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Los hilos de la vida

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Una Eva marrona con impronta de arrabal, títeres que recorren las calles de los recuerdos y una relación simbiótica entre madre e hija que cuestiona el mandato de la maternidad y el amor romántico. Propuestas teatrales para calentar el alma en estos inviernos.

Coghlan

Este unipersonal está inspirado en las vivencias de la infancia de  la actriz y titiritera Teresa Orelle. Situado en la época en que iba a la escuela primaria, entre los años 1976 y 1983, mezcla realidad y fantasía. Teresa retrata su cuadra y sus personajes, dialoga con ellos, “que fueron parte de la historia que elijo contar”.  También aparece un hecho que en julio de 1976 conmocionó al barrio: la masacre de los sacerdotes palotinos, en la parroquia de San Patricio. “Coghlan me permite, al desmitificar esos recuerdos, entender el de dónde vengo y reparar algunas vivencias del pasado, un diálogo con esos recuerdos y esas voces que me constituyen”.

El dibujo y la historieta negra son esenciales en su formación. Hizo grabado, y estudió en la Escuela de titiriteros del Teatro San Martín. Actualmente es docente en Educación por el Arte y actriz titiritera. “Dar vida a los titeres es correrse del foco y jugar con ellos en función dramática. Entra en juego la síntesis y lo sutil. En este espectáculo los tíiteres son muy sencillos, casi dibujos en movimiento. Es una técnica particular de esta puesta”.

El proceso de creación de “Coghlan” fue intenso y profundo, cuenta Teresa. Coincidió con su experiencia laboral en  la ex ESMA. “Esa sincronicidad aportó un universo particular en la creación de la historia donde el texto, la actuación y la investigación con los materiales fueron interactuando y dialogando hasta último momento”. Trabajó con la pregunta: “¿de dónde vengo?” como punto de partida y a partir de este eje primordial, “fueron brotando los recuerdos y emergió la imagen de la cuadra de mi barrio”.

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA

Sábado 4 de junio, 20 hs

Espectáculo a la olla.

Link reservas: https://forms.gle/svPRJUsBSrXbu7fi7

@mu.trinchera


Eva furiosa

Los hilos de la vida

En un paisaje blanco, se erige un árbol de cuyas ramas se sostienen tres redondeces rojas que adivinamos manzanas. La elección del plástico como elemento principal de la escenografía no parece ser casual. La industria abusa del uso de este material dúctil y barato y en esta oportunidad su manipulación, lejos de ser basura, se transforma en belleza. De entre las bolsas de plástico que forman una especie de pequeña isla, emerge Eva. Con un vestido también plástico, irrumpe en la escena y sorprende. Es una Eva en soledad, invoca a Adán, pero él no aparece.

Esta Eva es diferente. En nada se parece a la pintada por Durero, ni a la de tantos pintores célebres que le han dado forma en una silueta blanca, grácil, de largos cabellos. Es marrona, grita y despotrica contra un mundo incomprensible y se parece más a la Eva descripta por el cantautor cubano Silvio Rodriguez, la que sale a cazar en celo, la que sale a buscar semillas, la que remonta vuelo y deja de ser costilla. Esta Eva furiosa no es la del principio de los tiempos sino la que ha transitado siglos, cuyos ojos han visto la desidia y la urgente necesidad de darlo vuelta todo.        

En un ejercicio de dramaturgia que consistía en escribir solo con palabras agudas, apareció el germen que luego se convertiría en esta obra teatral. En el imaginario de la directora, dramaturga y gestora cultural Sol Bonelli asomaron una serie de palabras que la trasladaban al lunfardo. Jesús y Satán también eran palabras agudas y en esa conjunción, se abrió un mundo vinculado a lo bíblico. El ejercicio devenido en obra fue escrito por Sol en 2019, la llamó “Herejía” y en plena pandemia lo compartió en el club de lectura que autogestionaron con la colectiva Autoras. Cuando ya era posible circular con otra asiduidad, propusieron un ciclo de monólogos de humor. Sol define su humor personal como ácido e irónico, por lo que no sabía bien qué material presentar. Releyó el texto y decidió que la protagonista tenía que ser Eva. “Esta señora nunca dio su versión de la historia. Que todos los demás personajes se callen”,  pensó Sol. En ese momento se armó en su cabeza este Edén que aparece en la obra, donde el árbol,  las manzanas, la serpiente, son de plástico. A diferencia de la Eva bíblica que aparece desnuda, esta Eva está vestida.

