CABA
Juicio por Cromañón: números, mitos y sentimientos
En la misma sala en la que se juzgó a las juntas militares, el juicio por la masacre de Cromañón será un modo de analizar el rol de la corrupción en el siniestro evitable más grande de la historia judicial argentina. Callejeros, Chabán pero sobre todo los funcionarios políticos y policiales –los imputados y los que vienen zafando- simbolizan una lógica política de la época, donde el mercado y el Estado privilegiaron sus negocios por sobre la vida humana. Datos y palabras para tratar de entender.
¿Qué significan las palabras “hacer justicia”?
Tal vez esa será la pregunta más perturbadora que ronde al viejo palacio de Tribunales (al que le han pintado la fachada) cada vez que el Tribunal Oral formado por María Cecilia Maiza, Marcelo Alvero y Daniel Llanos entre a la Sala de Audiencias y el secretario Julio Di Giorgio diga “de pie”, como es costumbre.
Cuando eso ocurra, durante siete u ocho meses de juicio oral y público, volverá a ser 30 de diciembre de 2004.
Aquella noche, el boliche República Cromañón fue la trampa que envenenó con humo de cianuro de las mediasombras a cientos de chicas y chicos que habían ido a un recital de fin de año. Mató a 194. El veneno sigue activo. “Aquí no se juzga un accidente sino la tragedia evitable más grande de la historia judicial argentina” describe a lavacael abogado José Iglesias (papá de Pedro, uno de las víctimas) “y esperamos con este juicio poder mostrar su causa: la corrupción”. Silvia Bignami, (la madre de Julián Rozengardt) postula algo que es casi un editorial político de la época: “Esperamos que se juzgue una lógica. La lógica Cromañón , donde se privilegia el negocio por sobre la vida, y se cuida más la propiedad que a las personas”.
Hay 15 acusados. Tres ex funcionarios (Fabiana Fiszbin, subsecretaria de Control Comunal, Gustavo Torres, director de Fiscalización y Control y Ana Fernández, directora adjunta de Torres). Dos policías (el comisario de la 7º, Miguel Belay y el subcomisario Carlos Díaz), el empresario Omar Chabán y su ‘mano derecha’ Raúl Villarreal, y el grupo Callejeros (6 músicos, el manager y el escenógrafo).
Los delitos van desde estrago doloso seguido de muerte, hasta cohecho (más conocido como coima o soborno). La diferencia es que el cohecho es “activo” para los que pagaron la coima, y “pasivo” para quienes la recibieron. Los funcionarios, por ahora, sólo están acusados de incumplimiento de sus deberes. Se espera la declaración de 346 testigos.
Números de la República
El Movimiento Cromañón consiste en la articulación de los diversos grupos de sobrevivientes y familiares que –contra las típicas lógicas argentinas- tienden a permanecer unidos, acompañarse y trabajar juntos, mucho más que a fragmentarse. En la articulación estuvieron haciendo cálculos a partir de lo ocurrido en República Cromañón, República Argentina:
- 194: víctimas fatales.
- 887: internados con diversos grados de lesiones y envenenamiento pulmonar.
- 1.037: capacidad máxima permitida para el boliche.
- 3.000: o más, los que se había permitido ingresar.
- 100 pesos: coima que recibía la policía cada 500 personas extra que se permitía ingresar.
- 15: los acusados en este juicio.
- 4: las querellas que representan a las víctimas, y que reúnen a decenas de abogados.
- 850: los querellantes.
- 4: los diferentes jueces que tuvieron la causa en el período de instrucción.
- 45: los legisladores que, sobre 60, votaron por el juicio político y la destitución del jefe de Gobierno porteño Aníbal Ibarra.
- 43: las marchas realizadas a razón de una por mes desde entonces, aunque se pueden sumar siete de los primeros días, varias de ellas reprimidas por la policía.
- 10: familiares de las víctimas, que a su vez fallecieron por enfermedades fulminantes luego de Cromañón.
Entre los diversos grupos, además, prepararon un volante cuya información a esta altura parece inconcebible:
- 1992 Embajada de Israel 29 muertos
- 1993 Kheyvis 17 muertos
- 1994 Atentado a la AMIA 85 muertos
- 1995 Embalse Rio Tercero 7 muertos
- 1997 Avión Austral 74 muertos
- 1999 LAPA 65 muertosLos que faltan
El denominador común, además de la muerte, es la impunidad en todos esos casos, lo cual tal vez establezca cierta tendencia judicial, que quién sabe si ahora se podrá revertir. José Iglesias explica: “Este es un juicio incompleto. Nunca va a estar lo suficientemente completo porque el primero que debería estar, Aníbal Ibarra, fue sobreseído por razones políticas y porque la corporación judicial – o al menos una parte- siguió protegiéndolo”.
