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Artes

Teatro y cine: viajes a los seres humanos

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En épocas con vidas monitoreadas por lo artificial, el arte va por la comprensión –y el disfrute posible– de la vida real. Paradójicamente, o no tanto, lo hace a través de la ficción (que casi nunca es tan ficción). La propuesta: tres experiencias artísticas que atravesaron la necesidad de llevar a escena la propia historia. El documental Imprenteros, de Lorena Vega y Gonzalo Zapico: el devenir familiar que nació como biodrama y también se convirtió en libro con una pregunta: ¿cómo volver al lugar de donde no quisimos irnos? ¿Cómo recuperar esos retazos de la infancia? En el ámbito teatral, Nena gorda y El David marrón, son dos obras que tienen en común el debate sobre los cuerpos, la discriminación y el maltrato, haciéndose fuertes desde el humor para encontrar otros caminos. Por María del Carmen Varela

Imprenteros, el documental

¿Qué es una familia?  Lorena Vega escribió en su diario íntimo a los 10 años mientras estaba internada en un hospital. Habrá tantas respuestas como seres dispuestos a responder. La suya se fue construyendo con el paso del tiempo y las vivencias que involucraban a mamá, papá y dos hermanos, las personas más cercanas del entorno de esa niña que vivía en el barrio de Flores. Hasta que el padre, gráfico de oficio y dueño de la imprenta Ficcerd ubicada en Lomas del Mirador, dejó de ser tan cercano. Se separó de Yeni — así llaman a la morocha formoseña que supo cautivar el corazón de Alfredo —y formó otra familia. La obra teatral Imprenteros germinó en un taller de biodrama dictado por Vivi Tellas en el Centro Cultural Rojas al que asistió Lorena Vega. Que tras el fallecimiento de su padre los hijos de su segundo matrimonio cambiaran la cerradura del taller gráfico y no les permitieran la entrada a Lorena y a sus hermanos,  Sergio y Federico, fue el acontecimiento que disparó la necesidad de dialogar con ese pasado con clausura impuesta. ¿Cómo volver al lugar de la infancia?

Mientras transcurre la sexta temporada de la obra teatral y salió a la luz en el 2022 el libro, del mismo nombre: Imprenteros, asoma el documental dirigido por Lorena y Gonzalo Zapico. Fue filmado entre 2020 y 2023 y podria ser visto sin haber presenciado la  obra o leído el libro . Teatro,  literatura y cine, cada lenguaje proporcionó lo mejor de su género a la historia familiar de los Vega. Durante la pandemia y mientras su hermano Sergio le insistía: Hay que  hacer el libro, Lorena aprovechaba el tiempo disponible en su casa para llevar adelante una película sobre una mujer sola, filmada por el guionista y director de cine Gonzalo Zapico, su pareja. Sergio ganó, Lorena dejó de lado el proyecto de la película y se abocó a la tarea de juntar material para el libro. Si la obra teatral era tan exitosa, por qué no llevarla al papel para que el oficio paterno —y también el  de Sergio— fuera el protagonista del producto final.  La elaboración de los textos, la elección de las fotos, la residencia de una semana en Córdoba de lxs hermanxs Vega con Gabriela Halac y Clara Ciarapica de Ediciones Documenta, aparece en el documental y nos permite ser testigxs de cómo se gesta un libro. Incluso del momento en que se imprimió.

Teatro y cine: viajes a los seres humanos

¿Extrañás a papá? Pregunta Lorena a su hermano Federico. No, dispara mientras fuma un cigarrillo.  También interroga a Sergio acerca de su primera reacción ante este contratiempo – el cambio de cerradura— y él responde que tenía ganas de tirar el portón abajo con la camioneta, sacar a quienes estuvieran ahí y quedarse en el taller gráfico. Lxs hermanxs Vega no pudieron volver a entrar a la imprenta de su padre, pero de alguna manera regresaron. Sí, el arte ayudó a reparar las fracturas que irrumpieron en el camino y en esta oportunidad, colaboró de distintas maneras. “Hermanita, gracias por enseñarme a tirar ese portón debajo de una manera diferente a la mía”, le dijo Sergio a Lorena después de haberse subido al escenario en Imprenteros.