“Hay una gran critica a la humanidad —refiere Sol— a las reglas establecidas por la religión monoteísta, el dios patriarcal, a todo lo que la humanidad hizo mal. Eva lo plantea desde un futuro, que para ella es su presente, dice: ni un solo pez quedó en el mar sin un cacho de plástico en la boca”. Desdeña el rol de pecadora, desobediente, culpable de hacer trastabillar a Adán, que la religión le estampó sin piedad. Castigada a parir con dolor, la madre de la humanidad ironiza: me culparon a mí, pero ustedes fracasaron en todo, chicos. Sol: “Eva tiene una forma de hablar a lo Tita Merello, le da un aire de compadrita que te rescata de que sea todo una megatragedia.  Hay funciones donde la gente se ríe, hay funciones donde no vuela una mosca. Yo no sé qué pensaran los hombres que ven la obra, a mi me causa gracia pensarlo, criticar ese rol tan privilegiado y que todavia cuesta tanto deconstruir, el varón como jefe de familia, el patriarca al que hay que hacerle caso, el que sabe más”.

Cuando Sol escribía la obra pensaba en una actriz: Olave Mendoza. Sol y Olave trabajaron juntas en varias ocasiones y son amigas. Le resultaba atractiva la idea de que Eva estuviera “encarnada por una actriz chaqueña que tiene una actitud más arrabalera y tiene esto de una Eva sudaca y lunfarda. Eso me anclaba a una Eva en el sur del mundo, muy distinto a la Eva que conocemos. Eso no le gustó a todo el mundo, hay apego a esa Eva etérea y pálida”.  Lo que más le gustó a Olave es que fuera una Eva sin estereotipos, que no fuera la Eva curvilínea de pelo largo. “Esto es antagónico, es nuevo. Yo soy morocha, tengo un acento chaqueño, soy petisa. Hay algo de la imagen que habla por sí sola y eso fue lo que más me convocó”. Olave prestó atención a lo marginal, a los linyeras que suele ver y especialmente  a Marta Show, una artista callejera que vive en la zona del Congreso y junta bolsas de plástico. “Ella es artista, hay algo de Marta que  tomé, su mirada, fue mi inspiración. Hay algo de ella que me conmueve mucho”.  

Trasgredir y subvertir fueron  los desafíos que se planteó Sol y también reflexionar acerca de esa necesidad de la humanidad de “contarse cuentos para explicar una versión de la realidad”.  Parada en el desenlace de una época, Eva declara con hartazgo el fin, pero también abre una puerta. Esta vez, escupe su verdad, se aferra a la potencia de su esencia y propone otra mirada de lo simbólico y lo poético.

Teatro El Extranjero, Valentín Gómez 3378, CABA

Jueves 20.30 hs

@teatroelextranjero

@sol_bonelli

@olave.mendoza

La débil mental

Los hilos de la vida

Esta obra no da respiro. Cada frase es una catarata, o una explosión o un cachetazo. Basada en la novela del mismo nombre de la escritora argentina Ariana Harwicz, sostiene de principio a fin una tensión que no se puede esquivar, una caminata tambaleante por una cornisa bien angosta. La relación entre una madre y una hija, intensas, verborrágicas, inmersas en un nudo imposible de desatar. La madre que parió sin desearlo y la hija desamparada en su fragilidad viven en la alteración permanente, la compulsión al sexo y a los amores maníacos. 

La actriz y directora Cristina Banegas realizó la adaptación teatral de la novela de Harwicz junto a las actrices Ingrid Pelicori y Claudia Cantero. Convocó a Carmen Baliero para hacer la música de “La débil mental”. Carmen es compositora de música experimental, popular y compone para cine, danza y teatro y ya había trabajado para varias obras de Cristina Banegas.  La propuesta de dirigir le llegó a Baliero cuando Banegas no pudo encargarse. Aceptó el desafío de ahondar en ese particular vínculo: “Dirigir una obra que originariamente es literaria es complejo. Una obra teatral está pensada para voces y una obra literaria está pensada para ser leída y eso implica una voz interior que produce el lector o la lectora en el momento de encarar el  libro”.

La lucha de poder, los sentimientos que se dejan ver y los que están ocultos, la relación simbiótica que las atrae y las condena. Las define Carmen como “dos personas que van acumulando mecanismos y formas de comunicación bastante complejas donde nada es totalmente explícito. El trabajo con las actrices fue muy rico. Quería profundizar la relación entre ellas, que no se transformara en dos monólogos independientes sino que una cosa surgiera de la otra”.

