Nota
Mayo Francés en Mu: Una revuelta de película
¿Cómo mirar –mirar realmente- y pensar hoy el Mayo Francés? ¿Qué formas de imaginación, ruptura, organización y rebeldía existieron, y persisten? ¿Qué de aquellas luchas que impregnaron los 60 y 70 resurge en estos días? Un ciclo de documentales y cortos inéditos a partir del 20 de octubre, producto de tres años de investigación de los españoles Amador Fernández-Savater y David Cortés, será el disparador de estos temas: como para empezar a hablar.
La toma de la palabra de estudiantes y obreros, las huelgas y manifestaciones que nutrieron el Mayo Francés, las imágenes cotidianas de lo que ocurría y el testimonio de las decisiones, conversaciones y actitudes que se tomaron en aquellas jornadas. Y lo principal: ¿qué nos permiten pensar y sentir hoy esas imágenes? El 20, 21 y 22 de octubre a las ocho de la noche, se llevará a cabo el ciclo de de documentales y cortos inéditos que es el producto de tres años de investigación y trabajo de los españoles Amador Fernández-Savater y David Cortés, presentados como Con y contra el cine. En torno a Mayo del 68.
Ambos participarán en las proyecciones y debates, que se realizarán en Mu.Punto de Encuentro Amador Fernández-Savater es co director de la revista Archipiélago, de España, y de la editorial Acuarela, además de participar en diferentes movimientos sociales (antiglobalización, antibélicos, por la vivienda). David Cortés es profesor de Historia y Teoría del Arte en la Escuela Superior de Arte y Arquitectura de la Universidad Europea de Madrid.
Las películas, día por día
Cada encuentro se iniciará a las 20 horas.
20 de octubre
Mayo del 68: insurrección, toma de palabra, autoorganización y creatividad social.
Se presentará Le Droit à la parole (1968)
Michel Andrieu y Jacques Kébadian/Grupo ARC, 52 minutos.
Mayo del 68 fue una formidable «toma de palabra» que pulverizó en pocos días los mecanismos que someten a las poblaciones al silencio, al control, a la separación. La película registra algunas de las manifestaciones de ese proceso: la calle como lugar de diálogo, los muros como espacio de expresión, las tentativas de superación de las divisiones sociales cotidianas…
21 de octubre
Del cine militante sobre la condición obrera al cine obrero militante.
À bientôt, j’espère (1967)
Chris Marker y Mario Marret, 43 minutos.
«¡Camaradas, vuestro peor enemigo es el silencio!». Así se dirige Marret a los obreros el día de su llegada a la planta textil de Rhodiaceta en Besançon, donde se está desarrollando una huelga que en muchos aspectos anticipa los sucesos de Mayo del 68. El documental se dirige a romper ese silencio al recoger las reflexiones de los obreros sobre sus condiciones de vida y trabajo, así como sus métodos de lucha.
La Charnière (1968)
Grupo Medvedkin de Besançon, 12 minutos.
Sin imagen, La Charnière es una pura banda sonora que registra la discusión entre cineastas y obreros que tuvo lugar tras el estreno de À bientôt, j’espère. Ese debate daría lugar a la experiencia colectiva de los Grupos Medvedkin, dedicados a la producción y realización de películas militantes por parte de los propios obreros.
Classe de lutte (1968)
Grupo Medvedkin de Besançon, 40 minutos.
Primera de las películas realizadas por los Grupos Medvedkin, llamados así en homenaje al cineasta soviético Alexander Medvedkin, que en la década de 1930 había llevado a cabo el proyecto del «cine-tren». Classe de lutte es, en buena medida, el retrato de Suzanne Zédet, militante de la CGT, y supone el paso definitivo de una «película militante sobre la condición obrera a una película obrera militante».
22 de octubre
Ambigüedades de la derrota…
Oser lutter, oser vaincre (1968)
Jean-Pierre Thorn, 89 minutos.
La huelga en la fábrica Renault de Flins fue especialmente relevante por el empeño de los obreros en no volver al trabajo a toque de silbato de la patronal, el gobierno y los representantes sindicales. La película propone un objetivo clarificador y militante: ayudar a comprender cómo la lucha de clases no sólo enfrenta a los trabajadores con un enemigo exterior, sino también interior: la traición sindical.
