#NiUnaMás
Justicia por Lucía Correa: otra mujer asesinada en cuarentena
Lucía Correa Arenas, 25 años, fue asesinada por su pareja de un tiro el sábado por la noche en Etcheverry, La Plata. Ambos eran agricultores y parte de la Unión de Trabajadores de la Tierra, organización que quedó convulsionada por la noticia: «El impacto es muy triste. Al interior de la organización todos están posicionándose y saliendo a decir basta: hacia el interior y hacia afuera», dice Camila Ortellado, una de las voceras. La denuncia sobre la falta de Estado en el sector rural y el impulso de justicia desde la Secretaría de Género de la UTT, que ya venía advirtiendo de la violencia machista. «Tenemos que seguir trabajando para hacer entender que hay una compañera menos por ser mujer. Hacemos un llamado al interior para que los compañeros tomen su posición, su lugar de debate y empezar a romper algunas estructuras de las que forman parte: es fundamental«. Quién era Lucía y la historia que suma un nuevo femicidio durante la cuarentena.
Lucía Correa Arenas tenía 25 años, una hija de 7 años y un hijo de 10 años. Había llegado hace algunos años de Bolivia y actualmente vivía en Ángel Etcheverry, La Plata, junto a su hijo y junto a quien era su pareja, Roger Ismael Cara Tarraga, de 24 años, quien el sábado por la noche la asesinó de un disparo.
Lucía era agricultora y, al igual que el femicida y su familia, formaba parte de la Unión de los Trabajadores de la Tierra (UTT). “Cuando pasa el hecho había testigos, parte de la familia del femicida, que lo que hace es denunciar. La familia de él es parte de la UTT, entonces inmediatamente avisan”, relata a lavaca Camila Ortellado, de la Secretaría de Género de la organización que que acompaña el pedido de justicia.
Según el relato de los hechos Roger Ismael Cara Tarraga le disparó delante de su hijo de 10 años, en la casa de familiares de él. Cuando llegó la ambulancia ya era tarde. El femicida intentó fugarse después de asesinarla, pero la policía lo encontró más tarde en la zona. Está imputado por “homicidio agravado por el vínculo en el marco de violencia de género”. En la investigación interviene el fiscal Martín Almirón.
Camila, de la UTT, explica que ni bien llegó la noticia desde la secretaría que integra empezaron a conectar con las promotoras territoriales que trabajan para erradicar la violencia en las bases de la organización. “Empezamos a rastrear en nuestra red si alguna promotora de genero había estado en contacto con ella, ninguna percibió esta situación, en ningún momento se denunció», cuenta a lavaca. «Algunas compañeras comentan es que era muy reservada, que nunca exteriorizó que pasaba algo. Cuando pasa alguna situación al interior de la organización con una compañera, de cualquier tipo de violencia, lo que hacemos es que quienes acompañen situaciones sean promotoras de la base de la compañera, o de la familia que nos llama. En el caso de Lucia están acompañando dos compañeras de la base a la hermana, que es la que se hizo cargo de su hijo”.
El femicidio impactó de lleno en una organización que tiene en cada una de las bases una agricultora capacitándose para ser quien reciba y acompañe en casos de violencia machista. También cuentan con un equipo legal y psicóloga.
Sigue camila: “El femicidio de Lucía impacta de una manera muy triste. Hay mucho por hacer, mucho para trabajar, y obviamente pensamos si podríamos haber hecho algún taller, alguna intervención, algunas de las cosas que veníamos haciendo muy fuertemente en nuestros territorios para que esto se hubiera evitado. Pero también tiramos la pelota al Estado que realmente no está llegando a los territorios rurales. Así y todo con nuestro trabajo cotidiano constante hay algunas cosas a las que no podemos llegar. El impacto es muy triste. Al interior de la organización todos están posicionándose y saliendo decir basta: hacia el interior y hacia afuera.

