Nota
Por qué un Paro: la trama económica de la violencia machista
El Paro de Mujeres no es simbólico: es político. Y también es económico: «Parar la violencia machista significa parar el sistema que la produce». La discusión coloca en la agenda de los gremios le emergencia por los femicidios, marca las diferencias en el mundo laboral, el debate por los derechos, la autonomía y la violencia de la pobreza. Tres referentes explican cuál es la trama económica del Miércoles Negro que nos afecta a todos.
Este Miércoles Negro es un día histórico: por primera vez se producirá un Paro Nacional de Mujeres, convocado luego del brutal femicidio de Lucía Pérez, siniestro corolario de la represión al Encuentro Nacional en Rosario. El paro también pone sobre la escena política lo ineludible: la trama económica que fomenta la violencia machista.
Parar la violencia machista, parar el sistema que la produce implicó, además, colocar en la agenda de los gremios la emergencia por los femicidios. Tres centrales de trabajadores y varias organizaciones gremiales y sociales ya adelantaron su apoyo.
La CGT se comprometió a expresar, a través de un comunicado, su adhesión y, especialmente, a proteger a las personas que adhieran al paro para que no sean perseguidas, ni amedrentadas ni sufran descuentos salariales por realizar esta medida.
El Paro Nacional de Mujeres consiste en dos acciones:
- Paro de 13 a 14 horas: en los lugares deproducción, la propuesta es parar, salir a la calle y manifestarse con ruidos, aplausos , cantos, etc. durante una hora. Hay gredmios que sumaron a estas medidas llevar un brazalete negro como manifestación de luto.
- A las 17, movilización desde el Obelisco a Plaza de Mayo: la propuesta es vestirse negro en señal de luto.
Herramientas contra el machismo
“Tenemos una expectativa muy grande que se va cumpliendo”, dice a lavaca Marta Dillon, periodista e integrante del colectivo Ni Una Menos. “Estuvimos reunidas en la CTA nacional y hay un compromiso explícito de que van a apoyar el paro para que las compañeras puedan tener cese de actividades a la hora que propusimos. Es un triunfo del movimiento de mujeres y la disidencia sexual porque afecta al mundo laboral, dentro y fuera de los sindicatos. No solamente somos mujeres: somos trabajadoras, en ámbitos domésticos, en cooperativas, y necesitamos hacernos visibles también como sujetas que participan de la economía del país, con derechos que se ven afectados y que sin esos derechos nos quedamos sin autonomía”.
Dillon cuenta que también mantuvieron reuniones con el triunvirato de la CGT. “Más allá de la respuesta, lo cierto es que esto está desbordando por las bases. La expectativa es grande”.
También se comprometieron a movilizarse los sindicatos docentes nucleados en UTE, CTERA y SUTEBA. “Allí donde no se pueda garantizar el paro, por ejemplo en jardines de infantes, los gremios van a proponer en esa hora hacer clases de educación sexual integral. Y es justamente un punto nodal donde se cruzan derechos, educación pública y recorte de presupuesto, porque denunciamos el vaciamiento de la educación sexual integral, ya que la proponemos como un herramienta fundamental para combatir la violencia machista”.
El momento creíble
Dice Dillon: “El paro es la herramienta que tenemos las trabajadoras de restarle nuestro tiempo al sistema de producción. Las tareas de cuidado, que implican, entre otras, tareas de limpieza y de cuidado de niños y niñas, no están valorizadas en términos monetarios cuando lo cierto es que tienen un valor y afectan al PBI. Esas tareas aportan a la economía, y nuestra jornada tiene 2 horas más que la de los varones”.
El texto de convocatoria al paro suma, además, las siguientes cifras:
- “Si el desempleo promedio en Argentina es del 9,3 por ciento, para las mujeres es del 10,5”
- “Porque el 76% del trabajo doméstico no remunerado lo hacen las mujeres”.
- “Porque cuando tenemos hijos o hijas tenemos que cuidarlos nosotras y la tasa de actividad baja del 54 al 39%».
¿Cómo podría describirse entonces el estadio actual del movimiento de mujeres de cara al paro? Dillon: “No diría que estamos en un momento increíble, sino creíble: es un movimiento que en verdad tiene muchos años y, en Argentina, una vitalidad y una potencia clave que se traducen en los Encuentros, con toda su heterogeneidad y los problemas con los que funcionan, pero la cuestión es que ponemos en común la agenda y en el tope está el derecho al aborto. Si tenemos en cuenta las dos marchas Ni Una Menos, todo hace pensar que es un movimiento al que yo no le veo techo, cruza las cuestiones políticas, puede lograr márgenes de unidad en momentos difíciles y es opositor al neoliberalismo salvaje, porque estamos denunciando las políticas de ajuste. Y eso no es cosa de declamar la igualdad, sino puntualizar que la inequidad tiene una base profunda en cuestiones económicas: les estamos haciendo favores a las empresas de todo el mundo y, encima, nos pagan con violencia”.
