Nota
Monsanto Papers: entrevista exclusiva a Carey Gillam
Carey Gillam, la periodista norteamericana detrás de los documentos que están derribando al RoundUp y exponiendo a Monsanto por fraude. POR ANABEL POMAR
Sus apariciones como testigo experta ante la Unión Europea o en el Capitolio pusieron a Carey Gillam en el foco y centro de la noticia cuando su rol usual era estar del otro lado de la historia: preguntando, documentando y registrando. Gillam hace temblar a una de las corporaciones más grandes del mundo con sus investigaciones pero se define a sí misma como “una chica de Kansas”. Es tres veces madre, y activa participante de un programa de hogares para niñas y niños en tránsito. Pero sobre todo, Carey Gillam tiene un rol fundamental en los Monsanto Papers.
Gillam es periodista, investigadora y escritora con más de veinticinco años de trayectoria. Diecisiete de ellos trabajó como corresponsal en la agencia internacional Reuters. Hoy colabora en los periódicos The Guardian y el Huffington Post.
Desde 1998, su trabajo se ha especializado en el negocio de la alimentación y la agricultura. Las áreas de experiencia de Gillam incluyen la tecnología de cultivos biotecnológicos, el desarrollo de productos agroquímicos y plaguicidas, y los impactos ambientales de la producción de alimentos en los Estados Unidos. “Mi trabajo se basa en la creencia de que al compartir información e ideas, se transmiten debates y se revelan acciones y eventos críticos para las políticas públicas, ayudamos a avanzar y fortalecer nuestra comunidad, nuestra humanidad”, responde a MU.
Desde enero de 2016 Carey Gillam es además directora de investigación de USRTK, una ONG de los EE. UU. que busca garantizar el derecho a la información y la transparencia del sistema alimentario. Desde ese lugar fue una de las encargadas de realizar los pedidos de información pública que dieron vida a los Monsanto Papers. Correos electrónicos internos, notas, presentaciones y otros registros de la compañía fueron entonces revelados gracias al pedido de URSTK de Carey, junto a equipos legales de personas que están demandando a Monsanto, alegando que la exposición al Roundup y a otros herbicidas a base de glifosato, causaron enfermedades.
“Los documentos salieron a la luz pública en 2017 cuando un bufete de abogados en Los Ángeles comenzó a compartir muchos de los documentos internos de Monsanto presentándolos en la parte pública del expediente judicial en un tribunal federal en California, donde se encuentran muchas de las demandas”, relata Gillam.
Su trabajo lejos está de terminarse: la Corte norteamericana va liberando nuevos papeles surgidos en los casos judiciales que siguen avanzando en Estados Unidos. Cada documento es una nueva pieza de un rompecabezas gigante que poco a poco se va a armando. La imagen final va desnudando a Monsanto en su malicia. “Monsanto y sus aliados de la industria química han pasado décadas trabajando activamente para confundir y engañar a los consumidores, agricultores, reguladores y legisladores sobre los riesgos asociados con los herbicidas a base de glifosato. Han suprimido los riesgos, han pregonado las recompensas y han empujado el uso de este herbicida a niveles históricamente altos. La evidencia que ha salido a la luz de los documentos internos de Monsanto, combinada con datos y documentos de agencias reguladoras, no podría ser más clara: es hora de que los funcionarios públicos de todo el mundo actúen para proteger la salud pública y no las ganancias corporativas”.
Hubo un momento en el que Carey lejos estaba de preocuparse por los agrotóxicos. “No solía darle ninguna importancia al tema de la alimentación. Ni gastaba tiempo en saber de dónde provenían los productos que compraba en la verdulería. Ni dinero. No compraba orgánico porque me parecía que eran los mismos productos solo que más caros. No me preocupaban los químicos invisibles que podían acechar mi almuerzo”, confiesa y hasta reconoce haber usado generosamente herbicidas en su patio trasero.
Pero la información la cambió. Y esa información es la que trata de difundir ahora en cada aparición pública, en una nota propia sobre el tema o en entrevistas como ésta: “Los consumidores están expuestos a este glifosato químico y muchos otros de forma regular en los alimentos y el agua. Ciertamente, los consumidores tienen derecho a recibir información veraz y transparente sobre su seguridad”.
Producto del trabajo de toda una vida en el tema, Carey publicó en 2017 su libro de investigación Whitewash: La historia de un herbicida, cáncer y la corrupción de la ciencia, una investigación periodística de data dura, documentada y que acaba de recibir el galardón Rachel Carson al libro ambiental de 2018 según sus pares de la Sociedad de Periodistas Ambientales. Un premio más que significativo, ya que en su libro Gillam deja en claro su admiración por el trabajo de Carson y la inspiración que fue para ella significó su trabajo Primavera Silenciosa. Gillam cierra el círculo: “Whitewash muestra que hemos olvidado las lecciones que Rachel Carson nos enseñó hace 55 años: tratar de dominar la naturaleza con pesticidas sintéticos es una receta para la destrucción de la salud y el medio ambiente”.
