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Coronavirus: la pandemia de miedo, el mes ganado, y cómo dar vuelta la realidad

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“Ganamos un mes” dice a lavaca la epidemióloga Silvana Figar en referencia a la velocidad de respuesta local frente al coronavirus, en comparación con lo ocurrido en China y algunos países europeos, aunque el problema recién está empezando. “Y con el correr de las horas se van a ir anunciando nuevas medidas que faciliten cumplir el aislamiento”. Es coordinadora del área de Salud Poblacional del Hospital Italiano y voluntaria en los equipos que enfrentan esta crisis sanitaria. Más allá del tiempo ganado, los modelos matemáticos con los que evaluar los niveles de contagio muestran a la comunidad en zona de riesgo. Frente a eso, Figar propone también pensar otras cuestiones motivadas por el brote mundial de coronavirus COVID-19. ¿Cómo relacionar pandemias y cooperación? ¿Y con el consumo? ¿Con qué paradigmas razonar lo que se está viviendo? ¿Cuál es la función de los miedos y de los medios? Reflexiones frente a las pandemias del siglo 21.

Coronavirus: la pandemia de miedo, el mes ganado, y cómo dar vuelta la realidad

“Las medidas que se están anunciando son perfectas. Los modelos de predicción matemáticos muestran el valor de medidas tomadas a tiempo. Se van a seguir anunciando estrategias para facilitar el cumplimiento del aislamiento y eso da esperanza” explica la doctora Silvana Figar, coordinadora del Hospital Italiano en el área de Salud Poblacional, y parte del equipo de la entidad que investiga temas socioambientales como lo han hecho, por ejemplo, con los efectos en la salud de la aplicación de agrotóxicos en localidades de Entre Ríos como Villa Elisa.

“Argentina está pudiendo contar con información de epidemiólogos de todo el mundo, tenemos incluso un foro internacional en el que estamos interconectados y en el que estamos manejando justamente modelos matemáticos que permiten entender de qué modo se viraliza la enfermedad y la importancia de prevenir a tiempo el problema. Hay mucho aprendizaje que nos llega por esa vía. Desde Europa principalmente, hay epidemiólogos que quieren ayudar planteando que lo que les pasó a ellos no nos pase a nosotros. No estamos solos en eso”.

Sostiene Figar: “Ganamos un mes. No es lo que pasó en China donde hubo cuatro casos con neumonías graves sin causa, internadas, cuyos inicios de síntomas habían sido el 8 de diciembre. Recién a fines de ese mes se reconoció la epidemia. O sea que la circulación viral social era anterior al 8 de diciembre, iba contagiando y enfermando a muchísima gente, y estuvieron más de un mes sin poder dar repuesta”.  

“Por eso el problema tiene que ver con haber llegado demasiado tarde. Nosotros, con el diario del lunes, tuvimos la oportunidad de tener ese mes a favor para poder plantear más a tiempo las medidas de contención social, y eso puede lograr que, cuando venga la epidemia, el número de casos se aplane”. Silvana se fundamenta en los modelos matemáticos difundidos por el ingeniero español Tomás Pueyo (residente en los Estados Unidos) en su trabajo “Why you must act now” (Por qué ustedes deben actuar ahora). Allí Pueyo explica que la capacidad exponencial de contagio del virus hace que la única forma de amortiguar el crecimiento de la epidemia sea mediante el aislamiento social, y que esa distancia social es la única capaz de salvar vidas.

Demuestra que los casos reales son muchos más que los “casos conocidos” (hasta 10 o 15 veces más) y que en Wuhan y otras 15 ciudades chinas el aislamiento social fue lo único que detuvo el brutal crecimiento de casos reales.

Coronavirus: la pandemia de miedo, el mes ganado, y cómo dar vuelta la realidad

Explica Figar: “Hay un reporte muy bueno de este lunes en el que China está bajando sus cifras. Está teniendo la misma tasa de casos curados que de nuevos. Eso ameseta la tendencia y permite que se controle mejor la enfermedad”.

