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Resistencia contra los Rodríguez Sáa: cadenas en la Corte Suprema

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La capital de San Luis tiene dos intendentes. Como las elecciones las ganó un opositor, el gobierno provincial avaló otra elección que garantizara el triunfo de un leal a los Rodríguez Sáa. Frente a la esquizofrenia, 49 personas (concejales, empleados municipales, integrantes de la Multisectorial) llegaron a Buenos Aires y se encadenaron a las escalinatas de ingreso a la Corte para reclamar el fin del absurdo, y un plebiscito para dirimir la cuestión. La desilusión con Kirchner, y los hallazgos interplanetarios del gobernador.

Es un planeta oscuro, no brilla. No refleja la luz: tiniebla intergaláctica. Absorbe los colores y las ondas, por eso es negro, no se deja ver por cualquiera.

Según su propio anuncio radiofónico, tal planeta fue descubierto por Alberto Rodríguez Sáa, gobernador de San Luis, amante de la astronomía y observador perseverante de la noche.

Lo bautizó Xilium. Está a 200 años luz de la Tierra.

Toda persona tiene derecho a ver y descubrir los planetas que desee. O a mantener contactos extrasensoriales con los habitantes de Xilium (que Rodríguez Sáa se atribuye, según múltiples fuentes políticas y de su propia familia). Ese no es el problema.

El problema es que Alberto Rodríguez Sáa gobierna San Luis. Su régimen es oscuro, absorbe los colores, y sus conductores ejercen una estrategia de dominio político (y si puede ser extrasensorial, mejor) en esa especie de imperio de ciencia ficción que no hace más que reproducir lo que ocurre en tantas provincias argentinas.

La escena ha tenido una derivación en estos días en Palacio de Tribunales, en la Capital Federal. Desde San Luis llegaron 49 personas (concejales, empleados del Concejo Deliberante y de la municipalidad), se instalaron en dos carpas en la Plaza Lavalle, y seis de ellas se encadenaron en las escalinatas.

Las banderas explican el reclamo: «San Luis increíble: 1 ciudad, 2 intendentes» dice la principal. Las otras: «San Luis reclama. La Corte se debe expedir, o consulta popular ya». Y una más: «Feudo Rodríguez Sáa = corrupción, muerte, persecución».

Daniel Sosa es uno de los seis concejales que ha optado por encadenarse a los Tribunales: «El problema es así. El 9 de noviembre del año pasado hubo elecciones en San Luis capital, convocadas por el municipio, como lo establece la carta orgánica y la Constitución. Ganó el intendente Daniel Pérsico, y salimos electos una serie de concejales. Se presentaron a las elecciones varios partidos, incluidos la UCR, el ARI, socialistas, demócratas y distintas variantes del peronismo disidente. Pero por una acordada del Superior Tribunal de Justicia, 14 días después hubo otras elecciones. Los Rodríguez Sáa no se podían permitir perder ese espacio de poder. En esas nuevas elecciones ganó María Angélica Torrontegui, que se presentó sola, aunque con el intento de convalidación de la izquierda boba que terminó prestándose a legitimar esa elección».

El primer comicio no contó con el aval provincial, ni con lugares públicos donde efectuarse, por lo que terminó desarrollándose en clubes, parroquias, iglesias evangelistas y bailantas. El segundo comicio se hizo en las escuelas habituales, y no hay precisiones sobre cuánta gente votó en uno y otro. Según los cálculos de Sosa, entre ambas habrá votado aproximadamente el 60 por ciento de los habilitados.

En las escaleras de Tribunales, con sus cadenas, están Jorge Jofré (ARI), Norma Crespo (peronista), Rosa González (UCR) y Edgardo Dicolla (PJ), electos junto al propio Sosa en la primera elección que consagró a Pérsico. La Policía Federal instaló un corralito de vallas metálicas alrededor suyo, y la entrada al edificio pasó a ser la de la calle Tucumán. Marisa, una de las municipales viajeras, dice: «Esta gente -la policía- es muy amable. No te da miedo. No sabés lo que es allá».

