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Toni Negri: «Tenemos que buscar nuevas formas de organización»

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En Buenos Aires, el italiano Toni Negri se presentó en la fábrica recuperada Grissinópoli para hablar de sus ideas, y también de las polémicas que ha generado su defensa de la autonomía como forma de experimentar y crear nuevas respuestas políticas. Explicó sus definiciones sobre multitud, trabajo y pueblo y su convicción sobre el fin de la representación política, una idea que los argentinos sintetizaron al gritar «que se vayan todos». Por eso, entre risas, concluyó: «¡Pero que vengo yo acá a enseñarles a ustedes cómo se hace desorden!».

Grissinópoli es una de las fábricas recuperadas por una cooperativa de obreros, a la que le ha quedado un nombre equilibrado: «La Nueva Esperanza, Limitada». En el segundo piso, un gran salón funciona como centro cultural y de conferencias. Allí la revista Global (futuro mensuario que está preparando su número cero para la Argentina) presentó el lunes 27 al filósofo italiano Toni Negri, autor (junto a Michael Hardt) del libro Imperio, ex preso político acusado por su participación en las Brigadas Rojas, y convertido en un autor de culto tanto por quienes apoyan como por quienes lo denigran.
Unas 150 personas, asambleístas, integrantes de diversos movimientos sociales, estudiantes, se reunieron a escuchar esa charla, a la que no asistieron los obreros y obreras de la cooperativa que desde esta semana trabaja a tiempo completo. Ante tantos invitados, continuaron con su trabajo habitual y a la salida vendieron pan dulce (excelente) a dos pesos cada uno.
Negri habló en italiano pausado, con un énfasis de italiano apasionado. Estos son algunos de los tramos más destacados de su intervención, cuya desgrabación y traducción agradecemos a dos de las asistentes a la charla, que han trabajado hasta la madrugada, entusiasta y desinteresadamente, o mejor dicho, solidariamente.
Así arrancó Negri su exposición:
«Después de haber hablado con los compañeros de O Global en español, me han aconsejado este tema desde el cual me posiciono: hablar de la Multitud, para tratar de aclarar algunos equívocos que pueden haber nacido alrededor de este concepto».

 

Multitud
Antes de todo quiero decir que Multitud es un concepto de clase. Quiere decir que cuando se habla de Multitud se habla todavía y siempre de clase. Naturalmente, se habla de clase en una situación modificada, profundamente transformada respecto a la situación en la cual los maestros del socialismo han definido el concepto de clase obrera. El concepto de clase obrera fue definido por los maestros del socialismo como concepto de la clase productiva: productiva de valores, productiva de riqueza, productiva de vínculo social. Pero la clase obrera así como la habíamos conocido es un concepto que vale, en un concepto que queda y que es fundamental. Es un concepto que, desde un punto de vista cuantitativo, se está alargando dentro del mercado global. Pero tenemos que reconocer que sucedió algo profundamente innovador, profundamente nuevo, que ha dado al concepto de clase productiva una extensión y una intensidad infinitamente superior a esa que tenía el concepto de clase obrera. Llamo Multitud al concepto de clase obrera dentro de las nuevas condiciones de la producción.

 

Trabajo
Hoy, desde el punto de vista de la extensión, los procesos de valorización no son procesos que se limitan a la fábrica, al régimen fordista de producción. Sino que son procesos que se extienden más allá de la fábrica, que envuelven una capacidad productiva, una cooperación, una producción de valores y de vínculo social que va mucho más allá del trabajo directamente comandado por el capital en la fábrica.
El concepto marxista de fuerza de trabajo bajo el capital, de fuerza de trabajo definido como capital variable al interno de la estructura capitalista, es un concepto que resulta siempre insuficiente para contar y para describir lo que pasó, lo que ha derivado en la fuerza productiva a nivel mundial, a nivel global. Ya no es más posible pensar al trabajo productivo desde el punto de vista de la extensión de este, sin imaginar toda la otra serie de servicios industriales, de relaciones sociales, que van desde la relación doméstica femenina de trabajo a las relaciones de salud, desde las relaciones educativas a las relaciones que implican las capacidades creativas, innovadoras, desde las relaciones científicas a las que simplemente se despliegan sobre el terreno de la comunicación, de la información, de la industria electrónica, etc. No es más posible imaginar el trabajo productivo, sin comprender todos estos elementos.
El trabajo productivo hoy se ha convertido en un trabajo que unifica sectores sociales siempre más extensos, que pone estos sectores sociales bajo el régimen de la explotación. Multitud es un concepto de clase, e implica una forma de explotación que cubre esta extensión grandísima de la capacidad capitalista de comando y de producción de la sociedad.
Cuando se dice que el concepto de Multitud es un concepto de clase, estamos hablando de un concepto de clase considerado en extensión. Y se debe agregar que el concepto de Multitud implica -intensamente- un nuevo concepto de trabajo.
Cuando hablamos de transformación del trabajo, hablamos de un trabajo siempre más productivo, siempre más capaz de desarrollar valor, valorizaciones. Y reconocemos este trabajo que produce valor en la actividad intelectual, cooperativa, de servicio, científico. Este trabajo, que se articula con el trabajo material, lo llamamos trabajo inmaterial.
El trabajo inmaterial no es hegemónico desde el punto de vista cuantitativo, no es sustitutivo del trabajo material. Es simplemente un tipo de trabajo que en la tendencia genera más valor, más riqueza, más dignidad del trabajador.