Así como el vehículo de narración de historias de Carson era el pesticida DDT, el enfoque del libro de Gillam es el herbicida glifosato de Monsanto, conocido comúnmente por los consumidores como RoundUp. “Whitewash contiene muchas revelaciones, no solo acerca de cuán penetrantes son este y otros plaguicidas en nuestro sistema de producción de alimentos, sino cuán duro las entidades corporativas como Monsanto han trabajado para ocultar la verdad”.
El trabajo de denuncia de Carey Gillam no pasó desapercibido para el gigante transgénico ahora propiedad de Bayer. A lo largo de los años, a medida que sus reportes y notas de investigación empezaron a incluir las dudas sobre los beneficios de los organismos genéticamente modificados y los riesgos asociados con los productos químicos que se usan en ellos, Gillam se volvió un blanco visible. “Los representantes de la compañía y de la industria alternadamente buscaban intimidarme, seducirme, intimidarme y convencerme para que escribiera noticias de manera que repitieran los puntos de conversación de la industria. Me dijeron que no había ninguna justificación para informar los dos lados de los debates sobre las cosechas y los productos químicos de Monsanto porque la ciencia también estaba resuelta, y cualquiera que cuestionara eso estaba frustrando la misión de Monsanto de alimentar al mundo”.
Hoy, esos esfuerzos por comprar periodistas e influencers quedaron a la vista con los Monsanto Papers: “La industria agroquímica ha estado muy molesta por la publicación de los registros internos, que revelan muchas estrategias secretas para manipular a los consumidores, los reguladores, los legisladores y el registro científico. Ciertos actores dentro de la industria química han estado tratando de desacreditarnos y hostigarnos a mí y a mis colegas, e intentan que dejemos de compartir esta información”.
Gillam no sólo no se acobardó sino que decidió poner toda su experiencia como periodista de investigación en el mundo de las organizaciones civiles y redoblar desde allí sus esfuerzos para exponer el fraude. Los papeles de Monsanto y el rol de la ONG donde trabaja fueron reconocidos por los abogados de Dewayne Johnson por su aporte y contribución a la histórica condena. “Los miembros del jurado pudieron ver a través de los documentos cómo Monsanto ha empleado una variedad de tácticas, algunas extraídas del mismo libro de jugadas utilizado por la industria tabacalera para defender la seguridad de los cigarrillos, para suprimir y manipular la literatura científica, acosar a periodistas y científicos que no hagan propaganda de la compañía, y forzar el cambio de brazo y la colusión con los reguladores. Monsanto perdió el caso en gran parte porque los miembros del jurado pudieron ver la verdad condenatoria iluminada a través de los correos electrónicos de la compañía, los informes internos de estrategia y otras comunicaciones”.
El veredicto en el caso del jardinero de San Francisco se convirtió el 10 de agosto pasado en el primero en vincular al Roundup con el cáncer. MU le preguntó a Carey Gillam qué otras revelaciones importantes en los papeles aún no han recibido la debida atención pública. “Hay una serie de documentos que afirman la seguridad del glifosato y buscan socavar a la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, que sabemos que fueron escritos por un científico de Monsanto, pero se presentan como si fueran independientes. Sabemos que Monsanto le pagaba, al menos a dos de los autores, miles de dólares, en el momento en que escribieron los documentos “independientes” para la revista científica Critical Reviews in Toxicology, y sabemos que esos pagos no fueron revelados. También sabemos que un científico de Monsanto escribió y editó muchas partes de los llamados documentos independientes, a pesar de que la declaración que acompañaba a los artículos cuando se publicaron indicaba que nadie de Monsanto siquiera miró o “revisó”, los documentos antes de publicarse”. Gillam considera que es un “escándalo atroz” que el editor del diario Roger McClellan y la editorial Taylor & Francis aún no se hayan retractado.
“No es una historia que te hará sentir bien. Pero es una que debe contarse”, dice Carey Gillam en la introducción de su libro Witewash.
Una frase muy similar a la que usó Rachel Carson cuando con su trabajo inauguró el camino de miles de luchadoras ambientales: “Sentí que tenía una obligación solemne de hacer lo que pudiera”.
Nota
Matar por matar: la violencia policial porteña y el crimen en Lugano de Gabriel González

