Nota
Los límites del coach
Victor Raiban es amable, paciente, calmo y mira a los ojos siempre. La entrevista es en su casa, un coqueto departamento de la avenida Santa Fe, sin lujos ni vulgaridades. Responde todas las preguntas sin esquivarlas, incluso cuando se refieren a su relación con el secretario Claudio Avrrj. “Leyó una entrevista que me hicieron en la revista Para Ti y me llamó. Recién había asumido como secretario de derechos humanos de la Ciudad. En ese momento, Macri estaba en el cuarto puesto de la intención de voto a Presidente, pero cuando nos encontramos lo primero que me dijo Avruj fue: ‘Quiero prepararme para cuando asuma como secretario de Derechos Humanos en Nación’”.
No puede decir en qué consistía la preparación requerida, dice, por “el contrato de confidencialidad” que aún está vigente.
Avruj es el único cliente político que tiene. El resto, son empresas que solicitan sus servicios para mejorar el rendimiento de sus equipos y, por supuesto, sus ganancias.
Para explicar en qué consiste su trabajo comienza contando su historia: es abogado, pero odia litigar así que se considera pésimo para el ejercicio cotidiano de esa profesión. Su padre era dueño de una fábrica textil en Ciudadela que a él le tocó cerrar. Lo hizo, dice, pagando todas las deudas e indemnizaciones, lo cual a fines de los 90 debe considerarse algo excepcional. Así llegó la conversación con un amigo que le propuso entrenarlo para coach. Si esta es la explicación de qué significa esa disciplina está claro que se trata de algo relacionado con inventarse un destino a partir de las propias habilidades con un objetivo concreto. Es decir, un resultado: sobrevivir en un mundo impiadoso.
El coaching, explica Raiban, nació en el deporte. Esa también es una explicación de lo que pretende quien lo adquiere como entrenamiento personal: se busca ganar.
La larga conversación con Raiban sigue la línea de los libros que recomendó en la sección 10 libros que ningún manager debería leer. Todos están en la web y todos se leen rápido. La mayoría versa sobre el diálogo, el cambio y la eficiencia de la gestión. Raiban asegura que un coach nunca dice lo que se debe hacer, pero estos libros sí, aunque de una manera especial. El arte de persuadir es desplegado en estas teorías de diferentes maneras. Incluyen el humor: en El Principio de Dilbert, de Scott Adms, se define, por ejemplo, la siguiente regla:
“El más ineficiente debe ocupar el lugar en el que puede hacer menos daño: la dirección”.
La pregunta es si ese principio se aplica a Macri. Raiban sonríe.
Otro de los textos se titula El arte del cambio y advierte sobre el peligro de actuar “como si”: lo ficticio o falso de la conducta influye en el resultado. Raiban advierte: “Lo falso no dura”.
Hay en todos los textos un encendido elogio al acuerdo como meta alcanzable a partir de la escucha sin prejuicios y “sin pretensión de imponer”, método que parece asegurar, por pura voluntad, acuerdos exitosos. Proponemos entonces a Raiban aplicar el método a conflictos sociales generados por corporaciones -Monsanto, Barrick, por ejemplo- que son enfrentadas por poblaciones que ven afectadas su salud por sus prácticas sin control. Raiban admite: “El límite es la ética”.
Por último, relatamos una escena de la serie Nip Tuck, emblema del fin de los 90, protagonizada por dos cirujanos plásticos de Miami:
En la consulta, uno de los médicos conoce a una bella coach que encuentra ideal para motivar a su hijo de 14 años, que tiene una docena de materias con notas bajas que hacen peligrar su continuidad en el exclusivo colegio al que concurre. La coach acepta, pero solo si se encuentra con el chico a solas. Así mantiene este diálogo:
-¿Cuál es la primera materia que tenés que rendir?
-Francés, mañana.
-¿Qué nota necesitás?
-Un 9.
-OK: si te lo sacás, te tiro la goma.
El chico se saca un 10.
Raiban duda si sonreír o sorprenderse, pero sin abandonar su tono amable, paciente, calmo y mirando a los ojos siempre, repite: “El límite es la ética”.
Primer capítulo
Esta investigación forma parte de la tarea propuesta por el Consorcio de Periodismo de Investigación Autogestivo (CPIa) que nació ante la necesidad de profundizar las revelaciones de los Panamá Papers, tan manipulados por los medios comerciales. El CPIa fue creado por lavaca, y su dirección periodística está a cargo de la revista MU, el diario Tiempo Argentino y la Red de Carreras de Comunicación Social y Periodismo de Argentina (REDCOM). Ya hay 10 carreras trabajando en la base de datos de Panamá Papers. Por otra parte, MU y Tiempo Argentinodecidieron relevar la lista de funcionarios que poseen cuentas en paraísos fiscales. En total son 14. Claudio Avruj es el primer capítulo. En MU se publica un perfil y reportaje, en tanto Tiempo Argentino investiga su empresa.
https://www.lavaca.org/notas/cambiamos-2da-parte/
Nota
De la idea al audio: taller de creación de podcast
Todos los jueves de agosto, presencial o virtual. Más info e inscripción en cursos.lavaca@gmail.com
Taller: ¡Autogestioná tu Podcast!
De la idea al audio: taller de creación de podcast
Aprendé a crear y producir tu podcast desde cero, con herramientas concretas para llevar adelante tu proyecto de manera independiente.
¿Cómo hacer sonar una idea? Desde el concepto al formato, desde la idea al sonido. Vamos a recorrer todo el proceso: planificación, producción, grabación, edición, distribución y promoción.
Vas a poder evaluar el potencial de tu proyecto, desarrollar tu historia o propuesta, pensar el orden narrativo, trabajar la realización sonora y la gestión de contenidos en plataformas. Te compartiremos recursos y claves para que puedas diseñar tu propio podcast.
¿A quién está dirigido?
A personas que comunican, enseñan o impulsan proyectos desde el formato podcast. Tanto para quienes quieren empezar como para quienes buscan profesionalizar su práctica.
Contenidos:
- El lenguaje sonoro, sus recursos narrativos y el universo del podcast. De la idea a la forma: cómo pensar contenido y formato en conjunto. Etapas y roles en la producción.
- Producción periodística, guionado y realización sonora. Estrategias de publicación y difusión.
- Herramientas prácticas para la creación radiofónica y sonora.
Modalidad: presencial y online por Zoom
Duración: 4 encuentros de 3 horas cada uno
No se requiere experiencia previa.
Docente:
Mariano Randazzo, comunicador y realizador sonoro con más de 30 años de experiencia en radio. Trabaja en medios comunitarios, públicos y privados. Participó en más de 20 proyectos de podcast, ocupando distintos roles de producción. También es docente y capacitador.




