Sigamos en contacto

CABA

Otra microonda

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Cooperativa de trabajo Renacer. Una fábrica emblemática que resume la historia económica de las últimas décadas fue recuperada por trabajadores que desafiaron todos los pronósticos. Una trama que incluye piquetes a 14 grados bajo cero, mujeres de hierro y jueces conmovidos.

Otra microondaLa historia resumida en un puñado de fechas y eslóganes:
Años 60: Encendedor Magiclick, 104 años de garantía, sin pila, sin cable, sin piedra.
Años 70: Televisor Grundig, caro, pero el mejor.
Años 80: Ahorra Grande, Aurora Grundig: “Gran Jefe” (un indio de smoking) publicitaba el plan de ahorro para los Lavaurora y otros electrodomésticos prometiendo “usted cumplir, usted ganar” .
Años 90: Fábrica en quiebra, menemismo explícito. “Síganme que no los voy a defraudar”. Gran Jefe se sacó el smoking y las plumas, llamó a la policía, empezaron los despidos y la represión generalizados en Tierra del Fuego, durante la cual asesinaron a un obrero, Víctor Choque.
2001: Trabajadoras y trabajadores ocupan la fábrica, con pulso firme y hachazos precisos. Hacen piquetes a 14º bajo cero, toman la Gobernación y la Legislatura, doblegan a la burocracia de la Unión Obrera Metalúrgica local, se plantan ante los jueces, se desesperan por trabajar. Por lo tanto se los considera: zurdos, usurpadores con olor a goma quemada, violentos e impresentables.
2010: la ex Aurora Grundig está en manos de la cooperativa de trabajadores sin patrón, horizontal, que fabrica microondas con su propia marca, y para New San (Atma, Noblex y Philco), y también para la cadena Garbarino, financiados por el Banco Santander Río. Tras años de conflictos y movilizaciones, fabrican además lavarropas y hacen partes de lcd para Sanyo, entre otras. “Ahora nos ponen la silla y nos invitan con un cafecito”, cuentan en la fábrica.
De excluidos y desocupados, mutaron a sobrevivientes que ganaron “una lágrima” durante años, pero ahora calculan que podrán repartir para cada uno 4.000 pesos mensuales e igualitarios, por un trabajo que, según decisión en asamblea, es de 6 horas diarias. Aumentarán casi en un 40 por ciento el número de trabajadores, con la incorporación de jóvenes familiares de los obreros, empezando por los hijos de quienes fallecieron en estos años de batallas bajo cero.
La cooperativa se llama Renacer.
Genios de las finanzas
Mónica Acosta hace las presentaciones: “Éste es nuestro horno de microondas, con marca propia. Estamos muy contentos. Ya le vendimos a Garbarino (cadena de venta de electrodomésticos), además de los que estamos fabricando con marca de ellos. Ahora estoy en la parte de planificación de la producción para este año”. Mónica podría pasar por experta en management, pero en realidad es una cordobesa que utilizó, junto a sus compañeros, una inventiva de náufrago y una tenacidad metalmecánica, para una lucha que empezó en el siglo pasado, hace 14 años. Estuvo en la Comisión de Lucha, presidió la Cooperativa, y ahora dio paso a la rotación que llevó a ese cargo a su compañera Bernardita Ojeda.
La primera versión del libro Sin Patrón terminaba su descripción de la fábrica (en 2004) con esta oración: “El tiempo, y quién sabe qué luchas, dirán si ‘renacer’ es un bello concepto que en este caso sólo resulta una metáfora malograda, o si se trata de un proyecto capaz de ponerse a la altura de su propio nombre”.
Hoy, con el resultado puesto, se ratifica que éstas no son causas perdidas. “Andamos de festejo en festejo, porque ya tenemos la expropiación paga, los títulos de la fábrica y contratos que nos permiten funcionar” argumenta Mónica, aunque para llegar a estas sonrisas hubo que deshidratar esfuerzos que –en su momento– cualquier experto o cualquier vecino hubiera dado por destinados al fracaso.
La planta cerró en 1996, víctima de la convertibilidad, la importación irracional y la astucia de los empresarios (la familia Tarasiuk) que generaron una quiebra calificada desde siempre como fraudulenta por los trabajadores. Los Tarasiuk huyeron con lo suyo a paisajes menos gélidos. La uom local organizó Renacer Sociedad Anónima con el apoyo del gobierno provincial que puso 1.800.000 pesos. Los trabajadores confiaron en el gremio, pero los que quedaron a cargo de la empresa se hicieron mutantes, con discursos y acciones cada vez más patronales. Los obreros ganaban 500 pesos, los jerarcas se autoasignaron 5.000, empezando por el titular de la uom provincial, Marcelo Sosa, que se había elegido democráticamente a sí mismo para conducir Renacer s.a. Al poco tiempo Renacer ya tenía 700.000 dólares de deudas. Creativamente, los gremialistas propusieron que cada trabajador tomase un crédito personal por 5.000 dólares para salvar la fuente de trabajo. Eso igualaba las cosas: los que