Actualidad
Ley Milei entre el palacio y la calle: aprobación en general y lo que se viene

A las 8.50 de hoy, con 142 votos a favor, 106 en contra y 5 abstenciones, se votó en general la Ley Bases, que cercena derechos sociales y busca consolidar beneficios para los sectores de poder. La traducción de quienes votaron: «darle herramientas al gobierno». Pese a los discursos supuestamente opositores, los legisladores le dieron a Javier Milei la delegación de facultades por un año, la posibilidad de privatizar empresas estatales y una reforma laboral, además de los perjuicios para futuros jubilados, entre otras cosas. Paradójicamente, en esos temas el Congreso queda reducido a un elemento de decoración política, que acaba de aprobar normas no solo dictadas sino redactadas en muchos casos por los propios lobbies empresarios. Fueron 20 horas de intervenciones que comenzaron el lunes al mediodía. ¿Qué es lo peor del proyecto? Publicamos el texto completo y algunos intercambios de lavaca con legisladores. Pablo Carro y lo desastroso. Raúl Godoy del FIT y Zanón, lo que perjudica a los jóvenes y lo ambiental. Cristian Ritondo y el rebaño. Daniel Arroyo y la implosión social. Ahora resta el debate en particular, que no se votará artículo por artículo sino por «capítulos» en bloque, para eludir el cuestionamiento de temas específicos. Se calcula otra posible mayoría oficialista, aunque nunca conviene subestimar lo imprevisto. Detalles, imágenes y voces de lo que ocurría en la calle y en el recinto.
Producción de lavaca.org.
Fotos: Juan Valeiro.
Un muñeco de Javier Milei y una leyenda: “La casta son los jubilados”. Una bandera de Jubilados Insurgentes cruza Rivadavia, mientras todavía los efectivos de Gendarmería y Prefectura están adentro de las camionetas, resguardándose del frío.


Foto: lavaca
Otra bandera: “Las centrales nucleares argentinas no se venden”. Una señora escribió a mano: “Si se aprueba la ley bases 9 de cada 10 mujeres no se van a poder jubilar”. Otra: “Jubilada en peligro de extinción”. Un señor escribió en un cartón: “29 de abril, feliz día gatito alcahuete de los empresarios”. Luego aclara a lavaca: “Sin ofender a los animales”.
Entonces llegan los primeros policías para aplicar el Protocolo Bullrich, mientras se suman organizaciones sindicales, asambleas y trabajadoras y trabajadores de distintas empresas estatales, que proponen hacer un semaforazo: llevan en carteles las fotos de diputados de la UCR, fundamentalmente, el sector llamado “dialoguista”, colaboracionista o pseudo opositor que se espera le brinde los votos al gobierno. Le muestran las fotos a todos los vehículos que pasan por Rivadavia. Ese sector incluye a parte de la UCR, pero también a todo el PRO, parte de Hacemos Coalición Federal, los provinciales con obediencia debida a sus gobernadores.


Foto: lavaca
Los diputados deben cruzar Rivadavia (semaforazo mediante) desde el edificio Anexo hacia el recinto, pasar por la pasarela de la resistencia:
-¿Cómo vas a votar?
-Cuidado con lo que votás.
-No traicionen al pueblo.
-¿Vos sos diputado?
Un joven de anteojos agita un ejemplar de la Constitución Nacional como reconociendo a cada diputado. No los conocía, en realidad, pero los detectaba por lo obvio: eran los que venían con custodia. Los gritos del joven de anteojos, acompañados por el resto en cada semaforazo:
-¡Burros!
-¡Ignorantes!
-¡Atorrantes!
“No conocemos a todos, a algunos les preguntamos si son diputados, pero esos son los que más te cagan”, dice Zulema, de Jubilados Insurgentes, agrupación que no distingue entre oficialismos y oposiciones: “Algunos pasan y hacen la señal en V, pero nosotros les reclamamos igual” cuenta justo antes de que pase el sindicalista de la CTA Hugo Yasky.
-Yasky, ¡paro general!– gritan todos al unísono, mientras se arma la canción: “Paro, paro, paro, paro general”.

Teoría de lo desastroso
“La última vez que nos vimos, justo cuando estábamos hablando, se vino abajo el anterior proyecto de Ley Ómnibus, pero no creo que ahora tengamos la misma suerte” dice el diputado Pablo Carro (Unión por la Patria) al cronista de lavaca, en el Salón de Pasos Perdidos mientras en el recinto –más que un debate– se producía una sucesión de monólogos.
Explica el diputado: “Lo que se va a aprobar es desastroso, no solo por la cuestión de las delegación de facultades. Se elimina la moratoria previsional para las mujeres, lo que llamamos habitualmente «amas de casa”. En materia laboral es toda una regresión. Se elimina el monotributo social”.
Dato práctico: de los menos de 4.000 pesos actuales, el monotributo “social” pasará a costar unos 25.000. En lugar de ayudar a la formalización, esto promete ser una oda al trabajo en negro. Continúa Carro: “Vuelve el impuesto a las ganancias pero le bajan a los grandes contribuyentes bienes personales Es todo regresivo por donde lo mires. Esto es un desastre, es malísimo, no hay un artículo que le sirva a la mayoría”.

Foto: Juan Valeiro para lavaca
Juzgando caras
¿Y qué ocurrirá? Sostiene Carro: “A juzgar por las caras pareciera que tienen todos los votos para aprobar, no solo en general sino también en particular. Me parece que con el artículo 3 nos vamos a dar cuenta rapidito. Si el artículo 3 pasa, el que dice que pueden intervenir y fusionar organismos del Estado como el INCAA, el Enacom, el CONICET, estaría todo dicho. Aclaran que no se pueden disolver, pueden hacer cualquier cosa, diluírtelos en la práctica”.
-¿Qué otro artículo hay que atender?
-El 4 permite hacer lo mismo con sociedades del Estado, el canal público, Radio Nacional, Arsat, Educar, todos contenidos públicos. El artículo 5 permite echar mano del fondo fiduciario entre varios; el fondo universal es el que pagan las telefónicas, el 1%, y que se ha usado porque subsidian una parte de los emprendimientos de cooperativas o Pymes, para llevar conectividad a los barrios populares. Y después el artículo 7 es el de las privatizaciones; si pasan esos, van a pasar todo.
El diputado se queda pensando: “En el 3, la Coalición Cívica vota en contra o se abstiene; yo creo que se van a abstener. O sea, ni siquiera van a votar en contra. Me parece que están más preocupados por darle todo al gobierno, con el argumento de que necesita las herramientas, y no quedar pegados a nuestra posición que es de rechazo. Lamentablemente me parece que vamos a una sesión de ese tipo”.

