Nota
Movilizaciones en todo el país contra la Ley ómnibus y el DNU: las fuerzas de abajo

Pocas horas después de que la Cámara de Diputados haya dictaminado sobre la Ley Ómnibus, en todo el país hubo movilizaciones que quienes la vivieron las definen así: “Nunca vi una tan grande”. Enorme fue la marea en Mar del Plata, Rosario, Neuquén, Bariloche, Córdoba, y grandes también las de aquellas ciudades que suelen tener menos protagonismo en este tipo de protestas, como Comodoro Rivadavia, San Martín de los Andes o las playas de Mar de Ajó y Mar Azul. Mendoza también tuvo su jornada histórica (ver crónica) y hasta en el fin del mundo, allá en Ushuaia, se escuchó cantar: “la patria no se vende”. El dato: son todas localidades donde el actual Presidente obtuvo un triunfo arrollador hace menos de dos meses.Las protestas expresan un rechazo que logró un primer objetivo: la sesión que pretende la media sanción iba a ser mañana, pero se demora hasta el próximo martes. ¿Qué expresaron esas voces?
Fotos: Martina Perosa para lavaca
El Congreso Nacional fue hoy el epicentro de un grito que pretendía que allí resonara. Se trata de voces que quisieron hacerse oír por quienes deben representarlas.
Comprender lo que expresaron es un desafío para la política y para la democracia.
Algunas de esas voces las escuchó lavaca:
“Hay que volver a hablar con todo el mundo, hay que volver a hablar con este pueblo, explicar todo de vuelta, volver a las prácticas asamblearias”, dice la artista Susy Shock en medio de la enorme ola que se autoconvocó al punto de cita de “la cultura”, apretadísima en la zona de Avenida de Mayo y Sáenz Peña. Lo que dice se comprueba al instante: por la calle lateral pasan los vecinos y vecinas de todas las asambleas de la ciudad.
Sigue Susy: “Lo nuevo no va a venir con recetas viejas. No queremos que nos inviten a resistir de la misma manera. Queremos nuevas aventuras y queremos escuchar a la gente joven, a la disidencias, a los transfeminismos no burocratizados. Y también una crítica a ese sector feminista que se vendió por un asiento, se quedó cómodo y se olvidó del pueblo, y sin el pueblo nada es posible”.

Susy ahora exige: ”Quiero que con la diversidad que soy, con el cuerpo trava que porto, me inviten a discutir todos los temas. Ser parte de la discusión general y no quedar en una de género y nada más. Ese es el desafío. ¿Lo próximo? El 24 de marzo. Y que al lado de Norita esté Marlene Wayar”.

Norita es Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, que está a media cuadra de Susy, diciendo. “Quiero futuro para el pueblo, para mis hijos y mis nietos: quiero una mesa digna para todos”. ¿Cómo lograrlo? Norita propone tener esperanza, creer en nosotros mismos y salir a la calle: “Tenemos que juntarnos”.

La mesa y la comida también son temas que menciona una jubilada que llegó desde Ramos Mejía con 81 años a cuestas. dice que aunque tiene una jubilación y pensión que le permiten vivir, hoy marcha por “la gente que tiene que ir al supermercado y no puede comprar para comer: eso es lo que me duele”. La acompaña una amiga -misma cantidad de primaveras- que agrega: “Soy agnóstica, pero creo en nosotros. Ojalá esta humanidad mejore”.

A su alrededor hay un desfile incesante de columnas y más columnas que intentan sumarse a la marea de Avenida de Mayo. Hay tanta gente que no se avanza hacia el Congreso: lo que se convocó como una marcha se transforma entonces en una ocupación del espacio público, una inmensa ola que, gota a gota, ha inundado calles principales y laterales, avenidas y transversales, imponiendo con los pies otro protocolo: el del abrazo. Hay preocupación, hay reclamos, hay gritos, sí, pero sobre todo hay alegría por ese gigante “estamos”.

Sergio Maldonado, hermano de Santiago, lo nombra por su autora: “Estoy acá en primer lugar por el protocolo que quiere implementar Patricia Bullrich. Ella no fue elegida por el pueblo, entró por la ventana en un gobierno neoliberal que está haciendo estragos”. Un instante después la policía lo justifica: sin razón ni justificación -la calle está desbordada y en orden- irrumpe en malones, en una performance que incluye desfile de motos acelerando: un show para las cámaras que siguen a los uniformados. Le dirá entonces una integrante de la columna de la UOM (Unión Obrera Metalúrgica) al oficial a cargo: “Justo cuando va a hablar Moyano: mirá qué casualidad.” El escenario está a más de diez cuadras y nadie en la calle le presta atención a lo que allí se dice, pero lo que expresa la trabajadora es otra cosa: que los pies en el asfalto le alcanzan para leer la realidad y le sobran para la ironía: “Andá tomar la teta, bebé”.

Su predicción: “Esta es la primera de las grandes movilizaciones que va a haber. El cambio que necesitamos no es este, pero no supimos contarle a la gente qué era lo que nos convenía como trabajadores y como sociedad. Ahora dicen del feminismo que somos un estorbo, cuando en realidad somos las que movemos la economía, y muy especialmente en momentos de crisis. Por eso al resto de mis compañeras les digo: vengan, las esperamos en la calle”.

A su lado está Natali Cejas –que llegó de Santa Fe y es parte del comité nacional del gremio–quien detalla: “Tenemos 250.000 afiliados, 16.000 son mujeres”. La primera fila de la columna está ocupada por ellas. Describe Natali: “Ya hay despidos, hay recesión, hay sectores en donde, por ejemplo, ya se está trabajando menos horas o se adelantaron vacaciones. Estamos acá como trabajadoras y como mujeres: sabemos que cuando viene el recorte se empieza por nosotras, y sabemos que la lucha es en las calles. Hay que hacernos sentir, que sepan que no nos representan”.

Con ambo y delantal moviliza la Asamblea de Residentes de Ciudad de Buenos Aires. “Yo estoy en el Hospital Elizalde y ahora no hay medicación para les niñes –sí: dice “les niñes”– que se van de alta. A partir de ahí, imagine el resto”, dice Virginia, una de las médicas. Alerta, además, que como consecuencia del desfinanciamiento de la salud pública, “es muy probable que no se empiecen a abrir los cargos” y que por efecto de los discursos de odio presidenciales “esa violencia se expande: la gente llega al hospital muy rota, es muy difícil contener lo emocional si además recortan recursos”. ¿Qué hacer? “Hay que estar en la calle: Hay que apoyarnos como colectivo de trabajadores”.

Con delantal también está Claudia, 58 años, docente de Soldati. “El presidente Milei habla de achicar el Estado, pero el Estado somos también las docentes: yo doy un servicio que es la educación, el Estado me paga. Cuando él dijo que iba a achicar el Estado, me está achicando a mí, y a tus derechos”, sintetiza. Trabaja en un programa que recibe infancias y adolescentes, entre 9 y 14 años, que han dejado la escolaridad por diferentes motivos. Se supone que los grados pueden tener hasta 12 alumnos, pero en 2023 Claudia tuvo a su cargo 18. “Efecto pandemia”, arriesga. “Estamos rodeados por 10 barrios populares, la mayoría de los pibes están ahora cartoneando con sus padres”.