Silvana participó además en el Diplomado en Periodismo y Comunicación Ambiental Andrés Carrasco, de la Cooperativa lavaca, y compartió percepciones, datos y reflexiones a partir de lo que está ocurriendo en la sociedad. Algunos de sus conceptos, como para incentivar el debate y las acciones en tiempos en que el miedo puede ser un dispositivo paralizante.

¿Competencia o cooperación?

Estoy colaborando en el Ministerio de Salud de Nación y de CABA, llamé y ofrecí voluntariamente mis servicios como epidemióloga, dada la situación. En el 107, me consta, se armó un equipo excepcional de seguimiento de los casos que se van presentando. En Argentina estamos con la suerte de tener el diario del lunes, porque Italia, China, ya están pasando por situaciones que a nosotros nos permiten prever cómo trabajar socialmente esta epidemia, esta pandemia. Y, en ese sentido, se nos da esta oportunidad de construir nuevas estrategias que vayan dirigidas a lo que es la prevención de la transmisión social del virus”.

“Uno de los temas que aparecen en estas situaciones es: ¿cómo construir el lazo social que tiene el poder de dar vuelta una realidad social cualquiera sea? Sobre esto hay muchas teorías, hay un montón de sociólogos que apoyan que es posible y, dicho de manera muy dicotómica, lo siguiente: o creemos que los seres humanos sobrevivimos compitiendo o creemos que sobrevivimos cooperando”.

La enseñanza de las epidemias

“Estamos entrando hoy en una etapa que nos convoca a reconstruir el lazo social y a entender cómo es el ser humano trabajando con un concepto de cooperación, de potenciación y creatividad, para la transformación de su contexto tanto ambiental como social. Soy una convencida de que las epidemias vienen a enseñarnos justamente a construir esa cooperación. La epidemia es una enfermedad que le viene al conjunto, a toda la sociedad, con lo cual las respuestas terapéuticas -si me pongo paramédica-, tienen que ser diseñadas desde el conjunto y no a título individual”.
“La historia muestra que las epidemias siempre dan esa oportunidad de que aparezca lo solidario, lo fraterno, el trabajo colectivo comunal. Y, como todo, en las sociedades hay un 20% que piensa así, otro 20% que va a tener conductas individuales que hay que respetar porque probablemente están orientadas desde el miedo, y una masa importante que sería ese otro 60%, que un poco va a ir a donde estos dos extremos lo lleven. Por eso es tan importante en este momento, cuando todavía estamos en una fase de contención, lo que ocurre con aquellos que al miedo lo han podido transformar en la contracara del miedo y lo traducen en acciones activas”.

Lo activo y lo pasivo

“Esas personas que yo menciono como activas, es necesario que empiecen a ser quienes dominan la voz de las sociedades. Voy a ir a un ejemplo: Circuló un whatsapp donde decía: “Si ves una persona que vino del extranjero y no cumple la cuarentena, llamá al Ministerio de la Nación al 0800”. Eso no debería viralizarse si tenemos una malla social que pueda contrarrestar un accionar local de sujetos. O sea: ¿conocés a esa persona? ¿Podés abordarle y hablarle, en vez de tener un miedo y disparar una acción de control por un tercero?”.  

“Es decir, yo me hago cargo de mi responsabilidad porque soy un sujeto ya consciente y sé que algo puedo hacer, no me pongo pasivo y espero que un papá Estado me lo resuelva. Y sobre todo, la forma de resolverlo: lo que yo quiero evitar es la militarización de una epidemia. Entonces, si hay algo que sé que se puede hacer, porque lo hemos hecho en la red pública de salud AMBA, hemos trabajado el concepto de salud colectiva, es encontrarnos en esos debates singularizantes en cada contexto, en cada particular. Ustedes ahora piénsense desde lo individual: ¿qué poder tienen de ir a proponer un diálogo para construir con inteligencia colectiva alguna acción, que será útil para la situación particular de ustedes? Entonces es la suma de singularidades y acciones de ciudadanos autónomos o con autonomía relativa, la que hace la transformación”.

