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Las irregularidades formales de un debate clave: Política cosplayer

¿Qué tienen en común el DNU. la ley Ómnibus, Federico Sturzenegger y Santiago Caputo? Los errores formales y los informales, la confusión y el permanente cambio de interlocutores oficiales en temas centrales para la opinión pública. Cómo sigue el trámite parlamentario en medio del humo.
Texto: Sergio Ciancaglini.
Durante tres jornadas de las últimas semanas se presentaron en Diputados 211 organizaciones de la sociedad civil –de todo tipo y de todo el país– planteando por abrumadora mayoría sus reparos y desesperaciones frente al proyecto de Ley Ómnibus “Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos”. Pero técnicamente todo eso fue un show, nulo desde el punto de vista legal, por un detalle: en el decreto de convocatoria a sesiones extraordinarias hasta el 31 de enero, el gobierno no había incluido el tratamiento de esa ley.
Traducción: los diputados no estaban habilitados para discutir nada de eso y las 211 organizaciones que intentaron apretar en 7 minutos sus respectivos argumentos hicieron un esfuerzo destinado a la nada misma. Cualquier cosa que se hubiese votado (si se hubiese votado) era nula, siendo que se trata de una ley que puede derrumbar hacia zonas entre inciertas y dramáticas la vida de millones de personas. El parche al problema apareció mucho después, cuando el gobierno se vio obligado a ampliar el llamado a extraordinarias, y no le quedó otra opción, allí sí, de incluir esa Ley cuyo destino se está negociando en estas horas de manera igualmente confusa.
Es solo un ejemplo de cosas que parecen ser de un modo y son de otro.
Pueden sumarse la invalidez del DNU 70/23 (que está vigente, pese a que no pasó por ninguna de las exigencias de la Ley de Procedimientos Administrativos 19.549); la inexistencia de Federico Sturzenegger en el gobierno, aunque coordinó la elaboración de la Ley Ómnibus y participó en la cadena nacional de anuncio del DNU; la inexistencia formal también del “asesor” Santiago Caputo, que fue el principal vocero oficial en las negociaciones de la Ley Ómnibus con la oposición; la inexistencia de la Comisión Bicameral que debería tratar el DNU.
A eso se agregan la hiperactividad y banalidades presidenciales en las redes en medio de una crisis inédita; los insultos a periodistas (mujeres sobre todo); los datos imaginarios sobre inflación, historia, economía y tantos otros temas; las polémicas con actores muertos; los debates e imágenes sobre el supuesto tamaño de los pies presidenciales; el discurso de Davos; los saludos a la nada desde el balcón de la Rosada; la mutación de personajes “terroristas tirabombas en jardines de infantes” en ministras de Seguridad, o de los que “se fumaron 45.000 millones de dólares” en ministros de Economía; y lo que cada quien quisiera enlazar a un hilo de datos que tiende al lema Buzz Lightyear: al infinito y más allá.
Esto genera un estado de confusión que hace dudar tanto a quienes suponen que se trata de errores o excesos, como a quienes calculan que es un plan sistemático, armas de distracción masiva, o una estrategia destinada a que nadie sepa qué es lo que ocurre y qué es lo que no.
La periodista Claudia Acuña ha planteado que todo esto podría definirse, a tono con estos tiempos, como una política cosplayer. Define Wikipedia: “El cosplay –contracción de costume play («interpretar disfrazado»),- es una actividad representativa, en la cual los participantes –también llamados cosplayers– usan accesorios y trajes que representan un personaje específico». La política también es una actividad representativa. Lilia Lemoine, cosplayer e integrante de las comisiones que discuten la Ley Ómnibus, en algún momento declaró: “Estoy disfrazada de diputada”.

Lilia Lemoine, diputada cosplayer.
Otro caso es el de Fátima Flores, que se disfraza e imita muy bien a Cristina Kirchner, y ahora ocupa el rol de novia del Presidente. El enigma queda abierto: ¿cuántos y cuáles de estos disfraces y estas confusiones están signando la actualidad en términos políticos?