En el comunicado que difundieron marcan que para luchar contra la violencia machista necesitan el compromiso de los varones.
Es fundamental. Todo el tiempo estamos haciendo y pensando que hay que abarcar la mayor cantidad de compañeras posibles, que todas las bases de la UTT tienen que tener sus promotoras de género, y ahí hacer un llamado a los varones a la deconstrucción, a que debatan, que esto que pasó les haga ruido e impacte. Entender que hay una compañera menos en la organización por ser mujer: esa es la razón. Entonces, hacemos un llamado al interior para que los compañeros tomen su posición, su lugar de debate y empezar a romper algunas estructuras de las que forman parte. Es fundamental. Como compañeras esto nos pega el doble. Estamos pensando cómo seguir, y por supuesto exigiéndole al Estado también.
¿Qué falta del Estado?
Si bien hay políticas y algunas instituciones a las que podemos recurrir y acudir, y tenemos una red armada, el sector rural es una realidad completamente distinta a lo urbano donde las instituciones están más cerca. Sabemos también que los sectores populares tampoco llegan a los espacios de formación, de capacitación, de denuncia. Necesitamos no solo en tener comisarías de la mujer en el sector rural sino tener también equipos disciplinarios que estén trabajando para erradicar la violencia, campañas de capacitación, de formación. Hay lugares donde tenemos inexistencia total del Estado: compañeras que caminan kilómetros para salir de sus quintas, para tomar un colectivo, que no acceden a los bienes, ni al auto que tienen en la casa, ni a la tierra, ni siquiera al alquiler. Creemos que la desigualdad económica es potencial de la violencia y tenemos un montón de compañeras que no están accediendo al reconocimiento de su propio trabajo-; la mujer está trabajando la misma cantidad de horas que los compañeros varones y no recibe su salario porque al que le pagan es al varón de la familia. En ese sentido, cuando hay una política estatal, sea de transferencia de recursos económicos, o de políticas de acceso por ejemplo a nylos para los invernaderos, maquinarias, necesitamos que las mujeres puedan tener un cupo de acceso garantizado; esto es la posibilidad de autonomía. Empezamos a hacer emprendimientos productivos, tenemos toda una línea de plantas medicinales, y eso empieza a ser una fuente de ingreso para nuestras compañeras que por más chiquita que sea significa la autonomía, y la autonomía económica te da la posibilidad de elegir. Ahí el Estado tiene mucho por hacer.
#NiUnaMás
Adiós a Claudia Rodríguez: la Trans andina que propuso politizar el amor

Referente del movimiento trans latinoamericano, activista, poeta, escritora y tanto más, escribió sobre su infancia, la militancia trans, la vida sexual y se autoproclamó Miss Sida en 2007. Claudia Falleció este 29 de Noviembre. Su pelea incluyó al pueblo mapuche, la educación pública, los sin techo, y planteó siempre una filosa crítica al neoliberalismo, que quita posibilidades de vida y las transforma solo en posibilidad de consumo. En uno de sus viajes a la Argentina compartió con la revista MU sus ideas sobre el orgasmo, el feminismo sin resentimiento, la creación, y por qué hay que politizar el amor. Un modo de homenajearla, de recordarla, y a la vez de volver a estar en contacto con un pensamiento y una acción que dejan una sensible huella cultural, artística y política.
Por María del Carmen Varela
Foto: Lina Etchesuri
#NiUnaMás
38º Encuentro Plurinacional: el regreso

Por Claudia Acuña
Fotos Line Bankel
A las doce de la noche parte el micro que nos trae de regreso a Buenos Aires con el grupo de mujeres que lucen imborrables sonrisas y cachetes decorados con purpurina. La noche es para soñar y la mañana para compartir la transmisión de la asamblea que decide en qué ciudad se realizará el próximo encuentro: Córdoba.
Con el festejo llega la ceremonia que preparó la Comisión de Mística.
Estamos todas sentadas en el piso superior del micro mientras una voz encantadora nos cuenta el cuento La cabeza en la bolsa, mientras recorre el angosto pasillo mostrando las ilustraciones que dan vida a esta historia que escribió Marjorie Pouchet: la de una chica rabiosamente tímida que siempre sale a la calle con una bolsa en la cabeza, hasta que un día, regado por sus lágrimas, crece allí un jardín. ¿Qué hará entonces con esa timidez y con esas flores?
Consultar a una amiga.
Algunas compartirán en voz alta lo que ese cuento les resuena; otras sus lágrimas.
Luego, las organizadoras de la colecta para el viaje nos darán dos regalos. Cada una recibirá así una de las serigrafías creadas por el grupo de arte Vivas Nos Queremos y un pedido: que sean expuestas en lugares colectivos. El otro regalo está guardado en un sobre hecho a mano con papel reciclado. Contiene stickers, calcomanías y un papel amarillo donde nos piden que escribamos un deseo que acompañe a nuestras amigas de viaje hasta el próximo Encuentro. Una cajita de cartón recoge los mensajes y de allí cada una extraerá el suyo.
El mío:
“Seguí tus sueños, abrazá tu intuición, aferrate a tus compañeras: todo es posible”. Llegamos.