El nuevo enfoque

“En ese enfoque es donde podemos hoy hacer algo nuevo, que no está, aunque nuestra sociedad se ve desafiada a ver quiénes somos los actores que ganamos el tejido social, sobre todo las redes sociales, para invitar a las personas a sumarse, a pensarse en particular y con acciones. Otro ejemplo: me están llegando propuestas porque además ya he armado un grupo que lo llamamos de Prevención Biopsicosocial de la Epidemia. Hay gente del ámbito de la salud, pero se han sumado líderes comunitarios, aquellas personas que vienen de merenderos, de comedores, o los que cuidan geriátricos. Tuvimos tres encuentros la última semana. Hay una enfermera con sus instrucciones, compartimos conocimiento e información, saber qué es el virus y qué me puede hacer, se contestan las dudas, pero se contestan dentro de una dinámica también más bio-psico-social, que arranca con el miedo, y sobretodo este miedo que imponen los medios de comunicación que colaboran muy poco”.

“Así empezamos a deconstruir qué herramientas damos una vez que tenemos información, una vez que vemos nuestro espacio particular, y que empezamos a darnos cuenta de que es una oportunidad de trabajar con el otro. Entre los que están ahí: ¿cómo ven que pueden hacer algo? Al principio uno va por el cierre, por todo lo que no se puede hacer. Con tanta información negativa, empiezo a cerrarme, a quedarme sin poder respirar. En estos encuentros que hacemos, y que ustedes mismos pueden hacer, se puede pensar con el otro cómo pasar del ‘no puedo’ al ‘qué es lo que sí puedo hacer’. Y el ser humano en esos casos pasa de la emoción del miedo a una emoción proactiva, si estoy con otro o una otra que me da un incentivo para actuar de otro modo”.

“Entonces es una combinación entre dar información y dar seguridad, y recuperar potencial innovativo y creativo, que cada uno singulariza es su contexto, para dar una solución al problema. En vez de negarlo, en vez de pedirle al Estado que se haga cargo y, menos todavía, en vez de pelearme con el otro porque es el que me trae la mancha, o que se porta mal. Eso lleva a comportamientos sociales que terminan pidiendo mano dura, y al final vemos la respuesta del Estado que, como tampoco sabe qué hacer, saca a todos los militares a la calle y sabemos también todo lo que pasa con eso”.

“Lo que me desvela es entonces cómo nos entrelazamos, porque la sociedad tiene otro nivel de maduración, de entramado, y no da lugar a respuestas de este 20% asustado que cree que hay un malo y entonces la fuerza pública es la que da respuesta y me cuida”.

Cuando no hay grieta

“Sobre la epidemia, hoy no hay circulación viral activa. O sea, hoy yo puedo transitar con mis resguardos de distancia social de cualquier ser humano, porque estoy aprendiendo para la fase que sigue, que es la 3. Entonces, en esta fase es que podemos prever la conducta de miedo a futuro, porque en cuanto la sociedad tome miedo, por ahí gana ese 20% que se aísla y no permite este espacio de construcción del que estamos hablando”.

“Argentina está en una situación tristemente privilegiada porque, a mi juicio, lo que están haciendo Ciudad, Nación y Provincia por suerte es un diálogo continuo, doy fe de eso, lo veo, y las medidas que toman no son políticas, no están jugando a ver cómo queda uno o el otro. Y eso para nosotros, al menos para mi mirada, supera la dicotomía que genera todo lo que socialmente sufrimos por falta de diálogo en una grieta”.

“Por eso también veo una oportunidad para que todo lo que ocurra sea pensado para cuidar a la comunidad. Por primera vez esta epidemia nos viene a decir ‘vamos a lo importante, juntémonos’. Y eso está ocurriendo a nivel liderazgo de la Salud Pública. Para mí eso es maravilloso, me emociona y por eso fui a ofrecerme voluntariamente. Y hay una dedicación al trabajo coordinado como nunca vi también. Nadie duda, estamos todos cansados y la seguimos”.