El trabajo de la adaptación encarado por las actrices Ingrid Pelicori y Claudia Cantero junto a Cristina Banegas llevó tiempo y dedicación. “A medida que empezamos a ensayar se fue modificando muchas veces —cuenta Ingrid— tratando de preservar algunos procedimientos literarios, de encontrar el equivalente escénico y conservar lo poético. Buscamos aproximarnos a una teatralidad que incluyera algo de lo narrativo. Ese plano narrativo  tenía que preservarse pero tratando de que estuviera al servicio de una teatraidad muy viva y potente”. La crítica a mitos fundantes como la maternidad y el amor romántico fue uno de los aspectos que les resultó interesante de la obra literaria. Ingrid: “La obra los cuestiona de un modo muy brutal y al mismo tiempo lleno de humor y con una extraña ternura”.  En cuanto al personaje de la madre, Ingrid hace hincapié en la contradicción: “De pronto el desborde y al mismo tiempo el humor, el dolor, muchas aristas para investigar y al mismo tiempo para encontrarle una expresividad a ese mundo. Me parecía un lindo desafío sumergirme y ver qué expresión podía florecer de ese encuentro entre ese texto y yo, qué tipo de expresión nueva podia yo descubrir en mí que pudiera servir a contar el mundo de esa mujer”.  Suma Claudia Cantero: “La idea inicial a partir de la cual se empezó a hacer una adaptación tuvo que ver con una frase que le dice en un momento la madre a la hija: ´Dame un abrazo, yo te parí a vos pero vos me podrías haber parido a mí también, ¿no es cierto?´Nosotras pensamos que esta madre y esta  hija podrían ser una o la otra en cualquier momento, están demasiado ensambladas, es un vínculo donde no entra un tercero”. Con respecto a su personaje de la hija, Claudia trabajó sobre las escenas donde ella se encuentra con su amante y su desafío fue como expresar esa energía joven. “Hay algo todo el tiempo que da a entender que las dos son una, y tanto es así que el único tercero que aparece en la historia es eliminado, para que sigan siendo dos, esta madre y esta hija”

Área 623, Paco 623, CABA

Martes, 20 hs

@ladebilmentalteatro  

@arianaharwiczw 

@balierocarmen
@ingrid_pelicori  

@clauditacantero


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Orgullo

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Texto de Claudia Acuña. Fotos de Juan Valeiro.

Es cortita y tiene el pelo petiso, al ras en la sien. La bandera se la anudó al cuello, le cubre la espalda y le sobra como para ir barriendo la vereda, salvo cuando el viento la agita. Se bajó del tren Sarmiento, ahí en Once. Viene desde Moreno, sola. Un hombre le grita algo y eso provoca que me ponga a caminar a su lado. Vamos juntas, le digo, pero se tiene que sacar los auriculares de las orejas para escucharme. Entiendo entonces que la cumbia fue lo que la protegió en todo el trayecto, que no fue fácil. Hace once años que trabaja en una fábrica de zapatillas. Este mes le suspendieron un día de producción, así que ahora es de lunes a jueves, de 6 de la mañana a cuatro de la tarde. Tiene suerte, dirá, de mantener ese empleo porque en su barrio todos cartonean y hasta la basura sufre la pobreza. Por suerte, también, juega al fútbol y eso le da la fuerza de encarar cada semana con torneos, encuentros y desafíos. Ella es buena jugando y buena organizando, así que se mantiene activa. La pelota la salvó de la tristeza, dirá, y con esa palabra define todo lo que la rodea en el cotidiano: chicos sin futuro, mujeres violentadas, persianas cerradas, madres agotadas, hombres quebrados. Ella, que se define lesbiana, tuvo un amor del cual abrazarse cuando comenzó a oscurecerse su barrio, pero la dejó hace apenas unas semanas. Tampoco ese trayecto fue fácil. Lloró mucho, dirá, porque los prejuicios lastiman y destrozan lazos. Hoy sus hermanas la animaron a que venga al centro, a alegrarse. Se calzó la bandera, la del arco iris, y con esa armadura más la cumbia, se atrevió a buscar lo difícil: la sonrisa.

Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Al llegar al Congreso se pierde entre una multitud que vende bebidas, banderas, tangas, choripán, fernet, imanes, aros, lo que sea. Entre los puestos y las lonas que cubren el asfalto en tres filas por toda Avenida de Mayo hasta la Plaza, pasea otra multitud, mucho más escasa que la de otros años, pero igualmente colorida, montada y maquillada. El gobierno de las selfies domina la fiesta mientras del escenario se anuncian los hashtag de la jornada. Hay micros convertidos en carrozas a fuerza de globos y música estridente. Y hay jóvenes muy jóvenes que, como la chica de Moreno, buscan sonreír sin miedo.

