CABA
Salta, la verde
Médicas, actrices, enfermeras, escritoras, socorristas, cineastas, cantantes, diputadas y más: Salta fue sede de un encuentro histórico que muestra la federalización del debate por el Aborto seguro legal y gratuito. Lo que ocurre en los hospitales con partos de niñas violadas de 10 años. Los matices en las discusiones, las chicas salteñas en las plazas, y las imágenes hacia el 8 de agosto, en esta crónica del viaje de lavaca.
Estamos en Salta, en un teatro colmado por mujeres que son de aquí o de allá y viajaron para participar de una jornada histórica por la legalización del aborto. Por estos días, la ciudad capital está agitada por los debates. Hubo posicionamientos a favor, amenazas de quienes están en contra, misas que arengan a frenar “a toda costa” la media sanción en el Senado, reuniones secretas y no tanto, el pronunciamiento del gobernador Juan Manuel Urtubey a favor, y los tres senadores que representan a los salteños que intentan inclinar la balanza en contra del proyecto de IVE (Interrupción Voluntaria de Embarazo).
Estamos en Salta, en un espacio llamado Teatrino que, casualidad o no, queda justo en diagonal al Colegio de Médicos y a cuadras del centro. Pero hoy el centro se mudó acá. La gran anfitriona del evento es la directora de cine Lucrecia Martel, quien distribuirá con paciencia y gracia el micrófono entre las expositoras y entre quienes harán preguntas.
Sí: este es un auditorio raro que en este sábado de julio, en vez de quedarse callado, tiene muchas preguntas. El ida y vuelta se da entre este público joven y verde y artistas como Mariana Carrizo (coplera que sufrió agresiones digitales por componer una copla a favor de la ley), Claudia Piñeiro (quien brindará un discurso contundente), las diputadas del grupo Las Sororas, Victoria Donda y Araceli Ferreyra y la actriz Adriana Salonia, entre otras personas y personalidades que viajaron para apoyar la ley, además de las que ya están aquí y demuestran que Salta no es solo un pañuelo celeste.

Lucrecia Martel fue una de las anfitrionas de la jornada por el aborto legal en Salta.
Foto: Nacho Yuchark
Familia & médicos
Macarena Villena es una joven médica, cristiana, evangelista, que forma parte del grupo Profesionales por el Derecho a Decidir y está a favor del aborto. Trabaja en un centro de salud salteño en el área de Medicina Familiar y, una vez debajo del escenario, contará las presiones que recibió por pronunciarse a favor de la ley. Para demostrar el vigor de la discusión, en su agenda Macarena tiene marcado el lunes a las 12:30 un debate en La gaceta, el diario salteño que lleva el termómetro mediático de la ley.
Villena enmarca sus palabras desde el lugar donde trabaja: la salud pública. Y plantea que la legalización del aborto debe entenderse como parte de una política que ataque lo que llama muertes evitables: «Y no solo la muerte, sino todas las enfermedades que derivan de estas prácticas clandestinas, que de una forma u otra terminan en los centros de salud”.
Macarena palpa esa realidad y dice desde ahí que la ley “permite respetar la autonomía”. Por si hace falta aclararlo en estos contextos hostiles, dice que no está a favor del aborto en sí: justamente por eso reclama la ley. “Todos los que no queremos el aborto trabajamos para evitar embarazos no deseados, por eso la consigna dice educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”, recuerda. Villena denuncia, con su termómetro, que las mujeres en Salta “necesitamos métodos anticonceptivos al alcance de la mano: con los recortes en salud en la provincia, están faltando métodos anticonceptivos”.
Tras su exposición, varias manos se levantan en el auditorio. Martel (cuyo film Zama además de premios varios ha sido considerada por The New York Times una de las dos mejores películas de 2018 a nivel global) es quien transmite la consulta a la médica:
¿Por qué los médicos que conocen esta realidad se oponen al proyecto? Macarena ensaya una respuesta: “Yo creo que es por el miedo al cambio. Interrumpir un embarazo es algo trágico que no estamos promoviendo: es el acompañamiento. Entender eso es muy difícil, cuesta entender que los médicos somos también garantes de derechos. Está el modelo médico hegemónico muy instalado. Y cuesta separar las creencias y lo personal: hay decisiones que son de los pacientes”.