“Por eso de nuevo vuelvo al concepto de trabajar en red: encontramos un propósito, no nos anteponemos como individuos, ni con nuestro miedo, ni con nuestros intereses individuales. Eso ahí se está viendo, y esa fase es la que nos permite -la fase actual, la fase 2, donde están estos treinta y pico de casos que están todos guardados, y yo doy fe de eso porque lo veo, el equipazo que hay de contención de contacto, un equipo de operadoras coordinadas para cuidar a esas personas. Ver cómo funciona todo eso es emocionante”.

“Algo que también nos regala esta epidemia es el valor del tiempo, y a la gente que está en resguardo, una de las preguntas que le hacen los operadores es ‘qué es lo que siempre quisiste hacer y no pudiste’. Y bueno, hay gente que le gustaba pintar entonces el Estado le llevó los materiales. O una mujer que quería tejer, o historias así, muy singulares, pequeñas, en las que hay vínculo y hay amor”.

La pseudo libertad

“Ahí aparece otro aspecto. El modelo de consumo y la pseudo-libertad que uno tiene en un trabajo que lleva el tiempo vital de la persona. Estas epidemias sabemos que vienen a hacernos pensar en el modelo de producción, de consumo y de formas de relacionarnos productivamente. Ahora hay tres personas a las que se les da de alta, los primeros tres curados de coronavirus. Ellos son quienes no tienen más miedo, porque ya se curaron, están inmunes. Entonces, ¿qué van a hacer? Y eso es interesante de ver, porque perfectamente podrían ser quienes empiecen a cuidar a otras personas, dado que pueden estar ahí. O si se van a individualizar y decir ‘hago la mía’. Es interesante ver qué nos pasa luego de que tenemos coronavirus. Así que bueno, yo no soy experta en eso pero lo veo, es una oportunidad”.

“¿Qué opciones tenemos en lo práctico? Por ejemplo, seguir una dieta saludable, definida como aquello que es lo más cercano a la tierra. Es decir, si vos tenés que abrir un paquete, algo envasado, industrializado, ya se alejó. Todo lo que estés consumiendo está desvitalizado, porque pasó por la industrialización. Entonces tu sistema inmune requiere de propiedades que van más allá de la vitamina C. Como la toma de Vitamina C se difundió ahora, la pongo de ejemplo: si yo la consumo en pastilla, no es la misma vitamina C que si la saco de una naranja, y no es la misma la de la naranja del jugo del frigorífico que la que saco recién del árbol frutal, y ni hablar si ese árbol frutal no está fumigado y es agroecológico”.

“Esto nos lleva a otro tema. Si consumo algo que tiene agrotóxicos, se afecta la salud incluyendo la microbiota y sse afecta el  sistema inmunológico. La microbiota es un órgano nuestro: así como tenemos el hígado y el riñón, tenemos una película de bacterias en nuestro tubo digestivo que si no existen, o han sido dañadas, nos impiden estar sanos. Si consumo algo que tiene un agroquímico o un agrotóxico, es obvio que las bacterias se van a ver afectadas. De hecho el glifosato se descubrió como un antibiótico de amplio espectro. Entonces, vuelvo al contexto, cada vez que yo consumo una comida que tiene un proceso que no es natural, estoy afectando mi microbiota y eso va a afectar mi inmunidad, hoy ya se conoce esa relación tan necesaria de nuestras bacterias con nuestro sistema inmune e incluso cerebral”.

“¿Cómo hacemos entonces como sociedad? La creatividad va a aparecer por la pregunta, la pregunta que está abierta, y que nos hace buscar juntos. No hay respuestas. Y creo fuertemente que en ese caso nuestras respuestas son maravillosas si las pensamos colectivamente y en cada particular. Por supuesto el coronavirus puede ser una oportunidad para efectivamente sacar de cuajo la idea de que el modelo productivo actual es necesario para supervivir. En cambio tenemos otras posibilidades, de actuar en cooperación, en colaboración, pensando en otros estilos de vida”.

“¿Un  ejemplo? Redes de vecinos podrían conseguir bolsones de alimentos saludables,  por ejemplo de la UTT (Unión de Trabajadores de la Tierra). Eso hoy se pueda compartir por redes y generar esa relación de productor y consumidor.  Darnos cuenta de que ir a un supermercado es una construcción del modelo, del sistema actual. El coronavirus tal vez permita llegar a ese 60%  de personas que pueden estar esperando ideas y acciones de partes de grupos que puedan acercarles formas nuevas de consumo distintas”.

