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Día de la injusticia: la inacción de la Suprema Corte bonaerense permitió que los femicidas de Lucía Pérez puedan quedar libres

El silencio de la Suprema Corte de Justicia bonaerense sobre la realización de un nuevo juicio por el femicidio de Lucía Pérez favoreció las condiciones para que Juan Pablo Offidani, uno de los acusados por el crimen, pidiera el beneficio de la prisión domiciliaria que, de concretarse, se cumpliría a 40 cuadras de la casa de la familia de la joven de 16 años. La decisión ahora está a cargo del juez Juan Sebastián Galarreta, magistrado sobre el que pesa un pedido de juicio político desde 2016 por conceder la libertad condicional a un hombre condenado por abuso sexual que luego violó a otra chica en Mar del Plata. Marta Montero, mamá de Lucía, en diálogo con lavaca: “Lo que estamos viendo es la perversión de la justicia”. La Campaña Nacional Somos Lucía movilizará mañana hasta los Tribunales de Mar del Plata. Qué está en juego.

La inacción de la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires, que no se pronunció sobre la realización o no de un nuevo juicio por el femicidio de Lucía Pérez, permitió que los femicidas puedan quedar libres.
Es que sin fecha de un nuevo proceso uno de ellos, Juan Pablo Offidani, pidió la prisión domiciliaria que ahora está siendo evaluada por el juez de ejecución penal marplatense, Juan Sebastián Galarreta, magistrado que ha recibido pedido de juicio político en 2016, por conceder la libertad condicional a un hombre condenado por abuso sexual que luego violó a otra chica en Playa Los Lobos, en Mar del Plata.
En caso de darle el beneficio, Offidani iría a un centro de recuperación que está a cuarenta cuadras de la casa de la familia Lucía Pérez. “Para cualquier cosa que vaya al centro paso por ahí”, grafica Marta Montero, su mamá, en diálogo con lavaca, quien también se pregunta qué garantías hay de que se quede ahí y no se fugue.
“Esta gente es perversa. Son favores que se deben. Lo que estamos viendo es la perversión de la justicia. Piden solo la libertad de Offidani porque les interesa el pez gordo. Es una cuestión de poder”, analiza Marta mientras planean junto a la Campaña Nacional Somos Lucía una marcha para mañana a los tribunales de la ciudad costera.
Después de eso la familia de Lucía va a viajar a La Plata, donde está la Corte Suprema Bonaerense que se mantiene en silencio garantizando las condiciones para la impunidad. “No nos vamos a ir de ahí hasta que se resuelva”.
La trama
Matías Farías y Juan Pablo Offidani están detenidos desde que en el juicio oral fueron condenados a ocho años de prisión y una multa de 135 mil pesos por el delito de “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización agravado por ser en perjuicio de menores de edad y en inmediaciones de un establecimiento educativo”.
En ese juicio los jueces Pablo Viñas, Facundo Gómez Urso y Aldo Carnevale del Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Mar del Plata, no condenaron ni a Farias ni a Offidani por el femicidio y abuso de Lucía. Tampoco condenaron a Alejandro Maciel –que murió el año pasado de cáncer- por encubrimiento.
Así el femicidio de Lucía Pérez, que en ese momento era una niña de 16 años, quedó impune con argumentos absolutamente misóginos.
La familia apeló. Y en agosto del año pasado la Sala IV de la Cámara de Casación de la Provincia de Buenos Aires resolvió anular el fallo. Pidió que se haga un nuevo juicio por el femicidio y confirmó la condena por la venta de drogas. Aunque el texto decía “proceder a la realización de un nuevo juicio con la premura que el caso amerita” todavía no hay nueva fecha.
Los acusados presentaron una queja ante la Corte Suprema bonaerense por el fallo de Casación. “Ellos presentan una queja donde dicen que no se los puede juzgar por el mismo delito dos veces. Pero acá el femicidio de Lucía no se juzgó: acá lo único que se juzgo es la venta de drogas”, explicó Marta a lavaca luego de enterarse de la presentación.
La Corte Suprema Bonaerense todavía no se pronunció aun cuando los 80 días hábiles que tenían para hacerlo vencieron el último 29 de abril.
No se pronunció aunque la familia presentó un escrito pidiendo que lo haga.
No se pronunció aunque el Ministerio de la Mujer, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la Provincia de Buenos Aires presentó el mismo 29 de abril otro escrito pidiendo también el pronunciamiento.
No se pronunció aunque la Comisión Bicameral de Normas de Procedimiento para el Enjuiciamiento de Magistrados y Funcionarios, confirmó el juicio político por mal desempeño a los jueces marplatenses que garantizaron la impunidad.
No se pronunció en ninguna de las dos posibilidades que tiene: ratificar la anulación del juicio -en ese caso los acusados podrían apelar y que pase a la Corte Suprema de Nación- o ratificar el fallo misógino y que sea la familia quien apele.
“Es una maraña judicial tan grande que hacen lo que quieren, pero todos juntos: la Corte bonaerense, los jueces de Mar del Plata, todos ¿Porque no resuelven? Esto es urgente”, se pregunta Guillermo Pérez, papá de Lucía.
El silenció de la Corte Suprema Bonaerense favoreció las condiciones para que la causa quede atrapada en el limbo de la burocracia judicial. Juan Pablo Offidani, al no tener nueva fecha de juicio por el asesinato de Lucía, pidió el beneficio de la prisión domiciliaria por la condena de tenencia de droga con intención de venta, y quien debe resolver ahora es el juez de ejecución Juan Sebastián Galarreta, del Juzgado de Ejecución Penal N°2 de Mar del Plata.
Así la Corte Suprema Bonaerense deja todo para que por la grieta de la burocracia procesal se escapen los femicidas.
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Adiós a Claudia Rodríguez: la Trans andina que propuso politizar el amor