La médica Macarena Villena, contó su experiencia en los centros de salud salteños.
Foto: Nacho Yuchark
En contra, pero a favor
Mónica Gelsi es ginecóloga y, según dice, lleva 37 años trabajando en el sistema de salud salteño. Antes de que un problema en la vista la obligara a apartarse, hizo la mayor parte de su carrera en el Hospital Materno Infantil público de la capital. “Yo soy del pañuelo celeste”, se sincera antes de subirse al escenario. Mónica Gelsi fue la única disertante que se manifestó en contra del proyecto en este debate, si bien también habían sido invitados médicos, abogados y diputados con esa postura. Según un audio que enviaron a las organizadoras, la noche antes dieron de baja su participación argumentando que “no estaban dadas las condiciones”. Y dejaron circular un flyer que llama el día 27 a la Universidad Católica a un encuentro llamado ¿Por qué estamos a favor de las 2 vidas? La disertante estrella será la diputada por Unidad Ciudadana, Cristina Fiore, en contra de la ley.
Mónica Gelsi, entonces, fue la única disertante en contra, recibida con una ovación a pedido de Lucrecia Martel.
Mónica hablo de lo que se le dio la gana, sin interrupciones, sin murmullos ni mucho menos abucheos. Dio datos concretos: de 7900 partos en el materno infantil, 1980 fueron abortos. Y aseguró que “se está trabajando” para evitar la mortalidad materna, idea que acompañó con otros números: “Se hicieron 42 vasectomías y 840 ligaduras tubarias”, aseguró.
El auditorio, de nuevo, se llenó de preguntas. Fueron varias las manos levantadas, pero la que habló fue la diputada Donda, que preguntó en dos sentidos: si está de acuerdo con un Código Penal que castiga a mujeres y médicas como ella por realizar abortos; y si está de acuerdo con el aborto en caso de violaciones. La ginecóloga Gelsi no esquivó el bulto, y en su respuesta dijo, desordenadamente, lo siguiente:
-“Ya bastante pena tiene una mujer con un embarazo no deseado como para mandarla presa”.
-“La que decide es la victima”
-“Si tengo que acompañar a mi hija en un aborto, lo haría”
-“Yo no hago abortos”.
La actriz Adriana Salonia tomó entonces el micrófono y le dijo: “A mí me parece que estas más de acuerdo con la ley, que en contra”. Ahora sí, el auditorio sonrió. Y fue la escritora Claudia Piñeiro, antes de subir al escenario, quien lanzó la pregunta final: “Si tu hija, como mencionaste, tiene un embarazo con un hombre y no desea el embarazo ni al hombre, ¿qué sucedería?”
Fue entonces que la ginecóloga Gelsi apeló a los argumentos celestes: “No sería el caso de mi hija”, dijo. Y remató diciendo que “hay que hacerse cargo de la sexualidad de cada uno” y que si sale la ley, en ese caso hipotético la hija podría abortar, “y si no, verá que se hace”.

La ginecóloga Mónica Gelsi, única disertante en contra de la ley, fue aplaudida en la previa. Tras su exposición, se la vio incómoda al responder preguntas.
Foto: Nacho Yuchark
La niña violada
Luego siguió una joven politóloga llamada Mercedes Martínez, que se presentó como parte del equipo de Socorristas en red: “Estamos en 20 provincias y en 40 localidades”, precisó. El equipo se dedica a acompañar a mujeres que deciden abortar: “Lo que no hace el Estado”.
En zoom salteño, Martínez denunció en particular al flamante hospital Papa Francisco, en el que aseguró que “se criminaliza a las mujeres que van a abortar”. Para ilustrarlo relató el caso de una niña de 10 años que tuvo allí un hijo: “En la puerta de su sala pusieron velas y había personas que iban a rezar. Ese fue el acompañamiento que tuvo esa niña, violada por el padrastro”.
Siguió la diputada Victoria Donda, quien dio un marco más amplio en el cual ubicar los relatos salteños: “De 350 expositores contra la Ley en la Cámara de Diputados, 312 dijeron que las mujeres que abortaban iban despoblar la Argentina”, dijo. “Así nos ven: como la fuerza reproductora encargada de dar fuerza de trabajo”.
Donda siguió hablando del “trabajo invisibilizado” que hacen las mujeres en las tareas de cuidado: “Por cada 8 horas de una mujer que cuida la casa o sus hijos, un hombre desempleado hace 4. Y si esta empleado, 2. Ese lugar tenemos que discutir”.
La diputada se refirió a la ley más allá de la ley: “La brecha salarial es del 25 al 30 por ciento”, informó, aseguró que “es el tiempo de las mujeres” y que para reducir brechas y discutir privilegios “hay que mirar como hicieron otros países del mundo: con políticas concretas, y con leyes”.

