Nota
Bolivia: La Noche de los cristales rotos, por María Galindo
En medio del terror, las hordas y las peores noticias, la artista boliviana María Galindo, fundadora de Mujeres Creando, escribió para lavaca.org esta nota que explica el golpe de Estado en Bolivia, sus consecuencias y también lo que implica para el continente. Lo llama “la etapa fascista del neoliberalismo”, en la cual el fundamentalismo religioso pone el condimento disciplinador de las mujeres. Montando sobre el deterioro de los gobiernos progresistas, irrumpe con violencia, fake news, racismo y discursos de terror. El objetivo: el saqueo. ¿Cómo enfrentarse a eso? Galindo propone su hipótesis.

Quemar las whiphalas -bandera que ha representado en todo el continente a los pueblos indígenas- de todas las instituciones públicas es un acto fascista, pero igualmente fascista es todo embanderamiento de las ideas, los cuerpos y los espacios.
Entrar al Palacio de gobierno con una biblia y una carta en la mano para arrodillarse ante cámaras con ningún mandato popular de legitimidad es un acto fascista y golpista.
Quemar las casas de integrantes del gobierno de Evo Morales es fascismo.
Quemar la casa del rector de la Universidad Publica, Waldo Albarracín, que ha sido siempre un defensor de derechos humanos es un acto fascista de amedrentamiento social contra cualquiera que ose tomar la palabra, asumir una postura disidente contra Evo Morales o cuestionar el fraude electoral.
Estos son algunos de los ejemplos que están inundando las pantallas de televisores y celulares en el mundo entero.
Escribo bajo una lluvia torrencial en una noche que la he bautizado ya como la Noche de los Cristales Rotos, porque está destinada a sembrar miedo, a abrir todas las heridas de una sociedad colonial racista, misógina y homofóbica. El revanchismo ha tomado las calles en busca de sangre, en busca de enemigos.
Hoy en Bolivia lo más subversivo es tener esperanzas, lo más subversivo es el humor y la desobediencia, lo mas subversivo es no tener bando y es a eso a lo que nosotras estamos apostando una vez más.
¿Qué está pasando?
No es fácil de explicarlo porque este conflicto aún no ha terminado. Fue creciendo y metamorfoseándose por horas. El conflicto vació ojos, paralizó tres corazones y apaleó incontables piernas y cabezas hasta convertir las calles de la ciudad de La Paz en un escenario de guerra, que se tranquilizó por pocas horas con un motín policial generalizado.
Evo ha denunciado ante la comunidad internacional que se trata de un golpe de Estado impulsado por la CIA y la oligarquía fascista terrateniente cruceña y eso es en parte cierto, pero es sólo la mitad del conflicto.
Fuimos el 20 de octubre a unas elecciones generales a votar con la mansedumbre dulce propia de estas tierras, pero tanto las urnas como las papeletas estaban mojadas y vacías. Vacías de alternativas reales y mojadas por un fraude cuya magnitud ya ha denunciado la Comisión de observación electoral de la Organización de Estado Americanos y la Comisión de observación electoral de la Unión Europea.
Es por eso que el acto electoral no representó sino la apertura de un conflicto latente en la sociedad boliviana y en la región. La crisis profunda de la democracia liberal representativa y de la forma “partido” como la forma exclusiva y oficial de hacer política.
Falsa disputa entre izquierda y derecha
Me cansa volver a repetir que El Movimiento al Socialismo (MAS) está exportando al mundo la idea de que lo que está aconteciendo en Bolivia es un bloque popular progresista contra una derecha extrema y fundamentalista. El gobierno de Evo Morales fue desde hace muchos años el instrumento de desmantelamiento de las organizaciones populares dividiéndolas, convirtiéndolas en dirigencias corruptas y clientelares, haciendo pactos parciales de poder con los sectores más conservadores de la sociedad incluidas las sectas cristianas fundamentalistas a las que les regaló la candidatura ilegal fascista de un pastor evangélico coreano, que fue avalado con el beneplácito del MAS.
Al mismo tiempo Evo Morales fue construyendo en torno de su figura un caudillismo que nos ha llevado al país entero y al propio proyecto masista a un callejón sin salida.
