Nota
Mondiablo: 9.000 demandas contra Monsanto en 2019
Juicios a Monsanto por 680.000 millones de dólares: ese es el cálculo de las consultoras financieras tras el fallo en California que encontró a la companía culpable de ocultar información sobre el potencial cancerígeno del glifosato. Los Monsanto papers y el calendario. POR ANABEL POMAR.
Tras el fallo en el caso del jardinero Dewayne Johnson v. Monsanto, todos los ojos están puestos en el desarrollo de los próximos juicios programados para estos primeros meses de 2019.
El primer juicio en el litigio de Roundup concluyó el pasado 10 de agosto de 2018, en la Corte Superior del Condado de San Francisco, California, Estados Unidos, cuando el jurado encontró al herbicida de Monsanto como un factor sustancial para causar cáncer a Dewayne “Lee” Johnson, y ordenó a Monsanto a pagar 289 millones de dólares en daños, incluidos 250 millones en daños punitivos por ocultar con malicia la peligrosidad de Roundup, el producto estrella de la compañía. La jueza del caso redujo estos últimos a 39.2 millones de dólares, en una orden con fecha del 22 de octubre de 2018, dejando el monto final en 79.5 millones de dólares, y reconfirmando la culpabilidad de Monsanto.
La compañía, ahora propiedad de Bayer, había pedido la nulidad del juicio pero nuevamente perdió en la Corte, aunque no abandona su postura. A los días de conocerse esa decisión de la jueza Bolanos, Monsanto volvió a presentar una nueva apelación que aún no ha sido resuelta pero que nada hace prever altere ya el fallo condenatorio. La culpabilidad de Monsanto parece asentada en los tribunales no solo por este primer veredicto de condena sino porque los juicios recién comienzan: más de 9.000 demandantes sostienen que el Roundup produce cáncer y están llevando a juicio a la compañía.
Bayer sigue públicamente asegurando que sus productos son seguros y declaró que además compartirá estudios realizados en este sentido que siempre fueron velados para el mundo científico. Estos anuncios no detienen el desplome de las acciones que ya acumulan una pérdida del 35% desde el primer veredicto condenatorio. Y sumado al anuncio de 12.000 despidos -para adecuarse a los términos que fijó la adquisición de Monsanto- la imagen de la compañía sufre un gran golpe además de las pérdidas económicas. Según escribió en una nota a sus clientes Ian Hilliker -analista de la consultora financiera Jefferies LLC de Londres-, extrapolar el nivel del fallo actual a todos los casos pendientes significaría un monto aproximado de 680.000 millones de dólares. Aunque, sabemos, la vida no tiene precio.
El glifosato, el ingrediente principal en el Roundup, se ha relacionado con ciertos tipos de cáncer en varios estudios. Mientras que Monsanto continúa afirmando que el Roundup (glifosato) es seguro, la investigación demuestra que no es así. En 2015, la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) de la Organización Mundial de la Salud, clasificó al glifosato como probablemente cancerígeno para humanos.
Varios expertos aseguran que la exposición dérmica y la inhalación de Roundup en los niveles alcanzados en la comunidad agrícola pueden producir Linfoma- no-Hodgkin y otras lesiones graves. Las pruebas acumuladas sugieren que Monsanto ha conocido la existencia de estos riesgos asociados a la exposición al Roundup desde comienzos de la década del 80. Así lo entendió el jurado del primer caso que condenó a Monsanto por producir cáncer y actuar con malicia al conocer y ocultar sus efectos, afirmación que será nuevamente el eje de los próximos juicios.
Las demandas presentadas tienen un párrafo en común. “El demandante sostiene que Roundup® y / o el glifosato son defectuosos, peligrosos para la salud humana, no aptos e inadecuados para ser comercializados y vendidos en el comercio, y carecían de las advertencias e indicaciones adecuadas sobre los peligros asociados con su uso”.
