Nota
El Encuentro y después
“Y… si te hiciste violar”. Sí: alguien es capaz de decir eso luego de escuchar la confesión de una chica abusada a los 12 años. Fue una mujer, de un sector adivinable, y en medio del taller Mujer y Religión, uno de los 55 que se organizaron en el marco del Encuentro Nacional de Mujeres. No es una cita elegida como resumen del Encuentro o como reflejo de su espíritu, pero es una referencia de que se tiene que asistir con el estómago preparado para escuchar lo que sea sin violentarse. Más allá de eso, el Encuentro número 25 fue contundente y Paraná sintió la presencia de más de 30 mil mujeres que con distintos objetivos se concentraron y dejaron su marca en el espíritu de las asistentes y en las paredes y calles de la ciudad.
Deudas y violencias
Dos días y medio de hermanaje femenino. La plena satisfacción de compartir teje el espíritu de cada Encuentro y comienza desde mucho antes, organizando eventos para juntar plata para el pasaje o armando los grupos para la logística de la estadía. Son dos días y medio que sirven, además, para parar la máquina y preguntarse: “Bueno: acá estoy, ¿me gusta donde estoy?
Una vez ahí llega el momento de elegir qué actividad se puede o se quiere hacer. Es difícil abarcarlo todo. Hubo talleres masivos como el de Mujer y Aborto que concentró la violencia machista: al segundo día varios hombres irrumpieron rompiendo vidrios y atacaron a las integrantes a las mujeres que estaban allí con gas pimienta y golpes. Tres integrantes de la Comisión sufrieron lesiones y una de ellas fue hospitalizada. Después del ataque, se expulsó a las católicas. La policía no intervino, según dijeron quienes estuvieron presentes. La comisión organizadora señaló en un comunicado:
“Queremos hacer público nuestro rechazo al accionar de ciertos sectores que están dentro del Encuentro, pero que no participan del mismo sino que tratan sistemáticamente de romperlo, ocasionando incidentes, dañando edificios públicos e impulsando comportamientos que nada tienen que ver con la esencia del Encuentro”.
En el resto de los talleres se trabajó sin este tipo de violencias. Las temáticas fueron variadas: identidad, lesbianismo, sexualidad, trata, feminismo, activismo lésbico, adicciones, violencia, desocupación, organizaciones sindicales, acceso a la tierra, trabajadoras campesinas rurales, fábricas recuperadas, pueblos originarios, y otros muchos etcéteras. De todos ellos salieron 150 conclusiones. Los encuentros no son resolutivos, sino que cada taller finaliza con consensos. Claro que en muchos no hay y entonces se dejan por escrito las distintas posturas. Quizás el hecho de que no sea resolutivo no marca el camino hacia una determinación común, pero instala en la agenda pública los reclamos del feminismo argentino, evidenciando, sobre todo, una deuda: la legalización del aborto.
Los talleres
“Este es un taller de información, de educación, de mucha solidaridad. Tenemos que salir sabiendo más de lo que pasa en otros lugares”. Alguien hizo esa aclaración porque el taller sobre Latinoamérica arrancó desviado del tema que convocaba. Es una práctica habitual, porque muchas mujeres es la primera vez que asisten y confunden espacios y temáticas como escenarios de monólogos, hasta que alguien reencamina la cuestión. Es parte de la dinámica. Si no hay coordinadora designada, el grupo la elige en el momento y, dependiendo de sus posibilidades e intenciones, ordena el debate o lo desordena. Paciencia: de todo se aprende.
“Basta de decir que la forma de conseguir dignidad es la salvación. Hay millones que no creemos que esto sea así. No nos tenemos que embarazar para ser dignas. ¿De qué tenemos que ser dignas? No solo lo religioso produce dignidad. Nosotras tenemos un gestor más poderoso que la religión: nuestra conciencia”. La arenga se escuchó en el marco del taller sobre religión que trataba, nada menos, acerca de la relación entre Estado- Iglesia. Los temas: la injerencia de las religiones sobre la sexualidad de las mujeres y la familia, el financiamiento del Estado, la laicicidad y la autonomía en la justicia, la salud y la educación. Las participantes: católicas de distinto tinte, y las que no. Para atemperar a las extremistas, alguien recordó a los curas pedófilos, la libertad del padre Grassi, los privilegios de la Iglesia, su beneficio al no pagar impuestos, entre otros sacrilegios.“¿Qué pasa que la misma Iglesia no denuncia a sus curas abusadores? ¿Por qué Von Wernich puede dar misa en la cárcel?¿Qué pasa con mis compañeras católicas que no se manifiestan en contra de eso?” , fueron las preguntas que fueron respondidas por frases como estas: “Con el perdón y por el arrepentimiento somos liberados. Esa es la grandeza del plan, que Dios nos tiene en cuenta”.