Gabriel González, 45 años, pintor, fue asesinado por personal de la Policía de la Ciudad el jueves navideño en el barrio de Lugano, en un nuevo caso de gatillo fácil que además fue registrado por las cámaras de los vecinos. Gabriel intentó intervenir cuando la policía le estaba pegando a uno de sus hijos. Estaba sin remera, descalzo, desarmado. Lo fusilaron a corta distancia, las imágenes que aquí reproducimos están disponibles y se observa perfectamente quién le disparó. En el barrio sostienen que hubo violencia policial, además, sobre algunos de los testigos, para que hagan el silencio necesario para permitir la impunidad del y los autores.
En la foto de portada se ve a la derecha a Gabriel en el momento en el que es impactado por los disparos policiales.
Además de su trabajo como pintor, Gabriel se dedicó especialmente a la contención de jóvenes con consumos problemáticos. Presentamos la información publicada por el diario Tiempo Argentino, integrante junto a lavaca de la Unión de Medios Autogestivos, un símbolo y una realidad sobre la violencia institucional de estos tiempos.
Amigos, allegados y vecinos de Gabriel González, el muchacho de 45 años que murió en medio de una violenta represión de la Policía de la Ciudad, ocurrida en Navidad en Villa Lugano, marcharon en reclamo de justicia. La familia aseguró que fue asesinado a mansalva y denuncia un nuevo caso de gatillo fácil.