¿Cómo afecta la ley Ómnibus a la docencia? “Ya hay despidos. En la ciudad más rica del país se cuelgan de lo que dice el gobierno: que no hay plata. Empiezan a despedir a docentes contratados. Yo hace 15 años que trabajo en el grado de nivelación y todavía no soy titular: podría ser la próxima afectada”. En la escuela los pibes no solo estudian, también comen: Claudia advierte sobre los recortes a los comedores. “Nuestra escuela es de jornada simple, pero tiene comedor, y te repito: tenemos 10 barrios populares alrededor. Si recortan en comedores, nos recortan en la alimentación de los pibes. Sin la alimentación, no estudian. Si no tienen para comer, el sistema cognitivo no funciona”.

La periodista y escritora Soledad Barruti lleva un cartel reclamando por los bosques, y otro por los glaciares. Puede sostener uno en cada mano, pero quisiera llevar muchos más: “Esto arrasa con todo, con derechos absolutamente necesarios y conquistados durante mucho tiempo. Nos quita de plano lo que nos queda de lugar vivo, de lugar de resistencia”. La imagen que ofrece es de tierra arrasada. “Este gobierno pretende entregar lo último y para entregarlo tiene que destrozar todos los derechos conquistados hasta ahora, tiene que pasarle una topadora a todas las luchas que hace tanto tiempo tantas personas venimos encarnando. Hay que poner un límite ya, porque si esto avanza, barre con todo”.

Junto a Soledad está la escritora Dolores Reyes, quien llegó desde Pablo Podestá, donde también trabajaba como docente. Desde ahí, escribe: sus libros tienen al barrio y a sus jóvenes como protagonistas. “El proyecto deroga la Ley del Libro, que no le molesta absolutamente a nadie, entre muchas otras leyes: no va a quedar nada de Argentina. La industria del libro en nuestro país es muy particular: hay una ecosistema que está medianamente protegido por la Ley del Libro. Esto implica que hay un precio único y entonces, por ejemplo, los supermercados no pueden intervenir tirando el precio para abajo para fundir al resto de las librerías independientes. Si se toca la Ley del Libro este hermoso ecosistema no va a existir más. Y algo que me duele muchísimo en particular es que con esta devaluación y con el papel –que está dolarizado–, los precios de los libros ya se han vuelto absolutamente privativos: Cometierra pasó de 4.800 a 14.000 pesos. Es delirante”.
Tus libros están muy atravesados por la realidad de los barrios. ¿Cómo se ve esta realidad desde allí?
-Se empieza se empieza a ver un ataque infernal a las condiciones de vida de las clases populares. Los elementos de las canastas más básicas, en un mes se han duplicado o triplicado, y los ingresos claramente no. Entonces en los barrios, la gente está decidiendo qué come y qué deja de comer. Y ni hablar el tema de medicamentos: desregularon para que todo también se triplicara. Estoy viendo vecinos que salen de la farmacia o que están en la cola del supermercado y hablan de todo lo que no pueden comprar”.

El dirigente Eduardo Vasco Murúa, referente del sector de fábricas recuperadas, dice que en el sector “al igual que a todos los sectores, lo afecta el plan económico desatado”, pero en particular lo que se siente es la baja de la demanda y el aumento de los costos. Todavía, aclara, falta que lleguen los tarifazos. Otra alerta: “El salario de los trabajadores, que con la inflación no pudimos acompañar”.

¿Qué papel pueden jugar las fábricas recuperadas en este escenario?
-Estamos preparados para jugar dos papeles: centralmente, estar acompañando a los trabajadores que sufran un cierre de fábrica, acompañarlos en su recuperación, ordenar las fábricas en unidad y con la organización que tenemos para que no se nos caigan. Y por otro lado, pelear con todas las fuerzas para que se vayan lo más pronto posible. Pero con la idea y la convicción de que no va alcanzar con que se vayan, sino que hay superar el fracaso anterior y la catástrofe actual, con una organización política de los trabajadores y trabajadoras y para el pueblo. No lo vamos a lograr mientras la representación que tenemos sea tan flaca. Todo el sector progresista parece que está esperando que el hambre y la sangre la ponga el pueblo y preparar la curita para después. Les decimos entonces que vamos a tener con ellos la misma actitud que tenemos con Milei y con el poder económico nacional: no hay tiempo para que vengan ellos nuevamente con curitas. Lo que queremos es un modelo que asegure el trabajo para todos. Y creemos que lo podemos hacer: lo único que falta es la organización política”.

La calle le habló así hoy a la política.
La hizo.
Lo que sigue es Historia y está aún por escribirse.
Mendoza contra el DNU
Mendoza, la provincia donde Milei sacó el mayor porcentaje de votos, también se movilizó masivamente contra el DNU. Para gambetear el protocolo, las citas se dieron en distintos puntos de la capital provincial. Uno de ellos, como es costumbre, arrancó en el Kilómetro 0: organizaciones sociales, asamblearias y políticas, organizaron un breve acto para luego marchar hacia la Legislatura, donde confluyeron con el resto de los grupos políticos y sindicales.

Lucas tiene 30 años y estaciona su bici en la esquina. Lleva calzas y una remera que dice: “Son 30 mil y uno es mi abuelo”. Forma parte de HIJOS Mendoza, y es trabajador de la secretaría de Cultura; dos frentes que, asume, están en tensión desde la asunción del nuevo gobierno. Parece observar las banderas del Polo Obrero, el PTS y otras de partidos de izquierda que intentan colmar la escena, y dice: “Yo creo que más que una manifestación política partidaria es momento de hablar a favor de la Argentina y del pueblo, del bienestar general. Lo de hoy nace de una convocatoria de CGT, pero esto lo excede; ya nos venimos movilizando aquí en Mendoza, organizando en asambleas”.

¿Qué te preocupa del DNU?
-Todo. Me preocupa la liberación para que los extranjeros puedan comprar tierras, la reforma penal, la baja de imputabilidad, la liberación de precios. A todo el mundo le baja la calidad de vida. Y ahora lo último es la cantidad de gente que va a pagar impuesto a las ganancias, contradiciéndose con su propio discurso político. También me preocupa lo que es ambiental: no reconocer la crisis ambiental mundial es inhumano.
¿Por qué la misma Mendoza que salió a las calles por el agua, votó 4 años después masivamente a Milei?
-Creo que el cansancio social fue por la falta de respuestas, eso hizo que la gente emitiera un voto castigo. El tema es que ese voto castigo nos castigó a todos: vemos las repercusiones ahora.
¿Conocés gente que votó a Milei?
-Lamentablemente tengo familiares que lo han votado. Es una discusión constante: tenemos a mi abuelo desaparecido y tener que hablar del curro de los derechos humanos, de que no fueron 30 mil… es duro.
¿Lo siguen bancando?
-No. Porque más allá del voto castigo mi familia tiene conciencia social, conciencia ambiental. Es un voto arrepentido.

La policía mantiene un carril libre mientras la gente continúa agrupándose en el otro y en la peatonal. El micrófono avisa que en unos minutos será el turno de distintos oradores de las organizaciones, y que luego comienza la marcha.