Eso es Orgullo.

Orgullo

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Sobre diagonal norte, casi rozando la esquina de Florida, desde el camión se agita un pañuelazo blanco, en honor a las Madres, con Taty Almeyda como abanderada. Frente a la embajada de Israel un grupo agita banderas palestinas mientras en las remeras negras proclaman “Nuestro orgullo no banca genocidios”. Son quizá las únicas manifestaciones políticas explícitas, a excepción de la foto de Cristina que decora banderas que se ofrecen por mil pesos y tampoco se compran, como todo lo mucho que se ofrece: se ve que no hay un mango, dirá la vendedora, resignada. Lo escaso, entonces, es lo que sobra porque falta.

Y no es Orgullo.

Orgullo

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Orgullo

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

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Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

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(Escuchá el podcast completo: 7 minutos) Coca Cola, Nestlé, Danone & afines nos hacen confiar en ellas como confiaríamos en nuestra abuela, nos cuenta Soledad Barruti. autora de los  libros Malcomidos y Mala leche. En esta edición del podcast de lavaca, Soledad nos lleva a un paseíto por el infierno de cómo se produce, la cuestión de la comida de verdad, y la gran pregunta: ¿quiénes son los que realmente nos alimentan?

El podcast completo:

Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

Con Sergio Ciancaglini y la edición de Mariano Randazzo.

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Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después

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Otro miércoles de marcha al Congreso, y una encuesta: ¿cuál es el pronóstico para el domingo? Una pregunta que no solo apunta a lo electoral, sino a todo lo que rodea la política hoy, en medio de una economía que ahoga: la que come en el merendero; el que no puede comprar medicamentos; el que señala a Trump como responsable; la que lo lee en clave histórica; y los que aseguran que morirán luchando, aunque sean 4 gatos locos. Crónica y fotos al ritmo del marchódromo.

Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla

Fotos Juan Valeiro

El domingo son las elecciones legislativas nacionales pero también es fin de mes, y Sara marchó con un cartel que no necesitaba preguntas ni explicación: “Soy jubilada y como en un merendero”.

Tiene 63 años, es del barrio Esperanza –Merlo, oeste bonaerense–, y para changuear algo más junta botellas y cartón, porque algunos meses no le alcanza para medicamentos: “El domingo espero que el país mejore, porque todos estamos iguales: que la cosa cambie”.

Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después
Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

El miércoles de jubilados y jubiladas previo a las elecciones nacionales de medio término –se renuevan 127 diputados y 24 senadores– tuvo, al menos, tres rondas distintas, en una Plaza de los Dos Congresos cerrada exclusivamente para manifestantes. Nuevamente el vallado cruzó de punta a punta la plazoleta, y los alrededores estuvieron custodiados por policías de la Ciudad para que la movilización no se desparramara ni tampoco avanzara por Avenida de Mayo, sino que se quedara en el perímetro denominado “marchódromo”. Un grupo encaró, de todas formas, por Solís, sobrepasó un cordón policial y dobló por Alsina, y se metió de nuevo a la plaza por Virrey Cevallos, como una forma de mostrar rebeldía.

Unos minutos antes, un jubilado resultaba herido. Se trata de Ramón Contreras, uno de los rostros icónicos de los miércoles que llegó al Congreso cuando aún no estaba vallado después de la marcha por el recorte en discapacidad, y mientras estaba dando la ronda alrededor del Palacio un oficial lo empujó con tanta fuerza que cayó al suelo. “Me tiraron como un misil –contó a los medios–. Me tienen que operar. Tengo una fractura. Me duele mucho”. La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) presentó una denuncia penal por la agresión: “Contreras fue atacado sin razón y de manera imprevista”.

Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después
Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

La violencia desmedida, otra vez, sobre los cuerpos más débiles y más ajustados por un Gobierno que medirá esa política nuevamente en las urnas. Jorge, de 69 años, dice que llega con la “billetera muerta”. Y Julio, a su lado, resume: “Necesito tener dos trabajos”.

Juan Manuel es uno de esos jubilados con presencia perfecta cada miércoles. Una presencia que ninguna semana pasa desapercibida. Por su humor y su creatividad. Tiene 61 años y cada movilización trae mínimo un cartel original, de esos que hacen reír para no llorar. Esta vez no sólo trae un cartel con una inscripción; viene acompañado de unas fotocopias donde se leen una debajo de la otra las 114 frases que creó como contraofensiva a la gestión oficialista.