Uno de los mentores libertarios, Gastón Alberdi (descendiente del prócer Juan Bautista) declaró esta semana al periodista Rolando Graña: “La que gobierna es Karina. Milei no tiene voluntad, es un instrumento de Karina Milei, Y Karina Milei es una empleada de los grupos de poder, los contratistas del Estado”. Insinuó como parte de esos grupos Eduardo Eurnekian sin mencionarlo, pero nombró a Eduardo Elsztain, a Gerardo Werthein y agregó: “Milei es un actor. Acordate del Maipo (donde actuaba). No es un político. Él interpreta y lleva a cabo las políticas que le dicen los grupos de poder”. El actual presidente se presentaba además disfrazado como el Capitán Ancap (anarco capitalista) junto a Lemoine, como puede verse en la foto de portada.
Sobre el rol de su hermana el propio Milei, además de llamarla El Jefe, la ha comparado con Moisés. “Un gran líder. Esa es la realidad: Kari es Moisés y yo soy Aarón, un divulgador”.

Javier y Karina Milei.
La ley y las trampas
La Ley Ómnibus obliga a las comisiones de diputados a una discusión en la que se mezclan salud pública, pesca, educación, retenciones, cine, justicia, jubilaciones, privatizaciones indiscriminadas, seguridad, ciencia, teatro, discriminación, exportaciones e importaciones, bibliotecas populares, economías regionales, alquileres, música, despachos de aduana, blanqueos y cientos de cuestiones más a discutir en bloque. Punto central: el reclamo del Poder Ejecutivo de contar con facultades legislativas por dos años, que el propio gobierno podría prorrogar por todo el mandato. El Congreso, de aprobar esto, convalidaría quedar disfrazado de potus.
El gobierno se vio obligado a negociar con los mismos diputados dialoguistas a los que el Presidente venia calificando como “corruptos”, “coimeros”, “idiotas útiles” y, en las últimas horas, como defensores de “tongos”. Las negociaciones con el radicalismo, el PRO y los otros bloques llevaron a que el oficialismo empiece el toma y daca definido en un borrador el viernes pasado de este modo: “bajar/adaptar más de 100 artículos”. ¿Cuántos más, cuáles serían?
Se sabe que la oposición dialoguista cuestiona centralmente el tema de la motosierra aplicada a las jubilaciones y no a la casta, y las retenciones a las exportaciones de las economías regionales que provocó la rebelión de varios gobernadores, empezando por los de Córdoba y Santa Fe.
Baja Menem, sube Espert
Pero todo esto se cambió. Se suponía que las negociaciones eran conducidas por Martín Menem (presidente de la Cámara de Diputados y creador de Gentech, empresa de suplementos comestibles energéticos que factura 116 millones de dólares, según la revista Forbes). El jueves pasado entró en escena Santiago Caputo (siempre sin cargo) llevando la voz oficial junto al ministro del Interior enmudecido Guillermo Francos. Este lunes el propio Milei destronó a Menem como interlocutor ante los dialoguistas, dándole ese rol al diputado y panelista televisivo José Luis Espert. Milei, aparentemente, habría sido presa de un brote antimenemista Jr. A Espert, un libertario bis –que no está en La Libertad Avanza sino en Avanza Libertad– le tocó el rol de policía malo en comparación con su colega puntano Gabriel Bonoromi, en las sesiones de debate de comisiones de la Ley Ómnibus.
No se sabe todavía qué cambiará con Espert, pero se calcula que Cristian Ritondo y Diego Santilli empiezan a activar los whatsapps con Mauricio Macri, pensando en relevar a Menem en la presidencia de Diputados mientras las negociaciones por la Ley van rebotando sin lógica entre los bloques.
La oposición dialoguista había logrado que el gobierno aceptase bajar la delegación de facultades legislativas de 2 a 1 año, renovable por el propio Congreso. También había moderado la cantidad de temas en los que Milei podría ejercer esos superpoderes, tratando de acotarlos a lo estrictamente económico.
Allí aparece otra clave: con todo lo que se sabe que Milei ha anunciado, hecho y deshecho en un mes, ¿qué suponen los dialoguistas que pasará al delegarle facultades absolutas durante un año entero? Mientras tanto, temas como las privatizaciones de YPF, Banco Nación y 39 empresas más, y el destino de las jubilaciones, siguen en modo cosplay hasta que el gobierno, los legisladores o la realidad demuestren lo contrario.
