CABA
La línea divisoria

Imágenes, preguntas y respuestas de una recorrida por un domingo electoral sorprendente. Por Claudia Acuña. Fotos: Ignacio Yuchark.

El oficialismo tiene un problema: perdió. La oposición tiene un problema: ganó. Las PASO de las elecciones de medio tiempo siempre tienen esta característica: desafían a la dirigencia política a la correcta lectura de resultados. Y quien lo haga mejor, ganará realmente la elección.
Son muchas las variables que hacen falta tener en cuenta para analizar estos resultados. Y todas son importantes. Una: la baja participación. Apenas el 68%, y en algunos distritos claves, como la Comuna 1, donde conviven en la grieta Recoleta y la Villa 31, apenas el 51,65%. Este porcentaje ausente de definición sumado a los votos en blanco y los anulados representa el botín electoral a disputar de acá a noviembre. El tema es cómo conquistarlo. Para decirlo en términos clásicos –esos que incomodaron esta noche a Javier Milei, la gran sorpresa de esta temporada electoral– la incógnita a resolver es si hay que hacerlo por izquierda o por derecha. Otro factor a desentrañar: qué representa el voto Milei, que tanto inquieta al team de Horacio Rodríguez Larreta.
Ahí estamos.
Desde el búnker “libertario”

En el hotel del barrio de Balvanera, a metros de la iglesia donde se ruegan milagros a San Expedito, hay una docena de hombres que enarbolan banderas argentinas y gritan sin cesar una sola palabra: “Libertad”. Adentro, en el salón de prensa, hay un ramillete de cámaras que aceptan dócilmente las reglas impuestas por los organizadores. Son más 20 metros los que las separan del podio por donde desfilarán diferentes personas que recitarán un discurso sin dar lugar a preguntas. La primera es una señora de pelo lacio y renegrido, blazer y camisa roja, que decide presentarse así: “Soy una artista venezolana, nacida mujer, que resido en Argentina hace 22 años”. Luego de definir al socialismo del siglo 21 como “un virus letal” cierra su oratoria con un grito que repite tres veces: “Viva la libertad, carajo”. Le pregunto a los gritos que impone la distancia cuál es su nombre y a qué arte se dedica. Responde sin ganas: “Azabache. Soy cantante, actriz y publicista”.
Me explicará luego Agustín, responsable de las redes sociales del candidato Milei, que decidieron así darle voz a quienes los acompañan en esta “gesta”. Se refiere con esa palabra a lo que significa para los seguidores de este economista mediático haber logrado en apenas seis meses constituirse en la tercera fuerza política de la ciudad Capital y la cuarta del país. Cómo creen que lo lograron es algo que queda claro luego de soportar durante horas que en las pantallas y en loop, uno detrás de otro y a volumen ensordecedor, desfilen fragmentos de las participaciones del candidato en tevé y en actos. Son cuatro, muy breves, así que minuto tras minuto y hora tras hora, lo que se escucha es lo mismo, repetido como un mantra:
“No me metí en esto para guiar a ovejas, sino para despertar leones que rujan”.
“La izquierda es la que te dice que para salir de un pozo tenés que seguir cavando”.
“Como definió el gran prócer argentino, Alberto Benegas Lynch hijo, el liberalismo es el respeto irrestricto del proyecto de vida del prójimo, basado en el principio de no agresión y en defensa del derecho a la vida, la libertad y la propiedad”.
“Como dice el Himno Nacional Argentino: libertad, libertad, libertad”.
Cada una de las cuatro frases es rematada con un insulto: mierda, idiotas, ratas, carajo, en ese orden.
En tanto, los periodistas están ensimismados en sus celulares, a la espera de la llegada de El Candidato.

Son apenas las siete y media de la tarde y la irrupción de Milei está anunciada para las 10 de la noche.
Demasiado.
Desde el búnker de Juntos, pero no tanto

Esta vez es todo distinto, menos lo mismo. En el predio de Costa Salguero, donde desde hace cuatro elecciones el partido de Macri y ahora Larreta monta su centro electoral, el escenario esta vez está al aire libre y con una platea de sillas blancas que a esta hora están desiertas. Lo idéntico, entonces, es el Mago Sin Dientes, de galera y frac negro, sonriendo para las cámaras.