Foto: Juan Valeiro para lavaca
¿Quién se moviliza?
Carro habla cree que es difícil saber hoy qué ocurrirá en el Senado, después de la hipotética media sanción en Diputados: “Habría que ver. Hicimos una movilización espectacular el martes pasado. El miércoles llamaron a las comisiones para dictaminar el jueves, dictaminaron en un ratito, y el mismo jueves llamaron para sesionar. Se movieron rápido. De acá al Senado hay más tiempo. Entonces lo que hoy aparece como protesta de la calle, que es relativamente escasa, me parece que va a crecer”.
“En el Senado los números están más ajustados. Si eso ocurre vamos a estar mucho más cerca de voltear el DNU porque en buena medida, esta ley le permite hacer prácticamente todo lo que tenían en el DNU, habiéndose agregado la reforma laboral. Si bien aquí es atenuada, la otra, la del DNU, estaba objetada judicialmente. Ahí quedan algunas cosas afuera, como la ley de alquileres y alguna cosa más, pero en general y en buena medida, quedan validados para hacer prácticamente todo lo que venían haciendo. Por ejemplo el artículo 3 establece que se pueden disolver fusionar, transferir a la provincia, reestructurar todos los organismos del Estado como Conicet, Enacom, INT, INTI, INTA, Incucai, y después hay una lista de los que no pueden ser disueltos, donde está Conicet y demás. Pero después viene otro artículo que dice que pueden ser intervenidos, así que vos fijate, en esa lista de los que no pueden ser disueltos, está el INCAA cuando al INCAA ya lo tienen virtualmente cerrado; que no lo disuelvan es que nos van a dejar el nombre de fantasía, pero está cerrado, no está funcionando. Entonces, con esto, lo que van a tener es la legalización de lo que vienen haciendo”.

Foto: Juan Valeiro para lavaca
La fragmentación y el aceite
-¿Entonces, cómo ver la cuestión hacia adelante?
-Me parece que hay que entender que la pelea que tenemos con Milei es de fondo. Y así como la semana pasada fuimos capaces de construir una gran movilización en defensa del sistema universitario, ahora hay que construir una alternativa. En algunos casos ganaremos –como la semana pasada– y en otros perderemos como perdemos hoy. Son todas batallas y hay que entender que la pelea con Milei es una pelea política de fondo que tiene que dar el conjunto de la sociedad. No la van a ganar ni los estatales, ni los universitarios, ni los aceiteros, ni ningún sector por sí mismo. Hay que entender que necesitamos ganar una mayoría social y para eso hay que construir argumentos, construir nuevos liderazgos y hay que acumular pelea en la calle. Y que todo eso va a llevar tiempo.
Nadie va a ganar por separado, pero todo aporta. El comentario del diputado sobre los aceiteros se refiere al paro por tiempo indeterminado de los que han pasado a ser sindicatos cruciales del país: los del gremio de trabajadores aceiteros. Es el grupo de trabajadores mejor pago del país, y de ellos dependen las exportaciones de soja transgénica que resultan el único modo que ha encontrado la clase política y económica (antes y ahora) de conseguir dólares. El comunicado de la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines anunció el paro por tiempo indeterminado junto al Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros de San Lorenzo (SOEA) “por salarios y condiciones laborales dignas para toda la clase trabajadora y en rechazo a la Ley Ómnibus, llamada ‘Bases’ por el gobierno nacional, que pretende imponer una regresiva Reforma Laboral con tercerización, fraude laboral, facilidad para despidos discriminatorios, reinstalación del Impuesto a las Ganancias y privatizaciones de empresas del Estado y recursos que son patrimonio de todo el pueblo argentino”. Plantea la Federación que el proyecto favorece la tercerización y la precarización, entre otras cosas. “Amplía el período de prueba de 3 a 6 meses, y en algunos casos puede ser de 8 y hasta 12 meses, para atemorizar y disciplinar a las y los trabajadores. Favorece la discriminación y despidos por causa de origen étnico, racial, religioso, gremial, de salud, condición física, ideología u orientación sexual. Ataca a las mujeres: durante el embarazo se podrá trabajar hasta 10 días antes del parto, lo que ahora sólo es posible si el parto se adelanta. Así, el empleador podrá ‘sugerir’ a las trabajadoras que trabajen casi hasta parir”.
Otro argumento: “Como toda reforma laboral que quita derechos, no va a generar más empleo, ni registración, ni crecimiento económico. Nunca ocurrió en ningún lugar del mundo, no será esta la excepción”.
El rebaño
Cristian Ritondo, jefe del bloque PRO, dice a lavaca: “El gobierno ha hecho un gran esfuerzo, todos los bloques renunciamos a algo, porque cuando tenés una ley de este tipo y nadie tiene una mayoría automática, todos tenemos que aportar. A veces uno quiere más cosas, en el caso nuestro, queríamos que esté sumado…. lo de jubilaciones de Presidente y vicepresidente, eh… que tengamos, en todo lo que tiene que ver con la modernización laboral, con muchos más artículos… más privatizaciones, sin duda hubo que llegar a consensos y el consenso dio esto… Si se cumple con los consensos que tenemos, creo que se va a votar la ley tal cual vino dictaminada”.
Para ustedes, ¿es una buena ley?
-Es una buena ley, un gran avance, o sea, tener 9 o 10 empresas que podés privatizar, es importante; tener todos los fideicomisos sin poder tocar ninguna, poder tocar en los fideicomisos y rearmarlo, es importante; tener una reforma del Estado, con muchos organismos, es importante; tener una moratoria donde pueden ir las Pymes, es importante; tener una ley de régimen de inversiones, es importante; tener, digamos, un blanqueo que pueda traer con la situación del país, es importante; que la baja inflación, es importante; y acompañarla con una ley que dé garantías es importante.
¿Garantías para quién?
Falta muchísimo, estamos en un momento duro, estamos en un momento durísimo, pero los argentinos en algún momento había que parar el cambio, porque haciendo las mismas políticas, íbamos a tener los mismos resultados.
¿Están los números para la media sanción?
Está alineado el rebaño para que no haya ninguna sorpresa, a ver si todos cumplen con lo que venimos trabajando, y los que dieron la palabra, con su cantidad de diputados, con los problemas que tienen otros bloques, de que no todos votan igual, a lo que hoy tengamos el número hoy mañana, cuando terminó, ojalá tengamos los votos suficientes para la ley de bases, y para el paquete fiscal.

