Sigamos en contacto

Nota

Se rompe la orden de silencio en Barrick: el derrame desde adentro

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Por primera vez uno de los responsables de un área clave en la mina Veladero, que explota Barrick Gold, rompe el silencio. Con miedo a perder su trabajo y preocupado por lo que está ocurriendo, cuenta qué pasó el 13 de septiembre de 2015, cuando Veladero derramó cianuro en la cuenca del río Jáchal. Cómo se vive desde adentro la falta de control por parte del Estado, las condiciones precarias de seguridad y el ocultamiento de información. Los perejiles procesados. 
Matías no se llama Matías y pide resguardar su verdadero nombre. Teme arriesgar su puesto de trabajo en Veladero, la mina que explota la multinacional Barrick Gold. Desde algún lugar de San Juan, Matías accede a hablar sobre lo ocurrido hace un año.
Matías es uno de los tantos profesionales que trabajan a más de 5 mil metros de altura para la minera canadiense que explota la Cordillera desde 2004, aunque él fue contratado hace menos de tres años. Hasta el 13 de septiembre de 2015 Barrick venía extrayendo oro y plata en silencio, pero un WhatsApp alertó de un derrame.
Dice Matías: “El mal manejo de información fue quizá lo peor, pero bueno: son actitudes de la empresa corporativa”.
No es un simple operario, pero tampoco tiene un puesto jerárquico. El rol de Matías es monitorear los procesos de producción. Por eso, su mirada es clave.
Dice Matías: “Somos muchos biólogos, ingenieros, y personas jóvenes que trabajan para acomodar las cosas como deben ser. Si tenemos que meter en el sistema interno nuestro un acta de no conformidad, o mandar al frente a alguien, lo hacemos: somos como la policía interna”, describe.
Dice Matías: “No me pongo la camiseta. Hago mi trabajo y mis compañeros también. Y ninguno es un mercenario: trabajamos para organizarnos profesionalmente, es bastante ético. Somos como la herramienta que el mismo sistema generó para evitar que estas cosas pasen. Pero pasó”.
Lo dice Matías: pasó.
Y volvió a pasar.
Millón y la vista gorda
Lo más importante que revela el testimonio de Matías es la falta de control estatal a la mina Veladero.
Dice Matías: “En mi caso, una sola vez al año viene la Secretaría de Ambiente a controlarme”.
Esa Secretaría fue allanada este jueves por el juez federal Sebastián Cassanello para recolectar información sobre Veladero, tras la noticia de un nuevo derrame (https://www.lavaca.org/notas/nuevo-desastre-de-barrick-en-veladero-el-audio-de-la-asamblea/)
Matías dice que la vista gorda estatal empeora su trabajo: “Por mí que vayan todos los meses. No tengo nada que ocultar y también me sirve a mí para perseguir a uno que se mandó una cagada. Porque le puedo decir: ‘mirá, a mí me vigilan inspectores’. Pero no, todos saben que el control es mínimo”.
En San Juan los límites entre los funcionarios estatales y las mineras prácticamente no existen. Un ejemplo: el director de Hidráulica de la provincia -es decir, quien controla el manejo del agua- es un ex empleado de la Barrick Gold, Jorge Millón. Es la misma persona que, de un lado del mostrador, firmó con el gobierno el plan hidráulico que, del otro lado, debe controlar. El plan ideado, firmado y monitoreado por el mismo Millón fija el canon que debe pagar la Barrick por el uso del agua en cinco años de explotación en Veladero.
Correr de atrás
Esta historia es más compleja. El gobierno firmó en 2013 un contrato con la ONU como contralor externo de Veladero. La UNOPS – así se llama la oficina local que tiene en Latinoamérica- tiene como tarea monitorear el “desempeño ambiental de grandes proyectos mineros”. Los resultados del trabajo de ese equipo fueron desconocidos hasta diciembre de 2015. Tampoco se sabe cuál es su responsabilidad en la prevención del derrame de un millón de litros de solución cianurada.
La UNOPS remitió a la prensa los hallazgos “preliminares” de un estudio de urgencia, como reacción al derrame del 13 de septiembre de 2015. El informe detalla el hallazgo de cianuro y metales en las zonas más próximas a la mina, pero se encarga de indicar que no hay peligro para el consumo humano.
A contramano de cómo lo mostraron los medios, que hicieron hincapié en la supuesta falta de peligro, la asamblea de Jáchal planteó que el estudio confirma lo que venían denunciando: que la contaminación existió. (https://www.lavaca.org/notas/agua-contaminada-y-potable-la-lectura-de-la-asamblea-de-jachal-del-informe-de-la-onu/).
La UNOPS no solo realiza informes demorados sino que, según cuenta Matías, tampoco controla: “La última vez subió en abril. El invierno ha sido duro, de mucha nieve, y estuvieron un poco restringidos para subir. No sé si van a retomar”.
Derrame en el Titanic
Matías fue uno de los pocos que estuvo en la mina los días posteriores al derrame de 2015. Para explicar qué pasó acude a un ejemplo: “El Titanic no se hundió únicamente por chocar contra un iceberg: hubo una sucesión de eventos que provocaron el hundimiento. Acá pasó lo mismo”.
Ni la justicia lo dijo tan claro.
El juez Pablo Ortija planteó que la causa del derrame fue la rotura de una válvula, de la cual no se conoce su peritaje aún, un año después.
Las versiones que hacen pie en sospechas y fuentes secretas hablaron de:

