CABA
Qué es tener pelotas
China Pereiro, futbolista. Es la inspiradora de Pibas con Pelotas, organización que defiende los derechos de las que juegan al fútbol, pero que además propone una ley de equidad y fútbol femenino en las escuelas. Las escapadas en los recreos para poder jugar, y la complicidad con la abuela que la llevaba a entrenar. Los pactos de silencio futboleros para encubrir el machismo.

Florencia China Pereiro es exjugadora de Boca, hoy coordina Futsal femenino y masculino en Sportivo Barracas y es una de las impulsoras de Pibas con Pelotas, un flamante y singular colectivo que describe así: “Somos jugadoras, exjugadoras, entrenadoras, exentrenadoras, y todas las pibas que hemos vivido situaciones de machismo en el fútbol, de desigualdad, y que hoy siguen pasando. Queremos que el fútbol termine de ser profesional realmente. Que haya protocolo ante situaciones de abuso que suceden mucho y las chicas tienen mucho miedo de contar”.
De las jugadoras sin cobertura médica y los contratos selectivos a la importancia de un censo para construir una voz colectiva. “Muchas compañeras desaparecieron del fútbol por denunciar situaciones en AFA. Y las pibas no existen más: se volvieron a sus provincias, o dejaron de jugar. Es una locura. Y los entrenadores que fueron denunciados siguen en actividad: los sacan de un club pero van a otro, como rotando, cuando la que deja de jugar es la piba. Por eso tenemos que juntarnos todas”.
¿Quiénes son y qué quieren las Pibas con Pelotas?
¡Queremos un montón de cosas! Somos jugadoras, exjugadoras, entrenadoras, exentrenadoras, todas las pibas que hemos vivido situaciones de machismo y desigualdad en el fútbol, que hoy en día siguen pasando. Queremos que se modifiquen estas cosas. Vamos a pelear por situaciones que corresponden como tener obra social, que el fútbol de 11 termine de ser profesional realmente, un protocolo ante situaciones de abuso que suceden mucho y que las chicas tienen mucho miedo de contar.
Hoy hablamos mucho de la profesionalización del fútbol, pero la realidad es que está en un estado de semiprofesionalización.
Es una semiprofesionalización, más allá de lo económico. Hay muchas cuestiones atrás de la profesionalización que mucha gente por ahí no sabe, o está muy desinformada, como la cobertura médica: una piba se lesiona en un club, sea o no profesional, y no tiene cobertura. El club desaparece, se lava las manos, la piba no tiene cómo resolverlo y somos las pibas las que terminamos por ahí juntando plata para pagarle una operación. Esas cosas tienen que cambiar.
Incluso en los clubes más grandes las jugadoras siguen sin tener contrato.
Hay tres clubes en los que todas las jugadoras tienen contrato, y el resto son solamente ocho, que son las que bajaron: por eso también lo llamamos semiprofesionalización. Hay que modificar la obra social, los abusos. Cuando las pibas no tienen espacio para entrenar, no podemos hablar de fútbol profesional, cuando terminás entrenando en un estacionamiento, o no tienen materiales, o teniendo un partido a las 3 de la tarde: no podés estudiar.
Vos jugaste Futsal en Boca.
Jugué Futsal 8 años en Boca.
¿Cómo fue esa experiencia?
Es un club grande, todo el mundo lo sabe. No teníamos lugar para entrenar, usábamos la ropa de los varones, no teníamos materiales, terminábamos de jugar un partido oficial de AFA a las 12 de la noche de un domingo, y al otro día laburábamos la mayoría de nosotras. Intentamos desde adentro modificar la situación: no se pudo. Dejamos la actividad en el 2014, habiendo salido campeonas, habiendo jugando la Libertadores. Y digo esto para dejar claro que no era por una cuestión de resultados. Fue una experiencia linda en lo deportivo, pero no en todo lo demás.
Sin las condiciones apropiadas para desarrollar la actividad.
Ninguna. A veces cuento la situación de la ropa, que parece una tontería, y la gente me dice: “Ay, por algo estético querés tener la ropa chica”. No, es una cuestión de comodidad: es imposible jugar con un pantalón o remera XL. Además es una situación de denigrarte: “Tomá, mirá, los pibes dejaron de usar esta ropa porque tienen ropa nueva. Usá la ropa de los varones”. Cuando todos sabemos que no le cuesta nada a Boca tener diez remeras de talle S.