Foto: Juan Valeiro para lavaca
Lo narco y lo absurdo
El diputado Daniel Arroyo decide algo raro: que espere la televisión, para hablar con lavaca.
¿Cuáles son las principales alarmas de este proyecto? Explica Arroyo que varias cosas lo alarman, pero tres principalmente.
- “Una es el tema del blanqueo, permite la entrada de dinero del narcotráfico, permite que alguien entre 500 000 o un millón de dólares sin preguntarle de dónde viene. Eso va a generar situaciones muy críticas para Argentina en el próximo tiempo. Eso es estructural y es muy complicado”.
- “Segundo el tema: ganancias. Volvemos para atrás con la cuarta categoría de ganancias y una parte importante, casi un millón de trabajadores, van a volver a pagar ese impuesto y volvemos con algo muy atrás y absurdo y es incluir las horas extras y el aguinaldo. Entonces una persona va a trabajar el sábado, hace horas extras y gana menos que si no hubiera ido a trabajar. O un médico hace una guardia más y gana menos plata que si no lo hubiera hecho.
- Y hay varias cuestiones más, pero el tema de la moratoria jubilatoria también lo veo como un retroceso claro. En la práctica la mayor parte de las mujeres no es que se va a jubilar, va a acceder a una pensión a los a los 65 años que es 80% de la jubilación mínima, que de por sí es muy baja”.
Agrega: “Creo que son los tres temas como más críticos en la vida cotidiana, en un proyecto que es absurdo, que es el retiro del Estado, que todo el mercado lo ve. Esto del retiro del Estado, el modelo extractivo y la posibilidad del blanqueo de plata de mercados ilegales: la conjunción de todo eso, abre cuestiones muy críticas”.
Lo bestial y lo extractivo
Arroyo continuó la charla.
-¿Qué modelo de sociedad orienta esta Ley?
-Un país con 2/3 en la población afuera de un modelo de carácter extractivo, que no genera desarrollo local, no genera cadenas de producción, no promueve el desarrollo industrial. No hay ninguna razón para incorporar trabajadores a partir de esta ley en un esquema donde se van perdiendo trabajadores. La orientación es horrible nada de Estado y todo al mercado a lo bestia. Una ley de bases debería sentar las bases para adelante. Esto sienta las bases para atrás esto claramente un retroceso.
¿Y las facultades delegadas?
-El Presidente utiliza muy mal sus facultades. Es cierto que todos los presidentes tuvieron facultades delegadas por el Congreso, pero nadie hizo un decreto tan bestial como el que permitió que las prepagas se fueran al demonio y que no se pudiera regular nada, o que efectivamente las tasas de internet de la tarjeta de crédito no tuvieran regulación. Y después lo otro que a mí me parece que también diferencia con la ley original es que incorporó una reforma laboral que hasta ahí no estaba y que claramente no hace lo que tiene que hacer, una reforma laboral que es promover el empleo joven, que es incentivar la generación de trabajo para pymes y para profesionales. Yo veo realmente que esto es un retroceso. Hay mucho malo, pero lo peor es la delegación de poder. Es un drama con un Presidente que ha hecho cualquier cosa con el DNU.
-¿En qué perjudicaría en este caso?
-Tendría control en lo económico, lo energético, lo administrativo. Va a poder reformar el Estado como quiere, la moneda que quiere y hasta ahora lo ha hecho muy mal: le han recortado 20-30% de personal estatal sin ninguna lógica o racionalidad.
-¿Podrá privatizar, por ejemplo, Aerolíneas?
-Sí, la ley le va a dar mandato para privatizar o concesionar varias empresas. Está también ARSAT, toda la comunicación pública, radio y televisión pública. Y también esa delegación de facultades, que se le da en un contexto donde el tema energético, litio, energía, minerales. Nosotros necesitamos no el carácter extractivo de este esquema, sino el carácter de que eso genere valor agregado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca
La implosión social
Calcula Arroyo que la aprobación en general y en particular podría darse. Otro tema.
–Se habla y escribe mucho de las discusiones internas del peronismo: Axel, Máximo, Cristina, el PJ, internas por WhatsApp, en medio de este debate crucial. ¿Influye o puede influir?
-Eso es más chico que el microclima. Ando todo el tiempo por la calle y a mí nadie nunca me preguntó nada de eso: todos preguntan por el precio de la leche, el pan, si llegamos a fin de mes, o no llegamos, qué pasa con el boleto del colectivo, qué pasa ahora con las tarifas. En mi opinión el 2025 es ciencia ficción porque el problema de la sociedad es llegar al fin de semana. Aún quienes creen que este es el rumbo y quieren seguir apoyando al gobierno sienten que están en un vacío grande. Yo no le doy ninguna importancia a las internas: no creo que eso tenga ninguna incidencia hoy sobre el bloque.
-Pero estamos ante un momento de fragmentación política.
-Fragmentación política pero no por cosas chiquititas, sino porque hay un debate grande para dónde va la Argentina: qué políticas hay que ganar, para dónde hay que ir. Qué es el peronismo, cómo el peronismo le habla a la sociedad, una sociedad que estuvo dispuesta a votar cualquier cosa sin saber a dónde iba. Creo que poner el acento ahí. Lo otro de verdad es entretenido para incentivar las broncas. Pero está fuera del juego de lenguaje que no toma la sociedad de verdad. Salgo a la calle y me para un montón de gente que quiere que esto termine rápido. Nunca nadie me habla de la internita, de la chiquitita; eso no lo ve nadie en verdad, yo no le doy importancia verdad y no creo que hoy tenga ningún reflejo en el bloque.
-Y si se aprueba la ley, ¿qué va a pasar en la calle?
-Ahora en términos concretos, no creo que vaya a pasar nada, pero sí la sociedad va a ir viendo, a medida que avancen los efectos de esto, que vamos a estar cada día un poco peor. No creo que haya un conflicto social fuerte en el corto plazo, sí creo que habrá un fenómeno de implosión social porque estamos todos sacados: un partido de fútbol del barrio que debería terminar con un par de cargadas, termina los tiros, o una discusión de tránsito. Se siente esa violencia, pero no es explosión, es una implosión.
Dicho esto, Arroyo marchó hacia la zona en la que iban a hacerle la entrevista televisiva.

Foto: Juan Valeiro para lavaca
El trabajo y la juventud
Raúl Godoy es un obrero que anda con su gorra de Zanon, fábrica recuperada de Neuquén en la que pidió licencia sin goce de sueldo para sumarse como asesor en el bloque del Frente de Izquierda y Trabajadores (FIT). Algunas ideas sobre el presente y la ley.
“Lo que quieren hacer con lo laboral no va a crear más trabajo, sino precarizar al que ya existe. Las empresas no van a contratar a pibes nuevos sino a los obreros con experiencia, para quitarles derechos y tratarlos como aprendices. Es una degradación del trabajo. Mano de obra barata, para que ganen solo los empresarios”.
“Ponen el ejemplo de UOCRA, la construcción. Te aclaro que trabajé en la construcción, soy oficial albañil y lo conozco de adentro. A vos te van descontando de tu sueldo para el momento en que la obra termine, para que esa sea tu indemnización. Acá eso significa quitarte el derecho, que vos mismo juntes tu indemnización para que te echen cuando quieran”.
“Vos como joven, con esta ley, hoy entrás sin derechos casi en todos lados. A los pibes les quita toda posibilidad de entrar y pensar que van a ascender, que les va a ir bien, salvo en casos muy puntuales. En general, olvídate de toda la historia del ascenso social”.

