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La voz del Copahue

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El alerta rojo por la actividad eruptiva en el volcán Copahue de Neuquén, y la evacuación de 800 vecinos de la cercana Caviahue (del lado argentino) y más de 2.500 (del lado chileno), ponen a la luz a toda una comunidad  y pueblos originarios mapuche que rechazan  proyectos de  explotación geotérmica en la zona para alimentar de energía a las mineras. El lonko Pedro Huayquillán incluso viajó a Buenos Aires para entrevistarse con el ingeniero Alberto Levy, del Banco Interamericano de Desarrollo. Le explicó que la comunidad considera al volcán un ser vivo, y que no permitiría que se haga el proyecto. Los enviados de la revista Mu viajaron a Caviahue, subieron al Copahue y hablaron con vecinos de la localidad y con las comunidades mapuche.  Aquí el saldo de esa investigación, cuando el volcán recién se estaba despertando.

La voz del Copahue

La comunidad Huayquillán que se opone a los proyectos en el volcán. Foto: Lina Etchesuri

Alto en el cielo

La defensa del volcán Copahue en Neuquén
Las comunidades mapuches y las asambleas de vecinos de Copahue y Caviahue salieron a defender al volcán amenazado por un proyecto geotérmico que busca abastecer de energía a la minería a cielo abierto. Las erupciones, la reunión con el BID, un encuentro con los ancianos, y datos sobre cómo el progreso puede ser un fracaso.  
En la comunidad mapuche Huayquillán los ancianos se reunieron y me contaron que el volcán es un ser vivo, un espíritu. Poco después el abogado de la comunidad agregó: “Es una creencia cultural que hay que respetar, así como los mapuches respetan al pueblo cristiano que cree en ángeles, o que Jesús nació de una virgen que murió y se fue volando al cielo”.
He tenido la inquietante ventaja de haber sido formado y educado; o sea: vivo confundido. El aeromodelismo evangélico nunca me resultó lógico, el racionalismo moderno tampoco (aunque es otra creencia respetable). No tengo carnet indigenista, ecologista, ni ambientalista. Pero después de una marcha de 3 horas volcán arriba, con las piernas temblando por el esfuerzo, los pulmones aullando por aire, perfumado de azufre, transpirando en medio de un viento helado a 2.600 metros de altura, la piel roja por el sol y su reflejo de hielo, con la sangre y el corazón y el asombro alborotados, y la mente blanca como la nieve junto al cráter humeante del volcán Copahue, empecé a percibir a qué se referían los ancianos: creo que hablaban del futuro.

Un mapuche en el BID
Con la convicción de que agujerear una zona volcánica y periglacial, sin siquiera consultar a la comunidad local, es una iniciativa un tanto extravagante, Pedro Huayquillán, el lonko de la comunidad que lleva el apellido de su familia, escaló el 25 de octubre su propia cuesta hasta el piso 19 de la calle Esmeralda al 100 en un artefacto llamado ascensor. En ese paraje funciona la sede del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Huayquillán había llegado a Buenos Aires desde Neuquén acompañado por dos miembros de la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Caviahue, Adrián Tata González y Paula Kubli, y por el abogado de la comunidad, el doctor Cristian Hendrickse. Habían hecho una colecta entre los vecinos para pagar los pasajes en avión, más baratos que el colectivo.
Dice el lonko Pedro: “El gobierno de Neuquén anunció la construcción de una planta geotérmica en la zona del Copahue. Sería una ofensa muy grande porque estarían castigando al volcán, que para nosotros es un pillán, un espíritu, un ser vivo. Si permitimos eso, vamos a ser responsables de no defenderlo. Queremos que el volcán sea libre. La comunidad decidió no permitir que se haga ese trabajo”.
El gobierno neuquino viene redoblando, desde marzo, el anuncio de que la obra en Copahue es irreversible, con una inversión de 134 millones de dólares de los cuales el 70% seria aportado por el BID. Por esos días el volcán, tranquilo desde hace 12 años, empezó a humear.
Los representantes de la canadiense Geothermal One y la australiana Earth Heat fueron, junto al secretario de Minería Jorge Mayoral, a entrevistarse con el ministro de Planificación, Julio De Vido, en junio de este año. Anunciaron que a fin del mismo mes comenzarían la construcción de la planta.
Se sacaron la foto, pero la obra no empezó.

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Lonko Pedro Huayquillán en el Banco Interamericano de Desarrollo. Foto: Lina Etchesuri


Respeto kelper
Hendrickse se ríe pensando que huyó del conurbano rumbo a la Patagonia en busca de una vida serena, que terminó contaminada por el avance megaminero a cielo abierto en toda la región. El proyecto geotérmico le despierta los siguientes argumentos:
“Viola el convenio 169 de la OIT que plantea la consulta libre, previa e informada de cualquier acción que pueda afectar a los pueblos indígenas”.
“Vulnera el inciso 17 del artículo 75 de la Constitución que exige asegurar la participación de los pueblos originarios en la gestión referida a sus recursos naturales y a los demás intereses que los afectan”.
“La Constitución en su Disposición Transitoria 1º referida a Malvinas plantea que el reclamo de soberanía se hace respetando el modo de vida de sus habitantes como objetivo irrenunciable. Somos todos iguales ante la ley: así como se debe respetar el modo de vida de los kelpers habría que respetar el de los mapuches, que además es un pueblo preexistente al propio Estado”.
“El proyecto está en un área natural protegida, y en zona periglacial donde por ley está prohibida la actividad”.
“Caviahue es un lugar turístico y no quiere una industria de generación de electricidad para alimentar mineras”.
Parece la gran pregunta: ¿qué clase de sistema impone un proyecto que una comunidad rechaza?
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Asambleístas de Caviahue. Foto: Lina M. Etchesuri


Glaciar o rolito
Los argumentos de Hendrickse son apenas el comienzo: “Habíamos presentado recursos de amparo que fueron aceptados por la jueza Ivonne San Martín y la Cámara de Apelaciones. Pero el Superior Tribunal de Justicia los desestimó. Uno de nuestros argumentos es que la zona es periglacial”.
Definición según la Ley N° 26.639 bautizada Régimen de Presupuestos Mínimos para la Preservación de los Glaciares y del Ambiente Periglacial:
“Se entiende por ambiente periglacial en la alta montaña, al área con suelos congelados que actúa como regulador del recurso hídrico. En la media y baja montaña al área que funciona como regulador de recursos hídricos con suelos saturados en hielo”.
Agrega el abogado: “El propio Copahue posee un glaciar que puede verse junto al cráter y que figura en todos los estudios sobre la zona. Pero basándose en un informe del ingeniero Darío Trombotto, el Tribunal neuquino dijo que lo que hay en el Copahue no es un glaciar sino formaciones de hielo. Mientras no afectaba ningún interés económico era un glaciar. Ahora es una bolsa de rolito”.
El señor Trombotto, debe decirse, rechaza las definiciones de la Ley y ha sido asesor de etnias mineras, como la canadiense Xstrata Cooper que, casualmente, según el anuncio de Geothermal y Earth Heat acordó la compra de electricidad generada en el Copahue, para su proyecto binacional Pachón, en San Juan. Pachón será tres veces más grande que Veladero, exportará cobre, plata, oro y molibdeno vía Chile, con pronóstico extractivo de 20 años. La cordillera perforada, sin agua y contaminada queda para las llamadas futuras generaciones. Según estudios recientes, Pachón amenaza a 205 glaciares.
Traducción: se utilizaría una energía supuestamente más limpia que la petrolera o la hídrica, para abastecer de electricidad a la megaminería a cielo abierto. Barrick Gold acaba de anunciar también proyectos geotérmicos en San Juan para sus minas. La razón acaso no es la mayor limpieza de la geotermia sino que es más barata: más rentabilidad para las corporaciones mineras.
Para la provincia el interés, según lo expresó Pedro Salvatori, presidente de la Agencia de Promoción y Desarrollo de Inversiones (ADI) es recuperar 60 millones de dólares, por los llamados bonos verdes, material opaco con que los países desarrollados siguen contaminando, pero premian a los proyectos de los subdesarrollados que no emiten anhídrido carbónico y otros gases a la atmósfera.
Sin embargo, la geotermia emite ácido sulfhídrico (segundo veneno del ranking letal, tras el cianuro), dióxido de azufre, amoníaco, metano, radón (siguen las firmas). Consume enorme cantidades de agua que en Caviahue sólo puede extraerse de las lagunas Las Mellizas, única fuente de agua potable. Y en distintos lugares (México, Nueva Zelanda, Suiza, Chile y dos emprendimientos en Estados Unidos) ha generado, según el caso, subsidencia (hundimiento de los suelos), sismos, agotamiento del recurso térmico, aniquilamiento de acuíferos y destrucción de fuentes termales. Así es la energía limpia en oferta.
La voz del Copahue