Los primeros juicios programados dentro del Roundup MDL son los siguientes:
- 25 de febrero, Hardeman v. Monsanto, Caso No. 3: 16-cv-00525
- 25 de mayo, Stevick v. Monsanto, Caso No. 3: 16-cv-02341 o Gebeyehou v. Monsanto, Caso No. 3: 16-cv-05813
El litigio federal de Monsanto Roundup consiste en más de 1654 casos presentados en cortes federales en los EE. UU. Estos casos se consolidan en un litigio multidistrital (MDL) ante el Juez del Tribunal de Distrito de Estados Unidos Vince Chhabria, en San Francisco, California.
Chhabria es el mismo juez cuya firma permitió se liberaran públicamente los papeles de Monsanto que lavaca.org, único medio en español, traduce y difunde desde noviembre de 2017 en su sitio especial monsantopapers.lavaca.org. Estos documentos han dejado en evidencia -entre otras cosas- el modo en el que la compañía oculta información e interfiere en los estudios científicos para seguir imponiendo el falso discurso de inocuidad del Roundup.
Será justicia
Las demandas contra Monsanto se onsolidaron en un juicio unificado para reducir la duplicación del descubrimiento de pruebas, evitar sentencias preliminares en conflicto de otros tribunales en todo el país y servir a las partes involucradas en una ubicación conveniente para las mismas. El juicio de Dewayne Johnson forma parte de este proceso.
Monsanto también enfrenta miles de demandas en juicios estatales presentados en California, Delaware, Missouri, Montana, entre otros lugares.
El primer caso de este tipo está programado para comenzar en la Corte Municipal de St. Louis, la tierra natal de Monsanto, el 1º de abril de 2019: Ronald Peterson y Jeff Hall v. Monsanto Company. Otro ocurrirá en Missouri, en la Corte del Condado de St. Louis, programado para el 22 de abril de 2019.
En California, una demanda de un tribunal estatal involucra al matrimonio de Alva y Alberta Pilliod, ambos enfermos de linfoma no Hodgkin. Este caso forma parte de 252 demandas reunidas en el Roundup Judicial Council Coordination Proceedings (JCCP sus siglas en inglés) Caso No. 4953; a cargo de la jueza Ioana Petrou de la Corte superior de California del Condado Alameda en Oakland, que tiene audiencias pautadas para el mes de marzo.
Nota
La Estela: tierra guaraní en escena

Las actrices Casandra Velázquez e Ivana Zacharski crearon un unipersonal sobre una niña litoraleña que descubre aventuras al amparo del monte misionero. El calor agobiante, la siesta obligatoria, los árboles de yerba mate y las leyendas de ese territorio se cruzan con la inspiración de Clarice Lispector como punto de partida.
Por María del Carmen Varela
A la hora de la siesta el pueblo entra en una pausa obligatoria barnizada por un calor agobiante. Ni el sueño ni el sofoco detienen a la niña, que abandona su cama con sigilo y logra escapar al amparo del monte. Encuentra en la intemperie el abrigo que no es costumbre en su casa. Cada día la espera una aventura distinta, aunque no siempre hay juego y risas. Rebelde, divertida, decidida, busca compañía para sus andanzas y si no la encuentra, transita en soledad. La salvación a cielo abierto, la naturaleza como sostén y una fascinación: “La Estela”.
La actriz y bailarina Casandra Velázquez y la actriz y directora de teatro Ivana Zacharski dieron luz a esta niña litoraleña sumergida en la vastedad de un paisaje indómito y deslumbrada por Estela, la joven esquiva con mirada de pantera. Ivana y Casandra se conocieron a sus 18 años tomando clases de actuación con Pompeyo Audivert en el Teatro Estudio El Cuervo, poco tiempo después de que cada una viniera a estudiar teatro a la Capital. Casandra nació en Rosario y creció en Venado Tuerto (Santa Fe), Ivana es de Apóstoles, Misiones, donde se desarrolla esta historia que juntas llevaron a escena. Este universo, recorrido por Ivana, de tierras guaraníes surcadas por árboles de yerba mate y leyendas de peligros a la hora de la siesta, fue la inspiración para La Estela.