#NiUnaMás
38° Encuentro Plurinacional: Qué momento

El 38° Encuentro Plurinacional de Mujeres, Travestis, Trans, Lesbianas, Intersex y No Binaries terminó este domingo con una movilización de 20 cuadras por la costanera correntina. Más de 90 mil personas participaron de estas jornadas que se vivieron una vez más como un hecho histórico y más aún ante el contexto libertario: «Qué momento/ qué momento/ a pesar de todo, les hicimos el Encuentro». Voces de distintas generaciones, desde las que fueron por primera vez a las más experimentadas, que participaron de talleres y de conversaciones para pensar y hacer otro feminismo para enfrentar al fascismo. Las canciones, las estrategias, y las opciones para el año que viene: ¿Córdoba o CABA?
Por Claudia Acuña. Fotos de Line Bankel para lavaca.org
Enviadas especiales a Corrientes.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
¿Cuánto son veinte cuadras de feminismo? ¿Y si esas veinte cuadras corresponden a la costanera correntina? ¿Y si se mueven durante dos horas gritando “señor, señora, no sea indiferente, nos robaron a Loan en la cara de la gente”?
A las siete y pocos minutos, la marcha de cierre del 38º Encuentro Plurinacional de Mujeres, Travestis, Trans, Lesbianas, Intersex y No Binaries partió de un parque con color emblemático: Poncho Verde. Apenas dos cuadras después ya hacía llorar a una señora asomada a la ventana y agitar los brazos a su vecina, tres pisos más arriba, mientras una tercera se atrevía a aplaudir. La multitud se detuvo para saludarlas y, con ese abrazo a distancia, la marcha se sintió bendecida.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
Los cálculos aritméticos dictan que se agotaron todas las plazas de alojamiento en Corrientes Capital, que la demanda desbordó hacia ciudades vecinas como Resistencia y Paso de los Libres, y que eso significa que al menos 70 mil personas llegaron a este Encuentro. Las cuentas por espacio ocupado en el asfalto correntino elevan esa cifra a 90 mil. Cualquiera haya sido la cantidad, lo que sin duda representa en este contexto lo sintetiza una palabra: demasiado. Ese fue el sentimiento que aderezó desde la apertura hasta este final, que hizo llorar a las organizadoras y cantar una y otra vez el hit de este Encuentro: “Qué momento/ qué momento/ a pesar de todo/ les hicimos el Encuentro”.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
Mientras un grupo de chicas de San Luis se pinta la bandera palestina en los cachetes, me cuentan que participaron del taller de antiimperialismo y de otro sobre el trabajo sexual. Dicen con seguridad que el desafío ahora es poder transmitirles a las “más jóvenes” por qué vale la pena organizarse y pelear por mantener derechos que costaron tanto conseguir y seguir batallando por otros que todavía están pendientes. “Las jóvenes tienen que ser el futuro del feminismo y es nuestra tarea que así sea”.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
La que habla se llama Lucía y tiene apenas 22 años. Sus amigas completan: para ellas fue el primero, pero no será el único. No les llamó la atención que existiera cierta tensión entre los aparatos políticos –“lo vemos siempre”– y hasta consideran que “está bien que se debata con pasión sobre temas importantes, como la reforma laboral, porque lo importante es hablar”, aunque sin duda sería mejor que también las escuchen.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
Otro grupo de chicas tucumanas –primerizas también– dirá que les interesó el taller de educación y que aprendieron mucho escuchando a mujeres de todas las edades intercambiando experiencias y opiniones. “No es habitual que podamos conversar con diferentes generaciones y todas en un plano de igualdad: no había quien se presentara como si supiera más o fuera más importante”. Otra dirá que rescató que los talleres no cerraran con conclusiones o recetas sobre lo que hay que hacer. Eran personas compartiendo preguntas y eso es lo que se llevan. Les pregunto cuáles, como ejemplo. Dirá otra: “En el taller de violencia digital alguien planteó que se nota que los varones fascistas están muy activos en las redes y sin duda organizados. Entonces se preguntó: pero ¿dónde están nuestros varones? ¿Por qué ellos consideran que si nos atacan a las mujeres no es su problema? Otra chica planteó su duda: ¿tenemos que hablarles a los varones fachos? Y si así fuera, ¿qué tendríamos que decirles? Nos dejó pensando”.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
Durante el recorrido de esta marcha alegre y sin sobresaltos se cruzaron algunas amenazas que llevaron a la práctica y la resolución al paso de algunas respuestas a estas preguntas. Dos opciones:
Opción No te Tenemos Miedo: cantarles “tiemblan los machistas/ América Latina va a ser toda feminista”.
Opción Defendemos lo Irrefutable: gritar “¿Dónde está Loan?”.
La inteligencia es colectiva.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
Mañana habrá que resolver también colectivamente la tensión interna que se encarna en la elección de la próxima sede del Encuentro: CABA o Córdoba. Hay quienes temen que en CABA monopolice el tema la prisión y proscripción de Cristina Kirchner. Otras plantean que es hora de un Cordobazo feminista. Ambas cantaron hoy sus preferencias (“que sea en CABA”, gritaban las Mumalá correntinas; “paso a paso se viene otro Cordobazo”, agitaban las cordobesas), pero la marea entera coincidía en lo importante: el poder de estar juntas sigue intacto.
La pregunta que dejó a todas pensando es qué hacer con eso.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org


Fotos: Line Bankel/lavaca.org

Fotos: Line Bankel/lavaca.org

Fotos: Line Bankel/lavaca.org

Fotos: Line Bankel/lavaca.org

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