 

Confrontación
Nuestros padres, nuestros viejos, quisieron que estudiemos. Los que trabajaban en la fábrica eran campesinos, habitualmente migrantes, que huían de las condiciones de miseria que el trabajo capitalista imponía. Nosotros elaboramos un cerebro común que tiene una capacidad de producción, que es un instrumento de trabajo que llevamos con nosotros: la autonomía está en eso. Antes íbamos a la fábrica y el patrón nos ofrecía los instrumentos de trabajo. Hoy vamos a todos lados de la sociedad y llevamos con nosotros nuestro propio instrumento de trabajo. La flexibilidad y la movilidad de la fuerza de trabajo no son simplemente un arma mistificada que el patrón despliega para vaciar las fábricas. Flexibilidad y movilidad son una gran dignidad del cerebro y del hombre que trabaja. Esto significa transformación del trabajo. Significa que para trabajar tenemos que ser hombres libres, imaginativos e intelectualmente capaces de producir trabajo. Y esta reconducción de la libertad al interior de las capacidades productivas, al interior de la fatiga del trabajo, esto es el elemento de fuerza de la Multitud, como clase, como elemento de antagonismo. No es verdad que la Multitud elimina la estructura y la figura del antagonismo social: lo multiplica y lo lleva a lo que debe ser el verdadero nivel de confrontación.

 

Masa
Quería agregar otro elemento para fijar la continuidad de la diferencia que tiene el concepto de Multitud respecto al concepto de clase. El concepto de clase era un concepto de masa. El concepto de masa era un concepto indiferenciado. Se buscaba de ver en el trabajo, en la masa de los obreros todo lo que abstractamente, cuantitativamente significaba. En el concepto de Multitud nosotros asumimos, en cambio, no sólo la masa obviamente, pero un conjunto, una multiplicidad de singularidades. El trabajador es una cosa de singular; tiene en cada momento de su vida productiva algo para agregar, para poner en producción. La singularidad, evidentemente, está unificada, las múltiples singularidades se unifican en lo que tienen de común, quiere decir, en lo que tienen de antagonista al capital. Es la reapropiación del comando sobre el trabajo, la reapropiación de la cooperación de los trabajadores.
Vean la vieja fábrica fondista. En realidad, la vieja fábrica fordista era una fábrica de masa, de repetición, pero cualquiera de ustedes que haya estudiado o trabajado en una fábrica fordista sabe perfectamente que esta máquina no hubiera jamás funcionado si cada obrero no ponía su capacidad singular de hacer funcionar el mecanismo. La producción depende siempre de la singularidad. Pero con la Multitud, es esta singularidad la que multiplica la potencia productiva. Eso es lo que nosotros queremos.

 