Claudia Piñeiro preguntó desde abajo y habló desde arriba del escenario. Fue una de las más aplaudidas.
Foto: Nacho Yuchark
La hora del compromiso
Fue el turno de Claudia Piñeiro, que hasta entonces se había mantenido atenta al debate, filmando y comentando como cualquiera de las oyentes. Piñeiro también dio contexto al calificar de “mágica e impredecible” la inédita unión de distintas profesionales y políticas de distintos partidos en pos de la legalidad del aborto. Al plantearse por qué había decidido meterse de lleno en la causa, Piñeiro recordó que no es una advenediza: “De mis 10 novelas publicadas, 5 hablan del aborto”, aclaró. Y enmarcó a la cuestión como parte de un esquema que incluye “muerte, silencio, e hipocresía”.
A partir del actual debate en el Senado, Piñeiro celebró la “federalización que se está logrando, al generarse encuentros como éste”. Sobre Salta en particular relató una escena memorable: “Qué bueno es estar acá, porque a nosotras en Capital nos mienten: dicen que en Salta no hay gente a favor. Yo llegué hoy y estuve paseando por la Plaza 9 de Julio. Vi a un grupo de chicas haciendo Tai chi que, entre patada y patada, decían: “El patriarcado se va a caer”. ¿Esas también están en contra de la ley?”
El auditorio estalló en risas y aplausos. Pero Claudia se mantuvo seria: “Es muy evidente la diferencia entre el discurso del poder y el discurso de la calle”, cerró la reflexión, para abrir otra nueva y más potente: “A mí lo que más me molesta es que los que están en contra plantean un control de la sexualidad de las mujeres, que es imperdonable. Se está castigando la sexualidad de la mujer, no del hombre. El sexo placentero de una mujer”. La referencia tenía como indirecta el intercambio con la ginecóloga Gelsi.
Piñeiro imaginó un futuro próximo: “Yo no sé si las diputadas acá estarán de acuerdo, pero para mí fue muy importante que las calles estuvieron llenas para la votación en Diputados. Vamos a tener que llenar las calles de vuelta. Hay que ver qué hacemos el 8 en Buenos Aires, en Salta, en todos lados”.

Con el micrófono, Milagros Peñalba, la joven que disertará en el Senado a favor de la ley. A su alrededor, otros jóvenes integrantes de la Coordinadora estudiantil a favor del aborto legal.
Foto: Nacho Yuchark
Voces del futuro
La jornada se iba redondeando, y casi de improviso, Lucrecia Martel invitó a jóvenes que estaban en las tribunas a pasar al escenario. Los presentó a lo grande: “Ellos van a ser que Salta sea distinta”.
Todavía no se sabía que les diez jóvenes que finalmente subieron al estrado eran parte de una Coordinadora de Estudiantes a favor del aborto, un grupo reciente que reúne a unes 200 jóvenes en total, de distintas escuelas. Les jóvenes contaron cómo se organizaron, y denunciaron en particular la “persecución y el hostigamiento a quienes pretenden canalizar estos debates en los colegios. No nos dejan expresar”, sentenciaron. Y relataron dos casos concretos de sanciones de profesores a alumnos, y hasta una expulsión patológica en un colegio, a jóvenes que se manifestaron a favor del aborto legal. “Como Coordinadora elevamos una nota al Ministerio”, contaron, “y un pedido de reunión que jamás fue respondido”.
Entre elles estuvo Milagros Peñalba, una más de las jóvenes, que será disertante en el Senado en las próximas semanas. Luján, otra de las chicas, sumó otra denuncia: “En los colegios se horrorizan si hablamos del aborto pero el Estado se niega a darnos educación laica y educación sexual integral”. Desde el escenario, los chicos redoblan la apuesta: “Se tiene que hablar del VIH, y dar educación sexual no solo para parejas heterosexuales: lo único que quieren es que nos reproduzcamos”.

El cierre estuvo a cargo de Mariana Carrizo, quien creó la canción del momento en Salta: Copla Verde.
Foto: Nacho Yuchark
La canción de las salteñas
La jornada cerró con música. Mariana Carrizo es coplera, aunque se presentó como una “vieja desobediente del patriarcado”. Comenzó a cantar a los 8 años y no paró. Para explicar su presentación, relató una divertida anécdota sobre cómo su arte se cruzó con la miseria machista: “Mi primer presentación fue en el Festival del Poncho. Y todos quedaron tan contentos que hasta el gobernador me prometió que me iba a regalar una muñeca. Yo veía esas muñecas de porcelana, grandes, más grandes que yo, y pensé que me venía una de esas. Estaba tan feliz… Cuando semanas depués llego a mi casa la muñeca era una Barbie trucha, de esas que salen un peso”, dijo. “Esa fue primera desilusión con el patriarcado”.
Tras esa breve introducción cantó Copla Verde, canción compuesta especialmente para estos tiempos y esta geografía, tema por el cual sufrió amenazas y violencias de todo tipo. Vestida de pullover verde, cobijada por el auditorio, entonó estas estrofas que agregaron las únicas palabras que le faltaban a la fría noche salteña:
«Aquí les canto esta copla en la tumba del silencio
si una sola mujer muere saldremos todas
pañuelo verde pájaro libertario de las mujeres
salga el sol si ha de salir también que salga la luna
el aborto será ley pa` que no muera ninguna
salteña libre, vuela libre, vuela».

Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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