El padre José María Dorfeo y el abogado Cristian Hendrickse. Foto: Lina M. Etchesuri


La madre del borrego
El Lonko y el abogado piden café con leche. Hendrickse relata: “Como el Poder Judicial actúa arbitrariamente al no admitir el recurso de amparo, dijimos: plan B. Busquemos a la madre del borrego, al que pone la plata”.
¿Cómo fue la reunión con el ingeniero Levy del BID? Pedro Huayquillán: “Nos recibió muy bien. Yo expliqué nuestra cosmovisión. Como pueblo estamos convencidos de que la Naturaleza siempre va a ser superior a lo que el hombre invente. Y le dije que la comunidad ha hecho una reunión y un acta: ya dijimos que no. Y él nos contestó que no hay ningún avance, que estamos muy lejos del proyecto, y quedó disponible para escucharnos en cualquier momento”.
Hendrickse le recordó a Levy otro detalle: “El BID ha aprobado políticas para los pueblos indígenas que imponen establecer salvaguardas para la preservación de la integridad cultural de los pueblos. El que propone un proyecto tiene que manifestar qué factores pueden tener un impacto negativo ambiental y cultural. La empresa no lo ha hecho, y le ha ocultado al banco que existe una comunidad. La zona del Copahue no es el desierto, allí viven personas que deben ser tenidas en cuenta”.
Operaciones subversivas
El BID aprobó en 2006 su Política Operativa sobre Pueblos Indígenas “para asegurar que sus actividades y operaciones no perjudiquen o subviertan a los pueblos indígenas y sus derechos”. Como medida específica explica que se requerirá “evidencia de que el proponente del proyecto ha llegado a acuerdos satisfactorios y debidamente documentados con los pueblos afectados, o se ha tenido su consentimiento”.
El párroco de Loncopué, Caviahue y Copahue, José María D’Orfeo, reflexiona: “No es que el BID sea Teresa de Calcuta, pero uno puede exigirle que cumpla sus propias normas”.
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La asamblea mapuche. Foto: Lina M. Etchesuri


Santo sepulcro
ara no remitirse a postulados bancarios, ni siquiera de Calcuta, el abogado Hendrickse argumentó algo más ante Levy: “Le recordé que el BID forma parte de la OEA, cuya carta de derechos humanos es el Pacto de San José de Costa Rica”.
La interpretación en materia de territorio indígena ya fue hecha por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en 2001 en el caso Mayagna Sumo Awas Tigni contra Nicaragua, le explicó Hendrickse. Dice la Corte en el punto 149 de ese fallo:
“La estrecha relación que los indígenas mantienen con la tierra debe de ser reconocida y comprendida como la base fundamental de sus culturas, su vida espiritual, su integridad y su supervivencia económica. Para las comunidades indígenas la relación con la tierra no es meramente una cuestión de posesión y producción sino un elemento material y espiritual del que deben gozar plenamente, inclusive para preservar su legado cultural y transmitirlo a las generaciones futuras”.
Sostiene Hendrickse: “Perforar el volcán es vulnerar la cultura y la espiritualidad mapuche. Equivale a que hagan un proyecto geotérmico en el Santo Sepulcro. La comunidad cristiana pondría el grito en el cielo, por más garantías que le den de que no contamina”.
Pedro Huayquillán termina el café con leche. Cuando todo está dicho, lo mejor es el silencio.
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La asamblea mapuche. Foto: Lina M. Etchesuri