Sosa vuelve a tomar la palabra:

«Pérsico ocupa el edificio de la municipalidad, donde la gente está pagando masivamente sus impuestos como una manera de convalidar quién es el verdadero intendente. La municipalidad se encarga además de todo el mantenimiento de la ciudad, los servicios públicos, y todos los trámites. Nosotros funcionamos en el Concejo Deliberante. Y en cambio la Torrontegui se instaló en la Legislatura Provincial, donde la apoyan porque ese es territorio de los Rodríguez Sáa».

Omar Ochoa, secretario legislativo del Concejo Deliberante agrega: «Se instalaron en la Legislatura, es una vergüenza. Pero después se alquiló una casa a la que le están haciendo reformas faraónicas, para meter ahí la intendencia trucha».

Hay, además, una pelea por los recursos. La municipalidad recauda 600.000 pesos mensuales de los contribuyentes, pero el municipio paralelo recibe de la provincia los fondos por coparticipación: 1.200.000 pesos, según los cálculos de Sosa. «Pudimos pelearla y logramos un fallo judicial por el cual los sueldos de los empleados municipales los tiene que pagar ella. Pero por lo demás, todo ese dinero que le da la provincia no se sabe a dónde va, ni para qué se usa» (aunque el alquiler y las reformas de la intendencia Torrontegui deben llevarse lo suyo).

En esa esquizofrenia, los empleados del Concejo Deliberante, los concejales y los integrantes de la Multisectorial que ha reunido en San Luis a 64 organizaciones están proponiendo distintas medidas, entre las cuales está la intervención directa a la provincia por parte del gobierno nacional y, para el caso de la intendencia duplicada, un plebiscito. Dice Sosa: «Pérsico se presentó directamente, aquí, ante la Corte Suprema de la Nación para que establezca a quién le corresponde seguir gobernando la ciudad. También le pedimos al ministro del Interior, Aníbal Fernández, que medie en esta cuestión».

En el planeta del poder, todo es silencio ante estos reclamos. ¿Qué proponen los puntanos? «Que se haga un referéndum, una consulta, un plebiscito, éntre Pérsico y Torrontegui, y que la gente decida quién debe continuar en el cargo», dice Sosa, que anuncia: «Nos vamos a quedar hasta que volvamos con una solución. Hasta que nos dé el cuero».

El viaje se hizo en una camioneta blanca, y un micro especialmente prestado por la Cámara de Transporte de San Luis (otro indicio de la fuerza que va adquiriendo la Multisectorial opositora a los observadores de planetas). Al intentar salir de la órbita provincial, en el límite con Córdoba, los viajeros fueron detenidos por la policía. Raúl Orozco, prosecretario del Concejo Deliberante, cuenta: «Dijeron que llamamos la atención porque íbamos despacio, y por eso nos pararon. En realidad íbamos a 120. Y nos pidieron una lista de los que iban en el micro. Se la dimos, y pudimos seguir. Una apretada más, para cuando volvamos».

La Multisectorial ha ido organizando formas de resistencia y organización (ver en esta página): «Hemos organizado marchas masivas, se hacen asambleas, y tenemos dos estamentos» dice Sosa. «Uno amplio, para que todos nos reunamos, y hay además doce referentes que van coordinando las distintas acciones. Tenemos talleres psicopedagógicos, se trabaja en los barrios, hay ámbitos de discusión política y social, y se ha convertido en un punto de referencia para múltiples problemas. Ojalá esto se pueda convertir en algo que reemplace a los Rodríguez Sáa y a toda la dirigencia cómplice, incluyendo a la izquierda boba».

Sigue la ronda de voces. Hablan de las elecciones que ganó Alberto Rodríguez Sáa el 27 de abril del 2003. Como candidato a gobernador tuvo más votos que su hermano Adolfo como candidato a presidente, y según los datos propios superó el 90 por ciento. Marta Guzmán, una de las viajeras puntanas, cuenta: «En realidad no se puede saber mucho de esa elección porque fue un fraude. Cuando fueron a recontar los votos resulta que las boletas sábana que supuestamente habían sacado de las urnas, ni siquiera estaban dobladas». La oposición a los Rodríguez Sáa sospechó de esas boletas que estaban intactas pese a que no podían ser introducidas en un sobre sin plegarse, pero sus representantes fueron entonces excluidos de la junta electoral.