Pueblo
Quería hacer otra aclaración. La aclaración que concierne al debate Multitud y Pueblo. Habíamos opuesto el concepto de Multitud al concepto de Pueblo. Porque habíamos considerado el concepto de Pueblo como un concepto de producción burguesa. El Estado-Nación nace con la construcción del Pueblo, con la reducción a uno de lo que es la diversidad popular, pero sobre todo imponiendo la alianza nacional-popular del pueblo y la burguesía. ¿Cómo se hace para reconquistar un concepto, que sea un concepto político que no tenga la ambigüedad y la falsedad del concepto de pueblo?
Solo puede ser ese concepto referido a la nueva experimentación, al nuevo laboratorio de formas políticas. Cuando se habla y se dice que la Multitud no es un Pueblo, se dice fundamentalmente una cosa. Se dice que la Multitud no puede ser encerrada en los mecanismos de representación política, tal como el Estado moderno ha creado estos mecanismos. Porque son los mecanismo de selección de élites, de separación de la voluntad popular, de la voluntad de la gente, de la voluntad de la multitud, de la voluntad del Estado. La mistificación contínua de la voluntad de la gente, de la voluntad de las singularidades, de las multiplicidades, de la voluntad del Estado. Entonces, cuando hablamos de Multitud contra el concepto de Pueblo, hablamos del concepto de multitud contra el concepto de representación. Hablamos de «Que se vayan todos».
Autonomía
El concepto de multitud no es una cosa que vale solo para la Argentina, es un concepto que vale para todos los países que se dicen democráticos en el mundo. Vale para los países que eligen a Swarchzeneger. Vale para los países que no tienen absolutamente más ninguna capacidad de una expresión política verdadera. Porque la política de la representación terminó en todos lados. Ahora, si nosotros asumimos estos conceptos y los asumimos de manera fundamental, entonces lograremos avanzar en nuestra experimentación política en esta fase de transición completamente nueva.
Vean, muchos me dicen que cuando pongo aparte el concepto de Pueblo aparto también todas las grandes tradiciones de lucha que estuvieron interpretadas por el Socialismo, por los grandes partidos de la izquierda, aparto por ahí hasta el nombre mismo de la izquierda. No es verdad. Nosotros decimos simplemente que toda esta experiencia es una experiencia que ha producido la situación actual. Sin las luchas de los obreros de los centros del mundo en los años ´60, sin las luchas anticoloniales, las luchas antiimperialistas, no hubiera sido jamás posible esta apertura mundial del debate político, no hubiera sido posible retomar la temática comunista después de la derrota de la Unión Soviética. Hoy el comunismo está naciendo sobre esta nueva esperanza, aquella de la Multitud. Entonces, debemos decir no a la continuidad. Experimentación, laboratorio abierto, completo, continuo, de nuevas formas de representación, de nuevas formas de organización. Autonomía no es lo opuesto a la organización. Autonomía no tiene nada que ver con el Stalinismo, y tampoco tiene nada que ver con el Anarquismo. Tenemos que buscar nuevas formas de organización. La organización de la Multitud es un problema. ¡Pero que vengo yo acá a enseñarles a ustedes cómo se hace desorden! (risas). Cada uno de ustedes y sobre todo ustedes, los argentinos, tienen ahora, tal vez, una experiencia mucho más fuerte que todos los otros compañeros del mundo.
Les agradezco. (aplausos)
[ Hasta aquí la exposición. Se pasa al debate con el público]
Preguntas:
¿El trabajo forma la dignidad del trabajador?
¿Qué riesgos tendría suponer que la multitud no puede ser un sujeto político, es decir, romper el concepto de sujeto de cambio, lo cual no quiere decir dejar la lucha, dejar el cambio. Es difícil pensar el concepto de multitud asociado a la organización, lo cual no quiere decir quedarse en el anarquismo,. Quizás nuevas formas, no? La pregunta básica es: ¿la multitud es un sujeto político o no?
¿El concepto multitud lo podemos ver como la idea de una proletarización total de la sociedad o que avanza hacia una mayor proletarización de la sociedad y, en este sentido, se complementa con la idea de Marx sobre el obrero colectivo?
En relación a la producción de valor quería preguntarle ¿qué opina sobre el fenómeno de la exclusión, de los desocupados, que en el país es creciente, en torno al concepto de multitud?
La respuesta de Negri:
Yo quisiera contestar todas las preguntas, evidentemente con todos los límites de mis respuestas en estas condiciones. La primera cuestión que me parece muy simpática, es la cuestión de si el trabajo forma la dignidad del trabajador. Por los años sesenta y setenta yo y todos mis compañeros italianos de la izquierda obrerista, luchamos por el rechazo del trabajo. Luchamos por esto de manera bastante coherente. Cuando todos los socialistas hablaban de la dignidad del hombre vinculada a su permanencia en la fábrica, hablábamos de sabotaje. E hicimos sabotaje. Y llevamos las luchas obreras hasta la ruptura de la organización del trabajo, de manera sistemática. Entonces, evidentemente, cuando hablo de trabajo como potencia que da dignidad al trabajador no hablo del trabajo encerrado en la máquina del comando capitalista. Hablo del trabajo como actividad social, hablo del trabajo vivo. De lo que Marx llama trabajo vivo. Es el trabajo que produce valor. El trabajo que se trata de liberar. Cuando se habla de Multitud se habla, evidentemente, de una clase obrera, de un proletariado social, de una multiplicidad de singularidades, que ha procedido, que ha avanzado sobre este terreno de la conquista y de la liberación de la actividad social. Naturalmente, los compañeros me dicen «!pero como podés hablar de eso cuando hay tantos desocupados, personas que fueron expulsadas de la fábrica!». Justamente, por eso hablo de esto. Porque el desocupado, el que expulsaron de la fábrica, o peor todavía, el que está excluido y que no entró jamás en la fábrica o en la sociedad productiva, todos estos son igualmente parte, participan de la Multitud. Participan de la actividad social. Es la actividad social la que crea valor. No la participación en el trabajo comandado por el capital. Es la actividad social de las mujeres la que crea valor. Y crea un valor superior tanto que algunos teóricos compañeros franceses hablan del «devenir mujer del trabajo». Devenir mujer del trabajo significa que el trabajo, justamente, en tanto capacidad social se convierte, se carga de todas aquellas cualidades de relaciones humanas que sólo el trabajo de la mujer posee, tiene. Otro ejemplo: el trabajo del campesino y que los obreros de la clase obrera clásica han siempre rechazado, considerando que el campesino tenía que convertirse en un obrero. De hecho, se ha convertido y no había más agricultura después de que él se convirtió en obrero. ¿Cómo se hacía para amar la tierra? ¿Para sacar del trabajo quesos y vinos diversos? Sacar aquella que era realmente la actividad social, la cultura social, la dimensión social de la producción. De esto nace el nuevo concepto de trabajo. Evidentemente, el problema político es el de pagar este trabajo. Distribuir ese pago socialmente de manera correcta, capaz de asegurar la reproducción social a todos aquellos que participan de la actividad social. Una de las reivindicaciones absolutamente fundamental que nace del movimiento antiglobal es la del salario garantizado, el salario de ciudadanía o la renta básica universal. ¿Por qué? Porque es el trabajo social que debe ser reconocido y pagado. Porque es la relación entre el ser ocupado, el ser desocupado, el ser antes o después del trabajo… estudiar para entrar y ser fuerza de trabajo, etc., etc. El ser mujeres que saben, como dice un compañero en un libro muy lindo, dónde está el

 

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Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después

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Otro miércoles de marcha al Congreso, y una encuesta: ¿cuál es el pronóstico para el domingo? Una pregunta que no solo apunta a lo electoral, sino a todo lo que rodea la política hoy, en medio de una economía que ahoga: la que come en el merendero; el que no puede comprar medicamentos; el que señala a Trump como responsable; la que lo lee en clave histórica; y los que aseguran que morirán luchando, aunque sean 4 gatos locos. Crónica y fotos al ritmo del marchódromo.

Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla

Fotos Juan Valeiro

El domingo son las elecciones legislativas nacionales pero también es fin de mes, y Sara marchó con un cartel que no necesitaba preguntas ni explicación: “Soy jubilada y como en un merendero”.

Tiene 63 años, es del barrio Esperanza –Merlo, oeste bonaerense–, y para changuear algo más junta botellas y cartón, porque algunos meses no le alcanza para medicamentos: “El domingo espero que el país mejore, porque todos estamos iguales: que la cosa cambie”.

Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después
Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

El miércoles de jubilados y jubiladas previo a las elecciones nacionales de medio término –se renuevan 127 diputados y 24 senadores– tuvo, al menos, tres rondas distintas, en una Plaza de los Dos Congresos cerrada exclusivamente para manifestantes. Nuevamente el vallado cruzó de punta a punta la plazoleta, y los alrededores estuvieron custodiados por policías de la Ciudad para que la movilización no se desparramara ni tampoco avanzara por Avenida de Mayo, sino que se quedara en el perímetro denominado “marchódromo”. Un grupo encaró, de todas formas, por Solís, sobrepasó un cordón policial y dobló por Alsina, y se metió de nuevo a la plaza por Virrey Cevallos, como una forma de mostrar rebeldía.