Termas, nieve & asamblea
Caviahue está a 380 kilómetros de la capital neuquina; 18 kilómetros más allá aparece Copahue con sus termas. A mitad de camino, el volcán. En Caviahue viven 600 personas. En Copahue, en invierno, nadie: el pueblo queda absolutamente deshabitado y aislado por la nieve, como un decorado vacío, hasta que en diciembre comienza la temporada de termas. Las aguas de Copahue figuran entre las mejores del mundo por su variedad y sus propiedades para la salud: huesos, piel, articulaciones, circulación, vías respiratorias y el ánimo. “La tradición es que venía gente mayor, pero cada vez llega más gente joven con problemas de estrés”, dice Javier Álvarez, que organiza excursiones al volcán y apoya la movida contra el proyecto geotérmico.
Hay grandes piletones –o lagunas– en los que burbujean distintos tipos de agua: Verde, Sulfurosa, del Limón, Ferruginosa, del Mate, de Vichy. La laguna del Chancho es una de las más populares por sus múltiples efectos terapéuticos. Hay todo un dispositivo de atención médica y de hotelería, que involucra trabajo para unas 500 personas, mayoritariamente de Loncopué, distante a 65 kilómetros.
Caviahue es otro imán de descanso y excursiones en verano, pero con un fuerte agregado invernal como centro de sky. “No soy mapuche, pero aprendí a amar a la naturaleza. Y aprendí que no se le puede creer al gobierno provincial porque estamos cansados de ver cómo entregan recursos. Hasta la pista de sky la concesionaron 30 años a un andorrano. Imaginate los recursos energéticos”, reflexiona la vecina Paula Kubli.
“Nos influyó mucho la gente de Loncopué, que logró frenar a las mineras y arrasó en el referéndum prohibiendo la minería”, aporta Tata González, mesero del Café literario Machive que dirige otro asambleísta y empleado hotelero, Darío Chinito Benítez. El referéndum de Loncopué se concretó en junio de este año, con 80 % de asistencia a las urnas y 83 % de votos contra la minería: 2.125 a 388.
En la asamblea de Caviahue hay también trabajadores provinciales (Bárbara Maldonado, Patricia Mañas), artesanas como Verónica Mulloni, docentes ramificados al turismo como Santos Bossio, cabañeros, guías… todos llegaron a Caviahue buscando hacer su vida, todos captaron que ese derecho hay que saber ganárselo.
La erupción social ocurrió cuando los vecinos hicieron contacto con las comunidades mapuche, a través del abogado Hendrickse, del párroco de la región José María D’Orfeo y de la asambleísta, docente e integrante de la Pastoral Aborigen Viviana Vaca, entre otros vecinos de Loncopué.
El fracaso del progreso
En Caviahue han sabido escuchar promesas de progreso. El proyecto geotérmico anterior colapsó y quedan las ruinas de galpones a los que les crece el hielo adentro como si fuesen cubeteras gigantes.
Otro hallazgo fue el de calefaccionar con vapor del volcán las calles de Copahue, para que la ciudad puediese funcionar en invierno creando una especie de losa radiante bajo el asfalto. Todavía pueden verse los fósiles de esa obra. “Hicieron una inversión de 12 millones de dólares, pero todo tan mal, con materiales tan precarios, que no duró ni una temporada”. Nadie pensó en otro detalle: por más que transformen a Copahue en un sauna calefaccionado, queda aislado por la nieve en el tramo que va desde Caviahue, tema que hasta ahora las autoridades pertinentes no han resuelto (como si se tratase de la única ruta con nieve del cosmos). “Debían creer que la gente iba a venir en helicóptero”, dicen los vecinos.
Hubo también una usina hidroeléctrica que es otro fantasma que puede ser visitado. En Copahue además hay una pista de aterrizaje que prometía ser un aeropuerto, desde la presidencia de Raúl Alfonsín. Su único defecto es que no sirve para aterrizar ni decolar, porque está mal orientada. La inauguraron dos o tres veces, con idéntico entusiasmo por cortar cintas. Hoy el hormigón está cuarteado y la pista es como algunos proyectos políticos: una construcción en medio de la nada, que no va a ninguna parte.
Santos: “Ves todo esto y pensás: ¿con qué cara te dicen que van a hacer un proyecto geotérmico con todas las salvaguardas para que no haya ningún problema? ¿Quién va a controlarlo?”. La muerte de siete personas por el reciente derrumbe de un edificio en Neuquén acaso ilustra sobre las salvaguardas que pueden aplicarse a las multinacionales mineras.
Libros vivos
El Lonko Pedro invitó a MU a Colipilli, 90 kilómetros más allá de Loncopué, donde los Huayquillán hacen la invernada antes de trasladarse a la veranada en Caviahue con familias, ovejas, chivos, y sueños.
Al volante, el cura D’Orfeo que hace 26 años transita la zona desde que fuera ordenado por el obispo Jaime De Nevares. Responsable del mate, la asambleísta Viviana Vaca. Sorpresa: Pedro había reunido a los mayores mapuche, algunos ancianos y otros no tanto, para recibirnos. “Son nuestros libros vivos”, explicó el lonko elegido hace dos años.
Nos sentamos en ronda en una cabaña de madera con paredes que simulan ladrillos. Llego desde una cultura en la que cada reunión suele parecer un amasijo de palabras, gestos, intercambios, fórmulas, roscas, poses, pulseadas, sondeos, negociaciones, medios y fines. Aquí hay silencio. Descubro que tengo en la mano el grabador, el celular, el apuro en el alma, una libreta y tres biromes en el bolsillo, un pen drive, papelitos, direcciones, billetera, tarjetas, registros, dni, llaves, dos analgésicos, tres caramelos… El silencio me descoloca.
Pedro se pone una vincha. Él también viene de sus pulseadas en los parajes del BID, pero aquí existe otra noción del tiempo. Creo que empiezo a entender algo. Estar ahí es un hecho en sí mismo. El silencio –esta clase de silencio– es una creación que me permite mirar esos rostros ajenos a la estética y acaso a la ética urbana. Siento que poseen algo que espero no suene pomposo: dignidad, elegancia.
La reunión y las personas se toman su tiempo. Tal vez la sabiduría, o la libertad, consistan en una forma de relacionarse con el tiempo.
La voz del Copahue
Para adelante o para atrás
Pedro dice: “Ustedes son la gente más grande, con experiencia, saben lo que es el Pillán para nosotros”. El Pillán es el espíritu. Y es el volcán. “No queremos que lo sigan manoseando. Estuve en Buenos Aires para que sepan que la comunidad no acepta esas obras. El banco dijo que todavía no van a poner la plata. Así que aquí estoy”.
Luego nos presentamos los viajeros.
Un hombre habla: “Hay una gran equivocación. No es por ofender al huinca, pero quiere ser más que Tata Dios”.
José Luis Hauquillán tiene una campera polar encima de su delantal de maestro de la escuela de la comunidad: “Viene gente de afuera, se mete, y arranca. Agarran lo que quieren. Como si fuera de ellos. Como si los mapuche no existiéramos. Y la tierra habla. Cada día está peor. Le pasa al volcán. La atmósfera no respira. En vez de ir para adelante, todo va para atrás”. Según esta visión, el progreso puede ser retroceso. “Somos humildes, tranquilos, y pensamos. A nadie le gusta que nos vengan a revolver. Vamos a defender la naturaleza. Es lo último que tengo para decir”.
Otros mayores contaron que sus abuelos iban al volcán, dejaban los caballos lejos, respetaban al Pillán, rogaban, trabajaban, eran parte de la naturaleza, usaban las aguas termales, criaban animales, plantas e hijos, criaban paz.
Pedro: “Hoy pensé que hubo una época mala, la campaña del desierto, se salvó un puñadito de gente. Nuestros ancestros. Y aquí estamos”.
Técnicamente, son sobrevivientes del mayor genocidio de esas tierras, no muy reconocido que digamos. “Ustedes son los que dan fortaleza. La tribu Huayquillán está viva”.
Pedro se emociona. “Sé que todas las comunidades piensan como nosotros, aunque anden ofreciéndoles trabajo o cosas a algunos lonkos”. La tradición criolla del clientelismo jamás ha sido ajena a estos pueblos, pero en los últimos años (Loncopué es un ejemplo) las comunidades empezaron a plantarse, a salir a las rutas, a iniciar acciones judiciales, y a aliarse en la práctica con vecinos no mapuches, tras observar que los lonkos dóciles y las promesas políticas son como dice José Luis: todo para atrás.
Le pregunto a Pedro qué pasará si gobierno neuquino y las empresas multinacionales insisten con el proyecto: “Iremos a la Justicia. Y si no, todo lo que haya que hacer lo haremos. Reacción va a haber. Ojalá no haga falta. Sólo queremos seguir nuestra vida”.
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Pillán Kuse de la comunidad. Foto: Lina M. Etchesuri