Entre otra de las columnas que nutren al Kilómetro 0 está la cultural. Mariela es teatrera y lleva una nariz de payasa, pero habla en serio: “Ha habido toda una discusión de si nos sumábamos porque convoca la CGT, pero ante el panorama que estamos viviendo yo creo que podemos hacer un frente común porque los perjudicados somos las mayorías”.
¿Cómo se organizan desde la cultura?
-En el ámbito cultural se ha armado una asamblea multisectorial mendocina hace casi un mes y ya ha activado dos movilizaciones. Es multisectorial porque hay banderas políticas de todos los colores y distintos sectores del arte: música, teatro, audiovisual, literatura, artesanos, etc.
Llevás un cartel que dice “Sin cultura no hay libertad”. ¿Por qué creés que el DNU se mete puntualmente con organismos culturales?
-La cultura abre cabezas, te pone a pensar y a cuestionarte y a cuestionar lo que las autoridades y tus propios representantes definen. Entonces, es peligrosa la cultura, por eso nos quieren borrar, porque les molesta. La cultura nos da identidad, lo contrario a lo que ellos quieren imponernos: una cultura extranjera que no tiene nada que ver con nosotros. Lo nuestro, nuestra verdadera identidad, lo que somos, lo que queremos ser, eso plantea el arte. El arte no solamente sana y salva: abre cabezas, y eso es jodido.
Más atrás de las columnas partidarias están Nelly y Claudina, dos jóvenes jubiladas que llevan un cartel que dice: “Jubiladxs en lucha – No al DNU”. Son parte de un colectivo más grande que se reunió en otros puntos de la capital, para confluir en la Legislatura. Ellas eligieron el Kilómetro 0 porque “nos queda más cerquita, las piernas no nos dan ya para tanto”, bromean, aunque luego se las verá también frente al edificio que queda a más de diez cuadras de este lugar. Allí estarán descansando en un banco de plaza, fumando un cigarrillo como quien ha culminado su tarea: luchar.

Dicen: “Recién estábamos recordando : nosotras tenemos historias de lucha desde los 80. Siempre luchando por nuestros bienes comunes, nuestros derechos”.
¿Qué recordaban?
-Todos los momentos que hemos tenido que salir para luchar por nuestros derechos, incluso en la terrible dictadura.
¿Esto les recuerda a aquello?
“Es una dictadura neofascista” arriesga Nelly. Claudina agrega: “Pero peor, porque fue elegida por el pueblo”. Sigue Nelly: “A veces este punto de tensión es para ver si podemos reaccionar, sobre todo las generaciones nuevas.
¿Salieron durante el gobierno anterior?
-Salimos con cada gobierno… con el anterior también: con todos….
¿Cómo ven esta marcha, en comparación con aquellas?
-Es la más masiva a la que fuimos. Mirá que Mendoza es una provincia muy conservadora, eh, cuesta movilizar- dice Claudina.
¿Qué les preocupa del DNU?
-La situación de todo el país, estamos en un abismo, no solamente la movilidad jubilatoria: es la pérdida del poder adquisitivo, los bienes naturales- enumera Nelly.
¿Sus jubilaciones, les preocupan?
-Lo que nos preocupa es el Fondo de Garantía y Sustentabilidad, que es dinero que nadie se animó a tocar hasta ahora. Macri lo intentó y no pudo.
¿Podrán?
-Esperemos que no salga la ley, pero hay tantos traidores….
Nelly confía en algo: que entre la movilización local y el apoyo internacional, los sectores llamados dialoguistas “entren en razón, o por lo menos, que tengan un poquito de miedo”.
Comienza el acto en el que distintos oradores de las organizaciones dirán unas palabras. Por ejemplo, Sergio Onofrio, de la Asamblea Popular por el Agua: “Nos necesitamos entre todos para poner un freno. En el 2019 lo logramos, algo que parecía imposible. Desde la asamblea hacemos hincapié en el ambiente porque es de todos. Y está en peligro”.
Onofrio culmina gritando «El agua de Mendoza, no se negocia” y la consigna se transforma en el grito que continuará sonando durante la marcha rumbo a la Legislatura.
La movilización comenzará pasadas las 13 y la policía la acompañará durante las diez cuadras. Un hombre al megáfono dice: “Este operativo es una ridiculez total, si ya saben cómo son las marchas de Mendoza. Es un circo para seguir las órdenes de Bullrich. Los mismos policías saben lo que cuesta que estén ellos acá”.
A dos cuadras de la Legislatura, las calles se angostan y las personas no alcanzan a amucharse en un solo carril. Se toma la decisión, entonces, de tomar toda la calle. La forma de romper el protocolo oficial es simple: las personas pasan por al lado de la policía, por el costado, por donde no llegan a cubrir. De repente, ya están del otro lado, y los efectivos no llegan a detener a cada manifestante.
Roto el protocolo, la marcha llega finalmente a la plaza frente a la Legislatura, donde se reúne con la columna de los sindicatos.
Allí, dos mujeres que se mantienen al margen de la movilización, charlan entre ellas. “¿Vos estás a favor o en contra?”, “¿De qué?”, “De esto” dice señalando a la marcha. “A favor” responde tímida la otra. “¡¡¡Yo también!!!” se entusiasma la entrevistadora.
Ambas superan los 60. Una lleva un carrito de compras: dice que le mintió a su hijo que iba al súper y vino acá, “para hacer bulto”. La otra, si bien parece vestida de gala, vino para manifestarse. Y revela: “Yo empecé siendo fanática de Milei”. Confiesa que lo seguía en las redes sociales cuando ella vivía en Nueva York. “Me gustaba por cómo hablaba, lo prepotente, el empuje”.
¿Cuándo cambió?
-Me dejó de gustar porque le vi la verdadera personalidad. No es un político, es un economista. Cuando se empezó a pelear con los chinos, dije no; como yo he vivido en el exterior, conozco a todas las razas, eso no se hace.
María Teresa Guni Cañas, integrante de la Asamblea Popular por el Agua protagonista de la gran movilización que hubo en esa provincia durante el gobierno de Alberto Fernández, asegura con experiencia que hoy hubo “muchísima gente en la calle en un clima de resistencia y de alegría”.
¿Qué significa?
-Que hay que seguir estando en la calle a pesar de todas las traiciones. Es fuerte la cantidad de legisladores que han votado en las comisiones a favor del DNU, pero también hay mucha resistencia. Esperamos que no siga avanzando esta depredación, y que haya una percepción de que lo importante no era solo que perdiera el kirchnerismo.
¿Qué busca este gobierno?
–El gobierno de MIlei busca dejar en manos de las empresas nuestros bienes comunes, la cultura, la educación y que todo sea mercantilizable: a eso nos estamos oponiendo.
¿Cómo se explica que aquí haya tenido tanto apoyo?
-Lamento que Mendoza haya sido de las más votantes de Milei. Pero también hay mucha resistencia, así que vamos a seguir apostando a sembrar conciencia y a seguir estando y defendiendo los valores de la comunidad. Al odio y a la destrucción se los enfrenta así: con comunidad.
Córdoba contra el DNU
Copleras, músicos, actrices, circenses, brigadistas forestales de las sierras, trabajadores del CONICET, estatales, docentes, ferroviarios, trabajadores de la economía popular, de la salud… mucha gente bajo el sol. Se escucha repetidas veces el comentario sobre la gran convocatoria, tal vez la mayor pos pandemia en la ciudad de Córdoba. El cálculo es entre 50 y 60 mil personas.
A Córdoba le pesa ser el distrito donde porcentualmente más votos obtuvo el presidente Javier Milei, más le pesa sobre todo a quienes hoy estaban en la calle: laburantes. A medida que avanzan los días entre los trabajadores se va silenciando el mandato “hay que esperar”, los dirigentes gremiales y de sindicatos que hoy hablaron sobre un escenario improvisado arriba de un camión frente a Patio Olmos ahora apelan a expresiones dignas de una letra de cuarteto “nos engañó feo” “Que venga a dar la cara después del verso de la casta”. Pero también hubo mensajes para el gobernador Llaryora, pero lo más contundente por parte del movimiento por el ambiente y el territorio que, por ejemplo, señala la reciente creación de la Agencia CórdobaAgro, un organismo que estará exento del control del Tribunal de Cuentas, y según asambleístas se trata “ de una privatización del campo y del monte, fondos públicos provenientes de impuestos que estarán administrados por privados del agronegocio. Y serán quienes resuelvan sobre recursos comunes”. Con la nuestra.
Transferencia de recursos y riquezas.
Nota
Continúa el destierro mapuche: Desalojan a otra comunidad para favorecer a un empresario forestal