ganaban 5.000 y los que ganaban 500, pagaban la misma cuota por el préstamo. En el cuerpo de delegados había 13 en línea con la uom y dos desobedientes, una de las cuales era Mónica Acosta. Para evitar fricciones, expulsaron a Mónica del gremio. En la fábrica la quitaron de la línea de producción y la instalaron en un altillo a ensamblar botoneras. “Fue peor porque la gente se enojó y me venían a ver solidarizándose conmigo”. Todavía no tenía 30 años, ya se había mostrado como una dirigente con actitudes un tanto inoxidables. La uom S.A suspendió a 70 trabajadores, y otra mujer de Renacer, Margarita Monla, salió a denunciar por televisión los despidos y el manejo irregular de fondos nacionales que llegaban y se evaporaban misteriosamente.
También la despidieron, con un argumento maravilloso: estaba afectando la imagen de la empresa. Sus compañeros fueron a reclamar con y por ella al gremio. Encontraron a Mónica, que estaba siendo expulsada del sindicato. “Pero Mónica no estaba peleando por lo de ella, sino por lo mío. Eso nos unificó a todos”. Volvieron a Renacer, y ocuparon el directorio. Los patrones-gremialistas reincorporaron a Margarita. Con el aval del gobernador Carlos Manfredotti, la empresa se había endeudado en 20 millones de pesos-dólares. Los gremialistas como Sosa renunciaron, pero pasaron a ser empleados del gobierno. En la fábrica entendieron lo ocurrido: el endeudamiento de Renacer había ido a parar a la campaña electoral oficialista. Usted cumplir, usted ganar.
El cabello de los legisladores
En marzo de 2001 se cerró la fábrica por tres meses, según lo anunciado. Los trabajadores instalaron una carpa en la puerta. Cumplidos los tres meses, se juntaron todos alrededor de la carpa a las 4 de la mañana, a decidir juntos. “O hacíamos la burocrática, presentaciones y demás, esperando un milagro, o íbamos por la obrera y entrábamos a la fábrica directamente”, recapitula Mónica. Muchos sentían pánico ante tal posibilidad, frente a los guardianes privados que había dentro de la planta, y por la velocidad a la que llegarían las fuerzas policiales a reprimir. Frente al miedo y al frío conviene moverse. Se miraron. Fue un chispazo, un magi click. Tomaron la decisión, y tomaron un hacha. Uno de los obreros se hizo cargo. Lo siguió una mayoría de mujeres. Precisión de leñador. Cuando llegaron los policías, se encontraron la puerta en perfecto estado, con cerradura nueva, y los obreros del lado de adentro.
Mónica militaba en la Corriente Clasista y Combativa: “Pero nunca dejamos que la fábrica fuera algo de un partido o corriente política. Esto es de los trabajadores que lo integramos”. Calcularon qué apoyos podían tener. El saldo parecía un informe climático: gobierno, bajo cero; gremio, granizada y escarcha; justicia, alerta meteorológica; medios de comunicación, ola polar.
Los trabajadores lograron desafiar los peores pronósticos con sus movilizaciones. Cortaron por ejemplo la Ruta 3 a 14° bajo cero. En otro momento tomaron el Banco Nación. Y ocuparon la propia Gobernación. “Sabíamos que nos podían dar como a gato en bolsa” dice Mónica, “pero no éramos obtusos, tratábamos de encontrar una solución y el diálogo. Teníamos apoyo de cta y del Movimiento de Fábricas Recuperadas. Si no, nos hubieran barrido”.
En 2003 percibieron que los legisladores eran reacios a aprobar la ley de expropiación. Uno les confesó: “Esto va contra la propiedad privada. Nos van a cocinar a todos”. Las mujeres y hombres de Renacer decidieron ocupar la Legislatura. Margarita: “Si no votaban, la ventaja era que los tenía a todos juntos para arrancarles los pelos”. Los legisladores terminaron mejorando el proyecto. Fue otro día inolvidable, con obreros y familiares celebrando la votación: 12 a favor, 3 abstenciones. Néstor Kirchner firmó la Ley de Promoción Industrial en favor de Renacer, delante del líder de la ccc Juan Carlos Alderete. Mónica luego denunció al gobierno nacional por no haber cumplido nunca la promesa de un préstamo de 900.000 pesos, como capital de inicio. Por eso la fábrica, pese a celebraciones y autógrafos, seguía parada.
Los trabajadores empezaron a armar 700 lavarropas con insumos que había en la planta y buena dosis de artesanía. Con eso compraron material para producir algo más. Se fue Carlos Manfredotti, y en 2003 subió Jorge Colazo (radical K) con Hugo Cóccaro (peronista).
En 2004 la Secretaría de Cultura de la Nación envió a la Orquesta Sinfónica Nacional a Ushuaia, a la reinauguración de la fábrica. Dirigidos por Pedro Ignacio Calderón, 107 maestros abrigaron a más de 5.000 personas que empezaban a comprender que los trabajadores siempre habían tenido razón. Los impresentables, ahora celebrados con la suite Scherezade (Rimski-Korsakov), algo de Strauss, El Barbero de Sevilla de Rossini. Después de la desindustrialización menemista, una fábrica reabierta era como la música clásica. “Fue maravilloso. Metí la pata cuando propuse que tocaran el Himno. Resulta que la orquesta no lo había ensayado, ni tenían la partitura. Terminamos cantándolo todos a capella”, cuenta Mónica.