¿Cómo se llega a toda esta crisis en una provincia que siempre vendió imagen de bonanza, y a donde iba a vivir mucha gente? Sosa: «Es que hubo una situación de bonanza hasta mediados de los 90, por la radicación industrial que fue una monumental estafa al Estado. Pero los trabajadors seguían cobrando 300 o 400 pesos, mientras los Rodríguez Sáa se enriquecían. Quedó un gobierno empobrecido, gobernantes muy ricos, y un pueblo muy pobre».

Las marchas de la multisectorial han sido combatidas por otra creación de Alberto Rodríguez Sáa: los planes de inclusión social (57.000, en una población de menos de 350.000 habitantes).

«Es un ejército privado» dice Lucía, docente jubilada que acompañó el viaje. «Es un grupo de choque. Les dicen ‘pico y pala’ porque los hacen trabajar a cambio del subsidio. Pero la verdad es que ni trabajan. Los convocan desde la mañana cuando hay marchas de la Multisectorial, y los ponen en un corralito frente a la casa de gobierno. Ahí toman tetrabrik, se la pasan todo el día y cuando pasamos nosotros nos tiran piedras, orina, materia fecal. Se lo hacían también a los docentes. Una vez se pusieron tan mal que ni la policía de Rodríguez Sáa los podía parar y les tiraron gases lacrimógenos adentro del corralito. Y un señor que estaba con ellos, y tenía problemas respiratorios, se murió».

«Nos enfrentan a pobres contra pobres» dice Sosa con respecto a los ‘pico y pala’. «Y después te agarra la propia policía» agrega Orozco que muestra la campera en la que recibió balazos de goma antes de terminar preso durante toda una noche por participar en una marcha. «Además me daban culatazos y yo le decía al loco: ¿por qué pegás si no me estoy resistiendo?» La represión en San Luis ha provocado que varios referentes de la Multisectorial oculten y cambien permanentemente los lugares donde van a pernoctar, por miedo a algún atentado, o a algún accidente.

No es una superstición. El secretario del Concejo Deliberante, Omar Ochoa está convencido de que a su hermano lo mataron. «Apareció como un accidente, pero nunca se pudo definir. Mi hermano Osvaldo era presidente del Concejo Deliberante. Él era el encargado de tomarle el juramento al nuevo intendente. Y le tomó juramento a Pérsico. Nunca lo hubiera hecho con la Torrontegui. Al fallecer él, formaron el Concejo Deliberante trucho». La familia asegura que había balazos en la carrocería del auto. En la Argentina, la cantidad de accidentes en rutas de opositores a los feudos locales merecería ser investigada con más detenimiento. Lo más asombroso, es que nadie se asombre ante la sospecha de los Ochoca, con respecto a que lo de Osvaldo fue un asesianto.

Un poco más allá, Marisa, junto a Lucía, se pregunta qué ocurre con la causa por enriquecimiento ilícito iniciada por el juez José Galeano contra los Rodríguez Sáa: «Avísenle al juez que con solo ir a San Luis, el enriquecimiento de esta gente se nota a simple vista». Van enumerando: los tres diarios de la capital, varios casinos, bancos, criaderos de faisanes, las propias casas donde viven los integrantes de la dinastía y todos los etcéteras imaginables. La dinastía, de todos modos, no se queda quieta, y frente al incremento del potencial opositor (aunque aún sea minoritario, quizás) lanzó una campaña publicitaria nacional de mejoramiento de imagen de más de tres millones de pesos. Tal vez por los méritos de la campaña, o por los tres millones de pesos, los Rodríguez Sáa lograron -al menos transitoriamente- que los medios nacionales comiencen a dejar de publicar noticias sobre San Luis.