La lof Quemquemtrew, en Cuesta del Ternero, El Bolsón, fue desalojada tras la denuncia del empresario Rocco, que ocupa esas tierras fiscales y goza de impunidad judicial, con aval político. El fallo que da la razón a la comunidad, versus las presiones que reconoció la fiscalía local a la comunidad mapuche. El testimonio de sus integrantes, y la relación con los recientes incendios. La voz de la abogada que desmiente las relaciones con la RAM y el «circo» montado para justificar el despojo con argumentos racistas. El post del gobernador Weretilneck, alineado a la bajada de Nación, y las amenazas a los pobladores locales. Una de terror que sucede en la Patagonia, donde las comunidades originarias se encuentran sin ley y sin derechos, y con cada vez menos territorios. «Vamos a presentar una medida cautelar para volver a nuestro territorio lo antes posible”.
Por Francisco Pandolfi
El 10 de diciembre pasado, Javier Milei derogó la ley de Emergencia Territorial Indígena dando así vía libre a los desalojos de las comunidades originarias y allanando el terreno para el destierro, sobre todo del pueblo mapuche y sobre todo en la Patagonia. Ayer, el Gobierno de Río Negro, mediante un despliegue de más de 150 agentes de la Policía provincial, dio un nuevo paso en ese sentido: desalojó de sus tierras a la comunidad Quemquemtrew, en el paraje Cuesta del Ternero, El Bolsón.
El operativo se realizó por orden judicial tras una denuncia del empresario forestal Rolando Rocco, que ocupa esas tierras fiscales desde hace años, gozando de beneficios tanto por parte del Ejecutivo como de la Justicia. En noviembre de 2021, dos empleados de Rocco atacaron a la comunidad y asesinaron a Elías Garay e hirieron de gravedad a Gonzalo Cabrera, dos de sus integrantes.
La voz de la comunidad
Romina Jones es integrante del lof Quemquemtrew, pero no habla con lavaca desde ahí. “Nos dejaron sin nada”, comienza.
¿Qué hay detrás de este despojo?
Los intereses de un empresario forestal, Rolando Rocco, a quien la provincia prácticamente le regaló más de 2500 hectáreas en Cuesta del Ternero, en un proceso de muchísimas irregularidades. A un fiscalero (quien ocupa tierras fiscales) se lo obliga a vivir en el lugar, pero él vive incluso en otra provincia (Chubut); a un fiscalero se le otorga un terreno único, pero a él le dieron diferentes porciones de la Cuesta, un montón de parcelas. A un fiscalero también se le exige que tenga buena relación con sus vecinos, pero él tiene denuncias de varios por amenazarlos con armas de fuego y armas blancas. Y ni hablar que él fue quien contrató a las dos personas que entraron al territorio a matar a Elías (Garay, asesinado en noviembre de 2021). La Justicia lo eximió, pero la vinculación es evidente, no sólo por sus amenazas previas de que lo iba a hacer, sino que su abogado es el mismo que defiende a uno de los asesinos de Elías. En ese crimen también estuvo involucrado el Ministerio Público Fiscal y el Ministerio de Seguridad provincial, ya que los autores materiales eludieron, portando armas de fuego, varios retenes policiales, en un momento donde nadie podía pasar. Hubo una cadena de responsabilidades que nadie las paga, como las hay ahora también con el desalojo de ayer. Hicimos varios reclamos a la Dirección de Tierra de Río Negro, pero es un organismo que ha venido regalando grandes extensiones a distintos empresarios, como es el caso de Joe lewis (el magnate británico que tiene la llave de Lago Escondido). Nosotros teníamos todas las de ganar, pero sin embargo nos desalojaron.
¿Por qué tenían todas las de ganar?
Porque estamos en territorio mapuche y eso fue reconocido por la jueza Romina Martini en la sentencia del juicio. Habló de nuestra ancestralidad, nos reconoció como comunidad mapuche, el derecho a reagruparnos, la necesidad de desarrollar la espiritualidad, pero ni eso alcanzó. El fallo que ordena el desalojo es una gran ironía, que se explica por los aprietes que hay hacia el Poder Judicial, que no es autónomo, sino que se inclina según las presiones políticas. Desde la propia fiscalía nos reconocieron las presiones del gobernador y de su partido Juntos Somos Río Negro.
Circo y mentiras
Andrea Raile integra la Liga Argentina por los Derechos Humanos y es la abogada que representa a la comunidad Quemquemtrew. Dice que le gustaría que algo quede bien claro: “Tiene que dejar de hablarse de desalojo porque aunque la sentencia de la jueza sí ordenó la desocupación del predio, lo que hizo la lof fue un cumplimiento voluntario de la sentencia”. Se pregunta y se responde: “¿Qué significa esto? Significa que tanto el operativo que hizo ayer la provincia de Río Negro llevando tantos policías, así como sus discursos que hablan de una vinculación con la RAM, es todo circo y pura mentira. No hay ninguna vinculación con la RAM y lo único que encontraron en la comunidad fueron banderas mapuche y cartelería de Eíias Garay, recordando su asesinato”.
El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, ayer hizo una publicación en sus redes sociales en la que se jacta del magnífico operativo (cuando ya sabían que no habría nadie) y endilga a la comunidad de violenta y desobediencia judicial, así como de ser un sector radicalizado “que pretende imponer sus propios términos, desafiando al Estado y a la Justicia”.
Andrea tiene muchísima bronca. Dice que la provincia siempre se escuda en un privado, pero es la que “tiene que dar la cara, porque es la dueña de la propiedad de la tierra”. Y aclara: “Esta comunidad siempre estuvo abierta al diálogo, aún después de que entraran en la comunidad y asesinaran a uno de sus integrantes, burlando dos retenes policiales. Lof Quemquemtrew siempre estuvo a derecho y cuando quedó firme la sentencia, la comunidad la cumplió y dejó su tierra, sin violencia. El circo que hicieron ayer no sé quién lo pagará, no era necesario”.
Patagonia en venta
El desalojo de ayer se da en un contexto de persecución general al pueblo mapuche. A principios de este año el gobierno provincial desalojó a la comunidad Paillako; hace dos semanas comenzó el juicio a lof Lafken Winkul Mapu; todo en medio de monumentales incendios que desde el poder político buscaron culpabilizar al pueblo ancestral:
Romina Jones cuenta lo que percibe que sucede en la Patagonia: “Se están vendiendo todos los recursos naturales que todavía existen, a capitales extranjeros israelitas, cataríes, yanquis, a los amigos del poder. Y se va contra quienes defendemos estos bienes, sean del pueblo mapuche o no. Hace un mes, en el incendio de Mallín Ahogado, detuvieron a brigadistas a partir de mentiras, ensuciándolos, diciendo que en vez de apagar los incendios los prendían. Hoy sale a la luz, a punto de empezar las clases, que una escuela arranca con cuatro hectáreas menos en su predio, por habérselo vendido a terceros. El empresario Rocco tiene una plantación de pino, y justamente el pino es uno de los factores de incendios, porque además de secar la tierra, al prenderse el lugar se expande la pinocha, que vuela y genera distintos focos en poco tiempo. Entonces, el trasfondo de todo es la entrega de la tierra y para eso valen todos los hostigamientos, vale toda la campaña mediática que nos tilda de terroristas e incendiarios. Y esto se está extendiendo a cualquiera que nos acompañe”.
Romper el silencio
Daniela tiene 32 años y desde hace seis que se mudó de Buenos Aires a la Comarca Andina. Es productora hortícola y vive en Mallín Ahogado, paraje rural de El Bolsón. Integra la red de apoyo al lof Quemquemtrew. Daniela, anteayer, no dio más, y necesitó decir. Escribió un comunicado, en el que denunció:
“Cómo es de público conocimiento, hoy jueves 6 de marzo 2025, durante la mañana se llevó adelante el nefasto operativo de desalojo en dicha Lof. Hoy también, alrededor de las 12hs, mientras el ministro de seguridad de la provincia (Daniel Jara) y el jefe de la policía de Río Negro (Daniel Bertazzo) daban una conferencia de prensa en la Comisaría N°12, se presentaron frente a la casa donde vivo junto a una amiga, un móvil y una 4×4, ambos de la policía de Río Negro. Desde hace un mes, en distintos momentos, venimos siendo amedrentadas por la policía. Empezó el 6 de febrero, cuando agentes subidos en tres motos señalaron nuestra casa desde el camino”.
Horas después, Daniela habla con lavaca: “Desde que fue el desalojo a la comunidad Paillako, en el Parque Nacional Los Alerces, comenzó una campaña mediática acusando al pueblo mapuche de terrorista. Empezaron los incendios en Epuyén (noroeste de Chubut) e inmediatamente militarizaron la Cuesta del Ternero, donde está el territorio del Lof Quemquemtrew. Luego se prendió fuego Mallín y la solidaridad que empezó a gestarse entre la comunidad fue impresionante, para gestionar donaciones, armado de viandas. Eso molesta mucho al poder, lo pone en jaque, así que en respuesta arrancó una embestida de medios de comunicación demonizándonos, se escrachó a gente que estaba ayudando a apagar el fuego para generar pánico y divisiones, que detonó en detenciones al voleo y una patota (de Joe Lewis) golpeándonos a quienes reclamábamos por las liberaciones. Ese circo que se armaba era alrededor de un montón de vecinos de a pie que pedían el linchamiento y la muerte de todos los que estábamos ahí. Desde ese día empiezo a notar el hostigamiento policial hacia mí y a otras personas”.
¿Qué tipo de hostigamiento?
Al día siguiente, tres motos de las fuerzas especiales de la Policía rionegrina se apostaron frente a mi casa a señalarla. Yo estaba adentro. Me asusté, me paralicé; sabía que no era algo individual, sino un un mensaje para el conjunto. Para resguardarme, decidí apagar el celular, y a los diez días aproximadamente se me prendió. Estaba muy caliente y tenía la fecha cambiada: decía 24 de marzo, una fecha lo suficientemente sugerente para nuestro país. Una semana después, volviendo a mi casa una noche, me apuntaron con un láser hasta que me perdieron de vista. Y ayer fue el detonante, tras el desalojo de la comunidad, el apostarse en la puerta de mi casa. Primero le resté importancia, pero después uní todo y decidí salir a hablar, y en las próximas horas presentar un hábeas corpus para averiguar qué pasa, qué están haciendo realmente conmigo y por qué merodean mi casa”.
Cuando le pregunto a Daniela cómo está, cómo se siente, su primera respuesta es en llanto. Y después le sale la voz, un poco entrecortada pero le sale, porque decidió decir: “Tengo mucha bronca, mucha impotencia y si estoy así de mal es por mi vieja, que vive en Buenos Aires; ella fue presa en la dictadura, estuvo un año y tres meses detenida en Chaco y todavía no he podido contarle la situación para no asustarla. El llanto, en realidad, es porque no sé cómo abordar la situación con mi mamá. Pero otra enseñanza que nos dejó el periodo de la dictadura es que hay que decir, que si me llega a pasar algo, se sepa el por qué”.
Quemquemtrew, en mapudungún, significa el sonido que se produce con la corriente de un río y las piedras. Romina Jones, integrante de la comunidad, adelanta que presentarán una medida cautelar en resguardo al sitio ceremonial y al rewe (sitio sagrado) y para que la machi (guía sanadora y espiritual) pueda volver al territorio: “Como pueblo originario lo que reclamamos es recuperar nuestros sitios ceremoniales, que son de suma importancia para nuestro físico, para lo espiritual, lo emocional. Entendemos que gran parte de la sociedad no llega a comprenderlo, porque hay un trabajo muy fino del discurso oficial, con expresiones racistas de distintos gobiernos, que reforzado por los medios hegemónicos da como resultado que no haya ni un pequeño interés en nuestra cosmovisión, al punto de banalizarla. Pero quienes menos respeto nos tienen son los que toman las decisiones, y que en realidad están obligados a proteger nuestras creencias, como lo establece la Constitución Nacional. Porque si bien hay leyes que protegían nuestros derechos y que Javier Milei ha derogado, siguen vigentes la Constitución y varios convenios internacionales que nos amparan. Vamos a presionar, porque el objetivo es claro: volver a nuestro territorio lo antes posible”.
Nota
Alerta Lugano: a espaldas de la comunidad, AUSA y el GCBA avanzan con el Máster Plan

