Sigamos en contacto

Nota

Travesti, una teoría lo suficientemente buena

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Compartimos aquí el prólogo de Susy Shock al libro de Martene Wayar, editado por la cooperativa Muchas Nueces. 

¿De qué paciencia de araña tejedora está hecha la Wayar? Esa que va hilvanando teoría en un mundo de absolutos fracasos, ¡todos los fracasos!, en el medio de la fiesta de los egos, los ninguneos, las ausencias, el desabrazo, el Estado del no derecho, la engañosa creencia en los pisos de ciudadanía y dignidad. Conseguidos para nuestra comunidad trans travesti, son la dádiva, la buena intención de la hegemonía de repartir y dar inclusión, y no el resultado de la férrea disputa cultural, de una idea trava, trans latinoamericana que se puso en discusión, de pie, mientras se conseguían leyes y se bajaban edictos. Todo es muy confuso para quienes mientras tanto, y todavía, no dejamos de morir a ese joven promedio de vida, evitable, para quienes seguimos teniendo en la prostitución el único camino viable de subsistencia una vez que la expulsión del hogar heterosexual nos hace una comunidad creciendo en la calle, ¡de niñas! y en la pobreza, mientras seguimos agrandando fatalmente la lista de travesticidios como corolario de nuestras vidas.
¿De qué madera está hecha la Wayar? Esa capaz de juntarse en tríadas históricas, primero con Lohana Berkins y Nadia Echazú, y luego con La misma Lohana y Diana Sacayán, para hacer y dar vuelta la historia de este Sur del mundo, esta historia que, de tan reciente, nos es propia y palpable, como todo lo pendiente. ¿O se creen que acá se acaban los sueños?
Pero la Wayar propone, aunque quede incómoda, y se exige salir de las miserias obvias y las miserias propias también, para pensar en alto, de acá a doscientos años. Por ejemplo, en el medio de la batalla por la aprobación de la ley de cupo trans, esa casi panacea, esa balsa de salvación. Una teoría lo suficientemente buena que levantamos como bandera las propias y los ajenísimos, en el medio de un gobierno de derechas y ya sin tríada que sostenga, la Wayar pregunta, a contramano del resto: “¿Qué es trabajar?”. Porque si no discutimos eso también, vamos a querer seguir pretendiendo entrar a ser parte de ese fracaso, sin derecho a discutir todos los modos en que será esa inclusión, sobre todo al ver que las propuestas que tienen para nuestra comunidad son sólo la administración de nuestras angustias y necesidades. Dentro de las lógicas de ese capitalismo (que pareciera que ya esa hegemonía no se discute más), nosotras, al querer ser parte, agarramos lo que nos den, porque nos falta todo, y dejamos de pretendernos sujetas enormes de un saber para merecernos ser tenidas en cuenta, no sólo como fuerza laboral o de consumo, sino como constructoras, hacedoras irreverentes, diseñadoras sólidas, de otro mundo mejor, más justo, más equitativo, más digno. Porque esa también es y deberá ser la osadía trava trans: no suponer que porque estemos en el fondo de todos los tachos, en el fondo de todas las repartijas, en el fondo de todas las agendas, no podemos exigirlo y merecerlo todo.
Por eso, ¿de qué sueño está hecha la Wayar? Quizá de esa lanza de la que nos armamos cada vez que nos inventamos, nos reinventamos “primer objeto de arte a crear que somos”, al decir de ella misma. Para no olvidar todo lo que no queremos ser, cuando decidimos todo lo que sí seríamos, ese acto fundante y todavía revolucionario del propio hacerse, traicionando hegemonías y sus mandatos, aunque después todo se ponga en contra, y en esa batallas quedemos y nos perdamos miles, a eso hay que recurrir, una y otra vez , para que no nos coman todos los cuentos de ese fracaso binario, que tiene hasta los rinconcitos armados para que entremos cómodamente y evitar que les pongamos en duda, en jaque, en crisis, todos sus paradigmas y todos sus privilegios.
Por eso, la teoría trans trava latinoamericana se dispone pensarse y pensar, discutirse y discutir, a través de ella y desde el propio tiempo también, ya que hoy sabemos, desde todas nuestras autonomías, que el tiempo es también nuestra fortaleza. Somos fatal y poderosamente dueñas de eso. Y eso se defiende enormemente. Este libro será por fin una de las compensaciones que estamos mereciendo, el pensamiento crítico de esta trava sudaca, que viene rumiando con demasiado de ese tiempo, señales e inquietudes, más allá de lo que nos acostumbra la media académica, la media feminista, la media callejera, la media clase de todas las escuelas…
Por último, afirmo que sí, sé que existe una poética, de la que está bien hecha la Wayar, y es la propia crianza abrazada, esa niñita amada, que sigue repartiendo poesía, porque no se la birlaron del todo, la viene incubando en medio de todas las furias, en medio de todos los dolores y resentimientos y en medio de todas las enormes batallas.

Nota

Proyecto Litio: un ojo de la cara (video)

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

En un video de 3,50 minutos filmado en Jujuy habla Joel Paredes, a quien las fuerzas de seguridad le arrancaron un ojo de un balazo mientras se manifestaba con miles de jujeños, en 2023. Aquella represión traza un hilo conductor entre la reforma (in) constitucional de Jujuy votada a espaldas del pueblo en 2023, y lo que pasó un año después a nivel nacional con la aprobación de la Ley Bases y la instauración del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).