La pelea por Renacer tampoco tenía partitura, y los trabajadores seguían haciendo todo a capella: “La quiebra seguía abierta, el gobierno no ponía los fondos ya acordados como base para seguir adelante, que eran 2 millones y medio de pesos”. El gobernador y el vice se declararon la guerra. “Los dos decían que iban a apoyarnos, pero Colazo se dio vuelta apenas asumió. Entraron en crisis. Entre ellos se decían asesino, falopero, borracho, ladrón”, recuerda Mónica. En efecto, el señor Colazo denunció al vicegobernador por intento de asesinato. Había sido un furioso menemista, delarruista y el kirchnerismo lo recuerda como uno de sus más obsecuentes exponentes. Terminó destituido. “Pensamos: es la nuestra. Subió Cóccaro, y dijo: no muchachos, esto es inviable, que pim, que pam que pum”. Tantos recovecos tiene esta historia, que Mónica usa esa expresión para resumirla a límites comprensibles.
El plan oficial confluía con la idea de una Ushuaia turística, desplazando las industrias a Río Grande. Definición inolvidable sobre los actuales modelos económicos: “En la otra planta de Aurora, que nosotros proponíamos para armar un gran proyecto educativo provincial, el gobierno y los empresarios querían poner un casino”. De todos modos la provincia terminó pagando la base de la quiebra que la justicia exigía para seguir adelante con cualquier tramitación.
Televisores y fallos a favor
En diciembre de 2007, un nuevo juez, Eduardo Malde, falló por la expropiación con acuerdo de los acreedores. El juez Malde valoró los esfuerzos del Estado provincial (“una rareza” dice el fallo, ya que en otros casos se deja dormir el tema sin pagar hasta provocar una “expropiación inversa”). Pero valoró aun más la actitud de los trabajadores: “Cuando los administradores claudicaron, cuando arrendatarios privados la usaron y luego la abandonaron, cuando la economía nacional no fomentó debidamente la producción y se estrelló subsumiendo a esta Nación en la más profunda e intensa crisis social, económica, crediticia, asistencial –agregaría moral- y cuando ni siquiera la propia justicia supo dar una respuesta rápida y adecuada prolongándose los procesos liquidatorios hasta lo insufrible, los trabajadores se procuraron un camino de esfuerzo y trabajo sosteniendo lo que hoy constituye en esa provincia la única planta de producción importante, y resguardando esos bienes con un significado social de la propiedad”.
Traducción: frente al fracaso empresario, estatal y judicial, los trabajadores fueron los que remontaron el desastre.
Simultáneamente Fabiana Ríos, que había acompañado en buena parte las luchas de Renacer, ganó la gobernación. “Siempre decía que a ella no le íbamos a hacer piquetes porque iba a cumplir. Su primer acto de gobierno fue saldar lo que quedaba de la quiebra. Somos independientes y no tenemos miedo a marcar diferencias, pero también somos agradecidos por lo que hizo. Una cosa no quita la otra”.
La marca de la fertilidad
En Renacer consideran que están en tiempos de festejo. En junio les entregaron los títulos de la fábrica. Hicieron un acuerdo con New San para fabricar 800 microondas por día. A través de un subsidio de Desarrollo Social, pudieron realizar la primera producción propia de microondas marca Renacer: 2.400. El empujón sirvió para la recompra de material, así como los créditos a los que ahora pueden acceder al haberse liberado las trabas judiciales.
Alguna vez fueron 700 trabajadores en la planta. Hoy la cooperativa tiene 86 integrantes: el resto se desgajó a lo largo de los años, buscando horizontes menos conflictivos. “A veces no se entiende lo que significa esto en términos de sacrificios personales y hasta familiares” dice Mónica, que es de las que se separó y tuvo que acceder, como otros miembros de Renacer, a viviendas sociales prefabricadas que montaron frente a la fábrica para instalarse luego de sus respectivos terremotos familiares. Vino la fertilidad: “Formé nueva pareja con un compañero de la fábrica, y tuvimos dos hijos, de 4 y 2 años”. También llegó la fertilidad a Renacer: están por incorporar a 30 jóvenes incluyendo a los hijos de los trabajadores que fallecieron a lo largo de estos años.
Mónica cree que estos años le cambiaron varias nociones: “Lo que finalmente entendí es para qué hacés todo esto. No es por lo ideológico solamente. Lo más importante es la práctica. ¿Para qué luchás? Para estar cada día mejor, y que eso no sea para uno solo, sino para el conjunto. Antes éramos los impresentables por decir estas cosas. Ahora ya saben que no estamos locos”.