Nota
Darío y Maxi: el presente del pasado (video)

Hoy se cumplen 23 años de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki que estaban movilizándose en Puente Pueyrredón, en el municipio bonaerense de Avellaneda. No eran terroristas, sino militantes sociales y barriales que reclamaban una mejor calidad de vida para los barrios arrasados por la decadencia neoliberal que estalló en 2001 en Argentina.
Aquel gobierno, con Eduardo Duhalde en la presidencia y Felipe Solá en la gobernación de la provincia de Buenos Aires, operó a través de los medios planteando que esas muertes habían sido consecuencia de un enfrentamiento entre grupos de manifestantes (en aquel momento «piqueteros»), como suele intentar hacerlo hoy el gobierno en casos de represión de sectores sociales agredidos por las medidas económicas. Con el diario Clarín a la cabeza, los medios mintieron y distorsionaron la información. Tenía las imágenes de lo ocurrido, obtenidas por sus propios fotógrafos, pero el título de Clarín fue: “La crisis causó 2 nuevas muertes”, como si los crímenes hubieran sido responsabilidad de una entidad etérea e inasible: la crisis.

Darío Santillán.

Maximiliano Kosteki
Del mismo modo suelen mentir los medios hoy.
El trabajo de los fotorreporteros fue crucial en 2002 para desenmascarar esa mentira, como también ocurre por nuestros días. Por aquel crimen fueron condenados el comisario de la bonaerense Alfredo Franchiotti y el cabo Alejandro Acosta, quien hoy goza de libertad condicional.
Siguen faltando los responsables políticos.
Toda semejanza con personajes y situaciones actuales queda a cargo del público.
Compartimos el documental La crisis causó 2 nuevas muertes, de Patricio Escobar y Damián Finvarb, de Artó Cine, que puede verse como una película de suspenso (que lo es) y resulta el mejor trabajo periodístico sobre el caso, tanto por su calidad como por el cúmulo de historias y situaciones que desnudan las metodologías represivas y mediáticas frente a los reclamos sociales.
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
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