  • las temperaturas,
  • un sismo,
  • un error humano,
  • la sobreexplotación de la mina.

Matías incluye a todas: “Ese año hemos tenido una temperatura de 30 grados bajo cero. La válvula se congeló. Puede haber sido por factores climáticos externos, y por alguna deficiencia en cuanto a la revisión”.
Sigue Matías: “Es una cuestión física: las piletas de lixiviación tienen un terraplén de material molido, que se estabiliza por una pendiente natural que la da el material. Como un alud, cuando un sector no absorbe más humedad, se mueve porque ya deja de actuar como un sólido; está saturado de agua y se mueve. Ese movimiento de material hizo que la pileta desborde”.
Matías resume: “La válvula moja el lugar, el material empieza a saturarse de agua y eso genera que se salga de los dispositivos de contención”.
¿Cuál fue el iceberg contra el que chocó Veladero?
Matías: “El área de contención tenía levantada la compuerta”.
¿Qué significa ésto?
El desastre.
La compuerta es el último eslabón de seguridad que separa al cianuro de la cuenca de agua.
El eterno no retorno
A un año sin otra versión oficial que la judicial, de la cual los vecinos descreen, la Asamblea sostiene que el derrame fue producto de la sobre explotación de la mina. Para compensar la pérdida de facturación por precios internacionales, subieron el volumen de producción.
Matías sostiene: “El sistema hace que todo lo que se va poniendo en el valle de lixiviación nunca deja de crecer. El material que se va colocando no se remueve: se va acumulando cada vez más. Y todos los años se va construyendo para que ese lugar sea más grande. Hay sectores hechos para que se siga acumulando, y se estipula cuánto van a tirar durante todo el año”.
¿Qué pasa en esta época del año para que ocurran derrames?
Matías: “En septiembre no se puede construir, hay que esperar a octubre, noviembre”.
Las medidas del derrame
La Asamblea lee entre líneas un informe de la propia Barrick Gold que figura en la causa judicial: allí se enumera un compendio de máquinas retroexcavadoras y de construcción, utilizadas para reparar el daño que dejó el derrame. “Si fue sólo una válvula, ¿por qué hizo falta tanto aparato?”, se preguntan.
Matías explica: “Cuando uno tiene una rotura de una cañería, solucionar ese tipo de problemas no es fácil y no es inmediato. Es una contingencia complicada. Para el arreglo lo que se hizo fue contener ese material y volverlo al lugar original. Se cortó la válvula y ese material se contiene ahí con una máquina”.
Opina Matías: “Para mí, se tomaron las medidas correctas”.
Otra de las preguntas de la Asamblea: ¿Es la primera vez que pasa?
Matías responde: “En los años que yo llevo trabajando (menos de tres), sí. Ha habido algún derrame interno, hacia adentro de las instalaciones, pero hacia afuera fue el primero que yo conozco”.
¿Cuántos litros fueron?
Responde Matías: “No sé la versión total de litros porque no he visto esos cálculos. Sí puedo decir que desde que se rompió hay que calcular que el líquido quedó contenido en el sistema de contención del valle; que saturó el material; que una vez saturado desplazó los límites de contención y eso creó la cuneta o la acequia como para que pueda empezar a salir por ahí. Además la compuerta estaba abierta, tuvo que salir y de ahí llegar a un límite de no retorno. Lo que pudo haber salido por la válvula no necesariamente es lo que llegó al río”.