La obra que pretende modificar al barrio sin ningún beneficio vecinal, para colocar entre otras cosas un nuevo peaje, se estima que acabará con 70 mil metros cuadrados de espacio verde. Ayer la empresa concesionaria de la autopista Dellepiane comenzó con la tala, pese a que se había pactado una “mesa de trabajo” previo al inicio de las obras, que la comunidad rechaza. La voz de las y los vecinos, el silencio del gobierno porteño y la postura de AUSA: no dar entrevistas “en on”. Hoy por la tarde el barrio se autoconvoca a una ceremonia de reflexión y concientización: 18.30, en Cañada de Gómez y Riestra.
Por Francisco Pandolfi
Ni el gobierno porteño ni la empresa AUSA (Autopistas Urbanas Sociedad Anónima) cumplieron lo que habían prometido: ayer, con la luz verde del Gobierno de la Ciudad, la empresa concesionaria de la Autopista Dellepiane empezó con la tala indiscriminada de árboles, incumpliendo la promesa de no comenzar la obra del Máster Plan Autopista Dellepiane hasta iniciar una mesa de trabajo conjunta con las y los vecinos autoconvocados de Lugano, que la vienen exigiendo desde noviembre pasado.
Silencios y engaños
El pedido de diálogo primero fue en una audiencia pública. Ante el silencio como respuesta, se exigió por escrito un pedido de información pública a AUSA, a APRA (Agencia de Protección Ambiental), al Ministerio de Infraestructura y a la Secretaría de Gobierno y Vínculo Ciudadano porteño. No hubo ninguna respuesta hasta el pasado jueves 20 de febrero, cuando en una reunión en la Junta Histórica de Lugano, el Gobierno de la Ciudad se comprometió a iniciar las mesas de trabajo previo al inicio de la obra. Los representantes gubernamentales en la reunión fueron Facundo Echeverría, de la Secretaría de Gobierno y Vínculo Ciudadano de la Ciudad, y Jorge Fiorentino, asesor de la secretaría de Ambiente y Espacios Arbolados. “La obra empezó y de las mesas de trabajo no hubo noticias, hasta que hoy vinieron y arrasaron con los primeros siete árboles”, denuncia la comunidad.
Desde AUSA, la semana pasada habían informado que hoy harían la extracción y posterior trasplante de cuatro especies (dos ceibos y dos aguaribay) en Dellepiane Sur, pero el accionar fue otro: no hubo trasplante, sino tala directa, tanto en Dellepiane Sur como en Dellepiane Norte.
Sin beneficios
En esta nota publicada la semana pasada (https://lavaca.org/actualidad/lugano-resiste-al-master-plan-que-quiere-imponer-macri/), contamos los pormenores de una obra que modificará al barrio sin ningún beneficio vecinal, y de la que no está enterada (como figura por ley) la mayoría de los frentistas a la Dellepiane. Allí, a metros de la General Paz, el gobierno porteño pretende colocar un nuevo peaje, a sólo 4 kilómetros del ya existente en avenida Lacarra.
El “Máster Plan Autopista Parque Dellepiane” se emplazará sobre la traza de la autopista Dellepiane, desde el cruce de la avenida General Paz hasta el Peaje de Lacarra, y abarcará 4,6 km. La comunidad afirma que en ese tramo se talarán cientos de árboles, entre los cuales hay álamos, ceibos, ombúes, aguaribay, algunos de más de 100 años, que ahora están marcados con una cruz, como señal de la muerte anunciada. Dice Silvina Cammarotta, vecina: “Según un ingeniero de AUSA, 121 árboles los van a arrasar con una máquina y triturar, hasta convertirlos en aserrín”.
El rediseño de la autopista incorporará dos carrilles exclusivos para metrobús y la terminación de las colectoras, por lo que se eliminarán de cada lado diez metros de espacio verde. Dice Néstor Muñoz, vecino de Villa Lugano: “El Gobierno de la Ciudad presentó esta obra de modernización de la autopista para poder cobrar un nuevo peaje, y para hacerlo, la ley obliga que cada camino con peaje debe tener un camino alternativo. La ampliación de las colectoras significa más asfalto, y la destrucción de 70 mil metros cuadrados de espacio verde”.
Policías y más policías
A sabiendas de la extracción que devino en tala, los vecinos autoconvocados fuera de toda bandera partidaria, se convocaron este miércoles a las 6 de la mañana, de manera pacífica, para registrar los movimientos de la empresa. Presagiaban que podía pasar lo que finalmente ocurrió: el aniquilamiento de los árboles. Cuando arribaron –todavía de noche–, ya había una camioneta de la Policía de Ciudad esperándolos. Luego llegó otra. Y luego otra. Y luego una más. 12 agentes uniformados y otros de civil se apostaron frente a la autopista, para garantizar que se llevara a cabo la tala, sin inconvenientes.
Enzo es frentista de la Dellepiane. Le dicen el Tano. Mira la situación, con una docena de efectivos de un lado, con máquinas del otro. Y dice: “Es lamentable que destruyan, en vez de construir”.
Recurso de amparo
Hace dos semanas, los vecinos y vecinas de Villa Lugano presentaron un amparo solicitando que el Gobierno porteño y AUSA detuvieran la obra hasta que se iniciaran las mesas de trabajo conjuntas. El amparo cuenta con el patrocinio del Ministerio Público de la Defensa de la Ciudad de Buenos Aires y lo presentó la Defensora Oficial, Giselle Furlong Pader, que exigió convocar a un proceso participativo institucional y vinculante, previo al desarrollo de la primera etapa de la obra.
Eso ya no se cumplió.
La Defensoría también exhortó a que el gobierno porteño convoque a una audiencia “para facilitar el diálogo entre las distintas partes del proceso judicial”. Y solicita suspender la extracción de los árboles hasta que no se dé cumplimiento “con la obligación de brindar información pública y se otorgue la debida participación en asuntos ambientales”.
Esto tampoco se cumplió.