Referente del movimiento trans latinoamericano, activista, poeta, escritora y tanto más, escribió sobre su infancia, la militancia trans, la vida sexual y se autoproclamó Miss Sida en 2007. Claudia Falleció este 29 de Noviembre. Su pelea incluyó al pueblo mapuche, la educación pública, los sin techo, y planteó siempre una filosa crítica al neoliberalismo, que quita posibilidades de vida y las transforma solo en posibilidad de consumo. En uno de sus viajes a la Argentina compartió con la revista MU sus ideas sobre el orgasmo, el feminismo sin resentimiento, la creación, y por qué hay que politizar el amor. Un modo de homenajearla, de recordarla, y a la vez de volver a estar en contacto con un pensamiento y una acción que dejan una sensible huella cultural, artística y política.
Por María del Carmen Varela
Foto: Lina Etchesuri
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38º Encuentro Plurinacional: el regreso

Por Claudia Acuña
Fotos Line Bankel
A las doce de la noche parte el micro que nos trae de regreso a Buenos Aires con el grupo de mujeres que lucen imborrables sonrisas y cachetes decorados con purpurina. La noche es para soñar y la mañana para compartir la transmisión de la asamblea que decide en qué ciudad se realizará el próximo encuentro: Córdoba.
Con el festejo llega la ceremonia que preparó la Comisión de Mística.
Estamos todas sentadas en el piso superior del micro mientras una voz encantadora nos cuenta el cuento La cabeza en la bolsa, mientras recorre el angosto pasillo mostrando las ilustraciones que dan vida a esta historia que escribió Marjorie Pouchet: la de una chica rabiosamente tímida que siempre sale a la calle con una bolsa en la cabeza, hasta que un día, regado por sus lágrimas, crece allí un jardín. ¿Qué hará entonces con esa timidez y con esas flores?
Consultar a una amiga.
Algunas compartirán en voz alta lo que ese cuento les resuena; otras sus lágrimas.
Luego, las organizadoras de la colecta para el viaje nos darán dos regalos. Cada una recibirá así una de las serigrafías creadas por el grupo de arte Vivas Nos Queremos y un pedido: que sean expuestas en lugares colectivos. El otro regalo está guardado en un sobre hecho a mano con papel reciclado. Contiene stickers, calcomanías y un papel amarillo donde nos piden que escribamos un deseo que acompañe a nuestras amigas de viaje hasta el próximo Encuentro. Una cajita de cartón recoge los mensajes y de allí cada una extraerá el suyo.
El mío:
“Seguí tus sueños, abrazá tu intuición, aferrate a tus compañeras: todo es posible”. Llegamos.

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38° Encuentro Plurinacional: Qué momento

