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Agrotóxicos vs. Salud, Capítulo 3: Por qué estamos a ciegas

Dos estudios del Ministerio de Salud de la Nación revelan la total ausencia de política sanitaria destinada a quienes trabajan con agrotóxicos, población prioritaria ya que está directamente expuesta y es quien aplica dosis de agroquímicos de las que desconoce su peligrosidad tóxica y las consecuencias para la salud y el ambiente.

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Dos estudios entregados a lavaca.org por el Ministerio de Salud de la Nación revelan la total ausencia de política sanitaria destinada a quienes trabajan con agrotóxicos, población prioritaria ya que está directamente expuesta y es quien aplica dosis de agroquímicos de las que desconoce su peligrosidad tóxica y las consecuencias para la salud y el ambiente. Ambos estudios coinciden en señalar que lo único que han recibido los productores es una sobredosis de información sobre los beneficios económicos de esos productos. También señalan el incumplimiento de toda la normativa vigente y, en especial, de la Ley Nacional de Medio Ambiente, de la cual destacan el principio precautorio, es decir, aquel que orden ante un peligro inminente detener la causa del posible daño aún antes de que esté probado.
Agrotóxicos vs. Salud, Capítulo 3: Por qué estamos a ciegas
Los estudios se realizaron en la Patagonia y en el Norte del país, por diferentes grupo de investigadores, pero tienen idéntico objetivo y metodologías similares. Lo que buscan es determinar si quienes usan agroquímicos cuentan con la información suficiente, necesaria y exacta. La respuesta es no.
Ambos advierten la gravedad de esta situación, en especial por el impacto que tiene en la salud de la población. Y alerta especialmente sobre la situación de niñas y niños expuestos. “Debido a que en muchos casos existe una colaboración y participación cotidiana de los niños en los trabajos agrícolas de su familia resulta indispensable aclarar que los niños, desde la temprana edad gestacional, constituyen la población más vulnerable a cualquier agresión química”.
Ninguno de los encuestados para este estudio recibió nunca instrucción sanitaria sobre agrotóxicos. Y cuando se los consultó sobre quién los asesoraba en el uso de plaguicidas, la abrumadora mayoría respondió: “el vendedor”.
Médicos: Uno de los estudios también analiza a profesionales de la salud. De todos los entrevistados, solo un médico recibió capacitación en intoxicaciones. Concluye que ninguno recibió capacitación en agrotóxicos y salud, por lo cual los profesionales de la salud no relacionan las afecciones que atienden con estas sustancias.
Funcionarios: Otro grupo analizado es el de los funcionarios del área. La mayoría ( 12 de 15 entrevistados) son profesionales de la ingeniería agronómica. El resto veterinarios, bioquímicos y técnicos agropecuarios. Más de la mitad dijo haber participado en ese último año en alguna capacitación sobre “uso responsable de agroquímicos” “Cabe destacar que todos se mostraron disconformes en cuanto al abordaje” ya que el tema no fue “seriamente tratado” o “no se trata como debería”.
En cuanto a los productores entrevistados, el estudio detalla que entre los síntomas de intoxicación “percibidos por los entrevistados” por el uso continuo de agroquímicos figuran: “dolor de cabeza, mareos, somnolencia, tos, sarpullidos, dolor de panza, náuseas, picazón, enrojecimiento de manos, irritación ocular, irritación en la garganta y dificultad para respirar”.
Con respecto a los médicos entrevistados, “a excepción de uno, todos atendieron pacientes con síntomas de intoxicación por plaguicidas. Cita al único especializado en intoxicaciones: “No llegan al hospital los productores que aplican con síntomas leves, de esos creo que ni nos enteramos. Lo que llega a la guardia es lo que pasó en los domicilios a donde fueron a parar esas sustancias y cuando la enfermera (identifica y ) me manda el producto, me lo manda como un remedio: el remedio para las plantas. Entonces los equipos de salud tampoco tienen verdadera dimensión del riesgo”.
Apunta el informe que “remedio para las plantas” también es el término más usado entre los productores. Y concluye: “Pareciera que existe una relación entre el nombre que se le asigna con la percepción de esa sustancia”. Y cita a uno de los médicos entrevistado, quien al referirse a los casos de intoxicación dijo: “Tengo la idea de que están relacionados con la cura de hortalizas”. Dice el informe. “El médico entrevista utilizó el término cura para referirse a la aplicación de agroquímicos, alejando de esta manera desde el discurso a los plaguicidas de las sustancias tóxicas y peligrosas”.
Esta percepción refuerza la información que los productores del mercado. Cuando se lo interrogó acerca de qué elementos tienen en cuenta al elegir los plaguicidas, los productores respondieron el más potente o el más eficaz, pero ninguno eligió el menos peligroso.
Ambos informes describen cuales son las consecuencias de esta falta de percepción de peligro. Los aplicadores no usan elementos de protección personal cuando esparcen los agroquímicos, tampoco realizan una higiene completa y profunda luego de manipularlos y no almacenan stock ni restos como material químico peligroso, contaminante y tóxico.
“El resultado deja ver que la percepción del riesgo de los productores entrevistados asociado al uso y manipulación de agroquímicos no se acerca siquiera al verdadero riesgo al que se encuentran expuestos. Esta mirada en torno al riesgo en la utilización de plaguicidas es una construcción social particular”.
Concluye: “Pareciera que hay una instalación del modelo productivo muy afianzada que dificulta el pensamiento puesto en desarrollar otras alternativas productivas”.
El informe alerta que “no hay cumplimiento de la Ley N°15.465 sobre el Régimen Legal de las Enfermedades de Notificación Obligatoria”. Esto significa que no se reportan las intoxicaciones con agrotóxicos en cuanto tales, por lo cual hay un subregistro de casos que impide tener una dimensión del problema. Aun así, la provincia con mayor cantidad de casos notificados en Tucuman, con una tasa de 56.69 casos notificados, seguida por el Chaco, con una tasa de 42.92 casos.
Concluye este informe: “Habiendo analizado el marco coyuntural vinculado al uso de agroquímicos se observa además que algunos principios de política ambiental establecidos en la Ley Nacional General del Ambiente no están siendo cumplidos adecuadamente, a saber: principio de prevención, principio precautorio, principio de equidad intergeneracional, principio de responsabilidad, principio de subsidiariedad y principio de sustentabilidad. En función de los datos relevados, se observa que de toda la reglamentación mencionada a los largo del trabajo sólo una pequeña porción se cumple efectivamente. La falta de articulación de diversos organismos de gobierno y la falta de presupuesto destinado a la fiscalización y control se presentan como posibles causas de este escenario”.
Por último, el informe recomienda “el apoyo a prácticas agroecológicas, ambientalmente y saludablemente sostenibles a lo largo del tiempo”.
Agrotóxicos vs. Salud, Capítulo 3: Por qué estamos a ciegas