El resultado de estos duelo se mide por lo que el grupo, finalmente, consensúa como conclusión y que luego es reflejada en el documento que se lee al final del Encuentro. En este caso se acordó puntalizar los siguientes ítems:
- la separación de las iglesias del Estado,
- que el Estado no sostenga ni cultural ni política ni económicamente a ninguna institución religiosa con ningún fin,
- que se respete y se ponga en práctica la ley de salud sexual y reproductiva en el país,
- que se juzgue a todos los curas que cometieron delitos y no se les permita ejercer.
Un ejemplo práctico del ejercicio de paciencia que cada Encuentro conlleva.
«Yo aborté y tu novia también»
La marcha se realizó después del cierre de los talleres. Estos giraron en torno de 55 temáticas, aunque las comisiones en las que se trabajaron fueron 150. La organización no dio abasto. Hubo, por ejemplo, escuelas que estaban comprometidas para alojar asistentes que cerraron sus puertas (y denunciadas por estos pequeños actos de boicots), pero el espíritu autogestivo logró superar cada obstáculo.
En las plazas del centro de la ciudad se realizaron los actos convocados por distintas organizaciones, recitales con bandas en vivo -como las Lesbianband-, venta de ropa y bibliografía diversa. El best seller: “Cómo hacerse un aborto seguro con pastillas”, compilado por las Lesbianas y Feministas por la Descriminalización del Aborto, y editado por El Colectivo.
La marcha comenzó en una de las plazas centrales, la Alberdi, pasadas las seis de la tarde. En realidad, hubo dos: una convocada por los partidos políticos y otra por la comisión organizadora. Los motivos de la partición son desconocidos para quien esto escribe, aturdida por la numerosa concurrencia que en la calle borró los límites de cada bando.
La marcha fue impresionante por lo numerosa y ruidosa. Cuadras de mujeres que agitaban banderas, carteles y consignas que interpelaban a los transeúntes, curiosos y algún que otro provocador que gritaba “¡Mal cogidas!”. ¿La respuesta? “Manolo, manolete, hacete solo el pete”.
La consigna de las bolivianas Mujeres Creando fue otro hit:“Mujer que se organiza, no plancha más camisas”. Por cada farmacia que la columna cruzaba el grito era:“Larga el Misoprostol” (la droga abortiva). El repertorio incluyó clásicos (“Si el papa fuera mujer, el aborto sería ley”, “Somos malas, podemos ser peores”) y otros paridos al calor de los reclamos que cruzaron este Encuentro: “Aborto legal desde el hospital”, “Cliente, prostitución y trata, rompamos las cadenas y digamos basta”, “Iglesia, basura, vos sos la dictadura”, “Hay una lesbiana en ese balcón”. Y hasta un pegadizo estribillo:
“A la iglesia apostólica romana,
que se quiere meter en nuestras camas,
les decimos que se nos da la gana
de ser putas, travestis y lesbianas”.
El paso por la Catedral dejó visible al escudo mayoritariamente masculino que la protegía, gentilmente acompañado por la policía. Fue, quizá, la imagen más violenta de esos dos días y medio. Y un símbolo de lo que cada Encuentro pone en escena: quién y cómo protege al poder.
Esa noche, terminada la marcha, se realizó la peña y al día siguiente el cierre, donde se eligió la próxima sede del encuentro: Bariloche. para visibilizar lo que pasa en esta ciudad turística “donde hay cosas que no se dan a conocer por el turismo”, y para recordar el crimen impune de Otoño Uriarte. También se leyeron las 150 conclusiones, entre las que fueron especialmente vivadas la separación Estado-Iglesia, la legalización del aborto y el grito “No a la trata”.
Ya no había demasiada gente porque había que emprender el retorno.
Para muchas lo importante era comenzar a preparase para el próximo.
fotos: Cecilia Anton
Colectivo de Acciòn Fotogràfica EN LA VUELTA
www.enlavuelta.org
Nota
Litio: nace un nuevo documental