Él es la figura única convertida de forma delirante en el símbolo y la concentración de poder irreemplazable, en la figura portadora del mito del “presidente indígena” cuyo único poder simbólico es el color de la piel, pues lleva adelante un gobierno habitado por un circulo corrupto de intelectuales y dirigentes que lo veneran porque lo necesitan como careta. Tal cual titulaba Franz Fanon en su libro Piel Negra, Máscaras blancas. Evo es el caudillo y la máscara nada más. Todo su contenido popular es meramente retórico y eso ha llevado al hecho de que hoy esté al frente de un proyecto político agotado, vacío y cuya única posibilidad de continuidad ha sido la destrucción de toda forma de disidencia, critica, debate, producción cultural o económica. Su modelo es neoliberal consumista, extractivista, ecocida y clientelar.
Es por esa razón que frente al fraude electoral fue surgiendo rápidamente el repudio concentrado en una generación sub 25, muy joven y urbana, que fue la protagonista de esta resistencia de casi 20 días.
La fascistización del proceso: entre dos caudillos delirantes
En esos días la palabra democracia fue siendo lentamente vaciada de contenido y convertida en un eslogan de grupos fascistas y fundamentalistas.
Evo Morales decidió exaltar las manifestaciones racistas para victimizarse y usarlas de forma perversa, al punto que los actos de racismo cometidos en el paro se convirtieron en parte de la propaganda gubernamental amplificando su discurso y convirtiendo el racismo en un acto eficiente para el propio gobierno. Dado que el movimiento de crítica fue y es exclusivamente urbano, el gobierno también exaltó las contradicciones urbano-rurales, como si el conflicto fuese entre unos y otros. La intención fue usar ambas contradicciones para descalificar las críticas y ganar tiempo. El costo social no les importó.
Frente al caudillismo evista, el proyecto cruceño enfrentó otro caudillo aparentemente antagónico, pero al mismo tiempo complementario. Un hombre blanco, empresario, presidente de un ente “cívico”, que usó el fanatismo religioso y un discurso abiertamente misógino y que entre líneas promete a los hombres de la sociedad la recuperación del control sobre las mujeres. Al punto de que su brazo derecho, abogado y consejero, es el defensor de lo que en Bolivia se ha llamado la Manada boliviana, quienes violaron a su propia amiga en una noche de discoteca. El fundamentalismo religioso del cívico cruceño llamado Camacho vendió la idea de la recuperación de la familia, la nación y la persecución del “mal”; disfrazó sus racismo como interés nacional y su misoginia como interés de la familia. El antagonismo aparente exacerbó los ánimos, polarizó el conflicto, y sustituyó los argumentos por democracia y los convirtió en puestas en escena de enardecimiento machista. L@s jóvenes empezaron a desfilar con escudos y cuando la policía se amotinó, se convirtió inmediatamente de fuerza represora a héroes armados y protectores del conflicto.
Hoy con muchos millones de dólares de por medio se está garantizando la lealtad del ejercito para alguno de los dos frentes en conflicto. Evo Morales o Camacho.
En ambos casos la salida es conservadora. La fascistización del proceso ha silenciado a la sociedad civil y ha concentrado la decisión en las cúpulas más sanguinarias de Morales o de Camacho.
Parlamento de las mujeres
Esto que les cuento ha sucedido en pocas horas en un proceso confuso de guerra intensa de fake news, que ha exacerbado todos los miedos: miedo a hablar, miedo a tomar posición, miedo a no tener bando.
La capacidad de la población de procesar lo que esta sucediendo ha sido mutilada. No hay espacios de análisis, ni de discusión. La discusión de la salida está nuevamente lejos de la gente y muy confusa. Nadie que no tenga un arma parece tener derecho a hablar.
Es por ello que como parte de una serie infinita de acciones tomadas por Mujeres Creando estos días hemos decidido abrir un espacio deliberativo de mujeres llamándolo “Parlamento de las mujeres”, donde podamos dar voz a nuestras esperanzas, donde se instale un clima de diálogo y argumentación, que es lo que esta fascistizacion nos esta arrebatando.
Hacerlo en medio de un clima que se ha convertido en la pugna entre dos golpes de Estado, entre dos fascismos, representa un esfuerzo de retornar al debate original sobre democracia. Necesitamos pensar, debatir y aportar soluciones concretas: esa es la tarea del Parlamento de las Mujeres, que retoma, pero en condiciones de emergencia, la propuesta nacida en la Grecia de Sypras y planteada por Paul Preciado.