“La epidemia nos trae una novedad: poder reconstruir lazos sociales rotos. Una oportunidad de generar la cooperación y encontrar el lugar en una sociedad que hoy nos necesita a todos. Lo estoy viendo. Un ministerio segmentado en organigramas rígidos se transformó en otra cosa donde el eje es la salud y el entramado para resolver situaciones. Eso saca los egos, hay un propósito común que nos convoca y relega el individualismo. Todos con una energía asociativa muy interesante. Haciendo algo que no es por pánico o miedo o por un interés individualista. Ese tipo de cambios pueden ser el signo de una época”.

“En lo práctico, el tema es evitar que la enfermedad crezca tanto que colapse al sistema de salud, que no haya camas suficientes si la epidemia crece toda junta”.

“Ojalá los periodistas se dejen de hablar de números, de miedo, y se pongan a hablar de la potenciación que genera trabajar en la construcción del lazo social”. 

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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

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Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.

Por María del Carmen Varela.

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia. 

La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.

Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.

La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional.  A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.

Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.

Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro. 

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA

Viernes 30 de mayo, 20.30 hs

Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

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Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.

Por María del Carmen Varela

La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.

La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro
Gabriela Pastor en escena. Detrás, Juan Zuberman interpreta a un ciego que toca la guitarra.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario.  Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.

El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.

Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.

Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.

La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.

Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA

Domingos 18 y 25 de mayo, 20  hs

Más info y entradas en @perlaguarani

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Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado

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Todo lo que se narra a continuación sucedió mientras, en el Congreso, la policía reprimía a mansalva a jubilados, periodistas –incluido Lucas Pedulla, integrante de lavaca– y personas que se acercan a movilizarse cada miércoles. Fin.

Crónica de Franco Ciancaglini. Fotos de Sebastian Smok.

La historia comienza así: el partido del gobierno La Libertad Avanza organizó un acto de cierre de la campaña del vocero presidencial y candidato a legislador porteño Manuel Adorni, en Plaza Mitre, Recoleta.

El montaje del escenario afirma: “Adorni es Milei”.

Se espera que ambas personalidades estén y hablen hoy.

Pero falta para eso.

Media hora antes de la convocatoria, en distintas esquinas de la avenida Libertador, hay grupos de personas que, muy organizadas, esperan.

En las esquinas la mayoría va vestida de negro pero, en un acto de magia política, luego se las verá llegar a la plaza con la misma remera violeta, puesta arriba de sus verdaderas remeras o incluso de buzos y camperas.

Un notero de TN primero y luego de C5N hablaron con estas personas, que confesaron haber sido convocadas para trabajar en “prevención” bajo la promesa de una paga de 25 mil pesos.
El Whatsapp de la convocatoria, revelado a cámara por uno de ellos, decía: “Ahy (sic) un acto político de 17 a 21. 25 mil pesos. El que quiere se anota”.

Finalmente no era para prevención, sino para “presencia”.

Pero lo peor no es nada de esto, sino que finalmente no les pagaron los 25 mil, sino que quisieron darles 10 mil; ante la presión, algunos recibieron 20 y otros, nada: “Porque no me quiero poner la remera esa sucia no me quieren pagar”, denunció el más sincero ante las cámaras.

Fin.

Lo cierto es que estas columnas de unas 50 personas cada una fueron las que lograron ocupar una plaza Mitre que estaba semivacía.

Temprano, los remera violeta se negaban a hablar con la prensa, aún disciplinados por la promesa de la paga. Luego, ante la deflación de lo prometido descargaron su bronca ante las cámaras dejando en evidencia cómo trabaja el puntero Sebastián Pareja en la provincia de Buenos Aires, de donde provenían estas personas, para el cierre de una campaña porteña.