El Congreso decorativo
Lo que negociaron, según Godoy. “Todos los días estaban cambiando cosas. Una locura. Y en medio de las bombas de humo y las bombas de estruendo, no podés ver lo que hay detrás de todo esto. Hasta que la gente caiga, van a pasar dos o tres semanas. Hay además un rol pérfido de las conducciones políticas”.
Facultades delegadas: “Firmarle un cheque en blanco a este tipo (Milei) es peligrosísimo”.
El propio Milei dijo que no le importa que voten esta ley. “Creo que es cierto. Él quiere un estado policial, plenos poderes, que el congreso sea una cuestión decorativa”. Aclaración: decorado con aumentos salariales que no reciben los jubilados.
“Pero aunque a Milei no le importe nada más que seguir destruyendo, los del gobierno que no son psiquiátricos necesitan un marco de legalidad para mostrarle al FMI, al establishment, a los propios Estados Unidos, que hay algún viso institucional en todo esto. Milei capaz que ni se da cuenta, pero los vivos que están alrededor suyo sí”.
Sobre lo ambiental: “Hay 61 artículos de este proyecto relacionados con la energía. Ahí también le delegan facultades al Presidente, a medida de las exigencias de las petroleras. En ese rubro, en Neuquén lo sabemos muy bien, además de desabastecer al mercado interno para exportar, además del ataque al bolsillo con el encarecimiento de los combustibles, hay un piedra libre para seguir reventando los territorios con modelos como el del fracking. Paolo Rocca y las demás empresas, felices”.
De madrugada continuaban las exposiciones infinitas, esperando llegar a la aprobación en general. El resto de esta saga aún está por escribirse.
Los cuero-duro
En la calle, frente al anexo del Congreso hay una carpa con jubilados y jubiladas. Noelia Guzmán es una de ellas, preside el Centro Nacional de Pensionados y Jubilados de ATE, tiene su pechera verde, y afirma que se van a quedar toda la noche: “Siempre en la lista de ajuste los primeros somos nosotros. El gobierno quiere elevar la edad jubilatoria de las mujeres a 65 años. Quiere bajarnos la ley de moratoria. No le alcanzó con el 34% que le pusimos para que su déficit fiscal quede en cero. Nos quiere terminar de matar. Pero no lo va a conseguir porque vamos a seguir luchando. No nos va a vencer. Tenemos cuero duro, venimos de luchas muy difíciles como la dictadura militar. Lo único que puedo decir, compañeros, es que salgan a la calle, porque esta lucha no es solamente pedir aumento de sueldo sino que en el futuro ustedes sean felices, y no como estamos viviendo nosotros”.
Sobre la plaza, mientras tanto, el panorama es similar a las jornadas de debate de la Ley Ómnibus: hay banderas de Polo Obrero, MST, PTS, AGD-UBA, MTL. Hay un escenario y las voces van pasando. Un detalle es que todas las voces son de jubilados y jubiladas. Una jubilada de una asamblea porteña (“El 65% de las mujeres que se jubilan son por moratoria”, advierte), otra del sindicato docente Ademys, otro de la CTA, otro de Jubilados Clasistas, otra del Plenario de Trabajadores Jubilados: “Esta ley es antiobrera y antijubilatoria”.

Foto: Juan Valeiro para lavaca
De frente escucha atento Juan Manuel, arquitecto de 60 años, vecino de la Ciudad, que tiene un cartel provocador: “¡Agarrá la pala, zurdo! Para enterrar las Bases”. No vino con ningún partido ni agrupación, está por su cuenta: “Esto es una estafa al pueblo. Es saqueo. Van a dejarnos en pelotas. No entiendo cómo no hay nadie, más gente, porque afecta a todos. Recién vi un ferroviario, pero la privatización de los ferrocarriles ya sabemos cómo terminó: cierre de ramales, muerte de pueblos y así con todo”. Conla luz roja del semáforo grupos de trabajadores se instalan frente a los autos con un cartel: “Todos somos Aerolíneas Argentinas”.
Se sumaron banderas de la UTEP (Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular) y del MTE (Movimiento de Trabajadores Excluidos), dos que suman otras siglas, personas y color al paisaje de agrupaciones y organizaciones de izquierda. Hay asambleas de barrios porteños y también algunos gremios como Satsaid (televisión y servicios audiovisuales), SUTEP (Sindicato Unido de Trabajadores de Espectáculo Público) y SICA (Sindicato de la Industria Cinematográfica Argentina). Hay cordón de fuerzas de seguridad y enfrente, un policía federal mira la plaza con binoculares.
Una columna de jubilados y jubiladas, sin dudas el sector más enérgico durante este día, comienza una caminata que da una primera vuelta a la manzana del Congreso. Cantan “Milei, basura, vos sos la dictadura” cuando pasan por la puerta de Diputados y “Ju-bi-lados, carajo”, con la entonación de “piqueteros”, al pasar frente a la puerta del Senado. María del Carmen es una de ellas y tiene uno de los carteles más significativos: “Jubilada en peligro de extinción”. Cuenta muy seria qué significa: “Vine para no morirnos de hambre. ¿Qué te parece que puede hacer un jubilado con la mínima? Me mantiene mi hijo”.
Un policía de la Ciudad se le acerca y dice que caminen más despacio porque no le puede seguir el ritmo. Cuando la columna pasa enfrente de las banderas ubicadas en la Plazoleta del Congreso, cercadas por la policía, ambas se unen en un canto: “Unidad de los trabajadores, y al que no le gusta se jode”. Un jubilado se para enfrente de los policías y les muestra en la cara un cartel escrito a mano:
“Diputados: los estamos viendo. No disparen contra el pueblo”.

Foto: Juan Valeiro para lavaca
Actualidad
Marchas de jubilados: Congreso + Obelisco para hacer cada vez más visible el reclamo

Otro miércoles novedoso, como siempre. Se realizó la marcha alrededor de la Plaza de los Dos Congresos, y además algunos grupos zarparon luego hacia el Obelisco, con la policía corriéndolos para evitar que bajaran de la vereda. En Diputados, mientras tanto, los papelones del oficialismo para impedir el debate sobre el financiamiento universitario, y el otro gran símbolo de estos días: el Garrahan. Las nuevas modalidades entre jubiladas y jubilados, los refuerzos de la prensa y del teatro, y la convocatoria para el miércoles 16 a una gran marcha unificada de Congreso a Plaza de Mayo.
Por Francisco Pandolfi
Fotos: Juan Valeiro, Tadeo Bourbon y lavaca.org

Una vez culminada la marcha de este miércoles (en el que hubo más gente que el anterior, en el que hubo más gente que el que lo antecedió) uno de los grupos, Jubilados Insurgentes, siguió caminando –inesperadamente– por Avenida de Mayo hasta la 9 de Julio. Allí, pese al bloqueo policial, fueron por la vereda para evitar el “protocolo” y llegaron hasta el Obelisco para hacer un acto complementario al habitual.
De ese modo lograron hacer visible el conflicto fuera del corralito (o “marchódromo”) que impuso la ministra de Seguridad Patricia Bullrich para blindar el Congreso, incumpliendo su propio protocolo de no entorpecer las calles y fomentando caos de tránsito en esa zona del centro porteño.
Zulema, de Jubilados/as Insurgentes, cuenta a lavaca: “Cuando Bullrich cierra todo con vallas no tenemos quién nos vea y a quién hacerle el semaforazo que muestre cómo estamos viviendo. Hoy estuvimos en la radio abierta que siempre hacemos todos los grupos, marchamos con el resto de los sectores para sostener la unidad, y una vez terminado, decidimos venirnos vinimos al Obelisco donde hicimos el cierre de la jornada”.
No fue el único hecho creativo.
Tampoco el único hecho distinto o nuevo. La lógica de estos tiempos invita a enlazar, conectar, unir reclamos y luchas, crear lo diferente, inesperado y operativo.