Contra la privatización de la política: la crisis regional
Estoy convencida que los conflictos en Bolivia, Perú, Ecuador y Chile muestran, con diferentes facetas y bajo diferentes contextos, la crisis de la democracia liberal representativa y la privatización de la política.
Todo el proceso neoliberal había ido reduciendo el contenido de la democracia a una suerte de acto burocrático y de aparato eleccionario, y nada más. Este proceso ha derivado en que las elecciones se hayan convertido en actos legitimadores de la exclusión masiva de los intereses de la sociedad, de los intereses de sectores concretos, de las voces complejas que componen una sociedad en espectadores excluid@s legalmente del derecho de hablar, pensar y decidir.
A eso le llamo privatización de la política. Evo Morales, en su renuncia, decía haber nacionalizado los recursos naturales en Bolivia, refiriéndose a la explotación del gas natural. Si bien esa nacionalización es parcial, una cosa que ha hecho es privatizar la política al punto que si no eras del partido ningún derecho tenías a decir nada, pero si eras del partido tampoco, puesto que las decisiones eran y son manejadas por una cúpula cerrada. Eso ha creado alrededor un vacío democrático gigante que es el espacio que el fascismo ha utilizado para instalar un contra-modelo caudillista, que coloque las frustraciones en el plano de una polarización insalvable que solo sea resuelta por la vía del uso del terror, de la mentira, de la lógica del más fuerte.
Esta misma crisis en Chile, Perú o Ecuador tiene características diferentes, pero básicamente expulsa a la sociedad y las luchas sociales por fuera de “la política” y nos aleja de la idea de que las soluciones son “políticas”, son deliberativas o son en base a acuerdos. Se instala la fascistización generalizada, el terror, para convertir las soluciones legítimas y los cuestionamientos sociales en escenarios de contraposición violenta de fuerzas. A eso le vengo llamando la fase fascista del neoliberalismo.
La religión por eso, en todos los casos, adquiere una preponderancia porque al negarle a la política el espacio del discurso se abren los fanatismos alimentados por visiones “religiosas”, la captura de las libertades sexuales y las libertades de las mujeres es la recompensa que estos procesos prometen.
Lo invisible
El escenario se está moviendo además con fuerzas invisibles no explicitadas que ponen el dinero, las armas, y que diseñan estratégicamente los escenarios de dolor y los relatos. Detrás están los intereses de los proyectos chino, ruso y norteamericano no sobre Bolivia, sino sobre toda la región, pero también la disputa por el yacimiento de litio más grande del mundo, que està sin explotar y sin dirimir en el salar de Uyuni, en Potosí.
En Bolivia se está disputando el control sobre Bolivia, Venezuela, Cuba y Nicaragua, por decir lo menos. Por lo que las protestas se han convertido en el escenario manipulado de las fuerzas que nos están usando.
Desenlaces en lugar de soluciones
En el caso boliviano parece no haber solución: la gente esta presionada a asumir un bando según procesos identitarios fanáticos, según relatos que nada tienen que ver con los hechos, según relatos mesiánicos y caudillistas.
Es por eso que nosotras estamos concentrando nuestros esfuerzos en la discusión más básica, no gastar las energías en tratar de convencer a ninguno de los anillos fascistas que construyen sus respectivos relatos, sino afirmar los espacios sociales que venimos abriendo desde hace décadas.
Retomar el espacio de nuestros propios cuerpos. Por eso la palabra democracia, que despierta ilusiones, puede ser convocante para preservar lo que tenemos, el lugar que ocupamos, las libertades que de hecho y sin permiso alguno ejercemos.
No únicamente desde la activación de ideas, sino desde la activación de afectos, de las emociones. Por eso el humor, por muy irónico que parezca, el humor social, la capacidad de burlarte de los relatos fascistas, ha surgido con mucha fuerza de forma espontánea desde todas las esquinas.
Si han convertido nuestros reclamos en la pregunta de ¿cuál es el más macho, cuál es el más fuerte? solicitamos un ring donde todos los actores en conflicto se agarren en un duelo a muerte entre ellos y a nosotr@s nos dejen en paz.
No somos carne de cañón.
Nota
Matar por matar: la violencia policial porteña y el crimen en Lugano de Gabriel González

