Mu89
Arriba el telón
Teatro para armar. El Circuito Cultural Barracas creó una obra dedicada a exponer problemas difíciles de hablar en voz alta con adolescentes. Reflexión y arte para pensar en serio.
El Circuito Cultural Barracas tiene la casa llena de excusas para el encuentro. Nacido como un espacio dónde lo artístico y lo comunitario se construyen de la mano, esta mañana de mitad de semana, ese galpón de la avenida General Iriarte, al sur de la ciudad, se llena de pibes.
El grupo gestor del Circuito, Los Calandracas, se prepara en bambalinas. Frente a una sala llena de chicos y chicas de tercer año de escuelas públicas, van a presentar De rumores y de amores. La escena forma parte del Teatro para armar, una serie de talleres que proponen reflexionar y buscar diferentes formas de actuar ante situaciones no deseadas.
Sexo y chismes
Las puertas están abiertas de par en par. Hay adolescentes sentados en hileras de sillas negras de plástico en el centro del lugar y en las gradas. Prácticamente no hay adultos presentes, algunos pocos profesores e integrantes del Circuito desparramados por ahí. Lo que va a suceder son momentos que construyen una gran escena. Más o menos así:
Los Calandracas salen al escenario.
La historia: en el depósito de un club, dos novios adolescentes están a punto de tener relaciones sexuales por primera vez. Que sí, que no, ella duda, él quiere.
Llegan los padres de la novia, los pibes se esconden.
Los padres son parte de la comisión directiva del club, van a hacer una reunión secreta en ese mismo lugar porque se rumorea que el presidente tiene Sida.
¡Que lo destituyan!, gritan algunos.
Fin de la obra.
Pregunta: ¿Vieron cosas que para ustedes no estaban buenas?
Se abre el intercambio.
La regla: hablan sólo adolescentes.
Los Calandracas vuelven al centro. Van a repetir la escena, pero existe una nueva posibilidad: pueden frenarlos cuando quieran y proponer una nueva acción, ver las consecuencias y modificarla cuantas veces tengan ganas.
Luego y al azar, se reúnen en grupos, separados en cada una de las temáticas que narra la obra: sexualidad, comunicación y discriminación. La consigna: llevar esos ejes a su vida cotidiana.
Cambiar un mundo
La obra se representó por primera vez en 1994. Desde entonces, el objetivo se mantuvo firme: “Ser un espacio para la reflexión, el intercambio grupal y el ensayo de propuestas superadoras ante situaciones no deseadas”.
En la cocina de teatro, sentados en una mesa circular donde el mate une, Los Calandracas trazan mentalmente una línea del tiempo: “Hace unos años veíamos en los adolescentes mucha inhibición, estaban muy para atrás, no participaban. Ahora no es así, aunque, en general, todos los temas siguen vigentes: falta de comunicación, falta de diálogo, tabúes sobre la iniciación, prevención y cuidados. Por ahí lo que está un poco más trabajado es el tema del Sida. Prejuicios sigue habiendo, pero al momento que lo estrenamos era muy fuerte. Eso da la sensación de que algo cambió para mejor”.
Desde hace casi dos décadas Teatro para armar fue la forma que encontraron y sostuvieron para tratar temas no deseados. ¿Por qué? “Este recurso tiene la posibilidad de probar todas aquellas situaciones que quisiéramos cambiar y hacerlo todas las veces que el grupo quiera. Hemos llegado a probar la misma situación un montón de veces. Ahí uno se saca las dudas y ve las posibilidades que hay. ¡Imaginate si pudieras hacer algo así en la vida! Esto abre, no cierra nada: podés volver a intentarlo de otra manera. Entonces, también abre la posibilidad de discusión y análisis sobre situaciones problemáticas, no deseadas”.
