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Monsanto culpable de “ecocidio”: la sentencia de un Tribunal Internacional avala las denuncias e investigaciones argentinas

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Expertos de distintos países conformaron un tribunal civil que se encargó de evaluar las denuncias mundiales contra la multinacional transgénica con datos concretos y legislación internacional. El resultado es una sentencia que encuentra a Monsanto – ahora en manos de Bayer- responsable de violar derechos en salud, ambiente y propiedad, y de entorpecer la libre investigación científica de estos temas. “El Tribunal nos da la razón después de años de lucha”, dice Vanesa Sartori, una de las vecinas de Malvinas Argentinas que logró echar a Monsanto. “No cualquiera tiene el privilegio de tener enemigos en todo el mundo”, remata sobre este aval mundial. La sentencia completa y las voces de los protagonistas.
“Las acciones de Monsanto se pueden considerar ecocidio: están causando daño considerable al daño ambiente del que mucha gente vive”. Las palabras finales de Steven Shrybman, uno de los jueces del Tribunal Internacional de La Haya por el caso Monsanto, cerraron las dos horas de lectura de una sentencia que encontró a Monsanto culpable deviolaciones de derechos en salud, ambiente y propiedad, y de entorpecer la libre investigación científica en estos temas.
La sentencia llega tras el juicio que transcurrió en octubre de 2016, cuando el Tribunal Internacional de La Haya Monsanto escuchó las denuncias de 30 testigos de todo el mundo y se comprometió a “evaluar los hechos que se recriminan a la empresa Monsanto y juzgar los daños causados por la multinacional en virtud del derecho internacional vigente”. El Tribunal Monsanto es una  iniciativa civil desarrollada por Marie-Monique Robin y Vandana Shiva, entre otras referencias mundiales para evaluar la responsabilidad por las violaciones a los derechos humanos, crímenes contra la humanidad y ecocidio.

Juzgar a Monsanto: los testimonios del desastre


La investigación del Tribunal concluyó hoy en que Monsanto incurre en distintas prácticas y maniobras que afectan la salud y el medioambiente, y para probarlo se basó en legislación internacional: “Este Tribunal se apoya en el estatuto de Roma, donde dice que la intención y el conocimiento se han de tomar en cuenta intencionalmente. Este tribunal observa que no hay un obstáculo para que una corporación sea considerada responsable”. Presidido por Francoise Tulkens, de Bélgica, exvicepresidenta del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, el tribunal Internacional planteó la necesidad de “introducir la figura de ecocidio” a la jurisprudencia internacional y que las personas legales “puedan ser responsables en este tipo de delitos y hacer responsables a los gerentes de las empresas”.
En ese sentido, la sentencia que se dio a conocer hoy contesta las preguntas formuladas al Tribunal en forma de “opinión legal respecto tanto a la ley ambiental existente como a una ley prospectiva para mejorar la legislación internacional de derechos humanos y ambiental”, según palabras de la propia sentencia. En la misma, el tribunal concluye que:

  1. “Monsanto se ha involucrado en prácticas que han impactado de forma negativa el derecho a un medioambiente sano”.
  2. “Monsanto se ha involucrado en prácticas que tienen un impacto negativo en el derecho a la alimentación”
  3. “La soberanía alimentaria también es afectada y resalta los casos en los cuales la contaminación genética de los campos forzó a agricultores a pagar regalías a Monsanto o hasta abandonar sus cultivos no-OGM debido a esta contaminación”
  4. “La conducta de Monsanto afecta de forma negativa el derecho a la libertad indispensable para la investigación científica”.
  5. “Que la legislación internacional debería determinar ahora de forma precisa y clara la protección del medioambiente y el crimen de ecocidio» y que “hay un riesgo importante de una brecha creciente entre legislación internacional de derechos humanos y ambientales y legislación internacional de comercio e inversión».