Gabriel González, 45 años, pintor, fue asesinado por personal de la Policía de la Ciudad el jueves navideño en el barrio de Lugano, en un nuevo caso de gatillo fácil que además fue registrado por las cámaras de los vecinos. Gabriel intentó intervenir cuando la policía le estaba pegando a uno de sus hijos. Estaba sin remera, descalzo, desarmado. Lo fusilaron a corta distancia, las imágenes que aquí reproducimos están disponibles y se observa perfectamente quién le disparó. En el barrio sostienen que hubo violencia policial, además, sobre algunos de los testigos, para que hagan el silencio necesario para permitir la impunidad del y los autores.
En la foto de portada se ve a la derecha a Gabriel en el momento en el que es impactado por los disparos policiales.
Además de su trabajo como pintor, Gabriel se dedicó especialmente a la contención de jóvenes con consumos problemáticos. Presentamos la información publicada por el diario Tiempo Argentino, integrante junto a lavaca de la Unión de Medios Autogestivos, un símbolo y una realidad sobre la violencia institucional de estos tiempos.
Amigos, allegados y vecinos de Gabriel González, el muchacho de 45 años que murió en medio de una violenta represión de la Policía de la Ciudad, ocurrida en Navidad en Villa Lugano, marcharon en reclamo de justicia. La familia aseguró que fue asesinado a mansalva y denuncia un nuevo caso de gatillo fácil.