El “hecho fortuito”
En el “palacio” legislativo la sesión para tratar el financiamiento universitario y la situación del Garrahan tuvo quórum pero finalmente cayó en medio de otro papelón generalizado, del que siempre suele resultar que las medidas que serían positivas para la sociedad, quedan relegadas.
En la calle, previo a la convocatoria de las organizaciones de jubilados, hubo dos movidas para seguir haciendo ruido: trabajadorxs de prensa, por un lado; y de las artes escénicas, por el otro; que luego se enlazaron dándole mayor músculo a la movilización tradicional de los miércoles.
“El momento es ahora”. Eso decía la convocatoria de trabajadorxs de prensa, fotógrafxs y comunicadorxs que realizaron en la Plaza Congreso una acción performática colectiva, autoconvocada y apartidaria para denunciar el cierre de la investigación interna de Gendarmería Nacional sobre el ataque al fotorreportero Pablo Grillo, herido por un proyectil de gas lacrimógeno disparado a su cabeza por el cabo Héctor Guerrero que lo dejó al borde de la muerte.

Gendarmería determinó que fue un «hecho fortuito» y responsabilizó al joven por estar parado en la línea de fuego. Según esta lógica, el responsable del casi homicidio de Pablo Grillo sería… Pablo Grillo.
«Basta de ataques a la prensa», fue el grito de una ronda gigante reunida alrededor de una pintada con la consigna «FUE BULLRICH», entre cámaras, cascos y máscaras desparramadas, para reflejar que la prensa está siendo silenciada a golpes. Tadeo tiene 32 años, es fotógrafo desde los 20 y fue uno de los que participó del encuentro. “Cerraron el caso sin investigar, cuando hay pruebas contundentes de que hubo alevosía y un intento de dañar de las fuerzas de Bullrich. Por eso entendimos que más allá de replicar en las redes, debíamos estar en la calle haciendo acciones concretas. Hay que unirnos, enlazarnos distintos actores sociales para construir una alternativa a la realidad actual”.

Entre la caca y el crimen
Emiliano es el hermano de Pablo Grillo y le dice a lavaca: “No sorprende para nada la decisión de Gendarmería, de hecho era algo que estaba esperando. Tuvo que haber un allanamiento en la GNA para incautar lo que el juzgado ya venía pidiendo hace rato, entonces si se tuvo que llegar a esa instancia es porque algo estaban encubriendo. Da muestra de que construyeron un relato, el mismo relato que dijo Bullrich, Adorni, que el cabo Guerrero actuó en forma a lo que le ordenaron y que Pablo estaba ahí porque tenía ganas. Obviamente que da bronca e impotencia, pero tengo la certeza de que más tarde o más temprano habrá justicia y la van a terminar pagando, aunque no creo que Bulrrich, porque es difícil que lleguemos tan alto y ella tiene varios cadáveres encima”.

Agrega: “Esta semana quedó clara la distinta vara de la Justicia. Mandan a la cárcel a una piba por una contravención municipal (en referencia a la concejala del kirchnerismo Eva Mieri, por participar en el ataque con caca a la casa del diputado libertario José Luis Espert), para eso la Justicia actúa rapidísimo pero al cabo Guerrero ni siquiera lo llamaron a indagatoria”.
Actor frustrado en presidencia
Trabajadorxs de las artes escénicas se juntaron en la puerta del cine Gaumont a las dos de la tarde para marchar hacia el Congreso, pedir que se trate la derogación del decreto 345/25 que le quita autarquía al Instituto Nacional del Teatro y provocaría su desmantelamiento si sigue vigente. “Es nuestra escena, es nacional, la defendemos porque es nuestra identidad”, cantaron mientras avanzaban a puro golpe de redoblante hacia un Congreso vallado en plena sesión. Al llegar el canto fue: “Qué vergüenza, qué vergüenza, ser un actor frustrado y ocupar la presidencia”.

Con el edificio legislativo de fondo y detrás de la bandera del Festival Teatral ENTRÁ —que se llevará a cabo del 3 al 9 de julio para visibilizar la crisis del sector de la cultura y defender al INT— leyeron al unísono un texto escrito por el dramaturgo Mauricio Kartun:
“Vení, mirá, discutí, escuchá. La Ley Nacional de Teatro le cambió la cara a la escena nacional, la hizo crecer. Se hizo escuchar. Asombrosa, preciosa Escena Nacional. Vení. Escuchá. Nuestra escena reclama la derogación ya. Somos muchos, somos miles que encontramos allí nuestra vocación, nuestra profesión, nuestro medio de expresión. Hoy, esta camándula siniestra que tenemos de gobierno lo desmantela. Son 70 años de lucha. Somos muchas generaciones solicitando, pensando, proponiendo, peleando. Del libre mercado no nos sorprende. De Sturzenegger tampoco; de Milei, menos. Es propio de su naturaleza fanática. Pero que haya allí gente de teatro que ponga la cara, que lo sostenga con su acción o con su falta de reacción, es deplorable. Leonardo Cifelli (secretario de Cultura) y cada uno de los funcionarios cómplices”.
Y termina con: “Te lo digo yo. La asombrosa y preciosa Escena Nacional”.
El grupo, unido y entusiasta, llegó frente al Congreso y una vez finalizada la acción, dijo en el altavoz: “Nos sumamos a lxs Jubiladxs, escuchemos la radio abierta”.
Lo mismo hicieron lxs trabajadores de prensa.
Y las luchas quedaron imbricadas.
Hasta ser solo una.

El poder a la imaginación
Lo creativo no estuvo solo en la acción colectiva, sino también en la imaginación individual.
Juan Manuel tiene 64 años y una inventiva sin techo. Cada miércoles camina solo, por toda la manifestación, mostrando carteles distintos, según los temas de cada semana. Esta vez redactó prolijamente:
“Tirarle soretes a Espert no es delito, sólo es redundante”.
E incluso una frase de Macbeth: “Te colocaremos, como a los monstruos raros, ante una barraca y debajo escribiremos, ¡aquí puede verse el tirano!”.
Sobre su proceso de creación, dirá: “El cerebro rumia aún dormido y así salen las frases”.
Otro ejemplo: “Estamos viviendo una distopía sin sentido, vivimos en un delirio con un presidente cómico; el problema es que no es chiste”.

¿Quién es responsable del casi asesinato de Pablo Grillo, fotógrafo que sigue recuperándose tras haber sido atacado por un proyectil de gas disparado a su cabeza? La respuesta desde el aire, en esta acción colectiva organizada para no olvidar.
Otro que trajo varios carteles es “El nono de Boedo”, como firma cada uno de las decenas que tiene. Algunos están colgados en su bicicleta:
–¿Sabés cómo se saca el óxido de la parrilla? No votando gobiernos de mierda.
–Que hoy no seas jubilado es cuestión de tiempo; que no me entiendas es cuestión de empatía.
–Cuando te digan que bajaron las ventas, no les creas. En menos de una semana se vendieron muchos diputados.
–Si el presidente que vos votaste te dice que el peso ($) es un excremento; tu salario es una cagada.
–Clarín hace más daño que el paco.
Jorge, el Nono de Boedo, cuenta que se despierta seguido a la madrugada con una idea para el cartel y no puede esperar a la mañana; se levanta, va a la cocina y escribe: “Es un estado de ánimo. A veces son carteles que muestran más bronca, otros de más esperanzas, aun en este momento donde gana la desilusión y en el que hay tanto odio. Por eso yo hice el cartel de Clarín, y se lo discuto a cualquiera. El paco hace mucho daño, incluso me toca familiarmente, pero con asistencia podés recuperarte; del odio no te recuperás más, el odio labura permanentemente, y entra a tu casa todos los días”.