La imagen del afiche del documental (la primera que aquí mostramos) es la foto que nunca existió. Gracias a los beneficios de la tecnología, el arte fotográfico a cargo de César Capasso, amigo de Lorena, compone las fotos  que ningún click permitió ver la luz. Así aparecen lxs tres hermanxs Vega junto a la vieja máquina de la imprenta paterna, como si estuvieran trabajando en ella. Las fotos de la imprenta las había sacado César a pedido de Lorena cuando el padre cumplió 60 años. Su regalo fue enmarcarlas y colgarlas en Ficcerd. Esas fotos quedaron allí.  Cuando Lorena le diljo a César que ya no podrían entrar, él la tranquilizó: “No te preocupes, me dedico al retoque digital, yo con Photoshop lxs meto a lxs tres de nuevo adentro”. Mirando las fotos de familia, Lorena se dio cuenta de que no tenían ninguna con madre, padre y hermanxs. Entonces Capasso intervino y podemos asegurar que la foto de lxs cinco existe. El documental da cuenta de muchos aspectos que no aparecen en la obra teatral ni en el libro, quizás sea la pieza que faltaba para terminar de armar esta historia entrañable que ninguna cerradura puede dejar en el olvido.

Sala Lugones, Av. Corrientes 1530, CABA

Del 1 al 4 de agosto, 21 hs y del 6 al 8 de agosto, 18 hs

Museo Malba, Av. Presidente Figueroa Alcorta 3415, CABA

Sábados de agosto, 22 hs

Nena gorda

¿Quién me rellenó? ¿Por qué me rellenaron? ¿Cómo me saco el relleno? Preguntaba Barby, una niña a la que se calificaba como “grandota”, “gordita”, “morruda”o el adjetivo que pretendía ser más condescendiente: “rellenita”. Corría la década del ´90, Barby tenía ganas de bailar con sus amigas y concurría a las clases de danza clásica en la academia barrial. Por su apariencia física siempre le tocaba estar en la fila de atrás cuando se estrenaban las coreografías. En la escuela y cuando llegaba la hora de hacer deportes, era la última que elegían en los equipos. Bárbara Bonfil es ahora una mujer de 38 años, estudió actuación en la Universidad Nacional de las Artes, tiene una marca independiente de ropa (Ofeelia), baila flamenco y es autora y protagonista de un biodrama al que llamó, sin eufemismos, Nena gorda.

Teatro y cine: viajes a los seres humanos

Durante la pandemia y con tiempo disponible para hacerse preguntas, surgieron algunas. ¿De qué tengo de hablar? ¿Qué quiero contar con el teatro? Barby encontró respuestas mirando algunos espectáculos de referentes de la vanguardia del flamenco como Manuel Liñan, que compone su obra desde la homosexualidad, y Rocío Molina, que hace referencia a la menstruación, al aborto, a los cánones de belleza y notó que hablar desde su propia experiencia era una característica que le interesaba explorar. “Estaban haciendo arte desde algo que tenían impreso en sus cuerpos y que necesitaba ser contado y exteriorizado”. Y así germinó el proceso de creación que fue moldeando Nena gorda junto a la directora y dramaturga Laura Fernández.   

“Empecé un proceso muy introspectivo para indagar en cuál era mi huella personal, la herida latente, eso que puede seguir estando aunque no se ve , eso que pasado el tiempo seguía siendo parte constitutiva de mí. Descubrí que haber sido una nena gorda me había marcado durante muchos años y  que en mi mente y cuerpo delgado de adulta  seguía habiendo resabios de esas miradas acusadoras, de esas exigencias desmedidas, de ese señalamiento cruel que recibí por parte de allegados y compañeros de escuela”. Barby tomó el desafío de hablar en primera persona, para poner en escena a esa niña juzgada por su aspecto físico y lo que consiguió fue una obra divertida, profunda, que invita a conocer a la Barby de los ‘ 90 a través de fotos, videos, registros de esa infancia en zapatillas de punta, vestuarios para las muestras de fin de año, la filmación del padre, buscándola con la cámara hasta encontrarla, en la fila de atrás.