Parecería ridídiculo tener que aclararlo.
Ridículo. Pero pasa mucho esto de: “Te quejás de la ropa”. No: me quejo de la ropa, del espacio, de un montón de situaciones para que tengamos como tienen los pibes. Ellos tenían una cancha de parqué, ropa corta, médico, espacios, todo lo que necesita tener un deportista.
¿Vos dónde estás hoy?
Estoy en Barracas. Coordino Futsal femenino y masculino.
¿Se saben qué cantidad de pibas juegan a nivel nacional?
La idea de Pibas con Pelotas también es hacer un censo, para saber cuántas pibas jugamos al fútbol en general. Lo que queremos lograr es juntar todas las disciplinas: futbol playa, Futsal, cancha de 11, porque nos pasa mucho que siempre que salimos a hacer reclamos, o a pelear por los derechos que nos corresponden, salimos solas, y la realidad es que las necesidades más importantes, más allá de algunas diferencias por disciplina, son las mismas. Para mí es muy fuerte salir a generar este colectivo, porque queremos salir a denunciar los abusos que hoy las pibas tienen miedo de denunciar y no están respaldadas ni por sus propias compañeras. No es lo mismo que seamos 20 de Futsal por un lado y 20 de cancha 11 por el otro a que seamos todas las disciplinas juntas, que sabemos que pasan estas cosas en todos lados. Y muchas veces son las mismas pibas que en cancha de 11 juegan Futsal y tienen que vivir estas situaciones horribles, que no saben ni a dónde acercarse a pedir ayuda ni cómo actuar ante estas situaciones. Incluso los profesionales también que están a cargo de las pibas, los educadores, no saben cómo accionar. No hay un protocolo. Ni adentro de los clubes ni en la AFA. De hecho nosotras como Pibas con Pelotas firmamos un acuerdo de carta de compromiso con el Ministerio Público Tutelar para que ellos provean de un protocolo de actuación ante situaciones de abuso. Es un avance que nunca hemos tenido en el fútbol femenino.
¿Dentro de la AFA hay comisiones de fútbol femenino?
Hay comisiones en cada disciplina.
¿Cómo funciona?
Raro. La verdad es que la decisión siempre la termina tomando la cabeza de la AFA. Yo trabajé en la comisión de Futsal femenino en la AFA, duré dos meses, y cuando a veces desde adentro uno intenta cambiar las cosas te das cuenta que es imposible porque no tomás decisiones, te quedás y bancás la cara en algo que no estás decidiendo, o te vas. Es difícil querer modificar cosas dentro de la AFA, pero no imposible. Funciona como una pantalla. Las chicas que trabajan adentro intentan, pero no se les da espacio como para tomar decisiones.
¿Qué busca la ley de equidad en el deporte?
La equidad en el deporte en general, no sólo en el fútbol femenino. Incluye un montón de cosas. Estamos lejísimos de los salarios que cobra un jugador de primera división en esta semiprofesionalización. El mínimo de las chicas es de 22 mil pesos. La ley incluye cobertura médica, salarios igualitarios, que haya en la currícula escolar fútbol femenino, que es clave: hoy una nena va a la escuela y no juega al fútbol. Es lo que me pasaba a mí hace 20 años y hoy sigue pasando lo mismo: yo me tenía que escapar en los recreos y jugar con los varones y era el Cachito, el marimacho, porque no había espacio para que nosotras juguemos. Además de generar una educación en igualdad, va a hacer que haya más chicas que jueguen al fútbol.
Además alimentaría a las inferiores.
Totalmente. Hoy no hay inferiores. Muy pocos clubes tienen reserva en cancha de 11. Futsal tiene tres categorías, pero las nenas se acercan a jugar a los 13 o 14 años, entonces es imposible trabajar la motricidad. Lógico que alguien que arranque a los 5 va a tener diferencia con alguien que arranque a los 13. De hecho, en mi caso, jugué en Italia y jugué con chicas que eran unas bestias. Eran 8 brasileras que la rompían toda y me decían: “China, yo juego al fútbol desde los 5 años”. Yo me acerqué a los 12 años por insistirle a mi familia que me lleven a jugar al fútbol. No había espacios para jugar. Además, todo esto va a abrir la cabeza en muchos lados. Y los padres van a entender que es un deporte y lo puede practicar cualquiera, como cualquier otro deporte. Pero la escuela es un espacio muy importante, porque es la que educa, además de los clubes.