Percepción del riesgo y dinámica de uso de plaguicidas agrícolas en el Valle Inferior del Río Chubut

Año 2012.
Investigadora: Lic. Luciana Antolini
Director: Magister Ing. Agr. Javier Souza Cassadinho
Consultora: Dra. Susana I. García
Programa Nacional de Prevención y Control de las Intoxicaciones por Plaguicidas. Dirección Nacional de Determinantes de la Salud e Investigación.
Lugar: Valle Inferior del Río Chubut (municipios Rawson, Gaiman, Dolavon y 28 de Julio). Relevamiento de 10.447 hectáreas (25.2% de los suelos) de área cultivable para todo tipo de cultivos, el 5% del total de la superficie es ocupado para actividades intensivas de horticultura y fruticultura

Documentos

  • Descargar el informe completo, en formato .pdf (2,96Mb)
  • Características:

    • El destino final de la producción hortícola del valle es el consumo interno
    • Existen unos 458 establecimientos agropecuarios, la mayoría de ellos familiares
    • Prevalecen las tierras arrendadas
    • Los pesticidas más utilizados son la Cipermetrina, la Lambdcialotrina y el Dimetoato, tres insecticidas. También surgieron el Endosulfan (5 menciones) y el Clorpirifós (2) y el glifosato con solo 1 mención.

    Método: el estudio consta de entrevistas a tres actores de la zona.

    • Productores hortícolas aplicadores de agroquímicos (17 casos)
    • Médicos responsables de atender a los pacientes ante una intoxicación por plaguicidas (6 entrevistados)
    • Los miembros de instituciones públicas de diferentes niveles de gobierno vinculados al tema de referencia (11 funcionarios)

    Productores

    • “Casi la totalidad de los médicos entrevistados refirieron no saber los nombres de los productos”.
    • “No se constató durante la entrevista un conocimiento asentado sobre qué productos utilizan y para qué cultivos”.
    • “Ocho de 17 entrevistados informaron que lo adquieren fraccionado, a pesar de que el fraccionamiento es un acto delictivo”.
    • “12 de 17 productores respondieron que quien los asesoraba en el uso de plaguicidas era el mismo vendedor del producto”.