«¿Sabe cuál es la desilusión nuestra? Kirchner. Porque ni fue para allá, ni mandó a nadie, ni hizo nada frente a lo que él sabe que es un escándalo. Solamente fue una comisión de derechos humanos que va a estar en la universidad, dicen. ¿Y con eso qué van a lograr?» dice Marisa. «¿Sabe qué pasa señor?» dice una señora de lentes que se acerca: «El pueblo se ha cansado de los Rodríguez Sáa. Lo que pasa es que reaccionó un poco tarde. Los dejó estar 20 años».

En la plaza frente a Tribunales, los viajeros instalaron una carpa azul y una más pequeña, anaranjada. Tienen bolsas de dormir, mate y galletitas, algunas reposeras, bombos y redoblantes, pancartas, frazadas, un juego de ajedrez, y cadenas. «La Multisectorial nos dio apoyo para que podamos comer».

La historia de este viaje, la de la ciudad del poder esquizofrénico, y la de una provincia desquiciada, sigue escribiéndose. Los puntanos ya no esperan nada de Xilium, y miran con una rara mezcla de esperanza y desilusión a los extraños seres que habitan el poder en otro planeta llamado Buenos Aires, que no se sabe a cuántos años luz está de la sociedad. El tiempo no es infinito. Ya saben, según la señora de lentes junto a las bolsas de dormir y las cadenas de la carpa azul, que el mayor riesgo es reaccionar un poco tarde

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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

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Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.

Por María del Carmen Varela.

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia. 

La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.

Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.

La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional.  A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.

Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.

Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro. 

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA

Viernes 30 de mayo, 20.30 hs

Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

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Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.

Por María del Carmen Varela

La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.

La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro
Gabriela Pastor en escena. Detrás, Juan Zuberman interpreta a un ciego que toca la guitarra.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario.  Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.

El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.

Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.

Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.

La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.

Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA

Domingos 18 y 25 de mayo, 20  hs

Más info y entradas en @perlaguarani

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Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado

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Todo lo que se narra a continuación sucedió mientras, en el Congreso, la policía reprimía a mansalva a jubilados, periodistas –incluido Lucas Pedulla, integrante de lavaca– y personas que se acercan a movilizarse cada miércoles. Fin.

Crónica de Franco Ciancaglini. Fotos de Sebastian Smok.

La historia comienza así: el partido del gobierno La Libertad Avanza organizó un acto de cierre de la campaña del vocero presidencial y candidato a legislador porteño Manuel Adorni, en Plaza Mitre, Recoleta.

El montaje del escenario afirma: “Adorni es Milei”.

Se espera que ambas personalidades estén y hablen hoy.

Pero falta para eso.

Media hora antes de la convocatoria, en distintas esquinas de la avenida Libertador, hay grupos de personas que, muy organizadas, esperan.

En las esquinas la mayoría va vestida de negro pero, en un acto de magia política, luego se las verá llegar a la plaza con la misma remera violeta, puesta arriba de sus verdaderas remeras o incluso de buzos y camperas.

Un notero de TN primero y luego de C5N hablaron con estas personas, que confesaron haber sido convocadas para trabajar en “prevención” bajo la promesa de una paga de 25 mil pesos.
El Whatsapp de la convocatoria, revelado a cámara por uno de ellos, decía: “Ahy (sic) un acto político de 17 a 21. 25 mil pesos. El que quiere se anota”.

Finalmente no era para prevención, sino para “presencia”.

Pero lo peor no es nada de esto, sino que finalmente no les pagaron los 25 mil, sino que quisieron darles 10 mil; ante la presión, algunos recibieron 20 y otros, nada: “Porque no me quiero poner la remera esa sucia no me quieren pagar”, denunció el más sincero ante las cámaras.

Fin.

Lo cierto es que estas columnas de unas 50 personas cada una fueron las que lograron ocupar una plaza Mitre que estaba semivacía.

Temprano, los remera violeta se negaban a hablar con la prensa, aún disciplinados por la promesa de la paga. Luego, ante la deflación de lo prometido descargaron su bronca ante las cámaras dejando en evidencia cómo trabaja el puntero Sebastián Pareja en la provincia de Buenos Aires, de donde provenían estas personas, para el cierre de una campaña porteña.