Panorama junto al Obelisco, por la marcha de jubilados hacia allí.
Verónica como Tarzán
Acaba de empezar julio, y las jubiladas y jubilados fueron homenajeados con el aumento de 1,5% (menos de 5 mil pesos), que lleva el haber mínimo a $379.295. Verónica es pensionada y viene “del barrio más olvidado de la ciudad de Buenos Aires”; hace un respiro, y suelta: “De Constitución”. Explica que viene “a pata” y que está cansada, pero no de caminar.
Lleva un cartel: “El aumento es una burla; traidores”. Explica la bronca, y la burla: “No me alcanza ni para ir a comprar a la Salada. Cobro y a los pocos días me quedo como Tarzán, en bolas y a los gritos”, cuenta en criollo.
No llega a los 300 mil pesos, y una sola medicación para una afección a los pulmones le cuesta 120 mil. Se pregunta, nos pregunta, te pregunta: “¿Qué hago? Si me compro el remedio, me cago de hambre; y si compro comida, me agarra un ataque de asma que me manda al cementerio. No se puede concebir la vida así”.

Rubén conforma el Movimiento Activo de Trabajadores y Jubilados, una de las 14 organizaciones que hoy integran la Mesa que lucha por un aumento en el haber mínimo, la suba del bono congelado de 70 mil pesos, el retorno de la moratoria previsional y la gratuidad de todos los remedios. Analiza los pro y los contra de haber ganado la plaza y marchar libremente ahí, pero al mismo tiempo estar vallados, sin que la gente los vea: “Nos encierran y nos impiden estar en la puerta del Anexo del Congreso, sobre Avenida Rivadavia. Pero no sólo podemos verlo de una forma negativa: nos dejan afuera porque tienen miedo de que sigamos haciendo lo mismo y saben que ya no nos pueden reprimir, porque aumentan nuestra capacidad de visibilización, transformando nuestro espacio en algo mucho más grande, y hoy se vio reflejado en muchos sectores que vinieron a acompañarnos”.
–¿Cómo sigue la historia?
–Hasta ahora, todas estas luchas están atomizadas, pero empiezan a darse cuenta de que no pueden resolver el problema por separado. Por eso, apuntamos a hacer una gran marcha el 16 de julio, de Congreso a Plaza de Mayo, entre todos los sectores en lucha. Las 14 organizaciones de jubilados aspiramos a constituir un organismo más dinámico, completo, con muchas más creatividades, que logre una verdadera marcha masiva y de unidad. Si lo logramos, siento que puede representar una bisagra”.
Actualidad
Educación: ADN y velas para resistir en la calle

Por Francisco Pandolfi
Desde que empieza a hablar, Micaela tarda menos de un minuto en empezar a hacerlo a través de esos ojos oscuros que primero lloran por la universidad pública.
Que después pasarán a tener rabia, por el desguace de la universidad pública.
Y que luego contagiarán fuerza, por el futuro de la universidad pública.
Esos ojos simbolizan lo que está pasando con la educación superior, que este jueves y viernes continúa con su plan de lucha: paro de 48 horas y diferentes actividades; actos y movilizaciones en todas las ciudades del país donde funcionan universidades públicas.

¿Qué está en juego? La aprobación de la ley de financiamiento universitario que incluye “salarios dignos para todos los trabajadores del sistema”, la actualización de becas para estudiantes y la asignación de “recursos mínimos e indispensables” para garantizar el funcionamiento institucional”. La convocatoria fue impulsada en conjunto por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), los gremios del Frente Sindical de Universidades Nacionales y la Federación Universitaria Argentina (FUA).
En la ciudad de Buenos Aires, a la mañana se hizo un abrazo simbólico al Hospital de Clínicas para denunciar los bajos salarios y un presupuesto para el funcionamiento de los hospitales universitarios que no fue actualizado en los últimos 13 meses. Por la tarde, se realizó una marcha de antorchas con el lema “Prendete a defender la Universidad Pública”, desde la Plaza Houssay (ubicada entre las facultades de Economía, Medicina y Odontología de la Universidad de Buenos Aires) hacia el Palacio Pizzurno, donde se emplaza la actual Secretaría –ex ministerio– de Educación nacional.

Acá está Micaela Rueda, con una vela en la mano, con esos ojos que dicen tanto y sus 28 años. Es Licenciada en Relaciones de Trabajo de la UBA, donde se recibió en 2021. Continúa estudiando –ahora un curso, gratuito– en la misma facultad. “Me sigo forjando, me sigo especializando”, dice orgullosa. No se golpea el pecho con las manos pero sí con las palabras. Entra en un subibaja de emociones. “Me genera un dolor ver a la universidad así, con docentes que desde hace un año y medio tienen que buscar otros trabajos porque no les alcanza, ni aunque hagan un montón de horas. Se rompen el lomo e igual no llegan”. La contrapartida: “Me genera tanta emoción vernos de nuevo en las calles, contra un gobierno del que no podés esperar nada, si hasta se rió de chico autista”.

Plantea una duda y una certeza: “No sé a dónde vamos a parar, pero estoy segura que la única manera de frenarlo es acá”.
Pese al frío hay cuatro cuadras atiborradas de personas, banderas, sindicatos, centro de estudiantes, docentes, estudiantes, autoconvocadxs.
Se canta para amainar los 9 grados de sensación térmica que entre la masa se disimulan bien. “Traigan al gorila de Milei, para que vea, que este pueblo no cambia de idea, pelea y pelea por la educación”.
Otro tema que suena en loop y al ritmo de “llegando está el carnaval”: “Si el presupuesto no está, qué quilombo que se va armar”, en referencia al reclamo sobre el proyecto de ley de financiamiento educativo universitario presentado el pasado 28 de mayo ante el Congreso de la Nación, y que busca garantizar los fondos necesarios para el funcionamiento del sistema universitario y científico con un aumento progresivo que alcance el 1.5% del PBI en 2031. Hoy, según denunció la comunidad educativa, lo destinado a inversión en educación superior es el 0,45 % del PBI.