Arriesgá un número.
Responde Matías: “La peor situación planteada es 2.400.000 litros”.
El problema de la solución
¿Qué fue lo que se derramó?
Responde Matías: “Solución cianurada. Es agua a la que se le pone una sal de cianuro, que va pasando por la piedra lava -es como el jabón de la ropa- y va trayendo el oro y eso va arrastrando los minerales. Lo que tenés es una solución con cianuro, un poco de cianuro con oro, un poco de cianuro con plata: era agua cianurada con los complejos materiales que se utilizan. Naturalmente también hay mercurio en esas rocas. Hay un proceso de arrastre de los materiales. Y hay otros metales, pero no sé si se asocian con el cianuro”.
En diversos estudios aparecieron además minerales como el cobre, zinc, manganeso, arsénico, boro (https://www.lavaca.org/notas/un-informe-una-nota-y-una-intimacion/)
Responde Matías: “Entre los otros metales te puedo decir que había oro, plata, mercurio, y el cianuro que puede quedar. Los otros metales no son específicos, no puedo decirte si estaban”.
¿Qué impacto tuvo el derrame?
Responde Matías: “Yo confío en la versión de los informes de la ONU. Creo que el impacto es local, que habla 2 mil metros de cuenca afectados, y dice que el ecosistema se va a recuperar. Mis compañeros tomaron las muestras y he tomado yo muestras y no he cambiado los resultados. Y a mí no me va a comprar mi empresa. No le voy a mentir a mi novia, a mi tía”.
Opina Matías: “Para mí fue un accidente industrial como suele haber en muchos lugares. Que hay responsables y hay cosas mal hechas, seguro”.
Dice Matías: “Trabajamos con lo mejor que se puede, en las condiciones que podemos».
Quién elige a los perejiles
La sentencia judicial procesa a nueve empleados de jerarquía menor de Barrick Gold. Los vecinos de Jáchal dicen que los procesados por el juez Oritja son los famosos «perejiles».
Matías responde: “Dijeron que los señalados eran gerentes, pero son personas como yo, que tenemos responsabilidad en las áreas, pero no tomamos las verdaderas decisiones. Pero hay que echarle la culpa a alguien. Creo que la empresa se junta con las autoridades y buscan a quién clavarle la cuestión penal, para que zafen los de arriba”.
Tras el nuevo derrame, la planta de Barrick Gold quedó paralizada preventivamente. Horas antes de conocerse esta noticia Matías planteaba: “Veladero va a seguir porque ahí hay oro. Tarde o temprano lo van a seguir sacando”.

Nota

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Pasaron cinco años del femicidio de Cecilia Basaldúa en Capilla del Monte. Tres años de un juicio que absolvió a un imputado sin pruebas. Cuatro fiscales, cuatro policías presos y numerosas movilizaciones, desde Buenos hasta Córdoba, para exigir la verdad, ese compromiso que aún es la certeza que falta.

Fotos y crónica de María Eugenia Morengo para cdmnoticias.com.ar

25 de abril. Cruz del Eje. El GPS calcula unos 2 kilómetros. La entrada a la ciudad está envuelta de un aire viscoso. Una avenida se extiende en silencio y después de atravesarla, la llegada a los Tribunales se convierte en un ritual: una reminiscencia de lo que fue, una promesa de lo que debe ser. El pedido por Verdad y Justicia, es una demanda que crece. Cada letra se ubica en el mismo lugar que ocuparon tres años atrás. Las escaleras de la justicia cruzdelejeña son de un cemento gastado. Raspan, duelen.