Iglesias y los familiares consideran que hay responsabilidades distintas: “Lo fundamental para nosotros son los funcionarios acusados, que son los que permitieron a todos los demás hacer lo que hicieron. Un escaloncito debajo están los policías. Y luego el grupo, Chabán y Villarreal”.
En términos más amplios, plantea: “Para nosotros lo central es que se entienda que hay una consigna en las marchas, que es literalmente cierta. A los pibes no los mató ni la bengala ni el rock. Los mató la corrupción. El lucro desmedido es corrupción. El sistema que participa de esas ganancias es corrupción. Y la coima directa es corrupción directa”.
Silvia Bignami acuerda con este razonamiento: “Estuvimos con el fiscal y de pronto nos dice: parece que para ustedes fuera más importante Ibarra que Chabán. Ni lo habíamos hablado entre nosotros, pero le dijimos que por supuesto. Porque Chabán es un empresario. Uno puede querer que hubiera otra clase de empresarios. Pero Ibarra era el Estado. Entonces, o cuidás a la gente, o no me vendas que lo vas a hacer. No es que no queremos condena para Chabán sino que no somos tontos, no queremos que le den 50 años a Chabán y que los funcionarios queden exonerados. Eso sería una mentira”.
Iglesias cree que en un juicio completo, debería participar también Vilma Ibarra (hermana del ex jefe de Gobierno). “Ella, por su manejo con los negocios de la noche. Y hay gente que está procesada y espera el 2º juicio oral, como Juan Carlos López, ex secretario de Seguridad, o Rafael Levy”. Levy era el propietario del lugar que Chabán arrendaba. Fue sobreseído hace pocos días. “Ahora tenemos que apelar para revertir ese sobreseimiento” comenta Iglesias. En ese segundo juicio deberán también analizarse las responsabilidades de los funcionarios que mantuvieron abierto un lugar como Cromañón, entre muchas otras. “Nosotros tomamos esto como el primer capítulo de una novela larga. Pero existe una corporación judicial que pretende que sea el último capítulo”.
La razón para buscar esa clausura del caso, según Iglesias, es la siguiente: “Cromañón es un mal ejemplo, que se puede expandir. Hay una corporación judicial, e incluyo en lo que digo a la Corte Suprema, que tiene una concepción aristocrática del Poder Judicial. Ellos son los cortesanos, y el pueblo son los súbditos. Pero resulta que los súbditos andan medio subversivos, y hay que cuidarse de ellos, que somos todos nosotros”. Iglesias considera que no se establecieron recaudos de espacio y condiciones para una causa como esta. “Todos hablan mucho, pero en la práctica se hace poco. Aquí la consigna es: adaptarse a lo que hay, y callarse la boca”.
Un caso emblemático fue el blindex (vidrio blindado) con el que se divide a la sala. “Primero, los abogados íbamos a estar del otro lado del blindex, recién lo pudimos solucionar a último momento” relata Iglesias. Silvia: “Lo loco es que Cromañón está planteado como un juicio de alta peligrosidad, pero los peligrosos somos nosotros, los familiares”. Silvia suma entre los gestos de las últimas semanas el sobreseimiento de Levy al procesamiento de tres padres (Bonomi, Righi y Fernández): “Uno de ellos le dijeron a la jueza (María Angélica) Crotto, que los chicos desde el cielo la iban a castigar. Entonces ella los denunció (a los padres) por amenaza agravada. Yo me quedé pensando que yo tendría que haberla denunciado a ella en su momento”. Silvia recuerda el encuentro que tuvo –junto a un grupo de padres- con la señora Crotto, quien les recomendó hacer el duelo: “Nos dijo que teníamos que hacer el duelo con nuestros hijos, igual que ella lo hizo cuando le extirparon un tumor”. La opinión sobre la comparación entre “tumor extirpado” e “hijo muerto” queda a cargo de las y los lectores.
La testigo muerta
Silvia asegura que otro golpe de estos días fue la inesperada muerte de Ana Sandoval, 36 años, que trabajaba en Cromañón. “Fue de las que entró varias veces a sacar gente, y declaró haber visto el momento de pago de coimas por parte de Chabán a la policía”. Ana estaba en la puerta de Cromañón aquel 30 de diciembre, y adentro estaba su amiga Patricia González, 21 años, quien falleció aquella noche. «Entré cuatro veces, pero era imposible llegar a los baños por el humo, que no te dejaba respirar. Pude sacar sólo a algunas personas que estaban a mi alcance», recordó Ana en alguna entrevista.
