CABA
Resistencia contra los Rodríguez Sáa: cadenas en la Corte Suprema
La capital de San Luis tiene dos intendentes. Como las elecciones las ganó un opositor, el gobierno provincial avaló otra elección que garantizara el triunfo de un leal a los Rodríguez Sáa. Frente a la esquizofrenia, 49 personas (concejales, empleados municipales, integrantes de la Multisectorial) llegaron a Buenos Aires y se encadenaron a las escalinatas de ingreso a la Corte para reclamar el fin del absurdo, y un plebiscito para dirimir la cuestión. La desilusión con Kirchner, y los hallazgos interplanetarios del gobernador.
Es un planeta oscuro, no brilla. No refleja la luz: tiniebla intergaláctica. Absorbe los colores y las ondas, por eso es negro, no se deja ver por cualquiera.
Según su propio anuncio radiofónico, tal planeta fue descubierto por Alberto Rodríguez Sáa, gobernador de San Luis, amante de la astronomía y observador perseverante de la noche.
Lo bautizó Xilium. Está a 200 años luz de la Tierra.
Toda persona tiene derecho a ver y descubrir los planetas que desee. O a mantener contactos extrasensoriales con los habitantes de Xilium (que Rodríguez Sáa se atribuye, según múltiples fuentes políticas y de su propia familia). Ese no es el problema.
El problema es que Alberto Rodríguez Sáa gobierna San Luis. Su régimen es oscuro, absorbe los colores, y sus conductores ejercen una estrategia de dominio político (y si puede ser extrasensorial, mejor) en esa especie de imperio de ciencia ficción que no hace más que reproducir lo que ocurre en tantas provincias argentinas.
La escena ha tenido una derivación en estos días en Palacio de Tribunales, en la Capital Federal. Desde San Luis llegaron 49 personas (concejales, empleados del Concejo Deliberante y de la municipalidad), se instalaron en dos carpas en la Plaza Lavalle, y seis de ellas se encadenaron en las escalinatas.
Las banderas explican el reclamo: «San Luis increíble: 1 ciudad, 2 intendentes» dice la principal. Las otras: «San Luis reclama. La Corte se debe expedir, o consulta popular ya». Y una más: «Feudo Rodríguez Sáa = corrupción, muerte, persecución».
Daniel Sosa es uno de los seis concejales que ha optado por encadenarse a los Tribunales: «El problema es así. El 9 de noviembre del año pasado hubo elecciones en San Luis capital, convocadas por el municipio, como lo establece la carta orgánica y la Constitución. Ganó el intendente Daniel Pérsico, y salimos electos una serie de concejales. Se presentaron a las elecciones varios partidos, incluidos la UCR, el ARI, socialistas, demócratas y distintas variantes del peronismo disidente. Pero por una acordada del Superior Tribunal de Justicia, 14 días después hubo otras elecciones. Los Rodríguez Sáa no se podían permitir perder ese espacio de poder. En esas nuevas elecciones ganó María Angélica Torrontegui, que se presentó sola, aunque con el intento de convalidación de la izquierda boba que terminó prestándose a legitimar esa elección».
El primer comicio no contó con el aval provincial, ni con lugares públicos donde efectuarse, por lo que terminó desarrollándose en clubes, parroquias, iglesias evangelistas y bailantas. El segundo comicio se hizo en las escuelas habituales, y no hay precisiones sobre cuánta gente votó en uno y otro. Según los cálculos de Sosa, entre ambas habrá votado aproximadamente el 60 por ciento de los habilitados.
En las escaleras de Tribunales, con sus cadenas, están Jorge Jofré (ARI), Norma Crespo (peronista), Rosa González (UCR) y Edgardo Dicolla (PJ), electos junto al propio Sosa en la primera elección que consagró a Pérsico. La Policía Federal instaló un corralito de vallas metálicas alrededor suyo, y la entrada al edificio pasó a ser la de la calle Tucumán. Marisa, una de las municipales viajeras, dice: «Esta gente -la policía- es muy amable. No te da miedo. No sabés lo que es allá».
Sosa vuelve a tomar la palabra:
«Pérsico ocupa el edificio de la municipalidad, donde la gente está pagando masivamente sus impuestos como una manera de convalidar quién es el verdadero intendente. La municipalidad se encarga además de todo el mantenimiento de la ciudad, los servicios públicos, y todos los trámites. Nosotros funcionamos en el Concejo Deliberante. Y en cambio la Torrontegui se instaló en la Legislatura Provincial, donde la apoyan porque ese es territorio de los Rodríguez Sáa».