Apuntes urgentes 
El lonko Pedro sostiene que cada comunidad en la que hay un pueblo es como un volcán, y que todas están conectadas, como cuando los volcanes están en actividad.  Otro anciano llamado Castoriadis decía algo parecido refiriéndose al magma: lo que las sociedades pueden ser capaces de hacer emerger. Apunto entonces lo que tengo en el volcán de mi cabeza:
1) Una observación: “Están contaminando a la gente. Creería que tenemos que ser más libres”. No habla de los mapuche. Fue vendedor ambulante, cuando el comercio era un medio de comunicación: “Iba por los parajes, llevaba mercadería, papa, cebolla, compraba cueros y lanas. Así aprendí que uno puede lograr las cosas. Tenemos la misma capacidad que cualquier persona”.  Los mapuche fueron limados a fuerza de sometimiento y matanzas para creer lo contrario. La historia está cambiando.
2) El cura D’Orfeo estuvo reunido con los representantes locales de Geothermal One y Earth Heat, Guillermo Juárez y otra persona de apellido Greco. El encuentro fue con el obispo de Neuquén Virginio Bressanelli. “Le mintieron diciendo que tenían el apoyo de todas las comunidades mapuches. El obispo les contestó que sin licencia social, se olvidaran del proyecto”.
3) Tras la reunión del Lonko con el BID el gobierno neuquino a través de Pedro Salvatori anunció que la financiación del proyecto geotérmico se buscará en un 100% en la Australian Securities Exchange, el mercado de valores australiano. Hendrickse: “Si es así, quiere decir que se cayó lo del BID”.
4) Los vecinos de Caviahue están enviando mails en inglés a los brokers (operadores de bolsa) contándoles que se está agrediendo la cultura de un pueblo originario y que los vecinos rechazan el proyecto, por lo que se trata de un área un tanto volcánica, no sólo por el Copahue. Como para que sepan que están arriesgándose a una inversión repudiada por las comunidades. De acuerdo a las leyes australianas los brokers tienen obligación de informar esa situación a los posibles inversores.
6) El gobierno neuquino insiste en que el proyecto se hará.
7) Hendrickse: “Lo hacen como estrategia comunicacional para quebrar la voluntad. Rendite, que no tiene sentido luchar. Mucha gente lo cree. En Loncopué y en muchos otros lugares se ha visto que se puede tener en contra al gobierno, municipios, legisladores, jueces, multinacionales y medios, y sin embargo lograr lo que la comunidad se propone”.
En el volcán
Llegar al cráter nos llevó tres horas. Cada tanto tomábamos un sorbo de agua. Nos condujo Tata, un baqueano inalcanzable. Lina bebiendo con la cámara esa desmesura paisajística.
Cruzamos 5 ó 6 cerros: subir lo que parece imposible, bajar tratando de no desnucarse, caminar con levedad cuando se puede: lo de siempre.
Hay formaciones de nieve que parecen olas heladas sobre las que hay que avanzar con un estallido de hielo a cada paso. Por momentos el cansancio es abrumador. Y después vuelve el aire, como si se ampliaran los propios límites.
Para llegar bien arriba, dice Tata, hay que clavar los talones, para afirmarse.
El Copahue humeaba hongos cada vez mayores, blancos, de vértigo, aliento suave a azufre. “Está activo, pero con buena onda”, dice Tata. En la pared posterior del cráter se ve el glaciar que los jueces dicen que no existe. Pese a estar junto al cráter, jamás escuché un silencio como ese. Tampoco sé si conocí un cielo de ese color.
Allá abajo veo a Caviahue, su lago gigante en forma de U, cerros y bosques de araucarias, las lagunas Las Mellizas que parecen mentira de tan azules. Más atrás están Copahue y las termas, y allá se ven los campos de veranada.
Y de pronto entiendo: toda esa zona, todo lo que alcanzo a ver, es un círculo que llega casi al horizonte, bordeado de montañas, que fue la boca inmensa de un volcán 100 veces mayor que el Copahue, hace millones de años.
Después, la naturaleza dejó emerger la vida que ahora estoy viendo.
Tal vez sea eso: hacer todo lo que hay que hacer para dejar que fluya la vida. Perdón. Son cosas que se sienten allá arriba, aunque creo que lo mejor es escuchar qué nos dice el silencio.

 

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Detenciones injustificadas, golpes, humillaciones y persecución: la grave denuncia de las personas detenidas en la cacería de la Ley Bases

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Detenciones ilegales y acusaciones falsas. Patadas, palazos y balas de goma. Mujeres esposadas 15 horas en camionetas y pasillos, humilladas al ser desnudadas en celdas abiertas. Carceleros que tiran gas pimienta a los varones estando presos. Estas son algunas de las denuncias que exdetenidxs en la Ley Bases comunicaron en conferencia de prensa en el Serpaj, donde pidieron por la liberación de las cuatro personas detenidas, el rechazo a las apelaciones del fiscal federal Carlos Stornelli y el pedido de cierre de todas las causas. Además convocaron para este viernes una concentración con un festival en Plaza de Mayo, a un mes de la cacería, de 15 a 19.30 horas. Cómo viven hoy quienes estuvieron presos y qué dicen los abogados: “No hay elementos jurídicos para sostener esta barbaridad”. Y la voz de Emilia, pareja de Daniela, detenida: “Luchar no es un delito y estar organizados, tampoco”. 

Por Lucas Pedulla

Gabriel Famulari tiene 41 años y está sin documentos. Saca de su bolsillo el papel que le dieron en los tribunales federales de Comodoro Py para su reemplazo: una hoja A4 doblada en cuatro partes que dice “Acta de excarcelación”. Hace casi un mes fue detenido en la cacería que el Gobierno desplegó con cinco fuerzas de seguridad distintas durante las protestas de la Ley Bases, y fue liberado por falta de mérito -es decir, por falta de pruebas- cinco días después por decisión de la jueza María Servini. Sin embargo, es una de las siete personas a quien el fiscal federal Carlos Stornelli apeló la excarcelación. No se enteró por su abogado -un letrado de la Defensoría oficial- sino por un mensaje de WhatsApp. 

“Stornelli apeló mi libertad”, dice Gabriel a lavaca una vez concluida la conferencia que la Coordinadora Por La Libertad de lxs Presxs de la Ley Bases convocó en el Servicio Paz y Justicia (SERPAJ), para exigir la liberación de las cuatro personas que siguen detenidas: Daniela Calarco Arredondo, David Sica, Cristian Valiente y Roberto de la Cruz Gómez. Piensa Gabriel sobre esa apelación, que pesa sobre otras seis personas exdetenidas: “Somos nosotros como podría ser cualquiera, pero puntualmente somos gente que no está enrolada en organizaciones. Así hay más saña y por ahí piensan que, quizá, no tengas gente que salga a defenderte”.

Cuenta que, cuando lo llevaron al penal, en uno de los “interrogatorios ilegales” le preguntaron si estaba en alguna “orga”, de dónde era, en qué partido militaba. “Me rodearon un montón. Ese maltrato fue sistemático, porque te preguntaban siempre que podían. Y les dije: ‘Sabés que soy un perejil, porque si militara en algún lado ahora habría 500 personas afuera’”. Gabriel no milita en ninguna organización o partido, y el 12 de junio había ido tarde porque sabía que la ley se votaría de madrugada. “No estuve ni cuando tiraron los piedrazos. Sólo filmé una persona que estaban deteniendo en situación de calle. De hecho me subo a la vereda, tal como ordenaron los policías que estaban por la zona, y cuando me doy vuelta, sobre Callao, a media cuadra del Molino, escucho que dicen ‘ahora, ahora’, y me agarran por la espalda”. 

Desde entonces no recuperó su DNI. En el penal le dijeron que estaba en la comisaría 28 y en la comisaría 28 le dijeron que estaba en el penal. “En la 28 protesté y, a los 10 minutos, vino alguien que me dio mi tarjeta de débito y mi SUBE, que estaba todo junto en la billetera junto con el documento. Ya no sé qué pensar”, dice, y es tan sólo una de las historias cuyas vidas cambiaron para siempre hace un mes, tras 33 detenciones al voleo.

Cuatro de ellas todavía siguen detenidas. 

Detenciones injustificadas, golpes, humillaciones y persecución: la grave denuncia de las personas detenidas en la cacería de la Ley Bases
El flyer de convocatoria para el festival del viernes.

La barbaridad jurídica

La última persona liberada fue Facundo Gómez, el vendedor de cafés de Plaza Serrano (Palermo), a quien detuvieron mientras estaba hablando con su mamá. La noticia se conoció el jueves pasado, minutos antes de que comenzara la ronda de las Madres de Plaza de Mayo, que fue masiva. Al mismo tiempo las partes se notificaron de los rechazos de las otras cuatro excarcelaciones. La decisión la tomó la Cámara de Apelaciones con los votos en contra de Martín Irurzun y Eduardo Farah. “Los votos tienen nulo fundamento técnico-jurídico”, dice a lavaca Daniel Vázquez, abogado de Daniela. “El fallo dice, en líneas generales, que tanto ella como los que quedan presos podrían entorpecer la investigación estando libres. Planteamos que es una barbaridad. Los detenidos están en un penal, la totalidad de la prueba instrumental y documental son de cámaras del Gobierno de la Ciudad y medios masivos. No hay ningún elemento de prueba que pueda ser entorpecido por los detenidos”. El único juez que votó a favor fue Roberto José Boico.