Unos minutos antes, un jubilado resultaba herido. Se trata de Ramón Contreras, uno de los rostros icónicos de los miércoles que llegó al Congreso cuando aún no estaba vallado después de la marcha por el recorte en discapacidad, y mientras estaba dando la ronda alrededor del Palacio un oficial lo empujó con tanta fuerza que cayó al suelo. “Me tiraron como un misil –contó a los medios–. Me tienen que operar. Tengo una fractura. Me duele mucho”. La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) presentó una denuncia penal por la agresión: “Contreras fue atacado sin razón y de manera imprevista”.

Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después
Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

La violencia desmedida, otra vez, sobre los cuerpos más débiles y más ajustados por un Gobierno que medirá esa política nuevamente en las urnas. Jorge, de 69 años, dice que llega con la “billetera muerta”. Y Julio, a su lado, resume: “Necesito tener dos trabajos”.

Juan Manuel es uno de esos jubilados con presencia perfecta cada miércoles. Una presencia que ninguna semana pasa desapercibida. Por su humor y su creatividad. Tiene 61 años y cada movilización trae mínimo un cartel original, de esos que hacen reír para no llorar. Esta vez no sólo trae un cartel con una inscripción; viene acompañado de unas fotocopias donde se leen una debajo de la otra las 114 frases que creó como contraofensiva a la gestión oficialista.

La frase 115 es la de hoy: “Milei es el orificio por el que nos defeca Trump”. 

Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después
Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Muestra la lista que arrancó previo a las elecciones de octubre de 2023. Sus primeras dos creaciones:

  1. “Que no te vendan gato por león”.
  2. “¿Salir de la grieta para tirarse al abismo?”. 

Y elige sus dos favoritas de una nómina que seguirá creciendo:

Sobre el veto al aumento de las jubilaciones: “Milei, paparulo, metete el veto en el culo”.

Sobre el desfinanciamiento de las universidades: “Milei: la UBA también tiene las facultades alteradas”.  

Juan Manuel le cuenta a lavaca lo que presagia para él después de las elecciones: “Se profundizará el desastre, sea porque pierda el gobierno o porque gane, de cualquier forma tienen la orden de hacer todo tipo de reformas. Como respuesta en la calle estamos siendo 4 gatos locos, algo que no me entra en la cabeza porque este es el peor gobierno de la historia”.

Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después

Sobre el cierre de la marcha, en uno de los varios actos que se armaron en esta plaza, Virginia, de Jubilados Insurgentes y megáfono en mano, describió que la crisis que el país está atravesando no es nueva: “Estuvo Krieger Vassena con Onganía, Martínez de Hoz con la última dictadura, Cavallo con Menem, Macri con Caputo y Sturzenegger, que son los mismos que ahora están con este energúmeno”. La línea de tiempo que hiló Virginia ubica ministros de economía con dictaduras y gobiernos constitucionales en épocas distintas, con un detalle que a su criterio sigue permaneciendo impune: “La economía neoliberal”.

Allí radica la lucha de estos miércoles, dice. Su sostenibilidad. Porque el miércoles que viene, pase lo que pase, seguirán viniendo a la plaza para continuar marchando. “Estar presente es estar activo, lo que significa estar lúcido”, define.

Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después
Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Carlos Dawlowfki tiene 75 años y se convirtió en un emblema de esa lucidez luego de ser reprimido por la Policía a principio de marzo. Llevaba una camiseta del club Chacarita y en solidaridad con él, una semana después la mayoría de las hinchadas del fútbol argentino organizaron un masivo acompañamiento. Ese 12 de marzo fue, justamente, la tarde en que el gendarme Héctor Guerrero hirió con una granada de gas lacrimógeno lanzada con total ilegalidad al fotógrafo Pablo Grillo (todavía en rehabilitación) y el prefecto Sebastián Martínez le disparó y le sacó un ojo a Jonathan Navarro, quien al igual que Carlos también llevaba la remera de Chaca.

Carlos es parte de la organización de jubilados autoconvocados “Los 12 Apóstoles” y habla con lavaca: “Hoy fui a acompañar a las personas con discapacidad y me di cuenta el dolor que hay internamente. Una tristeza total. Y entendí por qué estamos acá, cada miércoles. Y sentí un orgullo grande por la constancia que llevamos”.

La gente lo reconoce y le pide sacarse fotos con él. “Estás muy solicitado hoy”, lo jode un amigo. Carlos se ríe, antes de ponerse serio: “Hay que aceptarlo, hoy somos una colonia. Pasé el 76 y el 2001, y nunca vi una cosa igual en cuanto a pérdida de soberanía”. De repente, le brota la esperanza: “Pero después del 26, volveremos a ser patria. Esperemos que el pueblo argentino tenga un poquito de memoria y recapacite. Lo único que pido es el bienestar para los pibes del Garrahan y con discapacidad. A mí me quedarán 3, 4, 5 años; tengo un infarto, un stent, así que lucho por mis nietos, por mis hijos, por ustedes”.

Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después
Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Carlos hace crítica y también autocrítica. “Nosotros tenemos un país espectacular, pero nos equivocamos. Los mayores tenemos un poco de culpa sobre lo que ocurrió en las últimas elecciones: no asesoramos a nuestros nietos e hijos sobre lo que podía venir y finalmente llegó. Y en eso también tiene que ver la realidad económica. Antes nos juntábamos para comer los domingos, ahora ya no se puede. No le llegamos a la juventud, que votó a la derecha, a una persona que no está en sus cabales”.

Remata Carlos, antes de que le pidan una selfie: “Nosotros ya estamos jugados pero no rendidos. Estos viejos meados -como nos dicen- vamos a luchar hasta nuestra última gota. Y cuando pasen las elecciones, acá seguiremos estando: soñando lo mejor para nuestro país”.

Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después
Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
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La Ley del Cáncer: avanza un proyecto que permite fumigaciones con agrotóxicos a 10 metros de viviendas

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Una Ley Nacional que proviene del sector del agronegocio avanza en la Cámara de Diputados, impulsada por la UCR y la Coalición Cívica. Se trata de la norma que regula, entre otras cosas, la aplicación de agrotóxicos. El punto clave de este proyecto legislativo figura en el artículo 9, donde se establecen distancias mínimas para fumigar desde los 10 metros para aplicaciones terrestres y con drones, y 45 metros para aplicaciones aéreas. La primera reunión informativa contó solo con oradores promotores de la iniciativa y solo dos voces críticas; crónica de esa reunión y la opinión del médico Damián Verzeñassi, la enfermera del Garrahan Meche Méndez, el abogado Marcos Filardi y Sabrina Ortíz, vecina fumigada y abogada que acaba de presentar un escrito para convocar a audiencias públicas y foros de debate para evitar que se apruebe esta Ley que prioriza el negocio a la salud social y medioambiental. FRANCISCO PANDOLFI

Esta semana se presentó en la Cámara de Diputados el proyecto de ley nacional “de presupuestos mínimos de protección ambiental para la aplicación de productos fitosanitarios”. Es decir, de agrotóxicos.

El proyecto fue escrito por la Red de Buenas Prácticas Agrícolas, integrada por más de 80 instituciones públicas y privadas vinculadas con el agronegocio, y dentro del recinto encabezan la iniciativa los diputados Atilio Benedetti (UCR – Entre Ríos), presidente de la Comisión de Agricultura en la Cámara de Diputados, y Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica). La nueva norma ya cuenta con el acompañamiento de 32 legisladores, entre un abanico variopinto que engloba a La Libertad Avanza, Unión por la Patria, UCR, PRO, Coalición Cívica, Encuentro Federal, entre otros partidos. 

El punto clave de este proyecto legislativo figura en el artículo 9, donde se establecen distancias mínimas para fumigar desde los 10 metros para aplicaciones terrestres y con drones, y 45 metros para aplicaciones aéreas.

La Ley del Cáncer: avanza un proyecto que permite fumigaciones con agrotóxicos a 10 metros de viviendas
Atilio Benedetti, UCR-Entre Ríos, principal promotor del proyecto, expone en la reunión del pasado martes.

Exposiciones sin consenso

El martes pasado se llevó a cabo una primera reunión informativa en la cual las y los oradores sólo fueron personas, organismos y corporaciones a favor de la iniciativa.

En la comisión conjunta realizada entre Agricultura y Ganadería y Recursos Naturales y Conservación de Ambiente Humano hubo entidades gubernamentales, de productores, de ingenieros agrónomos, de acopiadores, de empresas de tecnología agropecuaria y ONG a favor de la ley. Maximiliano Ferraro expresó que “el proyecto no tiene una mirada sectorial”. Y que “nace de un diálogo. Un diálogo y consenso, que podemos ampliar”.

Sin embargo, se dijo, no hubo invitaciones a voces disonantes.

Las únicas dos ponencias que no se alinearon al lobby de la producción con plaguicidas fueron el diputado Juan Carlos Giordano (Izquierda Socialista – FIT Unidad) y su par Blanca Osuna (Unión por la Patria). Dijo Giordano: “Deben darle espacio a quienes estamos en contra de esta ley. Hay una lista de un montón de organizaciones que quieren venir a exponer las barbaridades que ocurren por el uso de agrotóxicos. Fumigar a 10 metros de ninguna manera puede ser una buena práctica agropecuaria”. Dijo Osuna: “Es indispensable escuchar voces de otros sectores, estamos en falta si no. Los expertos científicos deben estar acá, están ausentes en este proyecto. Primero debe estar la salud, luego la producción”.

La evidencia del modelo

Tras el encuentro del martes, distintos actores se manifestaron en contra del proyecto. Damián Verzeñassi es médico generalista y es el director del Instituto de Salud Socioambiental de la Universidad Nacional de Rosario, desde donde se hicieron desde 2010 a 2019 más de 40 campamentos sanitarios en diversos pueblos de Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba para  relevar puerta a puerta la situación de la salud en localidades fumigadas. ¿Qué demostraron esos resultados? Que en las comunidades rurales se multiplicaban los trastornos endócrinos, los abortos espontáneos, las malformaciones y el cáncer. Opina Damián: “Si se aprueba esta ley permitiría que se fumigue a 10 metros con productos que pueden generar cáncer de mama, cáncer de tiroides, alteraciones endocrinas en las glándulas, disminución de la capacidad de nuestro sistema inmunológico de defendernos. Por ejemplo, el herbicida atrazina está prohibido en 37 países, pero en Argentina está autorizada. Este tipo de cosas avala la ley que quieren aprobar”.

Sin embargo, el diputado por la Libertad Avanza Pablo Ansaloni, que proviene de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) dijo en la reunión informativa: “Desde nuestra actividad, que la vengo ejerciendo durante 30 años, manipulamos el cereal y estamos en contacto todos los días con el fitosanitario. Podemos dar fe que no tenemos ningún enfermo”.

Meche Méndez es enfermera de Cuidados Paliativos del Hospital Garrahan y desde hace años viene dando una pelea (casi en soledad) para que exista una historia clínica ambiental que pueda demostrar la relación de los agrotóxicos con las enfermedades. Le dice a lavaca: “El sistema de salud sigue sin considerar el daño, en muchos casos irreparable, que los tóxicos utilizados desde hace décadas en el modelo extractivo están produciendo en el ambiente, los territorios y por ende en los cuerpos de quienes los habitamos, atendiendo los síntomas y/o la enfermedad una vez producida, pero sin asociarlo cómo posibles causa”.

