Sigamos en contacto

Nota

Resistencia contra los Rodríguez Sáa: cadenas en la Corte Suprema

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

La capital de San Luis tiene dos intendentes. Como las elecciones las ganó un opositor, el gobierno provincial avaló otra elección que garantizara el triunfo de un leal a los Rodríguez Sáa. Frente a la esquizofrenia, 49 personas (concejales, empleados municipales, integrantes de la Multisectorial) llegaron a Buenos Aires y se encadenaron a las escalinatas de ingreso a la Corte para reclamar el fin del absurdo, y un plebiscito para dirimir la cuestión. La desilusión con Kirchner, y los hallazgos interplanetarios del gobernador.

Es un planeta oscuro, no brilla. No refleja la luz: tiniebla intergaláctica. Absorbe los colores y las ondas, por eso es negro, no se deja ver por cualquiera.

Según su propio anuncio radiofónico, tal planeta fue descubierto por Alberto Rodríguez Sáa, gobernador de San Luis, amante de la astronomía y observador perseverante de la noche.

Lo bautizó Xilium. Está a 200 años luz de la Tierra.

Toda persona tiene derecho a ver y descubrir los planetas que desee. O a mantener contactos extrasensoriales con los habitantes de Xilium (que Rodríguez Sáa se atribuye, según múltiples fuentes políticas y de su propia familia). Ese no es el problema.

El problema es que Alberto Rodríguez Sáa gobierna San Luis. Su régimen es oscuro, absorbe los colores, y sus conductores ejercen una estrategia de dominio político (y si puede ser extrasensorial, mejor) en esa especie de imperio de ciencia ficción que no hace más que reproducir lo que ocurre en tantas provincias argentinas.

La escena ha tenido una derivación en estos días en Palacio de Tribunales, en la Capital Federal. Desde San Luis llegaron 49 personas (concejales, empleados del Concejo Deliberante y de la municipalidad), se instalaron en dos carpas en la Plaza Lavalle, y seis de ellas se encadenaron en las escalinatas.

Las banderas explican el reclamo: «San Luis increíble: 1 ciudad, 2 intendentes» dice la principal. Las otras: «San Luis reclama. La Corte se debe expedir, o consulta popular ya». Y una más: «Feudo Rodríguez Sáa = corrupción, muerte, persecución».

Daniel Sosa es uno de los seis concejales que ha optado por encadenarse a los Tribunales: «El problema es así. El 9 de noviembre del año pasado hubo elecciones en San Luis capital, convocadas por el municipio, como lo establece la carta orgánica y la Constitución. Ganó el intendente Daniel Pérsico, y salimos electos una serie de concejales. Se presentaron a las elecciones varios partidos, incluidos la UCR, el ARI, socialistas, demócratas y distintas variantes del peronismo disidente. Pero por una acordada del Superior Tribunal de Justicia, 14 días después hubo otras elecciones. Los Rodríguez Sáa no se podían permitir perder ese espacio de poder. En esas nuevas elecciones ganó María Angélica Torrontegui, que se presentó sola, aunque con el intento de convalidación de la izquierda boba que terminó prestándose a legitimar esa elección».

El primer comicio no contó con el aval provincial, ni con lugares públicos donde efectuarse, por lo que terminó desarrollándose en clubes, parroquias, iglesias evangelistas y bailantas. El segundo comicio se hizo en las escuelas habituales, y no hay precisiones sobre cuánta gente votó en uno y otro. Según los cálculos de Sosa, entre ambas habrá votado aproximadamente el 60 por ciento de los habilitados.

En las escaleras de Tribunales, con sus cadenas, están Jorge Jofré (ARI), Norma Crespo (peronista), Rosa González (UCR) y Edgardo Dicolla (PJ), electos junto al propio Sosa en la primera elección que consagró a Pérsico. La Policía Federal instaló un corralito de vallas metálicas alrededor suyo, y la entrada al edificio pasó a ser la de la calle Tucumán. Marisa, una de las municipales viajeras, dice: «Esta gente -la policía- es muy amable. No te da miedo. No sabés lo que es allá».

Sosa vuelve a tomar la palabra:

«Pérsico ocupa el edificio de la municipalidad, donde la gente está pagando masivamente sus impuestos como una manera de convalidar quién es el verdadero intendente. La municipalidad se encarga además de todo el mantenimiento de la ciudad, los servicios públicos, y todos los trámites. Nosotros funcionamos en el Concejo Deliberante. Y en cambio la Torrontegui se instaló en la Legislatura Provincial, donde la apoyan porque ese es territorio de los Rodríguez Sáa».

Omar Ochoa, secretario legislativo del Concejo Deliberante agrega: «Se instalaron en la Legislatura, es una vergüenza. Pero después se alquiló una casa a la que le están haciendo reformas faraónicas, para meter ahí la intendencia trucha».