Lo político
“La decisión de hacer esta convocatoria fue velocísima”, destaca Alejandra Angriman, secretaria de Igualdad de Oportunidades y Género de la CTA nacional, que apunta que todos los gremios de la central sindical están adheridos al paro y movilización. “El paro quiere decir que durante una hora vamos a estar en las calles o las oficinas y no vamos a trabajar, sino que vamos a estar repudiando y exigiendo. Y queremos visibilizar que no sólo exigimos, sino también trabajamos. Y, además, hacemos: cuando paramos queremos decir un montón de cosas, porque también hacemos un debate dentro del movimiento sindical. Necesitamos discutir el tema de la paridad. Y paramos en todas las organizaciones, trabajos, escuelas frente a la dificultad que tenemos de conseguir trabajo, porque somos las más precarizadas, y en momentos de crisis todas las tareas de cuidado vuelven a recaer sobre nosotras”.
Angriman explica por qué el paro no es simbólico, sino político: “El capitalismo sólo se sostiene a partir relaciones desiguales, que cada vez son más desiguales, y en todos los aspectos. Pero además el patriarcado, en esa lógica de desigualdad, donde un grupo somete a otro, es previo: por eso decimos muchas veces, y se enojan los compañeros, que el cambio económico no solamente va a resolver los temas de desigualdad. Podría modificarse el modo de producción y quienes sean los propietarios de los medios de producción, pero eso no modificaría las relaciones sociales, ya que esto tiene que ver con que hay un modelo que se sostiene porque la mitad de la población trabaja gratuitamente para que se sostenga. Y tiene que ver con el tema del cuidado, mujeres sometidas que laburan para que todo siga funcionando”.
¿Cómo que se discute esto en las organizaciones sindicales?
-En realidad a muchos compañeros les asombra este planteo. Y acompañan, aunque no es el cien por cien de los varones. Les asombra, y digamos la verdad: no están de acuerdo en la construcción de la paridad tal como la entendemos. Eso es parte del debate y por eso apoyamos las reformas legislastivas: es la única herramienta que tenemos, lamentablemente. Y esto también es discutir democracia. Hay algún grupo de varones que lo debatió más profundamente y hay otros que resisten, en silencio. Quedó demostrado cuando se discutió en la Legislatura de la provincia de Buenos Aires: algunos sectores de la izquierda se abstuvieron.
¿El Paro busca visibilizar entonces esa trama económica?
–Visibiliza que esta sociedad se mantiene, en principio, con el trabajo gratuito que hacemos todas las mujeres en situaciones de profunda desigualdad. Además también tenemos un debate muy fuerte sobre este modelo de consumo. Las mujeres planteamos que en el centro de nuestras preocupaciones está la vida, y esta es una sociedad que pone en el consumo lo central y eso, además, es depredatorio. Y por eso esta decisión de empezar a ser más visibiles, porque los medios tampoco cubren lo que venimos planteando. Todavía el femicidio de Lucía aparece en los medios como un caso policial, y eso quiere decir que seguimos visibilizadas como un objeto a ser consumido, maltratado, y nos siguen viendo como un grupo más de esta sociedad. Y no, no somos un grupo más: somos la mitad de la población.
Cuando el mundo se pare
Según el registro de femicidios de MuMaLá ocurrieron 19 femicidios en lo que va de octubre. “Fijate en qué fecha estamos”, dice Raquel Vivanco, coordinadora nacional del movimiento. “Ocurre un femicidio en menos de 24 horas”. ¿Cómo llega el paro dentro de ese escenario? “Venimos teniendo en los últimos años -del Ni Una Menos para acá-, un punto de quiebre que nos ubica en un lugar sumamente positivo, en el sentido de que todas nuestras consignas del movimiento de mujeres se masifican al resto de la sociedad. Por supuesto que cuando nos movilizamos recrudece la violencia hacia nosotras. Por eso es que volvemos de Rosario y ocurren estos femicidios. Pero es un momento histórico, que como mujeres y sociedad nos para un escalón más arriba, y con la lucha vamos a ir transformando nuestros derechos”.
¿Qué significa el paro? “El hecho es inédito. Que sea una decisión del conjunto de organizaciones es algo histórico en la Argentina. Nosotras llevamos al Encuentro consignas que decían que la pobreza es violencia. Este paro es para decir que nos están matando, pero también que cuando paramos se para el mundo, porque nuestro trabajo sostiene todo el trabajo que desarrollan los hombres en el espacio público. Sin nosotras no podría caminar el país y esto es una señal a la sociedad y al gobierno. Se estima que en Latinoamérica el trabajo producido dentro de los hogares, que implican todas aquellas tareas que permiten que funcione el mundo productivo, se traduce cerca del 30 por ciento del PBI de los países de la región. Ese es el trabajo que hacemos en la economía de nuestro país, invisibilizado. Si las mujeres paramos, dejamos de cocinar y llevamos los chicos al colegio, se para el mundo. Y otro tema importante es que el primer paro nacional a Macri es un paro de mujeres”.
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
Nota
La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.
Por María del Carmen Varela
La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.
La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario. Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.
El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.
Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.
Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.
La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.
Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA
Domingos 18 y 25 de mayo, 20 hs
Más info y entradas en @perlaguarani
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