Sobre el proyecto de ley, analiza Méndez: “Sólo puedo compartir mi absoluto rechazo. Ya está comprobadísimo por la ciencia sin conflicto de interés que la deriva (movimiento de plaguicidas en el aire) no tiene control, que los venenos enferman y matan. Necesitamos medidas aún más protectoras de las que tenemos actualmente y sobre todo dejar de usar esos tóxicos. Hago un llamado urgente a los profesionales de la salud, a las sociedades científicas supuestamente comprometidas con la salud y el ambiente a que se expidan y rechacen esta posibilidad criminal de echar venenos a 10 metros”. Remata: “Se sabe que produce cáncer, malformaciones, daños genéticos, un montón de enfermedades y síntomas. Esto no puede salir de la Cámara de Diputados”.

María Luisa Chomiak, de Chaco, es la única diputada de Unión por la Patria que acompañó con su firma este proyecto. Argumentó: “Lo suscribí porque se necesita tener esta discusión. Toda iniciativa es perfectible y no hay nada más importante que la salud. Si se prioriza esto, celebro que estemos discutiendo este tema”. Sin embargo, en el proyecto no figura que la reducción de las distancias va en sentido contrario al principio de «no regresión en materia ambiental» que establece la Ley General de Ambiente y tratados internacionales como el Acuerdo de Escazú. Ni tampoco informa las pruebas científicas ya demostradas sobre la consecuencia de los plaguicidas: desde los efectos letales del glifosato en embriones anfibios, constatado por el ex titular del Conicet Andrés Carrasco, hasta los estudios de Delia Aiassa en la Universidad de Río Cuarto sobre daño genético, que comprobaron el riesgo aumentado de contraer cáncer. A partir de estas investigaciones hubo fallos judiciales en distintos puntos del país prohibiendo las fumigaciones terrestres a menos de 1.095 metros y las aéreas a menos de 3.000.

Antecedentes que enferman

Una de esas localidades es Pergamino, al norte de la provincia de Buenos Aires. Allí vive Sabrina Ortiz, una de las tantas personas que se enfermó por agrotóxicos. Perdió un embarazo de casi 6 meses y tuvo dos ACV. Sabrina tiene una particularidad notable: como no encontraba abogados que la defendieran, estudió Derecho y se recibió. Fue amenazada; le mataron a su perro como amedrentamiento. Después de años de denuncias y estudios científicos, la Justicia federal confirmó que el 3 de diciembre de 2025 comenzará el juicio oral contra tres productores agroindustriales por delitos de contaminación ambiental, según la Ley de Residuos Peligrosos (N° 24.051). En la causa se documentaron daños a la salud vinculados a la exposición crónica a sustancias como glifosato, atrazina y clorpirifós. 

Sabrina, junto a varios colegas, acaba de presentar un escrito colectivo de abogadas y abogados de Pueblos Fumigados en donde solicitaron a las presidencias de las comisiones de Agricultura y Ganadería y de Recursos Naturales de la Cámara de Diputados de la Nación que convoquen audiencias públicas, foros y videochats de debate antes de tratar el proyecto de ley.

Marco Filardi es abogado especialista en derechos humanos y temas ambientales y es parte de la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria de la Facultad de Medicina de la UBA. Le dice a lavaca: “Esta norma manda un mensaje a todas las provincias de que este (10 metros fumigación terrestre y dron, y 45 metros aérea) es el estándar mínimo, el piso ambiental y eso no lo podemos aceptar. Gran parte de nuestra población está expuesta cotidiana, sistemática y estructuralmente a la aplicación de más de 7.000 formulados comerciales con autorización vigente por el Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) en una cantidad de más o menos 500, 600 millones de litros de agrotóxicos al año. Tenemos el triste privilegio de ser el país que más agrotóxicos por persona y por año usa en el mundo y los resultados están en los cuerpos, están en los territorios”.

Desde los impulsores de la iniciativa no contactaron a científicos, ni profesionales de la salud, ni abogados, ni a ninguna de las organizaciones ambientales. Como por ejemplo la coordinadora “Por una vida sin agrotóxicos Basta es Basta”, de Entre Ríos, que se moviliza todos los martes desde 2018 frente a la Casa de Gobierno en Paraná. “La ley nacional es un ‘copy-paste’ de la que ya tenemos acá, aprobada a finales de 2024 y en la que habilitan fumigar a 5 metros de los cuerpos de agua, a 10 de las plantas urbanas y a 15 de las escuelas rurales. Ellos se amparan en las buenas prácticas agrícolas sin basarse en ninguna evidencia científica, a diferencia de todos los trabajos publicados en Argentina y en el mundo donde se demuestra el impacto que tiene el uso de los venenos sobre la salud y los ecosistemas, más allá de la dosis y la distancia. Lo que genera el daño es la presencia del veneno y si hay evidencia científica ya está: no hay más que hablar”.

La Ley del Cáncer: avanza un proyecto que permite fumigaciones con agrotóxicos a 10 metros de viviendas
Sabrina Ortíz presentó una iniciativa para frenar la Ley del Cáncer.
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Entrevista a Celeste Fierro, tras ser detenida en la flotilla de ayuda humanitaria a Gaza

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Al llegar al país luego de estar 8 días detenida (junto a otros tres argentinos, entre un total de 443 personas que conformaban la flotilla Global Sumud) la legisladora habló con lavaca.

Entrevista a Celeste Fierro, tras ser detenida en la flotilla de ayuda humanitaria a Gaza
Celeste Fierro al llegar a Ezeiza. Fue recibida por decenas de personas que se acercaron a apoyarla y recibirla.

Celeste Fierro durmió sólo algunas horas, y de manera intermitente, y apenas se levanta habla con lavaca. Llegó anoche de Jordania, donde fue trasladada desde la cárcel de Ktzi’ot. Allí estuvo presa del 3 al 7 de octubre, después de que el Estado israelí interceptara el barco en el que pretendía llegar a Gaza como parte de la flotilla Global Sumud. Del 1 al 2 tuvo dos días de traslados, y el día 7 la llevaron también a Jordania, desde donde partió el vuelo a Buenos Aires.