Alicia es jubilada pero no está marchando alrededor del Congreso, sino que está acá, colándose entre los violetas para saltear unas vallas y pasar más rápido hacia el sector del escenario. Hace un año y medio que se afilió al partido en la Comuna 13 Belgrano, Núñez. Habla de Milei como obnubilada, apurando su paso como ansiosa por la posibilidad de verlo en vivo. Faltan, al menos, dos horas.

Describe a Milei como un “bocho en economía” y se ríe al recordar que en la última elección, hace dos años, votó al actual jefe de gobierno, Jorge Macri. Está claro que no repetirá voto: “Está la ciudad muy abandonada. Mucho linyera, ratas por todos lados. En mis 82 años nunca había visto ratas en la ciudad”. Voto cantado: Adorni, a quien define como “alguien muy correcto”.

Sobre el otro Macri, el Mauricio, dice que “en su momento gobernó bien” pero ahora lo ve fuera de escena. No está al tanto de sus últimas apariciones contra Caputo, Karina y al propio Presidente, o no le interesan.

Alicia prefiere no hablar más y busca un lugar cerca del escenario para ver a su Presidente.

Lucía y Paula, también jubiladas, vinieron de Vicente López y prefieren mirar la escena desde atrás de todo. Es que llevan dos perritos de raza, o de diseño: Coca y Cola. ¿Qué les gusta de Milei? “Te puede gustar o no pero él habla desde el sentimiento. De lo que sentimos muchos”, dice Paula. Lucía suma: “Me gusta porque va a fondo”.

Sobre Mauricio Macri: “Yo lo voté. Ahora, de política no entiendo mucho, pero me da un poco de tristeza porque creo que tienen (con Milei) más coincidencias. Pero tiene que haber una oposición con responsabilidad. Tal vez Macri sea la oposición”.

Marta también es jubilada de 87 años bien llevados. Por qué vino acá (y no al Congreso): “Porque quiero escuchar quiero informarme quiero saber. Son tantos años de lo otro, que esto merece una oportunidad”.

Sigue sola: “El tono no me gusta. Cuando dice malas palabras es un mal ejemplo para la juventud”.

Qué le pedirías al gobierno a nivel Ciudad: “Por favor que saque las villas. La 31 es infernal”. Se pregunta y se responde: “¿Porque avanzaron tanto? Porque les han dado plata”.

¿Marra? “Sí, me gusta. Qué paso ahí, no sé. Me gusta, te soy sincera, pero ahora hay que unir fuerzas”.

¿Está de acuerdo con la medida anti-inmigratoria? “¿Vos te podés hacer ciudadano dinamarqués, o paraguayo? Acá entran todos. Los chorros, los burros. Y si no les gusta que se vuelvan a sus países”.

¿Y la pobreza? Marta cambie el eje: “Basta de decir ‘hagan lío’. Francisco se terminó. Basta de decir la iglesia de los pobres. Pepe Mujica era comunista. Se han hecho ricos con los pobres”.  

Precisamente Mujica pareciera que no. Ella: “No sé. Déjame dudar. Pero basta”.

¿Qué representa para vos Mujica y qué Milei? “Apoyo a Milei y lo nuevo. Y que dios nos ayude”.

¿Y si sale mal? “Creo que ya no voy a estar con vida. Que se arreglen los que quedan”.

Fin.

Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado
Fotos: Sebastian Smok

A su lado hay un joven con una pala gigante. Posa sonriente para decenas de cámaras. Parece haber logrado su objetivo: llamar la atención.

Se llama Santiago y se tomó dos colectivos desde “la zona más fea de la provincia”, Florencio Varela, donde vive. Tiene 21 años, camisa manga larga a cuadros y una enorme mochila roja sobre la que ató un pañuelo celeste.

Cuenta sobre el sentido de la pala: “Hay que trabajar en este país. Nada se puede conseguir gratis. Todo es trabajo en la vida”.

De qué trabaja: “Soy Rappi y Pedidos YA”. ¿Cuánto gana? “Un poco, mi mamá me decía: muy bien Santiago, ese dinero lo sacaste de tus esfuerzos”. No dice números. Y finalmente revela que ahora ya no trabaja.