La sala de prensa está montada en una carpa, con las sillas multicolores y el largo mostrador blanco que contendrá a las y los candidatos para enfrentar a la prensa. En ese desierto escenario, hay dos responsables de prensa del Gobierno de la Ciudad, celular en mano, que reiteran ante las consultas la respuesta que no saben: no hay información sobre a qué hora hablarán ni darán conferencia ni tienen cifras ni resultados. Nada indica que esta es la sede de los ganadores de esta noche, sino más bien parece el centro de una tensa negociación entre todos los sectores internos que participaron de esta elección. Queda claro cuando, finalmente, ya cerca de las 10 de la noche y con la platea blanca semi ocupada, irrumpen en el escenario Paula Oliveto y Martín Tetaz, quienes ofician de presentadores. El primero: Fernando Iglesias, el diputado que renueva su banca. Tras él, los que completan la lista de diputados y legisladores porteños. Luego, hablará Ricardo López Murphy. Mudo, en cambio, dejaron al otro candidato que los enfrentó en estas internas abiertas, el ex ministro de Salud Adolfo Rubistein, aunque está parado a su lado. Luego fue el turno del silencio de los popes locales: Larreta y Macri. Finalmente, habló Vidal. Todos los que pudieron hablar hicieron referencia al voto castigo por el mal manejo de la pandemia, pero fue Vidal la única que reconoció que en este triunfo había para la oposición un mensaje: “Hoy no nos dieron un cheque en blanco. Nos dieron una tarea y una responsabilidad: unirnos. Porque juntos tenemos más fuerza”, reconoció. Qué significa esta tarea y esta responsabilidad es la preocupación que parece afectar desde esta noche al intestino de la oposición.
Libertad, libertad, libertad…¿lo qué?

Son casi las once de la noche y en la puerta del hotel que cobija a Milei hay ya un centenar de personas que gritan ahora más eufóricas “Libertad, libertad, libertad”. Mayoría de hombres, muchos muy jóvenes, que se definen como “libertarios”. Les pregunto qué significa esa definición y lo que responden es una lista de prohibiciones, todas dirigidas al Estado, que suponen el gran castrador. El enemigo, aseguran, son “las ratas”: se refieren así a los políticos, en general, a quienes adjudican todos los males que padecen: la falta de empleo, de oportunidades y de futuro, en ese orden. Hablan de la cantidad de jóvenes que quieren irse del país, de los negocios que cierran y de los impuestos que pagan. Hablan también de la Ley de Alquileres, de la pobreza y del hambre. Hablan de la necesidad de darles a los políticos un “escarmiento” para que se “asusten”. Dicen finalmente que es necesario que le tengan miedo al pueblo porque si no hacen lo que hacen. Les pregunto entonces qué es lo que hacen los políticos que no temen al pueblo. Y responden sin dudar: “Se cagan en nosotros”.
Adentro, ya en la sala de prensa, un señor muy amable y viejito pide disculpas por la demora en atender a la prensa. “Es que Milei está hablando con Lanata”, dice sonriendo. Minutos después, el candidato del pelo enmarañado, se enfrenta a los micrófonos: “Hemos demostrado que el liberalismo representa el 25% de esta Capital y estamos en condiciones de desplazar al kichnerismo al tercer lugar. Y si los leones se siguen despertando estamos en condiciones también de ganarle a las palomas de Juntos por el Cambio”, arranca.
Sigue “Los liberales no podemos estar representados por una opción que nos ha subido los impuestos. A ver, ¿la ley de alquileres de quién es? ¿La ley de góndolas de quién es? Las palomas de Juntos por el Cambio son socios del kichnerismo. Son parte del problema, no de la solución. El votante tiene que dejar de lado a los políticos corruptos, mentirosos y embusteros Nos hicieron esclavos de esta clase política parasitaria e inútil. Y nosotros nos metimos en el barro político para sacar a patadas a estos políticos ladrones”.
Le pregunto entonces si esa definición incluye a Larreta.
Milei eyecta sus ojos claros al enfocarme y responde:
“Incluye a todo el ala socialdemócrata”.
Repregunto:
-En anteriores elecciones hemos visto como un opositor como Lousteau terminó asociado a Larreta. ¿Usted puede asegurar que descarta totalmente una alianza?
No entiende la pregunta o quizá su respuesta, así que el señor amable y viejito se la reitera y se la explica. Luego, Milei responde:
-A ver: Lousteau es socialdemócrata. Yo soy liberal. O sea: mi línea divisoria es lo socialdemócrata. En mi mundo, de un lado están los liberales, los libertarios, los conservadores, la derecha, la centro derecha y del otro lado está la socialdemocracia y toda la izquierda…
-¿Y a su derecha la pared?
-¿Por qué me faltás el respeto?
-No es una falta de respeto: es una descripción o en todo caso una síntesis de lo que acaba de enunciar.
-Yo soy liberal. Si no conocés las calificaciones no es mi problema.
Así Milei da por terminada la conferencia de prensa y se dirige a la puerta del hotel, al encuentro con sus fanáticos a quienes a los gritos y como un credo los hace recitar la definición de liberalismo creada por Benegas Lynch, hijo, el economista que propone la demarquía –la elección de gobernantes por sorteo– y el fin del salario mínimo, el aguinaldo y la jubilación. “No puede ser”, me responde el joven a quien le pregunto si conocía esa parte del pensamiento del prócer libertario, antes de sumarse al grito colectivo que truena “libertad, libertad, libertad”.


Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
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