Omar Ochoa, secretario legislativo del Concejo Deliberante agrega: «Se instalaron en la Legislatura, es una vergüenza. Pero después se alquiló una casa a la que le están haciendo reformas faraónicas, para meter ahí la intendencia trucha».
Hay, además, una pelea por los recursos. La municipalidad recauda 600.000 pesos mensuales de los contribuyentes, pero el municipio paralelo recibe de la provincia los fondos por coparticipación: 1.200.000 pesos, según los cálculos de Sosa. «Pudimos pelearla y logramos un fallo judicial por el cual los sueldos de los empleados municipales los tiene que pagar ella. Pero por lo demás, todo ese dinero que le da la provincia no se sabe a dónde va, ni para qué se usa» (aunque el alquiler y las reformas de la intendencia Torrontegui deben llevarse lo suyo).
En esa esquizofrenia, los empleados del Concejo Deliberante, los concejales y los integrantes de la Multisectorial que ha reunido en San Luis a 64 organizaciones están proponiendo distintas medidas, entre las cuales está la intervención directa a la provincia por parte del gobierno nacional y, para el caso de la intendencia duplicada, un plebiscito. Dice Sosa: «Pérsico se presentó directamente, aquí, ante la Corte Suprema de la Nación para que establezca a quién le corresponde seguir gobernando la ciudad. También le pedimos al ministro del Interior, Aníbal Fernández, que medie en esta cuestión».
En el planeta del poder, todo es silencio ante estos reclamos. ¿Qué proponen los puntanos? «Que se haga un referéndum, una consulta, un plebiscito, éntre Pérsico y Torrontegui, y que la gente decida quién debe continuar en el cargo», dice Sosa, que anuncia: «Nos vamos a quedar hasta que volvamos con una solución. Hasta que nos dé el cuero».
El viaje se hizo en una camioneta blanca, y un micro especialmente prestado por la Cámara de Transporte de San Luis (otro indicio de la fuerza que va adquiriendo la Multisectorial opositora a los observadores de planetas). Al intentar salir de la órbita provincial, en el límite con Córdoba, los viajeros fueron detenidos por la policía. Raúl Orozco, prosecretario del Concejo Deliberante, cuenta: «Dijeron que llamamos la atención porque íbamos despacio, y por eso nos pararon. En realidad íbamos a 120. Y nos pidieron una lista de los que iban en el micro. Se la dimos, y pudimos seguir. Una apretada más, para cuando volvamos».
La Multisectorial ha ido organizando formas de resistencia y organización (ver en esta página): «Hemos organizado marchas masivas, se hacen asambleas, y tenemos dos estamentos» dice Sosa. «Uno amplio, para que todos nos reunamos, y hay además doce referentes que van coordinando las distintas acciones. Tenemos talleres psicopedagógicos, se trabaja en los barrios, hay ámbitos de discusión política y social, y se ha convertido en un punto de referencia para múltiples problemas. Ojalá esto se pueda convertir en algo que reemplace a los Rodríguez Sáa y a toda la dirigencia cómplice, incluyendo a la izquierda boba».
Sigue la ronda de voces. Hablan de las elecciones que ganó Alberto Rodríguez Sáa el 27 de abril del 2003. Como candidato a gobernador tuvo más votos que su hermano Adolfo como candidato a presidente, y según los datos propios superó el 90 por ciento. Marta Guzmán, una de las viajeras puntanas, cuenta: «En realidad no se puede saber mucho de esa elección porque fue un fraude. Cuando fueron a recontar los votos resulta que las boletas sábana que supuestamente habían sacado de las urnas, ni siquiera estaban dobladas». La oposición a los Rodríguez Sáa sospechó de esas boletas que estaban intactas pese a que no podían ser introducidas en un sobre sin plegarse, pero sus representantes fueron entonces excluidos de la junta electoral.
¿Cómo se llega a toda esta crisis en una provincia que siempre vendió imagen de bonanza, y a donde iba a vivir mucha gente? Sosa: «Es que hubo una situación de bonanza hasta mediados de los 90, por la radicación industrial que fue una monumental estafa al Estado. Pero los trabajadors seguían cobrando 300 o 400 pesos, mientras los Rodríguez Sáa se enriquecían. Quedó un gobierno empobrecido, gobernantes muy ricos, y un pueblo muy pobre».
Las marchas de la multisectorial han sido combatidas por otra creación de Alberto Rodríguez Sáa: los planes de inclusión social (57.000, en una población de menos de 350.000 habitantes).