    “Entre los elementos que tienen en cuenta al elegir los plaguicidas, 7 dijeron “más eficaz”, 4 “más potente”, 2 “más conocido” y 1 “más barato”. Ninguno eligió la opción “menos peligroso””.
    “De los 17 entrevistados, doce indicaron utilizar algún elemento de protección personal y cinco refirieron no utilizar ningún tipo de protección. Sólo un entrevistado dijo utilizar todos los elementos de protección”.
    “Además de la falta del uso de elementos de protección personal se observa que la higiene posterior a la manipulación no es una práctica usual entre todos los entrevistados: sólo tres mencionaron realizar las tres acciones de higiene (lavado de manos, cambio de ropa y baño)”.
    “Casi la totalidad de los aplicadores preparan el plaguicida al aire libre y más de la mitad de los encuestados lo hace al lado de un canal de agua. 8 de 17 lo almacena en un depósito y 9 guardan el sobrante. Con los envases, 11 de 17 aplicadores los quema”.
    “Del total de 17 entrevistados siete no terminaron la educación básica inicial”.
    “Nueve de las personas consultadas alguna vez recibieron capacitación sobre uso responsable de agroquímicos, y ocho no recibieron ninguna capacitación”.
    “En ningún caso alguno de los horticultores respondió todas las vías de ingreso al organismo del agroquímico”.
    “A pesar de que más de la mitad de los productores indicó haber tenido algún síntoma que podría relacionarse con los agroquímicos utilizados, sólo uno consultó al médico”.
    Médicos
    “En la actualidad existe un solo médico en toda la Patagonia con especialización en Toxicología que posee la profundidad necesaria de conocimientos para el tratamiento de un paciente intoxicado con un agroquímico”.
    “Cinco de los seis médicos indicaron que no recibieron capacitación en materia de toxicología más allá de la formación de grado”.
    “Sin embargo, a excepción de un entrevistado, todos atendieron pacientes con síntomas de intoxicación por plaguicidas”.
    “Ninguno de los entrevistados refirió utilizar algún modelo de historia clínica ambiental”.
    “Los médicos no suelen identificar con claridad con qué tipo de sustancias trabajaron durante la aplicación”.
    “Los equipos de salud no dimensionan correctamente el riesgo que implican los agroquímicos, inclusive cuando se atiende a un paciente intoxicado”.
    “Cinco de los seis médicos entrevistados confirmó en forma rotunda que sí existe una relación entre la salud de las personas y la forma de uso de plaguicidas. Asimismo indicaron que pueden se riesgosos para el ambiente”.
    Funcionarios públicos
    “El precio y la efectividad son los dos factores que inciden en la decisión de compra de los agroquímicos, según los funcionarios públicos”.
    “A este dato se le agrega la mención sobre la escasa variedad de productos que llegan al valle”.
    “Destacan que la falta de uso de elementos de protección personal está asociada a la falta de visibilidad de las consecuencias en la salud que eso trae”.
    “Tres de los entrevistados indicaron que no hay agroquímicos buenos ni malos, sino que es buena o mala la forma en la que se utilizan”.
    “No se efectiviza un control adecuado y total de los residuos de plaguicidas que llegan con las hortalizas a los puntos de venta al consumidor”.
    Conclusiones
    “Este resultado deja ver que la percepción del riesgo de los productores entrevistados del valle asociado al uso y manipulación de agroquímicos no se acerca siquiera al verdadero riesgo al que se encuentran expuestos”.
    “Parece que el subregistro de los casos se debe en parte a: la inespecificidad de la sintomatología, la escasa capacitación médica, el registro de un diagnóstico y diferente y la falta de asistencia a la comunidad”.
    “No hay cumplimiento de la Ley 15465 sobre el Régimen legal de las Enfermedades de Notificación Obligatoria y la inclusión de las categorías de intoxicaciones por plaguicidas como tales por Resolución Ministerial 1715/2007”.
    “Los principios de política ambiental establecidos en la Ley Nacional General del Ambiente no están siendo cumplidos adecuadamente, a saber: principio de prevención, principio precautorio, principio de equidad intergeneracional, principio de responsabilidad, principio de subsidiariedad y principio de sustentabilidad”.
    “Esta situación no es ajena a las autoridades de aplicación en el ámbito del trabajo. La Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT, 2005) en su informe “Panorámica de los Riesgos Laborales en el Sector Agrario” dice que los trabajadores agrarios son los principales afectados por los plaguicidas.
    “Frente a este panorama estadístico, la primera interpretación indica la falta de medidas de prevención para controlar la diversidad y las peculiaridades propias de este tipo de trabajo.
    “Incluidos los entrevistas confirman la existencia de productores que no utilizan plaguicidas a nivel internacional, nacional y en la región en estudio, por lo que se deduce que es rentable y posible producir sin agroquímicos”.
    Agrotóxicos vs. Salud, Capítulo 3: Por qué estamos a ciegas

    Estudio de percepción de riesgo a la salud y dinámica de uso de plaguicidas en la localidad de Maimará, Jujuy

    Año 2014
    Firmante: Griselda Martínez Borda, Residencia de Epidemiología, Ministerio de Salud de la Nación
    Alcance: Sector hortícola del Municipio de Maimará, ubicado a 75 km al norte de la ciudad de San Salvador de Jujuy, en el departamento de Tilcara.
    Los entrevistados están relacionados con las siguientes instituciones:

