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Agrotóxicos en la salud, en los algodones y en las escuelas

A aula llena en el Hospital Garrahan tuvo lugar este jueves una charla sobre “Agrotóxicos y Salud”, organizada por la enfermera Meche Méndez y la junta interna de ATE, en la que participaron el doctor en Química Damián Marino de la Universidad de La Plata y dos maestras de escuelas rurales y fumigadas de San Antonio de Areco y Entre Ríos.

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A aula llena en el Hospital Garrahan tuvo lugar este jueves una charla sobre “Agrotóxicos y Salud”, organizada por la enfermera Meche Méndez y la junta interna de ATE, en la que participaron el doctor en Química Damián Marino de la Universidad de La Plata y dos maestras de escuelas rurales y fumigadas de San Antonio de Areco y Entre Ríos.

Agrotóxicos en la salud, en los algodones y en las escuelas
Meche Méndez, que trabaja en el área de cuidados paliativos de chicos con cáncer (ver la nota La salud no calla), comenzó contando cómo se está tejiendo una red de médicos, investigadores y afectados que comparten información y saberes para establecer la conexión entre los agroquímicos y los perjuicios a la salud y el medioambiente. Un ejemplo, el químico Marino acercó esta semana una carta con el sello de la Universidad de La Plata en la que la institución se pone a disposición del Hospital Garrahan para analizar la presencia de plaguicidas en los pacientes. También, el Espacio Multidisciplinario de Interacción Socioambiental (EMISA) que comanda Marino tomó las muestras de la escuela rural n° 11 de San Antonio de Areco, encontrando la presencia de 7 plaguicidas; y en la reunión de hoy prometió hacer lo propio en la Escuela Rural N°44 de Colonia Santa Anita, Entre Ríos, acechada por el mismo problema.

No es sólo un problema de campo

Tras esta muestra de trabajo conjunto Marino se paró al frente a contar los hallazgos del año intenso del EMISA:

  • El análisis sobre frutas y verduras del Mercado Central de La Plata según el cual se halló presencia de plaguicidas en 8 de cada 10 cultivos, y en más de un 40% por encima de los niveles (o no) establecidos (Nota “Con qué se come”: www.lavaca.org/mu/mu-90-garketing/)
  • Su más reciente trabajo, presentado en el 3° Congreso Nacional de Pueblos Fumigados que se realizó la semana pasada en la Universidad de Buenos Aires, en el que encontraron glifosato en algodón, gasas, toallitas y tampones. Aquí se consignan los detalles de ese trabajo:
    Agrotóxicos en la salud, en los algodones y en las escuelas
    Agrotóxicos en la salud, en los algodones y en las escuelas
    Marino explicó que los trabajos del EMISA están destinados a mostrar cómo la contaminación por agrotóxicos “no es sólo un problema de campo” y también que “el plaguicida se mueve”. Tanto en alimentos como en artículos de higiene y salud, las investigaciones del equipo demuestran cómo los plaguicidas impactan en la cotidianeidad, técnicamente avalados por su capacidad de persistencia y volatilización.
    Por último, el doctor Marino mostró uno de los trabajos más recientes de lo que después se discutiría en la sala: el de profesionales de la Universidad de Río Cuarto – Delia Aiassa, Fernando Mañas, entre otros- que evalúa el nivel de daño genético en niños expuestos a plaguicidas en la provincia de Córdoba (el informe, en éste link). Las conclusiones:

  • Se encontró diferencia significativa entre los expuestos a menos de quinientos metros con respecto al grupo de niños no expuestos.
  • El 40% de los individuos expuestos sufren algún tipo de afección persistente, que se podría asociar a la exposición crónica a plaguicidas.
    Una de las frases finales del informe remata: “La salud de una sociedad puede ser juzgada por la salud de sus niños”.