Las lágrimas de Nelly, la viuda de Gabriel González. (Foto: Gentileza Pablo Lecaros)
Nelly, la viuda de Gabriel, aún habla de su marido en tiempo presente. En diálogo con la prensa que se movilizó hasta Cruz y Escalada, en Lugano, donde se concentró la movilización, expresó: “Hace más de 25 años que comparto con él, que vivo con él, que la luchamos, salimos a laburar todos los santos días. Tanto él como yo, salimos a trabajar para tener las cosas que tenemos y lo que pudimos construir. La peleó siempre. No es una mala persona. No se merecía morir de esa forma. Quiero justicia por la vida de Gabriel”.
La mujer recordó que llegó a la escena del crimen cuando a su pareja “ya le habían pegado. Tenía toda la cara ensangrentada. En todo momento traté de pararlo y que no le sigan pegando, porque lo estaban lastimando. Escuchaba cómo lo incitaban a pelear con ellos. Todo el tiempo lo incitaban a pelear. Él estaba enojado y ellos eran cada vez más. Le dieron un tiro muy de cerca”. Nelly también recibió heridas en las piernas y en los brazos.

Foto: Gentileza Pablo Lecaros.
Entre sollozos, la viuda pidió a sus vecinos que no la dejen sola. “Luchemos. No es la primera vez que pasa algo así. Ellos vienen a matar, no vienen a apaciguar las cosas, a tranquilizar, sea lo que sea que esté pasando. Al amigo de él lo cagaron a palos, lo llevaron a la comisaría y le dijeron que no diga nada”.
La mujer se refiere al amigo de Gabriel que en los videos, donde quedó registrada toda la secuencia, se advierte que intenta calmar a la policía. Gerardo, el hermano de la víctima, también mencionó “al muchacho que se llevaron preso, lo golpearon y lo amenazaron que lo iban a matar, le dijeron que conocían a su familia y a su casa. Para que no declare”.
Según pudieron reconstruir, el amigo de Gabriel fue liberado de la Comisaría 8A a eso de las 5 de la madrugada de este viernes. “Le aflojaron todos los dientes, le pegaron en las costillas entre el policía que disparó y había otro peladito. Todo para encubrir la cagada que se mandaron ellos”.

Foto: Gentileza Pablo Lecaros.
Por su parte, la abogada de la familia, Romina Ávila, precisó que “cuando le tiran a Gabriel, le tiran estando totalmente desarmado, indefenso y a una distancia prudencial del personal. Esto quiere decir que en ese momento no estaba agrediendo al personal. Tampoco se puede argumentar que hubo un exceso en legítima defensa, es lo que nosotros llamamos gatillo fácil”.
La asesora de la familia señaló en Radio Con Vos que esperan los resultados de la autopsia y las pericias, cuyos análisis preliminares deberían estar para este sábado. “Está documentado que quien dispara es un policía que bajó del patrullero. Tenemos su rostro, imagen por imagen. Ahora a pedido de la justicia, la Policía de la Ciudad, debería identificarlo”, esgrimió.

Foto: Gentileza Pablo Lecaros.
Gabriel era pintor y solía contener a los chicos del barrio que padecen consumo problemático. De hecho, comenzó con esa tarea social tras un contexto de abuso de drogas por parte de su hijo. “Era una persona humilde, hijo de migrantes, muy pujante, una persona que trabajaba y en ocasiones como esta, un festejo popular, participaba. Lo grave de su conducta ayer fue salir a la vereda a compartir con los amigos, sus vecinos. Es común eso acá. Los encuentros se comparten por más que a ellos no les gusten. Es parte de la cultura”, analizó la abogada.
“Acompañaba a chicos con consumo, porque con su hijo dio una larga lucha por esa misma situación”, añadió Ávila, quien concluyó: “La Policía de la Ciudad sigue deambulando y caminando por acá. Son los mismos policías de la Comisaría Vecinal 8A que ayer estaban tomándole declaración a sus mismos compañeros que horas antes habían ido a herir de muerte a Gabriel. Conviven con nosotros y el miedo es grande y está”.
Respecto a la autopsia, la mujer indicó que los restos fueron trasladados este viernes a las 8 a la morgue judicial y que los resultados «van a ser sumamente clarificadores de lo que creemos y que sostenemos como teoría del caso, que para nosotros se trató de un hecho de violencia institucional. Que no tuvo ningún tipo de defensa, ni exceso en legítima defensa por parte del personal policial».

Foto: Gentileza Pablo Lecaros.
“Mi primo asesinado por la policía era un chico trabajador, nacido acá en el barrio, en la Villa 20. Era papá de Dante y Ángel de 21 y 25 años. Re familiero. En cumpleaños o reuniones familiares él siempre estaba en la parrilla haciendo el asado. Le encantaba compartir, era fanático de la pesca, un arquerazo del equipo del barrio que hace poco salió campeón. Cariñoso, amable, sencillo, solidario. Gabriel era muy valiente, no le tenía miedo a nada”, dijo a Tiempo Oscar Villaverde, primo de Gabriel y docente de la Escuela Técnica N° 13, Ingeniero José L. Delpini de Villa Lugano.
Fue el propio Oscar quien publicó en las redes en la tarde noche de ayer el asesinato de su primo: “Hoy en un forcejeo con la policía tras defender a su hijo asesinaron a quemarropas a mi primo Gabriel González e hirieron de bala a su mujer”.
El video filmado por un vecino dejó en evidencia el asesinato a quemarropa denunciado por quienes fueron testigos del brutal crimen. Se lo ve Gabriel sin remera, defendiéndose de los golpes contra media docena de efectivos policiales que lo golpean sin piedad.
De golpe, uno de ellos saca su escopeta y le dispara. La muerte fue instantánea y uno de los disparos hirió a la compañera de vida del asesinado y a otros vecinos que observaban con asombro la brutalidad policial.
Nota
Se confirmó el procesamiento del gendarme Guerrero por el ataque al fotógrafo Pablo Grillo