Qué democracia
Silvina tiene una angustia que se le nota en los ojos. Y en la voz: “Nos mintieron en todo y en la cara. No hicieron nada de lo que dijeron. Talaron en vez de trasplantar; dejaron los troncos al ras. Vamos a hacer una denuncia penal. Llamamos a Facundo Echeverría, de Vínculo Ciudadano de la Ciudad y nos re boludeó; dijo que la obra se iba a hacer igual y que nosotros éramos unos subversivos. Siento mucha impotencia, dolor, un nudo en el pecho, se manejan con muchísima impunidad. Hicimos todo lo que había que hacer, sin violencia, buscando todos los canales de diálogo y nada. No parece un gobierno democrático, sino una tiranía”.
Néstor: “Seguiremos exigiendo al gobierno un plan integral de ciudad, donde se contemplen espacios verdes necesarios de mantener. Internacionalmente se busca que las ciudades tengan un 12% por ciento de espacios verdes, y nosotros con suerte pasamos los 6. Nosotros no tomamos un camino de violencia para reclamar, pero en cambio, la violencia la está generando este gobierno, vallando los caminos, no conformando las mesas de trabajo y ahora talando los árboles. El artículo 1 de la Constitución lo dice muy claro, y parece que este gobierno no lo sabe: el sistema que desarrollemos en la Ciudad de Buenos Aires debe ser democrativo y participativo”
Cecilia, también vecina: “Esperamos que el Jefe de Gobierno, Jorge Macri, entre en razón; lo que hicieron hoy es de sinvergüenzas. Hoy se llevaron puestos siete árboles. Hoy asesinaron siete árboles”.
Que en esta nota hablen sólo vecinas y vecinos tiene un por qué. O dos, en realidad. Comunicarse a la Secretaría de Gobierno y Vínculo Ciudadano es una tarea titánica, que no da resultado. Nadie atiende.
Con AUSA la cosa es distinta, aunque parecida: el prensa de la empresa le dice a lavaca que la política interna es “no dar entrevistas en ON, que con los medios se manejan así”.
Los vecindad organizada sigue en pie y para mañana jueves por la tarde (18.30, en Cañada de Gómez y Riestra) convoca a una ceremonia de reflexión y concientización ante el ombú centenario de Lugano. Es una más de las decenas de movidas que la comunidad viene haciendo desde noviembre, cuando se enteró del Máster Plan. Como la convocatoria casa por casa a los frentistas desinformados; como la repartición de volantes en los corsos de carnaval; como la juntada de firmas en los centros comerciales; como las innumerables reuniones presenciales y virtuales para organizarse; y hasta la creación de dos ideas fuera de lo común, pero bien dentro de lo comunitario: una cumbia que cuenta y canta la problemática (subir video) y un concurso donde se premiará (con una semana en San Clemente del Tuyú, gracias a una vecina que prestará su casa) a la pancarta más llamativa y original. Hay una en donde vuelan dólares, con el lema “Una obra que de verde, sólo tiene los billetes”; otra que muestra una topadora llevándose puesta un árbol; y hay otra que es una cartulina celeste, con letras rojas y negras, que dice:
No hay peor
Jorge Macri
que el que
no quiere ver.