Queda también por verse si el modo cosplay impregnará a partidos de derecha, izquierda, centro, a la casta empresaria y al ámbito sindical.
La posible corrupción del DNU
Mientras se discute la Ley Ómnibus está vigente –salvo en su tramo laboral, sujeto a amparos judiciales– el Decreto de Necesidad y Urgencia 70/2023. El Poder Judicial debería definir o no su inconstitucionalidad por borrar la división de poderes domesticando al Congreso y por falta de necesidad y urgencia en la mayoría de sus planteos, entre otras cosas. Pero al margen de ello habría que considerar que se trata de un decreto posiblemente nulo.
¿Por qué? Ante un pedido de información pública a la Secretaría Legal y Técnica de la Presidencia, conducida por Karina Milei, la respuesta oficial fue que no se hizo dictamen ni informe alguno por parte de los ministerios involucrados en los temas, para avalar la publicación del decreto. La abogada Vilma Ibarra (ex secretaria Legal y Técnica durante la gestión de Alberto Fernández) informó por X:
“En el DNU 70/23 no participaron los ministerios, no emitieron informes que expliquen el interés público comprometido, ni hicieron dictámenes jurídicos. ¿Quiénes los redactaron? La respuesta es central porque se pone en juego la validez del DNU como acto administrativo. Los estudios jurídicos privados están para asesorar a los privados y no para redactar decretos del PEN. Si se comprueba que el DNU no lo trabajaron funcionarios, sino abogados de estudios privados, es una grave causal de nulidad”.
“En ese caso, habría que investigar posibles hipótesis delictivas por corrupción. ¿Quién les paga o les pagó? ¿Les retribuyen con los beneficios que algunos obtendrán con la aplicación del DNU? También deberá investigarse el posible incumplimiento de funcionarios”.
“Cuando el PEN reconoce, ante un pedido de información de @AbogadxsDe que el DNU 70/23 se dictó sin informes técnicos ni dictámenes jurídicos de los ministerios ni de la SLYT, está admitiendo que se violó la ley de Procedimientos Administrativos 19.549 (art.7)”.
“No son meras formalidades. Son requisitos exigidos para que los actos administrativos estén avalados con la firma de funcionarios responsables de su legalidad”.
“Estas violaciones legales graves traen aparejada la nulidad del DNU”.
Vuelven las preguntas: ¿quién lo hizo? ¿Cuáles son esos estudios jurídicos que lo redactaron? ¿Qué ocurrirá cuando se sepa?
Todo se acelera en un verano que climática y políticamente todavía no llegó a las temperaturas más caldeadas.
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La Estela: tierra guaraní en escena

Las actrices Casandra Velázquez e Ivana Zacharski crearon un unipersonal sobre una niña litoraleña que descubre aventuras al amparo del monte misionero. El calor agobiante, la siesta obligatoria, los árboles de yerba mate y las leyendas de ese territorio se cruzan con la inspiración de Clarice Lispector como punto de partida.
Por María del Carmen Varela
A la hora de la siesta el pueblo entra en una pausa obligatoria barnizada por un calor agobiante. Ni el sueño ni el sofoco detienen a la niña, que abandona su cama con sigilo y logra escapar al amparo del monte. Encuentra en la intemperie el abrigo que no es costumbre en su casa. Cada día la espera una aventura distinta, aunque no siempre hay juego y risas. Rebelde, divertida, decidida, busca compañía para sus andanzas y si no la encuentra, transita en soledad. La salvación a cielo abierto, la naturaleza como sostén y una fascinación: “La Estela”.
La actriz y bailarina Casandra Velázquez y la actriz y directora de teatro Ivana Zacharski dieron luz a esta niña litoraleña sumergida en la vastedad de un paisaje indómito y deslumbrada por Estela, la joven esquiva con mirada de pantera. Ivana y Casandra se conocieron a sus 18 años tomando clases de actuación con Pompeyo Audivert en el Teatro Estudio El Cuervo, poco tiempo después de que cada una viniera a estudiar teatro a la Capital. Casandra nació en Rosario y creció en Venado Tuerto (Santa Fe), Ivana es de Apóstoles, Misiones, donde se desarrolla esta historia que juntas llevaron a escena. Este universo, recorrido por Ivana, de tierras guaraníes surcadas por árboles de yerba mate y leyendas de peligros a la hora de la siesta, fue la inspiración para La Estela.