Al joven de la pala lo interrumpe Franco, otro joven, vestido de traje, que quiere sacarse una foto con el instrumento. Me da la cámara y posa de mil maneras para fotos que luego subirá a su Instagram. Franco Vera, sabré después, es un joven militante que ha irrumpido hace pocos meses en el colegio Nicolás Avellaneda de Palermo –estando él domiciliado en el conurbano- para postularse como Presidente del centro de estudiantes de la institución.

Franco Vera es de estatura pequeña pero en el debate del centro de estudiantes miró a sus contendientes de la lista oficialista, asociada al peronismo, y al ver que eran 8 personas dijo: “Yo estoy solo pero me la aguanto”. Primera gran ovación del público que recién lo conocía en un debate que ganó con comodidad con palabras clave como fútbol, Messi, Dios, diversidad.

Su lista, hasta antes del debate compuesta por él solo, se llama Ruge el cambio.

Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado
Franco Vera, candidato a presidente por la lista Ruge el cambio del centro de estudiantes del colegio Nicolás Avellaneda.

Ahora tiene una decena de seguidores, más después de su segunda jugada: hacerle una cámara oculta a la directora. En la cámara, subida a las redes, se ve cómo la mujer lo apercibe por una serie de hechos difíciles de entender desde afuera, supuestas actitudes de Franco desde que llegó al colegio. Es cierto, se lo nota sobre excitado y concentrado en su carrera estudiantil. Y si bien el video no lo muestra, él asegura que el objetivo de la directora es censurar a Ruge el Cambio para que no se presente –y gane- las elecciones del centro.
Así utilizó la cámara oculta para denunciar la censura institucional.

Su historia merece un documental aparte, que no entra en esta nota. Sobre la elección porteña, él no puede votar. Y pese a las preguntas sobre la actualidad él hablará como representante de los jóvenes de LLA en tono candidato y pedirá que sea a través de videos: “Menos Estado es menos peso al sector público. O sea… Si una persona no capacitada no nos sirve, ¿para qué lo vamos a tener como empleado? Necesitamos tener personas capacitadas. Hay que aprender en esta batalla cultural que los que nos gobiernan son personas normales, no son entes superiores, no tienen título de nobleza”.

¿Los Menem no serán parte? A Franco no le entra una bala: “Los jóvenes somos el cambio” responde en casete y mostrando su sonrisa de dientes con aparatos. Corta la charla para seguir sacándose fotos que subirá tanto a su Instagram como al de la agrupación Ruge el cambio, actividad que le sale muy bien: durante la tarde noche logrará cosechar selfies con personajes como el Gordo Dan o el diputado Martín… Menem.

Fin.

Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado
Lila Lemoine apareció vestida de playera de YPF.

Otras celebridades que se llevan las miradas:

El Zorro con la bandera de Argentina.

Mickey Mouse con un cartel que dice “Aguante Adorni”.

Lila Lemoine vestida como playera de YPF.

Una mujer que tiene tatuada en la cara, justo arriba de su ceja, la palabra “Castrate”. Hay que acercarse bien para entender bien de qué va… o no tanto. En su cachete izquierdo amplía las siguientes consignas:

  • Castrá
  • Adoptá callejeritos
  • Educá
  • No compres
  • No + piroctenia

Son tatuajes.

En la cara.

Fin.

Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado

Franco Carcedo es autor de un libro recién salido del horno que se llama Milei: Conexiones filosóficas. Lo escribió junto a su esposa en La Pampa, donde vive, de donde llegó hoy 7AM y a donde vuelve hoy mismo a las 22. Vino, además de para ver a Adorni y Milei con el objetivo concreto de vender su libro. Lleva 5 ejemplares en la mano, y cuenta que ya vendió otros 5. “Es un camión”, anuncia. Y cuenta sobre su contenido: “El libro relaciona distintos acontecimientos que sucedieron durante la vida de Javier Milei, lo que hizo y muchas veces lo que dijo y dice”. ¿Un ejemplo?