Las partes tienen 10 días para apelar ante la Cámara de Casación Federal. “No hay elementos jurídicos para sostener esta barbaridad -sostiene Vázquez-. Es la expresión de un gobierno ultraderechista con prácticas violatorias de la Constitución y los tratados internacionales. Lo estamos afrontando en las calles y, jurídicamente, en los tribunales”. El abogado también defiende a Sofía Ottogali, la primera de las liberadas, otra de las apeladas por Stornelli. “La fiscalía no fundamentó absolutamente nada. No hubo ningún planteo nuevo, ni siquiera un adorno”. Todos los abogados ya presentaron los memoriales por sus represantados y representadas, que fueron elevados a la Cámara. “Podría y tendría que resolver hoy, pero tiene la potestad de tomarse cinco días”, dice Claudia Leaños, abogada de Sasha Lyardet, la joven estudiante de la UNSAM, otra de las apeladas. 

Estos atropellos fueron presentados por familiares y exdetenidxs en el Serpaj, acompañados por organismos, legisladores y diputados de la izquierda y del peronismo. Otra de las que habló fue Emilia, pareja de Daniela y compañera en el MTR-Votemos Luchar (Movimiento Teresa Rodríguez): “Tuvimos la posibilidad de verla, y a pesar del contexto de mierda, la compañera está fuerte, entera, pero lo que principalmente la sostiene es que está organizada. Luchar no es un delito y estar organizados, tampoco”. 

A Daniela la acusan de quemar bicicletas del gobierno de la Ciudad, aunque Emilia explicó a lavaca que esta acusación es falsa y dio su versión de los hechos. David Sica está en situación de calle, y lo acusan de pegarle a una policía, cargos que él negó. Roberto de la Cruz Gómez es empleado de una panadería, lo acusan de tirar piedras, delito que también negó. El último es Cristian Valiente, trabajador de una verdulería, a quien denunciaron por tener una granada de mano, pero en realidad era un aerosol químico de los que usan las fuerzas para gasear manifestantes. Su hermano Jonathan dijo a lavaca: “Lo acusan de terrorista pero carrea cajones de frutas y verduras 12 horas al día. Es una locura”.

Las familias convocaron a una concentración con festival este viernes 12 de julio, a cumplirse un mes de las detenciones, en Plaza de Mayo. La cita es a las 15 horas y se extenderá hasta las 19.30. Habrá música en vivo con Sudor Marika, Paula Maffia, El príncipe idiota, La piba berreta, Saga.hfk, Flopa Lestani, Julio y Agosto (banda de Santiago Adano, uno de los exdetenidos) y La perra que los parió.

Compartimos el comunicado redactado por exdetenidxs y familiares, leído este miércoles en el Serpaj. 

Somos un grupo de liberadxs de los 33 detenidxs el 12 de junio en la movilización en contra de la votación de la Ley Bases.

Nos detuvieron ilegalmente, mediante acusaciones falsas y violencia brutal de la policía, con patadas, palazos y balas de goma en algunos casos. Nos llevaron a distintas comisarías y alcaldías sin decir en ningún momento cuál era la causa de detención, sin poder hablar con un abogado/a, sin poder usar los celulares, sin ver a ningún familiar, mucho menos a un médico. Desoyendo pedidos de Habeas Corpus, vulnerando nuestros derechos más básicos.

Las mujeres estuvieron/estuvimos 15 horas en una camioneta y pasaron/pasamos la noche ahí esposadas, para luego pasar el segundo día en el pasillo de una comisaría sin agua y donde la policía no les/nos dio ni un plato de comida. Cuando la causa pasó a fuero federal, las/nos trasladaron a la Unidad 29 en el edificio de Comodoro Py, las/nos desnudaron una por una en una celda a puertas abiertas donde había tránsito de gente, en lo que fue una situación de humillación más para ellas/nosotras. Las que no fueron/fuimos excarceladas el viernes 14, terminamos en el Complejo Penitenciario de Mujeres de Ezeiza.

Los varones fuimos/fueron a tres cárceles de máxima seguridad: Devoto, Ezeiza y Marcos Paz. Algunos fueron puestos contra una pared y les tiraron gas pimienta en la cara. Convivimos con ratas, cables de electricidad sueltos en habitaciones inundadas habiendo riesgo de quedar electrocutados.

Cabe destacar que en todo momento, tanto en las comisarias como en los penales, se nos preguntaba insistentemente si formábamos parte de alguna agrupación política, que habíamos hecho o si tirábamos piedras, lo que constituye interrogatorios extrajudiciales que las fuerzas de seguridad tienen prohibido por ley hacer.

Queremos remarcar la situación de ilegalidad de todas las detenciones y el contexto de violencia institucional por el que pasamos porque creemos que tiene que ver directamente con una estrategia política de este gobierno, que no somos lxs primerxs ni vamos a ser lxs últimos, pero nos preocupa ver como la criminalizacion de la protesta está en escalada. Y al mismo tiempo que aumenta la represión, nos entristece ver como vacían los espacios de memoria y de DDHH tan necesarios para nuestra historia y el fortalecimiento de la democracia.

2)

Desde que nos detuvieron sufrimos incontables delitos llevados a cabo por las fuerzas policiales y el personal del Servicio Penitenciario Federal pero ello no es nada comparado con el sentimiento indefensión que genera las irregularidades procesales de la causa por que:

No son peores las lesiones y amenazas, que los procesamientos que aún sufren David Sica, Cristian Valiente, Daniela Arredondo y Roberto De la Cruz Gomez, que siguen detenides después de casi un mes, y Facundo Gómez, excarcelado el pasado jueves.

No es peor ver las actas de detención ser llenadas horas después de las mismas y firmadas por el propio personal policial en lugar de ser firmadas por testigos, que las apelaciones de Fiscalía de las faltas de mérito de 7 personas de las que no hay ni una sola prueba.

No son peores los apremios ilegales, que la confirmación por parte de la sala del rechazo de las excarcelaciones de nuestros 4 compañeres. Todo este despliegue ilegal y antijurídico tiene un solo fin: amedrentarnos, hacernos creer que pueden hacer con nosotrxs lo que quieren.

Hoy en día toda esta estigmatización por parte del poder, desde que nos llamen terroristas que queríamos hacer un golpe de Estado hasta la privación de la libertad que aún continua en 4 casos, nos ha dejado secuelas. Muchxs de nosotrxs sufrimos persecución policial, política, laboral y mediática. Nos han amenazado y hostigado por redes sociales. Nos ha parado la policía para verdugearnos y hacernos requisa solo por mostrar el dni. Muchxs estamos con estrés post traumático que nos impide hacer nuestra vida normal, por lo que les pedimos que nos sigan acompañando hasta que se cierre este armado judicial.

Creemos que somos un ejemplo para mostrarle al pueblo que seas quien seas, hagas lo que hagas, si vas a protestar contra las políticas de hambre de este gobierno, sos un terrorista que puede terminar en un penal de máxima seguridad sin siquiera estar procesado. Tenemos claro que no fue contra nosotres, sino contra todes los que quieren seguir viviendo en libertad y democracia.

3)

Por último, queremos agradecer la solidaridad de las redes humanas tejidas por distintas personas y organizaciones de todo el arco político, que se nuclearon en la Coordinadora por la libertad de los presxs de la Ley Bases. Aprovechamos para que se amplíe la convocatoria y se sumen más organizaciones porque entendemos, ahora más que nunca, que la unión hace la fuerza.