El trato que reciben las infancias, la influencia de la mirada de lxs adultxs, la construccion de su autoestima, son aspectos sobre los que le interesaba reflexionar mientras diseñaba la obra. “Generaciones enteras de mujeres  atravesadas por dietas, malos tratos  y condicionamientos que responden a exigencias y estándares de belleza que son violentos, generando frustración en el mas leve de los casos  y en el peor traumas y problemas alimenticios”. Propone Barby abrir preguntas. ¿Qué tanto nos condiciona la sociedad y la mirada de lxs otrxs en nuestras elecciones? ¿Somos quienes queremos ser o lo que nos dejaron ser? ¿Podemos realmente elegir de adultxs o estamos condicionados por el pasado? ¿Qué culpa tenemos de no haber tenido el cuerpo que se necesitaba para lo que se deseaba ser o hacer? ¿Quien determina lo que podés hacer o no, y por qué?

Otro aspecto que también inevitablemente aparece en Nena gorda es el gusto por la comida. Cuestionado por las personas adultas. Ya te comiste tres mollejas, Barby, ¿de verdad tenés hambre?  “En mi familia judía siempre se habló mucho de comida, se cocinaban manjares. Comer era sinónimo de momentos juntxs, agasajos para los seres queridos. ¿Por qué entonces sentir culpa de comer pensando siempre en los kilos que vas a engordar? ¿Por qué no disfrutar de ese momento, de ese compartir?”.  No se hablaba del bullyng en ese momento. “Opinar sobre el cuerpo ajeno en los ´90 era algo común e incluso aceptable. Recuerdo una tía diciendole a mi mamá, conmigo al lado y con mucha soltura: ¡qué gordita que está Barbarita! ¿va a la nutricionista? Mi mamá muchas veces me mandaba coser vestiditos con una modista porque lo que había en los locales para niñas de mi edad no me entraba”.

¿Cómo fue el preoceso de resignificar el cuerpo desde la disciplina y los stándares de la danza clásica a permitirte disfrutar del baile y el goce vital? “Cuando comencé a hacer actividades que me gustaban y me sentía aceptada y valorada fue cuando empecé a sentirme algo mejor. El teatro me ayudó mucho, ya que el cuerpo se ponía en juego desde un lugar mas lúdico, menos rígido . Más tarde me encontré buscando una danza donde me sintiera a gusto, probé contemporáneo y no,  hasta que llegué al flamenco y sentí que era mi lugar. Si bien es muy técnico como todas las danzas, me resulta  super democrática en relación a la inclusión de los cuerpos y a las edades que lo pueden practicar. Hay algo del peso de los cuerpos, del volumen , que se reivindica en el flamenco que suma a la hora de la expresión y el movimiento, que no se intenta modificar o tapar, que se incluye y se agradece . Yo en el flamenco tuve mi revancha con la danza”.

¿En qué cambiaron las cosas desde los ‘ 90 hasta ahora?  Barby resalta que el feminismo fue clave para abrir las compuertas y hablar de estos temas.  “Hoy nosotras podemos pensar sobre nuestros cuerpos, cuidarlos, valorarlos, defenderlos y hasta hacer una obra de teatro referida a ello, gracias a un colectivo que sacudió una estructura violenta y opresiva. Pero la estructura no se cae de un dia para el otro y no alcanza con que algunos grupos aborden estas cuestiones. La sociedad toda tiene que hacerse cargo. Es importante sostener el debate y el accionar para que por fin , en un futuro, haya generaciones que ya no consideran que gordo es un defecto y flaco es un valor. Donde las infancias sean aceptadas en todas las actividades que les guste hacer, donde las mujeres no sientan que la sociedad las desprecia por sus arrugas o canas, donde el género no determine quién sos ni lo que podes hacer o no. La cuestión del respeto por los cuerpos va para largo y hay mucho terreno por ganar. Pero lo  que sale a la luz , no vuelve nunca mas a la oscuridad”.