CABA

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.

Por María del Carmen Varela

Fotos Lina Etchesuri para lavaca

Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.

Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.

Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.

Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.

El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.

Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.

Continuará.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Seguir leyendo

CABA

La vida de dos mujeres en la Isla de la Paternal, entre la memoria y la lucha: una obra imperdible

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Una obra única que recorre el barrio de Paternal a través de postas de memoria, de lucha y en actual riesgo: del Albergue Warnes que soñó Eva Perón, quedó inconcluso y luego se utilizó como centro clandestino de detención; al Siluetazo de los 80´, los restoranes notables, los murales de Maradona y el orfanato Garrigós, del cual las protagonistas son parte. Vanesa Weinberg y Laura Nevole nos llevan de la mano por un mapa que nos hace ver el territorio cotidiano en perspectiva y con arte. Una obra que integra la programación de Paraíso Club.

María del Carmen Varela

Las vías del tren San Martín, la avenida Warnes y las bodegas, el Instituto Garrigós y el cementerio de La Chacarita delimitan una pequeña geografía urbana conocida como La Isla de la Paternal. En este lugar de casas bajas, fábricas activas, otras cerradas o devenidas en sitios culturales sucede un hecho teatral que integra a Casa Gómez —espacio dedicado al arte—con las calles del barrio en una pintoresca caminata: Atlas de un mundo imaginado, obra integrante de la programación de Paraíso Club, que ofrece un estreno cada mes.