Ivana tenía ganas de dirigir un unipersonal y eligió a su amiga Casandra para actuarlo. El punto de partida fue un cuento de Clarice Lispector: La relación de la cosa. Casandra: “Los primeros encuentros fueron sin texto, nos acercamos a la obra desde el cuerpo, la respiración y la carne. En los primeros ensayos bailé un montón, unas danzas extrañas, medio butohkas, transpire, canté, corrí, toqué el bajo. Ivana empezó a escribir y yo a probar y actuar todos esos textos e hipótesis, el insomnio estaba presente, la obsesión con el tiempo, los fantasmas del futuro, algo vinculado a la materialidad del agua y el devenir del río. Aparecieron unos cuentos protagonizados por distintas niñas en paisajes litoraleños. Nuestro personaje de ese momento: una mujer en medio del insomnio, se contaba esos cuentos a ella misma para poder dormir”.

Foto: Gentileza La Estela.
Después de que Ivana hiciera un taller de escritura con Santiago Loza y Andrés Gallina, la historia fue tomando fuerza. Cuenta Casandra que algo se abrió y comenzó a aparecer la trama: “La obra apareció y nos empezó a hablar. Nos metimos adentro de esos cuentos, de esos paisajes y de esas niñas y dejamos de lado todo lo demás. Apareció algo muy mágico entre nosotras, algo de eso que las obras permiten, que es crear un universo común, descubrir conexiones y relaciones nuevas. Sentía que la obra estaba apareciendo y tenía voz propia, apareció el cuerpo de la obra y una forma de narrar”. Casandra recorre el escenario y su fuerza expresiva invita a adentrarse en la historia de esta niña llena de vitalidad y asombro. La vemos en su habitación, presa del calor de la tarde, en busca de libertad y juego, invocando protección divina cuando algo se le escapa de las manos, trabajando en el puesto rutero, pateando una pelota, como se patea a la injusticia, hipnotizada al descubrir la mirada felina de “la Estela”.
El entusiasmo de la juventud, las tragedias inesperadas, las súplicas, el goce de la novedad caben en ese cuerpo palpitante de sueños. Ivana y Casandra apelaron a sus propias vivencias para hilar la narración. Casandra: “Las dos pasamos nuestras infancias y adolescencias medio punkis en distintos paisajes litoraleños, lejos de esta ciudad, sus ritmos y velocidades. Había algo de ese universo común, de elegir siendo muy chicas irnos de las ciudades donde crecimos, que empezó a operar, casi telepáticamente. El ejercicio de revisitar esos paisajes y poblarlos de ficción fue fascinante, mirar el mundo con ojos de infancia nos abrió mucho permiso y nos devolvió mucha vitalidad, nos permitió vincularnos con la violencia, el dolor y la crudeza de crecer desde un lugar de mucho delirio y mucho juego. La obra es bastante impune en ese sentido, el relato no pide permiso, ni da explicaciones, sólo sucede. Justicia poética, decimos, un conjuro de liberación”.
Al cabo de dias de ensayo, la voz de la niña litoraleña comenzó a asomar y Casandra hizo un trabajo específico con la coach vocal Mariana García Guerreiro. El actor Iván Moschner también se sumó a pulir el fluir de la voz. Escuchar radios misioneras, discos y entrevistas a Ramón Ayala y otrxs artistas misionerxs colaboró con esa tarea. La niña que sube el escalón hacia la adolescencia, la que se enfrenta al monte y sus amenazas, se abre paso en la oscuridad con la lumbre de su irreverencia. Salvar y ser salvada, desafiar la imposición de la siesta, para correr a soñar despierta.
