Nota
Cutral-Co, el regreso
Familias, docentes, jóvenes, médicos y obreros tomaron terrenos para construir sus propias viviendas en las ciudades patagónicas de Cutral-Co y Plaza Huincul, localidades donde a fines del siglo pasado nacieron los piquetes. En una zona donde proliferan los casinos, el petróleo y las putas escasean los planes sociales de vivienda. Por eso, más de mil familias protagonizan esta acción pluriclasista y comenzaron con la autoconstrucción.Mil familias, docentes, jóvenes parejas y obreros del petróleo de los municipios de Cutral-Có y Plaza Huincul en Neuquén tomaron los terrenos que venían exigiendo desde hace años para construir sus viviendas. Con cinta y alambre delimitaron sus espacios, armaron carpas y hasta algunos comenzaron a construir. Ante la mirada perpleja del resto de la sociedad y de los propios funcionarios, los vecinos se organizaron y comenzaron a exigirles a los municipios que reconozcan sus derechos.
Los primeros barrios en poblarse de carpas fueron el Parque Oeste y Este. La imagen de un día de sol, pero helado, muestra a los malacates que extraen petróleo sin cesar y a las carpas rodeadas de gente que vuelve menos temible el desértico paisaje.
Sandra es docente en un secundario y el martes pasado decidió sumarse a la toma: «Primero estuve cerca de la ruta 17 en tierras que supuestamente son de Repsol”, cuenta con voz suave mientras el vapor del frío se desliza por sus labios. Muy cerca de la ruta que menciona Sandra, justo frente al enorme Casino Black Gold (significa Oro Negro), se alzan rejas que protegen la construcción de un Hotel-Casino de lujo. Un cartel indica «Neuquén es confianza» y más arriba “Chenyi S.A.”, una empresa de “logística” contratista de Repsol y, según muchos vecinos -que prefirieron resguardar su identidad-, vinculada estrechamente al Secretario General de la CGT, Hugo Moyano.
Sandra sigue con su relato: “Decidí dejar el terreno de la ruta 17 y venirme para Plaza Huincul, unas cuadras detrás del Hospital Público”. Allí se encontró con enfermeros, personal de limpieza y hasta médicos que también venían reclamando un terreno para edificar sus casas. “Me negaba a hacer este tipo de cosas y por eso había presentado notas a los intendentes de las dos ciudades”, explica. En Cutral Có, el destinatario de la misiva fue Eduardo Benítez, un radical K que por estos días está dejando el poder en manos de Ramón Rioseco, un ex Frente Grande; mientras que en Plaza Huincul la carta le llegó a Silvia Otaño, del Movimiento Popular Neuquino, que gobernó esa ciudad por 20 años pero que ahora también está dejando el poder en manos del kirchnerista Alberto Crespo. Otaño, antes de irse, le brindó una respuesta que no la sorprendió: “Me dijo que si dejaba de hacer protestas y paros iba a tener un terreno”, recuerda Sandra y señala dos casas que empiezan prolijamente a tomar forma en la manzana de enfrente: “Son colegas míos que no hacen más paros y se afiliaron al MPN”, dice . El otro intendente, Benítez, también le contestó: “Dijo que ellos tenían otras prioridades. Y que yo, por ser soltera y sin hijos y cobrar un sueldo como docente, perfectamente podía pagarme un alquiler”. Sandra cuenta todo con una calma sorprendente.
Ni en uno ni en otro municipio se aplican políticas destinadas a solucionar el problema habitacional, que día a día se agrava ante la suba –que parece no tener freno- de los alquileres. Según Sandra las inmobiliarias fijan los precios de acuerdo a los ingresos de los empleados jerárquicos de empresas petroleras, que rondan los 5 mil pesos como mínimo.Mientras hablamos, Nicolás, un joven biólogo de Cutral-Có, limpia con una pala demasiado pequeña el terreno que tomó más temprano. Un vecino ya instalado se acerca con alambre y se ofrece para ayudarlo a cercar el terreno. Le aconseja que no se descuide “porque parece que estos son terrenos que se van a otorgar seguro y muchos andan rondándolos.”