Este viernes 29 de agosto se presentará un nuevo contenido de Cooperativa de trabajo lavaca: Litio. Un documental dirigido junto a Patricio Escobar que refleja la lucha de las comunidades originarias y el paralelismo entre la reforma (in)constitucional de Jujuy, como experimento hacia la Ley Bases votada a nivel nacional.
“Te cuento esta historia, si me prometés hacer algo. ¿Dale?”.
Así arranca el documental Litio, una historia de saqueo y resistencias, que continúa…
Un documental independiente y autogestivo de cooperativa lavaca y dirigido en conjunto con Patricio Escobar, que traza un hilo conductor entre la reforma (in)constitucional de Jujuy votada a espaldas del pueblo en 2023, y lo que pasó un año después a nivel nacional con la aprobación de la Ley Bases y la instauración del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).
Este proyecto tiene algunas particularidades: por un lado, no se trata de una única pieza audiovisual, sino de varias. Una más larga, de 22 minutos; y otras más cortas, de menos de 6 minutos. Por otro lado, se propone un documental en construcción permanente, al que se le irán agregando nuevas piezas de una cadena extractivista que parece no tener fin. Para esto, creamos una página web (que también estrenaremos el viernes 29) en la que iremos agregando los nuevos eslabones que surjan a futuro relacionados al oro blanco.
LITIO muestra cómo viven las comunidades de la puna jujeña en la cuenca de las Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, una de las siete maravillas naturales de Argentina, y a la par, zona de sequía y uno de los mayores reservorios de litio del mundo. Dato insoslayable: para obtener un kilo de carbonato de litio se utilizan hasta dos millones de litros de agua. Las imágenes se entrelazan con los ostentosos congresos mineros, la represión policial a las manifestaciones por la reforma (in)constitucional y la resistencia de un pueblo que no otorga la licencia social a la explotación minera.
“¿Cuánto cuesta, cuánto vale… nuestra Pacha?”, cantan las comunidades originarias. Esa bandera hecha canción – y esa pregunta- se construye a través de distintas entrevistas a las comunidades Santuario de Tres Pozos, Lipán, El Moreno, Tres Morros, Potrero de la Puna, así como a otros actores. También evidencia el silencio de las autoridades, que no quisieron hacer declaraciones públicas. “Todas las Salinas están cuadriculadas de pedimentos mineros. Allí viven las comunidades y debajo, en el subsuelo, están las minas”, cuenta Alicia Chalabe, abogada de las comunidades.
El documental plantea una premisa: la reforma (in)constitucional de Jujuy en 2023 impuesta por el entonces gobernador Gerardo Morales –a merced de la explotación del litio, ya que modificó el régimen de agua, de tierras fiscales y de la propiedad privada, y ratificó la propiedad exclusiva de la provincia sobre los recursos naturales, entre los que incluye el subsuelo y el mineral de litio– fue el experimento que sirvió de antesala a la Ley Bases aprobada en 2024. Esta profundizó no sólo la matriz extractivista mediante enormes beneficios fiscales a empresas mineras, petroleras y del agronegocio, sino también las relaciones carnales con Estados Unidos y particularmente con Elon Musk, dueño de la empresa Tesla que construye autos eléctricos, para lo cual el litio es fundamental.
LITIO termina con tres palabras, y se erige como punto de partida:
“Esta historia continuará
¿Dale?”.
Te invitamos a seguir construyendo esta historia, este viernes 29 de agosto a las 20, en MU Trinchera (Riobamba 143, CABA).