Silvia: “Para mi nunca se pudo recuperar del humo que aspiró”. Otras versiones dicen que Ana tenía problemas estomacales. En cualquier caso, las causas de su muerte el último 7 de agosto, en el Hospital Fernández, que los médicos no pudieron precisar, siguen siendo lo suficientemente misteriosas como para que algunos de los abogados de la causa reclamaran una autopsia. “Era una testigo clave y lo raro es que no te puedan dar una explicación convincente” dice Silvia.
¿Qué se enseña en la Facultad de Derecho?
Iglesias tiene como expectativa que se logren penas con prisión de cumplimiento efectivo. “La función que tiene el derecho penal en las sociedades modernas, si es que todavía tiene alguna, es que hay normas que cumplir, y si no hay un castigo”.
¿Lo que pasó judicialmente luego de Cromañón es una desmentida a lo que usted estudió en la facultad?
-No, porque yo no estudié el modo perverso de interpretar las normas para que los corruptos eviten ir a prisión. Lo que estudié es cuáles son las normas correctas que hay que cumplir, y cómo llegar a un resultado justo.
-¿Qué siente frente a la brecha entre teoría y práctica?
-Asco. Durante 18 años formé parte del poder judicial. Vi muchas épocas, vi su decadencia, y hoy siento eso. Dejo a salvo a algunas personas, Le doy mi cuota de confianza a los jueces de este tribunal oral. Pero uno encuentra a personas que se manejan diferente. El marasmo es la institución.
-Frente a la muerte de un hijo, ¿el juicio puede funcionar al menos como una catarsis?
-No sé cómo me funciona todo esto, pero nunca como catarsis. Catarsis es una descarga que se puede producir si uno tiene un cable a tierra. Por ejemplo, que haya algo de justicia. Pero aquí no tenemos casi de esos pequeños placeres. No hay descarga. Sólo carga, y la seguiremos llevando como una mochila militante con todos los padres. Estoy notando que todos quieren ser protagonistas, estar presentes. Esa es una gran fortaleza que hemos tenido todos juntos.
Ateos + creyentes
Al menos dos páginas web como Memoria y justicia por nuestros pibes (www.lospibesdecromagnon.org.ar) que así como la página y el newsletter del grupo Que no se repita (www.quenoserepita.com.ar) están organizando cómo difundir lo que ocurra en el juicio. Varios familiares reconocen que ante la solicitud de diversos medios “prácticamente nosotros tenemos que hacerles las notas”. Eso llevó, por ejemplo, a que Memoria y justicia sistematizara los datos que presentamos más adelante. Para Silvia Bignami, sin embargo, el juicio no es algo central en lo que se ha venido haciendo:
-Lo principal es que nos hemos mantenido durante todos estos años con una tendencia a la unidad y no a la dispersión, como ocurre –dolorosamente lo digo- con tantos grupos. Hemos podido sortear dos diferencias. Una, con respecto a la responsabilidad de Callejeros, y otra con respecto a cómo construir juntos. Los medios grandes nos ignoran, pero seguimos haciendo una marcha por mes, publicamos nuestros documentos, hacemos conferencias de prensa conjuntas. El grupo se mantuvo. No sé si a alguien le importa. A nosotros sí.
¿Cuál es la clave para que eso haya podido ocurrir?
-Una cosa, es que eran muchos los muertos… (se queda pensando)… pero en otros casos también hubo muchos, y no pudieron mantenerse unidos. Yo creo que la muerte de los chicos nos dejó una obligación: tratar de ser mejores personas. Hay discusiones que terminan cuando alguien dice: che, los chicos no querrían vernos pelear. Y yo te confieso: no sé qué querrían los chicos. Yo soy atea. Pero te reconozco que el hecho de que haya muchos papás y mamás creyentes influyó en la necesidad de seguir unidos, porque los chicos nos miran desde otro lugar. No te hablo de la Iglesia, que no es precisamente lo que le ha hecho bien a nuestro país. Pero hablo de la creencia. Y además, este ha sido uno de los poco slugares donde la diversidad y la heterogeneidad fue una fortaleza. Nos sacamos de encima esa idea de que para estar juntos tenemos que pensar lo mismo. También creo que ocupamos cierto lugar en la lucha por los derechos humanos hoy.
-¿Y el juicio?