    • Secretaría de Agricultura Familiar
    • Instituto de Tecnología Agropecuaria (INTI)
    • Hospital provincial Maimará
    • Cooperativa agropecuaria Maimará

    Documentos

  • Descargar el informe completo, en formato .pdf (2,1Mb)
  • Conclusiones
    “Todos los productores leen las etiquetas de los productos, sin embargo un 63% refirió que no son claras en aspectos como a dosis que deben utilizar los cultivos donde aplicar, y palabras técnicas”.
    “Sólo dos productores indicaron todas las posibles vías de ingreso”.
    “De los productores que han consultado al servicio de salud, ninguno tuvo diagnóstico de intoxicación, recibiendo tratamientos con: pomada, gárgaras y crema”.
    “Las prácticas de preparación y aplicación no son las adecuadas”.
    “El único aspecto positivo de los agroquímicos fue en relación al beneficio económico”.
    “El principal aspecto negativo reconocido para el hombre fue la salud”.
    “No sean evidenciado conocimientos adecuados en cuanto a las legislaciones municipales y provinciales respecto al uso de agroquímicos”.
    Recomendaciones
    “Se recomienda implementar talleres educativos que abarquen temáticas referidas a la promoción y prevención de la salud, que estimulen cambios de conducta frente a la exposición de los agroquímicos”.
    “Los estudios locales como los que fueron llevados a cabo en Maimara, exponen la necesidad urgente de llevar a cabo evaluaciones y control de los efectos de la salud de los plaguicidas, dirigido a las personas que están expuestas”.

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    Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”

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    Los feminismos siguen siendo el único movimiento que tiene la capacidad de transversalizar la unidad, amplia, y poner en Avenida de Mayo, de cara a Plaza Congreso, cuadras y cuadras de columnas que van desde el sindicalismo, a los movimientos sociales, a la izquierda, al kirchnerismo. 

    Aún cuando por Hipólito Yrigoyen ingrese la enorme columna de la intersindical feminista seguida por poco del oficialismo; y por el otro costado, por Avenida de Mayo, ingrese la izquierda; todos los espacios comparten plaza a menos de un mes de elecciones generales que definen quién presidirá el país. 

    Esa es la noticia: seguimos transversalmente en la calle. 

    Video: Sebastián Smok.

    De la economía popular a la formal

    “Creían que el movimiento había desaparecido porque no estaba en la calle, pero estábamos en cada uno de nuestros territorios, ahí también damos la batalla y la lucha”, dice Leonor Cruz, Secretaria de Géneros y Diversidad de la CTA Autónoma, frente a la enorme columna de trabajadoras que son protagonistas de esta marcha. Las tres banderas que encabezan: UTEP, CTA y CTA Autónoma. De la economía popular a la economía formal, todas adentro.

    Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”
    La cabeza de la marcha de este 28 S. (Foto: Sol Tunni).

    Junto a ellas también marchan familias de víctimas de femicidios: Marta y Guillermo, mamá y papá de Lucía Pérez; y Daniel y Susana, papá y mamá de Cecilia Basaldúa, que salieron desde la sede de MU junto a un grupo de mujeres que les siguen con los pañuelos blancos que bordan dos palabras: Nunca Más. 

    Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”
    Foto: Sebastián Smok.

    No con el FMI

    Dice Leonor: “La derecha más fascista de nuestro país tiene una agenda muy clara contra el feminismo, quieren ir contra cada uno de los derechos que hemos conquistado con sangre y a fuerza de lucha; pero no lo vamos a permitir. Estamos en la más amplia y diversa unidad de vuelta en la calle porque a la derecha la vamos a enfrentar, pero también vamos a decir: no es con el FMI, porque somos las trabajadoras, las precarizadas, las compañeras del barrio, las que más sufren el ajuste”. 

    Leonor llegó a Plaza Congreso desde Tucumán, trayendo lo que se ve fuera del centro porteño: “En nuestra Argentina profunda lo que se ve es la pobreza, en todas sus dimensiones, pero el movimiento feminista en la provincia es lo más fuerte que hay, es donde está la unidad y donde nosotras resistimos”.

    Sobre la transversalidad habla también Silvia León, referente de ATE Nacional: “Hoy el objetivo tiene que ser que las derechas no avancen en nuestro país. Los 30 mil compañeros desaparecidos y muertos no murieron en vano, y las víctimas de femicidio tampoco”. 

    Silvia, rodeada de pañuelos verdes, sostiene junto a las familias de víctimas de femicidios, que tienen las fotos de sus hijas colgando en el pecho, los pañuelos blancos. Los feminismos honran el legado que los derechos humanos construyeron en la calle, con los pies. Dice Silvia: “Nosotras peleamos por soberanía, por educación, por salud, y también seguimos el camino de las Madres, las Abuelas, de los 30 mil, pero también de los familiares. Hay un tiempo que se termina, el de la verticalidad, el del verticalismo y del patriarcado, ahora toca construir transversal y federalmente”

    Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”
    Foto: Sol Tunni.