Vamos a seguir con solidaridad, amor, lucha y trabajo, mucho trabajo, teniendo el objetivo principal de la Liberación de Cristián, David, Roberto y Daniela y el sobreseimiento de lxs 33 imputadxs.

Como dijo nuestro compañero Facundo: nuestras convicciones están intactas y seguimos defendiendo el derecho a la protesta y luchando por nuestro lugar en las calles.

Para ello, queremos invitarlos el próximo viernes 12 de julio, a un mes de las detenciones, a concentrarnos en Plaza de Mayo a partir de las 15 y compartir el Festival Solidario #Faltan 4, organizado por la Coordinadora por la libertad de los presxs de la Ley Bases.

¡Libertad a todos lxs presxs politicxs!

¡Cierre de todas las causas !

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Télam: tras 130 días de acampe y lucha, los trabajadores vuelven a la agencia

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420 trabajadoras y trabajadores (de 700 al inicio del conflicto; alrededor de 300 tomaron retiros voluntarios) volverán a trabajar en una agencia dividida: el gobierno reconvirtió a Télam Sociedad del Estado en APE S.A.U., específicamente para el tema de la pauta oficial; y creó RTA Noticias bajo el paraguas de Radio y Televisión Argentina. “Claro que no es la empresa que queríamos, que no estamos de acuerdo con la división, pero volvemos a trabajar y eso se logró por la lucha colectiva y organizada”, dice a lavaca una de las delegadas del sindicato SiPreBA, que repasa la situación. El desgaste, las presiones, las y los compañeros que no están; la histórica agencia, que tampoco. Lo que se logró con la lucha: reconocimiento de antigüedad, del estatuto del periodista profesional, de los convenios colectivos y de la representación sindical. Y volver a trabajar. Lo que falta, y lo que empieza a partir de hoy.

Por Francisco Pandolfi

“Si se calla el periodismo, también se calla la vida”.

Esa inscripción pintada en un corazón de madera estuvo colgada durante cuatro meses en una de las carpas montadas en la puerta de la Agencia de Noticias Télam. Un medio público fundado el 14 de abril de 1945, que en sus 79 años intentó ser cerrado, privatizado y vaciado por gobiernos variopintos: peronistas, radicales, macristas y militares. Una agencia que se encargaba de dos actividades: por un lado la pata publicitaria, que distribuía la pauta oficial; por el otro la pata informativa, a través de una agencia de noticias federal con un alcance de punta a punta del país.

En la apertura de sesiones legislativas, el viernes 1º de marzo pasado, el presidente Javier Milei anunció por cadena nacional la promesa de “cerrar la agencia Télam”. Y cumplió, en un pestañear: el lunes 4, las dos sedes porteñas amanecieron valladas. Los trabajadores desde entonces no pudieron entrar a sus edificios y fueron “dispensados” de cumplir tareas.

Télam: tras 130 días de acampe y lucha, los trabajadores vuelven a la agencia
La postal del conflicto: la sede de Bolívar, vallada por la Policía. Al lado, los trabajadores montaron uno de los acampes. Foto: somostelam

Un paso importantísimo

La resistencia estuvo a la altura de los acontecimientos: ese mismo día, las y los trabajadores junto al Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA), instalaron dos carpas en las puertas de los edificios de las calles Bolívar 531 y avenida Belgrano 347. La lucha colectiva se mantuvo, indeclinable. E instó a que cuatro meses después, el 1 de julio, el gobierno decretara la reconversión de Télam en APE S.A.U. (la Agencia de Publicidad Estatal Sociedad Anónima Unipersonal), que se encargará del eje publicitario. Las funciones periodísticas continuarán dentro de Radio y Televisión Argentina (RTA), en una agencia de noticias pública. Anteayer se sacaron las vallas y se levantó el acampe. El corazón de madera fue descolgado, cuidadosamente. 

Hoy, 130 días después, los trabajadores de Télam vuelven a trabajar.

Un empleado de la agencia desde hace más de 15 años cuenta que el lunes, ni bien quitaron el vallado, entró al baño del edificio de Bolívar y se le “explotaron los ojos de tanto llorar”. Dice que prefiere no dar su nombre hasta firmar el nuevo contrato. 

Andrea Delfino es una de las delegadas de Télam e integrante del SiPreBA. Le cuenta a lavaca que hace 34 años trabaja en la agencia, que es periodista en la sección economía. Ella fue una de las que anteayer ya firmó el nuevo contrato que la une a RTA Noticias. Detalla la situación: “Con la vigencia del DNU 70/2023, el gobierno reconvirtió a Télam Sociedad del Estado en APE S.A.U., que va a funcionar en el edificio de la calle Bolívar específicamente para el tema de la pauta oficial. Allí irán un centenar de compañeros, que ya trabajan en ese rubro. Cambia el nombre de la empresa, pero las condiciones laborales no se modifican”. 

Sobre el eje informativo, explica: “Todos los demás, o sea periodistas, camarógrafos, reporteros gráficos, infografistas, empleados de administración, recursos humanos, comercialización, pasamos a formar parte de RTA Noticias, una nueva unidad de negocio que funcionará bajo el paraguas de Radio y Televisión Argentina, igual que Radio Nacional y la Televisión Pública. Nosotros trabajaremos en el edificio de Belgrano”. Al margen de los datos, abre el corazón: “Estamos dando un paso muy importante al volver a trabajar. Muy importante –remarca Andrea, con la u del “muy” extendiéndose en el aire por un par de segundos–. Claro que no es la empresa que queríamos, que no estamos de acuerdo con la división, pero volvemos a trabajar y eso se logró por la lucha colectiva y organizada”. 

Radiografía de un vaciamiento

Como la relación de dependencia es con una nueva empresa, el lunes pasado se inició la firma de contratos, que continuará hoy y los próximos días. “Las condiciones son las mismas que teníamos hasta el 3 de marzo: se nos reconoce la antigüedad, el estatuto del periodista profesional, los convenios colectivos y la representación sindical de la Comisión Interna del SiPreBA para quienes somos delegados”.

Sin embargo, cambiaron muchos otros aspectos. Dice Andrea: “Dieron de baja el portal, la cablera y nos achicaron un montón en lo periodístico. En total éramos más de 700 trabajadores y quedamos 420 entre las dos empresas. O sea, hay 300 personas menos. Por lo tanto, habrá que hacer todo un reordenamiento de secciones, porque hay algunas que quedaron desmanteladas”.

Sergio Arboleya hace 30 años que trabaja en Télam, donde empezó como colaborador. Hace 15 que es editor de la sección Espectáculos. “Vengo usando la idea del milagro, porque en este contexto de ajuste salvaje, de recorte, de persecución en todo lo estatal, es una alegría haber sostenido el trabajo y en breve ya arrancaremos a producir noticias para la cablera de RTA. El aspecto milagroso se dio a partir de la resistencia, con tantos días de acampe, con una organización que realmente funcionó muy bien, con un manejo del SiPreBA que ha sido eficaz para lograr lo que parecía imposible: conservar los puestos de trabajo de aquellos que finalmente decidimos quedarnos”.

Respira profundo: “Esto resulta muy impresionante, pero no disimula la pérdida de un montón de colegas de enorme valor que se fueron un poco asustados por la política expulsiva de los retiros y que dejan un hueco enorme en la estructura periodística. Y también entender que la marca Télam, con esa simbología, con esa carga, ya no existe más. Hablábamos el otro día con un compañero sobre si podremos recuperar un poco el sentido de la agencia, en este nuevo lugar. Aún con las críticas que podía tener a sus gestiones y a nuestra propia falencia para plantarnos como colectivo de trabajadores a hacer realmente la agencia federal, plural, sabíamos que Télam funcionaba en una dimensión, con sus abonados en todo el país, con su red de corresponsalías que ahora han quedado prácticamente todas afuera”.