CABA
Super Mamá: ¿Quién cuida a las que cuidan?

¿Cómo ser una Super Mamá? La protagonista de esta historia es una flamante madre, una actriz a la que en algún momento le gustaría retomar su carrera y para ello necesita cómplices que le permitan disfrutar los diferentes roles que, como una mamushka, habitan su deseo. ¿Le será posible poner en marcha una vida más allá de la maternidad? ¿Qué necesitan las madres? ¿Qué necesita ella?
Por María del Carmen Varela
Como meterse al mar de noche es una obra teatral —con dirección y dramaturgia de Sol Bonelli— vital, testimonial, genuina. Un recital performático de la mano de la actriz Victoria Cestau y música en vivo a cargo de Florencia Albarracín. La expresividad gestual de Victoria y la ductilidad musical de Florencia las consolidan en un dúo que funciona y se complementa muy bien en escena. Con frescura, ternura, desesperación y humor, abordan los diferentes estadíos que conforman el antes y después de dar a luz y las responsabilidades en cuanto al universo de los cuidados. ¿Quién cuida a las que cuidan?
La escritura de la obra comenzó en 2021 saliendo de la pandemia y para fines de 2022 estaba lista. Sol incluyó en la última escena cuestiones inspiradas en el proyecto de ley de Cuidados que había sido presentada en el Congreso en mayo de 2022. “Recuerdo pensar, ingenua yo, que la obra marcaría algo que en un futuro cercano estaría en camino de saldarse”. Una vez terminado el texto, comenzaron a hacer lecturas con Victoria y a inicios de 2023 se sumó Florencia en la residencia del Cultural San Martín y ahí fueron armando la puesta en escena. Suspendieron ensayos por atender otras obligaciones y retomaron en 2024 en la residencia de El Sábato Espacio Cultural.
Se escuchan carcajadas durante gran parte de la obra. Los momentos descriptos en escena provocan la identificación del público y no importa si pariste o no, igual resuenan. Victoria hace preguntas y obtiene respuestas. Apunta Sol: “En las funciones, con el público pasan varias cosas: risas es lo que más escucho, pero también un silencio de atención sobre todo al principio. Y luego se sueltan y hay confesiones. ¿Qué quieren quienes cuidan? ¡Tiempo solas, apoyo, guita, comprensión, corresponsabilidad, escucha, mimos, silencio, leyes que apoyen la crianza compartida y también goce! ¡Coger! Gritaron la otra vez”.
¿Existe la Super Mamá? ¿Cómo es o, mejor dicho, cómo debería ser? El sentimiento de culpa se infiltra y gana terreno. “Quise tomar ese ejemplo de la culpa. Explicitar que la Super Mamá no existe, es explotación pura y dura. No idealicé nada. Por más que sea momento lindo, hay soledad y desconcierto incluso rodeada de médicos a la hora de parir. Hay mucho maltrato, violencia obstétrica de muchas formas, a veces la desidia”.
Durante 2018 y 2019 Sol dio talleres de escritura y puerperio y una de las consignas era hacer un Manifiesto maternal. “De esa consigna nació la idea y también de leer el proyecto de ley”. Su intención fue poner el foco en la soledad que atraviesan muchas mujeres. “Tal vez es desde la urbanidad mi mayor crítica. Se va desde lo particular para hablar de lo colectivo, pero con respecto a los compañeros, progenitores, padres, la situación es bastante parecida atravesando todas las clases sociales. Por varios motivos que tiene que ver con qué se espera de los varones padres, ellos se van a trabajar pero también van al fútbol, al hobby, con los amigos y no se responsabilizan de la misma manera”.
En una escena que desata las risas, Victoria se convierte en la Mami DT y desde el punto de vista del lenguaje futbolero, tan bien conocido por los papis, explica los tips a tener en cuenta cuando un varón se enfrenta al cuidad de un bebé. “No se trata de señalarlos como los malos sino que muestro en la escena todo ese trabajo de explicar que hacer con un bebé que es un trabajo en sí mismo. La obra habla de lo personal para llegar a lo político y social”.
Sol es madre y al inicio de la obra podemos escuchar un audio que le envió uno de sus hijos en el que aclara que le presta su pelota para que forme parte de la puesta. ¿Cómo acercarse a la responsabilidad colectiva de criar niñeces? “Nunca estamos realmente solas, es cuestión de mirar al costado y ver que hay otras en la misma, darnos esa mirada y vernos nos saca de la soledad. El público nos da devoluciones hermosas. De reflexión y de cómo esta obra ayuda a no sentirse solas, a pensar y a cuidar a esas que nos cuidan y que tan naturalizado tenemos ese esfuerzo”.
NUN Teatro Bar. Juan Ramirez de Velazco 419, CABA
Miércoles 30 de julio, 21 hs
Próximas funciones: los viernes de octubre


CABA
Sacate la careta y ponete el antifaz: una caravana para defender al teatro con color y calor

“Vestite de gala y salí a la calle. Sacate la careta, ponete el antifaz”. Con esa consigna trabajadorxs de las artes escénicas salieron a exigir la derogación del decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro y pone en serio riesgo al sector teatral independiente. Hubo color y calor, pese a los tiempos oscuros y fríos. El apoyo de la gente en la calle, el fondo del planteo, y la inesperada reacción de Pluto.
Por María del Carmen Varela. Fotos: Sebastián Smok

El público en la calle, sumándose al reclamo en favor del Instituto Nacional del Teatro.
La cita fue en la puerta del cine Cacodelphia, en Diagonal Roque Saenz Peña 1150, desde donde partió la colorida y ruidosa caravana que dobló por 9 de Julio y continuó por Av. Corrientes, hasta llegar a Rodriguez Peña. A las dos de la tarde el tramo de la Diagonal entre Lavalle y Corrientes fue punto de encuentro para actores, actrices, músicxs, bailarinxs, cirquerxs y zanquistas que engalanadxs con trajes de colores, vestidos de puntillas, tapados simil piel y elegantes sombreros le pusieron alegría y movimiento a una lucha que viene desde hace tiempo y se agudizó con el decreto que pone fin a a la autonomía y financiamiento del INT, entre otros organismos afectados. Una de las consignas: “Vestite de gala y salí a la calle. Sacate la careta, ponete el antifaz”.