Ivana tenía ganas de dirigir un unipersonal y eligió a su amiga Casandra para actuarlo. El punto de partida fue un cuento de Clarice Lispector: La relación de la cosa. Casandra: “Los primeros encuentros fueron sin texto, nos acercamos a la obra desde el cuerpo, la respiración y la carne. En los primeros ensayos bailé un montón, unas danzas extrañas, medio butohkas, transpire, canté, corrí, toqué el bajo. Ivana empezó a escribir y yo a probar y actuar todos esos textos e hipótesis, el insomnio estaba presente, la obsesión con el tiempo, los fantasmas del futuro, algo vinculado a la materialidad del agua y el devenir del río. Aparecieron unos cuentos protagonizados por distintas niñas en paisajes litoraleños. Nuestro personaje de ese momento: una mujer en medio del insomnio, se contaba esos cuentos a ella misma para poder dormir”.

Foto: Gentileza La Estela.
Después de que Ivana hiciera un taller de escritura con Santiago Loza y Andrés Gallina, la historia fue tomando fuerza. Cuenta Casandra que algo se abrió y comenzó a aparecer la trama: “La obra apareció y nos empezó a hablar. Nos metimos adentro de esos cuentos, de esos paisajes y de esas niñas y dejamos de lado todo lo demás. Apareció algo muy mágico entre nosotras, algo de eso que las obras permiten, que es crear un universo común, descubrir conexiones y relaciones nuevas. Sentía que la obra estaba apareciendo y tenía voz propia, apareció el cuerpo de la obra y una forma de narrar”. Casandra recorre el escenario y su fuerza expresiva invita a adentrarse en la historia de esta niña llena de vitalidad y asombro. La vemos en su habitación, presa del calor de la tarde, en busca de libertad y juego, invocando protección divina cuando algo se le escapa de las manos, trabajando en el puesto rutero, pateando una pelota, como se patea a la injusticia, hipnotizada al descubrir la mirada felina de “la Estela”.
El entusiasmo de la juventud, las tragedias inesperadas, las súplicas, el goce de la novedad caben en ese cuerpo palpitante de sueños. Ivana y Casandra apelaron a sus propias vivencias para hilar la narración. Casandra: “Las dos pasamos nuestras infancias y adolescencias medio punkis en distintos paisajes litoraleños, lejos de esta ciudad, sus ritmos y velocidades. Había algo de ese universo común, de elegir siendo muy chicas irnos de las ciudades donde crecimos, que empezó a operar, casi telepáticamente. El ejercicio de revisitar esos paisajes y poblarlos de ficción fue fascinante, mirar el mundo con ojos de infancia nos abrió mucho permiso y nos devolvió mucha vitalidad, nos permitió vincularnos con la violencia, el dolor y la crudeza de crecer desde un lugar de mucho delirio y mucho juego. La obra es bastante impune en ese sentido, el relato no pide permiso, ni da explicaciones, sólo sucede. Justicia poética, decimos, un conjuro de liberación”.
Al cabo de dias de ensayo, la voz de la niña litoraleña comenzó a asomar y Casandra hizo un trabajo específico con la coach vocal Mariana García Guerreiro. El actor Iván Moschner también se sumó a pulir el fluir de la voz. Escuchar radios misioneras, discos y entrevistas a Ramón Ayala y otrxs artistas misionerxs colaboró con esa tarea. La niña que sube el escalón hacia la adolescencia, la que se enfrenta al monte y sus amenazas, se abre paso en la oscuridad con la lumbre de su irreverencia. Salvar y ser salvada, desafiar la imposición de la siesta, para correr a soñar despierta.
La Estela
El Camarín de las Musas, Mario Bravo 960, CABA
Sábados a las 18 hs, hasta el 27 de septiembre
@laestela.obra
Nota
Litio: nace un nuevo documental

Este viernes 29 de agosto se presentará un nuevo contenido de Cooperativa de trabajo lavaca: Litio. Un documental dirigido junto a Patricio Escobar que refleja la lucha de las comunidades originarias y el paralelismo entre la reforma (in)constitucional de Jujuy, como experimento hacia la Ley Bases votada a nivel nacional.