Las lágrimas de Nelly, la viuda de Gabriel González. (Foto: Gentileza Pablo Lecaros)
Nelly, la viuda de Gabriel, aún habla de su marido en tiempo presente. En diálogo con la prensa que se movilizó hasta Cruz y Escalada, en Lugano, donde se concentró la movilización, expresó: “Hace más de 25 años que comparto con él, que vivo con él, que la luchamos, salimos a laburar todos los santos días. Tanto él como yo, salimos a trabajar para tener las cosas que tenemos y lo que pudimos construir. La peleó siempre. No es una mala persona. No se merecía morir de esa forma. Quiero justicia por la vida de Gabriel”.
La mujer recordó que llegó a la escena del crimen cuando a su pareja “ya le habían pegado. Tenía toda la cara ensangrentada. En todo momento traté de pararlo y que no le sigan pegando, porque lo estaban lastimando. Escuchaba cómo lo incitaban a pelear con ellos. Todo el tiempo lo incitaban a pelear. Él estaba enojado y ellos eran cada vez más. Le dieron un tiro muy de cerca”. Nelly también recibió heridas en las piernas y en los brazos.

Foto: Gentileza Pablo Lecaros.
Entre sollozos, la viuda pidió a sus vecinos que no la dejen sola. “Luchemos. No es la primera vez que pasa algo así. Ellos vienen a matar, no vienen a apaciguar las cosas, a tranquilizar, sea lo que sea que esté pasando. Al amigo de él lo cagaron a palos, lo llevaron a la comisaría y le dijeron que no diga nada”.
La mujer se refiere al amigo de Gabriel que en los videos, donde quedó registrada toda la secuencia, se advierte que intenta calmar a la policía. Gerardo, el hermano de la víctima, también mencionó “al muchacho que se llevaron preso, lo golpearon y lo amenazaron que lo iban a matar, le dijeron que conocían a su familia y a su casa. Para que no declare”.
Según pudieron reconstruir, el amigo de Gabriel fue liberado de la Comisaría 8A a eso de las 5 de la madrugada de este viernes. “Le aflojaron todos los dientes, le pegaron en las costillas entre el policía que disparó y había otro peladito. Todo para encubrir la cagada que se mandaron ellos”.

Foto: Gentileza Pablo Lecaros.
Por su parte, la abogada de la familia, Romina Ávila, precisó que “cuando le tiran a Gabriel, le tiran estando totalmente desarmado, indefenso y a una distancia prudencial del personal. Esto quiere decir que en ese momento no estaba agrediendo al personal. Tampoco se puede argumentar que hubo un exceso en legítima defensa, es lo que nosotros llamamos gatillo fácil”.
La asesora de la familia señaló en Radio Con Vos que esperan los resultados de la autopsia y las pericias, cuyos análisis preliminares deberían estar para este sábado. “Está documentado que quien dispara es un policía que bajó del patrullero. Tenemos su rostro, imagen por imagen. Ahora a pedido de la justicia, la Policía de la Ciudad, debería identificarlo”, esgrimió.

Foto: Gentileza Pablo Lecaros.
Gabriel era pintor y solía contener a los chicos del barrio que padecen consumo problemático. De hecho, comenzó con esa tarea social tras un contexto de abuso de drogas por parte de su hijo. “Era una persona humilde, hijo de migrantes, muy pujante, una persona que trabajaba y en ocasiones como esta, un festejo popular, participaba. Lo grave de su conducta ayer fue salir a la vereda a compartir con los amigos, sus vecinos. Es común eso acá. Los encuentros se comparten por más que a ellos no les gusten. Es parte de la cultura”, analizó la abogada.
“Acompañaba a chicos con consumo, porque con su hijo dio una larga lucha por esa misma situación”, añadió Ávila, quien concluyó: “La Policía de la Ciudad sigue deambulando y caminando por acá. Son los mismos policías de la Comisaría Vecinal 8A que ayer estaban tomándole declaración a sus mismos compañeros que horas antes habían ido a herir de muerte a Gabriel. Conviven con nosotros y el miedo es grande y está”.
Respecto a la autopsia, la mujer indicó que los restos fueron trasladados este viernes a las 8 a la morgue judicial y que los resultados «van a ser sumamente clarificadores de lo que creemos y que sostenemos como teoría del caso, que para nosotros se trató de un hecho de violencia institucional. Que no tuvo ningún tipo de defensa, ni exceso en legítima defensa por parte del personal policial».

Foto: Gentileza Pablo Lecaros.
“Mi primo asesinado por la policía era un chico trabajador, nacido acá en el barrio, en la Villa 20. Era papá de Dante y Ángel de 21 y 25 años. Re familiero. En cumpleaños o reuniones familiares él siempre estaba en la parrilla haciendo el asado. Le encantaba compartir, era fanático de la pesca, un arquerazo del equipo del barrio que hace poco salió campeón. Cariñoso, amable, sencillo, solidario. Gabriel era muy valiente, no le tenía miedo a nada”, dijo a Tiempo Oscar Villaverde, primo de Gabriel y docente de la Escuela Técnica N° 13, Ingeniero José L. Delpini de Villa Lugano.
Fue el propio Oscar quien publicó en las redes en la tarde noche de ayer el asesinato de su primo: “Hoy en un forcejeo con la policía tras defender a su hijo asesinaron a quemarropas a mi primo Gabriel González e hirieron de bala a su mujer”.
El video filmado por un vecino dejó en evidencia el asesinato a quemarropa denunciado por quienes fueron testigos del brutal crimen. Se lo ve Gabriel sin remera, defendiéndose de los golpes contra media docena de efectivos policiales que lo golpean sin piedad.
De golpe, uno de ellos saca su escopeta y le dispara. La muerte fue instantánea y uno de los disparos hirió a la compañera de vida del asesinado y a otros vecinos que observaban con asombro la brutalidad policial.
Nota
Se confirmó el procesamiento del gendarme Guerrero por el ataque al fotógrafo Pablo Grillo