La reprise du travail aux usines Wonder (1968)
Jacques Willemont, 11 minutos.
Un grupo de trabajadores frente a la fábrica de pilas Wonder. Una mujer grita que no piensa volver a trabajar, que la huelga ha sido traicionada y que el movimiento debe continuar sin regresar a la rutina de la sumisión. Representantes de la dirección, de los sindicatos y de grupúsculos tratan de calmar su rabia: «Ha sido una victoria ¿acaso no lo entiendes?».
Como para entrar en tema
La memoria es un espacio de lucha: el recuerdo no es algo
que el poder pueda dejar sin gobernar, sobre todo el
recuerdo de un momento que cambió el curso de tantas
vidas y la realidad misma. Este año 2008 se cumplen 40
años de Mayo del 68: reacción en cadena, irrupción imprevista de una crítica social generalizada, huelga salvaje extendida a la producción y la sociedad entera, reapropiación de la calle, emergencia de otras formas de (auto)organización, expresión y comunicación directa.
La «memoria reactiva» (política, mediática, cultural) reduce el significado de Mayo a una algarada estudiantil, a un conflicto generacional, a una cuestión de hormonas, a una aceleración brusca de la modernidad (explosión del individualismo hedonista, liberación de las costumbres), etcétera. Su objetivo es despolitizar el presente. Por el contrario, el acercamiento al 68 que ensayaremos aquí confiere centralidad a su crítica radical de la representación, así como a la creación colectiva de otras formas de expresión, vínculo, vida. Apuesta por traer al presente un recuerdo intempestivo y conflictivo: la búsqueda de espacios de lo político fuera, al margen y contra lo político instituido.
Este acercamiento «otro» lo buscaremos a través del cine
que se hizo en el propio Mayo. Porque la búsqueda de nuevos modos de hacer no discurrió únicamente sobre el terreno organizativo de las luchas, sino que afectó con igual intensidad a las prácticas cinematográficas.
Por un lado, el cine en torno a Mayo del 68 aferra más
vívidamente que cualquier otro medio la atmósfera de
Mayo, constituyendo así un testimonio directo y sensible
contra el blanqueo actual de su recuerdo. Pero al mismo
tiempo cada uno de sus fotogramas aparece atravesado
por las mismas preguntas que abrió el acontecimiento:
¿cómo puede expresarse un movimiento que rechaza «la
indignidad de hablar por otros» en todos los planos, no
sólo mediático, político o sindical, sino también cultural,
artístico o intelectual? ¿Qué vuelve política a una imagen?
¿Qué hace militante al cine militante?
Entonces, ¿cómo no va a tener hoy una presencia disruptiva el sentido profundo del 68, cuando una formidable ingeniería empresarial, mediática y política define hoy nuestra actualidad, coloniza nuestra atención, dirige nuestra percepción, nos impone y expropia a la vez la palabra y la imagen? ¿Cómo no van a interpelar estas películas al presente, cuando resuenan con un sinfín de búsquedas contemporáneas de nuevos modos de autorrepresentación, más allá de toda mediación instrumentalizadora?
Nota
Proyecto Litio: un ojo de la cara (video)

En un video de 3,50 minutos filmado en Jujuy habla Joel Paredes, a quien las fuerzas de seguridad le arrancaron un ojo de un balazo mientras se manifestaba con miles de jujeños, en 2023. Aquella represión traza un hilo conductor entre la reforma (in) constitucional de Jujuy votada a espaldas del pueblo en 2023, y lo que pasó un año después a nivel nacional con la aprobación de la Ley Bases y la instauración del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).
Pero Joel habla de otras cuestiones: su pasión por la música como sostén. El ensayo artístico que no se concretó aquella vez. Lo que le pasa cada día al mirarse al espejo. La búsqueda de derechos por los hijos, y por quienes están siendo raleados de las tierras. Y la idea de seguir adelante, explicada en pocas palabas: “El miedo para mí no existe”.
Proyecto Litio es una plataforma (litio.lavaca.org) que incluye un teaser de 22 minutos, un documental de casi una hora de duración que amplía el registro sobre las comunidades de la cuenca de las Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, una de las siete maravillas naturales de Argentina, que a la par es zona de sequía y uno de los mayores reservorios de litio del mundo.