Sus protagonistas son Ana y Emilia (Vanesa Weinberg y Laura Nevole) y sus versiones con menos edad son interpretadas por Camila Blander y Valentina Werenkraut. Las hermanas crecieron en este rincón de la ciudad; Ana permaneció allí y Emilia salió al mundo con entusiasmo por conocer otras islas más lejanas. Cuenta el programa de mano que ambas “siempre se sintieron atraídas por esos puntos desperdigados por los mapas, que no se sabe si son manchas o islas”.

La historia

A fines de los ´90, Emilia partió de esta isla sin agua alrededor para conocer otras islas: algunas paradisíacas y calurosas, otras frías y remotas. En su intercambio epistolar, iremos conociendo las aventuras de Emilia en tierras no tan firmes…

Ana responde con las anécdotas de su cotidiano y el relato involucra mucho más que la narrativa puramente barrial.  Se entrecruzan la propia historia, la del barrio, la del país. En la esquina de Baunes y Paz Soldán se encuentra su “barco”, anclado en plena isla, la casa familiar donde se criaron, en la que cada hermana tomó su decisión. Una, la de quedarse, otra la de marcharse: “Quien vive en una isla desea irse y también tiene miedo de salir”.

A dos cuadras de la casa, vemos el predio donde estaba el Albergue Warnes, un edificio de diez pisos que nunca terminó de construirse, para el que Eva Perón había soñado un destino de hospítal de niñxs y cuya enorme estructura inconclusa fue hogar de cientos de familias durante décadas, hasta su demolición en marzo de 1991. Quien escribe, creció en La Isla de La Paternal y vio caer la mole de cemento durante la implosión para la que se utilizó media tonelada de explosivos. Una enorme nube de polvo hizo que el aire se volviera irrespirable por un tiempo considerable para las miles de personas que contemplábamos el monumental estallido.

Emilia recuerda que el Warnes había sido utilizado como lugar de detención y tortura y menciona el Siluetazo, la acción artística iniciada en septiembre de 1983, poco tiempo antes de que finalizara la dictadura y Raúl Alfonsín asumiera la presidencia, que consistía en pintar siluetas de tamaño natural para visibilizar los cuerpos ausentes. El Albergue Warnes formó parte de esa intervención artística exhibida en su fachada. La caminata se detiene en la placita que parece una mini-isla de tamaño irregular, sobre la avenida Warnes frente a las bodegas. La placita a la que mi madre me llevaba casi a diario durante mi infancia, sin sospechar del horror que sucedía a pocos metros.

El siguiente lugar donde recala el grupo de caminantes en una tarde de sábado soleado es el Instituto Crescencia Boado de Garrigós, en Paz Soldán al 5200, que alojaba a niñas huérfanas o con situaciones familiares problemáticas. Las hermanas Ana y Emilia recuerdan a una interna de la que se habían hecho amigas a través de las rejas. “El Garrigós”, como se lo llama en el barrio, fue mucho más que un asilo para niñas. Para muchas, fue su refugio, su hogar. En una nota periodística del portal ANRed —impresa y exhibida en Casa Gómez en el marco de esta obra— las hermanas Sosa, Mónica y Aída, cuentan el rol que el “Garri” tuvo en sus vidas. Vivían con su madre y hermanos en situación de calle hasta que alguien les pasó la información del Consejo de Minoridad y de allí fueron trasladas hasta La Paternal.  Aída: “Pasar de la calle a un lugar limpio, abrigado, con comida todos  los días era impensable. Por un lado, el dolor de haber sido separadas de nuestra madre, pero al mismo tiempo la felicidad de estar en un lugar donde nos sentimos protegidas desde el primer momento”. Mónica afirma: “Somos hijas del Estado” .

De ser un instituto de minoridad, el Garrigós pasó a ser un espacio de promoción de derechos para las infancias dependiente de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Argentina (SENAF), pero en marzo de este año comenzó su desmantelamiento. Hubo trabajadorxs despedidxs y se sospecha que, dado el resurgimiento inmobiliario del barrio, el predio podría ser vendido al mejor postor.

El grupo continúa la caminata por un espacio libre de edificios. Pasa por la Asociación Vecinal Círculo La Paternal, donde Ana toma clases de salsa.