El 38° Encuentro Plurinacional de Mujeres, Travestis, Trans, Lesbianas, Intersex y No Binaries terminó este domingo con una movilización de 20 cuadras por la costanera correntina. Más de 90 mil personas participaron de estas jornadas que se vivieron una vez más como un hecho histórico y más aún ante el contexto libertario: «Qué momento/ qué momento/ a pesar de todo, les hicimos el Encuentro». Voces de distintas generaciones, desde las que fueron por primera vez a las más experimentadas, que participaron de talleres y de conversaciones para pensar y hacer otro feminismo para enfrentar al fascismo. Las canciones, las estrategias, y las opciones para el año que viene: ¿Córdoba o CABA?
Por Claudia Acuña. Fotos de Line Bankel para lavaca.org
Enviadas especiales a Corrientes.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
¿Cuánto son veinte cuadras de feminismo? ¿Y si esas veinte cuadras corresponden a la costanera correntina? ¿Y si se mueven durante dos horas gritando “señor, señora, no sea indiferente, nos robaron a Loan en la cara de la gente”?
A las siete y pocos minutos, la marcha de cierre del 38º Encuentro Plurinacional de Mujeres, Travestis, Trans, Lesbianas, Intersex y No Binaries partió de un parque con color emblemático: Poncho Verde. Apenas dos cuadras después ya hacía llorar a una señora asomada a la ventana y agitar los brazos a su vecina, tres pisos más arriba, mientras una tercera se atrevía a aplaudir. La multitud se detuvo para saludarlas y, con ese abrazo a distancia, la marcha se sintió bendecida.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
Los cálculos aritméticos dictan que se agotaron todas las plazas de alojamiento en Corrientes Capital, que la demanda desbordó hacia ciudades vecinas como Resistencia y Paso de los Libres, y que eso significa que al menos 70 mil personas llegaron a este Encuentro. Las cuentas por espacio ocupado en el asfalto correntino elevan esa cifra a 90 mil. Cualquiera haya sido la cantidad, lo que sin duda representa en este contexto lo sintetiza una palabra: demasiado. Ese fue el sentimiento que aderezó desde la apertura hasta este final, que hizo llorar a las organizadoras y cantar una y otra vez el hit de este Encuentro: “Qué momento/ qué momento/ a pesar de todo/ les hicimos el Encuentro”.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
Mientras un grupo de chicas de San Luis se pinta la bandera palestina en los cachetes, me cuentan que participaron del taller de antiimperialismo y de otro sobre el trabajo sexual. Dicen con seguridad que el desafío ahora es poder transmitirles a las “más jóvenes” por qué vale la pena organizarse y pelear por mantener derechos que costaron tanto conseguir y seguir batallando por otros que todavía están pendientes. “Las jóvenes tienen que ser el futuro del feminismo y es nuestra tarea que así sea”.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
La que habla se llama Lucía y tiene apenas 22 años. Sus amigas completan: para ellas fue el primero, pero no será el único. No les llamó la atención que existiera cierta tensión entre los aparatos políticos –“lo vemos siempre”– y hasta consideran que “está bien que se debata con pasión sobre temas importantes, como la reforma laboral, porque lo importante es hablar”, aunque sin duda sería mejor que también las escuchen.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
Otro grupo de chicas tucumanas –primerizas también– dirá que les interesó el taller de educación y que aprendieron mucho escuchando a mujeres de todas las edades intercambiando experiencias y opiniones. “No es habitual que podamos conversar con diferentes generaciones y todas en un plano de igualdad: no había quien se presentara como si supiera más o fuera más importante”. Otra dirá que rescató que los talleres no cerraran con conclusiones o recetas sobre lo que hay que hacer. Eran personas compartiendo preguntas y eso es lo que se llevan. Les pregunto cuáles, como ejemplo. Dirá otra: “En el taller de violencia digital alguien planteó que se nota que los varones fascistas están muy activos en las redes y sin duda organizados. Entonces se preguntó: pero ¿dónde están nuestros varones? ¿Por qué ellos consideran que si nos atacan a las mujeres no es su problema? Otra chica planteó su duda: ¿tenemos que hablarles a los varones fachos? Y si así fuera, ¿qué tendríamos que decirles? Nos dejó pensando”.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
Durante el recorrido de esta marcha alegre y sin sobresaltos se cruzaron algunas amenazas que llevaron a la práctica y la resolución al paso de algunas respuestas a estas preguntas. Dos opciones:
Opción No te Tenemos Miedo: cantarles “tiemblan los machistas/ América Latina va a ser toda feminista”.
Opción Defendemos lo Irrefutable: gritar “¿Dónde está Loan?”.
La inteligencia es colectiva.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
Mañana habrá que resolver también colectivamente la tensión interna que se encarna en la elección de la próxima sede del Encuentro: CABA o Córdoba. Hay quienes temen que en CABA monopolice el tema la prisión y proscripción de Cristina Kirchner. Otras plantean que es hora de un Cordobazo feminista. Ambas cantaron hoy sus preferencias (“que sea en CABA”, gritaban las Mumalá correntinas; “paso a paso se viene otro Cordobazo”, agitaban las cordobesas), pero la marea entera coincidía en lo importante: el poder de estar juntas sigue intacto.
La pregunta que dejó a todas pensando es qué hacer con eso.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org


Fotos: Line Bankel/lavaca.org

Fotos: Line Bankel/lavaca.org

Fotos: Line Bankel/lavaca.org

Fotos: Line Bankel/lavaca.org

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