Además hay piezas audiovisuales como la que presentamos aquí. La semana pasada fue Proyecto Litio: el paisaje territorial, animal y humano cuando el agua empieza a desaparecer.
Esos eslabones se enfocan en la vida en las comunidades, la economía, la represión y la escasez del agua en la zona.
Litio está compuesto también por las noticias, crónicas y reportajes que venimos realizando desde lavaca.org y que reunimos en esta plataforma.
Un proyecto del que podés formar parte, apoyando y compartiendo.
El video de 3,50 minutos
Nota
Orgullo

Texto de Claudia Acuña. Fotos de Juan Valeiro.
Es cortita y tiene el pelo petiso, al ras en la sien. La bandera se la anudó al cuello, le cubre la espalda y le sobra como para ir barriendo la vereda, salvo cuando el viento la agita. Se bajó del tren Sarmiento, ahí en Once. Viene desde Moreno, sola. Un hombre le grita algo y eso provoca que me ponga a caminar a su lado. Vamos juntas, le digo, pero se tiene que sacar los auriculares de las orejas para escucharme. Entiendo entonces que la cumbia fue lo que la protegió en todo el trayecto, que no fue fácil. Hace once años que trabaja en una fábrica de zapatillas. Este mes le suspendieron un día de producción, así que ahora es de lunes a jueves, de 6 de la mañana a cuatro de la tarde. Tiene suerte, dirá, de mantener ese empleo porque en su barrio todos cartonean y hasta la basura sufre la pobreza. Por suerte, también, juega al fútbol y eso le da la fuerza de encarar cada semana con torneos, encuentros y desafíos. Ella es buena jugando y buena organizando, así que se mantiene activa. La pelota la salvó de la tristeza, dirá, y con esa palabra define todo lo que la rodea en el cotidiano: chicos sin futuro, mujeres violentadas, persianas cerradas, madres agotadas, hombres quebrados. Ella, que se define lesbiana, tuvo un amor del cual abrazarse cuando comenzó a oscurecerse su barrio, pero la dejó hace apenas unas semanas. Tampoco ese trayecto fue fácil. Lloró mucho, dirá, porque los prejuicios lastiman y destrozan lazos. Hoy sus hermanas la animaron a que venga al centro, a alegrarse. Se calzó la bandera, la del arco iris, y con esa armadura más la cumbia, se atrevió a buscar lo difícil: la sonrisa.
Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Al llegar al Congreso se pierde entre una multitud que vende bebidas, banderas, tangas, choripán, fernet, imanes, aros, lo que sea. Entre los puestos y las lonas que cubren el asfalto en tres filas por toda Avenida de Mayo hasta la Plaza, pasea otra multitud, mucho más escasa que la de otros años, pero igualmente colorida, montada y maquillada. El gobierno de las selfies domina la fiesta mientras del escenario se anuncian los hashtag de la jornada. Hay micros convertidos en carrozas a fuerza de globos y música estridente. Y hay jóvenes muy jóvenes que, como la chica de Moreno, buscan sonreír sin miedo.
Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Sobre diagonal norte, casi rozando la esquina de Florida, desde el camión se agita un pañuelazo blanco, en honor a las Madres, con Taty Almeyda como abanderada. Frente a la embajada de Israel un grupo agita banderas palestinas mientras en las remeras negras proclaman “Nuestro orgullo no banca genocidios”. Son quizá las únicas manifestaciones políticas explícitas, a excepción de la foto de Cristina que decora banderas que se ofrecen por mil pesos y tampoco se compran, como todo lo mucho que se ofrece: se ve que no hay un mango, dirá la vendedora, resignada. Lo escaso, entonces, es lo que sobra porque falta.
Y no es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Nota
Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

(Escuchá el podcast completo: 7 minutos) Coca Cola, Nestlé, Danone & afines nos hacen confiar en ellas como confiaríamos en nuestra abuela, nos cuenta Soledad Barruti. autora de los libros Malcomidos y Mala leche. En esta edición del podcast de lavaca, Soledad nos lleva a un paseíto por el infierno de cómo se produce, la cuestión de la comida de verdad, y la gran pregunta: ¿quiénes son los que realmente nos alimentan?
El podcast completo:
Con Sergio Ciancaglini y la edición de Mariano Randazzo.

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