La sentencia completa

Durante la jornada de ayer los jueces no sólo leyeron el documento sino que ensayaron discursos contundentes que ampliaron las implicancias de cada conclusión. Entre el juzgado internacional se encontraba también la mendocina Eleonora Lamm, licenciada en Derecho por la Universidad de Cuyo y doctorada en Derecho por la Universidad de Barcelona. Lamm dijo en su alegato que “mucha gente está viviendo con la toxicidad del glifosato” y citó las investigaciones argentinas que lo asocian con cánceres como el linfocitos no Hodkin.
Otro de los jueces, Steven Shrybman, se refirió al punto de la obstaculización de la libre investigación científica: «Necesitamos tener la oportunidad de conseguir y de buscar los datos necesarios para hacer una investigación propicia. No puede ser que las compañías sean las que nos ofrecen la información», dijo. «Muchos científicos que han tenido problemas por haber publicado pruebas contra Monsanto. Los científicos han tenido que tomar medidas de seguridad». De este lado del streamming, alguien en el Congreso recordó el nombre de Andrés Carrasco.
 
Sobre la figura de ecocidio, el Tribunal planteó que «se debe considerar un crimen atentar contra el medioambiente», que se pueden considerar crímenes contra la humanidad el estar afectando el medioambiente»  que «se pueden considerar las corporaciones como responsables perpetradoras de estos crímenes».
La belga Tulkens, jueza del Tribunal, concluyó: «Monsanto está dañando a comunidades agrícolas y también urbanas. Hay que dar prioridad a los derechos de la gente sobre los derechos corporativos».

“Nos da la razón”

El Salón Illia del Senado argentino transmitió en vivo y en directo vía pantalla gigante la lectura de la sentencia del Tribunal Internacional de La Haya por el caso Monsanto. Entre los concurrentes al Congreso se encontraban el doctor Damián Verzeñassi (director del Instituto de Salud Socioambiental y responsable de la Práctica Final de la carrera de Medicina de la Facultad de Ciencias Médicas de Rosario) y Myriam Gorban (motor de la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria de la UBA y una de las máximas expertas en Nutrición). Verzeñassi fue uno de los 30 testigos que declararon en noviembre de 2016 frente al Tribunal: fue el único médico latinoamericano convocado. Por su parte, Gorban fue una de las especialistas que realizó en paralelo a las audiencias la Asamblea de los Pueblos, un espacio donde referentes del todo el mundo discutirán diferentes estrategias para contrarrestar los problemas causados por el modelo transgénicos.
Gorban dice a lavaca: “Llegar a estas instancias de un tribunal internacional se logra a través de la lucha de los pueblos, de sus organizaciones sociales y del aporte de los científicos que han ido aclarando y mostrando la realidad de la situación”. Y lo vincula con las últimas noticias ambientales: “Solamente al ver las catástrofes climáticas como las inundaciones nos damos cuenta que no es obra de la naturaleza, sino producto de un modelo productivo salvaje que hay detrás”.
Myriam señala los cuatro ejes más importantes que plantea el fallo: la violación del derecho a la alimentación, a salud, medioambiente y a la propiedad, y el derecho a la investigación libre. “Yo creo que nos da la razón después de 20 años de lucha. Avala el seguir profundizando en este camino e ir buscando un camino de transición para encontrar un modelo productivo, de agroecología, que nos beneficie”.
¿Cómo se hace para pasar de esta instancia civil a una que tenga implicancia legal concreta? Gorban: “Los tiempos de la justicia son muy largos, mientras esto se produce habría que aplicar el principio precautorio. Mientras duren los juicios que ya existen sobre los agrotóxicos, hasta que lleguen las sentencias finales, habría que tener medidas a favor del pueblo. Este juicio lo demuestra”.