A escondidas con la abuela
Empezaste a jugar a los 12, ¿pero cómo se te despertó el entusiasmo?
Venía de una familia recontra futbolera. Mi papá jugó en River, mi abuelo era presidente de Almagro. Escaparme era imposible. Jugaban en el club de barrio, éramos cinco hermanos, yo estaba todo el tiempo con los varones jugando al fútbol. Jugué para el equipo de mis hermanos haciéndome pasar por varón porque no nos dejaban jugar en ese momento a las nenas. No podía haber una nena en el equipo. Mi abuela me llevó a probarme a Huracán. Eran todas pibas de 19 y 20 años. Mi papá me dijo: “Vos no jugás acá. Imposible”. Yo tenía 12, era más chiquita, mi papá machista no me dejaba jugar, pero mi abuela me llevaba a escondidas a entrenar a Huracán. La mamá de mi papá, encima: una genia. Cuando él se dio cuenta no me dejó jugar más. Y ya de más grande, cuando empecé a tomar decisiones sola, me pasé a jugar Futsal. ¿Por qué? El fútbol 11 entrena a las 2 o 3 de la tarde: ¿cómo vas estudiar, cómo trabajás? En lugar de incentivar, eso hizo que muchas chicas dejaran el colegio. La semiprofesionalización es eso también: “Bueno, listo, tomen: tienen ocho contratos, no jodan más”. Y no: hay un montón de cosas atrás de eso. Entonces empecé a jugar Futsal porque entrenaba de noche: me permitía terminar el colegio, empezar a estudiar, ir a trabajar, que para mí es algo clave que las pibas entiendan. Porque, por lo menos ahora, no vamos a vivir del fútbol femenino, que es lo que todas soñamos. Hace una semana agarré a unas nenas del club y les pregunté cuál era su sueño. Todas sueñan con ser futbolistas. Hay que incentivar que sigan estudiando, porque nosotras no es que dejamos de jugar y tenemos millones en el banco. Somos las que pagábamos para poder jugar. Ojalá que cuando crezcan puedan vivir de esto. Y Pibas Con Pelotas es eso: generar espacios para que esas chiquitas sigan soñando. Y hay mucha desinformación también: gente me saluda diciendo que soy profesional. Y no: Futsal no es profesional, aunque sea una actividad que esté en AFA. Y son sólo ocho nada más las jugadoras que tienen los contratos profesionales, y eso también genera una situación horrible entre las propias compañeras: ¿quién elige a esas ocho? ¿Cuál es el criterio de selección? ¿Las eligen los dirigentes? ¿Los entrenadores porque se llevan bien con esas ocho? ¿Y las otras? Porque en un plantel las jugadoras son once.
¿Se ha acercado a alguien de la política a Pibas con Pelotas?
Todavía no. Lo único que para mí era importante era acercamos al Ministerio para acercar la carta de compromiso por la cuestión de abuso que están viviendo ahora menores. Porque para mí es el tema principal: esta gente está todavía en actividad, y está trabajando con niñes, y es de público conocimiento en el fútbol, pero los dirigentes bancan al entrenador, sabiendo estas cosas. Y lo primero que hicimos desde Pibas con Pelotas fue acercarnos para generar este protocolo y, de a poquito, vamos a ir avanzando para llegar a alguien y lograr más situaciones.
Y que se rompa el pacto de silencio.
Totalmente. Y además generan miedo todo el tiempo con las jugadoras. Conozco un montón de pibas que dejaron de jugar. Desaparecieron del fútbol por denunciar situaciones en AFA. Y no existen más: se volvieron a sus provincias, o dejaron de jugar al futbol. Es una locura. Pero los entrenadores que fueron denunciados siguen en actividad: los sacan de un club pero van a otro, como rotando, pero siguen renaciendo en otro lado. La que deja de jugar es la piba. Por eso tenemos que juntarnos todas, para respaldar a las compañeras. Y que los clubes apoyen esto. ¿Cómo puede ser que un entrenador esté respaldado por un dirigente cuando hay pruebas de lo que hizo?
Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
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