El gendarme Héctor Guerrero será procesado por el ataque que hirió gravemente en la cabeza al Pablo Grillo el 12 de marzo pasado (la foto de portada muestra a Pablo durante su recuperación, que aún continúa). La Sala II de la Cámara Federal porteña ratificó la decisión de la jueza María Servini que había sido apelada por el acusado. Además, pidieron investigar las posibles responsabilidades de quienes estuvieron a cargo del operativo. Presentamos aquí la información del diario Tiempo Argentino, uno de los integrantes de la Unión de Medios Autogestivos.
La Sala II de la Cámara Federal de Apelaciones confirmó el procesamiento del gendarme Héctor Guerrero por las lesiones gravísimas producidas al fotógrafo Pablo Grillo y por el abuso de armas en otras cinco oportunidades durante la manifestación de los jubilados del 12 de marzo pasado.

El gendarme Héctor Guerrero el día de su declaración ante la jueza María Servini.
El fallo de la Cámara lleva las firmas de los jueces Eduardo Farah, Martín Irurzun y Roberto Boico. En su voto, Boico además, exigió que se profundice la investigación por las eventuales responsabilidades de las autoridades a cargo del operativo.
La situación del gendarme Guerrero había llegado a la cámara de apelaciones luego de un planteo de la defensa del acusado en la que pidió revocar el procesamiento como presunto autor del disparo con una pistola lanza gases contra Pablo Grillo, quien sufrió heridas gravísimas durante la represión policial a aquella protesta de jubilados en el centro porteño.
El planteo de la defensa se produjo en el contexto de varias resoluciones judiciales polémicas que se dieron durante en la semana posterior al triunfo electoral de La Libertad Avanza (LLA), que tuvieron como principales beneficiarios a Mauricio Macri y Javier Milei, y como principales perjudicados a Cristina Kirchner y Guillermo Moreno. Sin embargo, el oportunismo no funcionó y este viernes los tres camaristas le dio un revés al gendarme al entender que el acusado debe ir a juicio.
Guerrero, asistido por los abogados Martín Sarubbi y Claudio Nuncija, solicitó revertir el procesamiento que oportunamente había sido dictado por la jueza federal María Servini. La defensa sostuvo que no está acreditado que el gendarme haya sido el autor del disparo y afirmó que su conducta se ajustó a los protocolos vigentes para el uso de armas lanzagases.
En tanto, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), que interviene como querellante, respaldó la resolución de Servini y la validez de las medidas de prueba, entre ellas el relevamiento en el lugar del hecho, un informe balístico de la Policía de la Ciudad y la reconstrucción denominada “Mapa de la Policía”, elaborada por realizadores audiovisuales y peritos forenses.
Nota
MU 210: La batalla final


El femicidio de Lucía Pérez a manos de dos narcos de Mar del Plata motivó el primer Paro Nacional de Mujeres. Tras una larga luchar familiar y social se logró la condena, pero ahora una nueva maniobra judicial puede dejar impunes a los culpables. Un ejemplo de que todo lo que conseguimos está en peligro. ¿Podrán?
Las notas de esta edición:

Negacionismo de Estado: Informe 2025 del Observatorio Lucía Pérez
¿Qué hay detrás de la avanzada oficial para negar los femicidios? Radiografía de cómo cada poder del Estado, por acción u omisión, busca ocultar las causas y consecuencias del asesinato de mujeres. Y por qué lo hace. Por Claudia Acuña