    Significado de la libertad

    Marta y Guillermo, llegaron desde Mar del Plata a las siete de la mañana; junto a Susana y Daniel, se colgaron las fotos de sus hijas en el pecho: Lucía Pérez y Cecilia Basaldúa, dos femicidios territoriales emblemáticos, donde las tramas narco barriales marcaron como alerta una emergencia que traen las periferias.  

    ¿Por qué recorrer la Ruta 2 durante toda la noche para marchar? Contesta Marta Montero, mamá de Lucía: “Para gritar que no vamos a permitir perder nuestros derechos, lo que hemos conquistado en este tiempo de lucha que no es solo el reciente, me voy más lejos: en este tiempo de democracia que es el tiempo en el que podemos salir, podemos luchar, y también decir lo que pensamos. Todo esto está en peligro, no podemos permitir que venga alguien a decirnos lo que tenemos o lo que podemos hacer, que corten nuestros derechos y lo conseguido: por ejemplo un ministerio. Todas las mujeres no tenemos la suerte de que nos acompañen los gremios, las organizaciones; hay muchas mujeres que están solas, pero vos sabés que hay una puerta que podés golpear y que se va a abrir. Ahora corremos el peligro de que todo eso se termine».

    Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”

    Marta Montero y Guillermo Pérez, los padres de Lucía (Foto: Sebastián Smok)

    ¿Por qué creés que quieren que se termine?

    Porque somos muchas, hemos tomado la calle, hemos salido, y nuestra palabra se ha hecho escuchar. Y así hemos logrado cambios: el más importante fue el aborto legal. Es imposible no pensar hoy en día que una mujer no tiene derecho de poder decidir sobre su vida.Yo soy una persona de fe, creo en dios, en la virgen, pero no creo en que alguien pueda decirnos que esto tiene que ser de una sola manera porque creo en la libertad de las personas, y si alguien no quiere tener un hijo es respetable. 

    Libertad es una palabra hoy disputada, ¿qué significa?

    Libertad significa levantarme, salir a la calle y decir lo que pienso sin censura de nadie, poder acompañar a alguien, poder hablar, poder estar. El libertario es otra cosa: son los que nos quieren vender que vamos a estar mejor por cosas que no terminamos ni de entender, es un juego de palabras siniestro que termina en opresión. 

    Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”

    Foto: Sol Tunni.

    ¿Qué tienen que hacer los movimientos feministas?

    No los tenemos que dejar avanzar. A mí no me representa una persona que esté con una agresividad tal que se le nota, en su manera de hablar, de moverse, a mi no me representa esa violencia, pero estamos viviendo en un momento muy difícil que hoy todo es violencia. El enojo hoy está peor que nunca, o tal vez tenga otra visibilidad, antes se tapaba más, hoy lo ves en un medio, en una red social, es más visible, por eso parece que pasa más. 

    ¿Cómo volvemos para volver a ser marea?

    Es muy importante creer en nosotras mismas, en el valor que nosotras tenemos, valorar quienes somos. Es muy importante no tener miedo, no tener miedo al ridículo, estar seguras de lo que hacemos, de lo que queremos y si tenemos que salir a defender a una compañera, a una hermana, salir y hacerlo con convicción propia. Lo más libre que una puede hacer es salir. Si no es con cada una de nosotras, hasta acá no se hubiese llegado, sin las mujeres luchando por su propia vida, las más grandes ayudando a las más chicas, y las más chicas, por ellas mismas. Esa es la hermandad, todas nos necesitamos, yo sola no puedo, te necesito a vos, a otra, a la hermana, sola es imposible. Necesitamos la confianza en nosotras mismas, evitar la competencia. Nosotras luchamos por la vida, por eso luchamos por todas. Solas no llegamos a nada, pero juntas llegamos a todo.

    Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”

    Daniel y Susana (padres de Cecilia Basaldúa), Guillermo y Marta. Foto Sebastián Smok.

    Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”
    Foto: Sebastián Smok.
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    Foto: Sebastián Smok.
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    Foto Sol Tunni.

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    Foto: Sebastián Smok

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    Resultados en la Cumbre Científica de Naciones Unidas: Argentina con agrotóxicos al 100%

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    El total (100%) de participantes argentinos en una investigación internacional sobre agrotóxicos “presentó un rango de 6 a 13 plaguicidas en orina, un rango de 2 a 10 plaguicidas en sangre y un rango de 0 a 18 plaguicidas en materia fecal”. El problema incluye a personas que viven lejos de las fumigaciones, por lo que se consideró a estos plaguicidas como «omnipresentes». Se encontraron además los venenos en los alimentos, el polvo del hogar, los granos de cultivos, animales, alimentos para animales, suelos y agua.