La gente que se fue lo hizo mediante retiros voluntarios que, semana tras semana, el gobierno nacional renovaba por decisión del ahora ex interventor de los medios públicos Diego Chaher (la semana pasada tomó su lugar el ingeniero aeronáutico y espacial Eduardo González). La delegada Delfino retoma: “Este conflicto tuvo mucho de psicológico, porque no hay nada peor que tener a la gente sin tareas; fue destructivo. Nos jugaron en contra muchas presiones, tanto externas como internas. En cuanto a las externas, la empresa extendió cada semana el programa de retiro voluntario, a la par que algunos medios publicaban notas que buscaban generar miedo: si no agarrabas el retiro, parecía que se venía el apocalipsis”.

Trabajar para volver a trabajar

Las presiones también las hubo internas y “bien intencionadas”. Describe un aspecto neurálgico de la resistencia: “Los fines de semana eran momentos clave y por eso los lunes o martes hacíamos las asambleas. En el fin de semana es común encontrarse con los seres queridos, que con la mejor intención te decían ‘pero te parece seguir yendo’; ‘hace frío y llueve’; ‘¿por qué estás haciendo una cobertura si en realidad estás dispensado de trabajar?’. Esa presión bien intencionada fue la más difícil de vencer y superar. Con el paso del tiempo, notamos que si nos hubiésemos quedado dispensados y tranquilos en nuestras casas viendo Netflix, esta resolución no hubiese pasado. Me parece importante resaltarlo, porque en una época en que se habla tanto del individualismo y que te hacen creer que solo te salvás por tu mérito, el resultado de esta lucha colectiva muestra lo contrario”.

Desde el 4 de marzo hasta la reconversión de Télam, cada semana se renovaba la dispensa a cada uno de las y los trabajadores. “El presidente que dice que en el Estado somos todos ñoquis, nos está haciendo ñoquis, porque nos está pagando sin trabajar”, solían repetir desde los acampes, como una manera de desarticular el relato oficial. Con la agencia fuera de funcionamiento, decidieron lanzar el sitio web somostelam.com.ar e informar desde ahí. Al frente del portal estuvo Andrea Delfino: “Decidimos arrancarlo con el fin de que la sociedad sepa que nosotros estábamos trabajando para volver a trabajar. Nos enfocamos mucho en cubrir los despidos en el sector público y en el privado. Era difícil mantener esperanza, pese a que en Télam finalmente no hubo despidos. Hubo días muy difíciles y las asambleas parecían terapias de grupo. Las reuniones nos contuvieron y nos organizaron; las conducciones de SiPreBA y de FATPren (Federación Argentina de Trabajadores de Prensa) siempre estuvieron poniendo el cuerpo, al igual que delegados de otros medios de comunicación. Cuando hablo de los lazos de la base, me refiero a los lazos sociales que se fortalecen en estas instancias, al contrario de lo que esperan quienes generan estas acciones para desorganizar a los trabajadores”.

¿Qué no pudo lograr el gobierno?

Andrea: Callarnos, cerrarnos. Nos silenciaron durante cuatro meses y hoy estamos volviendo a laburar. Si logramos un resultado positivo dentro de este contexto es porque fuimos muy tozudos. Y porque tuvimos bien claro lo que queríamos, que se resume en algo hermoso que dijo un compañero en una asamblea: “Yo no quiero ser el último que apague la luz; quiero ser el primero que prenda la computadora cuando volvamos”. Ese es el espíritu del colectivo Télam.

Hoy, algunas luces se volvieron a encender.

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Terrorismo de Estado: siguen detenidas 5 personas tras la represión de la Ley Bases

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“Lo acusan de terrorista pero carrea cajones de frutas y verduras 12 horas al día. Es una locura”, dice el hermano de Cristian Valiente. Familias de personas que continúan presas realizaron ayer un encuentro para organizarse y desarmar las mentiras con las que se sostienen sus acusaciones. El caso de Cristian y el de de Facundo Gómez, que hablaba con su mamá cuando lo detuvieron: la justicia no tiene filmado sus supuestos “disturbios”, pero lo encarceló igual. Las causas armadas sobre los más vulnerables, mientras nunca se detuvo a quienes causaron los destrozos, por ejemplo, del auto de Cadena 3. Además, el fiscal Stornelli insiste con meter presas a siete personas que ya fueron liberadas por la jueza Servini por falta de pruebas. El terror que continúa, los ataques de pánico, las condiciones de detención: se puede colaborar económicamente con las personas detenidas (el alias: LIBRESYA) y existen 5 puntos de acopio de mercadería detallados en esta nota. Qué necesitan: abrigo, frazadas, comida. Las familias llaman al 10 de julio a una nueva conferencia y al 12 a una concentración en Plaza de Mayo.

Por Lucas Pedulla

Terrorismo de Estado: siguen detenidas 5 personas tras la represión de la Ley Bases

Jonathan dice que está un poco nervioso porque nunca habló en público, y ahora hay un aula llena de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, en el barrio porteño de Constitución, dispuesto a escucharlo. Tiene 34 años y es el hermano de Cristian Valiente, una de las cinco personas -junto a Daniela Calarco Arredondo, David Sica, Facundo Gómez y Roberto María De la Cruz Gómez– que sigue detenida en Ezeiza tras la cacería del Gobierno durante el tratamiento de la Ley Bases en el Senado, hace ya tres semanas.

Todavía no pudo ver a su hermano porque no tenía su documento; espera hacerlo el próximo fin de semana.

Vino con su compañera, su hija y un perrito desde Moreno, oeste profundo del conurbano, a pedir por favor que lo liberen: “No tiene justificación. La gran mayoría están detenidos solamente por protestar. Y mi hermano, mientras estuvo detenido, le hicieron un desalojo en la casa: cuando salga ahora no tiene dónde estar”.

El lugar de donde desalojaron a Cristian era una pieza de un hotel céntrico. Allí había trabajado tres años como portero: “Uno con todos los derechos y dos, en negro”, cuenta el hermano. Denunció la situación y fue a juicio, que determinó que debía vivir allí hasta que le pagaran lo que debían. Casualmente, un derecho que la Ley Bases barrió en su capítulo de reforma laboral.

A Cristian -41 años, dos hijos- lo acusan por provocar “disturbios”, “arrojando piedras y otros objetos contundentes” contra la policía, pero sobre todo por haberle “secuestrado entre sus pertenencias” una granada de mano. En su indagatoria, él aclaró que no se trataba de una granada sino de un aerosol químico de los que usan las fuerzas de seguridad para gasear en las manifestaciones; y que lo encontró en las propias inmediaciones del Congreso, y se lo guardó para mostrarlo a un canal de televisión porque había vencido en 2022. “Decían que lo vendía en el mercado negro -dice Jonathan a lavaca, y no lo puede creer-. Lo acusan de terrorista pero carrea cajones de frutas y verduras 12 horas al día. Es una locura”.

https://twitter.com/Lavacatuitera/status/1808269566549622911

Este encuentro, motorizado por la Comisión de Solidaridad de la coordinadora por la liberación de lxs detenidxs y el cierre de todas las causas, fue el ámbito para que Jonathan pueda, por primera vez, dimensionar esa locura.