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

¿Qué pasó en Capilla del Monte? El papá y la mamá de Cecilia, Daniel Basaldúa y Susana Reyes, están cargados de bolsas, llenas de carteles con el rostro de su hija, multiplicado. Son como una red que se estira a lo largo de esos 868 kilómetros que conectan a Buenos Aires con el noroeste de Córdoba. El camino recurrente que transitan para llegar a la verdad..

Sin previo aviso, adentro del edificio de Tribunales Daniel y Susana se anuncian. Quieren ver al todavía fiscal Nelson Lingua, quien aún está a cargo de la investigación de la causa, antes de que asuma como nueva fiscal, Sabrina Ardiles. Afuera todavía se respira la niebla. La espera alerta a los policías. Quieren saber si van a venir más personas.

      – Lo hacemos para cuidarlos –dice la mujer de uniforme.

Piden datos, intentan tomar nota de lo que es una rutina inventada.

–La policía a nosotros no nos cuida –reacciona Susana y en un intercambio sin sentido, se alejan.

Silvia Rivero es la prosecretaria de la fiscalía, se acerca afuera y los llama. El fiscal se hizo un lugar en la agenda del día viernes. Adentro, el reflejo del piso de tribunales es como un espejo que se extiende, entre mocasines, tacos, alpargatas y zapatillas.

La preocupación de la familia es evidente. El recibimiento del fiscal es cordial. Se explica ante los recientes cambios que pronostican para el mes de mayo a Sabrina Ardiles, como la persona que estará sentada en el mismo sillón inmenso de cuerina, desde donde ahora, les habla Lingua. La dra. Rivero, también explica, y confirma que nunca se dejó de investigar. La necesidad de la confianza es una tregua durante esa hora de reunión, los tecnicismos se suspenden y las palabras se abren en una cronología de datos, guardados en la memoria indeleble de Daniel Basaldúa.

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

La medida del tiempo de la causa, son las fojas de expedientes que se acumulan. La inspección judicial realizada en el mes de agosto del año 2024, por los posibles lugares donde Cecilia pudo haber estado en Capilla del Monte antes de su muerte, dejó en evidencia la dudosa hipótesis de la anterior fiscal de Instrucción de Cosquín, Paula Kelm, quien había asegurado que Cecilia había llegado por sus propios medios al lugar donde apareció sin vida. Mientras que en el transcurso de estos años, cada vez son más los policías que estuvieron en la búsqueda e investigación, presos por violencia de género:

Adrián Luquez, ex sub comisario, detenido por amenazas con armas de fuego a su pareja. Hoy en libertad, se fue a vivir a San Luis. Ariel Zárate, ex sub comisario de la Brigada de Investigaciones de la Departamental Punilla Norte –preso por violencia de género.  Diego Concha, ex director de Defensa Civil, encargado de la búsqueda –condenado a prisión perpetua por el crimen de Luana Ludueña y por la causa de violencia de género hacia su ex mujer, y Diego Bracamonte, ex comisario departamental, a cargo del operativo de la búsqueda –preso por violencia de género.

El tiempo de la justicia es una curva enredada, en apariencia, inofensiva. El tiempo de la justicia es el de las burocracias que definen su forma de proceder. El tiempo, es de una lentitud que lastima. Las letras se vuelven a guardar.

Son las cuatro de la tarde y el sol avanza en la siesta de Capilla del Monte. En la plaza San Martín, alrededor del Jardín de la Memoria, se arman los gacebos, se pone un aguayo, se llena de flores. Rojas, amarillas, lilas, celestes, el monte aún está florecido. Contrayerba, lavanda, romero, palo amarillo, incayuyo, ruda, los sahúmos se arman. Una compañera comienza a preparar el fuego.

Más lejos, sobre la calle Pueyrredón, en la puerta de la Secretaría de Turismo, la concentración crece. Llegan de todas las direcciones. Con tambores y repiques, con banderas y ofrendas. Una combi estaciona, descienden vecinos y vecinas que subieron en Córdoba y en distintas partes del Valle de Punilla.

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

La batucada suena, es un comienzo en cuenta regresiva. La marcha avanza a contramano. Hay una indignación que toma el ritmo de los tambores, trepa en el repique y todo se hace canción. La calle techada de Capilla del Monte es un anfiteatro de barricadas. Los sonidos viajan a través de la mejor acústica para el reclamo: ¡Vecino, vecina, no sea indiferente nos matan a Cecilia en la cara de la gente. Cecilia presente!