    A través de una conferencia virtual desde Nueva York, durante más de 3 horas, el proyecto SPRINT reveló este miércoles 27 -Día de la Salud Ambiental- los resultados del estudio realizado en Europa y en la provincia de Buenos Aires (como principal exportadora de soja para alimentación animal).

    Entre los venenos detectados están obviamente el glifosato (genotóxico y probable cancerígeno) y el clorpirifos (que pese a estar prohibido en Argentina se sigue vendiendo hasta en los supermercados). El informe señala además los “cócteles”, que mezclan químicos para aumentar la potencia de cada veneno, reuniendo hasta 120 plaguicidas.

    La dirección del INTA prohibió a la doctora Virgina Aparicio (que integró en la investigación) participar en cualquier instancia actual del proyecto, y hablar con la prensa, siendo que se trata de un tema de salud pública.

    Algunos de los datos que, pese al silencio y a la mordaza oficial, se revelaron en el marco de la Cumbre Científica de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

    En alimentos: “el total de participantes argentinos presentó un rango de 6 a 22 plaguicidas en la muestra de alimentos”.

    En el polvo del hogar: “el total de muestras analizados en Argentina presentó un rango de 43 a 86 plaguicidas en polvo del hogar”.

    Granos de cultivos: “el total de muestras analizadas en Argentina presentó un rango de 0 a 8 plaguicidas en grano”.

    En animales: “el total de animales analizados en Argentina presentó un rango de 1 a 12 plaguicidas en orina, un rango de 0 a 16 plaguicidas en materia fecal”. (Los de sangre continúan pendientes).

    En alimento para animales: “un rango de 5 a 25 plaguicidas en alimento animal”.

    En suelos: “el total de muestras analizados en Argentina presentó un rango de 0 a 12 plaguicidas en suelo”.

    Agua superficial: en “el total de muestras analizadas presentó un rango de 10 a 28 plaguicidas en agua superficial”.

    Por Anabel Pomar

    Resultados en la Cumbre Científica de Naciones Unidas: Argentina con agrotóxicos al 100%

    Resultado global presentado sobre las concentraciones de glifosato en seres humanos. Argentina lidera esa tabla con absoluta comodidad.

    En el día de la celebración del día de la salud ambiental, miércoles 27 de septiembre, en Nueva York, EE. UU., en el marco de la Cumbre Científica de la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGA78) por primera vez para grandes audiencias pudieron conocerse parte de los resultados del proyecto europeo SPRINT (siglas en inglés de Transición Sostenible de Protección Vegetal: Un Enfoque de Salud Global 2020/2025).

    ¿Qué es el SPRINT? Es un proyecto financiado por La Unión Europea (UE) que busca identificar los residuos de los agrotóxicos, en ecosistemas y en humanos, y analizar el peligro de la sinergia (la combinación o mezcla) entre los plaguicidas hallados. Esto último, algo jamás contemplado a la hora de aprobar esos peligrosos venenos en el mercado, ni en el llamado “viejo continente”, ni en nuestro país.

    En 2021 los muestreos en el marco de ese proyecto además de realizarse en los 10 países europeos participantes se ampliaron a la provincia de Buenos Aires. 

    ¿Por qué se incluyó a nuestro país?  Por ser el principal exportador de soja para alimentación animal al mercado europeo.

    Entre las principales conclusiones del evento de este miércoles en NY, pudieron escucharse las voces de expertas y académicos participantes de ese proyecto. Contaron, basados en rigurosa información, cómo los agrotóxicos usados en la agricultura veneno-dependiente están contaminándolo todo. Cuerpos, comida y ambientes. Una de las palabras que más se repitió en las presentaciones, fue “omnipresente”. Los agrotóxicos están en todos lados: incluso en donde no son utilizados.

    Entre los cuadros con centenares de nombres de moléculas químicas usadas en la agricultura, destacan algunos de los agrotóxicos más fumigados en nuestro país. El herbicida glifosato, y su metabolito AMPA, en los primeros puestos. Y para los muestreos en Argentina, en cantidades hasta tres veces superiores en algunas matrices. También el clorpirifos, recientemente prohibido en el país pero que se puede seguir comprando en cualquier góndola de supermercado en el sector de insecticidas.

    Resultados en la Cumbre Científica de Naciones Unidas: Argentina con agrotóxicos al 100%

    Resultados de plaguicidas en las muestras en orina.

    El momento de la presentación es importante ya que este próximo 13 de octubre la Unión Europea deberá votar si decide re-autorizar el uso del glifosato. Desde la coordinación del SPRINT aseguraron que a la brevedad la información –que ya fue presentada en la euro-cámara– será publicada y distribuida al público general para lograr mayor difusión. También aseguraron que esperan que tales resultados impidan que se concrete la renovación del peligroso herbicida.