En la esquina de Bielsa (ex Morlote) y Paz Soldán está la farmacia donde trabajaba Ana. Las persianas bajas y los estantes despojados dan cuenta de que ahí ya no se venden remedios ni se toma la presión. Ana cuenta que post 2001 el local dejó de abrir, ya que la crisis económica provocó que varios locales de la zona se vieran obligados a cerrar sus puertas.

La Paternal, en especial La Isla, se convirtió en refugio de artistas, con una movida cultural y gastronómica creciente. Dejó de ser una zona barrial gris, barata y mal iluminada y desde hace unos años cotiza en alza en el mercado de compra-venta de inmuebles. Hay más color en el barrio, las paredes lucen murales con el rostro de Diego, siempre vistiendo la camiseta roja del Club Argentinos Juniors . Hay locales que mutaron, una pequeña fábrica ahora es cervecería, la carnicería se transformó en  el restaurante de pastas Tita la Vedette, y la que era la casa que alquilaba la familia de mi compañera de escuela primaria Nancy allá por los ´80, ahora es la renovada y coqueta Casa Gómez, desde donde parte la caminata y a donde volveremos después de escuchar los relatos de Ana y Emilia. 

Allí veremos cuatro edificios dibujados en tinta celeste, enmarcados y colgados sobre la pared. El Garrigós, la farmacia, el albergue Warnes y el MN Santa Inés, una antigua panadería que cerró al morir su dueño y que una década más tarde fuera alquilada y reacondicionada por la cheff Jazmín Marturet. El ahora restaurante fue reciente ganador de una estrella Michelín y agota las reservas cada fin de semana.

Lxs caminantes volvemos al lugar del que partimos y las hermanas Ana y Emilia nos dicen adiós.

Y así, quienes durante una hora caminamos juntxs, nos dispersamos, abadonamos La Isla y partimos hacia otras tierras, otros puntos geográficos donde también, como Ana y Emilia, tengamos la posibilidad de reconstruir nuestros propios mapas de vida.

Atlas de un mundo imaginado

Sábados 9 y 16 de agosto, domingos 10 y 17 de agosto. Domingo 14 de septiembre y sábado 20 de septiembre

Casa Gómez, Yeruá 4962, CABA.

Seguir leyendo

Actualidad

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Se concretó este martes la marcha de personas con discapacidad y familiares, frente a quienes el gobierno hizo más de lo mismo: envió Policía y Gendarmería a amedrentarlos y amenazarlos, pese a que no estaban siquiera rompiendo el protocolo. Los gendarmes y policías tuvieron así la notable actitud de empujar y agredir a manifestantes con discapacidad que estaban reclamando pacíficamente por la motosierra aplicada a sus tratamientos, lo cual rompe toda frontera de la palabra «vulnerable».

Compartimos aquí la crónica realizada por el diario autogestivo Tiempo Argentino al respecto, reflejo de lo que está ocurriendo en el país.

Por Tiempo Argentino

Fotos: Antonio Becerra.

En protesta por el veto presidencial a la Ley de Emergencia, organizaciones de personas con discapacidad concentraron frente al Congreso, rodeado por policías y gendarmes. El reclamo se multiplicó en distintos puntos del país.

“Vallaron todo, nos rodearon de una manera exagerada. No es una movilización agresiva, nunca lo fue. No era necesaria tanta policía, tanta militarización”, criticaba Fernanda Abalde mientras emprendía la retirada de la masiva concentración frente al Congreso contra el veto de Javier Milei a la Ley de Emergencia en Discapacidad. Coordinadora de un centro de profesionales en neurodesarrollo y hermana de una persona con discapacidad a quien le recortaron las pensiones, sufre en carne propia el ajuste y el maltrato sobre el sector, que afecta tanto a prestadores como familias.

“Hay mucho maltrato del sistema a las familias, no es un sistema accesible. No solo en lo económico, es agresivo. Este año fue terrible. Hasta junio no estaban autorizados tratamientos presentados en noviembre del año pasado, por ejemplo. Siempre hubo un golpe a la discapacidad, pero este año fue muy atípico, recortaron muchos tratamientos, demoraron las autorizaciones, se planchó el nomenclador”, enumeró Abalde, coordinadora de Pulsar NeuroSocial y miembro del colectivo de Prestadores en Unidad CABA y GBA. “Es un sector con mucha demanda y se lo está desmantelando. Hay muchas familias que no pueden costear sus tratamientos”, lamentó en diálogo con Tiempo.