Alicia es jubilada pero no está marchando alrededor del Congreso, sino que está acá, colándose entre los violetas para saltear unas vallas y pasar más rápido hacia el sector del escenario. Hace un año y medio que se afilió al partido en la Comuna 13 Belgrano, Núñez. Habla de Milei como obnubilada, apurando su paso como ansiosa por la posibilidad de verlo en vivo. Faltan, al menos, dos horas.

Describe a Milei como un “bocho en economía” y se ríe al recordar que en la última elección, hace dos años, votó al actual jefe de gobierno, Jorge Macri. Está claro que no repetirá voto: “Está la ciudad muy abandonada. Mucho linyera, ratas por todos lados. En mis 82 años nunca había visto ratas en la ciudad”. Voto cantado: Adorni, a quien define como “alguien muy correcto”.

Sobre el otro Macri, el Mauricio, dice que “en su momento gobernó bien” pero ahora lo ve fuera de escena. No está al tanto de sus últimas apariciones contra Caputo, Karina y al propio Presidente, o no le interesan.

Alicia prefiere no hablar más y busca un lugar cerca del escenario para ver a su Presidente.

Lucía y Paula, también jubiladas, vinieron de Vicente López y prefieren mirar la escena desde atrás de todo. Es que llevan dos perritos de raza, o de diseño: Coca y Cola. ¿Qué les gusta de Milei? “Te puede gustar o no pero él habla desde el sentimiento. De lo que sentimos muchos”, dice Paula. Lucía suma: “Me gusta porque va a fondo”.

Sobre Mauricio Macri: “Yo lo voté. Ahora, de política no entiendo mucho, pero me da un poco de tristeza porque creo que tienen (con Milei) más coincidencias. Pero tiene que haber una oposición con responsabilidad. Tal vez Macri sea la oposición”.

Marta también es jubilada de 87 años bien llevados. Por qué vino acá (y no al Congreso): “Porque quiero escuchar quiero informarme quiero saber. Son tantos años de lo otro, que esto merece una oportunidad”.

Sigue sola: “El tono no me gusta. Cuando dice malas palabras es un mal ejemplo para la juventud”.

Qué le pedirías al gobierno a nivel Ciudad: “Por favor que saque las villas. La 31 es infernal”. Se pregunta y se responde: “¿Porque avanzaron tanto? Porque les han dado plata”.

¿Marra? “Sí, me gusta. Qué paso ahí, no sé. Me gusta, te soy sincera, pero ahora hay que unir fuerzas”.

¿Está de acuerdo con la medida anti-inmigratoria? “¿Vos te podés hacer ciudadano dinamarqués, o paraguayo? Acá entran todos. Los chorros, los burros. Y si no les gusta que se vuelvan a sus países”.

¿Y la pobreza? Marta cambie el eje: “Basta de decir ‘hagan lío’. Francisco se terminó. Basta de decir la iglesia de los pobres. Pepe Mujica era comunista. Se han hecho ricos con los pobres”.  

Precisamente Mujica pareciera que no. Ella: “No sé. Déjame dudar. Pero basta”.

¿Qué representa para vos Mujica y qué Milei? “Apoyo a Milei y lo nuevo. Y que dios nos ayude”.

¿Y si sale mal? “Creo que ya no voy a estar con vida. Que se arreglen los que quedan”.

Fin.

Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado
Fotos: Sebastian Smok

A su lado hay un joven con una pala gigante. Posa sonriente para decenas de cámaras. Parece haber logrado su objetivo: llamar la atención.

Se llama Santiago y se tomó dos colectivos desde “la zona más fea de la provincia”, Florencio Varela, donde vive. Tiene 21 años, camisa manga larga a cuadros y una enorme mochila roja sobre la que ató un pañuelo celeste.

Cuenta sobre el sentido de la pala: “Hay que trabajar en este país. Nada se puede conseguir gratis. Todo es trabajo en la vida”.

De qué trabaja: “Soy Rappi y Pedidos YA”. ¿Cuánto gana? “Un poco, mi mamá me decía: muy bien Santiago, ese dinero lo sacaste de tus esfuerzos”. No dice números. Y finalmente revela que ahora ya no trabaja.