    Omnipresentes

     Ver la presentación de esos estudios que respaldan una afirmación que muestra la magnitud del daño, estremece. Hasta las personas que consumen o producen alimentos sin usar agrotóxicos tienen sus cuerpos contaminados. Y aquellas que consumen alimentos libres de agrotóxicos, también. El cuadro completo muestra que la exposición ambiental llega a todas las personas, no solo a quienes producen con venenos o viven en zonas rurales. Y por todas las rutas de exposición.

    Resultados en la Cumbre Científica de Naciones Unidas: Argentina con agrotóxicos al 100%

    Los resultados de los venenos en materia fecal.

    En los hogares

    Como ejemplo se puede mencionar lo que se encontró al medir el polvo de hogares, presentado por Daniel M. Figueiredo, de la Universidad de Utrecht de Países Bajos. Los resultados indican que los agrotóxicos llegan a impactar en los organismos más por los ambientes que por la dieta misma: también son una ruta de exposición directa. El más detectado es el glifosato y su metabolito AMPA, en un cóctel de sustancias químicas peligrosas en un rango de entre 25 y 120 plaguicidas.

    Otra constante: los cócteles de agroquímicos. No hay una sola sustancia sino decenas o cientos, mezcladas para aumentar la  potencia del veneno. En el caso presentado impactaban tanto a los vecinos de producciones convencionales cómo orgánicas.

    A su turno, Hans Mol de la Universidad de Wageningen de Países Bajos, en la presentación de lo hallado en muestras de fluidos humanos –en los que el glifosato vuelve a estar entre lo más detectado. Los resultados señalan que hay presencia del herbicida genotóxico y probable cancerígeno en orina en el 86,1% de los argentinos muestreados y en el 35,2% de los europeos, mientras al analizar las heces humanas se detecta ese plaguicida en el 70,5% de las personas residentes en Europa y en el 100% de los bonaerenses.

    Para el caso del clorpirifos, el 3,7% de europeos tiene en sus heces ese tóxico, mientras que para la Argentina el número asciende a 37,7%. Nuevamente salimos campeones, esta vez de otro podio tóxico.

    La mordaza

    En la conferencia virtual –toda en inglés– que  duró tres horas y a la que asistió lavaca y aproximadamente un centenar de personas conectadas desde distintas partes del mundo, no estuvo la investigadora a cargo del proyecto en Argentina, la doctora Virginia Aparicio.

    Lavaca consultó a la investigadora del INTA el porqué de su ausencia que para la decena de personas conectadas desde Argentina no pasó desapercibida. Aparicio no tiene autorizado por orden directa de la dirección de ese organismo estatal participar de ninguna instancia del SPRINT, ni hablar con la prensa.

    Lavaca se comunicó con el INTA (socio número 16 identificado como CSS11-Buenos Aires dentro del proyecto SPRINT) pero nuevamente, como sucede desde hace meses, no hubo respuesta oficial.

    El organismo público impidió que hasta el día de hoy los resultados de lo muestreado en nuestro país se difunda. En julio de este año, pese a esa censura oficial, la vaca pudo conocer los resultados de ese muestreo en territorio y población bonaerense y publicarlo.

    Del muestreo en Argentina participaron 73 personas. De las 73, 1/3 consumidoras, 1/3 habitantes de pueblos pequeños y “vecinos de productores”. Y 1/3 productores agropecuarios de los cuales la mitad usa plaguicidas y la otra mitad trabaja agroecológicamente. También se incluyó un monitoreo en 14 establecimientos rurales. Se tomaron pruebas en ambiente, alimentos, grano y muestras biológicas en animales.

    “El total de participantes argentinos presentó un rango de 6 a 13 plaguicidas en orina, un rango de 2 a 10 plaguicidas en sangre y un rango de 0 a 18 plaguicidas en materia fecal” es una de las revelaciones de la  investigación.   

    En los ambientes en los que esas personas se mueven a diario, “el total de participantes argentinos presentó un rango de 7 a 53 plaguicidas en las pulseras” de detección.

    La vida cotidiana asediada

    En las consideraciones preliminares de esos estudios personales que trascendieron se consigna: “Las mezclas de residuos de plaguicidas están presentes en los cuerpos humanos. Las personas se exponen a los plaguicidas en su vida cotidiana (datos de pulseras). La mayoría de los residuos son peligrosos para el ecosistema y los humanos”.

    En alimentos, “el total de participantes argentinos presentó un rango de 6 a 22 plaguicidas en la muestra de alimentos”.

    En el polvo del hogar, en “el total de muestras analizados en Argentina presentó un rango de 43 a 86 plaguicidas en polvo del hogar”.