Pero Joel habla de otras cuestiones: su pasión por la música como sostén. El ensayo artístico que no se concretó aquella vez. Lo que le pasa cada día al mirarse al espejo. La búsqueda de derechos por los hijos, y por quienes están siendo raleados de las tierras. Y la idea de seguir adelante, explicada en pocas palabas: “El miedo para mí no existe”.

Proyecto Litio es una plataforma (litio.lavaca.org) que incluye un teaser de 22 minutos, un documental de casi una hora de duración que amplía el registro sobre las comunidades de la cuenca de las Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, una de las siete maravillas naturales de Argentina, que a la par es zona de sequía y uno de los mayores reservorios de litio del mundo. 

Además hay piezas audiovisuales como la que presentamos aquí. La semana pasada fue Proyecto Litio: el paisaje territorial, animal y humano cuando el agua empieza a desaparecer.

Esos eslabones se enfocan en la vida en las comunidades, la economía, la represión y la escasez del agua en la zona.

Litio está compuesto también por las noticias, crónicas y reportajes que venimos realizando desde lavaca.org y que reunimos en esta plataforma.

Un proyecto del que podés formar parte, apoyando y compartiendo.

El video de 3,50 minutos

Seguir leyendo

Nota

Orgullo

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Texto de Claudia Acuña. Fotos de Juan Valeiro.

Es cortita y tiene el pelo petiso, al ras en la sien. La bandera se la anudó al cuello, le cubre la espalda y le sobra como para ir barriendo la vereda, salvo cuando el viento la agita. Se bajó del tren Sarmiento, ahí en Once. Viene desde Moreno, sola. Un hombre le grita algo y eso provoca que me ponga a caminar a su lado. Vamos juntas, le digo, pero se tiene que sacar los auriculares de las orejas para escucharme. Entiendo entonces que la cumbia fue lo que la protegió en todo el trayecto, que no fue fácil. Hace once años que trabaja en una fábrica de zapatillas. Este mes le suspendieron un día de producción, así que ahora es de lunes a jueves, de 6 de la mañana a cuatro de la tarde. Tiene suerte, dirá, de mantener ese empleo porque en su barrio todos cartonean y hasta la basura sufre la pobreza. Por suerte, también, juega al fútbol y eso le da la fuerza de encarar cada semana con torneos, encuentros y desafíos. Ella es buena jugando y buena organizando, así que se mantiene activa. La pelota la salvó de la tristeza, dirá, y con esa palabra define todo lo que la rodea en el cotidiano: chicos sin futuro, mujeres violentadas, persianas cerradas, madres agotadas, hombres quebrados. Ella, que se define lesbiana, tuvo un amor del cual abrazarse cuando comenzó a oscurecerse su barrio, pero la dejó hace apenas unas semanas. Tampoco ese trayecto fue fácil. Lloró mucho, dirá, porque los prejuicios lastiman y destrozan lazos. Hoy sus hermanas la animaron a que venga al centro, a alegrarse. Se calzó la bandera, la del arco iris, y con esa armadura más la cumbia, se atrevió a buscar lo difícil: la sonrisa.

Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Al llegar al Congreso se pierde entre una multitud que vende bebidas, banderas, tangas, choripán, fernet, imanes, aros, lo que sea. Entre los puestos y las lonas que cubren el asfalto en tres filas por toda Avenida de Mayo hasta la Plaza, pasea otra multitud, mucho más escasa que la de otros años, pero igualmente colorida, montada y maquillada. El gobierno de las selfies domina la fiesta mientras del escenario se anuncian los hashtag de la jornada. Hay micros convertidos en carrozas a fuerza de globos y música estridente. Y hay jóvenes muy jóvenes que, como la chica de Moreno, buscan sonreír sin miedo.

Eso es Orgullo.

Orgullo

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Sobre diagonal norte, casi rozando la esquina de Florida, desde el camión se agita un pañuelazo blanco, en honor a las Madres, con Taty Almeyda como abanderada. Frente a la embajada de Israel un grupo agita banderas palestinas mientras en las remeras negras proclaman “Nuestro orgullo no banca genocidios”. Son quizá las únicas manifestaciones políticas explícitas, a excepción de la foto de Cristina que decora banderas que se ofrecen por mil pesos y tampoco se compran, como todo lo mucho que se ofrece: se ve que no hay un mango, dirá la vendedora, resignada. Lo escaso, entonces, es lo que sobra porque falta.

Y no es Orgullo.

Orgullo

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Orgullo

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Seguir leyendo

Nota

Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

(Escuchá el podcast completo: 7 minutos) Coca Cola, Nestlé, Danone & afines nos hacen confiar en ellas como confiaríamos en nuestra abuela, nos cuenta Soledad Barruti. autora de los  libros Malcomidos y Mala leche. En esta edición del podcast de lavaca, Soledad nos lleva a un paseíto por el infierno de cómo se produce, la cuestión de la comida de verdad, y la gran pregunta: ¿quiénes son los que realmente nos alimentan?

El podcast completo:

Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

Con Sergio Ciancaglini y la edición de Mariano Randazzo.

Seguir leyendo

Lo más leido

Anticopyright lavaca. Todas nuestras notas pueden ser reproducidas libremente. Agradecemos la mención de la fuente. ©2025 Agencia lavaca.org. Riobamba 143, Ciudad Autónoma de Buenos Aires - Argentina - Editor responsable: Cooperativa de Trabajo Lavaca ltda. Número de propiedad intelectual: 50682265 - [email protected] | Tel.: +54 9 11 2632-0383

Vistas el día de hoy: 44.975