Hay, además, una pelea por los recursos. La municipalidad recauda 600.000 pesos mensuales de los contribuyentes, pero el municipio paralelo recibe de la provincia los fondos por coparticipación: 1.200.000 pesos, según los cálculos de Sosa. «Pudimos pelearla y logramos un fallo judicial por el cual los sueldos de los empleados municipales los tiene que pagar ella. Pero por lo demás, todo ese dinero que le da la provincia no se sabe a dónde va, ni para qué se usa» (aunque el alquiler y las reformas de la intendencia Torrontegui deben llevarse lo suyo).

En esa esquizofrenia, los empleados del Concejo Deliberante, los concejales y los integrantes de la Multisectorial que ha reunido en San Luis a 64 organizaciones están proponiendo distintas medidas, entre las cuales está la intervención directa a la provincia por parte del gobierno nacional y, para el caso de la intendencia duplicada, un plebiscito. Dice Sosa: «Pérsico se presentó directamente, aquí, ante la Corte Suprema de la Nación para que establezca a quién le corresponde seguir gobernando la ciudad. También le pedimos al ministro del Interior, Aníbal Fernández, que medie en esta cuestión».

En el planeta del poder, todo es silencio ante estos reclamos. ¿Qué proponen los puntanos? «Que se haga un referéndum, una consulta, un plebiscito, éntre Pérsico y Torrontegui, y que la gente decida quién debe continuar en el cargo», dice Sosa, que anuncia: «Nos vamos a quedar hasta que volvamos con una solución. Hasta que nos dé el cuero».

El viaje se hizo en una camioneta blanca, y un micro especialmente prestado por la Cámara de Transporte de San Luis (otro indicio de la fuerza que va adquiriendo la Multisectorial opositora a los observadores de planetas). Al intentar salir de la órbita provincial, en el límite con Córdoba, los viajeros fueron detenidos por la policía. Raúl Orozco, prosecretario del Concejo Deliberante, cuenta: «Dijeron que llamamos la atención porque íbamos despacio, y por eso nos pararon. En realidad íbamos a 120. Y nos pidieron una lista de los que iban en el micro. Se la dimos, y pudimos seguir. Una apretada más, para cuando volvamos».

La Multisectorial ha ido organizando formas de resistencia y organización (ver en esta página): «Hemos organizado marchas masivas, se hacen asambleas, y tenemos dos estamentos» dice Sosa. «Uno amplio, para que todos nos reunamos, y hay además doce referentes que van coordinando las distintas acciones. Tenemos talleres psicopedagógicos, se trabaja en los barrios, hay ámbitos de discusión política y social, y se ha convertido en un punto de referencia para múltiples problemas. Ojalá esto se pueda convertir en algo que reemplace a los Rodríguez Sáa y a toda la dirigencia cómplice, incluyendo a la izquierda boba».

Sigue la ronda de voces. Hablan de las elecciones que ganó Alberto Rodríguez Sáa el 27 de abril del 2003. Como candidato a gobernador tuvo más votos que su hermano Adolfo como candidato a presidente, y según los datos propios superó el 90 por ciento. Marta Guzmán, una de las viajeras puntanas, cuenta: «En realidad no se puede saber mucho de esa elección porque fue un fraude. Cuando fueron a recontar los votos resulta que las boletas sábana que supuestamente habían sacado de las urnas, ni siquiera estaban dobladas». La oposición a los Rodríguez Sáa sospechó de esas boletas que estaban intactas pese a que no podían ser introducidas en un sobre sin plegarse, pero sus representantes fueron entonces excluidos de la junta electoral.

¿Cómo se llega a toda esta crisis en una provincia que siempre vendió imagen de bonanza, y a donde iba a vivir mucha gente? Sosa: «Es que hubo una situación de bonanza hasta mediados de los 90, por la radicación industrial que fue una monumental estafa al Estado. Pero los trabajadors seguían cobrando 300 o 400 pesos, mientras los Rodríguez Sáa se enriquecían. Quedó un gobierno empobrecido, gobernantes muy ricos, y un pueblo muy pobre».

Las marchas de la multisectorial han sido combatidas por otra creación de Alberto Rodríguez Sáa: los planes de inclusión social (57.000, en una población de menos de 350.000 habitantes).

«Es un ejército privado» dice Lucía, docente jubilada que acompañó el viaje. «Es un grupo de choque. Les dicen ‘pico y pala’ porque los hacen trabajar a cambio del subsidio. Pero la verdad es que ni trabajan. Los convocan desde la mañana cuando hay marchas de la Multisectorial, y los ponen en un corralito frente a la casa de gobierno. Ahí toman tetrabrik, se la pasan todo el día y cuando pasamos nosotros nos tiran piedras, orina, materia fecal. Se lo hacían también a los docentes. Una vez se pusieron tan mal que ni la policía de Rodríguez Sáa los podía parar y les tiraron gases lacrimógenos adentro del corralito. Y un señor que estaba con ellos, y tenía problemas respiratorios, se murió».