También pudo hacerlo Elena, la mamá de Facundo Gómez, 31 años, cuyo trabajo era ir con su carrito por Plaza Serrano, en Palermo, vendiendo cafés: “Lo detuvieron mientras hablaba por teléfono conmigo -dice mientras muestra un cartel con el rostro de su hijo, sonriente-. La causa debería caerse porque lo ponen arriba de una valla, diciendo que arengaba y tiraba piedras, pero la comunicación con mi hijo se detiene en el momento en que lo están deteniendo. Intenté llamarlo, hasta que me atendió una persona que supongo que era un policía, y me dice que le estaban haciendo averiguación de antecedentes. Le pregunto por qué, y me dice porque estaba en un lugar que no debía estar. Mi hijo grita bien fuerte: ‘¡Yo no estaba ahí!’”.

https://twitter.com/Lavacatuitera/status/1808262187380588878

Elena remarca que no hay registro fotográfico ni fílmico de Facundo, y su otra hija, Micaela, dice a lavaca que al fotógrafo que registraba su detención le rompieron la cámara: “Lo presentamos como testigo. Dijo que le pidió a Facundo que gritara su nombre, y cuando iba a hablar le pegaron una piña en el estómago”.

Elena dice que su hijo no aparece en los videos: “Ellos (la justicia) dicen que han mirado 100 horas, pero Facundo no aparece”. Y agradece la convocatoria: “Es una causa totalmente ilegal y armada para amedrentar y que no salgamos a protestar para que aceptemos todo lo que ellos quieren. Quiero la libertad de los cinco”.

El aula, llena, la abraza con un aplauso.

Crueldad sin paz

Una mesa afuera del aula junta donaciones (galletitas, paquetes de yerba, azúcar, latas de arvejas, jugos en polvo, lavandina, shampoo, toallitas) mientras otras personas de la coordinadora pasan con una caja de cartón para juntar dinero. Adentro, sobre la pared, una gigantografía de Rodolfo Walsh recuerda su Carta abierta de un escritor a la junta militar.

En bancos de madera, mientras tanto, se van sentando, entre otras personas, exdetenidos como Gonzalo Duro, Fernando Leone, Sofía Ottogali y Santiago Adano -liberadxs en las primeras 17 excarcelaciones, el viernes 14 de junio-, o Juan Spinetto y Camila Juárez Oliva, liberadxs en una segunda tanda de 11 faltas de mérito dictadas por la jueza María Servini, el martes 18.

Es que, además de las causas abiertas y la solidaridad por las cinco personas que aún siguen presas, la alerta continúa, porque el fiscal federal Carlos Stornelli apeló y pidió nuevamente la prisión preventiva sobre siete personas: Ottogali, Spinetto, Juárez Oliva, Sasha Lyardet, Nicolás Mayorga, Gabriel Famulari y Brian Ortiz.

“Nos siguen criminalizando cuando la jueza ya dictó la falta de mérito”, dice Camila a lavaca. La falta de mérito se dicta cuando se considera que no hay elementos suficientes para acreditar el hecho que se imputa. La propia Servini habló de la “orfandad probatoria” en las acusaciones de Stornelli. Camila, junto a Sasha y Nicolás, es una de lxs tres estudiantes de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) detenidxs: “Es una crueldad, porque todos los días me acuesto y miro la ventana porque no sé si un policía va a venir a decirme ‘agarrá tus cosas’, y ya en mi cabeza pienso que no tengo que agarrar ropa oscura para entrar al penal. Así está funcionando mi cabeza. Hasta que la Cámara no se expida, no estoy en paz”.

La sala II de la Cámara de Apelaciones, conformada por Roberto Boico, Eduardo Farah y Martín Irurzun, tiene ahora la palabra.

El docente Spinetto, otro de los “apelados” por Stornelli, dice lavaca: “Es ridículo, porque no aporta nada nuevo para apelar e insiste sobre algo que jurídicamente está zanjado. Básicamente lo que está haciendo Stornelli es continuar con la maquinaria de armado de causa. No tiene ningún sostén jurídico”.

Donaciones, acopio y concentración

La Comisión de Solidaridad abre el encuentro. Sus integrantes recuerdan que hay un alias (LIBRESYA) para contribuir a un fondo solidario común con montos de $500, $1000 o $2000. También subrayan que lxs detenidxs necesitan ropa de abrigo clara (no gris, sin capucha), frazadas de una plaza, y elementos de almacén. Los puntos de acopio:

  • ATE / INCAA: Lima 319, 1er piso, oficina 101.
  • SUTEBA Tigre: Santa Fe 11028, General Pacheco.
  • Mutual Sentimiento: Av. Lacroze 4181.
  • ATE Sur – Lomas de Zamora: Boedo 120.
  • ATE Alte Brown – Pte Perón: Somellera 481.

Luego habla Gonzalo Duro, trabajador judicial, uno de los exdetenidos: “En ese pabellón éramos 15 personas desconocidas y ahora somos amigas. Es una realidad y habla de la transversalidad del problema”. A continuación, Camila recuerda a Daniela Calarco Arredondo: “Le estamos tratando de juntar plata porque tiene que pagar el alquiler. También para pagarles el transporte a sus padres, que viven en Mar del Plata”. Grisel, hermana de Sasha, suma la preocupación por las apelaciones de Stornelli, y pide asistencia psicológica porque muchxs continúan con ataques de pánico. Valora la importancia de estos encuentros y pide, también, monitorear las trabas que les están poniendo los penales a las visitas familiares, para que el Sistema Penitenciario no siga “vulnerando derechos”.

Luego, y por un largo rato, pasan voces de diversos partidos y agrupaciones que hacen caracterizaciones del Gobierno. Algunos traen reclamos urgentes, como los trabajadores despedidos del Hospital Posadas o de la fábrica de neumáticos FATE, pero otros gritan pedidos de paro a la CGT. El músico Santiago Adano, otro de los exdetenidos, agradece con sensibilidad la solidaridad y el acompañamiento, pero sugiere avanzar en lo operativo del encuentro. Algunos no parecen escucharlo, y siguen. Otros sí, y piden acompañar, por ejemplo, la ronda de las Madres de este jueves en Plaza de Mayo para continuar la visibilidad por los detenidos. La propuesta es aceptada.

Las familias y exdetenidos, a su vez, proponen una nueva conferencia de prensa en el Servicio Paz y Justicia (Serpaj) para informar sobre la situación de las detenciones y las causas. En asamblea votan realizarla el miércoles 10. También votan, para el viernes 12, a un mes de la protesta, realizar una nueva concentración en Plaza de Mayo, con posibilidad de festival, buscando la convocatoria del amplio abanico político que movilizó la última vez, el día de las últimas excarcelaciones. Silvia, la mamá de Camila, recuerda que la urgencia de esos días fue lo que juntó a sindicatos, organismos, referentes de la izquierda y del peronismo: “Vengo a reforzar la idea de unidad, como lo hice desde el día uno”.

Cerca de las diez de la noche, la asamblea concluye.

Los ejes que se refuerzan:

  • Libertad a las cinco personas que siguen detenidas.
  • Pedir el rechazo de la Cámara a las siete apelaciones de Stornelli.
  • Cierre de todas las causas.

Leé la nota de tapa de la nueva MU: Qué es la libertad.
Sasha y su hermana, dos caras de lo que se vivió adentro y afuera tras la cacería policial el día de la votación de la Ley Bases. Sus reflexiones sobre la estigmatización, la persecución, y la vida en ¿libertad? Las redes y la calle. El ego y lo colectivo. Hablan Ramona y Santiago, también detenidos sin pruebas, con torturas. La organización entre familias. Y el reclamo por los que todavía están adentro.

Terrorismo de Estado: siguen detenidas 5 personas tras la represión de la Ley Bases
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LA NUEVA MU. No podrán

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