Opresor oprimido
Ricardo Talento, director del Circuito e impulsor del teatro comunitario, es también el autor de los guiones de los talleres. Fue quien propuso trabajar con este formato abierto, pero decidió darle una vuelta de tuerca más. El Teatro foro, como técnica dentro del Teatro del oprimido creada por Augusto Boal, interpela al espectador y le propone participar para encontrar nuevas formas de acción. Los Calandracas recuerdan la propuesta de Talento, que hace honor a su apellido: “En el Teatro del oprimido hay un opresor y un oprimido. Talento partió de la base de que todos somos, figuradamente, oprimidos y opresores, en sus matices y dentro de un sistema de maltrato y de violencia. Nuestras preguntas, entonces, apuntan a pensar si existe un lugar donde pararse para poder modificar a todas esas partes para lograr, finalmente, cambiar al sistema”. En esa línea están pensados los personajes, “todos trabajados como tipos que se equivocan en sus actitudes, pero siempre tienen una posibilidad de cambiar, modificar algo”.
¿Cómo abrir esas posibilidades de pensar cambios? La respuesta para ellos es el teatro. “Lo fuerte de esta propuesta es el teatro: es una escena teatral hecha por actores. Eso permite que haya una identificación muy fuerte de los espectadores con los personajes. Son personajes muy tiernos, muy humanos, pero no estamos haciendo un juego de roles: es teatro. Con mucho humor también, porque el humor te permite acceder a aquellos temas díficiles, ante los cuales te preguntás: ¿cómo hago para plantear esto? Desde el humor es posible. Los personajes son clowns, en las mismas escenas hay personajes payasisados y otros que no, porque, por ejemplo, si vas a laburar con adolescentes y el personaje adolescente es muy clown, el pibe pierde la identificación porque siente vergüenza ajena, aunque en realidad proyecta la propia, la que genera el miedo a equivocarse, a exponerse, a la mirada del otro”.
Todos estos prejuicios quedan liberados gracias a un trabajo exquisito de sensibilidad y arte social que permite, luego, pensar en grupo cómo están afectadas las vidas por cuestiones que son difíciles de decir en voz alta, pero que la obra deja explícitas, claras y abiertas a todas las posibilidades: qué pasa si… es parte de este juego.
Las puertas abiertas del Circuito Cultural Barracas encontraron así una forma de pensar nuevos posibles.
#NiUnaMás
Apuntes para pensar qué nos pasa
La autoconvocatoria a poner el cuerpo para decirle basta a la violencia contra las mujeres representa un cambio. ¿Por qué? ¿Cómo se expresa? ¿Qué significa? El rol de la condena social en la batalla contra la impunidad, la experiencia de H.I.J.O.S., la relación de los medios y las oenegés son algunos de los interrogantes que nos hicieron reflexionar y que compartimos con la esperanza de construir juntas, juntos, nuevas respuestas.
(más…)
#NiUnaMás
Es machismo y mata
No hay información oficial sobre femicidios y esa ausencia dice mucho de las políticas estatales. En menos de una semana MU se propuso realizar un listado. El resultado es incompleto, pero revelador. Reproducimos solo una parte de la información reunida para dar dimensión de un problema social y político que exige respuestas urgentes.
(más…)
- Revista MuHace 4 semanas
Mu 198: Tomar el futuro
- Fábricas RecuperadasHace 4 semanas
La combustión que permitió recuperar Aceitera La Matanza
- ActualidadHace 3 semanas
El ojo izquierdo: el recuerdo para Barba Álvarez, víctima de la represión macrista por la reforma jubilatoria
- ActualidadHace 1 semana
Otro trabajador del subte murió de cáncer por el asbesto usado en vagones comprados en tiempos de Macri
- NotaHace 2 semanas
Rosario y el asesinato de “Pillín” Bracamonte: las hipótesis, la pelea entre bandas y un corte de luz antes de las balas
- ActualidadHace 3 días
Cometierra: la censura, los femicidios, la literatura y la república de Dolores Reyes
- #NiUnaMásHace 2 semanas
Lucía Pérez: así comenzó el juicio político a los jueces que buscaron dejar impune el femicidio
- teatroHace 3 semanas
Teatro comunitario: “No es lo que parece”, una obra comandada por niñes y adolescentes del Circuito Cultural Barracas