Sentencia a la vida

Por su parte, el doctor Damián Verzeñassi destaca, en primer lugar, la importancia del Tribunal. “Nació convocado y organizado desde los movimientos sociales, que sigue la misma lógica de organización de los que juzgaron a Estados Unidos por sus crímenes en Vietnam y del Tribunal Permanente de los Pueblos que sigue las violaciones a los derechos humanos a nivel internacional. Además, hay que destacar que siguió todas las normas y procedimientos propios de la Corte Penal de La Haya: permitió construir un corpus jurídico que sienta un precedente importante”.
-¿Por ejemplo?
-Que un Tribunal integrado por jueces expertos digan que se ha producido un proceso sistemático de vulneración científica y que hayan logrado demostrar cómo operaron, es algo nunca visto: es muy fuerte que los jueces digan en voz alta que tanto gobiernos como corporaciones son cómplices del delito de ecocidio. Fueron contundentes no sólo en exigir que esa tipificación sea incorporada al Estatuto de Roma sino en plantear que debería habilitarse el sistema jurídico para juzgar a las corporaciones. El proceso fue ejemplar: los jueces reconocieron la veracidad de las pruebas y de los testimonios aportados en el juicio. Para nosotros, que una semana después de haber testificado en el Tribunal un ministro nos dijo que nuestro trabajo era “endeble” y un decano dijo que no éramos investigadores, es un reconocimiento a nuestro trabajo. Y no sólo al nuestro: que un Tribunal internacional reconozca la veracidad de las denuncias al cierre del dictamen también es un reconocimiento del trabajo de todos los que a nivel internacional estamos generando saberes y construyendo niveles de conocimiento para defender la vida. Estos fallos fortalecen la lucha y, al mismo tiempo, nos demuestran que es necesario que las personas de carne y hueso que están en los Gobiernos empiecen a hacerse cargo de sus responsabilidades.

Sí se puede

Malvinas Argentinas, Córdoba, se convirtió en una suerte de epicentro mundial de la lucha contra la multinacional Monsanto: en agosto del 2016 confirmaron el triunfo de una lucha que soportó represiones, acampes y operaciones al anunciar que la corporación abandonaba la instalación de una planta procesadora de semillas transgénicas. “La sentencia es importante”, dice a lavaca Vanesa Sartori, concejala e integrante de la Asamblea Malvinas Lucha por la Vida. “No cualquiera tiene el privilegio de tener enemigos en todo el mundo. Eso habla del daño que ha provocado a lo largo y ancho del planeta. Es una cadena de destrucción y muerte con diferentes eslabones en distintos países. Más allá de que no tenga peso jurídico legal, es importante la cuestión simbólica de empezar a hablar de estas cuestiones para dejar en claro que no somos locos como nos quieren hacer creer, sino que somos muchos los que sufrimos las consecuencias de Monsanto”.
Verzeñassi agrega en el mismo sentido: “Lo simbólico es importante. Lo simbólico va construyendo realidad”.
Sartori subraya algo no definido por el Tribunal, referido a que la peor parte de esas consecuencias se las han llevado niños y niñas. “Incluso los que todavía no han nacido. No nos olvidamos que este tipo de agroquímicos se llevan en la sangre, a través de la leche materna. Sabemos que hay futuras generaciones de niños que van a sufrir consecuencias en el futuro: la doctora Delia Aiassa de la Universidad de Río Cuarto habla de la genotoxicidad de los agroquímicos, es decir, que afecta el ADN”, dice avalándose en otra de las investigaciones argentinas.
¿Qué es lo queda? “Ahora hay que pasar al ámbito penal, civil y comercial, y seguir investigando. Esto es escandaloso: todos los pueblos vienen denunciando este modelo para que los científicos se animen de una vez por todas a investigar. Contextualizando con lo que pasó en Malvinas, vamos sumando elementos que avalan que sí se puede, que sí vale la pena y que nunca está dicha la última palabra. Yo creo que si Carrasco estuviera vivo estaría festejando”.

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Cien

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Desde que se inició este año desde el Observatorio de Violencia Patriarcal Lucía Pérez registramos 100 femicidios, casi 1 por día. 

La víctimas fueron desde mujeres de 83 años, como Ana Angélica Gareri, en Córdoba, a una adolescente como Pamela Romero, de 16, en Chaco; y una bebé de 3 años en González Catán. 

En este 2025 ya registramos 85 tentativas de femicidio.