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

“Este es un día especial y este lugar es especial porque tiene mucho que ver con lo que le pasó a Cecilia”, comienza Daniel en la puerta de la comisaría de Capilla del Monte, “hay muchos policías involucrados en el caso. Ya lo hemos denunciado muchas veces, pero parece que no alcanza”, dice mirando a los uniformados que permanecen parados como  granaderos.

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

Daniel les recuerda que durante el año pasado, la policía de Capilla debió haber realizado  notificaciones a tres personas para declarar en los Tribunales de Cruz del Eje, pero no lo hicieron. Las testimoniales pudieron efectivizarse, porque intervinieron los abogados de la querella, Daniela Pavón y Gerardo Battistón. En ese mismo reclamo, la abogada Pavón  se acerca y también hace pública la falta de atención institucional que hay para las víctimas de violencia de género en la localidad.

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje
Susana, Daniel y Daniela Pavón

La familia de Ezequiel Castro, asesinado por la policía de Córdoba, se adelante y los abraza. Alguien grita que ahí mismo, en la comisaría, apareció ahorcado Jorgito Reyna, hace 12 años, atado con la manga de su campera a la reja de una ventana, pocos centímetros más alta que él. Que su causa, también sigue impune y que los golpes que tenía no fueron suficientes para demostrar  que lo habían torturado. Que a pesar de no bajar los brazos, las familias sienten que el duelo es un proceso tan profundo, como inacabado.

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

Susana y Daniel permanecen frente a una multitud, observan hacia adelante y hacia atrás. Saben que la comisaría es señalar lo que siempre llega al mismo lugar: complicidad. “A las chicas les pedimos que no tengan miedo, que denuncien -acentúa Susana- que no se dejen asustar con los policías ni con nadie, nadie tiene derecho a venir a violentarnos”.

 El espacio público es un canal clave para recordar que los asesinos de Cecilia están libres, “y que muchos andan dando vueltas por acá”, dice Daniel y remarca que no dejarán de venir a Capilla del Monte, hasta que los responsables del femicidio de su hija, estén presos.

La llegada a la plaza San Martín es un círculo de candombe que la nombra. Hace cinco años que se insiste en las mismas palabras, como un tajo que se abre en el cemento, una cicatriz que se agranda en medio de la incertidumbre: ¿Qué pasó con Cecilia?

Tal es el encubrimiento que las responsabilidades se hacen obvias.

La ronda se acerca al altar. Es un asedio a la justicia que falta. Desde el micrófono se invita a dejar una ofrenda en memoria de Cecilia, a conjurar entre todas y todos ese momento, esa memoria. En el  centro de una plaza que se anochece, resuena una voz grabada -desde algún punto del Abya Yala- Lolita Chávez, lideresa maya de los pueblos K’iche de Guatemala, habla entre los yuyos que comienzan a perfumar lo que no se puede detener. Cada rama seca que se enciende se hace una intención, un pájaro que se dispara, restos del día que se van:

 “Hoy 25 de abril levantamos nuestra fuerza sagrada, y nuestro poder popular feminista. Reconociendo la memoria, la historia, el vientre en la sangre, de Cecilia Basaldúa. Ese femicidio no debe quedar en la impunidad (…). Con la fuerza de nuestras ancestras, con los fuegos sagrados que encendemos, levantamos nuestra expresión de indignación  y lo comunicamos a los cuatro puntos cardinales. Para que nunca más haya este tipo de violencias contra nuestras vidas”.

Las copleras y la poesía toman el escenario. Las y los músicos hacen de Cecilia esa canción y en el centro del caldero caliente, el humo abre el cielo: hay una memoria que se desprende y una vida que cambió de idioma.

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

En medio del algarrobo que sostiene los carteles de Memoria, Verdad y Justicia, una placa de cerámica con el rostro de Cecilia, también observa. El día queda atrás y en el fondo de la noche, las palabras todavía están en suspenso, son un silencio que pronto dirá.