Al joven de la pala lo interrumpe Franco, otro joven, vestido de traje, que quiere sacarse una foto con el instrumento. Me da la cámara y posa de mil maneras para fotos que luego subirá a su Instagram. Franco Vera, sabré después, es un joven militante que ha irrumpido hace pocos meses en el colegio Nicolás Avellaneda de Palermo –estando él domiciliado en el conurbano- para postularse como Presidente del centro de estudiantes de la institución.

Franco Vera es de estatura pequeña pero en el debate del centro de estudiantes miró a sus contendientes de la lista oficialista, asociada al peronismo, y al ver que eran 8 personas dijo: “Yo estoy solo pero me la aguanto”. Primera gran ovación del público que recién lo conocía en un debate que ganó con comodidad con palabras clave como fútbol, Messi, Dios, diversidad.

Su lista, hasta antes del debate compuesta por él solo, se llama Ruge el cambio.

Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado
Franco Vera, candidato a presidente por la lista Ruge el cambio del centro de estudiantes del colegio Nicolás Avellaneda.

Ahora tiene una decena de seguidores, más después de su segunda jugada: hacerle una cámara oculta a la directora. En la cámara, subida a las redes, se ve cómo la mujer lo apercibe por una serie de hechos difíciles de entender desde afuera, supuestas actitudes de Franco desde que llegó al colegio. Es cierto, se lo nota sobre excitado y concentrado en su carrera estudiantil. Y si bien el video no lo muestra, él asegura que el objetivo de la directora es censurar a Ruge el Cambio para que no se presente –y gane- las elecciones del centro.
Así utilizó la cámara oculta para denunciar la censura institucional.

Su historia merece un documental aparte, que no entra en esta nota. Sobre la elección porteña, él no puede votar. Y pese a las preguntas sobre la actualidad él hablará como representante de los jóvenes de LLA en tono candidato y pedirá que sea a través de videos: “Menos Estado es menos peso al sector público. O sea… Si una persona no capacitada no nos sirve, ¿para qué lo vamos a tener como empleado? Necesitamos tener personas capacitadas. Hay que aprender en esta batalla cultural que los que nos gobiernan son personas normales, no son entes superiores, no tienen título de nobleza”.

¿Los Menem no serán parte? A Franco no le entra una bala: “Los jóvenes somos el cambio” responde en casete y mostrando su sonrisa de dientes con aparatos. Corta la charla para seguir sacándose fotos que subirá tanto a su Instagram como al de la agrupación Ruge el cambio, actividad que le sale muy bien: durante la tarde noche logrará cosechar selfies con personajes como el Gordo Dan o el diputado Martín… Menem.

Fin.

Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado
Lila Lemoine apareció vestida de playera de YPF.

Otras celebridades que se llevan las miradas:

El Zorro con la bandera de Argentina.

Mickey Mouse con un cartel que dice “Aguante Adorni”.

Lila Lemoine vestida como playera de YPF.

Una mujer que tiene tatuada en la cara, justo arriba de su ceja, la palabra “Castrate”. Hay que acercarse bien para entender bien de qué va… o no tanto. En su cachete izquierdo amplía las siguientes consignas:

  • Castrá
  • Adoptá callejeritos
  • Educá
  • No compres
  • No + piroctenia

Son tatuajes.

En la cara.

Fin.

Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado

Franco Carcedo es autor de un libro recién salido del horno que se llama Milei: Conexiones filosóficas. Lo escribió junto a su esposa en La Pampa, donde vive, de donde llegó hoy 7AM y a donde vuelve hoy mismo a las 22. Vino, además de para ver a Adorni y Milei con el objetivo concreto de vender su libro. Lleva 5 ejemplares en la mano, y cuenta que ya vendió otros 5. “Es un camión”, anuncia. Y cuenta sobre su contenido: “El libro relaciona distintos acontecimientos que sucedieron durante la vida de Javier Milei, lo que hizo y muchas veces lo que dijo y dice”. ¿Un ejemplo?