La historia es conocida: en aguas internacionales, el Estado de Israel interceptó todos los barcos de la flotilla, tomó su mando y los dirigió a tierra para detener a sus tripulantes. “Sabíamos que, lo más probable, era que pasara lo que pasó”, se sincera Fierro respecto a la misión humanitaria que buscaba 1) romper el bloqueo naval israelí sobre Gaza y 2) hacer visible la crisis humanitaria allí.

Lo primero no lo lograron. Lo segundo, sí.

Lavaca fue el único medio argentino presente en la masiva movilización en Roma que, tras conocerse la noticia de la detención de los tripulantes de esta flotilla, reunió a un millón de personas para pedir el fin del genocidio israelí en Gaza y, entre otras cosas, la liberación inmediata de los recientes detenidos. Ese mismo día, por la noche, llegaron a la capital 26 personas italianas que habían sido detenidas, las primeras que largó el Estado de Israel.

Los cuatro argentinos (Ezequiel Peressini, Carlos Bertola, Nicolás Calabrese, y Celeste) fueron de los últimos.

Finalmente ayer, después de 8 días, volvieron a pisar su tierra.

Desde aquel 1 de octubre hasta ahora, Celeste no había vuelto a tomar mate. Está en eso mientras conversa y revela que su mate, al igual que todas sus pertenencias (a excepción del pasaporte) le fueron sustraídas por el Estado de Israel.

La primera pregunta es obvia: ¿Cómo estás?

Entera, lo cual es un montón. Y muy contenta de estar de nuevo acá. Eso es lo primero, pero también muy preocupada porque entiendo que todavía hay compañeros detenidos de la Global Sumud y que, además, interceptaron a la Freedom Flotilla (145 detenidos). Así que poniéndome en contacto con compas de otros países para estar a disposición.

Durante dos días no se supo nada de vos; luego lo que llegaba era casi nada. ¿Qué pasó en esos primeros momentos?

Lo que nos pasó no se compara con lo que pasan los presos palestinos en las cárceles de Israel; no se compara con lo que viven las familias palestinas en la franja de Gaza. Pero, en ese momento, lo que más preocupaba era que no supieran que estábamos vivos. Desde que nos detuvieron estuvimos 48 horas hasta que logramos ver a un abogado. Y después, la visita de la cancillería fue recién el viernes o el sábado, 3 días después de la intercepción. Lo único que yo quería que avisaran era que estábamos vivos.

¿Les iban informando qué harían con ustedes?

Los primeros que salen son los italianos. En las intercepciones preguntaron por los italianos, ya veíamos claramente que iban a liberarlos más rápido. Los que quedamos detenidos fuimos los del sur global, no solo América, Sudáfrica, Nueva Zelanda.

¿Por qué Italia primero?

Lo de Italia fue por la presión social hacia el propio gobierno italiano de ultraderecha. Hubo una huelga general una semana antes de la intercepción; eso hizo que Meloni mandara un barco, que fue directamente para responder a la huelga; y también para que los italianos desistan de esas misiones. No lo lograron.

¿Cómo fueron los días previos a que los interceptaran?

Ya habíamos tenido una situación previa el día anterior, donde rodearon dos de los barcos de la flotilla. Con alguna cosa magnética cortaron los radares, los teléfonos, como que esos barcos perdieron la comunicación. Y luego se retiraron. Ahí tuvimos el primer intento, ya antes habíamos tenido los ataques con los drones.

¿Cómo es un ataque con drones?

Los primeros dos ataques fueron en puerto de Túnez. Nosotros no habíamos llegado ahí todavía. Pero también entendimos que eran para intimidar, para amedrentar. Es un ejército muy preparado: si hubieran querido hundir un barco lo hacían. Lo que hicieron en el puerto dos días distintos a dos embarcaciones distintas fue tirar como unos explosivos. Y se logró contener ese fuego rápidamente y no pasó a mayores y lograron seguir esas embarcaciones.

En altamar también siguieron las intimidaciones

Todas las noches teníamos drones arriba. Una vigilancia permanente 24×7, fundamentalmente a la noche. Dos días antes de llegar a Creta, entre Sicilia y Creta, ya no eran algunos sino que eran decenas de drones que pasaban por todos los barcos. Y a las 11 de la noche empezamos a tener interferencia en las radios. Empezó a sonar ABBA a todo volumen, nos mirábamos porque no sabíamos qué estaba pasando… Y a los 15 minutos escuchamos la primera detonación… Tiraban esos explosivos que explotan cuando tocan algo; a uno de los barcos les tiraron uno de los mástiles… a otro directamente le rompieron una vela. A otros era solamente el sonido y veías una luz muy fuerte. Era sistemático: cada 15 minutos sentíamos una detonación. A otro le cayeron líquidos, que no sabemos qué eran. No los escuchábamos, veíamos luces, era mucho el miedo.

¿En algún momento temiste por tu vida?

Creo que todo el tiempo. Desde ese momento, hasta que logramos salir (por anteayer). En el momento de los drones, al día siguiente hablábamos: siguen intentando que no continuemos. Y la fuerza estaba puesta en continuar. Y a la noche siguiente estaba en la guardia y no hubo drones. Fue una guardia muy tranquila. Fue el primer día que dije: y mirá si llegamos… Había crecido la presión internacional. Pero no pasó.

Y el día en que los interceptan, ¿cómo fue?