Aunque aún no está confirmado, las autoridades universitarias esperan que el miércoles 2 de julio en Diputados se trate la iniciativa, que además plantea que los docentes y no-docentes recuperen el poder adquisitivo tomando como base la inflación acumulada desde diciembre de 2023. Cabe recordar que en septiembre de 2024 el Senado sancionó la Ley de Financiamiento Universitario, pero veinte días después fue vetada por el presidente de la Nación Javier Milei.
Entre velas en vasos de plásticos y botellas cortadas, se llega a la puerta de la secretaría de Educación, a cargo del poco conocido Carlos Torrendell (55 años, porteño, doctor en Ciencias de la Educación; egresado en la Universidad Católica de Chile). Se hace un acto breve y concreto. Hablan representantes de la Conadu, la Conadu Histórica y CTERA-UTE. Dicen: “Le decimos al secretario de Educación que estamos vivos, aunque nos quieran muertos. Y les exigimos a ustedes, funcionarios que no funcionan, paritarias ya, progresivas y con buena fe. Hace un año la ministra Pettovello nos dijo que si en una semana no obtenía la plata para empatar nuestros salarios con la inflación, que saliéramos a la calle. Hace un año perdíamos un 40% con la inflación, hoy hay salarios que pierden un 91%. A la crueldad de este gobierno y su ajuste salvaje, seguiremos respondiendo con la pedagogía de la ternura y del amor, y con nuestro ADN: estar en la calle, de pie, y luchando”.

Acá, el objeto que se repite es la vela, encendida, alumbrando el futuro. Y la palabra que se repite –arriba y debajo del escenario– y que ensombrece el presente es “deterioro”.
Mercedes y Martín son docentes de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires y hablan con lavaca.
Mercedes: “Estamos asistiendo a un deterioro permanente en todas las universidades y en todo sentido. En las condiciones en las que trabajamos docentes, en las condiciones en las que estudian las y los estudiantes, y también en las condiciones en las que se produce conocimiento e investigación”.
Martín: “No es solo un reclamo salarial, justo y necesario porque el deterioro es muy grande, sino que es imposible sostener lo cotidiano, repercute en el propio mantenimiento de los edificios, en los servicios de luz, de gas. La agresión y el deterioro es muy importante”.

¿En qué perciben ese deterioro en lo diario?
Mercedes: Las facultades necesitan un presupuesto para mantener los edificios, los salarios, la limpieza y el presupuesto no se actualiza desde hace un año y medio. Todo el sistema está sufriendo mucho, y cuando las universidades sufren en términos de su infraestructura y docentes, los pibes y las pibas también porque hay menos recursos para becas, para iniciación en las vocaciones científicas, para desarrollar actividades de extensión; la formación se resiente, es un círculo vicioso, lejos de ser virtuoso.
Martín: Las facultades tienen que estar limpias, los baños son algo elemental. Los artículos de limpieza aumentan y las empresas que limpian también, en un 50, 60%. Mientras que a las facultades se les asignó un 0% de incremento. Eso se refleja cuando los estudiantes van a los baños y no hay papel higiénico, lo que desalienta a estar en la facultad. Además, en verano debemos restringir el uso de ventiladores por el gasto, y ahora en invierno pasa lo mismo con las calderas.
Mercedes: Lo mismo ocurre con el mantenimiento de los ascensores, que necesitan un service mensual por seguridad. Para pagar eso debemos sacar plata de otro lado, que no hay. Tapamos un agujero y destapamos otro. En el medio, nuestro salario que cada vez representa menos. En este año y medio perdimos más el 50% de nuestro poder adquisitivo.
Martín: Perdimos la mitad del ingreso, o un poco más. En la docencia existen muchas categorías, pero por ejemplo los ayudantes, que muchos son doctorados y sostienen cada comisión de trabajos prácticos que es la base sobre la que se asientan las cátedras, no llegan a los 200 mil pesos.
Mercedes tiene 57 años y desde hace 36 da clases en la Universidad de Buenos Aires. Martín dice que tiene “algunos años más que ella” y que está en la docencia desde 1978. “La educación es nuestra vida, nuestra identidad, y estamos acá para defenderla”, dicen, con el acto terminado y una vela prendida llamada esperanza.

Actualidad
Los dueños de la plaza

La plaza de los Dos Congresos quedó a disposición del movimiento de jubiladas y jubilados. La policía valló el edificio y esta vez evitó provocar y gasear a la gente. Los manifestantes no tenían tránsito que cortar, ya que la propia policía lo había hecho en toda esa zona del centro porteño. Los debates, las movidas, y la vida real: las dificultades para vivir y alimentarse con precios de las cosas que subieron al infinito, mientras el aumento a los jubilados no superará los 5.000 pesos. La carne, el caviar y los alfajores. La motosierra sobre la vida. El recuerdo de ciertos crímenes, y algunas señales de luz en una época oscura.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla
Fotos Juan Valeiro
El Congreso, como cada miércoles a las 15 horas, está vallado por todos lados, salvo por la calle Entre Ríos, por donde vienen autos, motos y colectivos que doblan por Hipólito Yrigoyen. Hacía allí se dirige entonces la columna de jubiladas y jubilados, acompañada por gremios de la CGT que no suelen estar (Dragado y Balizamiento, por ejemplo) con otros que están siempre (la UTEP, por ejemplo), que venían de una marcha en el Ministerio de Desregulación del Estado, la motosierra sin metáforas que conduce Federico Sturzenegger.

No se ve el despliegue policial habitual que se desplegaba hasta el miércoles anterior a la condena de Cristina Fernández. No hay Gendarmería (sólo detrás del perímetro vallado), ni PSA, ni Policía Federal, ni PFA a la vista. Sólo Policía de la Ciudad en las calles aledañas, como para prever que las cientos de personas –varias con bastones, andadores, carteles y banderas, todas +70– se mantengan en esa zona de tránsito cortada por la policía (a la que jamás se llamará piquete).

En la marcha alguien se queja, entonces, de que el Gobierno ya les sacó la ficha: con el tránsito cortado, los dejan bajar a la calle, los dejan subirse a la vereda, los dejan dar vueltas.
No hay represión, lo cual es un triunfo por parte de los jubilados.
Eso también implica que haya menos flashes fotográficos y cámaras de televisión, que no parecen muy interesadas en cubrir estas cuestiones si no hay movida represiva. Por ejemplo, la radio abierta por donde hablan –con mucha pasión y vehemencia– jubilados y jubiladas de todos los matices de rojo o clasismo que puedan existir. Esas voces amplificadas traen caras largas y alguna que otra interna para un público que, en realidad, terminan siendo los jubilados mismos y que dicen, encima, casi siempre lo mismo.

La cuestión, sin embargo, es que hay muchos mismos.
Algunos mismos son los de esta radio:
- Fuera Bullrich.
- Fuera el gobierno hambreador.
- Fuera el FMI.
- No al genocidio en Gaza.
Otros mismos son los de esta calle, como Alicia, de 80 años, que cobra la jubilación mínima ($304.723,90 más el bono de $70.000) y se ríe del aumento del 1,5% otorgado para julio porque dice que le significan sólo $5.000 más, “pero el kilo de la milanesas sale quince mil”.
Los mismos son estas historias, estos cuerpos, que ya garantizaron la sostenibilidad de todos los miércoles, convocando a nuevos sectores y nuevas luchas, y logrando también que, al menos en las últimas semanas, la plaza entera sea de ellos y ellas.
Una oportunidad para hacer lo quieran.
La clave, quizás, sea imaginar qué hay ganas de hacer.