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Represión como respuesta

La protesta había comenzado 11.30. Pasado el mediodía la concentración ya era masiva y comenzó el operativo represivo, con un número desproporcionado de efectivos de Policía Federal y Gendarmería que empujaban incluso a grupos de manifestantes entre los que había personas en silla de ruedas que gritaban contra el veto y solo portaban carteles por los derechos de las personas con discapacidad.

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

La Ley de Emergencia en Discapacidad busca revertir un panorama que por estos días es desolador. Según un informe reciente de la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (REDI), la pensión por invalidez laboral está congelada en $217.000 y una maestra de integración en la escuela común cobra solo $3.000 la hora, con una demora de 180 días. Todo esto, mientras se recortaron pensiones por discapacidad y la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) proyecta recortar otros cientos de miles. Se trata de pensiones de 270 mil pesos, más un bono que lleva el total a poco más de 300 mil.

“Uno va pidiendo ayuda en la familia, se hace lo que se puede. Pero esperemos que este hombre recapacite”, pidió ante las cámaras Olga, una jubilada que marchó ante el Congreso, dirigiéndose a Milei. “Hay remedios que tuve que suspender. Hay muchas cosas que tienen que cambiar en la casa para poder subsistir. Para poder seguir adelante por mi hija”, dijo a C5N.

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Un reclamo federal

La masiva protesta frente al Congreso se replicó también en distintos puntos del país. “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”, había anunciado la Asamblea De Trabajadores de Inclusión (ATI) al convocar para este martes a una Jornada Federal por la Ley de Emergencia en Discapacidad.

Córdoba fue escenario de las protestas más concurridas. Desde la Plaza San Martín de Córdoba Capital, Virginia Els –presidenta de la Cámara de Prestadores de Discapacidad de Córdoba (Capredis)- destacó el gran número de familias que se sumó a reclamar, junto a prestadores, transportistas y profesionales. “El veto incrementó el reclamo. Ahora estamos intentando alzar la voz para que los diputados escuchen el reclamo y vuelvan a votar la ley con los dos tercios necesarios para que se sostenga. Fue algo multitudinario, con mucha más participación de familias que antes, resaltó.

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Los motivos de protesta son varios, pero todos tienen que ver con frenar el maltrato y el ajuste sobre el sector, ante una política cruel que afecta a todos los actores del circuito. “Reclamamos que se actualicen los aranceles, que se contemplen otros criterios para las auditorías. El tema de las prestaciones está en una etapa crítica: las instituciones están cerrando”, advirtió.

El embate contra el sector es tal que está generando un nivel de unidad inédito: “En Córdoba, prestadores, instituciones, profesionales independientes, familias, personas con discapacidad, estamos todos muy unidos. Estamos todos trabajando a la par. Es algo que nunca había sucedido. Nos unió el espanto”, resumió Els.

Franco Muscio, terapista ocupacional al frente de un centro de día en la zona de Sierras Chicas, se acercó a la capital provincial para participar de la protesta. “El servicio es cada vez más precario, una situación alarmante y angustiante y un Estado nacional que no da respuesta. Este año es imposible sostener las prestaciones. Cada vez hay más recortes. No sé cómo vamos a seguir. Las familias son las más perjudicadas”, sentenció ante las cámaras. “Sin espacios como los nuestros, se pierde calidad de vida. Hace diez años que estoy en esto. Nunca había pasado algo así”.

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”
Seguir leyendo

Lo más leido

Anticopyright lavaca. Todas nuestras notas pueden ser reproducidas libremente. Agradecemos la mención de la fuente. ©2025 Agencia lavaca.org. Riobamba 143, Ciudad Autónoma de Buenos Aires - Argentina - Editor responsable: Cooperativa de Trabajo Lavaca ltda. Número de propiedad intelectual: 50682265 - [email protected] | Tel.: +54 9 11 2632-0383

Vistas el día de hoy: 37.044