En el 2025 registramos en todo el país 77 marchas y movilizaciones que se organizaron para exigir justicia por crímenes femicidas. 

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En nuestro padrón de funcionarios denunciados por violencia de género, podés encontrar el registro clasificado por institución estatal y provincia. Hasta la fecha, tenemos contabilizados 161 funcionarios del Poder Ejecutivo, 120 del Poder Judicial, 72 del Poder Legislativo, 71 de las fuerzas de seguridad y 71 de la Iglesia Católica. 

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En el padrón que compila datos oficiales sobre denuncias de violencia de género, podés encontrar datos sobre cantidad de denuncias por localidad y la frecuencia con que la recibimos. Un ejemplo: este mes la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) de la Corte Suprema de la Nación informó que durante el primer trimestre de este año recibió un promedio de 11 denuncias por día de violencia contra las infancias.

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Otro: el Ministerio Público Fiscal de Salta informó que no alcanzan al 1% las denuncias por violencia de género que son falsas.

En nuestro padrón de desaparecidas ya registramos 49 denuncias.

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Lo que revela toda esta información sistematizada y actualizada es el resultado que hoy se hace notorio con una cifra: 100.

Más información en www.observatorioluciaperez.org

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5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

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Pasaron cinco años del femicidio de Cecilia Basaldúa en Capilla del Monte. Tres años de un juicio que absolvió a un imputado sin pruebas. Cuatro fiscales, cuatro policías presos y numerosas movilizaciones, desde Buenos hasta Córdoba, para exigir la verdad, ese compromiso que aún es la certeza que falta.

Fotos y crónica de María Eugenia Morengo para cdmnoticias.com.ar

25 de abril. Cruz del Eje. El GPS calcula unos 2 kilómetros. La entrada a la ciudad está envuelta de un aire viscoso. Una avenida se extiende en silencio y después de atravesarla, la llegada a los Tribunales se convierte en un ritual: una reminiscencia de lo que fue, una promesa de lo que debe ser. El pedido por Verdad y Justicia, es una demanda que crece. Cada letra se ubica en el mismo lugar que ocuparon tres años atrás. Las escaleras de la justicia cruzdelejeña son de un cemento gastado. Raspan, duelen.

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

¿Qué pasó en Capilla del Monte? El papá y la mamá de Cecilia, Daniel Basaldúa y Susana Reyes, están cargados de bolsas, llenas de carteles con el rostro de su hija, multiplicado. Son como una red que se estira a lo largo de esos 868 kilómetros que conectan a Buenos Aires con el noroeste de Córdoba. El camino recurrente que transitan para llegar a la verdad..

Sin previo aviso, adentro del edificio de Tribunales Daniel y Susana se anuncian. Quieren ver al todavía fiscal Nelson Lingua, quien aún está a cargo de la investigación de la causa, antes de que asuma como nueva fiscal, Sabrina Ardiles. Afuera todavía se respira la niebla. La espera alerta a los policías. Quieren saber si van a venir más personas.

      – Lo hacemos para cuidarlos –dice la mujer de uniforme.

Piden datos, intentan tomar nota de lo que es una rutina inventada.

–La policía a nosotros no nos cuida –reacciona Susana y en un intercambio sin sentido, se alejan.

Silvia Rivero es la prosecretaria de la fiscalía, se acerca afuera y los llama. El fiscal se hizo un lugar en la agenda del día viernes. Adentro, el reflejo del piso de tribunales es como un espejo que se extiende, entre mocasines, tacos, alpargatas y zapatillas.

La preocupación de la familia es evidente. El recibimiento del fiscal es cordial. Se explica ante los recientes cambios que pronostican para el mes de mayo a Sabrina Ardiles, como la persona que estará sentada en el mismo sillón inmenso de cuerina, desde donde ahora, les habla Lingua. La dra. Rivero, también explica, y confirma que nunca se dejó de investigar. La necesidad de la confianza es una tregua durante esa hora de reunión, los tecnicismos se suspenden y las palabras se abren en una cronología de datos, guardados en la memoria indeleble de Daniel Basaldúa.