El gendarme Héctor Guerrero será procesado por el ataque que hirió gravemente en la cabeza al Pablo Grillo el 12 de marzo pasado (la foto de portada muestra a Pablo durante su recuperación, que aún continúa). La Sala II de la Cámara Federal porteña ratificó la decisión de la jueza María Servini que había sido apelada por el acusado. Además, pidieron investigar las posibles responsabilidades de quienes estuvieron a cargo del operativo. Presentamos aquí la información del diario Tiempo Argentino, uno de los integrantes de la Unión de Medios Autogestivos.
La Sala II de la Cámara Federal de Apelaciones confirmó el procesamiento del gendarme Héctor Guerrero por las lesiones gravísimas producidas al fotógrafo Pablo Grillo y por el abuso de armas en otras cinco oportunidades durante la manifestación de los jubilados del 12 de marzo pasado.

El gendarme Héctor Guerrero el día de su declaración ante la jueza María Servini.
El fallo de la Cámara lleva las firmas de los jueces Eduardo Farah, Martín Irurzun y Roberto Boico. En su voto, Boico además, exigió que se profundice la investigación por las eventuales responsabilidades de las autoridades a cargo del operativo.
La situación del gendarme Guerrero había llegado a la cámara de apelaciones luego de un planteo de la defensa del acusado en la que pidió revocar el procesamiento como presunto autor del disparo con una pistola lanza gases contra Pablo Grillo, quien sufrió heridas gravísimas durante la represión policial a aquella protesta de jubilados en el centro porteño.
El planteo de la defensa se produjo en el contexto de varias resoluciones judiciales polémicas que se dieron durante en la semana posterior al triunfo electoral de La Libertad Avanza (LLA), que tuvieron como principales beneficiarios a Mauricio Macri y Javier Milei, y como principales perjudicados a Cristina Kirchner y Guillermo Moreno. Sin embargo, el oportunismo no funcionó y este viernes los tres camaristas le dio un revés al gendarme al entender que el acusado debe ir a juicio.
Guerrero, asistido por los abogados Martín Sarubbi y Claudio Nuncija, solicitó revertir el procesamiento que oportunamente había sido dictado por la jueza federal María Servini. La defensa sostuvo que no está acreditado que el gendarme haya sido el autor del disparo y afirmó que su conducta se ajustó a los protocolos vigentes para el uso de armas lanzagases.
En tanto, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), que interviene como querellante, respaldó la resolución de Servini y la validez de las medidas de prueba, entre ellas el relevamiento en el lugar del hecho, un informe balístico de la Policía de la Ciudad y la reconstrucción denominada “Mapa de la Policía”, elaborada por realizadores audiovisuales y peritos forenses.
Nota
MU 210: La batalla final


El femicidio de Lucía Pérez a manos de dos narcos de Mar del Plata motivó el primer Paro Nacional de Mujeres. Tras una larga luchar familiar y social se logró la condena, pero ahora una nueva maniobra judicial puede dejar impunes a los culpables. Un ejemplo de que todo lo que conseguimos está en peligro. ¿Podrán?
Las notas de esta edición:

Negacionismo de Estado: Informe 2025 del Observatorio Lucía Pérez
¿Qué hay detrás de la avanzada oficial para negar los femicidios? Radiografía de cómo cada poder del Estado, por acción u omisión, busca ocultar las causas y consecuencias del asesinato de mujeres. Y por qué lo hace. Por Claudia Acuña