Seguir leyendo

Nota

Imágenes de la marcha a Plaza de Mayo: los jubilados siguen haciendo lío

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Jubilados y jubiladas se movilizaron desde el Congreso de la Nación hasta Plaza de Mayo en una nueva jornada de reclamos y denuncia por los ingresos de pobreza que perciben y el fin de la moratoria previsional, cuya prórroga sigue durmiendo en Diputados. Como siempre, los carteles manuscritos fueron una forma de expresión y creatividad. En uno se leía: «Francisco está feliz. Jubilados haciendo lío!!!»

La marcha comenzó nuevamente con un operativo desproporcionado con las cuatro fuerzas federales -PFA, Gendarmería, Prefectura y PSA- que reprimió la protesta pacífica: la Comisión Provincial por la Memoria contabilizó una persona detenida y 13 heridos por efectos de los gases lacrimógenos, entre ellos jubilados y trabajadores de prensa.

Frente a la Rosada, realizaron un acto donde distintas agrupaciones de jubilados se manifestaron contra el acuerdo con el FMI y cantaron por la salud de Pablo Grillo.

«Hasta el próximo miércoles», saludaron los jubilados y jubiladas.

La próxima semana, la marcha contará con la participación de los gremios de la CGT como previa al Día del Trabajador y la Trabajadora del 1 de mayo.

Imágenes de la marcha a Plaza de Mayo: los jubilados siguen haciendo lío

Foto: Juan Valeiro para lavaca

Imágenes de la marcha a Plaza de Mayo: los jubilados siguen haciendo lío

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Imágenes de la marcha a Plaza de Mayo: los jubilados siguen haciendo lío

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Imágenes de la marcha a Plaza de Mayo: los jubilados siguen haciendo lío

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Imágenes de la marcha a Plaza de Mayo: los jubilados siguen haciendo lío

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Imágenes de la marcha a Plaza de Mayo: los jubilados siguen haciendo lío

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Imágenes de la marcha a Plaza de Mayo: los jubilados siguen haciendo lío

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Imágenes de la marcha a Plaza de Mayo: los jubilados siguen haciendo lío

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Imágenes de la marcha a Plaza de Mayo: los jubilados siguen haciendo lío

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Imágenes de la marcha a Plaza de Mayo: los jubilados siguen haciendo lío

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Imágenes de la marcha a Plaza de Mayo: los jubilados siguen haciendo lío

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Seguir leyendo

Nota

Escritos sobrevivientes: Un nuevo libro escrito por ex detenidos desaparecidos

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Este 24 de marzo, a 49 años del golpe, la editorial lavaca publica Escritos sobrevivientes, un libro creado junto a un grupo de personas que estuvieron secuestradas y desaparecidas en distintos centros clandestinos de represión durante la última dictadura militar. Se presenta el próximo viernes 28, pero ya podés pasar a buscarlo por MU (Riobamba 143) desde hoy. En este texto, Claudia Acuña cuenta qué representa esta obra parida en colectivo y en medio de aires negacionistas.

Por Claudia Acuña

Este libro representa muchas cosas y todas y cada una nos parecen decisivas para estos tiempos desesperados.

Ni sé por dónde comenzar a enumerarlas, así que sin orden de importancia ni cronológico enumero algunas, aunque sin duda me faltarán otras que invito a que completen quienes lo lean.

Lo primero, para mí, es reconocer el valor social, político, histórico y ético que merecen las personas detenidas-desaparecidas por la dictadura cívico militar que azotó este país desde el 24 de marzo de 1976. No olvidamos esa fecha gracias a ellas, pero no siempre se las nombra con la relevancia que han tenido para construir verdad, justicia y memoria.

A algunas de ellas he tenido el honor de escucharlas y verlas testimoniar en los juicios de lesa humanidad, pero también en los diferentes procedimientos contra la impunidad que crearon y sostuvieron para que esos juicios sucedan.

Una y otra vez.

Una y otra vez.

Una y otra vez.

Hasta lograrlo.

