidas en su vida cotidiana (datos de pulseras). La mayoría de los residuos son peligrosos para el ecosistema y los humanos”.
En alimentos, “el total de participantes argentinos presentó un rango de 6 a 22 plaguicidas en la muestra de alimentos”.
En el polvo del hogar, en “el total de muestras analizados en Argentina presentó un rango de 43 a 86 plaguicidas en polvo del hogar”.
Granos de cultivos, en “el total de muestras analizadas en Argentina presentó un rango de 0 a 8 plaguicidas en grano”.
En animales, en “el total de animales analizados en Argentina presentó un rango de 1 a 12 plaguicidas en orina, un rango de 0 a 16 plaguicidas en materia fecal”. (Los de sangre continúan pendientes).
En alimento para animales, en “un rango de 5 a 25 plaguicidas en alimento animal”.
En suelos, “el total de muestras analizados en Argentina presentó un rango de 0 a 12 plaguicidas en suelo”.
Agua superficial (en la zona de trabajo de SPRINT) en “el total de muestras analizadas presentó un rango de 10 a 28 plaguicidas en agua superficial”.
Nota
Tucumán: condenan a un funcionario judicial y en el fallo recomiendan colgar placas en Tribunales que digan «un ambiente violento de trabajo afecta el servicio de justicia»
Un funcionario judicial de Tucumán fue condenado por abuso sexual: 4 años, obligación de reparación económica, capacitación y placas en Tribunales. El hecho no es aislado: el Observatorio Lucía Pérez lleva adelante un registro que incluye 420 funcionarios (integrantes del Poder Ejecutivo, Poder Legislativo, Poder Judicial, de las cúpulas de las Fuerzas de Seguridad y de la Iglesia Católica) denunciados por violencia de género. Los argumentos e implicancias de un fallo ejemplar.
Jorge Edmundo Mistretta, exjefe de despacho de la Secretaría Electoral del Juzgado Federal N° 1 de Tucumán, jubilado desde 2019, fue condenado a cuatro años por abuso sexual contra dos de sus empleadas. Los abusos ocurrieron en 2013 y 2015: incluye tocarle los pechos a una de ellas y querer besarla, comentarios sexuales groseros, e intento de tocar a otra de las denunciantes.
En el fallo del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tucumán, compuesto por la jueza María Noel Costa, y los jueces Carlos Enrique Jiménez Montilla y Enrique Lilljedhal, se ordenó:
- La inmediata detención, aunque cumplirá prisión domiciliaria por su estado de salud.
- Una indemnización de $4.4 millones de pesos y 3.6 millones de pesos para cada una de las víctimas.
- La realización de un programa de capacitación sobre perspectiva de género y en política de prevención, sanción y eliminación de la violencia contra la mujer.
- Se solicitó a Recursos Humanos de la Corte Suprema de Justicia Nacional que “se arbitren los mecanismos administrativos necesarios por una medida restaurativa que contemple la incorporación a una de las oficinas judiciales de esa jurisdicción -de la Cámara o del Tribunal Oral -, debiendo garantizar la ‘no revictimización’ de una de las víctimas”.
- Además se recomendó que se coloquen placas en tribunales donde sucedieron los hechos que digan: “Un ambiente violento de trabajo afecta el servicio de justicia. No a la violencia ni al acoso”.
Los fundamentos se conocerán el próximo 29 de septiembre.
El “caso” no es aislado. El Observatorio Lucía Pérez lleva adelante un registro de denuncias por violencia de género contra integrantes del Poder Ejecutivo, Poder Legislativo, Poder Judicial, de las Fuerzas de Seguridad y de la Iglesia Católicas.
El registro incluye ya 420 funcionarios denunciados, entre intendentes, diputados, fiscales, sargento, jueces, asesores, concejales, cabos, decano, sacerdotes y un largo etcétera. De todos los denunciados 99 son del Poder Judicial, al igual que Jorge Edmundo Mistretta; 139 del Poder Ejecutivo; 62 del Poder Legislativo; 67 de la Iglesia Católica; y 53 de las cúpulas de las fuerzas de seguridad.
El padrón de funcionarios denunciados se puede ver acá

El Estado argentino se comprometió en 2020 a llevar un registro público de funcionarios judiciales denunciados por violencia de género como parte de un acuerdo amistoso alcanzado en el marco de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Hasta el momento lo hizo de forma incompleta y escasa, por ello comenzó a realizarlo, de manera autogestiva, el Observatorio Lucía Pérez que sumó además otros poderes para completarlo y con esa información reflexionar acerca de qué relación hay entre la ausencia de políticas públicas de contención y prevención y estas prácticas impunes.
Lo que se ve: la consigna “El Estado es responsable” se hace carne en la sistematización de esta información. No lo es solamente por omisión, o ineficaz: es un Estado violento.
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