«Es un ejército privado» dice Lucía, docente jubilada que acompañó el viaje. «Es un grupo de choque. Les dicen ‘pico y pala’ porque los hacen trabajar a cambio del subsidio. Pero la verdad es que ni trabajan. Los convocan desde la mañana cuando hay marchas de la Multisectorial, y los ponen en un corralito frente a la casa de gobierno. Ahí toman tetrabrik, se la pasan todo el día y cuando pasamos nosotros nos tiran piedras, orina, materia fecal. Se lo hacían también a los docentes. Una vez se pusieron tan mal que ni la policía de Rodríguez Sáa los podía parar y les tiraron gases lacrimógenos adentro del corralito. Y un señor que estaba con ellos, y tenía problemas respiratorios, se murió».
«Nos enfrentan a pobres contra pobres» dice Sosa con respecto a los ‘pico y pala’. «Y después te agarra la propia policía» agrega Orozco que muestra la campera en la que recibió balazos de goma antes de terminar preso durante toda una noche por participar en una marcha. «Además me daban culatazos y yo le decía al loco: ¿por qué pegás si no me estoy resistiendo?» La represión en San Luis ha provocado que varios referentes de la Multisectorial oculten y cambien permanentemente los lugares donde van a pernoctar, por miedo a algún atentado, o a algún accidente.
No es una superstición. El secretario del Concejo Deliberante, Omar Ochoa está convencido de que a su hermano lo mataron. «Apareció como un accidente, pero nunca se pudo definir. Mi hermano Osvaldo era presidente del Concejo Deliberante. Él era el encargado de tomarle el juramento al nuevo intendente. Y le tomó juramento a Pérsico. Nunca lo hubiera hecho con la Torrontegui. Al fallecer él, formaron el Concejo Deliberante trucho». La familia asegura que había balazos en la carrocería del auto. En la Argentina, la cantidad de accidentes en rutas de opositores a los feudos locales merecería ser investigada con más detenimiento. Lo más asombroso, es que nadie se asombre ante la sospecha de los Ochoca, con respecto a que lo de Osvaldo fue un asesianto.
Un poco más allá, Marisa, junto a Lucía, se pregunta qué ocurre con la causa por enriquecimiento ilícito iniciada por el juez José Galeano contra los Rodríguez Sáa: «Avísenle al juez que con solo ir a San Luis, el enriquecimiento de esta gente se nota a simple vista». Van enumerando: los tres diarios de la capital, varios casinos, bancos, criaderos de faisanes, las propias casas donde viven los integrantes de la dinastía y todos los etcéteras imaginables. La dinastía, de todos modos, no se queda quieta, y frente al incremento del potencial opositor (aunque aún sea minoritario, quizás) lanzó una campaña publicitaria nacional de mejoramiento de imagen de más de tres millones de pesos. Tal vez por los méritos de la campaña, o por los tres millones de pesos, los Rodríguez Sáa lograron -al menos transitoriamente- que los medios nacionales comiencen a dejar de publicar noticias sobre San Luis.
«¿Sabe cuál es la desilusión nuestra? Kirchner. Porque ni fue para allá, ni mandó a nadie, ni hizo nada frente a lo que él sabe que es un escándalo. Solamente fue una comisión de derechos humanos que va a estar en la universidad, dicen. ¿Y con eso qué van a lograr?» dice Marisa. «¿Sabe qué pasa señor?» dice una señora de lentes que se acerca: «El pueblo se ha cansado de los Rodríguez Sáa. Lo que pasa es que reaccionó un poco tarde. Los dejó estar 20 años».
En la plaza frente a Tribunales, los viajeros instalaron una carpa azul y una más pequeña, anaranjada. Tienen bolsas de dormir, mate y galletitas, algunas reposeras, bombos y redoblantes, pancartas, frazadas, un juego de ajedrez, y cadenas. «La Multisectorial nos dio apoyo para que podamos comer».
La historia de este viaje, la de la ciudad del poder esquizofrénico, y la de una provincia desquiciada, sigue escribiéndose. Los puntanos ya no esperan nada de Xilium, y miran con una rara mezcla de esperanza y desilusión a los extraños seres que habitan el poder en otro planeta llamado Buenos Aires, que no se sabe a cuántos años luz está de la sociedad. El tiempo no es infinito. Ya saben, según la señora de lentes junto a las bolsas de dormir y las cadenas de la carpa azul, que el mayor riesgo es reaccionar un poco tarde
Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
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