El Aleph (versión putas): Entrevista a Georgina Orellano
¿Cuánto cuesta la vida? ¿Cuánto vale? La dirigente de AMMAR y la actualidad desde la esquina: lo que se ve, lo que no se escucha, las falsas soluciones progresistas, lo que hay que abolir. Lo narco, la revolución, el cuerpo, la salida. Una recoridapor sus tatuajes, y todo lo que significa ser puta. Por Claudia Acuña y Lucas Pedulla

Carla Soggiu: La impunidad avanza
Carla recibió un botón antipánico por las agresiones de su pareja, que la ató, golpeó y violó delante de su hija de dos años. Semanas después de ese hecho, accionó cinco veces ese botón pero la policía no la encontró. Apareció muerta en el Riachuelo. Las complicidades, las burocracias, el rol de Diego Santilli y la lucha de una familia que define el caso como un femicidio de Estado. Por Francisco Pandolfi

Alma y vida: El femicidio de Lucía Pérez, hoy
¿Qué es la justicia? ¿Cómo enloquecer a una familia? ¿Por qué buscan eliminar la figura de
femicidio? ¿Cuál es el rol práctico del Estado y el negacionismo? El Tribunal de Casación resolvió que el de Lucía Pérez no fue un femicidio. La política de la misoginia como aversión hacia las mujeres y el paralelismo con lo narco que vende droga junto a las escuelas. Las “sumisitas”, la violencia y el sometimiento. Marta y Guillermo: una familia que trabaja en comunidad, y las claves para que las pesadillas no sigan asesinando a los sueños. Por Sergio Ciancaglini

Crónicas del más acá: Al trote
POR CARLOS MELONE

El Caliban y las brujas: La obra Fuerza mayor, protagonizada por jubiladas
La alianza entre Jubilados Insurgentes con integrantes del Teatro Caliban parió está obra que pone en escena lo que pasa todos los miércoles frente al Congreso. Una forma creativa de elaborar la actualidad con las herramientas del teatro, para hacer sentir, pensar e interpelar a los más jóvenes. Por Franco Ciancaglini

Sin berretines: Lo que nos cuenta la cárcel
Estudiantes de Sociología y Trabajo Social que cumplen condena en la cárcel de San Martín comparten sus reflexiones sobre la libertad, el encierro, y la actualidad más acá de las rejas. ¿Cómo funciona lo narco? ¿Qué implica buscar plata fácil? Lecciones sobre educación, berretines y prejuicios, el sentido de la vida, y la teoría de la bobalización. Por Sergio Ciancaglini

Sin protección: Ley contra el Acoso y después
Perdió estado parlamentario el proyecto de ley de acoso en ámbitos laborales y académicos: una muestra de la desidia y el abandono de las políticas de género. Del caso Brieger a Milei, cómo sigue la organización de las mujeres para empujar lo imposible en tiempos de motosierra, fascismo y un Congreso estancado. Por Evangelina Bucari

Con horizonte: 38º Encuentro Plurinacional en Corrientes
Cien mil personas participaron del 38º Encuentro Plurinacional de Mujeres y Diversidades. MU lo registró con crónicas día a día, que pueden leerse en lavaca.org. Compartimos aquí parte del registro fotográfico y una mirada sobre la trastienda de debates que explican mucho de lo que pasó en un evento extraño y extraordinario. Por Claudia Acuña. Fotos de Line Bankel

Sin cuerpo: La ¿impericia? en la causa de Cecilia Basaldúa
A lo largo de este 2025 la nueva instrucción que investiga el femicidio de Cecilia Basaldúa, ocurrido en el año 2020 en la localidad cordobesa de Capilla del Monte, Cambió fiscales, tomó nuevas pruebas y amplió testimoniales. Sin embargo, en el marco de un proceso judicial que avanzaba, una noticia coronó la impunidad en esta causa: hace cuatro años que el cuerpo de Cecilia fue retirado de la morgue judicial sin el consentimientode la familia. Por María Eugenia Marengo

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