    Granos de cultivos, en “el total de muestras analizadas en Argentina presentó un rango de 0 a 8 plaguicidas en grano”.

    En animales, en “el total de animales analizados en Argentina presentó un rango de 1 a 12 plaguicidas en orina, un rango de 0 a 16 plaguicidas en materia fecal”. (Los de sangre continúan pendientes).

    En alimento para animales, en “un rango de 5 a 25 plaguicidas en alimento animal”.

    En suelos, “el total de muestras analizados en Argentina presentó un rango de 0 a 12 plaguicidas en suelo”.

    Agua superficial (en la zona de trabajo de SPRINT) en “el total de muestras analizadas presentó un rango de 10 a 28 plaguicidas en agua superficial”.

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    Nota

    Tucumán: condenan a un funcionario judicial y en el fallo recomiendan colgar placas en Tribunales que digan «un ambiente violento de trabajo afecta el servicio de justicia»

    Publicada

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    Un funcionario judicial de Tucumán fue condenado por abuso sexual: 4 años, obligación de reparación económica, capacitación y placas en Tribunales. El hecho no es aislado: el Observatorio Lucía Pérez lleva adelante un registro que incluye 420 funcionarios (integrantes del Poder Ejecutivo, Poder Legislativo, Poder Judicial, de las cúpulas de las Fuerzas de Seguridad y de la Iglesia Católica) denunciados por violencia de género. Los argumentos e implicancias de un fallo ejemplar.

    Jorge Edmundo Mistretta, exjefe de despacho de la Secretaría Electoral del Juzgado Federal N° 1 de Tucumán, jubilado desde 2019, fue condenado a cuatro años por abuso sexual contra dos de sus empleadas. Los abusos ocurrieron en 2013 y 2015: incluye tocarle los pechos a una de ellas y querer besarla, comentarios sexuales groseros, e intento de tocar a otra de las denunciantes. 

    En el fallo del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tucumán, compuesto por la jueza María Noel Costa, y los jueces Carlos Enrique Jiménez Montilla y Enrique Lilljedhal, se ordenó: 

    • La inmediata detención, aunque cumplirá prisión domiciliaria por su estado de salud.
    • Una indemnización de $4.4 millones de pesos y 3.6 millones de pesos para cada una de las víctimas.
    • La realización de un programa de capacitación sobre perspectiva de género y en política de prevención, sanción y eliminación de la violencia contra la mujer.
    • Se solicitó a Recursos Humanos de la Corte Suprema de Justicia Nacional que “se arbitren los mecanismos administrativos necesarios por una medida restaurativa que contemple la incorporación a una de las oficinas judiciales de esa jurisdicción -de la Cámara o del Tribunal Oral -, debiendo garantizar la ‘no revictimización’ de una de las víctimas”.
    • Además se recomendó que se coloquen placas en tribunales donde sucedieron los hechos que digan: “Un ambiente violento de trabajo afecta el servicio de justicia. No a la violencia ni al acoso”.

    Los fundamentos se conocerán el próximo 29 de septiembre.

    El “caso” no es aislado. El Observatorio Lucía Pérez lleva adelante un registro de denuncias por violencia de género contra integrantes del Poder Ejecutivo, Poder Legislativo, Poder Judicial, de las Fuerzas de Seguridad y de la Iglesia Católicas. 

    El registro incluye ya 420 funcionarios denunciados, entre intendentes, diputados, fiscales, sargento, jueces, asesores, concejales, cabos, decano, sacerdotes y un largo etcétera. De todos los denunciados 99 son del Poder Judicial, al igual que Jorge Edmundo Mistretta; 139 del Poder Ejecutivo; 62 del Poder Legislativo; 67 de la Iglesia Católica; y 53 de las cúpulas de las fuerzas de seguridad.  

    El padrón de funcionarios denunciados se puede ver acá

    Tucumán: condenan a un funcionario judicial y en el fallo recomiendan colgar placas en Tribunales que digan «un ambiente violento de trabajo afecta el servicio de justicia»
    El Poder Judicial es el segundo del Estado con más denuncias. Datos de Observatorio Lucía Pérez.

    El Estado argentino se comprometió en 2020 a llevar un registro público de funcionarios judiciales denunciados por violencia de género como parte de un acuerdo amistoso alcanzado en el marco de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Hasta el momento lo hizo de forma incompleta y escasa, por ello comenzó a realizarlo, de manera autogestiva, el Observatorio Lucía Pérez que sumó además otros poderes para completarlo y con esa información reflexionar acerca de qué relación hay entre la ausencia de políticas públicas de contención y prevención y estas prácticas impunes.

    Lo que se ve: la consigna “El Estado es responsable” se hace carne en la sistematización de esta información. No lo es solamente por omisión, o ineficaz: es un Estado violento. 

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