La Estela
El Camarín de las Musas, Mario Bravo 960, CABA
Sábados a las 18 hs, hasta el 27 de septiembre
@laestela.obra
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Litio: nace un nuevo documental

Este viernes 29 de agosto se presentará un nuevo contenido de Cooperativa de trabajo lavaca: Litio. Un documental dirigido junto a Patricio Escobar que refleja la lucha de las comunidades originarias y el paralelismo entre la reforma (in)constitucional de Jujuy, como experimento hacia la Ley Bases votada a nivel nacional.
“Te cuento esta historia, si me prometés hacer algo. ¿Dale?”.
Así arranca el documental Litio, una historia de saqueo y resistencias, que continúa…
Un documental independiente y autogestivo de cooperativa lavaca y dirigido en conjunto con Patricio Escobar, que traza un hilo conductor entre la reforma (in)constitucional de Jujuy votada a espaldas del pueblo en 2023, y lo que pasó un año después a nivel nacional con la aprobación de la Ley Bases y la instauración del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).
Este proyecto tiene algunas particularidades: por un lado, no se trata de una única pieza audiovisual, sino de varias. Una más larga, de 22 minutos; y otras más cortas, de menos de 6 minutos. Por otro lado, se propone un documental en construcción permanente, al que se le irán agregando nuevas piezas de una cadena extractivista que parece no tener fin. Para esto, creamos una página web (que también estrenaremos el viernes 29) en la que iremos agregando los nuevos eslabones que surjan a futuro relacionados al oro blanco.
LITIO muestra cómo viven las comunidades de la puna jujeña en la cuenca de las Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, una de las siete maravillas naturales de Argentina, y a la par, zona de sequía y uno de los mayores reservorios de litio del mundo. Dato insoslayable: para obtener un kilo de carbonato de litio se utilizan hasta dos millones de litros de agua. Las imágenes se entrelazan con los ostentosos congresos mineros, la represión policial a las manifestaciones por la reforma (in)constitucional y la resistencia de un pueblo que no otorga la licencia social a la explotación minera.
“¿Cuánto cuesta, cuánto vale… nuestra Pacha?”, cantan las comunidades originarias. Esa bandera hecha canción – y esa pregunta- se construye a través de distintas entrevistas a las comunidades Santuario de Tres Pozos, Lipán, El Moreno, Tres Morros, Potrero de la Puna, así como a otros actores. También evidencia el silencio de las autoridades, que no quisieron hacer declaraciones públicas. “Todas las Salinas están cuadriculadas de pedimentos mineros. Allí viven las comunidades y debajo, en el subsuelo, están las minas”, cuenta Alicia Chalabe, abogada de las comunidades.
El documental plantea una premisa: la reforma (in)constitucional de Jujuy en 2023 impuesta por el entonces gobernador Gerardo Morales –a merced de la explotación del litio, ya que modificó el régimen de agua, de tierras fiscales y de la propiedad privada, y ratificó la propiedad exclusiva de la provincia sobre los recursos naturales, entre los que incluye el subsuelo y el mineral de litio– fue el experimento que sirvió de antesala a la Ley Bases aprobada en 2024. Esta profundizó no sólo la matriz extractivista mediante enormes beneficios fiscales a empresas mineras, petroleras y del agronegocio, sino también las relaciones carnales con Estados Unidos y particularmente con Elon Musk, dueño de la empresa Tesla que construye autos eléctricos, para lo cual el litio es fundamental.
LITIO termina con tres palabras, y se erige como punto de partida:
“Esta historia continuará
¿Dale?”.
Te invitamos a seguir construyendo esta historia, este viernes 29 de agosto a las 20, en MU Trinchera (Riobamba 143, CABA).

CABA
Super Mamá: ¿Quién cuida a las que cuidan?

¿Cómo ser una Super Mamá? La protagonista de esta historia es una flamante madre, una actriz a la que en algún momento le gustaría retomar su carrera y para ello necesita cómplices que le permitan disfrutar los diferentes roles que, como una mamushka, habitan su deseo. ¿Le será posible poner en marcha una vida más allá de la maternidad? ¿Qué necesitan las madres? ¿Qué necesita ella?
