CABA
En obra: Planta, el teatro que se viene
Juan Onofri, Elisa Carricajo y un equipo de artistas trabajan para abrir un espacio de arte y experimentación propio en 2019. Frente a la decadencia de la cultura oficial, la potencia de lo independiente. Por Lucía Aíta
Entre los escombros también se ve tierra. De esa tierra que parece inherte algo nuevo puede brotar. No parece casualidad que eso nuevo que se enfrenta a lo viejo no sea cemento, sino arte. Lo que está brotando es Planta: un espacio artístico, cultural y formativo con un menú artístico variado, y que se cocina entre muchxs.
¿Cómo se piensa un espacio desde cero que no sea lo mismo que ya existe?
¿Qué dificultades y potencias tiene el techo cultural propio?
Números rojos
Nunca es fácil materializar sueños, menos por estos tiempos. Juan Onofri y Elisa Carricajo son artistas de amplísimo reconocimiento en el teatro y la danza independiente. Y las dificultades que vivieron para fundar un espacio, desde una mirada y una experiencia colectiva sumamente política, son quizá un excelente ejercicio a compartir para sacar conclusiones.
El sueño comienza cuando Lisandro Rodríguez y Juan Onofri forman una incipiente sociedad que buscaba aplicar para comprar una sala. Se presentan al Instituto Nacional del Teatro, que tiene un concurso para compra y refacción de salas de teatro independiente. Compitieron por ese subsidio, que cubre una parte de la totalidad de la compra de una propiedad, y ganaron. Casi inmediantamente pasaron dos cosas que a cualquiera le hubieran hecho tirar la toalla.
Una: se dispara el dólar, cuando el subsidio era en pesos. Dos, la compra se traba porque el vendedor se echa para atrás por problemas personales.
Con un dólar disparado y la compra caída, debieron reconcursar en el Instituto ya que la postulación era para esa propiedad. “Cuando sucede eso entrás en una zona de riesgo máxima de no poder cumplir, o de endeudarte. Lisandro decide bajarse porque era asumir unos riesgos que estaban por fuera de lo que nos juntaba”, cuenta Juan. Cuando un familiar encuentra por Internet un lugar en Parque Patricios, rearman la carpeta y comienza una nueva evaluación que también tendría final feliz, aunque con matices. “El convenio firmado implicaba que el Instituto pone un 70 por ciento y el beneficiario pone un 30. Estamos en 45 el INT, y 55 de este lado”, dice Onofri.
Otros espacios que recibieron subsidios de compra también están en una situación delicada: “El esquema entre el deseo y lo práctico es lo que está permanentemente en juego”, dice Juan con Elisa al lado.
Juntes fue que decidieron encarar de nuevo el proyecto. Así y de nuevo empezaron a generar nuevas sociedades y vínculos de acción.
Gestión colectiva
Onofri y Carricajo, además de sus dotes artísticos, cuentan con una amplia experiencia en teatros y espacios culturales. Son la prueba viva de que nada surge de la nada. Onofri fue uno de los fundadores de El Teatro del Perro y del espacio físico de ensayo en Gonzalez Catán donde se fundó y entrenó la compañía de danza KM29. Ahora alquila una sala hace cinco años, donde da clases de un sistema entrenamiento corporal que configura y reformula de modo especial para sus alumnes, junto a la bailarina y coreográfa Amparo González. Elisa Carricajo, entre muchas actuaciones y proyectos, es una de las fundadoras e integrantes del grupo Piel de Lava cuya última perlita, tras representar una retrospectiva de toda su obra, fue estrenar una nueva, Petróleo, en el Teatro Sarmiento. Piel de Lava tiene 15 años de dramaturgia y puestas en escenas colectivas.
Carricajo y Onofri tienen además trayectoria activista por los espacios públicos y la cultura en la Ciudad de Buenos Aires: formaron parte del Foro de Danza en Acción, del Teatro Independiente Monotributista y de Escena Política. Desde estos colectivos vienen denunciando el estado decadente de la cultura porteña, el vacimiento del Complejo Teatral Buenos Aires y en particular la falta de obras en el Teatro Alvear, cuyo incendio este año volvió a reanimar ese activismo.