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

La medida del tiempo de la causa, son las fojas de expedientes que se acumulan. La inspección judicial realizada en el mes de agosto del año 2024, por los posibles lugares donde Cecilia pudo haber estado en Capilla del Monte antes de su muerte, dejó en evidencia la dudosa hipótesis de la anterior fiscal de Instrucción de Cosquín, Paula Kelm, quien había asegurado que Cecilia había llegado por sus propios medios al lugar donde apareció sin vida. Mientras que en el transcurso de estos años, cada vez son más los policías que estuvieron en la búsqueda e investigación, presos por violencia de género:

Adrián Luquez, ex sub comisario, detenido por amenazas con armas de fuego a su pareja. Hoy en libertad, se fue a vivir a San Luis. Ariel Zárate, ex sub comisario de la Brigada de Investigaciones de la Departamental Punilla Norte –preso por violencia de género.  Diego Concha, ex director de Defensa Civil, encargado de la búsqueda –condenado a prisión perpetua por el crimen de Luana Ludueña y por la causa de violencia de género hacia su ex mujer, y Diego Bracamonte, ex comisario departamental, a cargo del operativo de la búsqueda –preso por violencia de género.

El tiempo de la justicia es una curva enredada, en apariencia, inofensiva. El tiempo de la justicia es el de las burocracias que definen su forma de proceder. El tiempo, es de una lentitud que lastima. Las letras se vuelven a guardar.

Son las cuatro de la tarde y el sol avanza en la siesta de Capilla del Monte. En la plaza San Martín, alrededor del Jardín de la Memoria, se arman los gacebos, se pone un aguayo, se llena de flores. Rojas, amarillas, lilas, celestes, el monte aún está florecido. Contrayerba, lavanda, romero, palo amarillo, incayuyo, ruda, los sahúmos se arman. Una compañera comienza a preparar el fuego.

Más lejos, sobre la calle Pueyrredón, en la puerta de la Secretaría de Turismo, la concentración crece. Llegan de todas las direcciones. Con tambores y repiques, con banderas y ofrendas. Una combi estaciona, descienden vecinos y vecinas que subieron en Córdoba y en distintas partes del Valle de Punilla.

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

La batucada suena, es un comienzo en cuenta regresiva. La marcha avanza a contramano. Hay una indignación que toma el ritmo de los tambores, trepa en el repique y todo se hace canción. La calle techada de Capilla del Monte es un anfiteatro de barricadas. Los sonidos viajan a través de la mejor acústica para el reclamo: ¡Vecino, vecina, no sea indiferente nos matan a Cecilia en la cara de la gente. Cecilia presente!

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

“Este es un día especial y este lugar es especial porque tiene mucho que ver con lo que le pasó a Cecilia”, comienza Daniel en la puerta de la comisaría de Capilla del Monte, “hay muchos policías involucrados en el caso. Ya lo hemos denunciado muchas veces, pero parece que no alcanza”, dice mirando a los uniformados que permanecen parados como  granaderos.

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Daniel les recuerda que durante el año pasado, la policía de Capilla debió haber realizado  notificaciones a tres personas para declarar en los Tribunales de Cruz del Eje, pero no lo hicieron. Las testimoniales pudieron efectivizarse, porque intervinieron los abogados de la querella, Daniela Pavón y Gerardo Battistón. En ese mismo reclamo, la abogada Pavón  se acerca y también hace pública la falta de atención institucional que hay para las víctimas de violencia de género en la localidad.

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje
Susana, Daniel y Daniela Pavón

La familia de Ezequiel Castro, asesinado por la policía de Córdoba, se adelante y los abraza. Alguien grita que ahí mismo, en la comisaría, apareció ahorcado Jorgito Reyna, hace 12 años, atado con la manga de su campera a la reja de una ventana, pocos centímetros más alta que él. Que su causa, también sigue impune y que los golpes que tenía no fueron suficientes para demostrar  que lo habían torturado. Que a pesar de no bajar los brazos, las familias sienten que el duelo es un proceso tan profundo, como inacabado.