    Escuelas rurales y fumigadas

    Así llegó el turno de hablar de esos niños, a través de dos de sus maestras. La primera en narrar su caso fue Ana Zabaloy, directora y maestra de la Escuela Rural n° 11 de San Antonio de Areco.
    Ana tiene a su cargo 14 chicos de la zona, que queda a 20 kilómetros del casco urbano. “Estamos rodeados de campo sembrado, y cambio sembrado es campo fumigado”, dijo. Acompañó sus palabras con un Power Point en el que mostró fotos de la escuela y sus alrededores, marcados por el monocultivo: “Este es el paisaje primaveral”, bromeó, en referencia a la falta de diversidad de colores en el paisaje.
    En Areco existe una ordenanza que prohíbe fumigar a menos de 100 metros de las zonas pobladas, a avisar con 48 horas de anticipación y a presentar la “receta agronómica” con la que se fumigará. “No se cumple nada de esto”, aseguró Ana, demostrándolo con fotos: en una de ellas se vio cómo el mosquito fumigaba en pleno recreo de los chicos.
    En 16 meses la Escuela Rural n° 11 radicó 4 denuncias por fumigaciones en horarios de clase; desconocen cuántas más hubieron fuera de ese horario o los fines de semana. En marzo de este año, motivados por estas alarmas, el grupo EMISA de la UNLP viajó hasta a Areco a tomar muestras de aire, tierra y agua de la escuelita. “Encontraron 7 agroquímicos en el parque”, sintetizó Zabaloy. “Nos están envenenando a los pibes”. Los síntomas que estas maestras detectan se repiten: asma, bronquitis, sangrado de nariz, problemas intestinales.
    El resto de la exposición transcurrió en mostrar los dibujos que hacen esos mismos chicos de su entorno, imágenes que a su vez estaban pegadas en las paredes del aula: máquinas mosquito y aviones fumigadores versus los chicos jugando entre la naturaleza fue el común denominador de los trazos inocentes de los más pequeños. “Es lo que ellos ven”, dijo la maestra rural Ana.
    Por su parte Mariela Leiva contó el caso de la escuela en que también es directora y maestra, la n° 44 de Colonia Santa Anita, Entre Ríos. Allí asisten 5 chicos, “que en muchos casos son hijos de los mismos aplicadores”, contó.
    Santa Anita es una comunidad belga-alemana asentada en plena zona rural del departamento de Uruguay, Entre Ríos. Mariela mostró un mapa de Google que grafica la isla que significa la escuela, de 40×40 metros, en medio del océano de soja.
    El 4 de diciembre del 2014 sufrieron la primera contaminación directa por una fumigación desde un avión: “Una nena vomitó, muchos tuvieron mareos”, relató Mariela, mientras mostraba fotos de su piel que había hecho una erupción. “En el Hospital me dijeron que pida un taxi y los lleve a los chicos, pero yo no tengo la independencia para hacer eso”, dijo, contando cómo finalmente se acercó una ambulancia. La fumigación terminó en denuncia por parte de la Escuela Rural 44, y motivó la visita del Ministro de Educación local al otro día del hecho. “Después no vino nunca más”, contó Mariela. Hoy la escuela 44 de Colonia Santa Anita es parte de la campaña “Paren de fumigar las escuelas” que aporta recursos y talleres de información para docentes y padres.
    La anfitriona del Garrahan, la enfermera Meche Méndez, hizo un balance para lavaca: “Marino y el equipo del EMISA representan una ciencia que no está pensando en publicar, sino que está al servicio de la gente, de sus necesidades. Los vi laburar cómo ponen el cuerpo, con la pasión que lo hacen. Además de lo último que presentaron, la investigación sobre el algodón, que si no fuera porque vivimos en esta parsimonia, debería ser un escándalo nacional. Y lo de las escuelas es el hilo más delicado: vos vas ahí al terreno y no podés creer lo que está pasando. Que lo vengan a contar en primera persona, ver los dibujos de los chicos que son tremendos. Ahí me parece que hay que visibilizar a las víctimas, sino este es un genocidio que no tiene víctimas. Ponerle voz, nombre y cara a alguien que te diga: esto me está pasando a mí, loco”.
    Dibujos de los chicos de la Escuela Rural N°11 de San Antonio de Areco sobre la realidad de las fumigaciones junto a sus escuelas.
    Agrotóxicos en la salud, en los algodones y en las escuelas
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    Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

    La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

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    La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.

    Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.

    Fotos: Juan Valeiro.

    Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos. 

    “Pan y circo”, dice. 

    Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro. 

    Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.

    Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

    En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.

    Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.

    Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

    Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

    Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

    El poco pan

    La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:

    “Si no hay aumento, 

    consiganló, 

    del 3% 

    que Karina se robó”. 

    Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”. 

    Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”. 

    Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

    A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

    El mucho circo

    Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes. 

    Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

    Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

    Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

    Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena. 

    “¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial. 

    Silencio. 

    “¿Me pueden decir sí o no?”. 

    Silencio.  

    Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.

    Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”

    “No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.

    La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

    Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

    Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

    También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival. 

    Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:

    • “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
    • “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
    • El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.

    El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.

    Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

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    Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

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    Artes

    Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

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    La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.

    Por María del Carmen Varela.

    «La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).

    En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.

    El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.

    Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.

    “Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.

    Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

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    Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

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    A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.

    Por María del Carmen Varela

    Fotos Lina Etchesuri para lavaca

    Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.

    Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.

    Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

    La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.

    Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

    Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.

    Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

    Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

    Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

    Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

    Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

    Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.

    Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.

    El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.

    Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.

    Continuará.

    Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

    Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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    Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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    Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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