Silvina y Néstor, dos de los guardianes de los árboles. / Foto: Elena Gorocito.
Nota
Megaminería, patotas y Cornejo junto a Milei: la asamblea de Uspallata resiste al proyecto San Jorge
En la localidad mendocina de Uspallata el gobierno provincial junto a la multinacional Solway -radicada en paraísos fiscales, con denuncias de contaminación y agresión a pobladores originarios de Guatemala- buscan imponer (otra vez) el proyecto minero San Jorge, rechazado por la comunidad desde hace más de 15 años. Esta vez la ofensiva se dio a través de la represión (patota de la UOCRA, un vecino detenido y varios allanamientos), y la censura. El rol de la Justicia, los daños y perjuicios de la megaminería en una zona cordillerana y de glaciares, y la resistencia de un pueblo que sigue de pie: “Sin licencia social no hay minería”. El agua como recurso estratégico, y la figura del gobernador Cornejo, que mientras tanto se encuentra junto a Karina Milei en la «feria minera más importante del mundo en Canadá».
Por Francisco Pandolfi
Uspallata es una localidad del departamento de Las Heras, en el norte de Mendoza, que está a 120 kilómetros de la capital provincial y a 90 del paso fronterizo con Chile. Es un sitio estratégico: pasa la ruta del Mercosur. E histórico: albergó el Paso Sanmartiniano y el Camino del Inca. Uspallata es el pueblo argentino más grande a menor distancia del cerro Aconcagua (62 km). Y es, también, el epicentro donde el gobierno mendocino junto a la empresa multinacional Solway Holding, buscan imponer (por enésima vez) un proyecto minero de cobre, oro y plata, sin la licencia social y pese a la vigente Ley 7.722 que regula la actividad minera, prohibiendo el uso de sustancias tóxicas para el cuidado del ambiente y el agua.
Al proyecto minero San Jorge (PSJ) intentan instalarlo desde 2007, y es desde ese entonces que tiene la resistencia de la población. A inicios de este año volvió la ofensiva gubernamental y empresarial, sostenida en el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). Volvió con la fuerza de los millones, y también de la censura y la represión.


¿Qué está pasando en Mendoza?
A fines de enero se inauguró en Uspallata una oficina de la Cámara de Proveedores de Servicios Mineros, en un acto al que acudieron empresarios del sector, legisladores y funcionarios provinciales y municipales, así como el intendente de Las Heras, Francisco Lo Presti. Nora Moyano tiene 73 años e integra la Asamblea de las Heras por el Agua Pura de Mendoza. Le dice a lavaca: “El intendente, que en un año de gestión no fue nunca a Uspallata para conocer las necesidades de la gente, apareció para este acto acompañado por la patota de la UOCRA. Vinieron a amedrentar a las vecinas y vecinos de Uspallata en contra de la minería. A uno de nuestros compañeros la patota de la UOCRA se le vino encima, le rompió el tabique, y un vecino comerciante, para evitar que le siguieran pegando agarró un matafuegos de un negocio y le tiró el polvito (sic) para que se fueran”. Agrega Nora: “Este vecino se llama Mauricio Cornejo y el lunes 24 de febrero iba caminando por la calle del pueblo y lo detuvieron. Desde ese día está preso. A eso hay que sumarle varios allanamientos a vecinos de las asambleas. Es una locura lo que está pasando. Es tal la ambición y codicia que avanzan y ya no respetan ni las mínimas leyes de nuestras libertades democráticas. Defender el agua y los bienes comunes no es delito. Delito es llevar a la patota de la UOCRA a pegarle a los vecinos”.
El artículo 213 bis
Eugenia Segura conforma la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Uspallata, que denuncia la persecución del gobierno provincial con Alfredo Cornejo (UCR) al mando. Alfredo y Mauricio tienen el mismo apellido, pero no son parientes. Uno es el gobernador de Mendoza. Otro, está preso. Eugenia dice que “el foco y el ojo” de lo que pasa en su pueblo “hay que ponerlo en el artículo 213 bis del Código Penal”. Explica el por qué: “La figura penal que se agarran para detener a Mauricio apunta a convertir toda forma de protesta y organización en algo que puede ser tildado de terrorista; no importa si hacés algo que esté contra la ley o no, igual te pueden imputar porque hay un otro que se supone hizo algo ilegal y es de tu organización, lo cual debería ser completamente inconstitucional. Es inadmisible que corran el arco de los derechos humanos como lo están haciendo”.
El artículo 213 bis fue incorporado al Código Penal en 1984 y refiere al delito denominado de “prepotencia ideológica”, y apunta contra quien “comete, organiza o toma parte en agrupaciones que tengan por objeto principal o accesorio imponer sus ideas o combatir las ajenas por la fuerza o el temor”. La pena es de 5 a 15 años de prisión.
Exclama Nora Moyano: “Estamos sufriendo una persecución y en esta peligrosidad nos encontramos. No puede ser que a tantos años de recuperar la democracia todavía esté en vigencia un artículo que nos quieren aplicar a todos los que somos de las asambleas socioambientales por defender el agua y los bienes comunes”.
Censura
En el marco de un ciclo de cine y ante la ofensiva minera, el 14 de febrero se iba a proyectar en el Club Gimnasia y Esgrima de Mendoza, el documental “HAM, historia del agua en Mendoza”, sobre cómo el pueblo revirtió la derogación de la Ley 7722 en 2019, que además de la decisión del entonces gobernador Rodolfo Suárez (UCR), también contaba con el apoyo del presidente de la Nación, Alberto Fernández (PJ).
Se iba a proyectar, hasta que desde parte de la comisión directiva del club la dieron de baja por ser una película “politizada”. Rápidamente se consiguió otro lugar (la radio comunitaria La Mosquitera), pero no cesó el hostigamiento. Bernardo Blanco es el director de HAM y le cuenta a lavaca: “Desde temprano se empezó a presentar la policía y a preguntar si iba a realizarse una manifestación por el agua o qué íbamos a hacer. Primero vinieron dos agentes, luego cuatro y después ya eran nueve. ¡Un montón! Tenían la intención de entrar y pudrirla”. A partir de este nuevo amedrentamiento, se pensó la idea de hacer funciones simultáneas de HAM: el sábado pasado se realizaron 29 en Mendoza y 46 en todo el país. Dice Bernardo: “Fue muy fuerte la respuesta de la gente en todo el país. Esto va más allá de los nombres propios y de la película, lo interesante es el fenómeno social/cultural/político que se pone de manifiesto con tantas proyecciones simultáneas”.
HAM es un documental independiente que “cumple la ley de cine, califica apta para todo público y tuvo su estreno en salas comerciales. Esto lo digo para acentuar aún más los intentos de censura y la presencia policial”, destaca el director.
HAM puede verse de manera gratuita en la plataforma BAFilma.
El fondo de la cuestión
¿A qué se oponen quienes se oponen al proyecto San Jorge?
Nora: “Nuestra provincia tiene agua por el deshielo de los glaciares de la Cordillera de los Andes. Por ella vivimos, cultivamos; por ella ustedes conocen la vid de la que hacemos el vino. Eso defendemos: el agua, nuestros bienes comunes, nuestros glaciares. Con los explosivos que usan en la megaminería van a destrozar las vegas alto andinas (pequeños oasis en el desierto). El polvillo que generan no se auto consume y en esa zona de vientos fuertes irá hacia los glaciares. La contaminación no sólo afectará a Uspallata: el río Mendoza es una cuenca que atraviesa toda la provincia y cuyo cauce desemboca en Neuquén, Río Negro, La Pampa y el sur de la provincia de Buenos Aires”.
Eugenia: “Uspallata es un pueblo de montaña que está en un valle. En Mendoza tenemos solamente tres oasis, el norte, el centro que es el valle de Uco y el sur. En el norte, donde está Uspallata, nace el río Mendoza que abastece al Gran Mendoza, donde vive la mayor parte de la población; más de un millón de habitantes beben de ese río, que riega las más de 250 mil hectáreas de malbec y que también sostiene el cuarto polo industrial del país. Uspallata se ubica en las nacientes de este río que el proyecto megaminero va a contaminar. Estamos protegiendo el área natural Uspallata- Polvaredas, patrimonio cultural, natural, paisajístico, un lugar bellísimo. Lo estamos haciendo desde hace más de 15 años de manera pacífica, y así seguiremos”.