La frase 115 es la de hoy: “Milei es el orificio por el que nos defeca Trump”. 

Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después
Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Muestra la lista que arrancó previo a las elecciones de octubre de 2023. Sus primeras dos creaciones:

  1. “Que no te vendan gato por león”.
  2. “¿Salir de la grieta para tirarse al abismo?”. 

Y elige sus dos favoritas de una nómina que seguirá creciendo:

Sobre el veto al aumento de las jubilaciones: “Milei, paparulo, metete el veto en el culo”.

Sobre el desfinanciamiento de las universidades: “Milei: la UBA también tiene las facultades alteradas”.  

Juan Manuel le cuenta a lavaca lo que presagia para él después de las elecciones: “Se profundizará el desastre, sea porque pierda el gobierno o porque gane, de cualquier forma tienen la orden de hacer todo tipo de reformas. Como respuesta en la calle estamos siendo 4 gatos locos, algo que no me entra en la cabeza porque este es el peor gobierno de la historia”.

Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después

Sobre el cierre de la marcha, en uno de los varios actos que se armaron en esta plaza, Virginia, de Jubilados Insurgentes y megáfono en mano, describió que la crisis que el país está atravesando no es nueva: “Estuvo Krieger Vassena con Onganía, Martínez de Hoz con la última dictadura, Cavallo con Menem, Macri con Caputo y Sturzenegger, que son los mismos que ahora están con este energúmeno”. La línea de tiempo que hiló Virginia ubica ministros de economía con dictaduras y gobiernos constitucionales en épocas distintas, con un detalle que a su criterio sigue permaneciendo impune: “La economía neoliberal”.

Allí radica la lucha de estos miércoles, dice. Su sostenibilidad. Porque el miércoles que viene, pase lo que pase, seguirán viniendo a la plaza para continuar marchando. “Estar presente es estar activo, lo que significa estar lúcido”, define.

Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después
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Carlos Dawlowfki tiene 75 años y se convirtió en un emblema de esa lucidez luego de ser reprimido por la Policía a principio de marzo. Llevaba una camiseta del club Chacarita y en solidaridad con él, una semana después la mayoría de las hinchadas del fútbol argentino organizaron un masivo acompañamiento. Ese 12 de marzo fue, justamente, la tarde en que el gendarme Héctor Guerrero hirió con una granada de gas lacrimógeno lanzada con total ilegalidad al fotógrafo Pablo Grillo (todavía en rehabilitación) y el prefecto Sebastián Martínez le disparó y le sacó un ojo a Jonathan Navarro, quien al igual que Carlos también llevaba la remera de Chaca.

Carlos es parte de la organización de jubilados autoconvocados “Los 12 Apóstoles” y habla con lavaca: “Hoy fui a acompañar a las personas con discapacidad y me di cuenta el dolor que hay internamente. Una tristeza total. Y entendí por qué estamos acá, cada miércoles. Y sentí un orgullo grande por la constancia que llevamos”.

La gente lo reconoce y le pide sacarse fotos con él. “Estás muy solicitado hoy”, lo jode un amigo. Carlos se ríe, antes de ponerse serio: “Hay que aceptarlo, hoy somos una colonia. Pasé el 76 y el 2001, y nunca vi una cosa igual en cuanto a pérdida de soberanía”. De repente, le brota la esperanza: “Pero después del 26, volveremos a ser patria. Esperemos que el pueblo argentino tenga un poquito de memoria y recapacite. Lo único que pido es el bienestar para los pibes del Garrahan y con discapacidad. A mí me quedarán 3, 4, 5 años; tengo un infarto, un stent, así que lucho por mis nietos, por mis hijos, por ustedes”.

Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después
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Carlos hace crítica y también autocrítica. “Nosotros tenemos un país espectacular, pero nos equivocamos. Los mayores tenemos un poco de culpa sobre lo que ocurrió en las últimas elecciones: no asesoramos a nuestros nietos e hijos sobre lo que podía venir y finalmente llegó. Y en eso también tiene que ver la realidad económica. Antes nos juntábamos para comer los domingos, ahora ya no se puede. No le llegamos a la juventud, que votó a la derecha, a una persona que no está en sus cabales”.

Remata Carlos, antes de que le pidan una selfie: “Nosotros ya estamos jugados pero no rendidos. Estos viejos meados -como nos dicen- vamos a luchar hasta nuestra última gota. Y cuando pasen las elecciones, acá seguiremos estando: soñando lo mejor para nuestro país”.

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