Lo que sigue es literal y no está trucado ni escrito maliciosamente: es parte del libro editado por la editorial Dunken, que cualquiera puede comprar. Dice Franco: “Cuando habla de la felicidad él sin saberlo está hablando de algo que dijo Oscar Wilde en 1888”. ¿Cómo? “Cuando Milei dice que la felicidad es no tenerle miedo a la muerte. Oscar Wilde dice algo parecido”.

La pido mejor hojear el contenido; al inicio hay dos citas. Una de Napoleón que dice: “Los hombres excepcionales son parte de un momento excepcional”. Y otra de Javier Milei: “No seré reconocido como economista sino como rockstar”. Ahí nos vamos entendiendo.

Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado
Franco Carcedo y su libro.

En el libro, profundiza Franco, “hay referencias a Nietzche, Maquiavelo, hay cosas de Spinoza… y la frutilla del postre”. Atención: “La cita de Wilde de la felicidad es de 1888. Milei en 1998 funda una banda que se llama Everest. ¿Sabés cuantos metros tiene el Everest? 8848.88”. Ante mi mirada atónita, Franco Carceda prosigue: “Pero hay más. El día que nació Milei se jugó un partido amistoso para homenajear a Arsenio Erico (futbolista paraguayo muy querido en Independiente). En ese partido debutan Bianchi, Carrascosa y César Laraignée. Ese día nació Milei”.

¿Y entonces? Franco Carceda repite: “El día que nació Milei ellos debutan con la casaca argentina”.

¿Pero cuál sería la conexión filosófica: “Es algo piola porque Milei es fanático de Boca y Bianchi es casi el máximo ídolo de Boca, con Riquelme y Palermo, ponele”.

Vuelvo a pedirle el libro. Sobre el nacimiento de Milei, se informa también que nació el mismo día que el guardameta ruso «Araña» Yasín (¡dos arqueros!) y que se editó un álbum del conjunto Jackson 5 de donde saltaría a la fama Michael Jackson.

Fin.

Equivalencias y bebidas.

Una señora envía videos a un grupo y le responden “como quisiera estar ahí”, “cuidate” y le ponen emojis de un león.

Una nena con la careta de Milei y una motosierra posa para las fotos mientras la mamá, al lado, tiene una careta de Adorni, un caniche y muchos pañuelos celestes atados a la mochila, como si los hubiera llevado para hacerse unos pesos.

Un remera violeta grita “viva la libertad” y otros remera violeta, alrededor, lo miran y estallan en carcajadas. Él también.

Franco Vera me contará luego, orgulloso y dolorido, que le tocó la mano a Milei pero que eso le costó que, literalmente, que los seguridad lo tiraran al piso y le pisaran la cabeza: “Estoy bendecido”.

Suena en el escenario un tema con acordes punk cuya letra asegura que Milei es “el último punk” y “el último superhéroe de la libertad”; eso significa que están al caer el Presidente y también Adorni, a quien nadie parece esperar demasiado. Menos que nadie, los remera violeta.

Aparece más allá otro contingente de remeras violetas que ahora llevan bengalas violetas y tocan bombos violetas, siguiendo a una bandera sostenida por jóvenes prolijos y sonrientes sin remera violeta.

La inscripción de la bandera en la cabecera dice «Jóvenes LLA» y otra atrás “Lugano”. La entrada es de cancha: se canta “el domingo cueste lo que cueste” y “un minuto de silencio para Macri que está muerto”.

Otro de los hits son “El que no salta es radical” y uno que cambia la palabra “Perón” por “León”.

Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado

Un hombre de 40 y pico, vestido de traje, es el que saca las canciones y agita.

Lidera a la barra hasta meterla en el centro mismo del escenario.

Mientras este cronista anota otras cosas, como la presencia de francotiradores en las terrazas de Recoleta y al lado del escenario, se ve que el hombre sale del tumulto, ofuscado.

Le han robado el celular.

Habla con una persona de seguridad, que abre las manos en señal de “no puedo hacer nada”.

El hombre está visiblemente afectado, dice “no lo puedo creer” y pide un celular para “dar de baja las tarjetas”.

Consigue una cómplice, a quien le confesará lo que él cree es la razón del robo:

-Es que está lleno de negros.

Fin.

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