Con esas trayectorias es que llegan a la conclusión de una gestión colectiva. Juan: “Queremos salir de cierta endogamia de las salas de teatro independiente: no queremos que dependa exclusivamente de sus dueños o inquilinos. Porque vemos que si esa persona se enferma, deprime o lo que sea, el espacio se cae”. Elisa: “Nos parece interesante apostar a la eficacia de la gestión social y colectiva de los fondos públicos. Parece una buena salida frente a la ineficacia de cómo se gestionan los fondos públicos y las dificultades que tienen todos sus vericuetos burocráticos”.
Juan: “Creemos que en un país que está vaciando el Estado y destruyendo las instituciones, desde lo independiente nos tenemos que organizar y producir fuerza institucional. Ya que el Estado no está aportando para poder abrir a la investigación y experimentación a terrenos más desconocidos o de mayor riesgo, necesitamos que los espacios que los contengan estén sólidos. Y que no dependa del humor de sus directores: que dependa de equipos”. Elisa: “Queremos un lugar de reunión donde puedan ocurrir muchas de las cosas que ya hacemos o que fantaseamos con hacer, con los colectivos que ya integramos.
Ocupar, resistir, producir
Para la arquitectura una planta es la representación de un cuerpo (ya sea un edificio o cualquier objeto) sobre un plano horizontal. Eso se nota en el galpón de Parque Patricios sobre cómo piensan el espacio físico concreto y la organización de lo que aquí sucederá. Elisa cuenta: “Una Planta porque se piensa como una plataforma para un montón de cosas. Y estamos repensando desde qué es lo escénico hasta en qué pensamos cuando nombramos este lugar”, suma Elisa mientras Lucero, su hija, la abraza fuerte del cuello.
El esquema que propone Planta está dividido en áreas:
- Una de formación y experimentación de artes escénicas y performáticas. Que implicará poder pensar las potencias de la performance en sí misma. Donde se vincula la música, la danza, el teatro. “Hay personas específicas que están haciendo que cada área encare estas ideas más transversales. Andrea Manso Hoffman, por ejemplo, está pensando y armando cosas en el tema de la salud dentro del área de formaciones”, dice Juan y menciona también a Lucas Araujo (bailarín y parte de KM29). Habrá gente invitada a dar intensivos o cuatrimestrales.
- Un área para artes escénicas, es decir, para mostrar obras en proceso o finalizadas de artes escénicas de todo tipo. El cronograma y contenido específico todavía está en construcción y será inaugurado para fines de 2019. “Ya estamos en proceso de confirmación con muchos artistas porque queremos que nuestras producciones no ocupen más del 10 % del uso de la sala”. Melina Seldes será la encargada de llevar adelante la parte de proyectos especiales.
- Un espacio de formación y exhibición audiovisual a cargo de la Asociación Civil Noctiluca. Entre marzo y junio largan con programación fija semanal que va los viernes de 20 a 23. Lo coordina Benjamin Naijtaj, Gabriel Gasparrú y Silvio Di Stefano.
- Un área de diseño ahora a cargo de Pablo Stebarkc. Para que además de las piezas de difusión se propongan otras cosas alrededor del diseño para el espacio. Y un área de comunicación y prensa a cargo de Antonella Santequia.
Otras muchas imágenes todavía aparecen en el orden de la fantasía y del deseo, acaso los motores de toda esta Planta. Elisa: “Está la idea de la crianza y un espacio para niñes, de poder estar nosotros en una actividad y elles también”.
Juan: “También es un espacio de articulación con el barrio (Parque Patricios). Creemos que hay que habitarlo y pensar cómo hacerlo con colectivos que estén trabajando ya en el barrio, y no sólo de danza y teatro. Es un barrio que sale del circuito en el que suele haber cantidad de teatros independientes y eso fue, también, un poco a propósito”.
Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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