-Lo que esperamos es que haya condena e inhabilitación de los funcionarios judiciales, y cárcel. Pero acá vas aprendiendo cosas raras. Por ejemplo, que para la ley tenés más culpa cuanto más cerca estás del hecho. Eso es muy cuestionable, porque los que mandan siempre están ‘lejos’ de los hechos, pero son más responsables. Aquí hubo negligencia, corrupción, impunidad. Por todo eso, era casi inevitable que ocurriera lo que ocurrió. Era una bomba de tiempo, y una lógica de negocio. Mil veces se había advertido a las autoridades que ahí podía haber una tragedia. Pero bueno, veremos qué pasa, yo no le pongo las principales fichas a lo judicial.
-¿Y a qué cosa sí?
-A la memoria, a la acción conjunta y a los chicos sobrevivientes. Porque los chicos podrían ser parte de las víctimas, o las víctimas podrían ser estos chicos. Son el mismo grupo, que se siente acorralado por la vida, por la falta de trabajo, por las dificultades para estudiar. Ellos miran y dicen ¿esto es la política? ¿Esto es la justicia? ¿Esto es el rock? Pero yo me quedo pensando algo que a lo mejor es muy loco. ¿Qué queríamos para nuestros hijos? Un país un poco mejor. Ojo: yo sé que esto que te digo es una estupidez que repite cualquiera: un país un poco mejor. Pero lo que digo es que alguna vez habría que intentarlo de verdad.
Los mitos de Cromañón
Silvia cree que van a arreciar las campañas con las que suelen atacarse a los familiares, sobrevivientes y amigos de Cromañón. El grupo Que no se repita (al cual pertenece José Iglesias) preparó un trabajo que se llama Los mitos de Cromañón que aquí reproducimos, al menos para que los que quieran conocer del tema, se contenten con algo más que con repetir las mentiras instaladas por funcionarios, medios y otros cómplices que suelen luchar abnegadamente por la impunidad. Este es el texto.
«A partir de lo ocurrido en República de Cromañón el 30/12/2004, que dejó un saldo de 194 personas muertas (la mayoría jóvenes) y miles de sobrevivientes, con secuelas de distinta índole, se crearon y alimentaron numerosos MITOS .
Algunos nacieron de informaciones superficiales iniciales, otros fueron creados al correr de los días. Todos, sin excepción, fueron alimentados o recreados por algunos de los responsables de la masacre allí cometida: nada mejor que trasladar la culpa a las víctimas . Es un viejo y perverso mecanismo, que ha posibilitado un país como el que padecemos.
A continuación los listaremos y responderemos. Aclaramos que la replica a cada mito está estrictamente documentada en cientos de declaraciones prestadas en la causa judicial que, para quien le interese, están a su disposición (basta que lo requiera a través del contacto de nuestra página).
He aquí los mitos:
* En el primer piso funcionaba una guardería .
Cientos de testimonios concordantes de la causa afirman con énfasis que no existía ninguna guardería. Los pocos menores que fallecieron eran los hijos de los empleados de República de Cromañón, que esa noche (la ultima laboral del año) fueron con sus padres. (30 de diciembre)
* Los padres no los cuidaron .
Más del 80 % de los jóvenes fallecidos era mayor de edad, los chicos de 15 a 18 años estaban dentro del horario permitido a menores (de 16 a 24 horas).
La mayoría de los fallecidos (40%) perecieron intentando salvar a los chicos que quedaban dentro del local.
* Los padres no se informaron sobre el lugar al que iban sus hijos .
Los chicos concurrieron a un lugar al que le fue otorgada la habilitación. Ese local era uno de los cinco lugares más grandes para celebrar recitales en la ciudad de Buenos Aires. No era previsible que no estuviera habilitado, ni que pudiera mantenerse abierto con el certificado de bomberos vencido desde hacía más de un mes, cuando hasta el propio recital era publicitado en revistas con el auspicio del Gobierno de la Ciudad. Por lo demás, a los ojos de cualquier padre ninguna de la infinidad de infracciones que concurrieron a la muerte de nuestros hijos estaba visible: los padres no eran especialistas en seguridad y prevención de incendios.
* Los chicos estaban drogados o alcoholizados .
En ninguna de las 194 autopsias se detectó ni alcohol ni sustancias psicotrópicas.
* Nadie busca al que tiró la bengala .
Existe una causa especialmente formada como anexo para la búsqueda y responsabilización del autor o autores del lanzamiento de la bengala. En esa causa se han hecho búsquedas hasta en las provincias del Noroeste (Tucumán, Salta). Se hizo un enorme trabajo de identificación y pericias de determinación fisonómica sobre tres identikits, a partir de los testimonios. Las tareas de inteligencia policial y búsqueda de personas han sido enormes. Los padres no descartamos que el autor o autores cuenten con cierta protección policial, que ha impedido que lo actuado tenga existo.