¿Quién dijo que hace frío?
Al grito de “Señor, señora no sea indiferente, estamos defendiendo el teatro independiente” la caravana de la cultura logró su objetivo. Irrumpieron sobre el carril peatonal de una Avenida Corrientes poblada de gente en plenas vacaciones de invierno y nadie quedó indiferente. Aplausos, bocinazos, brazos en alto y muchas gargantas se unieron al canto. El reparto de volantes con el logo de ENTRÁ –Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa– puso palabras al reclamo:

¿Te imaginás la calle Corrientes sin teatros?
Las luces apagadas, las pizzerías vacías
Los artistas callejeros sin público
¡Esta peatonal es orgullo nacional!
Y eso es gracias a nuestro teatro
Hoy, nuestro teatro llena la calle de música y color
en este desfile en defensa del Instituto Nacional del Teatro
que para quienes se pregunten ¿qué es y de qué sirve?
Para fomentar y garantizar que el teatro llegue a todo el país
Hace dos meses, el gobierno firmó el decreto 345 que vacía al Instituto
con argumentos falsos sobre su funcionamiento y financiación
¡Al INT, que con los impuestos que pagan los medios de comunicación y los juegos de azar,
produce obras, abre salas, genera trabajo y construye cultura e identidad federal!
¡El Instituto no solo implica poco gasto, sino que genera tanto valor!
¡Defendámoslo!

Las familias y el apoyo a la creación, al arte y al significado del teatro.
El teatro que habla y Pluto en marcha
Nora es una de las mujeres que no resultó indiferente. Mientras paseaba por Corrientes se topó con la caravana y se sumó con canto y aplauso. “Me resulta muy conmovedor porque están defendiendo lo más precioso que tenemos, nuestra posibilidad de seguir creando. Esta puesta en escena me emociona, es poner en escena el deseo”.
¿Vas al teatro? “Todo lo que puedo, cuando puedo pagarlo”.

Los besos vuelan.
Las niñeces se sintieron muy atraídas por la caravana y no dudaban en acercarse a saltar y aplaudir. Frente al Teatro General San Martín, hicieron una parada y allí el Teatro habló:
- Ay, ay, ay, me duele todo
- Teatro, ¿qué pasa?
- ¡Me dieron una piña en la cara! Y en la panza y en las piernas. ¡Me tiembla todo!
- ¿Por qué?
- ¡Quieren desmembrarme!
- ¿Quién?

- El teatro explicándo por megáfono la situación.
- El decreto 345 quiere vaciar mi instituto
- ¿Al instituto que produce obras y abre salas en todo el país? ¿Al instituto que genera trabajo y construye cultura e identidad?
- Sí. (El Teatro llora y casi se desvanece)
- ¡Cuidado el teatro se desmaya!

- Al teatro le da un soponcio.
- Yo les juro, no hice nada, el instituto recauda los impuestos que pagan los medios de comunicación y los juegos de azar, pero parece que no sirvo para nada
- ¿Qué serían las noches sin tus risas y tus lágrimas? ¿Sin tu forma de imaginar? ¿Sin que nos animes a encontrarnos?
- ¿Alguien vio un teatro? (Señalan a los distintos teatros de calle Corrientes y gritan: ahí, ahí)
- ¡Quiero vivir! (grita el Teatro).
- Si, acá estamos y nos organizamos– replican todas la voces.

Pluto junto a las familias en la calle, observando y aplaudiendo.
La escena de un Teatro golpeado pero en resistencia, revitalizado por la suma de voluntades que lo quieren vivo, se repitió en la puerta del Teatro Astral, donde mucha gente salía de una función infantil. Una vez más, muchxs se acercaron y acompañaron. Pluto, o la persona con el disfraz del famoso perro creado por Walt Disney, saludaba niñxs a su paso aprovechando la alta concurrencia del Astral.
Una vez finalizada la performance del Teatro que quiere seguir contando historias, la caravana emprendió el regreso hacia el lado del Obelisco. Y hasta Pluto decidió abandonar el teatro comercial y se sumó a la fiesta del teatro independiente, mientras otra mujer con su familia se hacía oír con cuatro palabras: “¡Que viva el teatro!”

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