El Crisol, Malabia 611, CABA

Sábados 20 hs, hasta el 31 de agosto

El David marrón

Un romance que prende su primera chispa durante  la observación-admiración de la estatua del David de Miguel Angel en un museo de la ciudad de Buenos Aires. Las miradas se cruzan, se sostienen, se enciende el deseo y se desata presuroso en el baño del museo. David, el marrón y Juan, el rubio, se acurrucan, se besan y dan inicio a una historia de dos, aunque alguien más tiene peso en esta trama. El David de mármol, tan perfecto como frío, observa desde la altura, desde esa superioridad que le otorga la belleza.

David, el marrón, se deslumbra con Juan, el rubio, abogado, a quien todo el mundo le sonríe porque cae bien. Juan también se fascina con él. ¿Qué refulge en el otro? ¿Qué motiva a cada uno cuando emerge la pasión? Esta historia permite tirar del hilo para desentrañar muchas otras caras de la misma moneda. El arte consagrado y su pátina racista. La belleza encorsetada, disciplinada, esculpida, y blanca, por supuesto. El chico blanco que ejerce sometimiento hacia el marrón y en eso radica su goce.

Teatro y cine: viajes a los seres humanos

El actor, director, productor y dramaturgo David Gudiño comenzó a escribir el texto de este unipersonal en 2019, haciendo pie en 2012, cuando estaba viviendo en otro país y no le creyeron que era argentino, le dijeron que parecía vietnamita o filipino.  “Durante años acumulé anécdotas, algunas más chotas, como que me pare la policía y me revise de arriba abajo en plena luz del día y otras más graciosas como que me pidan que les venda verduras cuando yo también estoy comprando”. En cuanto a la incorporación del David esculpido, cuenta que fue lo último que apareció. “Yo quería que fuera algo del orden de lo real. No me gustan los unipersonales que hablan para el afuera sin razón o hacen que hay alguien que no está. Cuando me di cuenta que mi madre me puso el mismo nombre que la escultura más conocida del mundo encontré a quien decirle todo esto que tenía para decir y sin razón echarle todas las culpas. El David de Miguel Ángel es una víctima perfecta”.

El David marrón es la séptima obra que escribió y estrenó este salteño que creció en Tierra del Fuego, autor también del monólogo Marrón y es integrante del colectivo antirracista Identidad Marrón. Su cortometraje Argentina no es blanca tuvo más de 20 millones de visualizaciones en redes sociales, donde muestra desde un costado humorísitico la cantidad de prejuicios que afronta en lo cotidiano una persona morocha. ¿Cómo surgió la idea del unipersonal El David marrón? “Me di cuenta que si seguía haciendo castings no iba a quedar y si quedaba iba a hacer de ladrón o de policía. Entonces me cansé. Sentarme a escribir fue una decisión sobre todo laboral. Necesitaba que ser actor más allá del sueño. Necesitaba poder trabajar de esto”.

 David trabaja con el humor. “No podría vivir conmigo mismo haciendo una obra que no busca aunque sea sacar una leve risa del espectador. Pueden no reírse, pero sí encaré la escritura desde la imagen colorida que abre sentido”. En esta obra también trabajó, junto a la directora Laura Fernández, sobre lo vulgar. “No me interesa hacer un marrón bueno espiritual y conectado como Pocahontas. Quería expandir el rol y vulgarizar al David de Miguel y profanar al museo como institución”. Laura  le propuso conectar con lxs espectadorxs. “En ese sentido la obra no es algo para observar cuál cuadro muerto, sino que estoy todo el tiempo mirando a los ojos de quienes observan, buscando que les está pasando y dejándome afectar. Llegamos al punto en que puedo hacer la obra mirando a los ojos continuamente a una persona sin irme y eso es un abismo hermoso”.

Dumont 4040, Santos Dumont 4040, CABA

Viernes 22 hs hasta el 30 de agosto

Cine

Oíd mortales

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Este jueves se estrena Belén, la película escrita, dirigida y protagonizada por Dolores Fonzi basada en una historia que resume los injustos procesos que padecimos para justificar la criminalización del aborto. Qué significa recordar hoy cómo obtuvimos ese derecho. Por Claudia Acuña.