“Te cuento esta historia, si me prometés hacer algo. ¿Dale?”.
Así arranca el documental Litio, una historia de saqueo y resistencias, que continúa…
Un documental independiente y autogestivo de cooperativa lavaca y dirigido en conjunto con Patricio Escobar, que traza un hilo conductor entre la reforma (in)constitucional de Jujuy votada a espaldas del pueblo en 2023, y lo que pasó un año después a nivel nacional con la aprobación de la Ley Bases y la instauración del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).
Este proyecto tiene algunas particularidades: por un lado, no se trata de una única pieza audiovisual, sino de varias. Una más larga, de 22 minutos; y otras más cortas, de menos de 6 minutos. Por otro lado, se propone un documental en construcción permanente, al que se le irán agregando nuevas piezas de una cadena extractivista que parece no tener fin. Para esto, creamos una página web (que también estrenaremos el viernes 29) en la que iremos agregando los nuevos eslabones que surjan a futuro relacionados al oro blanco.
LITIO muestra cómo viven las comunidades de la puna jujeña en la cuenca de las Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, una de las siete maravillas naturales de Argentina, y a la par, zona de sequía y uno de los mayores reservorios de litio del mundo. Dato insoslayable: para obtener un kilo de carbonato de litio se utilizan hasta dos millones de litros de agua. Las imágenes se entrelazan con los ostentosos congresos mineros, la represión policial a las manifestaciones por la reforma (in)constitucional y la resistencia de un pueblo que no otorga la licencia social a la explotación minera.
“¿Cuánto cuesta, cuánto vale… nuestra Pacha?”, cantan las comunidades originarias. Esa bandera hecha canción – y esa pregunta- se construye a través de distintas entrevistas a las comunidades Santuario de Tres Pozos, Lipán, El Moreno, Tres Morros, Potrero de la Puna, así como a otros actores. También evidencia el silencio de las autoridades, que no quisieron hacer declaraciones públicas. “Todas las Salinas están cuadriculadas de pedimentos mineros. Allí viven las comunidades y debajo, en el subsuelo, están las minas”, cuenta Alicia Chalabe, abogada de las comunidades.
El documental plantea una premisa: la reforma (in)constitucional de Jujuy en 2023 impuesta por el entonces gobernador Gerardo Morales –a merced de la explotación del litio, ya que modificó el régimen de agua, de tierras fiscales y de la propiedad privada, y ratificó la propiedad exclusiva de la provincia sobre los recursos naturales, entre los que incluye el subsuelo y el mineral de litio– fue el experimento que sirvió de antesala a la Ley Bases aprobada en 2024. Esta profundizó no sólo la matriz extractivista mediante enormes beneficios fiscales a empresas mineras, petroleras y del agronegocio, sino también las relaciones carnales con Estados Unidos y particularmente con Elon Musk, dueño de la empresa Tesla que construye autos eléctricos, para lo cual el litio es fundamental.
LITIO termina con tres palabras, y se erige como punto de partida:
“Esta historia continuará
¿Dale?”.
Te invitamos a seguir construyendo esta historia, este viernes 29 de agosto a las 20, en MU Trinchera (Riobamba 143, CABA).

CABA
Super Mamá: ¿Quién cuida a las que cuidan?

¿Cómo ser una Super Mamá? La protagonista de esta historia es una flamante madre, una actriz a la que en algún momento le gustaría retomar su carrera y para ello necesita cómplices que le permitan disfrutar los diferentes roles que, como una mamushka, habitan su deseo. ¿Le será posible poner en marcha una vida más allá de la maternidad? ¿Qué necesitan las madres? ¿Qué necesita ella?
Por María del Carmen Varela
Como meterse al mar de noche es una obra teatral —con dirección y dramaturgia de Sol Bonelli— vital, testimonial, genuina. Un recital performático de la mano de la actriz Victoria Cestau y música en vivo a cargo de Florencia Albarracín. La expresividad gestual de Victoria y la ductilidad musical de Florencia las consolidan en un dúo que funciona y se complementa muy bien en escena. Con frescura, ternura, desesperación y humor, abordan los diferentes estadíos que conforman el antes y después de dar a luz y las responsabilidades en cuanto al universo de los cuidados. ¿Quién cuida a las que cuidan?