Solo a una pude agradecerle con palabras y lágrimas el esfuerzo, el coraje y el legado que recibíamos por su esfuerzo, pero fundamentalmente por sus vidas consagradas a hacer posible lo imposible. Fue en la puerta de los tribunales de Comodoro Py, mientras los altoparlantes transmitían la primera condena a los genocidas responsables del centro de detención clandestino y de tortura que funcionaba en la Esma. Ahora, con este libro queremos extender esas gracias a cada una, a cada uno.

Sé, porque comprendí la lección que nos daban, que no puedo afirmar que lo hicieron solo ellas, ellos. Esa es otra de las cosas que representa este libro: el saberse parte – y reconocerlo siempre- de algo más grande, más importante y más trascendente no solo del yo, sino incluso del núcleo colectivo en el que nos organizamos, reflexionamos y tomamos fuerza para resistir. Nuestras fuerzas individuales y nuestras construcciones políticas suman, activan, empujan, pero alcanzan sus objetivos cuando sincronizan con la necesidad social, con la época y con la Historia. Tienen alas porque tienen raíces y mueven al mundo hacia lugares mejores porque se sabe más grande y más poderosa que lo que nos rodea.

Eso que aquí las y los autores definen como “subjetividad sobreviviente” nos advierte eso: somos nuestros cuerpos y la sombra que proyectan, lo que hacemos y lo que soñamos, nuestras obras y nuestra imaginación, nuestros saberes y nuestra intuición, pero también y además aquellos cuerpos, proyecciones, hechos, batallas ganadas y perdidas, que nos anteceden y desbordan para fortalecernos y sostenernos de pie. Aquello que ilumina la oscuridad es la memoria sensible: de eso se trata este libro, además.

Otra: el valor de las utopías. En los momentos más aterradores hemos gritado “Aparición con vida y castigo a los culpables”. Bueno: la noticia es que hemos tenido éxito y aquí están las personas que cuando pronunciábamos esas palabras mágicas no podíamos abrazar. Algunas de ellas son las que el tercer sábado de cada mes vimos ingresar a nuestra trinchera durante el largo y desalentador año 2024. Para nosotros ese taller de escritura significó una cita con la esperanza, cada vez. Y una comprobación: el futuro se construye con el hacer colectivo, cada vez.

Por último: este no es un libro de testimonios sobre el horror de la dictadura, sino su contracara o quizá, lo que se puede pensar después de cruzar el abismo de la impunidad.

Quizá.

Me falta todavía superar la alegría de haberlo logrado, de sostener con las manos esta pequeña utopía realizada en tiempos de saqueo de recursos simbólicos y materiales, en las cuales sólo proponerlo sonaba casi irresponsable, para poder encontrar las palabras certeras, que expresen lo que representa que personas empobrecidas y violentadas podamos hacer lo que querramos financiadas sólo por el deseo y la convicción, que siempre es política.

Quizá la palabra exacta sea una sola: Argentina.

La presentación

Escritos sobrevivientes y compila una serie de textos producidos en un taller de escritura que tuvo lugar en MU durante 2024. Estos relatos abordan historias marcadas por lo que el grupo denomina «subjetividad sobreviviente». El resultado es un conjunto de textos poéticos, políticos y filosóficos, de una potencia y belleza conmovedoras.

Participan: Rufino Almeida, Margarita Fátima Cruz, Graciela Daleo, Lucía Fariña, Mercedes Joloidovsky, Eduardo Lardies, Susana Leiracha, María Alicia Milia, Claudio Niro, Silvia Irene Saladino, Stella Maris Vallejos e Inés Vázquez.

Así lo resumen sus autoras y autores: «Un grupo de compañeras y compañeros, ex detenidos desaparecidos por el terrorismo de Estado, nos reunimos en un taller de escritura para crear textos enfocados en la subjetividad sobreviviente, mientras la voz del poder alimenta el negacionismo y la reiteración del sufrimiento popular por variados medios».

El libro se presentará el próximo viernes 28 de marzo a las 20 horas en Mu Trinchera Boutique, Riobamba 143.

Podés conseguirlo desde hoy, 24 de marzo, también en MU.

Escritos sobrevivientes: Un nuevo libro escrito por ex detenidos desaparecidos
Seguir leyendo

Lo más leido

Anticopyright lavaca. Todas nuestras notas pueden ser reproducidas libremente. Agradecemos la mención de la fuente.