¿Escuchan?

Es la voz de la época.

Ese es el tono que sintoniza Belén, la película de Dolores Fonzi y es suya en todos los sentidos: la escribió, la dirige, la actúa, la siente y se la apropia en cada escena, con esa mirada atenta a su entorno y ese gesto de alerta siempre, sin ninguna posibilidad de relajar, porque lo que suena a su alrededor es el tic tac de una bomba social a la que nadie ahí arriba le presta atención. La realidad no será ese lugar inmutable, ya no, pero en ese palacio de la justicia tucumana su personaje –abogada, madre, esposa, creyente– es el único con las orejas atentas. Y con eso alcanza y sobra para que durante una hora y cuarenta minutos Dolores Fonzi convierta en cine aquello que nos sacudió hace apenas unos años.

Arriesgo: Belén es el equivalente a Argentina, 1985, pero feminista y contemporánea. Nos pasó a nosotras cuando hicimos Historia, hace un rato nomás.

En la película Belén es Camila Plaate y su lucimiento es uno de los tantos méritos de Fonzi-directora. Lo es también el guion, que escribió junto a Laura Paredes, su socia también en esta ficción. Ambas cualidades se evidencian especialmente en el momento más conmovedor: nada menos que la escena que resuelve toda la historia a pura actuación. La dimensión de lo que representa Fonzi como actriz puede medirse al comparar las dos películas que dirigió: Blondi y Belén son dos personajes tan diferentes porque su versatilidad es extraordinaria.

Oíd mortales

Dolores Fonzi y Laura Paredes.

Belén, en la vida, es el nombre de fantasía que ideó la abogada Soledad Deza para poder difundir sin exponerla el caso de esa mujer condenada en 2014 por un aborto espontáneo, a la que acusaron sin pruebas, sufrió tres años de cárcel y logró ser liberada por un movimiento social que sacudió todo el país y más allá: la propia Dolores Fonzi escribió a mano en una hoja el reclamo “Libertad para Belén” y lo levantó en el escenario de los Premios Platino al cine iberoamericano cuando recibió, en 2016, el galardón a la mejor actuación por su protagónico en La patota. No sabía que así nacería la idea de esta película: en la platea estaba Leticia Cristi, una de las responsables de la productora K&Z, que se interesó por la historia. Cuenta Fonzi que en aquella ceremonia realizada en Punta del Este el actor Guillermo Francella le preguntó “¿quién es Belén?”. Dirá entonces: “Ahora se va a enterar”. También cuenta que cuando la Belén real vio su historia en la pantalla tuvieron que parar la proyección para que se recuperara de la congoja que le produjo. Finalmente, sonrió: el cine también cura heridas sociales.

Pero fundamentalmente Belén son los ojos de Fonzi: su modo de ver.

Mirar es un acto político, nos advirtió John Berger.

Es arte y es contexto.

Escuchemos a Berger:

 “Si el lenguaje de las imágenes se utilizase de manera distinta, éstas adquirirían, mediante su uso, una nueva clase de poder. Podríamos empezar a definir con más precisión nuestras experiencias en campos en los que las palabras son inadecuadas: la vista llega antes que el habla. Y no sólo experiencias personales, sino también la experiencia histórica esencial de nuestra relación con el pasado: es decir, la experiencia de buscarle un significado a nuestras vidas, de intentar comprender una historia de la que podemos convertirnos en agentes activos”.

Oíd mortales

Es exactamente eso lo que nos ponen por delante Dolores Fonzi y esta Belén: aquello que necesitamos. También nos muestra que la mirada llega antes que los oídos: se escucha aquello que se mira. Escuchar la época es saber dónde mirar.

¿Escuchan?

En tiempos en que nuestra mirada está esclavizada por las pequeñas pantallas el cine nos libera de la domesticación de la imaginación. Por eso para el autoritarismo es un enemigo y para crear otras formas de ser y estar juntas, juntos, es aliento, abrazo, incentivo.

¿Escuchan?

En tiempos en los que el poder es sordo y ensordece, Belén nos grita qué hacer.

¿Escuchan?