La causa sigue en plena investigación impulsada precisamente por nosotros.
* Los padres de Cromañón son violentos .
De los 388 padres solo tres han adoptado actitudes de violencia verbal. Ninguno de ellos jamás agredió físicamente a nadie ni pasó de la palabra a la acción. Ellos tres, como los restantes 385 padres, perdieron a sus hijos. Su violencia verbal no está provocada por una filiación política, por un acto de disputa de poder gremial, ni integran una barrabrava o una patota sindical. Fueron padres en la peor instancia de su vida. Todos los actos de los padres se caracterizan por ser absolutamente pacíficos, reclamando sin eufemismos justicia y denunciando que la corrupción mata. Cuando estos reclamos tienen nombre y apellido, los destinatarios suelen decir que los padres de Cromañón son violentos (alguna vez nos dijeron nazis: Silvina Walger, por ejemplo).
* Los padres de Cromañón formaron parte de un golpe institucional de la derecha .
Esta es una de las frases gastadas de Aníbal Ibarra y algunos ibarristas. La remoción de Aníbal Ibarra fue votada por los dos tercios de una legislatura, en la que la derecha no era mayoría. El juicio político fue decidido por los dos tercios de esa misma legislatura con una composición distinta a la que dispuso la remoción. Los votos correspondieron a la izquierda, el Ari, el Kirchnerismo, partidos independientes, y el macrismo. Los padres ni son de derecha, ni de izquierda ni de centro, son padres (las múltiples ideologías de cada uno son algo ajeno al movimiento de Cromañón, que esencialmente es tan plural como lo fueron nuestros hijos).
* Ibarra no conocía a Chabán .
Ibarra había apoyado a Chabán en 1993 cuando el Concejo Deliberante decidió clausurar Cemento. Escribió artículos a favor de Chabán en la Revista Humor y en Página 12. Tiene aún un departamento en el mismo edificio del domicilio de Chabán, unos pisos más abajo. No sólo fueron vecinos, sino que participaban de reuniones en dicha dirección: Rodríguez Peña 24. Por eso Cemento jamás fue clausurado (una clausura dispuesta por los inspectores fue prohibida a través de un handy) y República de Cromañón no era inspeccionada también como consecuencia de órdenes impartidas por handy.
* Ibarra no sabía qué pasaba en República de Cromañón .
Aníbal Ibarra recibió 36 alertas que lo advertían de la situación, algunos directamente referidos a los locales de Plaza Once y deliberadamente se desentendió. El negocio de la noche era una caja política, por eso en su primer acto público después del 30 de diciembre de 2004, salió acompañado de los integrantes de la Cámara de Empresarios de Locales Bailables. Ibarra sabía de la existencia y actividades de los boliches de Chabán.
* La justicia actúa .
La justicia en nuestro país solo actúa con una intensa lucha procesal y enorme presión. Es de recordar que en la causa principal, se sobreseyeron no solo a Ibarra, sino también a Juan Carlos López, Enrique Carelli, Vicente Risso, Yamil Chabán, etc., sino que también se excluyó al dueño del Boliche y se declaró prescripta la causa de los funcionarios que concedieron la habilitación. También se sobreseyó a Callejeros por su participación en el cohecho. Casi todas estas decisiones fueron removidas, como consecuencia de una tenaz acción judicial, promovida por la querella (no por la fiscalia). Hoy, solo como consecuencia de esa presión, están procesados López, Risso, Carelli, ha sido indagado Levy y los integrantes de Lagarto S.A.
La lucha contra los mitos es parte de nuestra actuación.
Adormecerse frente a ellos, como adherirse a lo que formulan, contribuye a la impunidad .
Las imputaciones falsas ayudan al cajoneo judicial, ya que aletargan a los medios y al control de la sociedad.
Esos silencios y tácitas complicidades son las que permiten las malditas secuencias de nuestro país.
La Puerta 12 está impune.
Kheyvis está impune y prescripto.
La Embajada de Israel está al borde de la prescripción.
Río Tercero orilla la muerte judicial.
La Amia es una causa impune.
Fray Bentos aún aguarda una voz judicial.
Lapa aguarda el resultado de un inquietante juicio oral.
Cada uno de esos hechos produjo el siguiente.
Cromañón tiene que ser un punto de inflexión.
Tomar conciencia le evitará a quien lee tener que marchar en el
futuro con la foto de un ser querido en el pecho» .
Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
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