Lo que sigue es literal y no está trucado ni escrito maliciosamente: es parte del libro editado por la editorial Dunken, que cualquiera puede comprar. Dice Franco: “Cuando habla de la felicidad él sin saberlo está hablando de algo que dijo Oscar Wilde en 1888”. ¿Cómo? “Cuando Milei dice que la felicidad es no tenerle miedo a la muerte. Oscar Wilde dice algo parecido”.

La pido mejor hojear el contenido; al inicio hay dos citas. Una de Napoleón que dice: “Los hombres excepcionales son parte de un momento excepcional”. Y otra de Javier Milei: “No seré reconocido como economista sino como rockstar”. Ahí nos vamos entendiendo.

Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado
Franco Carcedo y su libro.

En el libro, profundiza Franco, “hay referencias a Nietzche, Maquiavelo, hay cosas de Spinoza… y la frutilla del postre”. Atención: “La cita de Wilde de la felicidad es de 1888. Milei en 1998 funda una banda que se llama Everest. ¿Sabés cuantos metros tiene el Everest? 8848.88”. Ante mi mirada atónita, Franco Carceda prosigue: “Pero hay más. El día que nació Milei se jugó un partido amistoso para homenajear a Arsenio Erico (futbolista paraguayo muy querido en Independiente). En ese partido debutan Bianchi, Carrascosa y César Laraignée. Ese día nació Milei”.

¿Y entonces? Franco Carceda repite: “El día que nació Milei ellos debutan con la casaca argentina”.

¿Pero cuál sería la conexión filosófica: “Es algo piola porque Milei es fanático de Boca y Bianchi es casi el máximo ídolo de Boca, con Riquelme y Palermo, ponele”.

Vuelvo a pedirle el libro. Sobre el nacimiento de Milei, se informa también que nació el mismo día que el guardameta ruso «Araña» Yasín (¡dos arqueros!) y que se editó un álbum del conjunto Jackson 5 de donde saltaría a la fama Michael Jackson.

Fin.

Equivalencias y bebidas.

Una señora envía videos a un grupo y le responden “como quisiera estar ahí”, “cuidate” y le ponen emojis de un león.

Una nena con la careta de Milei y una motosierra posa para las fotos mientras la mamá, al lado, tiene una careta de Adorni, un caniche y muchos pañuelos celestes atados a la mochila, como si los hubiera llevado para hacerse unos pesos.

Un remera violeta grita “viva la libertad” y otros remera violeta, alrededor, lo miran y estallan en carcajadas. Él también.

Franco Vera me contará luego, orgulloso y dolorido, que le tocó la mano a Milei pero que eso le costó que, literalmente, que los seguridad lo tiraran al piso y le pisaran la cabeza: “Estoy bendecido”.

Suena en el escenario un tema con acordes punk cuya letra asegura que Milei es “el último punk” y “el último superhéroe de la libertad”; eso significa que están al caer el Presidente y también Adorni, a quien nadie parece esperar demasiado. Menos que nadie, los remera violeta.

Aparece más allá otro contingente de remeras violetas que ahora llevan bengalas violetas y tocan bombos violetas, siguiendo a una bandera sostenida por jóvenes prolijos y sonrientes sin remera violeta.

La inscripción de la bandera en la cabecera dice «Jóvenes LLA» y otra atrás “Lugano”. La entrada es de cancha: se canta “el domingo cueste lo que cueste” y “un minuto de silencio para Macri que está muerto”.

Otro de los hits son “El que no salta es radical” y uno que cambia la palabra “Perón” por “León”.

Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado

Un hombre de 40 y pico, vestido de traje, es el que saca las canciones y agita.

Lidera a la barra hasta meterla en el centro mismo del escenario.

Mientras este cronista anota otras cosas, como la presencia de francotiradores en las terrazas de Recoleta y al lado del escenario, se ve que el hombre sale del tumulto, ofuscado.

Le han robado el celular.

Habla con una persona de seguridad, que abre las manos en señal de “no puedo hacer nada”.

El hombre está visiblemente afectado, dice “no lo puedo creer” y pide un celular para “dar de baja las tarjetas”.

Consigue una cómplice, a quien le confesará lo que él cree es la razón del robo:

-Es que está lleno de negros.

Fin.

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