Somos nosotras cambiando el mundo.

Derrotando la injusticia, el odio, la desigualdad.

Belén nos muestra que lo hacemos con jeans ajustados, con anteojos del sol como vincha y con nuestras hijas formulando las preguntas que nunca nos atrevimos a hacer.

¿Escuchan?

No tenemos las respuestas en la boca, sino en los pies.

Oíd mortales
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Artes

Domingo de Pacha Urbana: festival para celebrar la música, la tierra y el futuro

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Música urbana, folklore, trap, chamamé, chacarera, caja, folkhop y cumbia conforman el universo musical del Festival Pacha Urbana que se desplegará en el espacio cultural de MU Trinchera Boutique de Riobamba 143 en el barrio de Congreso.

Será este domingo 14, de 16 a 20.

La banda anfitriona y mentora del ciclo es Big Mama Laboratorio, a cargo de Laura Zapata. Habrá feria, comida casera y ganas de pasar un domingo a pura música. Las entradas, por Alternativa teatral. https://panel.alternativateatral.com/obra97023-festival-pacha-urbana


La tarde arranca con Sound of tiferet, música para sanar el alma.

Le sigue Sebastián Espinosa, con fusión de música folclórica melódica.

Algoritmo proyecto 360° y sus sonidos chamánicos de creación espontánea.

Pfango y la trilogía, una mixtura psicodélica de hip hop, con psync pop y elementos ancestrales.

Uxia Hochtein, con trap chamamé,

Kndelah, con canto con caja y perreo y con mixtura de música urbana, cumbia y folklore.

Y el cierre de Big Mama Laboratorio.

Domingo de Pacha Urbana: festival para celebrar la música, la tierra y el futuro

Laura Zapata, de Big Mama Laboratorio.

Aquí el Manifiesto artístico del Festival Pacha Urbana:

“Nuestro poder, nuestro planeta”

Por un arte que honre la tierra, la libertad y la comunidad

Nosotrxs, artistas, gestorxs ,trabajadorxs y participantes del Festival Pacha Urbana nos unimos bajo estos principios inspirados en la sabiduría de la Pachamama, la fuerza de la libertad creativa y el compromiso con el respeto radical. Este manifiesto es un pacto ético para construir un espacio donde el arte sea una puerta, nunca un muro.

  1. Somos tierra que crea

(Desde la cosmovisión de la Pachamama)

-Honramos los orígenes. Reconocemos que todo arte nace de un territorio, de historias colectivas y manos anónimas. Invocamos la memoria de lxs ancestros en cada obra (De los pueblos originarios de Latinoamérica y del mundo, afrodescendientes, migrantes, maestrxs rurales).

Compromiso ecológico: No usamos materiales que dañen a la Madre Tierra. Priorizamos reciclaje, ferias sustentables y acciones de regeneración.

  • Libres pero no solos

(Libertad de expresión con responsabilidad) 

Crear sin censura. Defendemos el derecho a expresar disidencias, críticas y sueños en cualquier lenguaje artístico.

Límite claro. No toleramos discursos de de odio (racismo, machismo, xenofobia). La libertad termina donde comienza la dignidad del otrx. 

  • Respeto activo

(Más allá de la tolerancia: escucha y aprendizaje)

Horarios y espacios: Llegamos a tiempo, cuidamos los equipos prestados, no monopolizar escenarios , diálogo, no suponer cuestiones (dar la charla)

Crítica constructiva: Valoramos cada disciplina (un freesytyler aprende del folclore, ,un tejedor del graffiti). Desterramos la competencia tóxica. 

  • Inclusión con acciones

(No solo palabras, sino prácticas)

Cupos garantizados: 50% de lxs artistas invitados son de barrios populares comunidades originarias o migrantes.

Accesibilidad real: Obras con audiodescripción, intérpretes de LSA y espacios sin obstáculos físicos. 

Lenguaje inclusivo: Comunicados y presentaciones usan lenguaje no binario.

  • Ningún cuerpo es ajeno

(Cuerpos diversos, arte diverso)

No al estereotipo: Rechazamos estéticas únicas. Celebramos cuerpos gordos, envejecidos, con discapacidad, en toda su potencia expresiva.