Cuando nos interceptan –no me acuerdo la hora pero era de día, habrán sido las 7PM- nos llega un mensaje de uno de los barcos que en un radar habían visto que se acercaban 10 o 12 barcos. Ahí nos preparamos con los protocolos que veníamos manejando, y en menos de una hora y media ya habían llegado. Empezaron a rodearnos lanchas rápidas, no las veías porque era de noche. Nos tiraron primero agua a todos los barcos. Luego por un altoparlante decían que no teníamos que seguir navegando, que si nos quedábamos ahí iba a estar todo bien… Todo eso duró como una hora. Hasta que se subieron alrededor de 10 o 12 marines israelíes, con armas largas, caras tapadas. Lo primero que hicieron fue desactivar todas las conexiones de Internet. Y ahí efectivamente nos detuvieron, agarraron el mando de nuestro barco. Nos cachean, nos piden los pasaportes. Revuelven todo. Y nos metieron en los camarotes, éramos muchos más de los que entran en los camarotes, estábamos todos amontonados. Estuvimos 24 horas metidos ahí, sin comer nada. Hasta que llegamos al puerto, 24 horas más, y después a la cárcel, donde nunca nos dieron agua potable, estuvimos hacinados, con precintos; a compañeros les vendaron los ojos. Sufrimos maltrato físico. Y la mayor preocupación era que se sepa dónde estábamos.

¿Cómo se siente en el cuerpo esa impunidad?

Nosotros sabíamos que el escenario más probable era lo que nos terminó sucediendo. También hay que decir que lo que significó la flotilla en cuanto al impulso, a multiplicar las acciones, es muy fuerte. Es fuerte saberse parte de una acción internacional que hace lo que los Estados no hacen, dando una respuesta solidaria, humanitaria, a una causa que es de toda la humanidad; fue muy importante. A mí me recordaba a las brigadas internacionalistas de la Guerra Civil Española, Nicaragua… Y creo que eso también fue lo que nos protegió, más allá de la violencia que se sufrió, que todos los ojos estén puestos en Gaza y en la flotilla hace que hoy estemos en casa. Esa firmeza de continuar a pesar de los ataques. Y repito: lo que a nosotros nos pasó, ni se comprara con lo que pasa Gaza. Eso es lo que nos daba más fuerza y firmeza para continuar y de estar juntos.

¿Qué pudiste compartir con los compañeros y compañeras de otras partes del mundo, respecto a lo que estaba pasando, a la situación de Gaza, a cómo articular el reclamo a nivel global?

Para mí fue muy importante. Como experiencia militante, como experiencia de vida. Quienes somos militantes, internacionalistas, lo vivimos de forma permanente, pero esto fue encontrarnos con gente que nunca habíamos tenido contacto, que hablamos distintos idiomas, que venimos de distintas historias. Había sindicalistas, periodistas, enfermeros, médicos, compañeras activistas, artistas. Eso es lo que fortaleció la misión y sobre todo el reclamo y le dio potencia. El internacionalismo, sabernos todos levantamos una misma causa logró potenciarlo y ver que en todos los rincones del mundo se esté denunciando el genocidio y levantando la causa palestina, porque la causa del pueblo palestino es hoy la causa de toda la humanidad. Ese fue el sentido de la flotilla.

¿En qué nivel ves que está el reclamo en Argentina?

En los últimos meses se ha multiplicado la participación. Nosotros lo venimos levantando desde hace décadas, pero creo que hubo un cambio grandísimo. Me acuerdo patente el domingo que fue el Día del Padre, que hubo una movilización gigante, había familias enteras. Desde ese día hasta ahora se ha multiplicado el acompañamiento, no solo en la Ciudad de Buenos Aires, sino en lugares inhóspitos del país. Se fue extendiendo y tenemos que ser cada vez más.

Ahora hay un supuesto nuevo “alto al fuego”. ¿Cómo lo interpretan?

No hay que conformarse hasta el alto el fuego que hay ahora, que no sea un nuevo invento. Lo que venga del imperialismo yanqui creo que es un nuevo acuerdo de ocupación colonial que no va a resolver de forma definitiva las necesidades del pueblo palestino. Acá una paz justa es una paz donde haya derecho al retorno, donde la Palestina sea única, del río al mar y no es lo que se está proponiendo. Hay que seguir multiplicando las acciones por eso, y en nuestro país seguir exigiendo: no en nuestro nombre. Tenemos que tomar lo que dicen nuestros compañeros judíos: que este Estado apoye a ese genocidio, a ese criminal de guerra como es Netanyahu, no es en nuestro nombre, cuando sabemos lo que significa un genocidio en nuestra historia. El genocidio de los pueblos originarios, el genocidio de la última dictadura: tenemos que decir no en nuestro nombre y seguir reclamando la ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales. Hoy es un momento en el que Israel está aislado internacionalmente, así que hay que presionar.

El gobierno nacional también parece estar en ese mismo aislamiento…

Por eso, hay que seguir denunciando a este gobierno que no solo es cómplice de ese genocidio sino que viene llevando adelante un desastre en materia económica y social y que por eso está recibiendo fuertes golpes. Acá vamos a estar para plantear una alternativa.

¿Cómo se comportó el gobierno nacional con ustedes los detenidos?

Cancillería hizo… el trabajo administrativo para saber que estábamos ahí, y comunicarse con nuestra familia. Nos lo dijeron con claridad: estuvo el cónsul, pero no fue el embajador. Y esa es una decisión política. Hubo una decisión política de no exigir nuestra inmediata libertad y eso fue lo que sucedió. Estuvimos en Jordania con los diplomáticos de Uruguay, que fueron quienes nos buscaron y acompañaron en el proceso de volver a casa.

Llegaste. Y ahora, ¿qué vas a hacer?

Hoy pretendo quedarme un rato en mi casa. Ayer no me despegué de mi hija desde que llegué al aeropuerto… Y después que la logré dormir me fui a Aeroparque a recibir a Cascote, el compañero que llegó de madrugada. Volví, dormí unas horitas, y acá estoy.

¿Qué edad tiene tu hija?

9 años.

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