La escritura de la obra comenzó en 2021 saliendo de la pandemia y para fines de 2022 estaba lista. Sol incluyó en la última escena cuestiones inspiradas en el proyecto de ley de Cuidados que había sido presentada en el Congreso en mayo de 2022. “Recuerdo pensar, ingenua yo, que la obra marcaría algo que en un futuro cercano estaría en camino de saldarse”. Una vez terminado el texto, comenzaron a hacer lecturas con Victoria y a inicios de 2023 se sumó Florencia en la residencia del Cultural San Martín y ahí fueron armando la puesta en escena. Suspendieron ensayos por atender otras obligaciones y retomaron en 2024 en la residencia de El Sábato Espacio Cultural.
Se escuchan carcajadas durante gran parte de la obra. Los momentos descriptos en escena provocan la identificación del público y no importa si pariste o no, igual resuenan. Victoria hace preguntas y obtiene respuestas. Apunta Sol: “En las funciones, con el público pasan varias cosas: risas es lo que más escucho, pero también un silencio de atención sobre todo al principio. Y luego se sueltan y hay confesiones. ¿Qué quieren quienes cuidan? ¡Tiempo solas, apoyo, guita, comprensión, corresponsabilidad, escucha, mimos, silencio, leyes que apoyen la crianza compartida y también goce! ¡Coger! Gritaron la otra vez”.
¿Existe la Super Mamá? ¿Cómo es o, mejor dicho, cómo debería ser? El sentimiento de culpa se infiltra y gana terreno. “Quise tomar ese ejemplo de la culpa. Explicitar que la Super Mamá no existe, es explotación pura y dura. No idealicé nada. Por más que sea momento lindo, hay soledad y desconcierto incluso rodeada de médicos a la hora de parir. Hay mucho maltrato, violencia obstétrica de muchas formas, a veces la desidia”.
Durante 2018 y 2019 Sol dio talleres de escritura y puerperio y una de las consignas era hacer un Manifiesto maternal. “De esa consigna nació la idea y también de leer el proyecto de ley”. Su intención fue poner el foco en la soledad que atraviesan muchas mujeres. “Tal vez es desde la urbanidad mi mayor crítica. Se va desde lo particular para hablar de lo colectivo, pero con respecto a los compañeros, progenitores, padres, la situación es bastante parecida atravesando todas las clases sociales. Por varios motivos que tiene que ver con qué se espera de los varones padres, ellos se van a trabajar pero también van al fútbol, al hobby, con los amigos y no se responsabilizan de la misma manera”.
En una escena que desata las risas, Victoria se convierte en la Mami DT y desde el punto de vista del lenguaje futbolero, tan bien conocido por los papis, explica los tips a tener en cuenta cuando un varón se enfrenta al cuidad de un bebé. “No se trata de señalarlos como los malos sino que muestro en la escena todo ese trabajo de explicar que hacer con un bebé que es un trabajo en sí mismo. La obra habla de lo personal para llegar a lo político y social”.
Sol es madre y al inicio de la obra podemos escuchar un audio que le envió uno de sus hijos en el que aclara que le presta su pelota para que forme parte de la puesta. ¿Cómo acercarse a la responsabilidad colectiva de criar niñeces? “Nunca estamos realmente solas, es cuestión de mirar al costado y ver que hay otras en la misma, darnos esa mirada y vernos nos saca de la soledad. El público nos da devoluciones hermosas. De reflexión y de cómo esta obra ayuda a no sentirse solas, a pensar y a cuidar a esas que nos cuidan y que tan naturalizado tenemos ese esfuerzo”.
NUN Teatro Bar. Juan Ramirez de Velazco 419, CABA
Miércoles 30 de julio, 21 hs
Próximas funciones: los viernes de octubre