«Nos enfrentan a pobres contra pobres» dice Sosa con respecto a los ‘pico y pala’. «Y después te agarra la propia policía» agrega Orozco que muestra la campera en la que recibió balazos de goma antes de terminar preso durante toda una noche por participar en una marcha. «Además me daban culatazos y yo le decía al loco: ¿por qué pegás si no me estoy resistiendo?» La represión en San Luis ha provocado que varios referentes de la Multisectorial oculten y cambien permanentemente los lugares donde van a pernoctar, por miedo a algún atentado, o a algún accidente.

No es una superstición. El secretario del Concejo Deliberante, Omar Ochoa está convencido de que a su hermano lo mataron. «Apareció como un accidente, pero nunca se pudo definir. Mi hermano Osvaldo era presidente del Concejo Deliberante. Él era el encargado de tomarle el juramento al nuevo intendente. Y le tomó juramento a Pérsico. Nunca lo hubiera hecho con la Torrontegui. Al fallecer él, formaron el Concejo Deliberante trucho». La familia asegura que había balazos en la carrocería del auto. En la Argentina, la cantidad de accidentes en rutas de opositores a los feudos locales merecería ser investigada con más detenimiento. Lo más asombroso, es que nadie se asombre ante la sospecha de los Ochoca, con respecto a que lo de Osvaldo fue un asesianto.

Un poco más allá, Marisa, junto a Lucía, se pregunta qué ocurre con la causa por enriquecimiento ilícito iniciada por el juez José Galeano contra los Rodríguez Sáa: «Avísenle al juez que con solo ir a San Luis, el enriquecimiento de esta gente se nota a simple vista». Van enumerando: los tres diarios de la capital, varios casinos, bancos, criaderos de faisanes, las propias casas donde viven los integrantes de la dinastía y todos los etcéteras imaginables. La dinastía, de todos modos, no se queda quieta, y frente al incremento del potencial opositor (aunque aún sea minoritario, quizás) lanzó una campaña publicitaria nacional de mejoramiento de imagen de más de tres millones de pesos. Tal vez por los méritos de la campaña, o por los tres millones de pesos, los Rodríguez Sáa lograron -al menos transitoriamente- que los medios nacionales comiencen a dejar de publicar noticias sobre San Luis.

«¿Sabe cuál es la desilusión nuestra? Kirchner. Porque ni fue para allá, ni mandó a nadie, ni hizo nada frente a lo que él sabe que es un escándalo. Solamente fue una comisión de derechos humanos que va a estar en la universidad, dicen. ¿Y con eso qué van a lograr?» dice Marisa. «¿Sabe qué pasa señor?» dice una señora de lentes que se acerca: «El pueblo se ha cansado de los Rodríguez Sáa. Lo que pasa es que reaccionó un poco tarde. Los dejó estar 20 años».

En la plaza frente a Tribunales, los viajeros instalaron una carpa azul y una más pequeña, anaranjada. Tienen bolsas de dormir, mate y galletitas, algunas reposeras, bombos y redoblantes, pancartas, frazadas, un juego de ajedrez, y cadenas. «La Multisectorial nos dio apoyo para que podamos comer».

La historia de este viaje, la de la ciudad del poder esquizofrénico, y la de una provincia desquiciada, sigue escribiéndose. Los puntanos ya no esperan nada de Xilium, y miran con una rara mezcla de esperanza y desilusión a los extraños seres que habitan el poder en otro planeta llamado Buenos Aires, que no se sabe a cuántos años luz está de la sociedad. El tiempo no es infinito. Ya saben, según la señora de lentes junto a las bolsas de dormir y las cadenas de la carpa azul, que el mayor riesgo es reaccionar un poco tarde

Nota

83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

Publicada

el

Pablo Grillo
Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

83 días.

Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.

83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.

83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.

83 días y seis intervenciones quirúrgicas.

83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo. 

83 días hasta hoy. 

Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro. 

Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”. 

Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).

Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca. 

El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”. 

La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».

La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería. 

Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.

Esta es parte de la vida que no pudieron matar:

Seguir leyendo

Nota

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.

Por María del Carmen Varela.

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia. 

La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.

Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.

La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional.  A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.

Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.

Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro. 

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA

Viernes 30 de mayo, 20.30 hs

Entradas por Alternativa Teatral

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Seguir leyendo

Nota

Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.

Por María del Carmen Varela

La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.

La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro
Gabriela Pastor en escena. Detrás, Juan Zuberman interpreta a un ciego que toca la guitarra.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario.  Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.

El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.

Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.

Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.

La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.

Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA

Domingos 18 y 25 de mayo, 20  hs

Más info y entradas en @perlaguarani

Seguir leyendo

Lo más leido

Anticopyright lavaca. Todas nuestras notas pueden ser reproducidas libremente. Agradecemos la mención de la fuente.