El Aleph (versión putas): Entrevista a Georgina Orellano
¿Cuánto cuesta la vida? ¿Cuánto vale? La dirigente de AMMAR y la actualidad desde la esquina: lo que se ve, lo que no se escucha, las falsas soluciones progresistas, lo que hay que abolir. Lo narco, la revolución, el cuerpo, la salida. Una recoridapor sus tatuajes, y todo lo que significa ser puta. Por Claudia Acuña y Lucas Pedulla

Carla Soggiu: La impunidad avanza
Carla recibió un botón antipánico por las agresiones de su pareja, que la ató, golpeó y violó delante de su hija de dos años. Semanas después de ese hecho, accionó cinco veces ese botón pero la policía no la encontró. Apareció muerta en el Riachuelo. Las complicidades, las burocracias, el rol de Diego Santilli y la lucha de una familia que define el caso como un femicidio de Estado. Por Francisco Pandolfi

Alma y vida: El femicidio de Lucía Pérez, hoy
¿Qué es la justicia? ¿Cómo enloquecer a una familia? ¿Por qué buscan eliminar la figura de
femicidio? ¿Cuál es el rol práctico del Estado y el negacionismo? El Tribunal de Casación resolvió que el de Lucía Pérez no fue un femicidio. La política de la misoginia como aversión hacia las mujeres y el paralelismo con lo narco que vende droga junto a las escuelas. Las “sumisitas”, la violencia y el sometimiento. Marta y Guillermo: una familia que trabaja en comunidad, y las claves para que las pesadillas no sigan asesinando a los sueños. Por Sergio Ciancaglini

Crónicas del más acá: Al trote
POR CARLOS MELONE

El Caliban y las brujas: La obra Fuerza mayor, protagonizada por jubiladas
La alianza entre Jubilados Insurgentes con integrantes del Teatro Caliban parió está obra que pone en escena lo que pasa todos los miércoles frente al Congreso. Una forma creativa de elaborar la actualidad con las herramientas del teatro, para hacer sentir, pensar e interpelar a los más jóvenes. Por Franco Ciancaglini

Sin berretines: Lo que nos cuenta la cárcel
Estudiantes de Sociología y Trabajo Social que cumplen condena en la cárcel de San Martín comparten sus reflexiones sobre la libertad, el encierro, y la actualidad más acá de las rejas. ¿Cómo funciona lo narco? ¿Qué implica buscar plata fácil? Lecciones sobre educación, berretines y prejuicios, el sentido de la vida, y la teoría de la bobalización. Por Sergio Ciancaglini

Sin protección: Ley contra el Acoso y después
Perdió estado parlamentario el proyecto de ley de acoso en ámbitos laborales y académicos: una muestra de la desidia y el abandono de las políticas de género. Del caso Brieger a Milei, cómo sigue la organización de las mujeres para empujar lo imposible en tiempos de motosierra, fascismo y un Congreso estancado. Por Evangelina Bucari

Con horizonte: 38º Encuentro Plurinacional en Corrientes
Cien mil personas participaron del 38º Encuentro Plurinacional de Mujeres y Diversidades. MU lo registró con crónicas día a día, que pueden leerse en lavaca.org. Compartimos aquí parte del registro fotográfico y una mirada sobre la trastienda de debates que explican mucho de lo que pasó en un evento extraño y extraordinario. Por Claudia Acuña. Fotos de Line Bankel

Sin cuerpo: La ¿impericia? en la causa de Cecilia Basaldúa
A lo largo de este 2025 la nueva instrucción que investiga el femicidio de Cecilia Basaldúa, ocurrido en el año 2020 en la localidad cordobesa de Capilla del Monte, Cambió fiscales, tomó nuevas pruebas y amplió testimoniales. Sin embargo, en el marco de un proceso judicial que avanzaba, una noticia coronó la impunidad en esta causa: hace cuatro años que el cuerpo de Cecilia fue retirado de la morgue judicial sin el consentimientode la familia. Por María Eugenia Marengo

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