Por María del Carmen Varela
Como meterse al mar de noche es una obra teatral —con dirección y dramaturgia de Sol Bonelli— vital, testimonial, genuina. Un recital performático de la mano de la actriz Victoria Cestau y música en vivo a cargo de Florencia Albarracín. La expresividad gestual de Victoria y la ductilidad musical de Florencia las consolidan en un dúo que funciona y se complementa muy bien en escena. Con frescura, ternura, desesperación y humor, abordan los diferentes estadíos que conforman el antes y después de dar a luz y las responsabilidades en cuanto al universo de los cuidados. ¿Quién cuida a las que cuidan?
La escritura de la obra comenzó en 2021 saliendo de la pandemia y para fines de 2022 estaba lista. Sol incluyó en la última escena cuestiones inspiradas en el proyecto de ley de Cuidados que había sido presentada en el Congreso en mayo de 2022. “Recuerdo pensar, ingenua yo, que la obra marcaría algo que en un futuro cercano estaría en camino de saldarse”. Una vez terminado el texto, comenzaron a hacer lecturas con Victoria y a inicios de 2023 se sumó Florencia en la residencia del Cultural San Martín y ahí fueron armando la puesta en escena. Suspendieron ensayos por atender otras obligaciones y retomaron en 2024 en la residencia de El Sábato Espacio Cultural.
Se escuchan carcajadas durante gran parte de la obra. Los momentos descriptos en escena provocan la identificación del público y no importa si pariste o no, igual resuenan. Victoria hace preguntas y obtiene respuestas. Apunta Sol: “En las funciones, con el público pasan varias cosas: risas es lo que más escucho, pero también un silencio de atención sobre todo al principio. Y luego se sueltan y hay confesiones. ¿Qué quieren quienes cuidan? ¡Tiempo solas, apoyo, guita, comprensión, corresponsabilidad, escucha, mimos, silencio, leyes que apoyen la crianza compartida y también goce! ¡Coger! Gritaron la otra vez”.
¿Existe la Super Mamá? ¿Cómo es o, mejor dicho, cómo debería ser? El sentimiento de culpa se infiltra y gana terreno. “Quise tomar ese ejemplo de la culpa. Explicitar que la Super Mamá no existe, es explotación pura y dura. No idealicé nada. Por más que sea momento lindo, hay soledad y desconcierto incluso rodeada de médicos a la hora de parir. Hay mucho maltrato, violencia obstétrica de muchas formas, a veces la desidia”.
Durante 2018 y 2019 Sol dio talleres de escritura y puerperio y una de las consignas era hacer un Manifiesto maternal. “De esa consigna nació la idea y también de leer el proyecto de ley”. Su intención fue poner el foco en la soledad que atraviesan muchas mujeres. “Tal vez es desde la urbanidad mi mayor crítica. Se va desde lo particular para hablar de lo colectivo, pero con respecto a los compañeros, progenitores, padres, la situación es bastante parecida atravesando todas las clases sociales. Por varios motivos que tiene que ver con qué se espera de los varones padres, ellos se van a trabajar pero también van al fútbol, al hobby, con los amigos y no se responsabilizan de la misma manera”.
En una escena que desata las risas, Victoria se convierte en la Mami DT y desde el punto de vista del lenguaje futbolero, tan bien conocido por los papis, explica los tips a tener en cuenta cuando un varón se enfrenta al cuidad de un bebé. “No se trata de señalarlos como los malos sino que muestro en la escena todo ese trabajo de explicar que hacer con un bebé que es un trabajo en sí mismo. La obra habla de lo personal para llegar a lo político y social”.
Sol es madre y al inicio de la obra podemos escuchar un audio que le envió uno de sus hijos en el que aclara que le presta su pelota para que forme parte de la puesta. ¿Cómo acercarse a la responsabilidad colectiva de criar niñeces? “Nunca estamos realmente solas, es cuestión de mirar al costado y ver que hay otras en la misma, darnos esa mirada y vernos nos saca de la soledad. El público nos da devoluciones hermosas. De reflexión y de cómo esta obra ayuda a no sentirse solas, a pensar y a cuidar a esas que nos cuidan y que tan naturalizado tenemos ese esfuerzo”.
NUN Teatro Bar. Juan Ramirez de Velazco 419, CABA
Miércoles 30 de julio, 21 hs
Próximas funciones: los viernes de octubre