En las tomas corren muchos rumores. La mayoría son voces optimistas, excepto en la ruta 17, donde las tierras tienen una historia de idas y vueltas: “Esos terrenos eran de YPF y ahora son de Repsol, pero como la empresa le debe al Municipio de Plaza Huincul, se los cedió en parte de pago aunque sin ningún papel que avale la operación. Este asunto ahora va a entrar en litigio porque Repsol quiere las tierras de vuelta, aunque no se sabe para qué si ya sacaron todo lo que había para explotar en ellas”, resume Sandra.
Nicolás, a su vez, reconoce que en toda la ciudad crecen los negocios y se hunde la sociedad: dónde había un cine en Plaza Huincul ahora se levanta un boliche bailable, donde había otro en Cutral-Có, hoy se erige un casino. Y frente a otros dos casinos, crece una nueva edificación: aunque no lo crea, se trata de otro casino. “Petróleo, Putas y Planes. Esos son los negocios más prósperos acá”, sentenció Nicolás con enojo.
Las tomas desataron intensos debates en la zona: ¿De quién es la tierra? ¿Quién usurpa a quién? ¿Cómo se reparte lo que se reparte? Son todas preguntas que estos días resuenan en la radio y en la calle.
Sandra explica que están obligados a organizarse entre ellos para acortar tiempos burocráticos: “Por manzana uno de nosotros se encarga de que todos firmen una planilla con el nombre, DNI, lugar donde alquilan, y preparamos una declaración de que no tienen terreno ni vivienda propios”.
Sólo con apoyo mutuo puede soportarse tanto frío: encienden fogones y ceban mates colectivos, hablan, discuten, se turnan para hacer guardias nocturnas en los terrenos. “Me hace acordar a los piquetes”, dice Bety, docente amiga de Sandra y madre de Nicolás.En la toma, según explican, hay gente de todas las clases sociales. Hay necesitados y también oportunistas que venden los terrenos a 300 o 500 pesos a las inmobiliarias locales. Otros, según dicen, son afiliados al MPN que llegaron a los terrenos con planos e información que les habrían dado los funcionarios que dejan el Municipio de Plaza Huincul con la intención de dejar la ciudad “incendiada”. Pero más allá de todas las especulaciones, de si fue o no un acontecimiento “manijeado por el MPN en contra de los K”, lo cierto es que existe una necesidad social y concreta. “Nunca se diseñaron políticas de vivienda. El motivo no lo sé, puede ser que lo hacían para que la gente no se independice y siga bajo el control de los planes sociales. Con eso tienen contenidas las protestas. Tampoco pueden decir que no tienen recursos porque Cutral-Có recibe muchísimo dinero gracias a las regalías petroleras pero llega un momento en el que la gente se rebela”, dice Sandra y agrega: “Todavía no encontramos la punta del hilo en esta madeja que se armó y que fue una explosión tan grande que no se veía en las dos ciudades desde las puebladas”. Además, la toma disparó más temas: “Sirve para que la gente vuelva a reclamar cosas que tenía calladas. En la radio se escuchan protestas por el agua, se cuestiona el tema ambiental por la explotación de distintos yacimientos y el reparto de las riquezas”, detalla Sandra.
Antes de terminar la conversación, Sandra propone una solución. Dice: “Yo no quisiera que se nos regalase nada, y menos acá en el sur, porque se ha creado una muy fuerte cultura de no trabajo. Se han repartido planes y no se generaron empleos, entonces propongo que pongan un precio a las tierras y que hagan un relevamiento transparente y justo para todos”. La toma puso todos estos temas sobre la mesa. De golpe y sin reparos. En tierras de las primeras puebladas, está recién empezando un difícil pero oportuno debate. Sandra le avisa al nuevo vecino que le dejó unas facturas adentro de la carpa y se despide porque hoy le toca irse a dormir a otro lado. Es de noche, hay movimiento de autos alrededor, varios fogones iluminan las manzanas de tierra, alambre, cintas y carpas. Nicolás se lastima la mano con la pala pero sigue con la limpieza de la tierra. En el fondo, planea hacer una huerta y adentro de su carpa coloca el primer elemento decorativo: un póster de Boca.
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.
Por María del Carmen Varela
La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.
La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario. Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.
El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.
Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.
Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.
La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.
Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA
Domingos 18 y 25 de mayo, 20 hs
Más info y entradas en @perlaguarani
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