Nora Moyano (a la izquierda) y parte de la Asamblea de las Heras por el Agua Pura de Mendoza, en una de las movilizaciones en Uspallata.
El rol de la Justicia
Otro actor clave en este conflicto es la Corte Suprema de la Nación, que en 2021 se hizo eco de la apelación de la minera San Jorge ante la ley 7.722 y declaró inconstitucional un puñado de palabras del artículo 1, que hacía referencia a la prohibición de “otras sustancias tóxicas similares”.
Este era el Artículo 1° completo:
A los efectos de garantizar debidamente los recursos naturales con especial énfasis en la tutela del recurso hídrico, se prohíbe en el territorio de la Provincia de Mendoza, el uso de sustancias químicas como cianuro, mercurio, ácido sulfúrico, y otras sustancias tóxicas similares en los procesos mineros metalíferos de cateo, prospección, exploración, explotación y/o industrialización de minerales metalíferos obtenidos a través de cualquier método extractivo.
La Corte Suprema eliminó el “otras sustancias tóxicas” y consideró constitucional el resto de la ley. ¿Qué permite esa eliminación? Detalla Nora: “El fallo facilita la explotación de proyectos mineros que utilicen otras sustancias también muy contaminantes y dañinas para la salud, como el xantato, la poliacrilamida y otras, que están incluidas en la ley de residuos peligrosos y son prohibidas. Son tan graves como el cianuro y el mercurio, así que ahora está abierta la puerta para que revienten nuestra cordillera, nuestra montaña, pasarla por una sopa química por el proceso de flotación a través del xantato o la poliacrilamida”.
Daños y perjuicios
¿Qué perjuicios trae el Xantato? Enumeran desde las asambleas:
-No sólo es altamente tóxico para la salud humana y de animales y plantas, sino que además es muy inflamable, explosivo y reactivo.
-Su combustión produce gases irritantes, corrosivos y/o explosivos.
-Reacciona violentamente al contacto con el agua y el dióxido de carbono, generando disulfuro de carbono, más tóxico aún.
-La inhalación de subproductos gaseosos de sus reacciones al contacto con el agua y el aire puede causar lesiones o la muerte.
-El contacto con la piel u ojos puede causar severas quemaduras.
-Las fugas pueden causar contaminación.
Retoma Nora: “El gobierno mendocino está tocando las leyes ambientales para adaptarlas a este negocio. Por ejemplo, el código de minería lo reformó Cornejo a sus intereses; tampoco cumplen la ley de glaciares, ni de bosque nativo. Sólo arrasan y arrasan. También acaban de presentar el plan maestro donde se revierten las históricas prioridades de la Ley de Agua, (que data de 1884 en Mendoza), y que establece que primero está el consumo humano, el riego agrícola, los árboles, las industrias, no la minería. Si llegaran a votarlo en la Legislatura, que es lo más probable porque casi no hay oposición, el gobernador tendrá la potestad de hacer lo que quiera y eso será gravísimo para los mendocinos. Están constituyendo, como decía Jauretche, un nuevo estatuto legal del coloniaje”.
La preocupación en Nora se le nota en su habla acelerada. “No tenemos problemas con la minería común, tanto la ripiera, como la cementera. Estamos en contra de la megaminería metalífera hidrotóxica que llevan adelante megacorporaciones internacionales como Solway, que además de estar radicada en paraísos fiscales, tiene denuncias de contaminación y agresión a pobladores originarios de Guatemala. A esa gente no la queremos. No queremos su violencia. Y como decimos junto a Víctor Jara, tenemos derecho a vivir en paz”.

Viernes 7 de febrero, Ciudad de Mendoza. Manifestación contra el proyecto minero San Jorge.
Un pueblo de pie
El pueblo mendocino dio una lección en 2019 de cómo organizarse (y vencer) al tándem lobby minero y apoyo estatal. En aquel entonces, enormes movilizaciones en toda la provincia torcieron la votación de diputados y senadores en sólo 10 días. Seis años después, Mendoza vuelve a estar en alerta. Cuenta Nora: “A raíz de todos estos atropellos volvimos a salir a la calle. Hicimos multitudinarias manifestaciones en Uspallata y en la Ciudad Capital. A mucha gente le parece increíble que nuevamente quieran hacer lo que no lograron en el 2019, pero hay motivos”. Describe: “Tenemos un gobernador lamebotas del presidente, que hasta salió a defender lo que dijo Milei sobre el saludo nazi de Elon Musk. Así de bestial. Cornejo es un alfil de Milei y hay muchos intereses económicos por encima de las necesidades y decisiones de nuestro pueblo. Volvieron a la carga porque sienten que tienen más poder aún que antes, por la ligazón con la Casa Rosada”.
Cornejo acompañó a la Ley Bases, al Rigi y al Pacto de Mayo. Ahora mismo, al cierre de esta nota, está en Canadá junto a la Secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, y otros cinco gobernadores (San Juan, Catamarca, Jujuy, Santa Cruz y La Rioja) en la PDAC 25, la feria minera más importante del mundo.
Cierra Nora: “Cornejo durante todos estos años generó una especie de suma del poder público: tiene a su favor el poder judicial y también el legislativo, que le vota todo. Construyó una red muy fuerte de contención, y al frente de toda esa telaraña estamos nosotros, de pie, nunca arrodillados. Y así seguiremos, defendiendo nuestro patrimonio, defendiendo lo que es nuestro”.
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