Protocolo seguro: Espacios libres de acoso. Si alguien vulnera este principio, será retiradx del festival.

  • El arte es trabajo.

(Reconocimiento económico y simbólico)

No a la gratuidad: Todo artista reciba compensación (económica o en trueque justo)

Créditos visibles: Ningún nombre se borra. Lxs trabajadorxs técnicxs aparecen en la cartelera.

Artistas gestores y productores reciben su compensación por su doble rol

  • La fiesta es de todes

(Público como cómplice, no espectador pasivo)

Interacción sin invasión. El público participa con respeto 

Niñxs bienvenidxs: talleres especiales para que lxs más chicxs creen su propio manifiesto.

¿Por qué un manifiesto? 

En un mundo fragmentado, Pacha Urbana teje hilos visibles. Este texto no es decoración, es un compromiso vivo

Entradas por Alternativa Teatral

https://panel.alternativateatral.com/obra97023-festival-pacha-urbana
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Artes

Arranca la edición 8ª del Festival Llegás: entradas al 50% para bancar el teatro independiente

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Una vez más, el teatro está de fiesta. Desde hoy arranca una nueva edición del festival independiente Llegás que reúne a más de 35 obras con entradas a mitad de precio. El objetivo es claro: “Sostener lazos en el tiempo que enriquecen nuestra cultura, creando un espacio inclusivo que celebre la diversidad de voces y estilos, fomentando el diálogo y promoviendo la creatividad”. La apertura de hoy tiene doble actividad: a las 17 hs función de Evitácora, de Ana Alvarado y a las 18, el festejo. Ambas transcurrirán en La Factoría: Fragata Presidente Sarmiento 1251, CABA.

La revista Llegás ya lleva 21 años dando cuenta en su versión papel y también la web de lo mejor del teatro de producción independiente. Como frutilla del postre, desde hace 8 años realizan este festival. Su director, Ricardo Tamburrano, asegura a lavaca: “Cada año revista Llegás renueva su compromiso con el teatro. Este año es bastante más complejo el panorama teatral del país. No podemos dejar de hacerlo en este contexto”.  Se sabe: el ámbito de la cultura atraviesa un momento delicado por falta de políticas para el sector y el Instituto Nacional del Teatro estuvo a punto de desaparecer con el aval del decreto presidencial 345.

El 21 de agosto pasado el Senado votó su derogación, lo cual representa una gran victoria para  la comunidad teatral. El desafío ahora es revertir el proceso de desmantelamiento que comenzó en el mes de mayo luego de que comenzara a regir el decreto.

Por eso, llega el Festival. Ricardo afirma que es una forma de darle fuerza e impulso a toda la escena en este contexto. Y hace propio el concepto: «Al contexto lo hacemos nosotros – dice-. Ponernos a pensar y hacer. Hacer pensando. Caemos rendidos a realizar el Festival. Por nuestra forma de producirlo, que tiene un objetivo fundamental que es la realización en comunidad entre los elencos y las salas: para que el público sea el protagonista y tenga variedad en las posibilidades de ir a ver teatro, a mitad de precio». La revista es un medio de comunicación, el festival produce un evento, también es una forma de comunicar que el teatro existe, tiene vida propia”.

Con una programación de lujo, la 8ª edición del Festival Llegás irá del 31 de agosto al 12 de septiembre en diferentes salas teatrales y con valores más accesibles que nunca. Ricardo: “En estos momentos, nos parece fundamental hacer el festival: el marco es festivo, queremos generar estímulo en la gente. Hay mucha gente que trabaja haciendo teatro, que su vida pasa por ahí, que pasa muchas horas dedicadas a hacer teatro. En ese sentido, creemos que el festival cobra más potencia en el hacer y genera contagio dentro de nuestra comunidad, que está ávida de estas movidas dentro de tanta lucha. La lucha es mano a mano para revertir esta situacion de un gobierno que no deja de atacar”.

¿Y vos?

¿A qué obra vas a ir?

Mirá la toda la programación del Festival en www. festival-llegas.com.ar

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