Ricos y pobres
Eduardo ilumina con unos ojos tan celestes que impresionan. Es del sur bonaerense y tiene 79 años, 4 hijos y 3 nietos. “Que cada miércoles se sumen nuevos sindicatos u organizaciones por un lado es una alegría. Hace un año y medio atrás éramos 30, 40 personas, y de a poquito se empezaron a sumar más por nuestra continuidad y persistencia. Pero también da tristeza, porque esta gente no es que viene a apoyarnos, sino porque cada vez está peor, o porque se ha quedado sin trabajo o no les alcanza para vivir”.
Resume la batalla actual: “Lo que está en juego es quién se queda con la riqueza del país, el pueblo o el poder económico, que se está apropiando del país. Por eso les pido a los pibes que estudien para saber quién es quién en esta historia. Quiénes son los Sturzenegger, los Macri, las Bullrich”.
Sobre esa desigualdad a la que se refiere el jubilado, en estos días el CELAG, Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica) difundió que el 10% más rico del país acumula el 59% de la riqueza argentina, y el 50% de la población apenas llega al 4% de la riqueza nacional, lo que explica la tendencia de los últimos años acrecentada por el actual gobierno.

La carne, el whisky y el caviar
Patricia Bullrich es la ministra de Seguridad y máxima responsable del operativo en el que la Gendarmería hirió al fotógrafo Pablo Grillo el miércoles 12 de marzo, en una de las marchas de jubiladas y jubilados. Es la misma que era ministra de la misma cartera en el gobierno de Mauricio Macri, cuando la Prefectura Naval asesinó a Rafael Nahuel en 2017. Esta semana, la Cámara Federal de Casación Penal ratificó la condena a cinco integrantes del Grupo Albatros (ninguna supera los 5 años y 8 meses). La sentencia no alcanzó a las autoridades políticas (autores intelectuales) en un molde que parece repetirse en la historia argentina: este jueves 26 de junio se cumplen 23 años del crimen de la Policía Bonaerense a Maximiliano Kosteki y Darío Santillán. Dice Eduardo: “Los responsables políticos nunca van presos, y como lo saben, hacen lo que quieren”.
¿Qué representa el aumento del 1.5%? La info de Eduardo: “No sirve para nada. Sigo respirando porque todavía tengo nariz. Carne ya dejé de comer cuando asumió este hombre. El gobierno de Alberto Fernández no fue un buen gobierno, pero un kilo de carne costaba dos mil pesos, hoy vale doce mil. Hablan de una inflación ficticia, quizá miden cuánto aumentó el whisky o el caviar”.
Motosierra a enamorarse
Virginia tiene 70 junios y es de Carapachay, zona norte bonaerense. “Este gobierno habla y habla del dólar mientras nos sube la jubilación mínima cinco mil pesos, es vergonzoso. Cuando una se jubila la vida no termina. Nos jubilamos para hacer lo que cuando trabajábamos no podíamos. Este momento de nuestras vidas lo deberíamos usar para redescubrirnos, para hacer lo que queremos, estudiar, viajar, enamorarnos, cuidar a los nietos, pero el empobrecimiento nos quita calidad de vida, la posibilidad de hacer aquello que estuvimos esperando durante más de 30 años”.
Héctor tiene 74 años y un gorro tipo piluso, del que cuelga un cartel: “Genocidio jubilatorio”. Explica que ese genocidio que denuncia es lento pero permanente de parte del gobierno. “Ahora nos valló todo el Congreso, porque les molesta que marchemos alrededor, quieren alejarnos de la gente, por eso nos encierran en la Plaza. Saben que acá estamos y seguiremos estando, porque no hay cómo justificar que sigamos cobrando la miseria con que nos están matando. ¿Qué hago con la suba del 1.5%? Me compro un alfajor más”.

Se ríe para no llorar, y se corrige: “Bah, un alfajor no, mejor una fruta porque nos tenemos que cuidar la salud. Así que con la suba para julio, en vez de comer un durazno voy a comer dos”.
Una luz
Anduvo por la marcha también Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años a la que casi mata la policía el 12 de marzo tras empujarla haciéndole golpear la nuca contra el suelo. “Siempre voy a estar viniendo” dice con la sonrisa de quien vive para contarla.

Beatriz Blanco.
También estaba el padre Paco Olveira, mirándose a sí mismo en la tapa de la nueva edición de MU.

El sacerdote Francisco «Paco» Olveira.
Después de la marcha, Zulema y la caravana de Jubilados Insurgentes se fueron para Avellaneda a la vigilia homenaje por los asesinatos de Kosteki y Santillán. Los convocaron para hacerles, a su vez, un homenaje a ellos con una exposición fotográfica de la lucha de todas las semanas. Así se une aquel crimen con la represión de este Gobierno: “En lo de Pablo Grillo fue fundamental el rol de los fotoperiodistas, como en aquel momento con lo de Darío y Maxi”.
En aquel 2002 el trabajo de los fotógrafos desnudó el encubrimiento que intentó el gobierno de Eduardo Duhalde en la presidencia y Felipe Solá en la provincia de Buenos Aires. “Si no era por eso, le iban a cargar las muertes a las espaldas de los propios manifestantes”, dice Zulema. Por ese crimen fueron condenados a perpetua el comisario Alfredo Fanchiotti y el cabo Alejando Acosta, quien goza hoy de libertad condicional. “Pero no condenaron a los responsables políticos”, dice Zulema.

En el caso de Grillo, el único responsable que ha sido señalado hasta ahora es el cabo Héctor Guerrero: el Juzgado Criminal y Correccional Federal N° 1, a cargo de la jueza María Servini, informó hace unas horas que secuestró la pistola lanza gases que utilizó el 12 de marzo, ya que las pruebas fotográficas y fílmicas lo apuntan como el autor material del disparo. En el caso de Fabrizia, la nena de 9 años gaseada en septiembre de 2024, el juez Sebastián Ramos procesó al policía federal Cristian Rivaldi. “Pero antes de eso le echaban la culpa a los rescatistas”, compara Zulema.
Si bien los responsables políticos –Duhalde y Solá entonces, Milei y Bullrich hoy– siguen impunes, a Zulema se le iluminan los ojos con la ratificación de la condena a los prefectos por el asesinato de Rafael Nahuel: “Cuando pensábamos que entrábamos en una época oscura por la complejidad de la justicia, por lo menos hubo una abertura de luz”.
Sobre la cadena de mandos, agrega: “No nos queda otra que seguir en la lucha hasta juzgarlos a todos” dice antes de rumbear hacia Avellaneda, a seguir abriendo luces en una época oscura.

- Revista MuHace 2 semanas
Mu 204: Creer o reventar
- MúsicasHace 4 semanas
Susy Shock y Liliana Herrero: un escudo contra la crueldad
- ActualidadHace 4 semanas
Que viva el periodismo: las respuestas a los ataques a la prensa
- ActualidadHace 2 semanas
Los vecinos de Cristina
- AmbienteHace 2 semanas
Contaminación: récord histórico de agrotóxicos en el Río Paraná