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Susana y Daniel permanecen frente a una multitud, observan hacia adelante y hacia atrás. Saben que la comisaría es señalar lo que siempre llega al mismo lugar: complicidad. “A las chicas les pedimos que no tengan miedo, que denuncien -acentúa Susana- que no se dejen asustar con los policías ni con nadie, nadie tiene derecho a venir a violentarnos”.

 El espacio público es un canal clave para recordar que los asesinos de Cecilia están libres, “y que muchos andan dando vueltas por acá”, dice Daniel y remarca que no dejarán de venir a Capilla del Monte, hasta que los responsables del femicidio de su hija, estén presos.

La llegada a la plaza San Martín es un círculo de candombe que la nombra. Hace cinco años que se insiste en las mismas palabras, como un tajo que se abre en el cemento, una cicatriz que se agranda en medio de la incertidumbre: ¿Qué pasó con Cecilia?

Tal es el encubrimiento que las responsabilidades se hacen obvias.

La ronda se acerca al altar. Es un asedio a la justicia que falta. Desde el micrófono se invita a dejar una ofrenda en memoria de Cecilia, a conjurar entre todas y todos ese momento, esa memoria. En el  centro de una plaza que se anochece, resuena una voz grabada -desde algún punto del Abya Yala- Lolita Chávez, lideresa maya de los pueblos K’iche de Guatemala, habla entre los yuyos que comienzan a perfumar lo que no se puede detener. Cada rama seca que se enciende se hace una intención, un pájaro que se dispara, restos del día que se van:

 “Hoy 25 de abril levantamos nuestra fuerza sagrada, y nuestro poder popular feminista. Reconociendo la memoria, la historia, el vientre en la sangre, de Cecilia Basaldúa. Ese femicidio no debe quedar en la impunidad (…). Con la fuerza de nuestras ancestras, con los fuegos sagrados que encendemos, levantamos nuestra expresión de indignación  y lo comunicamos a los cuatro puntos cardinales. Para que nunca más haya este tipo de violencias contra nuestras vidas”.

Las copleras y la poesía toman el escenario. Las y los músicos hacen de Cecilia esa canción y en el centro del caldero caliente, el humo abre el cielo: hay una memoria que se desprende y una vida que cambió de idioma.

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

En medio del algarrobo que sostiene los carteles de Memoria, Verdad y Justicia, una placa de cerámica con el rostro de Cecilia, también observa. El día queda atrás y en el fondo de la noche, las palabras todavía están en suspenso, son un silencio que pronto dirá.


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Imágenes de la marcha a Plaza de Mayo: los jubilados siguen haciendo lío

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Jubilados y jubiladas se movilizaron desde el Congreso de la Nación hasta Plaza de Mayo en una nueva jornada de reclamos y denuncia por los ingresos de pobreza que perciben y el fin de la moratoria previsional, cuya prórroga sigue durmiendo en Diputados. Como siempre, los carteles manuscritos fueron una forma de expresión y creatividad. En uno se leía: «Francisco está feliz. Jubilados haciendo lío!!!»

La marcha comenzó nuevamente con un operativo desproporcionado con las cuatro fuerzas federales -PFA, Gendarmería, Prefectura y PSA- que reprimió la protesta pacífica: la Comisión Provincial por la Memoria contabilizó una persona detenida y 13 heridos por efectos de los gases lacrimógenos, entre ellos jubilados y trabajadores de prensa.

Frente a la Rosada, realizaron un acto donde distintas agrupaciones de jubilados se manifestaron contra el acuerdo con el FMI y cantaron por la salud de Pablo Grillo.

«Hasta el próximo miércoles», saludaron los jubilados y jubiladas.

La próxima semana, la marcha contará con la participación de los gremios de la CGT como previa al Día del Trabajador y la Trabajadora del 1 de mayo.

Imágenes de la marcha a Plaza de Mayo: los jubilados siguen haciendo lío

Foto: Juan Valeiro para lavaca

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